El gobernador Alejandro Armenta inició la rehabilitación de la Prolongación de la 11 Sur como parte de un programa de pavimentación metropolitana que beneficiará a más de un millón de personas, con obras financiadas a partir del combate al robo de hidrocarburos.
Con una estrategia de infraestructura basada en el combate a la corrupción, el gobierno de Puebla avanza en la pavimentación de 33 vialidades principales de la zona metropolitana, una intervención de gran escala que beneficiará a más de un millón de personas, informó el gobernador Alejandro Armenta, al destacar que la dimensión de estas obras equivale a la Carretera Puebla–Ciudad de México.

Durante el arranque de la rehabilitación de la Prolongación de la 11 Sur, vialidad que impactará de manera directa a 100 mil habitantes de la zona de Azumiatla, el mandatario estatal subrayó que este programa es posible gracias a la recuperación de 3 millones de litros de hidrocarburos, lo que permitió que PEMEX donara 8 mil 300 toneladas de cemento asfáltico para la pavimentación de calles y avenidas.
Armenta fue enfático al señalar que estas acciones responden a una política de cero tolerancia al robo de combustibles. “No estamos coludidos con los huachicoleros ni con el robo de hidrocarburos, lo estamos combatiendo”, afirmó, al explicar que esta postura permitió pavimentar 5 mil calles en el primer año de gobierno, y adelantó que para 2026 PEMEX donará 8 mil 500 toneladas adicionales de asfalto para continuar con la transformación vial del estado.

Por su parte, el secretario de Infraestructura, José Manuel Contreras de los Santos, detalló que la rehabilitación de la Prolongación de la 11 Sur contempla 6.54 kilómetros de carpeta asfáltica, desde el Puente del Río Atoyac hasta la calle Zapotitlán, fortaleciendo la conectividad regional y beneficiando a comunidades como San Miguel y San Andrés Azumiatla, Jardines de Santa Clara, Santa Lucía, Tlacaelel, Cuitláhuac, Lomas de Angelópolis, Cuauhtémoc y Santa Rita, entre otras.
Habitantes de la zona coincidieron en que la obra era urgente, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando la vialidad se volvía prácticamente intransitable. Vecinas y vecinos agradecieron que el gobierno estatal atienda una demanda histórica, al considerar que la rehabilitación representa movilidad, seguridad y justicia social para una región que durante años permaneció en el abandono.

