La presidenta Claudia Sheinbaum llama a revisar la memoria histórica y evitar la glorificación de quienes cometieron violencia contra el pueblo guerrerense.
La presidenta Claudia Sheinbaum pidió al Congreso de Guerrero reconsiderar la inclusión de Rubén Figueroa Figueroa, exgobernador de 1975 a 1981, en los días cívicos oficiales del estado. Durante la Mañanera del Pueblo del 12 de noviembre, subrayó que es fundamental honrar a quienes representan valores positivos y no a figuras asociadas con la represión y la violencia contra la población.
El pronunciamiento se dió tras el reciente homenaje organizado por el gobierno de Evelyn Salgado al llamado “Tigre de Huitzuco”, considerado uno de los artífices de la guerra sucia en Guerrero, que incluyó desapariciones, torturas y asesinatos de campesinos. La ceremonia provocó rechazo de familiares de víctimas y organizaciones sociales, quienes calificaron el acto como una ofensa histórica.

La líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Norma Mesino Mesino, aseguró que rendir tributo a Figueroa es una “vileza” y un agravio para las víctimas. Recordó que más de 600 campesinos fueron perseguidos y miles de familias desplazadas bajo su gobierno, mientras que su hijo, Rubén Figueroa Alcocer, estuvo implicado en la masacre de 17 personas en Aguas Blancas en 1995.
Organizaciones como la Coordinadora de Comisarios Ejidales y Comunales, la Cátedra Sur Lucio Cabañas y el Frente de Organizaciones Democráticas de Guerrero exigieron al gobierno estatal una disculpa pública, la eliminación de Figueroa del Calendario Cívico Oficial y la inclusión de fechas que reconozcan la memoria de Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas y otras víctimas de la violencia de Estado.
Sheinbaum insistió en la necesidad de una batalla cultural para reivindicar figuras históricas auténticas y proteger la memoria de quienes lucharon por la justicia social, asegurando que el Estado no debe celebrar a quienes causaron sufrimiento y muerte.
