El plan “Rearmar Europa”, impulsado por la Comisión Europea y el eje franco-alemán, moviliza cientos de miles de millones hacia la industria militar, que se perfila como salvavidas económico para Francia y Alemania en plena crisis.
Europa cruza una fase de rearme sin precedentes, pues la Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, ha puesto en marcha el plan “Rearmar Europa”, que permitirá endeudamiento excepcional y compras conjuntas de armamento por valor de 800 mil millones de euros.
¿El objetivo? Fortalecer defensas en misiles, drones, artillería y ciberseguridad, como respuesta a la guerra en Ucrania y a la congelación del apoyo estadounidense dictado por Donald Trump.
Francia: el negocio de Macron
En medio de una crisis de popularidad y una deuda récord, Emmanuel Macron ha apostado todo al rearme. Francia se consolidó como el segundo exportador mundial de armas, con empresas como Thales, Dassault y Naval Group, que en 2024 aumentaron beneficios hasta un 45%. Con un déficit del 6% y una deuda del 113% del Producto Interno Bruto (PIB), Francia ve en la industria bélica una vía de ingresos y legitimidad política.
Alemania: de la recesión al tanque
La nación babara sigue sin recuperarse tras el fin del gas ruso barato: su producción industrial cayó 3% en 2024 y suma ya dos años de crecimiento negativo. Sin embargo, gigantes como Rheinmetall y Thyssen han disparado ganancias mientras que fondos estadounidenses como Blackrock y Vanguard controlan gran parte de estas compañías, incluso con planes de reconversión de plantas automotrices para fabricar tanques.
Reino Unido: siete gigantes en juego
Bajo el liderazgo laborista de Keir Starmer, Londres se ha alineado con Ucrania y la OTAN, comprometiendo 2,5% del PIB en gasto militar. Empresas británicas como BAE Systems concentran el 17% de las ventas militares europeas, lo que ha obligado a Bruselas a incluir a Reino Unido en el plan, pese a su salida de la Unión Europea.
España: industria en ascenso
Aunque gasta menos que Francia o Alemania en proporción al PIB, España ha duplicado su inversión militar en la última década. Empresas como Airbus, Navantia e Indra concentran la mayoría de los contratos, mientras el Gobierno busca reforzar el sector aeroespacial y de telecomunicaciones como parte de la estrategia de seguridad nacional.
EEUU: los verdaderos ganadores
Pese al impulso europeo, Estados Unidos sigue dominando el mercado: sus empresas pasaron de acaparar el 35% al 43% de las exportaciones globales tras la invasión de Ucrania. Corporaciones como RTX, Raytheon y Lockheed Martin producen desde los misiles Patriot hasta los cazas F-35. Además, fondos como Blackrock y Fidelity controlan participaciones en cientos de empresas europeas de defensa.
Una industria en auge
Según datos del Instituto de Estocolmo de Investigación de la Paz, Europa importa ya 64% de sus armas desde EEUU y la tendencia sigue en aumento. Mientras tanto, Bruselas defiende que la inversión en defensa no solo busca “autonomía estratégica”, sino también empleo, innovación y crecimiento industrial.
En resumen, el rearme europeo es tanto una respuesta militar como una apuesta económica. Con Francia y Alemania liderando, Reino Unido reforzado y España buscando su espacio, la industria armamentística vive su mejor momento en más de 70 años, aunque bajo la sombra del capital estadounidense.