El 17 veces campeón mundial cierra su carrera como luchador profesional con un patrimonio cercano a los 80 millones de dólares, construido a base de éxitos en la WWE, contratos históricos, Hollywood y una faceta filantrópica sin precedentes.
El deporte de entretenimiento vivió un momento histórico con el retiro oficial de John Cena, una de las figuras más influyentes en la historia de la WWE. Tras su emotivo combate del sábado 13 de diciembre, el luchador que marcó a toda una generación dijo adiós a la competencia regular, dejando no solo campeonatos y memorias, sino también una fortuna que refleja más de dos décadas en la élite.
A lo largo de su carrera, Cena fue mucho más que un luchador estelar: se convirtió en un activo estratégico para la WWE. Durante su última etapa como competidor activo, su salario anual alcanzó cifras cercanas a los 12 millones de dólares, colocándolo de manera constante entre los mejores pagados de la industria. De acuerdo con estimaciones se cree que su patrimonio asciende a 80 millones de dólares.
Ese ingreso respondía tanto a su presencia en el ring como a su rol de embajador global, pieza clave en la expansión internacional, derechos televisivos y mercadotecnia de la empresa.
El crecimiento real de su patrimonio llegó con su consolidación en Hollywood. Siguiendo una ruta similar a la de Dwayne “The Rock” Johnson, Cena diversificó su carrera y multiplicó su valor de marca al participar en franquicias de alto impacto como Rápidos y Furiosos, El Marine y el universo DC con Peacemaker.
Solo en 2024, sus proyectos cinematográficos y televisivos le generaron ingresos estimados en más de 20 millones de dólares, convirtiendo a la actuación en su principal fuente económica en la recta final de su etapa como luchador.
En el terreno del streaming, su protagonismo en Peacemaker también representó cifras de élite, con ingresos por episodio reservados únicamente para actores consolidados de primer nivel, reforzando su estatus fuera del cuadrilátero.
Más allá del dinero, John Cena construyó una imagen única gracias a su compromiso social. Posee el récord mundial de la fundación Make-A-Wish por conceder más de 650 deseos a niños con enfermedades graves, una labor que fortaleció su impacto público y su prestigio como figura global, además de atraer alianzas comerciales alineadas con valores sociales.
Aunque su retiro marca el fin de una era dentro del ring, Cena continuará ligado a la WWE como embajador y con apariciones especiales. Su futuro inmediato estará enfocado en Hollywood y en su labor filantrópica, confirmando que su legado no se limita a campeonatos, sino a una carrera inteligente, diversificada y sostenible.
John Cena se va como leyenda del wrestling, pero permanece como un referente del entretenimiento moderno: un atleta que entendió cómo transformar carisma, disciplina y visión en una fortuna y un legado que supera, por mucho, las cuerdas del ring.














