El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, descartó aplicar aranceles recíprocos a Estados Unidos, tras el aumento del 10% al 50% en tarifas impuestas por el gobierno de Donald Trump, aunque advirtió que su país no se quedará con los brazos cruzados.
“No voy a humillarme, y no voy a hablar con alguien que no está dispuesto al diálogo”, sentenció Lula en entrevista con Reuters, al referirse a Trump. Aun así, el mandatario aseguró que Brasil mantendrá una postura firme en defensa de sus exportaciones y su soberanía económica.

El golpe arancelario afecta al 36% de las exportaciones brasileñas a EE.UU., incluyendo productos clave como café y carne. Otros, como jugo de naranja, energía, fertilizantes y aviones civiles, quedaron excluidos.
Aunque descartó una respuesta arancelaria inmediata, Lula presentó una queja formal ante la OMC, inició contactos con líderes de BRICS como Xi Jinping y Narendra Modi, y anunció una nueva política nacional sobre minerales estratégicos, que serán tratados como asunto de seguridad nacional.
Además, acusó a Bolsonaro de ser “traidor a la patria” por permitir que Trump use su procesamiento judicial como justificación para los nuevos aranceles.
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