A pesar de sus ambiciones políticas, Ricardo Salinas Pliego enfrenta serios desafíos que podrían enterrar sus sueños de llegar a la presidencia en 2030.
Ricardo Salinas Pliego ha despertado interés como un posible candidato presidencial para 2030. Sin embargo, su camino está lleno de obstáculos y as cifras más recientes dejan ver que su apoyo es débil y cuestionable.
Aunque algunos empresarios y partidos lo ven como líder, las encuestas no le sonríen. Si decidiera unir fuerzas con los opositores, apenas alcanzaría un 44.49% de los votos. En contraste, Morena, el partido en el poder, podría obtener un 45.52% por sí solo. La diferencia habla por sí misma.
La historia reciente no favorece a Salinas Pliego, pues, en 2012, Enrique Peña Nieto llegó al poder con un bajo porcentaje de votos, pero los tiempos han cambiado y la situación para la oposición ha empeorado. En 2024, el PAN sólo logró un 16.04%, y el PRI cayó aún más, con un triste 9.54%. Estos datos demuestran la debilidad de los partidos tradicionales.
Además, encuestas recientes muestran resultados preocupantes. Un estudio de Enkoll de julio de 2025 indica que Morena goza de un respaldo del 48%. En contraposición, el PAN se queda atrás con un 14%. Esto refleja un rechazo general hacia los partidos opositores, los cuales podrían representar una oportunidad para Salinas Pliego.
Su situación personal también contribuye a su fragilidad política, pues las deudas con el fisco mexicano y con inversionistas estadounidenses agravan su lucha. Su imagen de empresario exitoso se ve ensombrecida por problemas financieros.
Ricardo Salinas Pliego aspira a la presidencia, pero la realidad es clara: su sueño está en riesgo, pues la falta de apoyo y su historia financiera pueden transformar toda su carrera en un laberinto sin salida. Sin un respaldo sólido, su ambición podría desvanecerse.

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