Categoría: Daniel Cervantes

  • ¡El INE no se toca!, a menos que…

    ¡El INE no se toca!, a menos que…

    Un grupo de ciudadanos comenzó a protestar bajo el lema ‘¡El INE no se toca!’ hace aproximadamente dos años, cuando el presidente López Obrador presentó una iniciativa de reforma electoral en abril de 2022. Esta propuesta incluía la reestructuración del INE, la reducción del número de diputados y senadores, y la elección directa de consejeros electorales y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entre otras medidas.

    Los manifestantes se identificaban como apartidistas y afirmaban durante sus marchas que no estaban en las calles en favor de ningún partido o candidato. Según ellos, lo único que defendían era el órgano electoral y la “democracia” en México. Además, algunos de ellos aludían a López Obrador, argumentando que pretendía dañar o eliminar el régimen democrático en el país.

    Ahora, le hago una pregunta al lector: ¿Cuándo ha habido democracia en México? El IFE (antecesor del INE) nació como una respuesta al fraude de 1988, cuando Diego Fernández de Cevallos declaró: “Nadie podría beneficiarse con escudriñar papeles que nada dicen y menos significan; la bancada panista acepta que se destruyan esos míticos documentos y que esos cientos de toneladas de papel se procesen y regeneren, como reclamamos se regenere la vida pública”, aceptando así la destrucción de las boletas electorales que podrían haber demostrado el fraude. En otras palabras, el IFE nació de uno de los primeros gobiernos PRIANISTAS.

    Durante los años de existencia del órgano electoral mexicano, han ocurrido acontecimientos que atentan contra el ideal democrático al que se aspira. Un ejemplo notable es lo sucedido en 2006, cuando algunos (incluyéndome) argumentan que hubo un fraude electoral. En primer lugar, se utilizó el poder del Ejecutivo federal para intentar sacar de la contienda presidencial al entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, mediante el desafuero. Sin embargo, por temor a parecer demasiado descarados, permitieron que participara en la contienda, dejando al órgano electoral la responsabilidad de hacer el “trabajo sucio”.

    Otro evento que atentó contra el ideal democrático fue lo sucedido en 2012, cuando el órgano electoral hizo caso omiso de las denuncias de compra de votos en proporciones impresionantes, lo que habría sido suficiente para definir al ganador de la elección. Tanto los ciudadanos como el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, señalaron estas irregularidades, pero el órgano electoral decidió mirar hacia otro lado. Este comportamiento faccioso del INE ha sido una constante durante su existencia.

    Un ejemplo del nivel de parcialidad en el órgano electoral fue el caso del antiguo consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien salió del instituto y, al mismo tiempo, también salió del clóset del PAN. Después de haber sido consejero del INE de 2011 a 2014 y consejero presidente de 2014 a 2023, se incorporó al medio opositor LatinUS, donde comenzó a hacer videocolumnas desde una perspectiva de oposición.

    Retornando al tema de las marchas, cuando aún se presentaban como imparciales y pretendían defender la democracia, contaron con la presencia de dos dirigentes del órgano electoral: José Woldenberg y el ya manchado y desprestigiado Lorenzo Córdova Vianello. Sin embargo, es importante señalar que, durante este período en el que se autodenominaban apartidistas, también asistieron a las marchas destacadas figuras de la oposición, como Margarita Zavala y el entonces futuro candidato a la jefatura de Gobierno y presunto líder del cartel inmobiliario, Santiago Taboada.

    Sin embargo, con el tiempo, y ya en época electoral, se cayeron las máscaras: tanto los manifestantes que se habían presentado como apartidistas, así como los organizadores y antiguos oradores comenzaron a revelar sus verdaderas inclinaciones. Los candidatos de oposición, Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, se convirtieron en los principales oradores de las marchas. No es sorprendente que defendieran la institución que, en dos ocasiones (2006 y 2012), les facilitó la presidencia. Al final, tuvieron que quitarse la máscara para proteger a una organización que siempre estuvo a su favor durante toda su existencia.

    No obstante, la marcha, ahora llamada “marea rosa”, no termina aquí su contradicción, sino que después de las elecciones y el triunfo avasallador y legítimo de MORENA, se evidenció que el INE estaba aplicando la ley de manera imparcial por primera vez. Esta imparcialidad, sin embargo, incomodó a muchos, pues no podían aceptar que una institución que habían tenido de aliada durante tantos años se mostrara neutral.

    Ahora, las marchas buscan presionar para que no se aplique la ley tal como está establecida (le dicen sobrerrepresentación). Los manifestantes intentan disuadir al INE para que actúe según sus expectativas y valide su concepto de justicia. Ya no se trata de defender la ley y el INE en sí mismos, sino de respaldar la visión de justicia que ellos defienden. Pasaron de decirse imparciales y defender solo al INE, a apoyar al PRIAN. En la actualidad, ya dejaron de esconder su afinidad política y ahora atacan al órgano electoral. Quizá uno de los mayores logros de MORENA sea tener a la derecha manifestándose por una idea de justicia (ellos creen injusta la “sobrerrepresentación”). Su nuevo lema es “El INE no se toca siempre y cuando esté de nuestro lado”.

  • México no es un país pobre, sino desigual

    México no es un país pobre, sino desigual

    Para la economía liberal, esa a la que quieren llamar ciencia dura, la que se ha disfrazado de positivismo y que nos dice que tiene leyes como si fuera una ciencia natural, esa RAMA de la economía que tuvo que inventarse un premio Nobel para darse palmaditas en la espalda a sí misma (en realidad, es “El Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel”; no existe un premio Nobel de Economía), nos dice que el problema no es la desigualdad, sino la pobreza. 

    Personajes de la derecha, como Salinas Pliego o el presidente argentino Javier Milei, en distintas ocasiones han repetido la última afirmación del párrafo anterior. Ellos creen que la riqueza es creada por los empresarios y los grandes capitales; aseveran que los multimillonarios han obtenido su dinero por sus méritos y trabajo duro, y que se merecen tal capital. Lo dicho previamente tiene su contraparte: la pobreza. Al final, si algunos por méritos propios pueden llegar a tener tal fortuna, entonces quienes se encuentran en estado de vulnerabilidad es debido a su nulo esfuerzo. Según esta lógica, “el pobre es pobre porque quiere”.

    La meritocracia que ellos sostienen se viene abajo cuando observamos cómo la mayoría de los grandes empresarios formaron su patrimonio (si es que ellos mismos lo formaron, ya que muchos simplemente lo heredaron). En México, las grandes fortunas actuales se formaron con la privatización de las paraestatales durante el periodo neoliberal. Las fortunas más grandes de este país se hicieron mediante el despojo y robo al pueblo de México de sus bienes (TELMEX, Imevisión, Mexicana, etc.). Y no solo fue un robo (privatización), sino que también fue un robo corrupto; las privatizaciones se realizaron en beneficio de personas que estaban en el poder. Un ejemplo de esto es Raúl Salinas, hermano del presidente Carlos Salinas de Gortari, quien prestó dinero a Salinas Pliego para comprar lo que hoy conocemos como TV Azteca. 

    Como acotación, es importante aclarar que este tipo de situaciones en la concentración de riqueza no se limita solo a México, sino que se presenta en todo el mundo. Un ejemplo de ello es el hombre más rico del planeta, Elon Musk, quien tiene tal riqueza debido a que proviene de una familia que comenzó su fortuna gracias al apartheid en Sudáfrica y a minas en este país durante el régimen racista.

    Desmentida la farsa de la meritocracia, es importante aclarar que ni siquiera los empresarios crean la riqueza; quienes lo hacen son los trabajadores. Los economistas liberales afirman que el valor de un producto en el mercado se deriva de la oferta y la demanda, eliminando el factor del trabajo en el régimen de producción. Sin embargo, esto es una falacia, ya que el valor de los productos es el resultado del trabajo humano.

    Es fundamental entender que el trabajador es quien le da valor a una mercancía. Sin embargo, también es importante saber que al obrero no se le paga la totalidad del valor de la mercancía que crea, sino solo una pequeña fracción de lo que realmente genera. Esta fracción se le entrega en forma de salario.

    Un ejemplo es el siguiente: Imaginemos que un trabajador en una fábrica produce zapatos. Cada par de zapatos tiene un valor de $100 en el mercado. Sin embargo, el trabajador no recibe esos $100 por cada par de zapatos que fabrica. En su lugar, se le paga un salario, digamos $20 por cada par de zapatos. La diferencia de $80, se divide entre los insumos necesarios para la producción y la plusvalía (lo que se queda el empresario de lo que produce el trabajador), que es apropiada por el dueño de la fábrica. Es decir, la ganancia de los empresarios es la cantidad de “dinero” que se le deja de pagar al trabajador.

    Esta diferencia refleja la desigualdad inherente en el proceso de producción, dependiendo de qué porcentaje de la mercancía es apropiada por el empresario y cuánto del valor creado por su trabajo se queda el empleado. Los liberales omiten esta faceta valorizadora del trabajador, destacando únicamente la capacidad de los empresarios para vender mercancías y pensando que la riqueza es generada exclusivamente por los capitalistas.

    Analicemos la situación económica de nuestro país. En 2023, México se ubicó como la economía número 12 a nivel mundial, por encima de países como Australia, España y Suiza, con un PIB de 1,811,468 billones de USD. Sin embargo, según el Coeficiente de GINI, que mide la igualdad de ingresos entre los ciudadanos de distintos países, México se encuentra en el lugar 118 a nivel mundial, siendo una de las naciones con mayor desigualdad.

    Esto se explica al entender que el trabajador crea el valor de las mercancías. México es el país que más horas trabaja en la OCDE y, hasta antes de la llegada de López Obrador, tenía uno de los salarios mínimos más bajos del continente. Los grandes empresarios en México no solo hicieron su capital a raíz de las privatizaciones durante el periodo neoliberal, sino también mediante la explotación de los trabajadores mexicanos durante los últimos treinta años, pagándoles una fracción muy menor de lo que generan con su trabajo.

    En nuestro país, hubo un esfuerzo significativo por incrementar la producción, incentivando a los empresarios a invertir en territorio nacional, aunque esto significara empeorar las condiciones laborales del ciudadano promedio. Actualmente, el 10% de la población más adinerada acapara el 60% de las riquezas del país.

    México es la economía número 12 del mundo, pero al mismo tiempo, el 60% de la riqueza generada es acaparada por el 10% de la población. Somos uno de los países más desiguales del mundo (lugar 118 del más igual al más desigual). Nuestros trabajadores reciben una miseria en comparación con lo que producen, mientras que los grandes empresarios continúan incrementando sus fortunas. En México, no tenemos un problema de pobreza, sino un problema de pauperismo y lujo, un problema de desigualdad.

  • Reformar las 48 horas no es opcional, es una obligación 

    Reformar las 48 horas no es opcional, es una obligación 

    Las políticas laborales no son un tema más en un gobierno; se ubican entre las acciones de mayor relevancia que deben realizarse en favor del pueblo gobernado. Junto con la seguridad, el sector laboral es determinante para que una población tenga una buena calidad de vida.

    Durante el periodo neoliberal, las políticas laborales siempre favorecieron al empleador, nunca al trabajador. Durante estos gobiernos, se permitió que el outsourcing ingresara a nuestro país, se estancó el salario mínimo, se crearon pensiones de hambre y se quitaron derechos laborales, entre otras medidas que incrementaron la pobreza y la brecha de desigualdad en México. 

    Del año 2000 al 2018, el salario mínimo en nuestro país se redujo en términos reales. Aunque aumentaba nominalmente, siempre lo hacía por debajo de la inflación, resultando en un poder de compra cada vez menor para los mexicanos más pobres. Además, durante este periodo se flexibilizaron los horarios laborales. A pesar de que la constitución establece que la jornada laboral no puede superar las 48 horas, los gobiernos neoliberales permitieron que los empleadores abusaran y que el trabajador promedio en México laborara más de 60 horas por semana.

    En el año 2018, último del periodo neoliberal, México era el país cuyos ciudadanos pasaban más tiempo en sus trabajos de toda la OCDE, tanto en la realidad de más de 60 horas como por la ley que marca 48. Además, nuestro país tenía uno de los salarios mínimos más bajos, con 141 USD mensuales, en contraste con los 1,923 USD de Luxemburgo o los 1,498 USD de Francia.

    A la llegada de López Obrador, las políticas en materia laboral cambiaron radicalmente. El salario mínimo, que era de 88 MXN al inicio de su mandato, alcanzó los 249 MXN en 2024, último año de su gobierno. En la frontera norte, el salario mínimo llegó a 374.89 MXN. Además, se reguló el outsourcing, que tanto daño ha causado (y sigue causando, hasta que se elimine completamente) a los trabajadores. También se están realizando esfuerzos para mejorar la situación de las pensiones en México, con el objetivo de que los trabajadores se jubilen dignamente, dejando atrás el modelo neoliberal que los habría llevado a retirarse con apenas el 30% de sus ingresos mensuales obtenidos durante su periodo laboral.

    En este contexto, además de la necesidad de seguir aumentando el poder adquisitivo de los trabajadores, se volvía crucial reducir el tiempo que los mexicanos pasan en sus trabajos. Sin embargo, ya no le alcanzó el tiempo al actual presidente. Por ello, el movimiento por las 40 horas comenzó a presionar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. No obstante, en la conferencia de prensa del 10 de julio, Sheinbaum dijo que las prioridades de Morena y sus aliados en el Congreso serán las 20 reformas promovidas por el presidente López Obrador, así como impulsar que los programas sociales lleguen a nivel constitucional, dejando de lado la necesidad de reducir la jornada laboral. 

    “Ahora tenemos las 20 reformas que planteó el presidente… el tema de las 40 horas lo vamos a seguir trabajando. Es importante que se siga avanzando. En la medida de lo posible, así como fue el aumento al salario mínimo… se trata de seguir trabajando en consenso con las representaciones de los trabajadores y el sector empresarial, pero seguir avanzando en los derechos de los trabajadores”

    Claudia Sheinbaum, 10 de Julio

    Es de suma relevancia recordar que la reducción de la jornada laboral es necesaria para hacer digno el trabajo de los mexicanos. Las políticas laborales en favor del trabajador no solo son un tema más, también se han presentado como una necesidad gritada por el pueblo mexicano en los últimos años, dejar de hacer validos los llamados populares sería el equivalente a alejarse del pueblo. No podemos poner por encima las reformas prioritarias para el gobierno (por más necesarias que sean) por encima de un clamor popular.

    Debemos presionar para que esta reforma sea un hecho, los avances en los derechos de los trabajadores siempre han sido por presiones de estos, nunca por el beneplácito del sector empresarial. Se debe comenzar a actuar para que la obligación de “mandar obedeciendo” sea un hecho con Claudia Sheinbaum al igual de como lo está siendo con López Obrador en materia laboral. Al final, la orden de reformar las 48 horas laborales es emanada del pueblo, por ello se convierte en una obligación, hacer caso omiso es dejar de lado el precepto “Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada”

  • ¡Viva la libertad, carajo!

    ¡Viva la libertad, carajo!

    En la actualidad, el sistema neoliberal se encuentra en un estado terminal, los pueblos de los distintos países del mundo se dieron cuenta que el sistema librecambista y la teoría del goteo (en pocas palabras, si les va bien a los de arriba, algo derramará para los de abajo), son falacias y mentiras que van en contra de las mayorías y únicamente beneficia a la gente que tiene mayor capital. 

    Políticos de la mayoría de los espectros, ahora proponen de nuevo el regreso a un sistema proteccionista. Desde Marine Le Pen con su “nacionalismo político” para Francia, hasta López Obrador con el “Humanismo Mexicano” en México, ahora hablan de darle prioridad al mercado interno en contraposición del antes tan buscado “mercado mundial”.

    Sin embargo, un modelo económico que marcó una época, parte de la historia de la modernidad, no puede caer sin dar batalla; la resistencia de los grandes beneficiados de este sistema aún se encuentran en la lucha para que no se vean afectados sus intereses tras el colapso del sistema que ellos impulsaron décadas atrás. Y, es que como decía el escritor socialista italiano Antonio Gramsci: 

    “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”

    Con la acción global de resistencia contra el neoliberalismo siendo casi victoriosa, surge una reacción, y son ellos los que financian a los “monstruos”. Un ejemplo claro lo tenemos en Argentina, el presidente, Javier Milei, es solo el representante del sistema económico moribundo. Sus postulados e ideas a las que llama “libertarismo”, no son más que un neoliberalismo desprovisto de esa retorica vanguardista con la que se vendió el siglo pasado. 

    Su frase icónica de campaña “¡Viva la libertad, carajo!”, alude al mismo tipo de libertad que el liberalismo y su continuidad, el neoliberalismo. Empero, los postulados “libertarios” de estas ideologías, abstraen y caricaturizan lo que la libertad en realidad es, haciendo que únicamente sea una base para la existencia de la propiedad privada y validan el egoísmo de ciertos individuos. En realidad, reducen la libertad a únicamente la libertad de comercio, como dice Karl Marx:

    “El Derecho Humano de la Libertad no se basa en la unión del hombre con el hombre, sino, por el contrario, en la separación del hombre con respecto al hombre. Es el derecho a esta disociación, el derecho del individuo delimitado a sí mismo”

    Hacen que el hombre libre sea sinónimo de un individuo que únicamente ve por sí mismo, creen que el desentenderse del interés colectivo y la búsqueda solo de lo personal hace que funcione bien la sociedad, basan su comportamiento y sobre todo la economía en la supuesta “mano invisible del mercado” que tanto citan (mal) los pensadores neoliberales.

    “…él busca su propio beneficio; pero en este caso como en otros muchos, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos. El que sea así no es necesariamente malo para la sociedad. Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si deliberadamente intentase fomentarlo”

    Adam Smith en La Riqueza de las Naciones

    Los “monstruos”, las personas que representan la reacción de la acción popular de ya no querer más neoliberalismo están planeando de nuevo un neoliberalismo pero cambiando la retórica, tienen los mismos postulados, ideas y conceptos. Es importante que como pueblo nos informemos y sepamos no caer en las garras de quienes siguen planteando lo mismo, pero, con otras palabras. También, es de suma relevancia repensar el concepto de “libertad” pero dándole una perspectiva colectivista, que nos beneficie a todos y no solo a unos cuantos que acaparan la riqueza. 

  • El desarrollo no debe ir en contra nuestra

    El desarrollo no debe ir en contra nuestra

    Lector, ¿No te has percatado que los avances tecnológicos parecen ir en contra de los trabajadores? ¿Has notado como la clase obrera cada vez se ve mas relegada por culpa de las nuevas tecnologías y el “desarrollo”?

    Estas concepciones han existido durante toda la historia de la modernidad (capitalismo), no hay nada novedoso con lo que estamos viendo en nuestra época, desde la invención de la maquina de vapor, hasta el desarrollo de la inteligencia artificial, el desarrollo y progreso tecnológico en las industrias se ha hecho con la finalidad de tener menores gastos en la producción y requerir cada vez menos mano de obra.

    De hecho, bajo esta concepción de que las máquinas quitan empleos, han existido movimientos para la destrucción de éstas, un ejemplo es el movimiento ludita (1811-1816) en Inglaterra, durante la plena Revolución Industrial, donde los obreros ingresaban a las fábricas para destruir las máquinas que pensaban les estaban quitando el trabajo.

    Quizá suene como algo necesario el controlar el desarrollo para que la gente no se quede sin trabajo, sin embargo, ¿El problema es realmente el desarrollo tecnológico? No. Las máquinas y nuevos instrumentos para la producción son solamente objetos, no tienen la capacidad de por si mismas quitar empleos. Es realmente el sistema capitalista el que hace que los avances tecnológicos entren al sistema como enemigas del trabajador. 

    Los avances industriales y el progreso en general benefician a la humanidad. Las nuevas tecnologías productivas posibilitan que más personas accedan a medios de subsistencia, objetos de recreación y servicios en todo el mundo. El verdadero problema surge cuando el capital ve en el progreso industrial la oportunidad de contratar menos empleados (generando así una mayor demanda de empleo para reducir futuros salarios), invertir menos en la creación de mercancías y, además, deshacerse de la responsabilidad de tener un mayor número de trabajadores en sus empresas.

    Y, es que al uso que se le está dando a las nuevas formas de producción generadas del “desarrollo”, no solo elimina puestos de trabajo, también hace que los salarios bajen debido al aumento en la demanda laboral (Ya que ahora los que fueron despedidos se vuelven personas que buscan trabajo y así se satura el mercado laboral).

    Es esencial concentrar nuestras miradas en quienes son realmente el problema, no podemos como clase trabajadora estar concentrados en pelearnos con objetos inanimados. El verdadero problema es el uso que se le da al desarrollo, no este per se. Debe ser prioritario el exigir que el desarrollo no vaya en contra de las mayorías para solo beneficiar la acumulación de capital de una minoría, con más razón en un país tan desigual como este.

  • Nuestra Responsabilidad con Palestina

    Nuestra Responsabilidad con Palestina

    “Quizá sigan existiendo dos superpotencias en el planeta: Estados Unidos y la opinión pública mundial”, es lo que redactaba Noam Chomsky en su libro Hegemonía o supervivencia: La estrategia imperialista de Estados Unidos, recordando lo que los encabezados decían tras el rechazo mundial generado por la posible invasión a Irak en el año 2003.

    En la actualidad, ya no podríamos afirmar la existencia de solo dos superpotencias, el establecimiento de nuevos líderes mundiales (como China, Rusia e India) nos hacen que vivamos nuevamente el comienzo de un mundo multipolar. Sin embargo, la afirmación de poner a la “opinión pública mundial” entre las principales superpotencias no ha perdido sentido desde la invasión estadounidense a Irak, lo que es más, con la invención y popularización del internet y las redes sociales, los pueblos en el mundo tienen más comunicación y por ende una voz más fuerte dentro de la discusión sobre nuestro futuro como humanidad.

    Ya no nos encontramos en una época en donde solo los oligarcas y gobernantes toman decisiones a pesar de los pueblos, en la actualidad, se está marchando a pasos forzados hacia un mundo en el que no se puedan tomar decisiones que no incluyan el bienestar de las masas. Un ejemplo claro de lo dicho anteriormente es el colapso del neoliberalismo (en el mundo) por ser contrario a los intereses populares, por más que dicho sistema beneficie en gran medida a las oligarquías. La legitimidad en decisiones públicas comienza a tener mayor relevancia en el mundo que habitamos.

    Hoy, en la actualidad, podemos corroborar esto con las protestas surgidas alrededor del mundo con el tema del genocidio que está cometiendo Israel en la Franja de Gaza, en Palestina. Miles, quizá millones de personas han salido a las calles a denunciar los crímenes de Guerra que cometió, comete y si dejamos de lado el tema cometerá el estado sionista.

    Hace menos de dos años, criticar al sionismo y poner en duda la legitimidad de Israel era seguido de acusaciones de antisemitismo; en el momento que escribo esto, los papeles se han invertido, las mayorías ahora ven mal a la gente que defiende lo hecho por el estado sionista en el territorio que ocupa. La potencia mundial que representa la opinión pública ahora presiona a sus dirigentes para posicionarse al respecto. Además, el pueblo empieza a aplicar boicots en contra de empresas que aportan recursos al estado genocida. 

    Los pueblos del mundo ya han obtenido logros al respecto, un ejemplo es la demanda sudafricana contra Israel, en la que se le acusa de manera formal por genocidio; también, la ruptura de vínculos comerciales con distintos países del globo; otro logro es que muchos países han detenido la venta de armamento a la entidad sionista; sin olvidar que el mismo presidente de los Estados Unidos ya ha marcado cierta distancia con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel (que para nada es suficiente, pero la presión popular comienza a ser visible en el gobierno estadounidense). 

    Dicho esto, ¿Cuál es nuestra responsabilidad con Palestina? Seguir hablando de ello, mencionarlo y discutirlo en nuestro entorno, presionar a nuestras autoridades para que tengan un claro posicionamiento y señalar a las entidades económicas que ayudan al genocidio. No podemos dejar el denunciar el genocidio como una moda, debe ser constante en nuestro ambiente el escuchar lo que sigue sucediendo en territorio palestino, de lo contrario, si lo dejamos de lado, horrores seguirán sucediendo sin que sea posible pararlos. 

    Hay que aclarar que el genocidio en territorio palestino no comenzó en 2023, el nuevo exterminio empezó apenas tres años de concluido el perpetrado por los nazis en Alemania. Lo triste es que algunas de las victimas del primero, se convirtieron en victimarios del segundo cuando el proyecto sionista se volvió un hecho en 1948.

    La diferencia es que en la actualidad tiene cámaras encima en tiempo presente el genocidio sionista, la gente se da cuenta en vivo de las atrocidades que suceden. Esto nos lleva a que sea nuestra responsabilidad también el actuar en tiempo presente, denunciar en tiempo presente, presionar a nuestras autoridades en tiempo presente y hacer que se detenga en tiempo presente. 

  • Noroña: Crecer desde la izquierda

    Noroña: Crecer desde la izquierda

    La Cuarta Transformación, en la actualidad, ya no solo está en la lucha por ganar elecciones; en este momento se encuentra en la búsqueda de convertirse en un movimiento hegemónico. Esto es lo que necesita para volverse un cambio verdadero, que no sea únicamente discursivo. ¿Acaso alguien podría dudar de la transformación en los paradigmas después de concluidas las tres transformaciones previas?

    Andrés Manuel López Obrador dejó los cimientos para la construcción de dicha conversión, desmontó hasta donde le fue posible el aparato legado por los gobiernos neoliberales; lo que es más, también comenzó a trazar el camino que deberían seguir los gobiernos emanados de la Cuarta Transformación, nombrando al nuevo proyecto como “Humanismo Mexicano”.

    El Humanismo Mexicano lo hizo como un proyecto en donde cabemos todos los mexicanos, pero también tiene una carga fuerte de conciencia de clase; una de sus máximas es “Por el bien de todos, primero los pobres”. Y esto no solo se queda en el discurso: A lo largo de su gobierno aumentó más de un 100% el salario mínimo en términos reales y cinco millones de personas salieron de la pobreza.

    Si hubiera reelección en nuestro país, sería fácil saber el rumbo que llevaría el segundo mandato de Obrador; empero, no es el caso. Por ello, nos encontramos en la dificultad de hallar quién era la opción para seguir con el proyecto (del movimiento, no de un gobierno más). Había opciones que simbolizaban un retroceso o retraso en el proyecto izquierdista, una que era la profundización y otra última que representaba la radicalización.

    Los mexicanos, mediante una encuesta, prefirieron la profundización; eligieron a Claudia Sheinbaum, una de las mejores opciones que tenía Morena. Los ciudadanos vieron en la única candidata mujer la opción para continuar con el proyecto de la Cuarta Transformación, el Humanismo Mexicano, con casi las mismas fórmulas que el actual presidente. Aunado a esto, la opción de la radicalización creció de una manera importante, Fernández Noroña obtuvo el tercer puesto sin ejercer ni la décima parte del presupuesto que los demás contendientes ocuparon en esa disputa.

    Durante la contienda, para garantizar la unidad (punto débil histórico en las izquierdas), se acordó que todos los participantes tendrían un lugar en el gobierno tras la elección. Se pactó de esta manera: primer lugar, candidatura presidencial; segundo lugar, Coordinación del Senado; tercer lugar, Coordinación de la Cámara de Diputados; cuarto lugar, puesto en el gabinete; quinto lugar, senaduría plurinominal; sexto lugar, diputación plurinominal. Es de suma importancia aclarar que eran seis lugares para seis participantes, no únicamente para los cuatro aspirantes de Morena.

    Después de terminado el proceso interno, el segundo lugar se alejó del partido y de la candidata, con ello perdía mucho capital político. Esto dejaba en el segundo puesto a Fernández Noroña, quien se ganó este con el apoyo popular. Regatear lo anterior es sinónimo de discutirle su decisión a los ciudadanos mexicanos que participaron en la encuesta.

    Además, el personaje que nos compete en esta nota, no solo se representa a él mismo, también es uno de los dirigentes que se ubica más a la izquierda dentro de la democracia partidista mexicana; por esto, si es que se le comienzan a poner trabas a Fernández Noroña, a sus ideas y a la representación popular que posee, corremos el riesgo de que el fantasma de Ávila Camacho recorra México.

    Quizá suene fuerte la comparación, no es para nada mí intención asemejar a Claudia con el sucesor de Cárdenas; lo que quiero remarcar es la importancia de no dejar fuera de un movimiento social a personajes que representan la radicalización y, son más apegados al pueblo en su conjunto. El análisis sobre lo que sucede con Noroña, no se debe abordar solo como únicamente compromisos hechos previos a la interna de morena, sino también como su importancia ideológica dentro de la cuarta transformación.

    Empezar a poner trabas al crecimiento de pensamientos mas apegados a la izquierda, quizá funcione para el segundo gobierno de la cuarta transformación, sin embargo, deja de lado el proyecto del humanismo mexicano y, pone en riesgo la brújula política del movimiento en su conjunto, así como las elecciones dentro de seis años.

    Es importante estar al pendiente de la renovación de dirigencias del partido y, también tener cuidado con lo que sucederá en los próximos años. También, es menester exigir la conservación del humanismo mexicano desde la presidencia de la República hasta la militancia.

  • Caricatura de Izquierda, a un mes de su derrota ¿Por qué Xóchitl?

    Caricatura de Izquierda, a un mes de su derrota ¿Por qué Xóchitl?

    En México, a la derecha le da miedo definirse como tal, vivimos en un país en el que los líderes, periodistas, intelectuales y opinólogos conservadores se dicen de izquierda, ejemplos de esto son Chumel Torres, Denise Dresser e incluso el “gerente” Claudio X González

    Pero ¿Qué es la izquierda y cuáles son sus causas? La izquierda por definición es colectivista, cree en la igualdad y tiene conciencia de clase. Ahora, ¿Qué es para ellos “ser de izquierda” ?, la derecha confunde izquierda con progresismo, cuando este puede en ocasiones situarse en la derecha (se puede encontrar ahí al feminismo liberal, por ejemplo). Bajo su entendimiento, partidos como el “Demócrata” de nuestro vecino del norte, serían casi de extrema izquierda.

    Entendiendo esta confusión y captando su miedo a admitirse de derecha, se pueden entender comentarios como el que hizo Torres en una entrevista con Diego Ruzzarin, “Por definición yo sería de izquierda…porque el tema es liberal, es pro-derechos reproductivos, pro-derechos LGBT, pro-legalización…”. El problema es que tiene una nula conciencia social y para nada es colectivista, él es un claro ejemplo de progresismo de derecha. 

    Bajo este esquema y tras una perdida contundente en las elecciones del 2018, la oposición se encontraba en la disyuntiva de declararse abiertamente de derecha y representar una opción abiertamente conservadora o, someterse a sus miedos e impulsar una candidatura que era para su entendimiento de “izquierda”. 

    Su decisión ya es historia, impulsaron a una senadora que llevaba años en la lucha a favor de los derechos LGBT y tiene causas progresistas que no discuto. Sin embargo, nuevamente no tiene una crítica real de izquierda, trataron de copiar el estilo de López Obrador desde una perspectiva meramente discursiva, sin embargo cuando había una cuestión de clase de por medio, se posicionaba todo el tiempo con la oligarquía, ejemplo de esto serían sus dichos sobre reducción de la jornada laboral a 40 horas, alegando que “No era tiempo” y, semanas después diciendo en un debate presidencial “Estoy a favor siempre y cuando se reduzca la carga fiscal a los empresarios”.

    Su decisión de hacer candidata a Xóchitl Gálvez no solo representa su equivocada noción de izquierda, también simboliza las razones por las que ellos creen que perdieron de semejante forma seis años atrás. Para el PRIAN, su derrota fue meramente identitaria, analizaron que perdieron únicamente porque la gente vio en Andrés Manuel una figura emanada del pueblo y que hablaba como tal, su análisis no tuvo mayor profundidad. 

    Ahí se refleja el clasismo de la derecha. No dejaron de subestimar al pueblo; me parece ilustrativa una columna de José Ignacio Zenteno publicada en el portal REALIDAD7 el 17 de abril del 2020, la cual describe muy bien el papel que ellos creen tener en la sociedad.

    “Lo único que puedo decirte es que los empresarios resolvemos problemas, somos padres putativos de muchas familias. Sobre nuestras cabezas y decisiones está el futuro de muchos niños, más de los que podemos engendrar”.

    Sin olvidar su pensamiento paternalista, la caricaturización del concepto de izquierda y el veredicto sobre las razones por las cuales perdieron la elección en 2018; vieron la necesidad de hacer un acercamiento al pueblo, pueblo que, aunque gobernaron más de 80 años, desconocían. 

    Sus intentos de acercamiento se pueden sintetizar en dos, ambos parecen sinónimos, quizá uno es la encarnación del otro. El primero es la columna redactada por Eduardo ‘El Cachas’ Caccia en el periódico “El Reforma” para las elecciones de 2021, titulado “¡Vas, carnal!”, el cual trata de hablarle al pueblo de México con el lenguaje que según ellos ocupamos. 

    “Te escribo a ti, sí, tú, que te la rifas toda la semana en la chamba. Tú, que con orgullo llevas lana a tu cantón, ganada con esfuerzo. A ti, que quieres un mejor futuro para tus hijos y que te preocupa que sepan lo que haces para ganar el chivo cada semana. Quizá tu familia no te ha visto romperte la madre detrás de una máquina todo el día, quizá tus chavos no saben lo que es salir de casa en la madrugada, tomar dos o tres camiones para llegar a la planta, a veces con un atole encima y a veces ni eso. ¡Está cabrón! ¿No?”

    Y no solo fue una nota hecha por un periodista y quedo ahí, sino que Gustavo de Hoyos, exlíder de la COPARMEX y uno de los que se “apuntó” para ser el candidato de la oposición lo apoyó y lanzó un tweet diciendo 

    “Muchos empresarios me han preguntado como hablarles a sus colaboradores acerca de la importancia de su voto en las próximas elecciones. Un buen ejemplo para codificar el mensaje nos lo da @eduardo_caccia. Ustedes saben cuál es el mejor conducto”.

    El segundo intento fue la candidatura de Xóchitl Gálvez. Según ellos, una persona con un discurso que dice que salió adelante vendiendo gelatinas, habla con groserías, se comporta de una forma grotesca y se desenvuelve de una manera “coloquial”, iba a servir para que el electorado mexicano votara por ella. 

    En ambos casos (que repito parecen sinónimos o, una consecuencia de la otra), le dieron respuesta a lo que creen que es y busca México, estaban haciendo una caricatura desde la derecha del ciudadano promedio según sus percepciones y observaciones. Con sus acercamientos no solo subestimaban al pueblo, también lo insultaban. Sin embargo, “tonto el que piensa que el pueblo es tonto”.

    ¿Cuál es el problema de esto? Que las caricaturas de la derecha tienden a ser carentes de creatividad y sentido. Lo que lograron hacer es una caricatura que insultaba al pueblo con conciencia social y, en su búsqueda por el voto de izquierda, asustaba a la derecha al decirse trotskista o progresista. 

    Es importante estar al pendiente del desarrollo de la derecha, ver si para las siguientes elecciones por fin se quitan las máscaras y se admiten conservadores o, por el contrario, vuelven a hacer otra caricatura de izquierda.

  • Impugnación en la Cuauhtémoc: El PRIAN siendo el PRIAN

    Impugnación en la Cuauhtémoc: El PRIAN siendo el PRIAN

    El domingo 2 de junio, tras una intensa campaña electoral en el corazón de la Ciudad de México, la candidata de Morena en la alcaldía, Catalina Monreal, “perdió” en la contienda democrática. Sin embargo, los resultados finales no correspondían a lo que mostraban las encuestas previas a la elección, las cuales días previos marcaban una diferencia de hasta diez puntos a favor del partido guinda.

    La candidata prianista, Alessandra Rojo de la Vega, ganó con 143,070 votos, mientras que la representante del movimiento de transformación obtuvo 130,341, marcando una distancia considerable entre ambas aspirantes. Por ello, la aspirante Catalina Monreal, su equipo y el partido decidieron impugnar la elección. El dirigente local de Morena, Sebastián Ramírez, informó sobre dicha determinación acompañado por Citlalli Hernández, secretaria general de Morena.

    Tras el nuevo conteo de las actas en el distrito 9 (La Cuauhtémoc está dividida entre el Distrito 9 y 12), la diferencia se redujo a tan solo dos mil sufragios entre las contendientes. Con el decrecimiento de la ventaja de la candidata de la oposición y la falta del conteo en el distrito 12, se encendieron las alarmas del PRIAN, ya que esta circunscripción presentaba más irregularidades durante el proceso electoral.

    Vecinos del Distrito 12 informaron que el 2 de junio hubo compra de votos, cambios de casillas sin previo aviso e incluso intimidación a los ciudadanos que pretendían ejercer su derecho al voto. Es importante precisar que todo esto fue a tal magnitud que incluso hubo detenciones de miembros del equipo de la candidata Alessandra Rojo de la Vega por parte de las autoridades.

    En ese contexto, el día 5 de junio comenzaron los conteos en el Distrito 12. Vecinos de la Alcaldía comenzaron esta actividad desde temprano por la mañana. Todo transcurría con tranquilidad y estaban presentes los representantes de las tres candidaturas. El “voto por voto” se realizaba de forma regular. Sin embargo, en un acto digno del PRI de los 80, la prianista Rojo de la Vega se presentó en el lugar donde se estaba haciendo el recuento.

    Este acto no lo realizó sola, tenía detrás a decenas de personas de su equipo. Entró al edificio exigiendo que le dieran su constancia de mayoría. Con esta acción se detuvo el conteo y no se permitió que continuara. Hasta este momento, el PRIAN no ha dejado que se reanude el “voto por voto”, y al mismo tiempo presiona al órgano electoral para que no permita que dicho conteo siga, impidiendo así la sanación de la vida democrática de la Alcaldía Cuauhtémoc. 

    El lunes 10 de junio, en un comunicado a la Ciudadanía, los concejales de la coalición Morena-PT-Verde denunciaron el supuesto fraude, anunciaron públicamente los motivos de la impugnación y se solidarizaron con la Mtra. Catalina Monreal. En los siguiente días y semanas estaremos al pendiente de que sucede en “el corazón de la Ciudad de México”, es importante ser observadores y también hacer valer nuestro voto más allá de las urnas, defenderlo.  

    El organismo electoral se muestra parcial, no permite que se cuenten de nuevo los votos, otra vez MORENA no está compitiendo contra una coalición opositora, sino también contra un arbitro sesgado. La transparencia es necesaria para el ejercicio de la democracia, de no trabajarse estamos en peligro de que nuestro voto (y nuestra ciudadanía) no sea tomado en cuenta. 

    La lucha por la democracia es una lucha históricamente de la izquierda, sucesos como el descrito nos recuerdan los posicionamientos reales de cada uno de los grupos políticos. A nivel nacional, con una diferencia de más de 30 puntos, el PRIAN alegaba fraude y pedía el recuento de los votos; en la Cuauhtémoc, con una distancia incipiente se negaron a que se hiciera ¿Es válido luchar por la democracia solo cuando me conviene?