Categoría: Héctor Ramírez Carrillo

  • El amigo Ken

    El amigo Ken

    Contundente y congruente como ha sido en sus ideas y planteamientos desde que se encuentra en la arena política, el Presidente Andrés Manuel López Obrador vuelve a jugarse de manera arrojada y al límite su destino que irremediablemente lo alcanzará para bien y para hacer historia.

    En esta ocasión le toca jugar con un peso pesado, los Estados Unidos de América y su presidente Joseph Biden.

    Sin embargo, es de resaltar que el mandatario mexicano le ha plantado cara a la administración del vecino país al norte y no en menos de una ocasión se ha comportado con la dignidad propia que corresponde a un jefe de Estado soberano, lejos de aquellas actitudes francamente serviles y sumisas que eran la constante con titulares del ejecutivo federal provenientes del PRIANATO. Tal vez por miedo, o quizás solo por docilidad, pero era costumbre ver pisoteada la representación y dignidad del pueblo mexicano cuando desde Washington o cualquiera de sus emisarios dictaba una “orden o recomendación”.

    No es un secreto que muchos de los gobernantes mexicanos anteriores carecían de la libertad y autoridad moral para poder siquiera diferir de opiniones con los homólogos estadounidenses, porque los segundos poseían la información precisa del pie que cojeaban. 

    Por esa razón y ante las voluntades exteriores, muchas veces se violentó la soberanía nacional permitiendo que agentes de diversas agencias de seguridad extranjeras se posicionarán y se infiltraran en el espectro del crimen organizado tolerado desde el Estado.

    Hoy es una realidad que el Presidente López Obrador ha sacado del país a los que incluso pudieron haber sido los desestabilizadores, o que pueden seguirlo siendo en la clandestinidad.

    Es evidente que se han trastocado intereses al norte y hoy vemos un activo embajador norteamericano, Ken Salazar acudiendo con frecuencia a Palacio Nacional, seguramente a cabildear por sus empresas que empiezan a resentir el rigor de un presidente mexicano que los ha puesto a trabajar horas extras y que les ha advertido que no permitirá el saqueo y daño ambiental a grandes proporciones como el que se estaba dando todavía hace unas semanas en el sureste del país por la empresa Calica, afectando los recursos no renovables de generaciones futuras.

    Hoy da gusto y es inédito después de años ver un mandatario mexicano que pone la cara y que cuenta con la suficiente autoridad moral para no temer represalias de que le encuentren vínculos con la delincuencia como era la práctica.

    La oposición completa llora y patalea alegando que López Obrador no enfrente con “mano dura” a la delincuencia insinuando y acusando en su perversa narrativa que es su aliado, pero si esto fuera cierto, desde Washington ya hubieran enviado a sus corresponsales en México disfrazados de Sociedad Civil, los elementos que les permitieran acreditarlo. Lo cierto es que los que vendieron los recursos naturales de México, los que tuvieron en el gobierno y tienen un García Luna preso en Nueva York, son ellos.

  • El aburguesamiento de la UNAM

    El aburguesamiento de la UNAM

    Todavía algunos profesores y académicos universitarios expresan que la Universidad Nacional, es un elemento de capilaridad y de combate a la desigualdad social en nuestra compleja sociedad. Esto, sin embargo, ha cambiado en los últimos años.

    El “aburguesamiento” del que ha sido objeto la máxima casa de estudios del país es evidente por la llegada de grupos políticos que la dirigen y en la cual se encuentran enquistados, comandados por algunos de sus máximos representantes. Para muestra, un botón; el grupo comandado por el Dr. José Narro Robles, otrora Secretario de Estado del gobierno Peñista y calificado como vulgar “matraquero” en la elección del 2018 por el entonces candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional derivado de su activa participación en la campaña de José Antonio Meade Kuribreña, alias “PP MID” y del desvío de millones de pesos del erario que el Instituto Nacional Electoral pasó por alto con los jugosos enjuagues orquestados desde los Pinos por Enrique Peña Nieto y el entonces vicepresidente de facto Luis Videgaray Caso.

    Estos grupos y sus ahora sucesores como el rector Enrique Graue W. se han encargado, como nunca antes se hacía, de encarar de manera altanera y en ocasiones insolente al titular del Ejecutivo, no porque les asista la razón, sino porque es evidente que sus verdaderos patrocinadores eran los gobiernos neoliberales anteriores a quienes obedecían dócilmente y de quienes adquirieron sus infames prácticas.

    A la fecha se siguen resistiendo al regreso a clases presenciales en todos sus niveles, generando con ello un daño incalculable e impredecible a toda la comunidad universitaria, poniendo en riesgo y sin ruborizarse generaciones completas de estudiantes. Van en contra de la lógica mundial de privilegiar a la educación como un derecho fundamental y como una de las actividades esenciales que se deben conservar a pesar de la emergencia sanitaria. Llama la atención que en este caso particular nunca se ha promovido amparo alguno para hacer valer este derecho, es increíble que hoy en día niños de preescolar estén en las aulas a diferencia de los universitarios.

    Hoy no es un secreto que los representantes en turno como autoridades universitarias, alegando el legítimo derecho a la autonomía universitaria, se confrontan con el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero se olvidan que en esa disputa ideológica se deja en medio a la sociedad en general, a la cual se debe la Universidad Nacional y a su comunidad misma ya que las tendencias en las últimas gestiones de la misma han sido con programas evidentemente de agenda Neoliberal.

    Estas “autoridades” universitarias decidieron dejar sin los estudiantes de las áreas médicas y de la salud a los hospitales públicos donde llevaban a cabo sus prácticas o servicio social en la pandemia, mezquinamente los retiraron para no apoyar a esa sociedad a la que se deben y de donde emergieron en su afán de golpetear a la 4T.

    Estos grupos que dirigen la Universidad, disfrazados de avanzada y de supuesta tolerancia, diversidad de pensamiento y pensamiento liberal han impuesto su agenda, están al acecho de una Institución cada vez menos pública, basta darse una vuelta por el extenso campus de Ciudad Universitaria en el Sur de la Ciudad de México para percatarse que cada que pueden, con el pretexto de la Seguridad cercan con vallas alámbricas los espacios que son de todos los mexicanos, ganan espacio todos los días ciclistas de hobby, en su mayoría “burgueses” que desplazan a la comunidad universitaria y sus legítimos dueños, el pueblo de México.

    Ese “aburguesamiento” al que yo defino como la prevalencia de ese pensamiento mercantilista entre los profesionistas formados en la UNAM que lejos está de pensar en el bienestar del pueblo, sus necesidades más apremiantes y servir a su sociedad, está provocando que la Universidad, sus órganos, programas y planes de estudio se estén perfilando más hacia una educación elitista, vacía de valores humanos, una educación cada vez más sectaria que excluye jóvenes, que pone por delante una agenda acorde con intereses económicos imperantes en el país, Carlos Slim y otros empresarios tienen muchos réditos empresariales en los semilleros sobre todo de algunas escuelas y facultades que forman técnicos sin conciencia social a las que por cierto inyectan recursos año con año como inversión y la conservación del statu quo. Son estos, los estudiantes políticamente correctos que se encargan día con día de criticar y confrontar la radical transformación del país.

  • El pendiente de la Justicia Agraria

    El pendiente de la Justicia Agraria

    Es público y notorio como se suele decir en el lenguaje argumentativo jurídico, que en los años que lleva siendo gobierno este movimiento transformador encabezado por el máximo líder liberal de las últimas décadas, Andrés Manuel López Obrador, se han dejado descubiertos algunos frentes y no por falta de voluntad de la Cuarta Transformación en erradicarlos, sino porque prevalece el andamiaje construido por décadas de dominio conservador y múltiples instituciones del Estado, en donde aún cohabitan y defienden intereses de grupo, ajenos al interés general, un sinnúmero importante de malos servidores públicos.

    En esta ocasión me referiré, con conocimiento de causa, a una institución del Estado mexicano, creada en ese sexenio tan desastroso como lo fue el correspondiente a Carlos Salinas de Gortari y que fue consecuencia de aquella reforma constitucional que sufrió en el año del 92 el Artículo 27 de nuestra Carta Magna, y que en la teoría tiene una finalidad muy distinta a la que cada día se materializa en la mala práctica de estos Tribunales de naturaleza administrativa. A una institución que diariamente lejos de administrar justicia, especula con ella y administra poderosos intereses de distintos actores con poder económico y que someten la justicia agraria a sus inconfesables negocios al amparo del poder y del descarado tráfico de influencias; me estoy refiriendo a los Tribunales Agrarios, el Superior que es un órgano colegiado representado por 5 magistrados y sus corresponsales en cada uno de los estados de la República, y que son denominados Tribunales Unitarios Agrarios por ser estos presididos por un magistrado.

    En fechas recientes y derivado de un asunto por conflicto de posesión de tierras entre una adulta mayor y el Ejido de San Mateo Tlaltenango en la alcaldía Cuajimalpa de la Ciudad de México, que se ventiló por corresponderle en jurisdicción al Tribunal Unitario Agrario número 08 en la misma Ciudad, presidido éste por el C. Licenciado Jorge Joaquín Gómez de Silva Cano, persona que por cierto se presume en la página de los Tribunales Agrarios (https://www.tribunalesagrarios.gob.mx/ta/?page_id=6517) como “DOCTOR”, siendo que éste mismo juzgador no posee el grado de Doctor en Derecho, sin embargo, se ostenta con ese grado creando una realidad distorsionada, a raíz de este litigio se pudo observar la punta de un iceberg plagado de corruptelas, sentencias y resoluciones a modo que dejan entre ver que la justicia agraria en nuestro país es un pendiente que el titular del poder ejecutivo debe atender con rapidez por ser ésta una condición para incluso llevar a cabo la transformación de gran calado que se ha propuesto el movimiento regenerador.

    Es evidente que estos malos servidores públicos se han enriquecido por sentencias y fallos que han concedido muchas de las veces a favor de la injusticia, legalizando el despojo, para hacerse de tierras, de posesionarse de las mismas, para que grupos de ejidatarios con intereses contrarios a la vocación de sus tierras y comprados por el poder económico, como es ese caso particular en esa alcaldía Cuajimalpa, donde cada vez más ganan terreno desarrollos inmobiliarios sobre todo en lo que ahora es la zona cotizada en millones de dólares, conocida como Santa Fe.

    Es de resaltarse que coincidentemente las ejecuciones de resoluciones judiciales de lanzamiento hacia varios poseedores de buena fe que hace años llegaron con la anuencia de los propios ejidatarios, específicamente de ese poblado San Mateo Tlaltenango, por el que pasara incluso el nuevo tren México-Toluca, el día de hoy sea uno de los que tienen la mayor celeridad en resolver y son impulsados procesalmente incluso desde el propio interior de la autoridad que los ejecuta, convirtiéndose así en abogados oficiosos del propio Ejido porque muy seguramente las derramas y beneficios salpican de corrupción y de dinero a muchos funcionarios coludidos al interior de esos Tribunales Unitarios y del Superior.

    El Presidente López Obrador lo ha mencionado más de una vez en sus conferencias matutinas, la justicia agraria es uno de sus pendientes, así como esos Tribunales que eran acaparadores de grandes partidas presupuestales, y para sanear de corrupción esos organismos de manufactura priísta y remodelado panista deben ser disueltas a la brevedad. Más allá de eso, investigar la ruta del dinero y la Función Pública debe realizar evoluciones patrimoniales detalladas a funcionarios y juzgadores de estos Tribunales Agrarios.

    No es ajeno que muchas otras resoluciones en materia agraria y de conflictos de tierras se han dictado por esos nefastos juzgadores, muchos de ellos amigos íntimos de la vieja guardia del PRI, uno de sus pioneros, el jurista Sergio García Ramírez, la hoy presidenta del Tribunal Superior Agrario, amiga cercana de Diego Fernández de Cevallos, uno de sus más frecuentes beneficiarios.

    En fin, es un tema pendiente en la agenda de la Cuarta Transformación y uno de los retos más relevantes a los que habrá que ir entrándole.

    No desaprovecho la oportunidad para agradecer este ejercicio de comunicación impulsado por mexicanos ejemplares como Hans Salazar y el equipo de #LosReporterosMx, sin duda, es una lucha que debe darse para romper el monopolio de la palabra que los medios tradicionales pretenden imponer.