Categoría: Laura Cevallos

  • Retrato de dos políticos

    Retrato de dos políticos

    Este es el retrato político de 2 figuras que han pretendido homologar, por más que las diferencias hablen por sí mismas: tenemos a un López Obrador que llegó a trabajar con la gente de Tabasco; ese joven que, a pesar de su militancia con el único partido existente en aquel entonces en la entidad, entendió que la virtud está en el servicio mismo y no en el poder. Rompió con los modos priístas para no caer en los vicios de protecciones del fuero, pero le siguen reprochando el pasado tricolor. Para 1988, cuando a virtud del asqueroso fraude se determinó políticamente que el ganador había sido Carlos Salinas de Gortari, hombres y mujeres de alta valía unificaron a los movimientos de izquierda para formar el partido de la Revolución Democrática, que para 1989 inició como una resistencia lógica contra el régimen neoliberal que se cernía y que se implantó sin respeto y por todos los medios con el autoritarismo que caracterizó la falta de legitimidad de Salinas. 

    A 36 años, damos fe de los nefastos resultados que trajo a México y al mundo. El entonces PRD, en poco tiempo se convirtió en una opción verdadera de cambio, pero que bien poco duró con ese espíritu de unión porque las ambiciones personales de muchos que lo conformaban fueron haciéndose cada vez más evidentes. Sólo el liderazgo de Andrés Manuel logró un crecimiento real para convertirlo en el partido político que contendría de frente con el inamovible PRI que tenía prácticamente 80 años de gobernar México y que, en las últimas elecciones presumía de una campaña a presidente en solitario, -José López Portillo- y otra con un fraude, el de Salinas de Gortari.

    Así, el PRD tenía a grandes líderes y una causa real. Cuando Andrés Manuel llegó a dirigir el partido, fue la época en que más diputados y senadores se habían obtenido a través del partido del sol azteca, y él gobernó el DF, siendo el segundo mejor calificado del mundo, solo por debajo de Giuliani, que gobernaba Nueva York durante el ataque a las Torres Gemelas. Y como contendiente natural a la presidencia, se enfrentó a los intereses del PAN con Fox, quien lo atacó por medio del IFE; el Poder Judicial y la Corte, para impedir que llegara a la candidatura. Su propia trayectoria y congruencia no sólo revirtieron el desafuero, sino que se hizo expansivo el efecto AMLO. Tras el fraude de 2006, que se demostró con varios estudios y que lograron ocultar por la destrucción de las boletas que lo confirmaban, el nombre y congruencia de AMLO mantuvieron las preferencias del PRD en el legislativo y gobiernos locales.

    Para la siguiente candidatura, la cosa fue diferente. ¿qué pasó para que Andrés Manuel dejara este partido? ¿por qué se rompió? simplemente porque quienes empezaron a ser los líderes, ahora conocidos como “los chuchos”, junto con otros personajes como Acosta Naranjo, tenían más ambiciones que ideales, porque buscaban poder dentro del partido para apoderarse de posiciones políticas y de curules en los congresos porque tenían más intención de replicar las viejas fórmulas del PRI, que de continuar por el método de la democracia, aun dentro del partido, produciendo quema de urnas, toma de casillas y anulando la elección del nuevo presidente del partido, en 2008. Esto continuó fraccionando lo que quedaba del PRD.

    Ante esta descomposición, para 2012, Andrés Manuel inició el Movimiento de Regeneración Nacional, pero no en un capricho de querer ser nombrado en el poder como una idea de “lo merezco y voy a luchar porque quiero ser presidente”. Ya había probado, a pesar del fraude de 2006, que había contendido y ganado la presidencia de la República. Ante el debilitamiento moral y político del PRD, los legisladores se fueron adhiriendo a las posturas del PRIAN y, durante el peñato, inclusive fueron capaces de votar a favor del Pacto por México.

    Cuando morena saltó a la palestra pública, se conformó con hombres y mujeres que comprendieron que la ambición por puestos públicos no es el eje del ejercicio del poder, sino ejercerlo a través del voto de sus representantes. Por ende, las ambiciones presentes de Marcelo Ebrard, chocan de frente con los ideales que nos hemos ido forjando de quien debe ser un líder.

    Ahora vamos a la comparación de la segunda figura del retrato: Marcelo Ebrard, que llegó a la política, también del brazo del PRI, pero de la mano de Manuel Camacho Solís, que como priísta de cepa ejecutó todas las artes propias del priismo y que las heredó a su aprendiz Marcelo Ebrard, quien sucedió a Andrés Manuel en el gobierno del DF, a virtud de ser colaborador dentro del gobierno y como militante del PRD. Para 2012, en la contienda interna del PRD, los posibles contendientes con Andrés Manuel eran Marcelo Ebrard, Amalia García y Leonel Godoy; depende de quien cuente la historia, se dice que Marcelo “graciosamente ofrendó su triunfo” Andrés Manuel, para que fuera quien contendiera para la presidencia de 2012. En realidad, si se tiene en cuenta la historia desde la militancia, entendemos que fue el carisma y cercanía con el pueblo, lo que llevó a AMLO, ser el representante del PRD. 

    Al término de su gobierno en el Distrito Federal, no se quedó en nuestro país para dirimir todas las posibles acusaciones políticas que hubieran podido manchar su hoja de vida y se fue a París, y durante años olvidamos su existencia. En ese entonces, no construyó un liderazgo político, ni resistió los embates judiciales, ni tampoco tuvo la oportunidad de limpiar su nombre transparentando su trayectoria. AMLO lo revivió, regresándolo a la política mexicana como Secretario de Relaciones Exteriores, desde donde se construyó el nuevo liderazgo con que sustentó su aspiratura como coordinador nacional del movimiento, sin embargo, los encuestados votaron por una coordinadora con trabajo de treinta años de militancia activa.

    Al fin de su no-coordinación propuso la creación de una Asociación Civil que sigue protegiéndose en el nombre, la militancia y la fuerza política de morena y para exigir que se le entregue la candidatura a presidente (sin pasar por la monserga de coordinar al pueblo), o si no, los diputados que hasta este momento lo están apoyando, votarán como los panistas, en contra del Presupuesto de Egresos 2024, demostrando que lo suyo, es el chantaje y la “negociación de la presidencia”, porque como ha dicho, él no está para senadurías ni papeles menores.

    Así, la fotografía retrata a dos personajes distintos por completo: el líder que ha sido pueblo y caminado de manera auténtica, resistiendo fraudes, ataques, construyendo una democracia real, y el que perdió, aunque está simulando que triunfó y que hubo fraude, a pesar de que ni los números ni la militancia aceptamos una imposición, ni la mentira de que nuestra coordinadora es imposición ordenada desde el poder. 

  • Reseña patria

    Reseña patria

    La historia nacional se pintó de gloria, en el aniversario 213 del Inicio de Independencia. 

    Esta penúltima cita en el Zócalo, en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador arengó los vítores a nuestros próceres históricos y actuales, tradicionales de la Proclama Libertaria de Hidalgo, estuvo precedida de una alegre verbena musical donde se hizo patente la importancia que tiene en la vida de las personas, en el caso de las más jóvenes, el arte y la cultura para preservar nuestras tradiciones y promover el aprovechamiento de sus talentos.

    Con esta fiesta, más de mil niños pertenecientes a los Semilleros Creativos nos deleitaron con música, danza, poesía coral y canto, refrendando los excelentes resultados que se han ido alcanzando en este entramado de temas que son inherentes al progreso del que el Presidente siempre habla: en primer lugar, arrancar a nuestras juventudes de las garras de grupos criminales que están en búsqueda de jóvenes que tienen horas de sobra porque no acuden a la escuela. En segundo, que esos muchachos tengan necesidades que no pueden ser cubiertas con el salario de sus padres y tercero, que se desperdicien sus virtudes.

    Las respuestas han sido rápidas y contundentes. Los niveles de deserción escolar, a pesar de la pandemia, han disminuido, lo que en breve se reflejará en mejores niveles de aprendizaje; además, las becas por estudiar son un aliciente poderoso porque permite que los muchachos puedan continuar sus estudios por más ciclos, ya que no es necesario ir al campo o a aprender un oficio para completar el dinero para vivir en casa. Y para colmo de lo bueno, este programa busca que niñas, niños y jóvenes tengan un encuentro con el arte, la cultura y la vida artística en sus comunidades, involucrando, además, a las familias, al tiempo en que se promueven valores que favorecen el retejido social, como la solidaridad, el arte y el entendimiento de que la paz es fruto de la justicia.

    Llegó el turno a la música masiva. Esa que promueve el Presidente con tanto ánimo y, la que, confieso, no había escuchado antes de que AMLO se lazara como promotor artístico y DJ. La fiesta fue impresionante, porque a pesar de la lluvia torrencial, la gente estuvo ahí, cantando y bailando.

    Inició la ceremonia donde la escolta de cadetes dio, una vez más, la demostración de la gallardía y disciplina con que los prepara el Heroico Colegio Militar. La sobriedad del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, cruzado con la banda nacional al pecho, y en la compañía de la Doctora Beatriz, su esposa y quien con un atuendo mexicanísimo, lo llevaba del brazo. La blusa de olanes, y el faldón de tiras floreadas, con una fajilla morada fue punto focal de las críticas más ridículas y rancias de una oposición que, como no tiene nada que criticar, se enfoca en lo banal y empiezan a hacer comparaciones fatuas con la apariencia de exprimeras damas, como Angélica Rivera, casi aplaudiendo el costo de sus ajuares y aderezos de joyas; no decir nada de los cientos de invitados, las comilonas y francachelas que gozaban sin pudor y pagábamos sin poder chistar.

    ¡Viva la Independencia!
    ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!
    ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!
    ¡Viva Ignacio Allende!
    ¡Viva Leona Vicario!
    ¡Viva José María Morelos y Pavón!
    ¡Viva Vicente Guerrero!
    ¡Vivan los héroes anónimos!
    ¡Viva la libertad!
    ¡Viva la igualdad!
    ¡Viva la justicia!
    ¡Viva la democracia!
    ¡Viva nuestra soberanía!
    ¡Viva la fraternidad universal!

    ¡Mexicanas! ¡Mexicanos!
    ¡Que muera la corrupción!
    ¡Que muera la avaricia!
    ¡Que muera el racismo!
    ¡Que muera la discriminación!
    ¡Que viva el amor!
    ¡Que vivan nuestros hermanos migrantes!

    ¡Vivan los pueblos indígenas!
    ¡Viva la grandeza cultural de México!
    ¡Viva México!
    ¡Viva México!
    ¡Viva México!

    El desfile del dieciséis inició con un gran cielo azul y gran expectativa  por celebrarse sí, el grito en Dolores hace 213 años, pero también el 200 aniversario de la creación del Colegio Militar, que desplegó muestras enormes de disciplina y perfección, con la formación impecable; el disparo de salva de fusilería y de salva guinda desde los cañones, además del confeti tricolor, previo a la marcha de la parada militar. En el palco de honor, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, los secretarios de Estado y los funcionarios del gabinete ampliado de la Presidencia. 

    85 aviones, y helicópteros surcaron los cielos en diversas formaciones, pintando los colores patrios y mostrando la pericia de los pilotos de la Fuerza Aérea Militar. Al tiempo, marcharon 13,805 integrantes del Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional; 33 banderas de guerra; 19 delegaciones de ejércitos de naciones hermanas; 94 charros y civiles; 455 vehículos terrestres; 10 embarcaciones; 434 caballos; 157 canes y 36 águilas y halcones.

    Al final, solo puedo criticar a quienes se inconformaron por el paso de las delegaciones China y Rusa, quejándose de que el comunismo está por incorporarse (desde hace 5 años, ya, pero no ocurre). 

    Por lo demás, el desfile concluyó, sin novedad.

  • Construyendo coordinación

    Construyendo coordinación

    Inicia una nueva era en la vida interna de nuestro movimiento. Un paso adelante en la manera en que pensamos al México por el que hemos trabajado desde hace años, y que hoy se consolida como la Cuarta Transformación. Cierto, que no ha sido fácil porque es un movimiento revolucionario, pacífico y humanista, que ha cambiado de manos a quien detenta el poder: el pueblo. Es el momento en que se hace real el postulado constitucional que nos da el poder de cambiar el gobierno de nuestra nación, y que nos entrega la obligación de proteger la independencia y soberanía, ante intereses de particulares o extranjeros que quieran hacer retrogradar las conquistas del pueblo en materia de derechos.

    Antes de revisar cuáles son las tareas que se nos asignan como mujeres y hombres que estamos comprometidos con la transformación, quiero hacer algunas precisiones.

    Quiero que podamos entender que el movimiento es diverso, amplio, incluyente y progresista, pero también, que venimos de movimientos y formas más o menos democráticas, con personas con vocación y oficio político; con trayectorias de servicio, activistas o como funcionarios en administraciones, incluso, de otras fuerzas políticas y que en todos los casos, quienes se apuntaron a convertirse en quien llevara las tareas de coordinar la defensa de la Cuarta Transformación, lo hicieron confiando en sus habilidades y biografías, y que, con la llegada de Andrés Manuel a la presidencia, cada paso y cada encargo realizado, acreditó la oportunidad de sucederlo en el encargo más importante en la vida de un político.

    Así que, obvio es que cada uno, desde el primer día de su labor como diputados, senadores, secretarios o funcionarios, apunten a ir sumando acciones que los respalden como personas capaces y políticos hábiles que puedan desarrollar esa tarea. Decir que alguien “solo” quiere participar tres años en una legislatura e irse a su casa a disfrutar sus memorias como político, es una mentira que no pega ni con chicle. Siempre, la aspiración es ir a más.

    Lo malo no es, entonces, la pretensión, sino la forma en que se quiere acceder a ese momento estelar. También hemos visto como, a lo largo de este propio sexenio, la ambición ha roto la bota de más de uno que había creído tener una especie de “derecho divino” para llegar, sin obstáculos, al puesto que supone merecer. En otros tiempos, los chantajes eran el medio idóneo para obtener una curul, una gubernatura; o también, mediante dedazo y destape. Pero dimos vuelta a la página y ahora, debemos entender que los procesos dependen de la orden que damos como ciudadanos, a través del voto y la participación activa en procesos de consulta.

    Con esto en mente, tengo que señalar, ahora que ya no tenemos el límite del respeto a la equidad en la contienda, ni necesito mesurarme, en tanto comunicadora, puedo hacer un balance del desarrollo de este proceso de giras y encuesta que culminaron con una preferencia rotunda hacia la hoy coordinadora, Claudia Sheinbaum y que demuestra la madera de la que están hechos quienes se encargan del relevo en la conducción de la transformación.

    El mismo Andrés Manuel, en la conferencia del viernes 8 de septiembre profundizó en la forma que él, como líder moral de este movimiento, accedió a dos de las -imagino-, muchísimas exigencias que el excanciller le hizo, como condiciones que exigía para presentarse a una contienda que demostró que es tiempo de cambios profundos y de gran trascendencia. Primero, hizo cumplir a los aspirantes, que presentaran su renuncia a los encargos públicos que les habían sido asignados, bajo el pretexto de que ello proveería “piso parejo” entre personajes con perfiles totalmente disparejos, en términos de influencia. Porque para nadie es un misterio que los alcances de cada ex~aspirante, estaban limitados por su propia labor y que los méritos de sus tareas, implican también lustre a sus currículos. Entonces, de suyo, los legisladores (3) que participaron, no podrían hablar de logros monumentales, por la simple razón de que lidiaron con opositores cobardes (PRIANRDMC) que se han valido del lawfare para demeritar el trabajo de nuestros representantes; y entonces, la mitad, ya no tenía piso parejo.

    En segundo lugar, …

    Y a pesar de todo, las reglas que estableció AMLO fueron parejas y claras, o eso creíamos, hasta que el más quejumbroso decidió patear el pesebre para despotricar e inventar ataques que no fueron, con tal de tener pretexto para mandar todo al diablo y justificar así, la búsqueda de otra piel política que lo ponga en una boleta presidencial, aunque ello no implique que triunfará en el ánimo de la gente que, desde el lado correcto de la historia, entendemos que no mentir, no robar, no traicionar al pueblo, es mucho más que tres premisas básicas. Es un nuevo modo de pensar en México. La invitación a desandar los pasos de ruptura, fue hecha por el Presidente, refrendada por Claudia, Mario y demás compañeros, pero como bien decía mi abuela, la ambición rompe el saco, y en este caso, el ser abanderado presidencial es una meta personal, y no la consecuencia de un liderazgo bien trabajado.

    Ahora sí, pasando a lo que sigue, una vez se ha entregado el bastón de mando y la constancia que acredita a Claudia como la coordinadora de la defensa de la Cuarta Transformación, se convierte en un compromiso que ya se hayan establecido cinco ejes principales, de los que se irán desprendiendo diferentes encomiendas, pero para empezar, son las siguientes:

    • Conformar comités de defensa de la Cuarta Transformación para fortalecer la organización del movimiento transformador. Eso significa que la ciudadanía, gobernadores, diputados, presidentes municipales, senadores, regidores, todos, estaremos articulando una protección robusta alrededor de nuestro Proyecto de Nación.
    • Consolidar el programa de la continuidad con cambio, es necesario entender que la transformación nos obliga a no estancarnos y que el relevo de tareas es una exigencia que requiere de nuestra mejor preparación, como ciudadanos politizados.
    • La difusión de los logros de la Cuarta Transformación. Hemos tenido, hasta ahora, cinco años de resultados, como nunca habíamos visto. Primero, porque los 100 compromisos hechos por AMLO, en su toma de posesión, fueron totalmente consolidados, a excepción de la descentralización de las secretarías, que se frenó por cuestiones de logística durante la pandemia, y el esclarecimiento de los hechos de Ayotzinapa, que no obedecen a una negativa del gobierno, sino a lo causado por agentes del gobierno de Peña Nieto. Sin embargo, a esos compromisos se sumaron muchos otros que surgieron en el momento de coyuntura y que demandaron atención absoluta como los de salud, recaudación, seguridad, educación, y por ende, todos los demás de la administración pública. Los logros más relevantes son, sin duda, en materia de derechos humanos conseguidos mediante reformas constitucionales, y los de infraestructura y hay que explicarlos a profundidad.
    • Asumir la unidad para la consolidación del movimiento. “Divide y vencerás”, una máxima atribuida a Julio César, que, aplicada a la guerra es, en sí misma, una estrategia infalible. En política hace un daño irreparable la facción y el enfrentamiento; la descalificación, la injuria, el denuesto y la mentira; desde luego, no se desea el encubrimiento, cuando se tiene evidencia de hechos que dañen la democracia, pero mentir para tergiversar la realidad, es mala leche.
    • Consolidar la alianza con el Partido Verde y el partido del Trabajo, así como abrir espacios para la participación de la sociedad civil en la 4T. Porque es más que evidente la necesidad de constituir un legislativo fuerte e impenetrable a las mañas se conservadores que legislan por interpósitos representantes, que no obedecen a las órdenes de sus votantes. La misión es conjunta: un legislativo con mayoría calificada y una ciudadanía bien politizada que no abra espacios por diferencias personales o de opinión.

    La patria es primero, se lee en letras de oro en la Cámara de Diputados, porque ningún esfuerzo sobra al construir un país de libertades que se aseguran a todos, pero principalmente y, primero, a los pobres.

    Hasta la tarde de este lunes, la intención del excanciller de bloquear a Claudia Sheinbaum y la legitimidad de este hecho inédito en la vida intrapartidaria, se consolida en dos fases: la primera, interponer un recurso ante la Comisión de Honestidad y Justicia, exigiendo la reposición del procedimiento que, desde su punto de vista, está completamente viciado y es ilegal. Y, en segunda, formalizar la creación de un partido político con el que pretende demostrar que él, y no el pueblo, tiene derecho de decidir quién debe ser presidente en 2024, con la premisa de que no va a permitir que “otros” dañen al partido que tanto costó levantar (o sea, sólo puede dañarlo él, porque además, el partido estaba “levantado” cuando el llegó, con la mesa puesta). El ultimátum es hasta el 18 de septiembre, para que se decida la reposición del procedimiento entero donde tiene que ganar sí o sí, o se hace presidente su partido, candidato y, si se puede, el director del universo, porque los “puestos de consolación en el gobierno de Claudia”, no son lo que él merece, y según sus propias palabras: “Tengo el mayor de los respetos por la representación popular, pero no es mi objetivo llegar a una senaduría o a un cargo, mi objetivo es que esto se resuelva” (siempre y cuando sea a su favor). 

    En fin, a ver como le hacemos sin él…

  • La pelea que viene. Analizando en modo pitonisa

    La pelea que viene. Analizando en modo pitonisa

    Que nadie se confíe. Estamos, literalmente a un año de que este sexenio termine y en estos poco más 380 días que le restan a la administración de López Obrador, veremos a la oposición aún más rabiosa y desesperada por minimizar lo que se ha ido logrando en los diversos rubros de transformación que experimentan la nación y el pueblo, sobre todo, en la politización consciente.

    Hemos podido presenciar, aunque con asco y asombro, cómo, desde la élite de los equis, pudieron escenificar una pantomima política que, de no ser por la legitimidad que encuentran en la ley, demostraron nulo respeto por sus militancias, y confirman que se trata de procesos y personajes que buscan tener el poder, sin ninguna consideración ética, política, legal o moral, que les permita dimensionar el alcance de sus inmundicias.

    Sin poder seguir ocultando lo evidente, niegan que se haya podido avanzar tanto y en tan corto tiempo, en materia de seguridad, autosuficiencia energética y alimentaria, en obras trascendentales de infraestructura, en materias de educación, salud, vivienda y ordenamiento territorial, y sobre todo, en politización de la población que ya no se conforma con lo que los noticieros tradicionales se complacían en informar, según el modo de quien pagaba los espacios publicitarios. Pero siguen mintiendo todos los días, todo el tiempo.

    Y con toda esa carga, la oposición se sigue atreviendo a inventar historias de terror sobre la 4T, que además, se creen ellos mismos, pues no se explican cómo es que la gente, que supuestamente está harta de los modos de la transformación, del Presidente que se ha desgastado a punta de mañaneras y que no trabaja más que dos horas, siguió votando en lo estatal por gobernadores de morena; o tampoco se explican cómo, sin que recibamos nada a cambio, somos capaces de defender un proyecto en el que creemos y trabajamos con gusto y por amor a la Patria.

    Repito: que nadie se confíe, porque aun cuando no está articulada en una falange fuerte, ni tienen ideología original ni fuerte, y mucho menos tienen una propuesta de país y candidata que represente en realidad a ese público “desencantado”, sabemos que la oposición tienen elementos, que indiscutiblemente son fuertes: los medios de difusión, el poder judicial y el dinero que compra todo lo que no se legitima con “la justicia”.

    En la oposición, la autofagia es el método de selección preferido, y no es necesario que la víctima esté “muerta” políticamente, para devorarla. Lo vimos con personajes que podían simular un progreso de algún modo, para esa caduca oligarquía que siempre ha sido experta en simular al cumplir con formas, pero que decididamente viola en el fondo, y la más reciente demostración fue, sin duda, el triunfo de una candidata que hubiera ganado sin necesidad de tanto brinco. Hicieron que personajes como Silvano, Mancera, De la Madrid, Ruiz Massieu, Quadri, Creel o Paredes, se vieran sentados en Palacio Nacional, siendo investidos por AMLO, sólo para bajarlos de los pelos, o del huipil, anunciando que “el pueblo” (un pueblo invisible, como de fantasmas), había votado por Xóchitl, aunque no habían celebrado elecciones. Quizá por eso los bajaron, porque su “yo” del futuro viajó y les anunció que la buena era la exgelatinera, extamalera, exdelegada pero aun -increíblemente-, senadora, y sin más trámite, la impusieron, digo, la nombraron candidata del partido Frankenstein.

    No hay enemigo pequeño. En una lucha de esta envergadura, no podemos confiar en que el PRIANRD-MC actuarán de manera íntegra, apegada a las reglas obvias de respeto y legalidad, porque como dice el Presidente: “te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao”. Y sus ánimos de que el poder resida otra vez en las manos oligárquicas son ese impulso que inhibe todos los frenos éticos o legales que pudieran todavía conservar.

    Son tan capaces de toda bajeza, que en los mensajes sobre su exitosa marcha casi vacía y desangelada, en el Ángel de la Independencia, generaron imágenes alteradas con grupos de personas que photoshoppearon, para poder demostrar que sus miles y miles y miles de seguidores, los acompañaron y acompañaron y acompañaron. Perdón, se me pegó el ctrl+v, como a ellos.

    La candidota está yendo a hacer campaña, fuera de tiempos legales, a medios públicos, para anunciar que, cuando ella sea la presidenta, no va a haber mañaneras, va a volver a quitarnos Los Pinos y no tardará en anunciar que va a dar contratos a sus amigos, como Calderón, para que terminen de destruir la patria; hace uso de lemas izquierdistas y muy del Presidente, como “arriba los pobres y abajo los privilegios”; ya anda llamando a Noroña, compañero, y lo aúpa para que se rebele y salga del proceso, al fin que tiene partido que lo respalde. Se atrevió a subir a tribuna, en la instalación del periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, sin que sea legal que una senadora (increíble como no ha renunciado a la curul), responda al informe presidencial, y peor aún, que haya sido su plataforma de anuncio de campaña, sin sanciones por parte del INE.

    Creo que la razón por la que no ha renunciado es clara: se arriesga a que, sin tener fuero, se activen todas las denuncias que tiene en su contra, durante la gestión como Delegada de Miguel Hidalgo, que van del tráfico de influencias, peculado, enriquecimiento ilícito y las más nuevas, que se encaminan a la evasión del pago de impuestos. Hechos que, desde luego, podrían “entorpecer” su camino a la “candidatura de ensueño que se están imaginando”. Claro, que podrían desaforarla, pero un juicio político así le concedería la oportunidad de llamarse perseguida política y, sabiendo que quisiera emular en todo al presidente, se autodenominaría una mártir a la que no le permiten llegar a la presidencia por medios deslegitimadores.

    Andan con todo, buscando por donde hacerle ruido al chicharrón. Tienen dinero para comprar consciencias, para pagar narrativas y para imitar estilos y discursos. De este lado de la historia no le compramos ni media gelatina, pero, la pregunta es: ¿allá, además del obvio de Fox, hay quien sí crea, legítimamente en su discurso de indígena-rural-ingeniera-mujer luchona? La precampaña empezará entre el 19 y el 25 de noviembre; la campaña, el 3 de marzo. A ver si con tanto enjuague, no se desgasta como pastilla de jabón y su discurso se vuelve espuma…

  • Libros y Nueva Escuela Mexicana

    Libros y Nueva Escuela Mexicana

    Pues bajo el agua en muchos estados pero iniciamos ya el ciclo escolar 2023-2024.

    Y a pesar de los pesares, en la mayoría de los estados se hizo entrega de los materiales y libros de texto gratuitos, de la Nueva Escuela Mexicana para que, por al menos 24 millones de estudiantes pudieran iniciar con ellos el ciclo escolar. Estos materiales, que no son elaborados como un capricho del presidente tal y como lo han querido mostrar los difamadores al servicio del poder económico y empresarial, es parte de las tareas que se refieren a la rectoría del estado en materia de educación.

    Esto lo podemos leer en la última reforma al artículo tercero constitucional, elaborada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y publicada el 15 de mayo de 2019, que establece que dentro de las prerrogativas del Estado, está precisamente la de elaborar y llevar a cabo la preparación y publicación de todos los planes y proyectos de estudio, para poder asegurar que el derecho de los estudiantes a participar en un proyecto de aprendizaje con calidad, sea una realidad y no solo una buena intención plasmada en la Constitución, además que no se deba depender de la voluntad que un grupo de editoriales y proveedores de insumos, que tienen como única misión el lucro, es decir, cobrar por los materiales que generan y que se convirtieron en monopolios, contraviniendo por completo, a la Carta Magna.

    Es una realidad y los maestros lo sabrán, que cuando se preparaban para el inicio de un nuevo ciclo escolar, entre los trabajos de los docentes, estaba elaborar un plan de estudios anual, obviamente planes mensuales y desde luego planes semanales-diarios, en donde se fueran consiguiendo todos los objetivos que se establecían desde los libros de texto que se iban a utilizar. Es decir, se dirigían hacia las metas de llenado del libro, y que se pudieran pasar los exámenes, sin que se tuviera certeza de que los estudiantes pudieran alcanzar aprendizajes perdurables, así la escuela justificaba poder seguir usando esos materiales, como el sistema uno de Santillana, que junto con los libros, ahora vende un sistema de plataforma en internet, desde donde se examina, se asigna tareas y se asegura que los padres paguen ese “plus” por estar complacidos con su uso, aunque no lo conozcan y no puedan medir sus resultados.

    Ese tipo de planeación no sólo empobreció el trabajo de los maestros sino que, además, puso bajo un rígido marco cuadrado a la educación, como el mero trámite de ir a la escuela, rellenar unos libros y dar unas explicaciones para completar el esquema que se le llamaba “de enseñanza-aprendizaje”.

    Actualmente, con la Nueva Escuela Mexicana, el proceso de formación de educandos, involucra, desde luego, a los estudiantes, a los maestros y a los directivos, pero ahora, también a las personas que conviven con las niñas y niños en sus casas después de la escuela. Lo importante no reside solamente ahí, sino que incide poderosamente en la forma en que los conocimientos serán aprehendidos por los estudiantes. para que sean discernimientos significativos y de largo plazo. Está visto que únicamente memorizar datos, fechas, nombres, no conecta con un conocimiento trascendental; sin embargo, en la nueva propuesta de la escuela mexicana, se propone a los maestros para que, en el contexto de su realidad geográfica, socioeconómica y pluricultural, se desarrollen las habilidades que se proponen en los diferentes temas de los libros, pero entretejidas con todos los demás campos formativos que se proponen como los ejes de formación de los nuevos libros de texto gratuitos. Antes, por ejemplo, una lectura era eso, un recurso donde se podía, quizá enseñar materias relacionadas al español, como ortografía, gramática, semántica y ya. Hoy, esa misma lectura será el pretexto para echar a andar varias disciplinas, porque se conectarán temas de lógica, historia, ciencias y, en ningún momento, se trata de temas aislados. Ahí está la ganancia.

    El desconocimiento nunca puede ser licencia para atacar, pero los medios de comunicación, auspiciados por círculos de poder como el eclesiástico, sí que están haciendo uso del arma más poderosa con que siempre han contado, que es el miedo y han difundido la idea de que existe una colonización ideologizante, con la que quieren destruir a la familia, tal como lo aseguró en su homilía dominical, el Obispo Castro, de Cuernavaca Además de irreal, esto no queda bien cuando sale de la boca de un clérigo, cuyo negocio es, precisamente mantener a su feligresía, bajo el cruel yugo de la fe, sin cuestionamientos.

    Tendremos el ciclo escolar para empezar a ver los resultados de esta nueva cruzada educativa y para poder medir, como a ellos les gusta, de manera cuantitativa, si el nuevo paradigma educativo con trabajo colaborativo de maestros, familia y estudiantes, hace la diferencia, para poder entonces criticar o señalar lo que haga falta, para perfeccionar un sistema educativo propio, que nos calce como el traje a la medida que se requiere para tener éxito en cualquier emprendimiento. 

  • No es protección a los estudiantes, es APOROFOBIA

    No es protección a los estudiantes, es APOROFOBIA

    Indudablemente, el desprecio hacia los pobres es proporcional al miedo que los “ricos”, les tienen. La evidente aporofobia se refleja en todas las acciones que, desde finales de la década de los sesenta, con los gobiernos represivos y de la guerra sucia, y después los tecnócratas y neoliberales, instrumentaron con el pretexto de parecer democráticos, pero que no hicieron sino perpetuar la marginación y la opresión por medio de regímenes totalmente antipopulares y entreguistas que sin pudor, dedicaron todos sus esfuerzos a precarizar el trabajo, a profundizar las desigualdades sociales, educativas, de género y económicas.

    El esfuerzo histórico que representa la lucha del presidente López Mateos al instaurar la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, CONALITEG, significó un antes y un después, en el plano de la realidad para millones de niños que, desde el ciclo 1959-1960 tuvieron en sus manos materiales de texto con que podían hacer válida la prerrogativa enunciada en el artículo 3° de nuestra Constitución, donde expresa que el Estado garantiza la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y que ésta, la educación, debe ser universal, inclusiva, pública, gratuita, laica y obligatoria. Pero los esfuerzos de esa primera generación de libros de texto, se enfrentó al rechazo de todas las fuerzas de poder fáctico que buscaron, como siempre, conservar los privilegios por los que llegaban a ese poder.

    Como la humedad, se fueron extendiendo las influencias de los círculos de “los influyentes” y con el neoliberalismo y la oportunidad increíble que representó que el Estado se apartara de su misión de garante de las prerrogativas ciudadanas, los libreros y editores que se encargaban de la confección de programas de estudios y libros de papel bond e ilustraciones carísimas, se hicieran indispensables en el proceso educativo de las niñas y niños mexicanos. Supuestamente, los estudiantes de las escuelas de paga, habrían hecho una diferencia en la consecución de resultados de habilidades y conocimientos en pruebas como la Pisa, diseñada por la OCDE, pero como podemos acreditar, no supieron más ni mejor. Lo que sí hubo, fue una muy cruel estrategia de mediocridad programática que hizo menos cada vez menos, por los niños más desfavorecidos.

    Los tecnócratas que elaboraban los planes de desarrollo y los sexenales, también diseñaban planes de estudio que coincidieran por completo con las expectativas de las instancias internacionales, como dijimos antes, la OCDE, entre otras. Y es que no es difícil comprender que tuvieran que utilizar las mediciones que diseñaban para justificar la intromisión a los países “en desarrollo” que requerían asistencia técnica, económica, militar o de cualquier tipo; por ello, las políticas que se aplicaban, debían encajar en el discurso, a la perfección: como piezas de rompecabezas. ¿Cómo si no, usarían el fomento y los programas clientelares de cada sexenio, para infringir el mandato constitucional de organizar un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de la nación, tal como señalaba el numeral 26 constitucional vigente durante el periodo salinista?

    En el plan neoliberal, los particulares podían impartir educación de cualquier nivel porque los presidentes se deshicieron de esa competencia, con la justificación de que quien tuviera con qué, debía pagar colegiaturas que separaran a los hijos de pudientes de los hijos de campesinos u obreros, y así, las escuelas ya no tendrían que ser construidas y operadas por el Estados, y los libros ya no deberían ser preparados e impresos por el Estado, porque eran producto de programas y planes de diseño sin identidad ni vocación patriótica que, además, se podían comprar porque solo eran vistos como mercancías. Lo fácil fue dejar que otros se encargaran de esas labores, pero ahora, este sexenio, que sí tiene Plan Nacional de Desarrollo y visión mexicanista, es que se está reviviendo esa lucha feroz en contra de la ignorancia y el poder económico, pero además, se debe hacer frente a poderes metalegales, como el de la iglesia, cuyos representantes violan sistemáticamente la laicidad que se enuncia en los artículos 3° y 130 constitucionales, al ser artífices del rechazo a los nuevos libros de texto y, en general de la Nueva Escuela Mexicana.

    En este escenario de lawfare que es inocultable, los actores contra la transformación y el desarrollo de México son algunas organizaciones de abierto sesgo religioso, disfrazado de “moral”, los ámbitos de “justicia”, ya sea local o federal y la instancia electoral, y expuestos en las ocho columnas, las pantallas de noticieros y redes sociales, como si de próceres se tratara, al “proteger a las infancias” del daño que los libros de texto les causarán, -que suponen o les han dicho-, y por eso la cargada actual donde vemos suspensiones exprés, ordenadas desde la mismísima Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que no se entreguen materiales; o la concedida a la Unión Nacional de Padres de Familia por una juez que asegura que los programas de estudio se elaboraron con posterioridad a la impresión de los propios libros, sin tener un ápice de conocimiento ni del proceso ni del desarrollo de un proyecto de esta envergadura y por ello, concedió la suspensión por violaciones a la Ley General de Educación. Admite en su documento que, aunque el Plan de Estudio de la Nueva Escuela Mexicana se publicó en agosto del año pasado (2022), se hayan publicado los programas de estudio hasta el 15 de agosto de 2023 y pone en duda que los maestros hayan sido adiestrados adecuadamente para el manejo de estos nuevos materiales y planes de estudio. ¿Pues a qué cree la señora juez, que se reúnen los maestros y van a tantos cursos de actualización? Los maestros son excelentes en la formulación de sus propias planeaciones, y la adaptación de los proyectos de los libros de texto, a las necesidades de sus grupos.

    ¡Como dijera mi abuela, son cuchillito de palo, no cortan, pero cómo molestan!

    Para la reflexión: no quieren libros de texto de mejor calidad porque no necesitan una mejor sociedad que piense y exija. No se atreven a revisar con verdadera intención los libros, sino con una lupa de la crítica malsana, porque sería admitir que son materiales de calidad, realmente multidisciplinarios, elaborados entre colegas para una sociedad en transformación, y de aplicación flexible, para adaptarlos a realidades y necesidades de nuestra diversidad poblacional. Pero sobre todo, no los aceptan porque es rendirse a que nosotros, a los que siempre han descartado por no pertenecer a los círculos exclusivos que comían y viajaban a expensas del erario, tengamos el poder de legitimar al presidente, sus decisiones y decretos y a nuestros representantes en el legislativo y demás espacios, para convertir esas disposiciones en políticas de la vida común. En resumen, lo que quieren es que a los niños de escuelas populares se les siga dando clases con ideas vetustas y nociones de enseñanza caducas, para que quienes quieren una mejor educación para sus hijos, inviertan en escuelas de paga, y que éstas, a su vez, tengan al alcance materiales como el sistema UNO, de Santillana, con links a materiales virtuales y que no son baratos, profundizando en la desigualdad de oportunidades para los niñ@s en edad escolar.

  • Política para pusilánimes

    Política para pusilánimes

    Qué triste el papel que está jugando el partido del sol azteca. Ese que un día fue el que representaba la lucha de muchos años y de muchos mexicanos con verdadero espíritu democrático, y que hoy, en vez de tener un liderazgo, son “guiados” por un gestor de malas políticas, con los ya sabidos resultados.

    La semana pasada vimos el fin de la primera etapa de la simulación con que se definieron los 4 nombres de quienes se consideran precandidatos de la oposición. Éstos, que ponen rostro al movimiento de esta coalición absurda e inmoral que es el frente amplio por México, resultaron de un proceso farsante y sin representación real entre la ciudadanía. Acabamos viendo la incapacidad de un movimiento que en ningún punto lograron ser certeros o transparentes, ni siquiera en el más simple de los ejercicios de la democracia, que es ponerse de acuerdo en el método de selección de quién encabezaría la “lucha opositora”.

    Hubo opacidad en el método, opacidad en la empresa que llevaba a cabo el conteo de los apoyos ciudadanos de los aspirantes, y opacidad total en los resultados. En una entrevista de tono triunfalista y rara de parte de Miguel Ángel Mancera, Senador del PRD con Los Periodistas, antes de la conferencia final en donde se anunciaba a quienes habían determinado, digo, resultado ganadores con los más de 150 apoyos ciudadanos, él, Mancera, informaba que estaba seguro de haber pasado a la fase dos, porque tenía constancia de 200mil apoyos ciudadanos. Los entrevistadores preguntaban de dónde habían obtenido dichas firmas de apoyo, si no se les había visto hacer apariciones públicas, pero al igual que José Luis Preciado del PAN, aseguraban tener soporte fotostático de tales apoyos. Preciado renunció ante la imposibilidad de ser el afortunado pasante a la fase dos; pero Mancera, más institucional y, si cabe más cuidadoso de su propia imagen, dijo que para no entorpecer el desarrollo de su movimiento, prefería rumiar su rabia y callar sin más aspavientos.

    Ante este acto casi heroico del menos impresentable del PRD, cualquiera hubiera esperado que el drama protagonizado por Jesús Zambrano, al poner en pausa las relaciones con sus congéneres del PRIAN como muestra de su indignación, se traduciría en un respaldo a Mancera, pero en lugar de tener dos miligramos de dignidad, prefirió dejar a Mancera fuera del bloque para volver servilmente como el chico de los chescos de Alito y Markito, bajo el cuento de que sin el PRD, la alianza no camina. Pobres, en serio, con su “líder”… es claro que lo único a que aspiran a estas alturas, es a conservar el registro tanto como se pueda, para continuar recibiendo las prerrogativas electorales por todo el tiempo posible.

    ¿Y quienes son los que quedaron? ¿por qué quedaron ellos y no otros? No es porque sean los mejores perfiles. A estas alturas, sus pasados y aviesas intenciones, los equiparan a todos.

    El Junior de la Madrid representa los tiempos idos que quieren volver. El hijo de uno de los peores presidentes de la historia, el peor devaluador de la moneda mexicana, que iba a la UNAM en medio de un aparato del Estado Mayor, quienes también lo llevaban a las casas de la secretaría de turismo a celebrar verdaderas bacanales con sus amigos de la farándula. Fue coordinador general técnico de la presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de 1994 a 1998; diputado plurinominal de 2000 a 2003; director general de Financiera Rural; con Peña Nieto fue director general de Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Secretario de Turismo. Puestos en los que no tuvo contribución alguna y cuyo mérito fue ser hijo de expresidente. Columnista (o calumnista) y articulista de diarios como Reforma, El Universal o Milenio, que se duele de su blonda apariencia para acusarnos de hacerle bullying por ser güerito, y cuya idea de campaña inició con la iniciativa de adoptar un pobre, como si fuera un perrito de la calle. 

    Santiago Creel, heredero de políticos prominentes y caciquiles, que contribuyeron al despojo masivo de tierras a favor de los más ricos; con una prolífica trayectoria en el ámbito de la abogacía y la política pública, tanto en el medio electoral, como en el PAN, desde donde ha sido diputado plurinominal de 1997 a 2000 y candidato a jefe de gobierno contra López Obrador y, dentro de la administración de Fox, secretario de gobernación; en 2006, senador, puesto que debió abandonar por la presión de las televisoras y su propio partido; fue también diputado en la Constituyente de la Ciudad de México y diputado plurinominal en la presente legislatura. Es la tercera vez que contiende como precandidato a la presidencia, primero perdió ante Calderón y luego, contra Josefina Vázquez Mota.

    Beatriz Paredes Rangel, ha ocupado diversos cargos en la política local de Tlaxcala, donde fue diputada y gobernadora y en el plano nacional como dirigente del Partido Revolucionario Institucional, diputada federal y senadora, además de subsecretaria de gobernación y de la Reforma Agraria, además de representante de nuestro país en Cuba y Brasil.

    Xóchitl Gálvez, ingeniera en computación, empresaria, política con Fox, dedicada a los indígenas de quienes dijo que les gusta ser pobres e ignorantes; candidata a gobernadora de su estado, Hidalgo, Jefa de la Delegación Miguel Hidalgo, donde cristalizó su ambición concediendo licencias de construcción a cambio de servicios de mantenimiento para sus empresas; senadora plurinominal del PRD y la coalición con el PAN, MC y el ahora candidato son partido Álvarez Icaza.

    En términos de trayectorias, todos tienen una listita; el problema es, sin duda, los intereses a que han servido desde sus puestos públicos o empresariales. La política para pusilánimes los aplaudirá rabiosamente como capaces para competir por una presidencia, pero ¿a quién presidirán? ¿a esos mexicanos a los que ellos han tachado de ignorantes, jodidos, adoptables? ¿a los prietos de quienes se han querido deshacer sistemáticamente desde sus puestos, al no aprobar reformas que serían un parteaguas en la política pública? El día que se enfrenten a la realidad democrática se darán cuenta de que la popularidad que pueden lograr en sus cuentas de redes sociales o los mítines pagados para ser recibidos en los estados, es espuma. Sus propios partidos verán diluirse en la historia su pasado.

    Nuestra labor como mexicanos responsables es recordar que ellos nunca han estado a favor de los más pobres, a los que, según audio in-off de la señora equis, no merecen ni un minuto de su tiempo en las giras. La 4T no sólo les reconoce su parte en el concierto político nacional, sino las deudas del Estado mexicano por siempre. No dejar a nadie atrás y no dejar a nadie afuera nos abre la puerta para ser parte del México que estamos construyendo.

    • @cevalloslaura
  • No es interés legítimo, es ruido

    No es interés legítimo, es ruido

    ¿Es de verdad la preocupación que la Unión Nacional de Padres de Familia, la Iglesia Católica, algunas televisoras, legisladores, gobernantes y personas en general, que han expresado por los nuevos libros de texto y la #NuevaEscuelaMexicana? Por supuesto que no. No es verdadero y nunca ha sido verdadera la preocupación que los antedichos han manifestado tener por la educación de los niños, tan es así que desde el principio de los tiempos, se han ocupado en crear escuelas particulares en lugar de impulsar la educación pública y popular; se han adosado a las listas de libros de paga sin que les importara si los libros de la Conaliteg llegaban a las escuelas públicas, y menos, revisaron el contenido que por años se incluyó en esos libros, que hay que decirlo, tuvieron muchos y graves problemas de redacción, información, contenidos que fueron recortados de la historia, como personajes y hechos trascendentales, según lo requirieran los grupos de poder para sus aviesos fines. 

    Si el centro de esta “preocupación”, hubiera sido la calidad de educación, de materiales y los niños en relación con la escuela y los maestros, en primer lugar, no se hubiera precarizado la educación al punto en que hubo empresarios que atentaron contra ellos, llamándoles pinches delincuentes; no se habría permitido el deterioro de los edificios y mobiliario escolares y obviamente, no se hubiera permitido que se elaboraran materiales con ideología que no ensalzaba las tradiciones e historia mexicana, ni se habrían utilizado la educación, los niños o los libros, como medio de presión para obtener prebendas y licencias de producción  sumados al lucro desorbitado que conllevaba la elaboración, manufactura y distribución de los libros de texto que, por razones de rectoría del Estado, tendría que haber permanecido siempre como una tarea exclusiva de la Conaliteg.

    Sin embargo, solo por hablar del último medio siglo, esta Comisión Nacional de Libros de Texto se plegó por completo a las directrices de editoriales como Santillana o Trillas y los contenidos de ambos sistemas editoriales tenían la misma información en el fondo, aunque en la forma cambiaban los nombres y las ilustraciones, ah, y el papel en que se imprimían.

    Al respecto de las editoriales, tenemos que señalar que tienen una agenda política que difiere por completo de la misión original de una Comisión Nacional de Libros de Texto, que es la de garantizar el derecho a la educación tal y como lo señala el artículo tercero constitucional.

    Sobre las personas que hoy se agarran del tema para “generar debate y polémica”, se han valido de las redes para insultar a los colaboradores, al presidente (como siempre), pero sobre todo la inteligencia de las personas que harán uso de estos materiales día a día, en el salón de clases. Esto refleja el profundo enojo que les causa que el sistema escolar cambie y evolucione y crezca y mejore los materiales y garantice que la educación sí será ese derecho enunciado en nuestra Ley Máxima,  que obligatoriamente debe de ser una educación laica gratuita y de calidad, cosas que durante muchísimos años, no ocurría.

    De lo que más preocupó a algunos miembros de esta destacada derecha, entre ellos al histrionista Javier Alatorre, fue precisamente que se atacaba la religión sin tener en cuenta que somos un país laico que, aunque mayoritariamente su población practica la religión católica, no somos un estado confesional y no tendría por qué haber ninguna insinuación sobre símbolos religiosos porque rompe el principio constitucional rector de nuestra patria. ¿Qué es el laicismo? La libertad de practicar o no, una religión, la que sea nuestra voluntad, pero el Estado no puede sugerir ninguna, bajo el riesgo de inmiscuirse negativamente en nuestra decisión y transgrediendo uno de nuestros derechos humanos: la libertad de creencias.

    También hubo quienes expresaron dudas sobre la calidad de los materiales, pero teniendo el vínculo disponible, tampoco se han asomado a ver para tratar de entender qué es y cómo la Nueva Escuela Mexicana está buscando la creación de un sistema educativo y cultural propio, que hace uso de sus saberes comunitarios como base de los principios educativos y que mejora la oportunidad de los maestros para desarrollar sus propios planes y proyectos, al poder adecuarlos a las necesidades de sus grupos en la vida real.

    Este martes inician conferencias vespertinas en Palacio Nacional para explicar extensamente los contenidos, los criterios de selección de los currículos de los colaboradores y todas las dudas sobre la forma en que se van a usar los materiales; si desaparecen los grados como tales, y todas las demás preguntas que los reporteros lleven (quién sabe de parte de quién, pero que querrán hacerlos lucir como los héroes del golpeteo en las siguientes 2 semanas).

    A mí no me cabe duda de que la gravísima dependencia que vivió México en todos los sentidos, dejó dañados a los conservadores; en el tema educativo, desde la concepción de ideas hasta la elaboración de textos, nuestro país necesitaba pasar por un proceso de “palomeo” de parte de la industria editorial mayoritariamente española en México, pero que hoy experimenta una nueva ola independentista, como aquella iniciada en 1810.

    ¡Que la cruzada por la educación no dure más allá de un ciclo escolar! Sabemos que la revisión servirá para callarle la boca a pocos, porque la inmensa mayoría de la oposición grita tanto, que nunca logran escuchar y entender nada que no sea su propio ruido.

    • @cevalloslaura
  • Gelatinas y orden alfabético

    Gelatinas y orden alfabético

    ¿Por qué la oposición no cuaja? No es por falta de gelatinas, desde luego. Es por ausencia total de un proyecto, por nula credibilidad en sus prospectos y por las casi extintas militancias que no alcanzan sino los mínimos de supervivencia en el plano político.

    Este fin de semana, Sabina Berman entrevistó a Gabriel Zaid, escritor publicado continuamente en Letras Libres, miembro del selecto grupo de los intelectuales orgánicos que se han empeñado en decirnos que todo estaba tan bien que no entienden cómo es que cambiamos de parecer y elegimos mal, porque somos tontos y no supimos que entregarle el mando a AMLO era pésima idea. Trabajan a marchas forzadas para querer convencernos de que todo ha ido de mal en peor en el sexenio, que urge cambiarlo sí o sí; tanto que no dudan en mentir e inventar lo que sea necesario para “fijar” en el ánimo popular todo lo que no se hizo, lo que se hizo mal y lo que ellos, que ya nos “gobernaron”, sí saben hacer, aunque no lo hicieron porque no les dio la gana. Sabina les recomienda ir a gastas suelas para entender al pueblo, pero ni todos los zapatos de León podrían servirles, por una razón: no les importa ese pueblo.

    Desde 2005 trabajan en la narrativa que quieren que creamos y nos quieren convencer de que, si nos dijeron nacos, molleras sumidas, codos percudidos, jodidos, indios color cartón o primaria trunca, no es por clasismo o por racismo, sino como aliciente para superarnos y convertirnos en los aspiracionistas que este país requiere y que, sobre todo, tenemos la obligación de remontar ese odio acendrado para ayudar a posicionar a una de sus figuras como si se tratara de una líder útil a alguna causa social, aunque al resistirnos, nos digan que además de tontos somos imbéciles.

    La única narrativa de su campaña es que ahora sí, de veras, de veritas, van a ser los buenos políticos que siempre han querido ser pero que no han sido porque no les hemos dado la oportunidad. ¿Cuántas oportunidades tuvieron de ser políticos decentes, sin querer hacerlo? Si enlistamos ortográficamente sus milagritos en nuestra contra, nos acabamos el diccionario: abuso de poder; bribonería, contubernio, corrupción, chatarrización de los bienes del Estado, dádivas, desvío del erario, desaparición del estado de derecho; evasión fiscal, fraude electoral, gestión indebida, historia negra, ilegalidad en contratos, impunidad, justicia a modo; kilowatts entregados por contratos apócrifos; lavado de dinero en negocios presuntamente lícitos, movimientos sociales violentados, narcoestado, organizaciones del crimen infiltradas, paraísos fiscales, persecución del estado a activistas, privatización de las empresas estatales, Panama Papers, puestos vitalicios en el poder; quieren quitar las pensiones universales; riquezas producto de los negocios ilícitos; sistema judicial-jurídico fallido;  transas de los funcionarios públicos de todos los niveles; usurpación de la presidencia, violación sistemática de los derechos humanos de la población; Woldenberg, Xico y Xoch, Y los que resulten…

    ¿Qué es en realidad la oposición mexicana actual? Son partidos que surgieron sin buscar militancia; que no se generaron producto de las exigencias de justicia. El congreso y los gobiernos estatales se fueron llenando de parásitos que se conformaban con ir a pueblear en tiempos electorales para dar la apariencia de vida democrática que permitiera la celebración de elecciones periódicas con voto auténtico, secreto y “directo”. Pagaban por esas giras con promesas o artículos necesarios para las personas más sencillas, pero cobraban más allá de los sueldos, con contratos de todo tipo por el resto de sus vidas; se volvían empresarios e inversionistas, o asesores desde el retiro, pero nunca les tocó ser oposición. El PAN fue comparsa por medio siglo y hasta avaló el fraude en que “ganó” Salinas en el 88, pero para el intercambio en 2000, se mimetizaron perfecto con el PRI, al que habían jurado destruir. 

    Sufrimos dos sexenios con lo peor del panismo: Fox, el gran ignorante, inútil y resentido que creyó que podía meter la mano al erario como si fuera una gerencia regional de la refresquera de donde salió, y que utilizó el poder para encumbrar a sus entenados y amigos, pero para perseguir y destruir a quien él determinó su enemigo acérrimo: López Obrador. Al mismo tiempo, le abrió la puerta al infierno cuando propició y avaló el fraude en 2006, al entregar la banda presidencial a un usurpador que se ensoberbeció con el poder y que no tuvo ningún límite para realizar aquellas cosas que fueran necesarias para legitimarse; de ahí que lanzara su guerra inútil con consecuencias hasta nuestros días.

    La última vuelta del PRI nos demostró lo único que saben hacer: comprar voluntades y prometer espejismos porque no pueden convencer con hechos. No pueden sumarse a causas o activismos, porque ellos fueron quienes rompieron el tejido social; nos llenaron de heridas e injusticias y no podrían con las consecuencias de la verdad. Fueron el Estado corruptor, el Estado represor; el Estado que desapareció víctimas y empobreció a la sociedad; el Estado que dejó que sus funcionarios desviaran el erario sin consecuencias. Usaron el poder para poder pero no para servir al pueblo, que es la esencia del gobierno representativo que determina nuestra Constitución. Nunca lo supieron y no han entendido para qué sirve la democracia y cómo es que hace evolucionar a los ciudadanos. Es más, siguen insultándonos, diciendo que somos tontos por haber votado por un indio pata rajada, populista pero nos quieren convencer de que está bien apoyar a una simuladora que se hace pasar por indígena pata rajada, pero sin trayectoria ni reconocimiento del pueblo del que dice ser.

    Para parecer pueblo, la oposición se disfrazará de todo; inflarán encuestas y organizarán eventos “masivos”, pagados con dinero de empresarios que los apadrinen, para después cobrar esas canonjías, como Marcelo Odebrecht y sus empleados comprados desde la campaña de EPN. En respuesta, los ciudadanos que elegimos y gobernamos a través de nuestro Presidente y representantes populares, estamos comprometidos con el progreso de nuestra patria y no estamos dispuestos a entregárselas por medios ilegales o antidemocráticos. Ya padecimos muchos fraudes como para no saber detectarlos e impedirlos.

    Los ciudadanos no necesitamos máscaras ni apariencias. Este sexenio ha sido el parteaguas que nos demuestra cuál es el mínimo del que partirá el siguiente. Necesitamos a quien tome el relevo de manera digna, respetuosa de la voluntad popular, con integridad y nacionalismo. Quien sea el abanderado representará al más sencillo de los mexicanos y al empresario más exitoso, y lo hará en apego total a las leyes más justas que se redacten. México no requiere otro lambiscón del presidente de Estados Unidos, ni que abra las riquezas nacionales a industriales y empresarios nacionales o extranjeros. Queremos a quien no demuestre debilidad ante el fuereño, pero menos, ante los que desde casa atacan judicialmente. No necesitamos un dictador, un títere, o un payaso que pueda burlarse de nosotros. 

    Ya trabajamos en un Proyecto de Nación que es el instructivo de lo que exigimos para el sexenio siguiente y es obvio que la oposición, con los cerebritos que se carga, elaborarán uno que acabe por extinguirnos de la faz del país. Así que, por lo pronto, no merecemos una presidencia de gelatina, que nos ofenda la inteligencia. Somos mayores de edad y sabremos elegir correctamente.

  • Discursos vs hechos

    Discursos vs hechos

    En estos tiempos de construcción de una Nación, hay, como en todo, dos versiones: la nuestra, que estamos en el lado correcto de la historia, recuperando la dignidad nacional, la tutela del Estado, los niveles de dignidad hacia el interior y sobre todo, erradicando los viejos vicios que el neoliberalismo dejó en las mentes perturbadas de sus funcionarios; y por el otro lado, a esos que siguen insistiendo en revivir las prácticas nocivas de la tecnocracia, el abandono del papel de un Estado responsable, sometiéndonos a la voluntad de un directorio con intereses económicos por encima de las necesidades de la mayoría del pueblo y obedeciendo ciegamente los designios macroeconómicos del Banco Mundial y el Interamericano de Desarrollo que tienen, como decía la buena de Mafalda, “podridos” a los países que aún no se han sacudido del todo a las hegemonías patricias que gobiernan en oposición a la nueva realidad de la democracia.

    A quienes les molesta que la democracia se lleve a cabo de manera real y objetiva, no son otros que a quienes siempre han escalado a los lugares de dirección por medios no legítimos, o sea, por consenso de un grupo de “notables”, por decisión unipersonal de un “líder” o peor aún, en condiciones de total opacidad y como resultado de fraudes a la ley. De esos hemos tenido ya a varios “presidentes”. Y son fácilmente identificables, porque en los últimos sexenios, ni legitimidad, ni identidad popular y menos, legalidad, a excepción de Fox, que fue una total decepción para quienes imaginaron que el cambo que prometía, sería real.

    A Fox le debemos el haber abierto el telón de la “magia”, ya que fue cínico en demostrar cómo, si el presidente quería, podían agarrar todos los hilos del poder, para poder. Desde su candidatura, los negocios que amarró para llegar con los “amigos de Fox”, ya denotaban que la falta de honradez era su sello personal. Y luego, el explicable enriquecimiento de su familia nuclear, extendida, sus amigos y colaboradores, era demasiado grande como para no verlo. Desde la desaparición del dinero de excedentes petroleros a los negocios de sus entenados con Oceanogfrafía y el fraude del hijo de Gil Díaz, con Oro Negro y Pemex, hasta la desaparición de las sábanas y toallas de Palacio Nacional y que mágicamente llegaron a colocarse en la réplica que Chente hizo de los Pinos, allá en el rancho (que también con artes de magia muy macabra se expandió sobre los terrenos de sus vecinos de manera artera, apoderándose además, del pozo de agua que surtía a los sembradíos ejidales); al escándalo de la hija de Fox, involucrada en la secta NXIVM, siendo una de las señaladas por las víctimas de captar esclavas para el jefe perverso, Keith Raniere.

    Fox nos demostró que él, de político, no tiene traza ni conocimientos básicos, pero para el abuso de poder y la corrupción, se pinta solo.

    El Presidente López Obrador nos ha platicado cómo, cuando él era jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, rechazó esas invitaciones a meterle la uña al presupuesto y a los excedentes petroleros, y también las resistencias que tuvo para implementar los programas de ayuda a los adultos mayores o la construcción del segundo piso, porque, hoy lo afirmamos, les daba pánico que la gente empezara a cobrar conciencia de su propio poder como ciudadanos y se acostumbraran a un gobierno transparente y justo, cuando ellos ya tenían muy peinado al oso del despilfarro. Era evidente que no iba a ser Fox quien le impusiera la banda presidencial al avis rara de la política mexicana, a quien luego de tantos años de investigación profunda desde los sótanos del poder, no tenía ningún pecadillo que pudiera ser el arma con que lo pusieran contra la pared. Por eso, como confesó Fox la semana anterior, se arrepiente de no haber dado la estocada final para que AMLO no pudiera llegar jamás al poder.

    Si bien no estábamos para nada bien con el PRI, lo vivido en los dos sexenios nefastos del PAN fueron CATASTRÓFICOS, así, con mayúsculas. Porque quienes llegaron a ser los funcionarios “del cambio”, se mimetizaron con los modos tricolores y se aventaron a hacer más profundas y nocivas las redes de corrupción con que se colgaron del poder para amasar fortunas que nunca, ningún funcionario, debería poder poseer, siendo producto de la voluntad popular y con los sueldos y remuneraciones producto de su gestión pública. Tenemos como ejemplo a la exdelegada de Miguel Hidalgo, hoy senadora, Bertha X, quien desde el momento en que fue funcionaria para los asuntos indígenas en el sexenio foxista, bien poco -o mejor dicho, nada-, hizo por mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas. En sus palabras “Si los indígenas quieren vivir como están, ¿por qué les vas a llevar educación?, p&%4, jajajaja” y que con esa bandera se postula para llevar las causas indígenas como suyas, y que sirvió como boleto dorado para sus negocios de servicios y mantenimiento a edificios, desde 2000 y a la fecha, produciéndole más de 1400 millones de pesos de ganancia.

    O bien, sus compañeritos de partido, que cuando estuvieron frente a los contratos, no pudieron refrenar su ambición y se lanzaron sin recato a consolidarse como agiotistas en materia inmobiliaria y hoy, son consagrados dueños -de manera irregular y fraudulenta, pero con escrituras “derechas”-, de cientos de metros cuadrados en las colonias con mayor plusvalía en la Ciudad de México. Hablamos de personajes y sus familias o colaboradores, como Jorge Romero y hermana; Christian Von Roehrich, también de apellido N y su hermana, Sofía Soraya, así como sus colaboradores Nicias Aridjis y Luis Vizcaíno; o exempleados de la delegación, por andar firmando cosas apócrifas, como Adelaida García González, que fue directora de Obras, Desarrollo y Servicios Urbanos. También personajes como Emilio Sordo Zabay, exdirector de Desarrollo Urbano, y Víctor Manuel Mendoza Acevedo, director de Planeación, Desarrollo y Participación, y hermano del diputado federal del PAN Luis Alberto Mendoza, por haber signado la “Autorización de uso y habitabilidad” del complejo. 

    Más panistas así, Felipe Calderón, su esposa, las primas y sobrinas y sobre todo sus colaboradores, como García Luna; Francisco Javier Cabeza de Vaca; Diego Fernández de Cevallos; Miguel Ángel Yunes Linares; Eduardo Medina Mora; Josefina Vázquez Mota; Santiago Creel; Francisco Gil Díaz, Pedro Cerisola, Georgina Kessel; José Antonio Meade, Juan Francisco Molinar Horcasitas y Dionisio Pérez Jácome; Germán Martínez, Salomón Chertorivski Woldenberg; Javier Lozano, Marisela Morales y muchos másc…  todos a quienes les podemos escribir un ensayo por persona de sus pésimas gestiones contra el pueblo y la justicia y que todos podemos enlistar por su nivel de ruindad contra México. 

    Solitos se han construido no solo la reputación sino los probables hechos punibles que se les imputan en sendas denuncias, no porque sean persecuciones políticas, ni porque se equipare al impedimento que Fox respaldó y confiesa, con toda la fuerza del Estado: Suprema Corte, Poder Judicial, Instituto Federal Electoral, Poder Legislativo (desafuero y juicio político), empresarios y poderes fácticos, porque se empeñaba en silenciar nuestro derecho a elegir. En este caso, no es un capricho del presidente, ya que al exponer quiénes son y qué han hecho, hacemos acopio de memoria colectiva y de denuncia ciudadana, pues merecemos saber qué clase de chinches se quieren subir en nuestro petate y que no vuelvan con discursos que suenen empáticos, o campañas que prometan pero que en realidad busquen minimizar nuestra voz.

    Como decía el enorme Benito Juárez: Malditos los que con palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan.