Categoría: Luis Tovar

  • ¿Es Claudia?

    ¿Es Claudia?

    El pasado domingo, estando reunida en Toluca casi toda la plana mayor del morenismo (nomás faltaba López Obrador), hubo una gran manifestación de músculo por parte de ese partido, dejando más que clara la posibilidad de que por fin desaparezca el priísmo en el Estado de México. Si bien los previsibles resultados de la elección del próximo año tendrán graves repercusiones para Alito Moreno, es en la entidad mexiquense donde las alarmas desatan el nerviosismo del campechano, por lo que éste hará un desdén al proceso electoral en Coahuila y seguramente optará por negociar con el PAN la designación del abanderado de la Coalición, quién, claro está, será respaldado por la robusta militancia del PRD que desde hace algunos lustros se reduce a Mary Telma Guajardo, la flamante cuñada de los Moreira.

    Por supuesto que el acto morenista no sólo constata la capacidad de convocatoria que se reflejará en las urnas el año entrante, también se trata del banderazo de salida de aquellos que participarán en el proceso interno para contender por la candidatura en el EDOMEX y, de paso, sirvió de escaparate a los que se encuentran a la cabeza de la sucesión presidencial. Pero vamos por partes:

    La elección en el EDOMEX requiere de un candidato de unidad, pero las patadas debajo de la mesa comenzarán desde el inicio del proceso. Aquí lo interesante es saber de qué manera lograrán construir acuerdos para que, quien sea el elegido, logré mantener la prudencia política necesaria y consolide la percepción del electorado mexiquense que a gritos y desde hace varios años, clama por un cambio en el gobierno. Sin embargo, existe un riesgo latente, por desgracia más de uno de los aspirantes son verdaderos lobos de mar que no dudarían en anteponer el interés personal por encima del proyecto que encabeza López Obrador y eso pudiera recaer en acuerdos tras bambalinas con la coalición opositora. O no vayamos tan lejos, uno que otro cabildea ya la posibilidad de una coalición configurada de otra manera que guiñe el ojo al PT y Movimiento Ciudadano.

    Por eso aquí cabría para los morenos la autocrítica: ¿no hay más cuadros? Lamentablemente no, o quizá alguno por ahí, pero si se revisa la lista de aspirantes, las opciones se reducen a los mismos de siempre: el Senador Higinio, Encinas, la maestra Delfina y Horacio Duarte. Por lo tanto, el relevo generacional del que tanto se pregona, queda en eso, el pregón. Aún con eso, y, con la posibilidad de que emerja un liderazgo joven (por ahí anda uno en el oriente de la entidad), el triunfo es más que probable. De ahí que, lo urgente es elegir antes del proceso interno, una dirigencia capaz de no sucumbir a los intereses de grupo y que actúe de manera institucional. Este es el principal obstáculo que habrá de sortear la dirigencia nacional de MORENA y que, cuando menos, ya está en la agenda anunciada por Mario Delgado. Así que ojalá sea cierta la reestructuración de los órganos de dirección del partido.

    Para los militantes y simpatizantes de MORENA es claro quiénes tienen ventaja en cuanto a la sucesión. Bueno, lo primero que está claro es quién no debe ser el abanderado (Monreal) y después, quién está entre los mejor posicionados: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y sí, se les coló Adán Augusto López. Ahora bien, el propio presidente ha señalado reiteradamente que el mecanismo para elegir al abanderado será por la vía de la encuesta y si se ve este método desde la pluralidad de los grupos que conforman a MORENA, sería la opción más viable que dejaría con cierto margen de tranquilidad a los contendientes. Salvo el caso de Monreal, para él es el pretexto de la huida y desde hace tiempo es harina de otro costal.

    Pero aquí hay un problema: afines a cada uno de los presidenciables morenistas comienzan a cometer un error muy propio de la izquierda: adelantarse a los procesos para posicionar al líder sin el menor tacto político y soslayando en el hecho de que los aspirantes mejor posicionados, actualmente ostentan cargos de suma importancia: una jefa de gobierno, un canciller y ni más ni menos que un secretario de gobernación. Por esa razón, poco se entiende que los autores de esas iniciativas (quizá sin el conocimiento del aspirante) se adelanten, pues ninguno de estos tres personajes, al menos en este momento, tiene necesidad de arrancar antes del banderazo.

    Cada uno se ha posicionado en la preferencia de los militantes y de buena parte de la opinión pública por su desempeño y no precisamente por mantenerse en campaña permanente por la sucesión presidencial. Por cierto, de los tres personajes que menciono en estas líneas, he de señalar, en honor a la verdad, que los tres tienen una cualidad indiscutible que es la lealtad hacía el presidente, pero más al proyecto que concibe como cuarta transformación. Por esa misma razón y dejando en clara mi sabida por todos afinidad con la Jefa de Gobierno, no parece en nada prudente que sus seguidores opten por comenzar una campaña de esa naturaleza que puede a la larga convertirse en un desgaste, sobre todo cuando es la CDMX donde más se torna crítica la opinión del electorado y peor tantito, cuando los capitalinos vienen de un proceso que derivó en la pérdida de muchas alcaldías. Ojalá alguien les recuerde que no por mucho madrugar, amanece más temprano.

    Para acabarla de amolar

    Muchos liderazgos de MORENA en la CDMX a los que les cuesta trabajo erradicar los vicios adquiridos del difunto PRD y que no entendieron el mensaje transmitido por los chilangos en las urnas en esta última elección, andan por algunos estados de la república en pleno turismo electoral. No organizan asambleas, construyen comités, bases de apoyo, redes de participación, etc. A veces pareciera que todo se reduce a tomarse una foto con los candidatos para hacerse notar pregonando el cuento de ser los operadores de “x” o “y” presidenciable. Ni modo, ese mal congénito que traemos de Fidel Velázquez, “el que se mueve no sale en la foto”, está muy lejos de erradicarse. Sería bueno que se empiece por revisar cómo está MORENA en la capital del país, porque se vienen dos elecciones de trascendencia antes de la presidencial, pero… ¿Y cómo andan en la capital?

  • ¿Hay tiro?

    ¿Hay tiro?

    Francamente se necesitaría ser o muy ingenuo o demasiado iluso para pensar que MORENA perderá las elecciones en el 2024 como pretende hacer creer desde ahora la oposición. Sin embargo, ni el PRI ni el PAN son ilusos, tal vez pocas de sus huestes lo sean, pero las dirigencias de ambos partidos han recibido por parte de los millonarios asesores contratados para las campañas de desprestigio y la guerra sucia que suelen utilizar un diagnóstico claro: la escasa posibilidad de alzarse con el triunfo en el 2024.

    Perfectamente tienen identificado que buena parte del futuro de la alianza bipartidista (el PRD no cuenta) dependía de los comicios celebrados el pasado 5 de junio y que, previo al 2024, tienen una aduana que atravesar, más que complicada llamada Estado de México. Elección que desde siempre y dada la población con posibilidades de sufragar, representa para unos la joya de la corona, mientras que para la alianza representa la posibilidad de contender, o al menos de incrementar el ánimo de los pocos seguidores que realmente les sobreviven más allá de las redes sociales.

    Esa narrativa de poca imaginación enmarcada en el hashtag #HayTiro no pasa del discurso al que irán sometiendo a los cibernautas queriendo hacer creer que tienen elementos para ser competitivos en el 2023 y 2024 sin mencionar en lo más mínimo un programa de acción. Es decir: creen que la oferta hacia los electores basta con anteponerle una almohadilla y enmarcarla en una frase plagiada de los narradores de box sin que importen principios, programas o líneas de acción.

    Lo anterior resulta por demás absurdo, ¿de qué sirven los millones de dólares gastados por la oposición en imagen y propaganda si estos, hasta el momento de poco o nada les han servido? La mezquindad, principal característica de la Derecha de este país, no le permite reconocer tres cosas claras: no pueden contra la figura de López Obrador, no representan una alternativa el electorado y, por último, se niegan a reconocer que una inmensa mayoría no sólo los rechaza, los repudia. Por esa razón, poco o nada alcanzarán a construir de cara a las elecciones en puerta: Coahuila donde seguramente ganará MORENA como señalan hasta el momento las encuestas y el Estado de México donde habrá una contienda poco más reñida pero con una ligera ventaja de MORENA como partido.

    Lo interesante al menos en la entidad mexiquense radica en la capacidad que tenga el morenismo de elegir a un candidato competitivo que entienda los preceptos de la Cuarta Transformación, pero que, por encima de todo, tenga la capacidad de anteponer los principios y lo que está en juego por encima de los intereses de grupo. Y vaya que si de grillas e intrigas palaciegas se trata, los liderazgos en el EDOMEX se pintan solos. No por nada, en su inmensa mayoría provienen del perredismo y muchos de ellos actuaron bajo el deleznable cacicazgo. Tal vez la experiencia reciente de la elección en la Ciudad de México los invite a reflexionar en las posibilidades reales de perder si no logran salir en unidad más allá del discurso eterno. No debiera olvidar MORENA la penosa etapa para la designación de candidatos en Guerrero donde los intereses de unos cuantos que les gusta autodenominarse “intelectuales” y aliados con Lorenzo Córdova pusieron en riesgo la elección con los golpes bajos a Salgado Macedonio sin que les importara arriesgar la contienda.

    Esa película la hemos vivido cantidad de veces, pero si bien es cierto que se da en todas las entidades, por supuesto que resalta más en el EDOMEX, ya que sin restar importancia a ningún Estado, es en esa entidad donde, por más que pretendan negarlo, siguen imperando los grupos que rechazan ser señalados como corrientes o tribus pero que en la práctica actúan como tal. Por eso se hace necesario que un liderazgo moral dentro de MORENA deje en claro cual es el verdadero objetivo y que éste no se reduzca a una elección en particular. Lo malo es que el primero que carece de dicho liderazgo es el propio presidente Mario Delgado. Pero más allá de Delgado, es más que necesario que la dirigencia, al menos la que ha intentado mantener una postura plural e incluyente y que no es sometida a las presiones internas, acelere el paso para construir militancia en cada rincón del Estado, sí esta logra concatenar sus esfuerzos con los de otros colectivos, incluso los que no militan en ese partido, generarán mayores condiciones de triunfo.

    Para acabarla de amolar.

    La elección reciente tiene dos sesgos señalados por todos pero atendidos por casi nadie, mientras que la oposición dice que no perdieron, dejando de lado cuando menos la autocrítica, los de enfrente tienden a asumir una postura soberbia, esa misma soberbia que desde tiempos del PRD decía que si ponías a competir una vaca, ganaba la vaca tan sólo por las siglas. Tanto unos como otros pueden llevar en el pecado la penitencia, si vemos las condiciones actuales en el Estado de México por ejemplo, obligadamente MORENA, primero tendría que definir qué personaje conducirá los destinos del partido. Quien tenga esa responsabilidad debe emanar de la lucha social, ser reconocido por una conducta intachable y, sobre todo, tener las agallas suficientes para no dejarse someter a la voluntad de los cacicazgos históricos de la región. Aquí lo malo es que no se ve por donde emane dicho personaje, pues ningún liderazgo en la entidad ha destacado por actuar de manera independiente sino a la sombra de la consigna de los caudillos. Ojalá pronto se tomen cartas en el asunto, pero no bajo la lógica que pregonan los fifís dentro del morenismo porque ¿para qué negarlo si los hay? Bien haría MORENA en revisar que, cuando menos en frente, alguien ya anda por ahí despilfarrando recursos con decenas de anuncios espectaculares que más que propaganda política, parecen anuncios noventeros del mundo Marlboro. Por cierto, ¿Cúal será el origen de los recursos para pagar dicha campaña en los que aparece Omar Ortega?

    Luis Tovar

  • A días de la derrota, la derecha prepara el plan B

    A días de la derrota, la derecha prepara el plan B

    Salvo Aguascalientes, que de acuerdo con las últimas mediciones se encuentran en un empate técnico con una ligera ventaja de la candidata de la “Coalición va por Aguascalientes” sobre Nora Ruvalcaba de MORENA, todo parece indicar que ese partido se alzará con el triunfo en los Estados de Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Quizá Durango también se encuentre entre el consuelo de la derecha con posibilidades reales de alcanzar el triunfo pues nada esta escrito. Pero a diferencia de las otras cuatro entidades donde MORENA lleva amplia ventaja, poco les queda por hacer a las y los contendientes de la oposición.

    La derrota es inevitable al menos en la percepción y en la inevitable reconfiguración política, por lo que la oposición ha emprendido acciones desesperadas en aras de no perder en Aguascalientes y Durango, recurriendo a viejas y nuevas prácticas de coacción del voto, pero, además, han recurrido a grupos de choque que con toda seguridad llevarán a cabo actos violentos para tratar de inhibir la participación del electorado. Aunado a la posibilidad real de perder las seis contiendas electorales, el PRI y el PAN saben que de esta derrota podrían quedar completamente disminuidos al tratarse de los últimos bastiones que poseen.

    Esto significaría para el blanquiazul quedarse sólo gobernando tres Estados de extracción panista: Guanajuato, Querétaro y Yucatán. El PRI por su parte, la tiene aún más complicada, pues perderá Oaxaca e Hidalgo, aunque en este último Estado se empeñan en construir la narrativa de que “Caballo que alcanza, gana” sin embargo, no es así. La entidad ha dado claras muestras del repudio generalizado al tricolor pero, por encima de todo, es una de las entidades donde la ciudadanía pareciera estar “lópezobradorizada”.

    Aunque el PRI y el PAN con perder estas entidades verán disminuidos de manera significativa sus los recursos públicos, y, por ende, su capacidad de operación electoral, lo cierto es que, quién más pierde es el PAN pues se hace ver ante los partidos de la Coalición como el instituto político que posee mayores condiciones para hacer frente a MORENA y López Obrador. Sin embargo, esta elección está marcada como la antesala de la derrota en el 2024 para la coalición en conjunto y para el decimonónico Movimiento Ciudadano.

    Obviamente esto ha provocado la desesperación de las cúpulas panistas y priístas, del PRD no se puede hacer referencia pues lastimosamente terminó siendo satélite de ambos partidos y no representa un aliado de respeto, sino un relleno para maquillar la supuesta pluralidad de la coalición. Una pena la inminente extinción del perredismo, ese muerto, que decían las cúpulas matábamos los que asumíamos una postura crítica, no gozaba de cabal salud como se empeñaban en demostrar. Las corrientes mayoritarias terminaron por matarlo.

    Por como está el escenario actual y la derrota por venir para la oposición, que por cierto, si está moralmente derrotada, desde la semana pasada se han incrementado los mensajes de desinformación y futuristas de la oposición por la única vía que posee para llegar al electorado: el tuíter. Baste ver las declaraciones de personajes tan reprobables como la panista Mariana Gómez del Campo que le ruega en redes sociales a Movimiento Ciudadano declinar por el abanderado de la Coalición Va por Tamaulipas. Por si eso fuera poco, muestra sus dotes para ver el futuro que ¡ni Mhoni vidente!, pues publica mensajes en la red social pidiéndole al electorado que se prepare para lo que viene pasando el proceso electoral. Según ella, los precios de la gasolina se van a ir al cielo. Una de dos: o puede predecir el futuro o de plano acepta desde ya la derrota y reconoce que MORENA puede llevarse las seis elecciones.

    El caso es que tanto el PRI como el PAN traen de cabeza a sus asesores exigiéndoles una estrategia clara que aminore la percepción de la derrota. Apostaría a que en algunas entidades van a denunciar que hubo operación de Estado y participación del crimen organizado al que terminarán atribuyéndole el triunfo. Discurso que repetirán miles de veces hasta el hartazgo y que, a pesar de basarse en la mentira y en la diatriba, lo mantendrán vigente por la eternidad.

    El plan B está en marcha, violentar la elección del 5 de junio por distintos medios, generar confusión, inhibir al electorado y construir un discurso de derrota anticipada. Aunado a eso, con toda seguridad, preparan una estrategia que incluye a los tribunales electorales. Salvo un ingenuo no se percataría de que, al menos en las entidades donde la contienda es cerrada, ya se pasean en los pasillos de los tribunales para ver de qué tamaño es la conciencia que quieren comprar.

    En fin, la derecha no logra entender que de poco les ha servido anteponer discursos de odio sobre propuestas, pero, como a cada guajolote le llega su navidad, así le llegó la elección a la oposición.   

    Para acabarla de amolar

    Mariana Gómez del Campo miente un día sí y el otro también. Pero el problema no radica en la ola de mentiras que desata en redes sociales, tampoco en su nula presencia en la Ciudad de México o su poca trascendencia en el país. El problema está en que absolutamente nada aporta a la vida política. En su paso por la anterior ALDF, el Senado de la República y la Cámara de Diputados, de poco o nada trasciende su trayectoria legislativa, visto de manera objetiva. Gómez del Campo, que sólo ha ganado una elección, es una de las principales opositoras (por consigna) a la Reforma Electoral. Con razón se queja, pues uno de los objetivos de dicha reforma es obligar a todo contendiente a hacer campaña en el territorio. ¿Cómo le iría a la panista pedir el voto en las calles? 

  • ALITO el valiente

    ALITO el valiente

    Desde que asumió la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Alejandro Moreno optó por una narrativa en sus discursos que dejaba clara la lógica sobre la que encaminaría su declaraciones: denostar a MORENA como partido y su ejercicio de gobierno pero no directamente a López Obrador

    Como muestra, en su primer mensaje tras rendir protesta como presidente del tricolor, Alito acusó a MORENA de ser el verdadero partido satélite, dado que giraba alrededor de una sola voluntad. Aunado a eso, hizo referencia a la lucha social de su partido en aras de encausarlo a un movimiento político contemporáneo del que dijo sería “un partido que levante la voz, pero que de manera inteligente y estratégica construya propuestas y proyectos”.

    En principio habría que cuestionar a qué lucha social se refería, siendo que ésta, la lucha social concebida en nuestra historia contemporánea, se presentó a lo largo y ancho del país en contra de las políticas públicas que por generaciones implementó el priísmo desde el aparato oficial, y que atormentaron por décadas a la nación con sus consecuencias obvias. 

    En segundo plano, habría que revisar a qué se refería con la “manera inteligente y estratégica” en la construcción de propuestas. Por supuesto que no hablaba de la necesidad de construir un partido democrático que encaminara sus acciones a erigirse como una alternativa, sino todo lo contrario, se trataba de mantener las viejas prácticas de ‘agandalle’ y decisiones cupulares bajo una lógica (a eso llamó inteligente y estratégica) de atacar a MORENA en el discurso sin descalificar al presidente, o sea: atacar el partido de Andrés Manuel podría redituar más que enfrentarse a su popularidad a la que no le haría ni mella. 

    La estrategia de utilizar esta narrativa poseía razones obvias, una de ellas por supuesto se basaba en el sinfín de delitos electorales que llevó a cabo como gobernador y después como presidente del PRI. Sabía que, de un momento a otro, saldrían a la luz los delitos cometidos, los cuales han brillado en los días recientes con la exposición de los audios en los que hace gala de su prepotencia y operación electoral a partir de la eterna práctica del ‘moche’ y ‘agandalle’ con proveedores. Dicho de otra manera, ese sesgo en el discurso, partía de un cálculo político en el que dejaba abierta la posibilidad de tener acercamientos con AMLO pero no con el morenismo; de paso, a tientas, transitaba con mesura para no ser investigado.

    Siendo así las cosas ¿en qué momento tomó la decisión de envalentonarse e irse de frente con sus declaraciones contra López Obrador? 

    Si se revisa de manera minuciosa la narrativa de Alito, podrá el lector identificar que es a partir del contexto de la Reforma Eléctrica cuando cambia por completo su discurso, mismo que causó asombro hasta entre sus propios correligionarios. 

    Un diputado federal del PRI me confió que, durante la discusión de la reforma en la Cámara de Diputados, Moreno Cárdenas les sugirió a todos no caer en provocaciones y manejar discursos proactivos y que, tras el comienzo de la discusión, para asombro de la bancada priísta, se trepó Alito a una curul lanzando todo tipo de injurias a la bancada mayoritaria y sus aliados. Y bueno, ya se imaginarán el lenguaje empleado. 

    Desde esos días de cabildeo para oponerse a la Reforma, ha arreciado sus expresiones de odio y violencia verbal, echado para adelante sin que parecieran hacerle mella alguna los audios en los que es el personaje principal y que bien pudieran estar inspirados en la conversación de Kamel Nacif con Mario Marín,  ‘el góber precioso poblano’. Nomás que aquel hablaba de ‘coscorrones’ para Lydia Cacho, Alito habla de matar a los periodistas de hambre.

    Previo a la aparición de este audio, del que por cierto, Alejandro Moreno sabía que saldría a la luz, quiso vacunarse en salud y acusar (como todo político mafioso) que se trataba de audios editados, “sacados de contexto” pero además sentencia sin reparo que él no dejará el país y que daría la lucha contra AMLO desde aquí. Quién sabe qué gestos habrá puesto Marko Cortés, pues el único que abandonó el país, fue Ricardo Anaya que tiene menos delitos electorales que Moreno.

    El caso es que esa valentía de Alito no emana de su gallardía o su amor por México, mucho menos por consolidar la poca militancia que le resta al PRI, es claro que en la operación de las transnacionales (especialmente gringas) para votar en contra de la Reforma Eléctrica, pudieron existir una serie de ofrecimientos al Campechano por parte de estas. 

    Pero ¿qué pudieran haberle ofrecido a Alito para que ande tan “girito” como dicen en los ranchos? 

    Pudiera ser el respaldo a su inminente candidatura a la presidencia en 2024; respaldo jurídico por las previsibles apariciones de audios; garantías para que su familia radique en la unión americana; es más, incluso el blindaje de sus cuentas bancarias, que a cómo se ve que les pedía a los proveedores han de ser más que cuantiosas.

    Es probable que poco le dure a Alejandro Moreno el deleite de confrontarse con AMLO, en sus aspiraciones de ser candidato a la presidencia se le olvida que está aliado a un partido en decadencia muy cercano a la extinción, y, a otro que en nada es de fiar porque se cree poseedor de mayores posibilidades de triunfo.

    Además tiene en frente a uno de los principales gánsters de la política partidista: Dante Delgado que mucho menos es de fiar, bueno, para Monreal sí. 

    El caso es que lo valiente apenas le alcanzará para llegar a las elecciones del próximo junio, de ahí para fin de año, seguramente veremos una postura diferente de Moreno Cárdenas, a ver si por rajarse no se enojan los gringos y le retiran el respaldo que pudo haber obtenido y ahí sí, a pesar de la ceguera del INE, podría enfrentarse a la justicia.

    Para acabarla de amolar

    En MORENA quién sabe por qué, fueron tomando fuerza, o cuando menos foro, un importante número de jóvenes con chispazos de brillantes, algunos por sus aptitudes académicas, otros por un análisis político claro y otras más por su defensa férrea a la lucha feminista, aunque en este último caso, hubo quiénes suponen que el feminismo sólo puede ser impulsado por mujeres. 

    El caso es que muchas de estas situaciones (por fortuna no todas) pocas veces rebasan la barrera de las redes sociales. Terminaron detrás de los escritorios blindados por la burocracia y otros más, peor aún, hoy comienzan a ser parte de la lucha tribal al interior de MORENA por el control del partido y por la sucesión presidencial. Claro ejemplo es el chico Gibrán Ramírez que hoy pareciera vocero de un sector contra otro, tan sólo por secundar las aspiraciones de un líder partidista.

    Pero, ante esto y dado el contexto actual, resultaría interesante saber por qué los youtubers-influencers sin soslayar en sus capacidades, han ganado espacio como líderes de información, frente al analista crítico-profesional ¿se trata acaso de un reflejo de la sociedad en que vivimos?

  • Infocracia, otra técnica del poder neoliberal contra AMLO

    Infocracia, otra técnica del poder neoliberal contra AMLO

    Aunque no es propio de este sexenio, el régimen de la información como forma de dominio y manipulación política, económica y social impulsado por la derecha, a partir de 2018, se ha acrecentado de tal manera en contra del gobierno de López Obrador, que se ha llegado a los excesos, muchos de ellos marcados por la vulgaridad.

    Si bien este régimen corresponde a una más de las técnicas de poder neoliberales en las que el capitalismo se apropia de la información, este no sólo corresponde a los intereses económicos (tal cual es su naturaleza) sino que, además, denigra al ser humano, ya que éste último no representa más allá de una base de datos, un ganado consumidor o un receptor manipulable, incapaz de identificar las distorsiones más atroces de la verdad. Empero, ya si de por sí es peligroso, sobre todo para la democracia si lo circunscribimos al terreno político, lo es aún más el hecho de que este régimen sea parte de lo cotidiano, más su enorme capacidad de ocultarse detrás de la facilidad que otorga el acceso a las redes sociales.

    Por supuesto que esta estrategia requiere de la participación del ser humano para materializarse y generar los efectos deseados. Como nunca, la derecha ha recurrido a los servicios de figuras clave como los periodistas y/o comunicadores alineados a sus intereses por un lado y a los influencers por el otro. Por esa razón no es producto de la casualidad la campaña activa en redes sociales emprendidas por la larga lista de detractores de este gobierno, cuyo común denominador es que sus servicios corresponden a la derecha. Resultaría innecesario enumerarlos a todos, incluso cuando, hasta para sorpresa del oficio periodístico, no todos están cortados por la misma tijera; hay quienes siempre sirvieron al poder, pero también hay los que abandonaron la postura crítica y objetiva hacia el ejercicio de gobierno para alinearse a la prensa más cuestionada de este país. Por cierto, una de las principales características de estos personajes es la de interiorizarse con esta técnica del poder neoliberal.

    Volviendo al terreno político, la democracia corre el riesgo de convertirse en infocracia y el arma principal de la infocracia es la información. La distorsión de la realidad y la mentira recurrente, ambas bien estructuradas y con voceros adecuados, tienen como objetivo someter la percepción del receptor de manera masiva. Especialmente cuando dichos voceros transmiten una mentira con gracia, o cuando menos, con cierta capacidad de cautivar al receptor.

    Hoy es mucho más fácil que una fake news o un fragmento descontextualizado de información, resalten e impacten en la opinión pública que cualquier argumento fundamentado en la veracidad de los hechos. Por tal motivo, no hay lugar a dudas, toda guerra de información requiere de ejércitos: troles, bots y robots que inundan las redes de noticias falsas, mismas que son secundadas por los voceros (de carne y hueso) o viceversa y que basan sus discursos en narrativas difamatorias, en muchas de las ocasiones cargadas de odio.

    Un ejemplo claro de lo anterior es la reciente campaña en redes sociales desatada contra la Secretaria General de MORENA, Citlalli Hernández. Ahora resulta que comprar un IPhone (en el supuesto que lo hiciera) es contrario a los principios de austeridad enmarcados en la Cuarta Transformación. Es un verdadero absurdo el ataque a Hernández Mora, sobre todo si revisamos que la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, estimó que tan sólo en ese año, se contaba en México con 88.2 millones de usuarios de teléfono celular y que los IPhone representaban en ese mismo año, casi el 16% de las ventas totales. Lo que significa para la derecha y sus voceros en redes sociales que la Secretaria no puede pertenecer (por congruencia) a ese porcentaje que adquiere dicho teléfono. Así de absurdo.

    Pero los ataques de la derecha hacia Citlalli tienen una razón de ser: es claro que después de López Obrador y Claudia Sheinbaum, se trata de uno de los personajes de la Cuarta Transformación (ojo, no precisamente de MORENA) más denostados, o dicho de otro modo, un blanco estratégico. No sólo cuenta en su trayectoria política con un desempeño transparente y formidable en el ámbito legislativo, aunado a su capacidad de debate que ha evidenciado la falta de argumentos de la oposición en temas clave como la reforma eléctrica; por si fuera poco, ha tenido el acierto de generar sinergias con las organizaciones sociales.

    Tal enojo ha provocado en sus adversarios políticos que han echado a andar toda su maquinaria en redes sociales para atacarla de manera vulgar y mezquina, materia de revisión y sanción por parte del CONAPRED. A pesar de ello, Citlalli Hernández no sucumbe ante los adjetivos, la verdad y las ideas con las que se conduce, siempre son acompañadas de la congruencia, que en estos días, por lamentable que parezca, es mucho pedir.

    Las noticias falsas no son más que charlatanerías difundidas por charlatanes que en el discurso (o el texto) se amparan en la libertad de expresión. Pero esta libertad de expresión no es más que una farsa, sobre todo cuando se fundamenta en la mentira y/o en la descalificación, por eso atravesamos por una evidente crisis de la verdad en las que las fake news buscan alcanzar el poder; no obstante, hoy decir la verdad y difundirla más allá de las redes sociales, es un acto revolucionario. Ante los efectos de esa arma llamada infodemia deben utilizarse dos armas más poderosas contra las que no ha podido la derecha jamás: la verdad y la memoria.

    Para acabarla de amolar

    Muchos de los motivos que alimentan a la infocracia se encuentran en el accionar del gobierno y en la conducción política de algunos liderazgos en MORENA y sus aliados. Persisten funcionarios y dirigentes políticos que no hacen más que llevar agua para su molino. Por eso, la transparencia y el acceso a la información hoy son temas clave que debe poner en la mesa de la exigencia el presidente. Si se atendieran ambos temas, no se tendrían elementos para denostar, ni las acciones de gobierno ni la conducción política. En tanto no sea así, son los propios funcionarios y políticos los que alimentan la infocracia.

  • Candil de la calle

    Candil de la calle

    Del 6 al 8 de mayo se celebró el decimo octavo congreso de la Federación Sindical Mundial en Roma, Italia, mismo que contó con la participación de más de un centenar de delegados de todo el mundo, incluida una representación importante de México. Dicha Federación ha alcanzado en 2022 una cifra histórica de 133 países con representación y más de 105 millones de afiliados, no sólo sindicalistas, sino también campesinos y ambientalistas de todo el mundo.

    Una de las primeras reflexiones vertidas durante el congreso, fue el lamentable conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, conflicto en el que la denuncia contundente por parte de la FSM es que detrás de éste se encuentran los profundos intereses de la OTAN en su estrategia expansionista.

    La alerta es clara: el conflicto armado no es tema menor, la posibilidad de que se convierta en una guerra mundial es real, sobre todo cuando los gobiernos miembros de este organismo y poderosos dueños de los medios de propiedad capitalista, emprenden toda una campaña mediática con el único fin de distorsionar la realidad haciendo creer que se defiende a un pueblo, que se defiende la democracia.

    Algo similar sucede en México con la derecha recalcitrante y los medios de comunicación. Conforme pasan los días y se acerca el 2024, (al que seguro muchos comenzarán a llamar, como cada sexenio, el año de “la madre de todas las elecciones”), la realidad se distorsiona en excesos que caen en la vulgaridad y en la que sus autores intelectuales, hoy se proclaman como defensores de la democracia.

    Esos históricos defensores emanados de las filas revolucionarias y críticas del Reforma, Televisa, Tv Azteca y sus largos etcéteras, tildan a AMLO de dictador con un discurso repetitivo, en el que permea la descalificación constante, por encima de una evaluación objetiva de los resultados de gobierno.

    Por supuesto que la derecha ocupa herramientas útiles como la prensa a modo para propagar este discurso, y, aunque pocos son los que adoptan una posición objetiva, la mayoría tiene un precio ya pagado. Por eso, como hemos señalado en otras ocasiones, que la derecha hoy reivindique la democracia, no es más que una postura hipócrita, pues así como el discurso de la OTAN pregona la defensa de los derechos humanos y que, al final, sólo tiene como objetivo desmantelar la paz, en México los mismos que dicen defender la democracia y estar en contra del autoritarismo, son los mismos que financian los esquemas de desigualdad.

    Ahora resulta que personajes como Gilberto Lozano o Claudio X. González, se erigen como defensores de derechos humanos y como paladines de la democracia. Es un verdadero tiempo de híbridos cómo señalara el cantautor mexicano Rodrigo González a quien se debe el título de esta columna. Poco falta para que ambos personajes, en una de esas, agreguen a sus discursos que están en contra de la explotación del hombre por el hombre.

    Otra de las reflexiones y que se plasmó como resolutivo del Congreso de la FSM, es el bloqueo a Cuba y que, por cierto, coincidió con la gira de López Obrador a los pueblos hermanos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba. La FSM históricamente ha condenado el bloqueo impuesto a la isla y del que hoy coincide con las expresiones del presidente mexicano al señalar que se trata de una perversa estrategia que impide el bienestar del pueblo cubano.

    Declaraciones que de inmediato han sido objeto de descalificación de la derecha de nuestro país, que por supuesto no sorprenden a nadie, lo interesante sería conocer la postura del casi extinto PRD sobre el posicionamiento de AMLO, si reconocerán la firmeza en su exigencia de terminar el bloqueo o se plegarán al discurso de sus hoy líderes del PAN.

    Son claros los objetivos de la derecha en nuestro país y los alcances que pueden lograr con su estrategia de desinformación, la que por cierto, no pasa de las redes sociales y que poco permea en una enorme fracción de los mexicanos, para muestra un botón: las mediciones recientes muestran el incremento en la popularidad de AMLO de diciembre a la fecha.

    Pero lo que queda aún más claro es el liderazgo que ha asumido el presidente con sus homólogos de Centroamérica y que reconocen el papel relevante y la importancia de mirar hacia el sur alejándose de la penosa sumisión hacia Estados Unidos de la que hicieron gala Fox y Felpie Calderón.

    El suscrito tuvo la oportunidad de entrevistar a liderazgos sindicales de distintos países, particularmente de Europa, América, incluso lo destacable es que, sin excepción, nuestros hermanos de esos continentes aplauden la posición fraterna del presidente mexicano hacía los pueblos del sur y sobre todo la postura digna ante lo que nosotros en la FSM llamamos imperialismo.

    Andrés Manuel, dicen por ahí, es candil de la calle, pero lo cierto es que la aprobación de la que goza irá en aumento, por lo tanto, por más que quieran sus detractores, no es oscuridad de su casa, lo que provocará aún más el enojo y las campañas de desprestigio en su contra.

    Estando así las cosas, hoy se hace necesario que muchos sectores, principalmente las fuerzas progresistas de izquierda como las que hoy se aglutinan en frentes como el de la defensa por la soberanía nacional, intensifiquen sus acciones de respaldo al presidente de manera unificada, luchando contra la derecha para pegarle en el punto más débil que tiene que no es más que la solidaridad entre los movimientos sociales.

    Sin embargo, este frente y quiénes tienen en claro cual es el verdadero enemigo, no deben asumir una posición neutral, mucho menos una postura como la de Movimiento Ciudadano. No hay neutralidad, quienes se dicen neutrales, en realidad sólo tienen una postura oscilante marcada por criterios meramente oportunistas.

    Ante la derecha no somos neutrales ni lo seremos jamás, debemos estar de lado del pueblo y en la defensa real de la soberanía nacional y eso, hoy por hoy, significa estar con el presidente sin perder de vista la objetividad y sin dejar de apuntar las debilidades que efectivamente existen. Una de ellas claro está es la de eficientar los mecanismos de protección a los periodistas.

    Ojalá que los movimientos sociales logren unirse para situarse en el lado que les corresponde y no buscar su sobrevivencia allanándose a la derecha, de lo contrario, estarán condenados a fenecer, no sólo por el escrutinio público, sino porque al final, el PRI y el PAN no saben de lealtades, sino de intereses. Si alguna duda les queda, pueden tomar el ejemplo del perredismo que penosamente celebró 33 años de existencia traicionando sus orígenes y aliado los otrora enemigos que hundieron al país en la pobreza. Tan mal andan las cosas en el PRD que uno de los personajes más corruptos de ese partido Graco Ramírez, reapareció en la escena pública en Morelos con el enorme cinismo que siempre lo caracterizó.

    Para acabarla de amolar.

    Desde que AMLO fundó MORENA, han sido cientos los oportunistas que utilizan su figura para hacerse llegar de adeptos y obtener espacios de representación popular o en el gobierno. El común denominador de todos ellos es que jamás participaron en movimiento social o democrático alguno y no han tenido más cualidad (si así se le pudiera llamar) que la de colarse en las filas del morenismo bajo el padrinazgo de uno que otro despistado o ambicioso dirigente partidista. Ojalá que la verdadera militancia, la que ha construido el movimiento, sea capaz de imponer nuevas formas de participación porque al paso que van, están abriendo una enorme puerta para los infiltrados y los que no saben hacer otra cosa más que vivir del erario. Ojo, se vienen elecciones importantes como la del Estado de México, por señalar sólo un ejemplo.

  • Luis Donaldo, el apellido Colosio como propaganda

    Luis Donaldo, el apellido Colosio como propaganda

    Tenía catorce años y cursaba el último año de la secundaria técnica cuando asesinaron a Colosio. En particular recuerdo dos momentos: el primero cuando ese 23 de marzo vi las noticias del suceso en Tijuana y le expresé a mi mamá que “sentía feo” por el asesinato, me respondió que cómo no habría de sentir así, si se trataba de un ser humano. El otro recuerdo que tengo con mucho más claridad es que al otro día, el maestro de taller de la secu (iba en mecánica automotriz), llevó un televisor y dedicamos las cuatro horas de clase a seguir las noticias y a escuchar las reflexiones del maestro y sus críticas al sistema.

    Al crecer en una colonia popular, siendo cercano por distintas razones a la Universidad Nacional Autónoma de México gracias a mis familiares que trabajaban ahí y por la influencia de algunos profesores de la secundaria, mi identidad era desde ese entonces con el ing. Cárdenas. Claro que no podía votar, pero deseaba el triunfo del PRD y participaba repartiendo propaganda de Cuauhtémoc en el barrio. Aunque me consternaba el asesinato de Colosio, cuestionaba de distintas maneras la narrativa que pretendía hacernos creer que era el candidato de la esperanza. Que el sistema por fin cambiaría si se reformaba el modelo corrupto y las prácticas del partido en el poder, o que el discurso del hambre y sed de justicia había sido el detonante del magnicidio.

    Mi cuestionamiento se basaba en algo más que lógico: ¿Cómo saber algo que materialmente está imposibilitado para configurarse en el futuro? O ¿qué elementos podrían constatar que, de no haber sido asesinado Colosio, se transformaría la vida democrática del país? Es obvio que ninguno. Recuerdo que en una entrevista publicada en la Jornada, en la que Elena Poniatowska sentada en una tumba del panteón Dolores durante el sepelio de Demetrio Vallejo, preguntó a Heberto Castillo si consideraba a Vallejo un revolucionario, a lo que Heberto respondió: “Estoy seguro que Demetrio Vallejo fue un revolucionario, pero si usted me lo hubiera preguntado hace ocho días, le hubiera respondido: bueno, creo que puede serlo porque todavía no se muere y sólo muertos dejamos de tener la oportunidad de arrepentirnos”.

    Por obvias razones no sabemos cómo hubiera gobernado Colosio, aunque en honor a la verdad, debo confesar que me parecía una buen persona, cómo sucede casi en automático cuando le encuentras parecido físico con alguien a quien aprecias o respetas. No obstante esa empatía, mantenía mis dudas sobre su actuar en caso de llegar a ser presidente, al final de cuentas pertenecía al PRI, tenía cercanía con Salinas y era parte del sistema. Desde aquel entonces cómo ahora, pienso que el sistema político y muchos de sus actores, al igual que la ley de Lavoisier son como la materia: ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman. Aunque claro está que, evidentemente, algo en particular poseía o pretendía Colosio que incomodaba al sistema y que propició su asesinato.

    Narró de manera breve este episodio del acontecer político de ese turbulento 1994 en el que la irrupción del EZLN, el asesinato de Colosio y de Ruíz Massieu, así como las elecciones presidenciables, fueron el pan nuestro de cada día y porque de alguna u otra forma, hoy me despierta mucha curiosidad, por decir lo menos, el hecho de que desde hace algunas semanas, varios personajes de la vida política, señalen a Luis Donaldo Colosio Riojas como posible candidato a la presidencia de la República en el 2024.

    ¿Qué es de llamar la atención? ¿Qué aparezca en las encuestas del Reforma? ¿Qué sea Movimiento Ciudadano uno de los principales impulsores de esta posibilidad a manera de incidir en la percepción colectiva?, en lo absoluto. Para empezar se saben las estrategias del Reforma, máximo representante de la prensa conservadora y luego, Dante Delgado sabe perfectamente los dividendos que le generaría una candidatura como esta en la que poco le importa la persona de Luis Donaldo, más bien le interesa el apellido Colosio como propaganda. Otra cosa de llamar la atención son las coincidencias en el 94 y en el no muy lejano 2024: un país polarizado, los grandes intereses económicos bajo amenaza y, por si fuera poco, ambos terminan en cuatro. No menos de una decena de los “ocurrentes” que vienen de un año para acá transmitiendo la idea de que el alcalde Colosio puede ser presidenciable, (me consta) han hecho hasta mofa de estás similitudes, pero mientras ellos se mofan, otros realmente se la creen y pretenden subirse a ese barco. Pero bueno, si doña Lilly Téllez se la cree pues que esperar de los demás.

    No conozco a Luis Donaldo Colosio Riojas, no sé de su calidad moral, ni mucho menos su sinceridad u honestidad en el ejercicio público. En entrevistas que he tenido oportunidad de revisar, me parece que es una buena persona, un joven listo y hasta considero que tiene principios, incluso a pesar de los señalamientos que recibió la semana pasada cuando aparentemente se encontraba en estado inconveniente presidiendo una sesión de cabildo de manera virtual desde el extranjero. Sin embargo y por supuesto en apego a la objetividad necesaria en estos tiempos, dudo que el alcalde tenga el conocimiento y la madurez política suficiente, ya no para ser presidente de este país, tan sólo para ser candidato. Aunque por supuesto, como cualquier mexicano, tiene el derecho legítimo de participar.


    En fin, el problema no radica en que realmente se trate de una aspiración de Colosio Riojas, el problema se encuentra en los que están configurando dicho escenario, pues se trata ni más ni menos de varios actores de la Derecha y por supuesto del rapaz Dante Delgado que vuelve a hacer gala del vulgar oportunismo político para obtener votos sin que se anteponga un verdadero proyecto de nación. Al menos uno que se constituya como una alternativa para el electorado. Sin embargo, confío en que el alcalde Colosio no caerá en la trampa, en la que por cierto ya cayeron varios, baste echar una revisada a las declaraciones de Agustín Basave, otrora amigo de Colosio Murrieta. En primer lugar porque lo primero que no debería de perder de vista, es que muchos de los que hoy se desgarran las vestiduras por hacerlo ver como presidenciable ante la opinión pública, no buscan otra cosa que la sobrevivencia política de las cúpulas partidistas, en segundo lugar, creo yo más importante, porque muchos de esos merolicos vulgares que claman verlo en la boleta por la contienda presidencial, fueron cómplices del sistema que asesinó a su padre en 1994, ojalá eso no lo pierda de vista.

    Para acabarla de amolar.

    Tras cumplirse un año de la tragedia de la línea 12 del metro, siguen existiendo muchas interrogantes y por supuesto la necesidad de hacer justicia a los deudos, además de que los cientos de miles de usuarios no ven para cuando se pueda reestablecer el servicio. Lo indignante, cómo sucedió desde el día de la tragedia, es que el panismo siga lucrando con el hecho de manera vil y descarada. Esto por supuesto que no sorprende a nadie, menos engaña a la opinión pública y mucho menos a los capitalinos, sin embargo se hace necesario que el gobierno de la ciudad apresure las acciones de los trabajos para rehabilitar la línea y sobre todo, se mantenga firme la postura de Claudia Sheimbaun de seguir acompañando a las familias afectadas de manera humana y solidaria como hasta ahora.

  • La hipocresía y la mentira de los medios de comunicación: una estrategia fallida

    La hipocresía y la mentira de los medios de comunicación: una estrategia fallida

    Algunos autores dedicados a la comunicación asertiva, el liderazgo y esos términos que algunos, sin soslayar en su importancia, llamamos “pequeño-burgueses”, señalan a la “escucha activa“ como un elemento clave para la comunicación. Evidentemente, la mayoría de estos autores circunscriben (o más bien) reducen el término a los clientes de una empresa; sin embargo, la escucha activa atraviesa por todos los ámbitos y se relacionan de alguna u otra forma en el quehacer cotidiano. Una definición de la escucha activa es la que señala a ésta como resultado de un esfuerzo, físico y mental para introducirse en la mente del emisor de un mensaje, obtener con atención la totalidad de dicho mensaje, y, finalmente, interpretarlo desde el punto de vista del emisor. Dicho lo anterior, insisto, sin soslayar en la importancia de la escucha activa, ¿qué pasa cuando el emisor responde a intereses de otra naturaleza, más allá del de comunicar? Es decir, ¿se puede interpretar un punto de vista de quien expresa algo por consigna o bajo algún interés? En dicho caso, no existe tal punto de vista. Hay un emisor, sí, un receptor por supuesto, pero en realidad, lo que no existe es comunicación, más bien la transmisión de mensajes cuya narrativa trata de generar una corriente de opinión.

    Eso pasa exactamente en nuestro país. Los medios de comunicación de siempre, de manera paulatina, fueron abandonando la tele o los medios impresos para adecuarse a las nuevas tecnologías y acceder a otros sectores. Si bien se trata de una necesidad de todos la de adaptarse a las plataformas digitales y a las redes sociales para comunicar, no deja de existir la prensa que da voz a las mayorías para informarse y para expresarse y, que, a la vez, hace frente a la otra prensa: la que creció al amparo del poder y que obtuvo cuantiosas ganancias mediante lo que coloquialmente conocemos en México como “chayote”.

    Hagamos un ejercicio: vamos a adentrarnos en la mente de Lilly Téllez, Chumel Torres, Carlos Loret, López Dóriga, (sólo por citar unos cuántos) ¿podríamos conocer su punto de vista? ¿podríamos interpretarlo? Absolutamente ¡NO!, no podemos interpretar algo que no existe, lo que existe es un guion que deben memorizar estos emisores y que por ello, reciben un pago; luego entonces, ¿a quién no le queda claro que tras estos emisores se encuentra la Derecha de este país?, rectifico, más bien la derecha mundial con sus filiales en México?

    Claramente todas las campañas de odio, la guerra sucia, los recursos para las campañas contra la izquierda, así como los asesinatos y desapariciones, siempre fueron bajo pactos no escritos en los que se entendían muy bien, tanto la derecha como el régimen de los años cuarenta hasta el Zedillismo y con su extensión de 2000 a 2012 hacía el PAN, que, por fin, culminó en el periodo de Peña Nieto. Por esa razón, sería muy ingenuo pensar que la derecha y sus voceros, expertos en redes sociales y con capacidad económica, más que probada para invertir en bots o pagar montajes tipo Loret de Mola, no utilizarían los recursos a su alcance para emprender toda una campaña contra López Obrador. ¿Por qué? Ni más, ni menos porque acabó con los privilegios de los que gozaban, pero que además están documentados.

    Ahora bien, no está el lector frente a una visión sesgada, a pesar de que siempre he acompañado la lucha de Andrés Manuel, soy una voz crítica del ejercicio de gobierno, aplaudo decisiones contundentes como la Reforma Eléctrica, la consulta popular (vieja demanda de la izquierda) o la nacionalización del Litio, pero también señalo errores claros, sobre todo los cometidos por algunos funcionarios federales que nada entienden de lo qué significa la Cuarta Transformación y que, en muchos de los casos, arribaron al poder gracias a la simulación y al cálculo político. Aprendí en mi adolescencia, cuando comencé mi militancia en la izquierda, algo que marcó mi posición política y mi manera de conducirme. Lo aprendí de Heberto Castillo quién decía lo siguiente: “Yo le digo a los muchachos: No confíen en sus dirigentes a pie juntillas; vigílenlos todos los días y exíjanles rectitud, exíjanles limpieza. Mientras más tiene la gente que dar, más hay que exigirle, porque la gente preparada, inteligente es la que más obligación tiene. Yo le exijo de manera muy distinta a una persona de alto nivel intelectual y posibilidades de sobrevivencia, que a un obrero o a un campesino.” Así, obligadamente como militante de izquierda, a quién más le exijo rectitud es al presidente de la República.

    El caso es que una de las principales características de los detractores del presidente poseen un común denominador: la hipocresía y la mentira, dos de las armas más eficaces con las que cuenta la derecha para incrementar el odio al presidente y cuyas acciones, cada vez más, caen en la vulgaridad; sin embargo tienen frente a sí a un monstruo de la comunicación al que poca mella le hacen, baste con ver los recibimientos del pueblo donde se para AMLO o los niveles de popularidad más allá de nuestras fronteras, eso hace más grande su coraje y, en consecuencia, hará mucho más grandes sus embates, aunque estos no logren rebasar la esfera de las redes sociales. Incluso, el cálculo de querer posicionar a estos ilusos, mentirosos e hipócritas, como posibles candidatos en el 2024, terminará siendo un palmo en las narices.

    Para acabarla de amolar.

    Es claro que MORENA ganará la mayoría de las elecciones de este año, una de las más significativas es la de Hidalgo. En primera porque Francisco Xavier (el cantante) poco podrá hacer en la contienda como sucede cuando dejas a un partido porque no te dio la candidatura. Ahí sí, ya chole con Movimiento Ciudadano y su estrategia de postular famosos del espectáculo o tuíteros empedernidos. En segunda porque a la alianza PRI, PAN y PRD, les falló la estrategia de hacer creer que se pactaría la gubernatura a cambio del voto por la Reforma Eléctrica, espejismo en el que más de un grupo político se fue con la finta. En Hidalgo hay tres factores fundamentales: buena parte del electorado está morenizado primeramente, segundo: está lopezobradorizado y tercero (creo yo el más importante), está hasta la madre del PRI. A esto hay que sumar la pifia de la señora Viggiano sobre retirar la pensión a adultos mayores, error que quiso aclarar en entrevista con Ciro Gómez Leyva, notablemente nerviosa y titubeante, a la que sólo atinó a decir que las pensiones para adultos mayores fueron creación del PRI, (hazme el favor); que la gente en Hidalgo tiene miedo de acudir a sus eventos y que sus dichos fueron sacados de contexto y difundidos a través de un video editado. Además, dijo que el tracking (casero) muestra claramente su ventaja sobre Julio Menchaca. Tanto la alianza cómo la propia candidata cuya campaña electoral nomás no crece y carece de lo más elemental que es la imaginación, son el ejemplo claro de la oposición moralmente derrotada. Hoy la duda no es si ganará Julio Menchaca la contienda, sino el margen con el que lo hará.