Categoría: Luis Tovar

  • El inédito respaldo a Sheinbaum

    El inédito respaldo a Sheinbaum

    “Cuenta usted en estos momentos y siempre con el decidido apoyo del sector empresarial” dijo Francisco Cervantes a Claudia Sheinbaum apenas hace un par de días en Palacio Nacional durante la reunión con empresarios convocada por la mandataria para analizar el tema arancelario y los resultados de su llamada con el mandatario de la Unión Americana. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, o sea, la cúpula del sector privado reafirmó con esa frase el respaldo que había externado a la presidencia de la república tras las declaraciones de Mr. Trump y todo parece indicar que se trata de una postura sincera y no de una simple declaración. De hecho, el propio encuentro refleja que se ha generado un pacto de unidad de este sector con el gobierno de nuestro país dejando entrever que las posiciones partirán del interés general sin descuidar los propios, algo así como equilibrar la balanza en aquello de la legalidad.

    Esta relación que va consolidando al gobierno federal con los empresarios frente a la política de Trump merece todo un análisis porque no es cosa menor, en mi opinión marcará un hito en la historia de nuestro país para bien. Como antecedente, hace un par de semanas decíamos en este espacio que con la llegada de Trump había más cosas de qué ocuparse que de las cuáles preocuparse, o bien que serían más las oportunidades para México sobre las cosas a las que se pudiera temer. ¿Por qué? Pues sencillamente porque el sector empresarial como principal afectado de las medidas arancelarias terminaría por estrechar de alguna forma su relación con el gobierno de Sheinbaum y eso a la postre, no solo permitiría hacer frente común, sino que adicionalmente podría sentar las bases para que se priorizara un modelo de crecimiento y desarrollo que priorizara lo local mejorando las condiciones laborales. Aunado a lo anterior, este nuevo modelo capaz de blindarse apoyado en la protección social ya enraizada por el gobierno federal a modo de tener una relación con Estados Unidos más justa en el terreno económico también fortalecería (como sucedió el martes) al principal liderazgo político de este país, que no solo conduce sus destinos, sino que además carga a cuestas con un movimiento plural que se configura como principal fuerza política. Dicha fortaleza, habrá que expresar con claridad, no es que sugiera la desaparición de otras fuerzas con ideologías completamente distintas, sino que desafía las existentes que prefieren regresar a los tiempos en que la sumisión se convertía en la principal característica frente a Estados Unidos.

    También como dijimos hace un par de semanas, no hay que restar importancia a las maniobras de Mr. Trump, solo hay que ponerlas en su justa dimensión, hay que ocuparse; pero también hay que reconocer que esta pausa arancelaria no es cualquier cosa, por más que acá en México inunden las redes diciendo lo contrario, se trata de establecer nuevas reglas que tengas puntos clave en las negociaciones de ambos lados pues a Estados Unidos le conviene más el amigo cercano que el enemigo más cercano. Quizá leyendo entre líneas se pueda comprender por qué señala Claudia Sheinbaum que la relación comercial (digna, agregaría yo) fortalece a América del Norte frente a otras regiones del Mundo.

    En fin, está por verse un mes interesante donde el avance del plan México puede dar muchas sorpresas positivas sin que nos libremos de los discursos simpáticos del presidente Trump pues seguirán siendo el pan de cada día. Pero, si a cada declaración responderemos con una acción como hasta ahora y mantenemos la unidad, la evidencia arrojará que frente a Estados Unidos hay más oportunidades en esta etapa que cosas por preocuparse.

  • Sheinbaum frente a Trump: más oportunidades que algo que temer

    Sheinbaum frente a Trump: más oportunidades que algo que temer

    El recién juramentado presidente 47° de los Estados Unidos de Norteamérica no anuncia en esta etapa nada nuevo en realidad, mantiene el mismo discurso y emprende las mismas acciones del pasado que lejos están de sorprender a propios y extraños; éstas apenas sirven para alentar los deseos de desestabilización de los mexicanos que se oponen a la consolidación de la Cuarta Transformación en nuestro país y qué, conforme pasan los días, no encuentran manera alguna de mantenerse en el escenario político mexicano. 

    Por supuesto que la preocupación existe en varios sectores, especialmente en el mundo empresarial que sabe perfectamente lo que representa para sus intereses una posible expulsión de connacionales, pero al mismo tiempo, esa preocupación se ajusta a la dimensión del amago con alertas encendidas claro está, pero hasta ahí. Pareciera que hay más elementos para ocuparse que para preocuparse. Por eso, entre esa diferencia entre preocuparse y ocuparse, el arribo de Trump como presidente puede traer consigo una amplísima oportunidad para el gobierno de Claudia Sheinbaum de crear nuevas y mejores condiciones para la población mexicana; cuando menos así queda demostrado con la estrategia de atención que tiene preparada desde hace meses nuestro gobierno.

    En eso de ocuparse la cuestión es bastante sencilla: Los empresarios mexicanos cuentan con la certeza de que la presidenta del país es de carácter firme y no se doblegará ante ningún amago, ostenta el principal liderazgo del país, no está sometida a ningún grupo de interés y, sobre todo, tiene el respaldo de la población envidiable para cualquier mandatario del orbe. Esto provoca que el poder económico o una buena parte de éste, busque adaptarse a una nueva realidad que obliga a caminar de la mano con el gobierno actual y eso significa hacer un frente común que beneficie a las mayorías. Una alianza de esta naturaleza como hasta ahora se ha configurado, por supuesto que augura estabilidad y allana el camino hacia la prosperidad por más utópico que pudiera parecer. Al mismo tiempo, queda claro que la economía mexicana puede fortalecerse si se prioriza lo local y se garantiza la protección social como viene sucediendo en el gobierno. Entonces, si se analiza desde esta perspectiva, observamos una relación gobierno-IP más sólida que nunca con un trato respetuoso y con objetivos en común que deja en el olvido la supeditación muy característica de los gobiernos del periodo neoliberal.

    Expresado lo anterior y sin dejar de insistir en la “preocupación” en su justa dimensión, con optimismo creo que esta nueva etapa del presidente Trump al frente de la Unión Americana traerá consigo más y mejores oportunidades para nuestro país, incluso que lo que hay que temer es poco frente a los beneficios que arrojará consolidar la alianza descrita en el párrafo anterior pues encaminar los preceptos de la Cuarta Transformación no excluye a los empresarios, sino todo lo contario, los asume como motor de desarrollo y parte fundamental de nuestro país.

    Conforme transcurran las semanas se irá constatando que el país se encamina hacia el liderazgo definitivo que incluso hoy lo coloca con mejores expectativas que las de la nación canadiense frente al señor Donald Trump; a ese liderazgo vendrá la adhesión no muy lejana de los países latinoamericanos que ven en la Cuarta Transformación un modelo digno de adoptar para transformar su realidad. Por eso, la actitud firme de la presidenta Claudia Sheinbaum, incluso sus propias declaraciones, dejan muy en claro que, por donde se mire, es más lo que se logrará para el país en la relación bilateral con el gobierno de los Estados Unidos que el riesgo que se corre. Perdón por la ironía, pero ¿imagínense si hubiera ganado la oposición?

  • Claudia Sheinbaum no se doblará frente a Washington

    Claudia Sheinbaum no se doblará frente a Washington

    Parece que, en este país en su contexto político, por fin el bloque opositor encontró al líder que necesitaba para hacer frente a la Dra. Claudia Sheinbaum. No, para nada hay que pensar en la desaparecida Xóchitl Gálvez, menos en Alito, Marko, Jorge Romero o Máynez. Desde el país vecino del norte aparece Donald Trump para encabezar (sin saberlo) las andanadas de ese sector de la clase política que busca a toda costa mantenerse en el escenario. Así que se respiran aires de internacionalización de los hoy pequeñísimos partidos PRI y Acción Nacional, mismos que, al desgastar la verborrea esa de que en este país se avanza hacia la dictadura, no les quedó de otra que tomar como bandera al bastante divertido presidente electo de la Unión Americana.

    La cosa es muy sencilla: a 100 días del gobierno actual la ruta está bien definida hacia la prosperidad, sin que eso signifique que no habrá algún traspiés. Los cimientos están firmes, el proyecto claro y la ejecución pareciera ir por el camino correcto, sobre todo con las grandes reformas constitucionales que seguramente allanarán el camino. Esto deja atrás los señalamientos de que Sheinbaum es centralista y autoritaria con una cerrazón al diálogo y ni modo, les toca echar porras al presidente Trump para que haga realidad las amenazas que profiere un día sí y al siguiente también.

    Aquí algo es bastante curioso, durante la sesión pasada de la Comisión Permanente del Senado, Guadalupe Murguía, coordinadora de la bancada del PAN, señaló que “ha quedado claro una absoluta continuidad con el gobierno anterior, y se ha consolidado un gobierno de la 4T”. Es curiosa la declaración de la senadora, pues pareciera seguir sin comprender que precisamente eso dispuso el electorado en las urnas, es decir, tanto la continuidad como la consolidación de la Cuarta Transformación. Pero no sólo eso, acusa de que la base de este gobierno (el de Sheinbaum) se centra en los programas sociales. Habría que aclararle a la senadora que la justicia social es un precepto que hoy se coloca al frente del ejercicio de gobierno para acabar con la barrera de desigualdad que se heredó durante décadas. Y ya para rematar: dice la senadora panista que, respecto al arribo de Trump, la postura del gobierno mexicano ha sido la de minimizar y banalizar las amenazas contra el pueblo. No pues con razón anda la oposición por la calle de la amargura, ¿Qué postura habría que asumir frente a una serie de declaraciones del presidente electo estadounidense? Ni modo de entrar en un debate estéril carente de sentido cuando ni siquiera se ha hecho el cambio de gobierno; se deben tomar providencias como se ha hecho hasta el momento, pero de ahí a encender las alarmas pareciera gastar pólvora en infiernitos.

    Sin embargo, no es precisamente tirar de a loco al señor Trump, sino colocar el discurso en la justa dimensión, evidentemente presionará nuestra política exterior, pero por fortuna, tanto la presidencia como quien hoy está al frente de las relaciones exteriores y, especialmente de la economía, poseen los elementos suficientes para contrarrestar cualquier embate del próximo presidente de Estados Unidos.

    En fin, la porra opositora se alista para celebrar toda acción de Trump contra México, pero nuestra presidenta ha dado muestras de que no se doblará frente a Washington en ningún momento, ni que estuviéramos hablando de Vicente Fox. Atrás quedó la supeditación de nuestro país al país vecino, atrás quedó el “comes y te vas” Hoy vivimos una postura de iguales y mientras se siga apostando por el fortalecimiento interno, poco hay que temer.

  • Las organizaciones campesinas, última llamada

    Las organizaciones campesinas, última llamada

    A 100 días de estar al frente de la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum consolida un gobierno que destina sus esfuerzos al cumplimiento de todos los planteamientos hechos en campaña, especialmente los relacionados con las reformas constitucionales que crisparon el ambiente político, dada la resistencia de la cada vez más desdibujada oposición de este país. 100 días han bastado para dejar en claro que el proceso de transformación tiene liderazgo firme de la mano de la presidenta, al mismo tiempo de que cuenta con el respaldo popular como se demuestra en los recientes ejercicios demoscópicos. 

    Por supuesto que, en el ejercicio de gobierno, todas las acciones deben medirse periódicamente para constatar los alcances de las políticas públicas implementadas, y si bien es cierto que 100 días podrían considerarse para algunos como una golondrina que no hace verano, también hay que recordar que este gobierno es la continuidad del anterior y que aspira a establecer el famoso segundo piso de la Cuarta Transformación. Así que 100 días de logros tangibles son un buen comienzo que exige de la Dra. Sheinbaum mantener el paso hasta su consolidación definitiva.

    Ahora bien, lo más destacable es que el nivel de aprobación se encuentre en ese margen (algunos lo sitúan entre el 78 y el 80%) porque refiere la identidad de una buena parte de la sociedad con su presidenta alejando la narrativa falsa de la polarización, pues esto refleja que las campañas de desinformación y calumnias orquestadas desde las esferas de las redes sociales no rebasan en lo absoluto ese ámbito. Quizá sea hora de que la clase política amorfa pero aglutinada en el bloque opositor, se ponga a trabajar realmente en propuestas que beneficien a las mayorías si no quieren desaparecer.

    Pero no todo es miel sobre hojuelas, la herencia desastrosa que nos dejó el periodo neoliberal requiere de mucho más que un sexenio y 100 días para revertirse. Dos rubros requieren especial atención: la inseguridad y el campo. En el primer caso, propios y extraños deben reconocer que en el sexenio anterior se priorizaron las causas y eso no puede estar mal, todo lo contario; a partir de este periodo de 100 días se transita a una nueva fase en la que se siguen atendiendo las causas, pero también se implementan acciones frontales y contundentes encabezadas por la presidencia y su gabinete de seguridad, pero ejecutadas por García Harfuch que, en el balance, parece tener un saldo positivo. Ojo aquí: acabar con los vínculos corrupción-narcotráfico-violencia en el orden que quieran someterse, va más allá de 100 días, pero insisto, para muchos pareciera que se va por el camino correcto.

    El segundo caso es de suma relevancia: la crisis en el campo no es tema menor cuando ésta se ahonda cada vez más y pareciera que, en el caso mexicano, puede empeorar con el arribo de un Trump recargado a la presidencia del país vecino en el norte. Apenas hace dos días, Luis Hernández Navarro publica un artículo imperdible en el periódico “La jornada” (https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/01/07/opinion/campo-mexicano-nadar-con-los-tiburones-2445) que deja dos sentencias de miedo para una obligada reflexión. Uno: que nuestra autosuficiencia alimentaria se ve cada vez más lejos y dos: El riesgo que corremos de quedarnos con un campo sin campesinos.

    Ambas posibilidades no pueden achacarse a otra cosa que no sea el modelo neoliberal porque las evidencias de sus efectos están latentes en las parcelas de cada pequeño y mediano productor. Digamos entonces que la crisis no puede someterse a la responsabilidad de este gobierno y el anterior que buscaron atender las causas primeramente, pero lo que si se puede someter a escrutinio es el qué hacer de aquí en adelante para revertir el abandono. 

    Con responsabilidad y con la sensibilidad que caracteriza a Claudia Sheinbaum en temas como este, pareciera haber llegado la hora para que el gobierno dé un giro entorno a la interacción con las organizaciones campesinas sin que eso signifique regresar al viejo esquema clientelar que caracterizó a muchas de ellas y que dejó plena evidencia de un manejo nada transparente de los programas destinados para el campo. Parece que ha llegado la hora de que se dé paso a nuevos colectivos con una visión más progresista y con verdadera vocación campesina y ambiental que dejen atrás el viejo estilo corporativista que vio nacer cientos de cacicazgos, algunos grandes y otros pequeños, pero caciques al final de cuentas.

    Este gobierno ha planteado una serie de políticas públicas para el campo desde la Firma del Acuerdo por la Soberanía Alimentaria en Chinameca y quienes confiamos y respaldamos dicho acuerdo suscribiéndolo en su totalidad, tenemos claro que para poder materializarlo, debemos entenderlo como el último llamado a las verdaderas organizaciones campesinas con tradición de lucha y otras nuevas que habrán de emerger para participar en un diálogo abierto, respetuoso y fraterno para ser partícipes de la política pública. Sólo así estaremos en condiciones de hacer frente al apocalíptico futuro que se le puede presentar al campo. Mientras tanto, todos al zócalo el próximo domingo.

  • ¿Malentendido o mal entendido?

    ¿Malentendido o mal entendido?

    Respecto al conflicto Monreal vs Adán Augusto, empecemos por preguntar a Claudia Sheinbaum: ¿Qué pinche necesidad hay de utilizar una narrativa suavizante ante un problema de tal magnitud? Estamos hablando de acusaciones directas entre dos de los principales dirigentes del morenismo, (otrora precandidatos a la presidencia de la república), cuya incidencia al interior del movimiento es más que significativa. Por lo tanto, exigir congruencia y dejar en claro que no habrá espacio para la impunidad, debiera de ser la postura de la principal dirigente del partido MORENA. 

    Sin embargo, Sheinbaum apostó en esta ocasión por la prudencia al señalar que se trata de un “malentendido” aunque queda claro que el pleito lejos está de ser eso: un “malentendido” sino que ambos lados, Monreal y Adán, sabían perfectamente el alcance del señalamiento; entendían perfectamente el grado de afectación que provocaría en el destinatario, soslayando en la percepción que se generaría hacia la opinión pública. Por eso el cuestionamiento principal es: ¿por qué actuar de manera prudente si lo que se pone en riesgo es la credibilidad y, por ende, la legitimidad del movimiento?

    No se trata de señalar que un pleito como este involucra a todos los actores de MORENA, una golondrina no hace verano, pero si deja dudas acerca de la honestidad que se pregona y, cuando el rio suena, agua lleva. Luego entonces, lo urgente sería apostar por someter al escrutinio de la honorabilidad a las dirigencias, no solo en cuanto a la Cámara de Senadores o Diputados como fue en este caso, sino en todos los ámbitos de la vida pública en la que ompacta el morenismo.

    Claudia Sheinbaum es una mujer de carácter fuerte cuando se trata de defender una postura y tengo plena constancia de su nobleza ante causas que considera justas, pero entre una y otra, jamás ha demostrado ser endeble, por esa razón causa extrañeza que su declaración (al menos la públicamente expresada) no acompañe un rechazo contundente a actos presumiblemente indecorosos. Probablemente en lo privado haya sido clara con ambos actores, pero hoy, de cara a un movimiento que aspira a consolidarse, se requiere de mayor firmeza para que nadie se crea dueño de los destinos de la parte que cree controlar del movimiento.

    Por otra parte, parece adecuado que MORENA desde su dirigencia haga énfasis en que las denuncias deben presentarse por la vía institucional cuando existan las pruebas necesarias, pero también resultaría adecuado que el propio partido comience a revisar la manera en que se van designando las posiciones pues ¿Quién en su sano juicio, desconoce que las responsabilidades han sido repartidas bajo un esquema de cuotas que privilegian cacicazgos? Si queda alguna duda de esta práctica, baste con echar una mirada para revisar la enorme lista de privilegios que se concentran en unos cuantos. En pocas palabras, bien la postura de la presidenta de MORENA siempre y cuando no se quede solamente en las declaraciones sin que se tomen acciones urgentes.

    En fin, sin tener elementos de verdadero valor para señalar quien miente y quien tiene la razón en este caso Monreal vs Adán Augusto, lo cierto es que no existe tal “malentendido” como señaló la Dra. Sheinbaum, sino un verdadero MAL ENTENDIDO, pues pareciera que no se entendió bien qué es lo que se exige la base y millones de mexicanos al movimiento: RECTITUD.

    Alguna vez, el gran Heberto Castillo (que hoy como le haría bien al movimiento y en especial a MORENA), declaró: “Yo le digo a los muchachos: No confíen en sus dirigentes a pie juntillas; vigílenlos todos los días y exíjanles rectitud, exíjanles limpieza. Mientras más tiene la gente que dar, más hay que exigirle, porque la gente preparada, inteligente es la que más obligación tiene. Yo le exijo de manera muy distinta a una persona de alto nivel intelectual y posibilidades de sobrevivencia, que a un obrero o a un campesino. Es más perdonable que un hombre sin recursos falle (porque puede justificarse) a que falle el que lo tiene todo” 

    Sigamos exigiendo eso que decía el ingeniero: rectitud aunque se enojen.

  • EN MORENA DIOS LOS HACE Y ELLOS SE JUNTAN

    EN MORENA DIOS LOS HACE Y ELLOS SE JUNTAN

    Miles de militantes en MORENA cuestionaron una y otra vez que se abriera el partido a todo lo que supusiera rentabilidad electoral, algunas ficticias y otras de verdadero peso sí, pero con su gran dosis de desprestigio. Así pasó en varias entidades para no decir que en todas aunque no se exageraría. En la CDMX por ejemplo, se permitió la entrada a una diputada panista “de cuyo nombre prefiero no acordarme”; en el senado a Corral; en Yucatán a Ramírez Marín; ahhh, y qué decir de Eruviel. O sea, por todos lados (y quien sabe bajo qué tipo de “acuerdo”) se ensanchó la puerta partidista para personajes de malísima reputación mientras que a verdaderos liderazgos apenas y se les dejó una ventanita entreabierta. Y bueno, las consecuencias de esa pésima decisión tardaron muy poco en aparecer. Por cierto, la realidad es que entre los mencionados, las siglas que permitieron el acceso corresponden al Verde, pero, por supuesto que pasaron por la “aprobación” de Mario Delgado.

    Pero bueno, de lo que pasa ahora con las andanadas de los morenistas, digamos que no es algo que no se sepa o no se prevea, así que la indignación para los de abajo del movimiento, lejos estará de encontrar su punto más álgido pues, a como van las cosas, la rebelión morenista comienza hoy a tomar forma en distintos lados y seguramente arrojará un enorme bloque cargado de resentimiento que no tendrá espacio para el diálogo por más que la crítica sea constructiva y, en cambio, se enfrentará al menosprecio acostumbrado por los cacicazgos del partido que secuestran cada vez más al movimiento.

    Dicho lo anterior y precisamente hablando de cacicazgos ¿Para quién puede resultar una sorpresa que la gobernadora de Campeche ande nombrando a impresentables en su gabinete? Ni modo que se crea que no sabe sus andares en esos temas de la corrupción, o que le haya faltado tacto, ya no digamos prudencia. ¡No! Sansores callará ante la crítica o probablemente se aviente una larga justificación, pero lo cierto es que su actuar no hace más que contribuir a la indignación de los verdaderos promotores de la transformación a quienes no les queda mayor remedio que aguantar esta y otras groserías de la gobernadora.

    Es que siendo serios, es todo un despropósito que se realicen estas ofensas por todos lados, pero la cuestión aquí y de mayor valor sería saber qué piensa Claudia Sheinbaum, que en una de esas y apelando a toda congruencia, también opte en algún momento por endurecer la crítica a MORENA como lo hizo López Obrador en su momento. Hacerlo en estos tiempos donde lo importante es consolidar el proceso de transformación, bien le vendría al movimiento en general más que al propio partido.

    Las cosas así en MORENA no fueron producto de la casualidad, los responsables están más que identificados, entonces de nada serviría cambiar la dirigencia si la purga no alcanza a quienes van generando un lastre del que todos hablan pero del que nadie se quiere hacer cargo. Y digo que nadie se quiere hacer cargo porque en la mesa de los acuerdos todo fue complacencia para unos cuantos durante el proceso electoral anterior, mientras que por debajo de la misma mesa, las tibias patadas no rebasaban una simple descalificación pero nadie, ni Citlalli Hernández, fue capaz de evidenciar estas anomalías, aun cuando las sabía.

    Por eso la insistencia en que hay más movimiento que partido con todo y que se llenen plazas a reventar como el domingo, y, aunque este sea la única vía por el momento en la que se encuentre cause (aunque casi nulo), lo real es que su descomposición irá despertando la idea de muchos de alejarse para dejar un hueco que pronto es llenado por algún opositor sin que nadie haga algo al respecto, cuando menos por parte de los que pudieran hacerlo desde ya.

    Muchos movimientos se han ido al carajo por culpa de liderazgos, pero este movimiento no puede seguir siendo rehén de nadie, pero por lo pronto, pareciera que solo desde Palacio Nacional se puede tener autoridad para poner orden. Qué pena.

  • Operativo “enjambre” la punta del iceberg

    Operativo “enjambre” la punta del iceberg

    Por supuesto que los grupos criminales que destinan una buena parte de su capacidad operativa a la actividad política vieron en MORENA la oportunidad de adentrarse en esa esfera para delinquir a sus anchas o, cuando menos, para tener cierto grado de cobertura que les permitiera operar, ya sea con la complicidad de las autoridades (especialmente municipales) o, a través de ejercer medidas de presión sumamente violentas. Quizá el cálculo haya sido primero las posibilidades de MORENA de arrasar en la elección como sucedió y segundo, que El pertenecer a ese partido podría desviar la atención con aquello de que todos se dicen ser “diferentes” gracias a la premisa del “no mentir, no robar y no traicionar”

    Como sea, nadie puede llamarse a sorpresa con las detenciones que arrojó el operativo enjambre que tuvo como destinatarios a diversos servidores públicos del estado de México, pues los índices de inseguridad y el tipo de crímenes, mostraban con toda claridad que existía algún tipo de protección o contubernio que explicaría por qué se actuaba con tal grado de impunidad. Lo que sí causa sorpresa (para bien) es el hecho de que, a tan solo días de haber asumido la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum ponga énfasis en lo que será su gobierno en materia de seguridad: abrazos no balazos sí, pero para nada complacencia. Efectivamente es poco el tiempo que lleva esta administración, pero el operativo evidentemente no se orquestó de la noche a la mañana, es notorio que se llevaron varios meses de investigación y de servicios de inteligencia para asestar este durísimo golpe a la delincuencia que apenas es la punta del iceberg.

    Pero así como señalamos apenas iniciado este gobierno, lo necesario era atacar frontalmente a las organizaciones criminales por todos los flancos posibles, el financiero por ejemplo es fundamental pues se les corta los recursos que a parte de las ganancias ilícitas, les otorga poder para adquirir armamento y sobre todo conciencias; así que estamos por ver cómo pronto el operativo se irá ampliando y quien sabe cuantos mas caerán en esta trama de contubernio. La cuestión es que siendo de la filiación partidista que sea, el mensaje es más que claro: no se va a tolerar ningún acto de esta naturaleza en este gobierno por mucho que militen en el partido que hoy ejerce el poder.

    Como muchos mexicanos que tiene identidad con la Cuarta Transformación, creo que la mayor exigencia debe ser hacia quienes forman parte de este proyecto, por eso este espacio lanza duras críticas, regularmente tomadas a mal por los destinatarios pero son siempre con la idea de que lo primero que se debe hacer para que este país alcance su máximo potencial es limpiar la casa desde dentro y si eso implica evidenciar a los que están coludidos con la delincuencia pues no queda de otra, así que muy bien por la presidenta y por Harfuch. Hay que mantener esa línea sin abandonar la otra que insistimos es primordial, las causas.

    Aprovechando, Donald Trump es un verdadero bravucón, ¿a poco no lo conocen? Lo destacable aquí no es su amago ya hasta desgastado, lo que destaca es que parece que se topó con la horma de su zapato. Ahí nomás para que quede constancia de que Claudia Sheinbaum no va a ser una perita en dulce en aquello de la relación bilateral con los Estados Unidos, échese un vistazo a la carta que envía al próximo presidente de esa nación. En pocas palabras y con la diplomacia haciendo gala, advierte que, o se lleva la fiesta en paz o le apostamos al a ver quien pierde más. En una de esas hasta se preocupan más los empresarios de allá que los de acá. Bien por Claudia.

  • El rumbo incierto de MORENA

    El rumbo incierto de MORENA

    Quizá no se vea o quizá no se quiera ver, pero de que la militancia de MORENA se siente molesta con el partido es una gran verdad, por más que en las giras de la dirigencia nacional, se esfuercen los liderazgos estatales por esconder el polvo debajo de la alfombra. Algo así como lo que sucedió el sábado pasado en Chilpancingo cuando el “aplausómetro” inducido se hizo presente ante la mirada de Alcalde Luján, Carolina Rangel y Andrés Manuel López quienes visitaron el estado sureño guerrerense para ofrecer una asamblea informativa.

    El problema no es que la algarabía se haga presente en un estado como Guerrero en el que si algo caracteriza a la gente es la alegría, el problema está en que los dueños del movimiento y patriarcas de la actividad partidista prefieren alardear la concentración del poder que someter los resultados del movimiento a la autocrítica como si todo en el estado, al menos en la actividad partidista caminara por el rumbo correcto cuando no es así. Un buen ejemplo es el padrón de militantes sobre el que versan más dudas que certezas desde que MORENA se constituyó como partido. Aquí cabe una pregunta clave ¿Qué dirigente partidista del estado realmente cuenta con la aceptación de la militancia más allá de las porras en los mítines? Puede parecer una pregunta incómoda, pero es parte de una realidad que se esconde tras los resultados electorales como si estos no hubieran sido fruto, primero de la trascendencia de López Obrador en su momento y hoy con la influencia de Claudia Sheinbaum.

    Ante esto hay un problema aún peor si la nueva dirigencia nacional de ese partido no comienza a poner un alto a esta inercia estatal de acordar todo de manera cupular haciendo valer la ley de la perpetuidad y nepotismo a la hora de definir las acciones, dejando al militante de pie como simple espectador sin posibilidad alguna de cuando menos participar en el debate que sugiere definir un nuevo rumbo en la política partidista. La semana pasada señalamos en este espacio que es un acierto las giras y que no hay de otra, Alcalde Luján aguantará la rechifla hacia otros, así como también es un buen avance que, con la experiencia de López Beltrán en el terreno electoral, se comiencen a fijar metas claras respecto al trabajo territorial, pero, para que el partido comience una etapa de transición hacia la institucionalidad, también hace falta confrontar de manera enérgica a los liderazgos para dejar en claro que el movimiento se construye desde abajo sin dejar paso a los chantajes y presiones de nadie.

    Sin embargo, tanto la experiencia mezclada con la juventud de esta nueva dirigencia (cosa que hay que reconocer) puede sufrir un traspiés si aquellos que controlan las esferas del partido – gobierno – partido en los estados, buscan imponerse desde el control del poder, haciendo creer que si se tiene el gobierno es por obra y gracia de las cúpulas y no por quienes sostienen al movimiento en las calles. No obstante, hay que respaldar a esta dirigencia bajo el entendido de que, respaldo no es sumisión, autocrítica no es descalificación, sino exigencia de que no se eche por la borda lo que se construyó por décadas.

    Pero bueno, esto pasa en Guerrero y hay que expresarlo con claridad aunque moleste al “toro” pero no es solo en ese estado el problema, esa lógica persiste en casi todo el país y más donde gobierna MORENA; la CDMX es otro ejemplo, a Sebastián Ramírez le quedó grande la dirigencia en la Ciudad que por sí sola y a través de los años se fue convirtiendo en una entidad de izquierda y que desde el 2021 no tuvo partido, es más, ni lo necesitó, dado que por su orientación heredada desde mucho antes que existiera el PRD, digamos que desde 1988 ya se organizaba para la lucha democrática.

    Sebastián Ramírez se hizo chiquito como dirigente pero enorme en la coyuntura de la elección pues se pasó el último proceso electoral haciendo compromisos con medio mundo a nombre de la Dra. Sheinbaum ofreciendo espacios en gobierno, apoyos, etc. Hoy que los grupos de la ciudad que no cuentan con el cobijo tribal lo corretean por los pasillos de Palacio Nacional o de Turismo para exigirle respuestas, no le queda más remedio que esconderse.

    En fin, la definición del nuevo comité ejecutivo en la capital del país está en puerta, claro que hay liderazgos notables que saben y entienden bien qué rumbo debiera tomar el partido pero también están los de enfrente, los que creen que toda actividad partidista se debe circunscribir al actuar del gobierno. Ojalá la influencia de la jefa de gobierno y, especialmente de la presidenta de la república den más cabida a los primeros pues ubican perfectamente ambos bandos. De lo contrario, el futuro como partido será incierto, otra vez.

  • En el PAN estaban mejor cuando estaban peor

    En el PAN estaban mejor cuando estaban peor

    El comentario en la “rayuela” del pasado lunes publicada en el periódico “La jornada” no pudo ser más atinado: “El PAN es una muestra de que las cosas siempre pueden empeorar” ¡Y vaya que sí! Pues a partir de que formalmente rinda protesta su nueva dirigencia, irán empeorando las cosas tanto en la vida institucional de ese partido como su pérdida de legitimidad frente al electorado. Probablemente las razones para aseverar que la decadencia panista se irá consolidando salgan sobrando. ya muchos análisis se han hecho al respecto acerca de cómo fue perdiendo incidencia ese partido en el acontecer político, así que sería redundar sobre las causas, pero lo cierto es que la camarilla que hoy estará al frente ni cambiará la tendencia al desencanto, ni mucho menos posee la solvencia moral para establecer una nueva ruta que, cuando menos, recomponga la relación quebrantada con su propia militancia.

    Es cierto que su proceso interno no fue más un trámite para que el multi desprestigiado Jorge Romero alcanzara la principal posición partidista pues los grupos de poder están más que definidos y jamás aceptarían un proceso de renovación, pero también es cierto que, al igual como le sucedió al PRD, puede un grupo hacerse dueño de las siglas (y de las prerrogativas) pero de eso a reposicionarse como fuerza política capaz de hacer frente a MORENA está más que en chino. A esto vayámosle sumando el primer problema que enfrenta Jorge Romero y que no es otra cosa más que la aplastante presencia de Claudia Sheinbaum quien tiene perfectamente identificados los nexos de este señor con el cártel inmobiliario. Tan es así que la propia presidenta de la república señala sin miramientos. que es él, Jorge Romero, el jefe principal de dicho cártel y para nada se equivoca, pues las investigaciones han arrojado la manera en que este panista de oscuro pasado y presente, ha tejido su amplia red de complicidades para beneficiarse política y económicamente, siempre llevando una de la mano de la otra.

    La cuestión es que, los genuinos militantes que le sobreviven al PAN, hoy pueden asegurar que estaban mejor, cuando estaban peor porque un presidente elegido en esas condiciones y en el contexto político actual, ¿qué posibilidad tendría de re orientar el rumbo de su partido cuando carga con la mancha de la corrupción y cuando carece de ideas para construir una oposición con suficiente solvencia ideológica? Claro está que ninguna, y, si a eso le agregan la soberbia con la que expresa que solo una vez tenderá la mano al gobierno para generar el diálogo pues mucho menos. Perdón la ironía pero… ¡Qué gentil resultó el señor Romero! Como era de esperarse, la mano quedó en el aire; ni modo que la Dra. Claudia Sheinbaum se siente con delincuentes.

    Así las cosas en el PAN y en el PRI ni se digan, cortados por la misma tijera y compartiendo el mismo dolor parece que se abre la posibilidad para que emerja una nueva fuerza política que comprenda la realidad que se vive y se ajuste más a los intereses de las mayorías. Digamos que el tiempo de las viejas estructuras burocratizadas de los partidos llegó a su fin. Quizá en esta reflexión también debiera haber un llamado de atención para MORENA, parece un buen comienzo de los nuevos dirigentes el realizar giras en los estados, aunque tengan que aguantar las rechiflas bien ganadas contra las representaciones estatales, pero después de un proceso tan complicado en el que se aceptó todo tipo de candidatas y candidatos (incluídos los de “dudosa procedencia”) pues ni modo de esperar a que todo fuera miel sobre hojuelas.

    Hay muchas cosas que recomponer en MORENA para no caer en el espejismo ese de que todo está a toda madre porque se ganó la presidencia y se tiene la mayoría en las cámaras porque ahí radica el pecado de las dirigencias estatales, creer que todo está bien y va por el camino correcto no es otra cosa que tapar el sol con un dedo. No debería haber espacio para la confusión y menos al conformismo, la autocrítica debiera hacerse presente para identificar en qué estados es hora de poner orden y abandonar esa tendencia inexplicable de circunscribir las tareas del partido al ejercicio de gobierno.

    Ese es el caso de la Ciudad de México donde el presidente se le fue más la gestión en la complacencia tribal y en la promoción de los logros de gobierno que en la emancipación del movimiento. Por cierto, movimiento que el recién nombrado subsecretario de turismo, pareciera no comprender del todo pues no hay alcaldía en la que no se reclame la soberbia con la que se conduce hacia los compañeros. Sebastián Ramírez es avivado, talentos le sobran como servidor público, solo que a un movimiento partidista que alcanzó el cenit tras décadas de lucha democrática lo primero que requiere es de humildad. 

  • Plan Nacional de Energía

    Plan Nacional de Energía

    Fueron meses y meses de trabajo arduo para que la reforma energética pudiera ir tomando forma hasta llegar a lo que hoy se conoce como el plan nacional de energía y que corresponde a una visión diferente acerca de las empresas estratégicas del Estado, así como su enorme trascendencia para el país. Por supuesto que el antecedente inmediato se remonta a la administración de López Obrador, pero hoy es una realidad a partir de los cambios constitucionales recientes impulsados desde Palacio Nacional.

    Pero en esto de la energía eléctrica, obligadamente hay que partir de dos realidades que para nadie son un secreto en la CFE. La primera es el saqueo que por años sufrió la empresa a manos de funcionarios voraces a lo que habría que sumar el abandono intencional para justificar la entrada de poderosos intereses económicos; la segunda es que, concatenada con la primera, nuestro sistema eléctrico nacional poco alcanzaba en esas condiciones para satisfacer la demanda de los usuarios. Ambas realidades exigen de este gobierno tomar el rumbo adecuado para que, tanto los recursos públicos como los privados sean destinados de manera transparente y eficaz en aras de alcanzar el objetivo de este plan.

    En ese sentido, y tal como establece el plan, los empresarios mexicanos tienen frente a sí una oportunidad de oro para incorporarse a dicha estrategia que sin duda les generará dividendos a diferencia de las condiciones actuales, pues, así como estaba la política pública para el sector, poco podrían hacer frente a competidores extranjeros. Es decir, la justicia energética que hoy se configura como uno de los ejes más destacados de esta estrategia de Claudia Sheinbaum, también contempla a los empresarios mexicanos que buscan invertir en temas que beneficien y alienten el desarrollo del país. Estando así las cosas, esa idea de robustecer a nuestro sistema eléctrico, sí o sí verá la participación privada con nuevas reglas que dejen en el pasado el tráfico de influencias acostumbrado desde tiempos remotos.

    Si ya de por sí esto son buenas noticias para todas y todos en el país, a eso hay sumarle los beneficios que trae consigo la soberanía energética pues el Estado, teniendo la rectoría podrá garantizar su desarrollo. Sumemos también los beneficios para el medio ambiente puesto que se prioriza la transición energética que pondrá a este país a la vanguardia no sólo en el continente a mediano plazo, sino que llegará a ser modelo en otras partes del mundo.

    Cada eje anunciado en este plan deja una buena impresión y marca claramente la tendencia de este gobierno respecto al sector. Es fundamental que se apueste por las cocinas limpias que principalmente beneficiarán a las madres jefas de familia, o que se pretenda expandir todo un programa de parques fotovoltaicos lo cual no es innovador en sí, ya existe, sin embargo estos cuentan con la posibilidad de ser aún más exitosos si el eje no solo se reduce a la captación de energía sino que a su vez apuesta por el almacenamiento que es una de las principales dificultades. Aquí resulta necesario hacer un paréntesis, hay empresas orgullosamente mexicanas que dejaron de utilizar el litio en baterías introduciendo nuevas tecnologías no contaminantes o menos contaminantes como el grafeno. Apostar por estas empresas y trabajar de manera coordinada puede acortar el plazo para que el plan cumpla con su objetivo. 

    En fin, Claudia Sheinbaum ha arrancado su mandato con pasos contundentes y parece ser que no hay obstáculos significativos que puedan retrasar el proceso de transformación, ya en enero quizá aparezca uno llamado Trump, ahí veremos otra historia porque de que la relación con el país vecino cambiará, ni duda queda.