Categoría: Norman F. Pearl

  • La candidatura de MORENA en 2024 deberá estar mimetizada con la 4T y el presidente

    La candidatura de MORENA en 2024 deberá estar mimetizada con la 4T y el presidente

    Si queremos encontrar alguna similitud entre el antiguo “partidazo” y MORENA, es qu en este momento, no se vislumbra posibilidad alguna para que el partido en el poder pierda la presidencia. Hay razones suficientes para pensarlo. 

    Antes, cuando el presidente de la república en turno decidía quien habría de ser el sucesor, como parte de un mecanismo demagógico, pedía a Fidel Velásquez, líder eterno de la CTM, anunciara el nombre de quien sería el candidato, este, posteriormente asumiría como presidente. 

    MORENA, por su parte, ha decidido respetar su estatuto y utilizar el único camino señalado en el documento básico. Será por encuestas, una de reconocimiento que depure, y otra, la final, que estará decidiendo el nombre de la mujer o el hombre que contenderá bajo las siglas del partido y alguna(as) asociación(es) políticas que busquen ir en coalición.

    El mecanismo de encuesta abierto a toda la población con un sentido incluyente, es la gente quien tendrá la potestad de elegir a quién habrá de representarlos en la competencia por la presidencia de la república. El método institucional de MORENA sólo podría ser modificado por el próximo congreso que no vislumbra, entre sus propuestas, algún cambio al respecto. Debemos recordar, Ricardo Monreal, que ciertamente es, todavía, militante de MORENA, sugería la elección del candidato fuera como lo realiza el Partido Acción Nacional, en primarias cerradas a consejeros o delegados, qué, por su reducido número, podrían ser influenciados con mayor facilidad. 

    Los mexicanos, en virtud de los innegables avances en todos los órdenes, incluida la seguridad nacional, hemos decidido el sucesor del Presidente López Obrador sea otro Andrés Manuel pero esto es imposible. Es difícil, por no decir que imposible, alguna persona reúna las cualidades humanas de dicho personaje: honesto, humanista, pasional, trabajador, creativo, inteligente y visionario. Si, no es fácil encontrar un liderazgo con tantas virtudes que conmueva inclusive a sus peores detractores. El 27 de junio de 2018, Jesús Silva-Herzog Márquez, escribiría para el “País” lo siguiente: “Si el candidato de MORENA a la presidencia de México vence el domingo, su historia será la de alguien que ha creído siempre en su causa y, sobre todo, en sí mismo. No tiene ni padrinos, ni compañeros, y pondrá a prueba a todos”. Y agregaría: “Es el político más raro y talentoso que ha conocido México en muchas décadas”. 

    La aseveración de Silva-Herzog -que comparto- echa por tierra los discursos acomodaticios de Fernández Noroña y Ricardo Monreal, que con toda impunidad insisten en decir que son amigos del presidente. Este, por su parte, lo niega con la ironía que lo caracteriza.  Muchos, la mayoría del pueblo, creemos logró la presidencia a pesar de tantos…

    Alguna vez escribí la reelección debería ser una potestad del pueblo, de la misma forma que ahora es la revocación de mandato. Pero para que ello suceda, tendrían que presentarse cambios normativos, y, sobre todo, la anuencia de nuestro personaje que en todo momento ha negado esa disyuntiva.

    Como no es posible volver a tener a López Obrador en la boleta, ni podemos encontrar a nadie con esas singularidades, lo más próximo a la eficiencia sería encontrar a una persona que respete su legado político y un proyecto de nación que genera tantos cambios positivos a pesar de una frágil resistencia estéril.

    ¿Y cómo encontrarla? Sin duda debemos hacer un recorrido por las trayectorias de todos aquellos que hayan compartido sus luchas, ideas, trabajos, iniciativas, desvelos e ilusiones. Esto sólo será posible en los más cercanos, en el “entorno vivo”, en los que se han fusionado hasta llegar a mimetizarse sin perder su esencia para seguir ampliando las propuestas que nuestro país espera. 

    La ciudadanía, responsables de la elección específica, han estado votando en encuestas previas por los posibles candidatos que podrían representar a MORENA en la elección de 2024. La mayor aprobación tiene la misma consistencia de hace tiempo: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, seguidos con una gran distancia por Adán A. López y al último, Ricardo Monreal, que asegura no participará en la encuesta de este partido. Sin embargo, el senador garantiza estará en la boleta para la elección presidencial del 2024, lo que sugiere lo hará por la oposición. El PRIANRD, a pesar de sus desencuentros en el estado de México, han confirmado, irán en alianza y ya barajan sus nombres: De la Madrid, Ricardo Anaya, Santiago Creel, Gabriel Quadri, Lilly Téllez y otros, sin que aparezca, todavía, el legislador rebelde. Su cercanía, hermandad, dirían algunos, con Dante Delgado, lo sitúan en Movimiento Ciudadano, en especial porque el hijo de Colosio ha dado un no definitivo.

    ¿Qué personas podrán entrar a las encuestas de MORENA?

    “Técnicamente”, TODOS los ciudadanos mexicanos mayores de edad que no tengan algún impedimento legal. Pero, hay que matizar no se podría hacer una encuesta con 90 millones de personas, así que será la Comisión Nacional de Elecciones en MORENA los que tendrán la facultad de elegir a los participantes en virtud de sus perfiles. Sería deseable, el precandidato, provenga del mismo gabinete pues ha compartido trabajos y objetivos del partido y el presidente. También, será importante, haya gobernado a un estado que ponga en claro su capacidad para conducir. Que tenga, además, atributos suficientes de honestidad y buen nombre. 

    La Comisión Nacional de Elecciones en MORENA, deberá atender también los antecedentes de los aspirantes a participar en las encuestas. No es posible que un diputado de otro partido, por razones protagónicas, pueda ser aceptado en esas listas después de haber votado junto al PAN las propuestas de iniciativas en MORENA. Sería un terrible despropósito. 

    Hay que tener presente, ante una posible alianza electoral, el partido mayoritario, por razones obvias, impondrá al candidato. 

    Ignoramos si en 2024 MORENA irá en alianza electoral con el PT y el Verde, lo que si sabemos es que MORENA tiene una intención de voto, para aquel proceso, de un 40%, el Verde 5% y el PT 2.5%. 

    Lo procedente es que MORENA haga su proceso de selección y, entre otros acuerdos, comunique que persona será el candidato a la presidencia de la república por parte de la alianza. 

    El compromiso que adopten PT y Verde con MORENA en 2023 para la elección del estado de México será determinante para conocer el grado de solidaridad futura. No podemos olvidar ambos fueron adversarios en 2017.

    La fortaleza electoral de la candidatura estará determinada por la generosidad de los precandidatos(as) para abrazar como causa común el apoyo a quien resulte vencedor(a) en las encuestas.

    “La unión hace la fuerza, la discordia la debilita”

    (Esopo)
  • Cuauhtémoc y Porfirio, de la gloria al precipicio

    Cuauhtémoc y Porfirio, de la gloria al precipicio

    A fines del año 1987, México vivía con ilusión un episodio inédito, el PRI se enfrascaba en una lucha intestina entre los conservadores y su disidencia (corriente democrática) estos, esgrimían argumentos válidos en su forma: criticaban el rumbo neoliberal que se orientaba en la economía del país, pero, en especial, se oponían a que siguiera siendo potestad del gobernante en turno la selección del candidato presidencial del partido, que hasta ese momento, siempre había ganado los comicios específicos con cierta comodidad. Entre los detractores, se encontraba un hijo del general Lázaro Cárdenas, quien demandaba la candidatura para sí mismo. Le acompañaban en ese camino, figuras notables por su incuestionable trayectoria política y administrativa.

    Así vimos a Ifigenia Martínez, Rodolfo González Guevara y a un locuaz Porfirio Muñoz Ledo, que ya daba muestras de una ambición permanente que le acompañaría toda su vida. Debemos tener presente en todo espacio del texto, el presidente Lázaro Cárdenas del Río, quién gobernara México en el periodo 1934-1940, tuvo un gobierno humanista, y cercano, muy cercano, a la gente.

    Es él, quien, en beneficio de las mayorías, decide expropiar la industria petrolera que estaba en manos del extranjero. También, inicia la reforma agraria en todo el país, expropiando a los latifundistas. Estos hechos, y muchos más, no pasarían desapercibidos para una población que agradecía, por fin, un presidente estuviera con los desposeídos.

    La popularidad del presidente Cárdenas, (“tata Lázaro” para muchos) tuvo una larga vigencia que favoreció en todo momento el camino político emprendido por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su hijo.

    A la salida del PRI, la corriente democrática, empezó sus trabajos para consolidar una candidatura opositora importante. Impondrían a Cuauhtémoc como una figura que replicaría los resultados de su padre.

    En Octubre de 1987, el PARM (Partido Auténtico de la Revolución Mexicana) también llamado el “partido de los generales” (Barragán y Treviño), que se habían escindido del “partidazo”, registraban a Cárdenas como candidato a la presidencia de la República. En 1988, la izquierda constituida por el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el Partido Mexicano Socialista (PMS) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) así como importantes organizaciones civiles, conformarían el FDN (Frente democrático Nacional) y también le postularían.

    La elección de 1988, mostró el hastío de la población y aunque no logró romper la hegemonía del partido eterno, ya evidenciaba su incipiente fragilidad. Cárdenas demostró ser el candidato ideal en ese momento.

    Al hijo del general le alcanzaría para volver a ser candidato presidencial en 1994 y el año 2000 bajo las siglas del PRD con resultados desastrosos para sus expectativas (tercer lugar). Antes del 2000, habría ejercido con autoridad su herencia ganando cómodamente la jefatura de gobierno del Distrito Federal en 1997, capitalizando magistralmente sus orígenes y la circunstancia de que el Distrito Federal era la vanguardia de la izquierda en nuestro país. Hasta ahí llegarían los inmerecidos beneficios paternos.

    A principios de 2005, Cuauhtémoc Cárdenas, “el iluminado” arrancaba su precampaña para la contienda de 2006 en el PRD, haciendo caso omiso de sus fracasos y el cambio generacional que ya no reconocía sus apellidos.

    Andrés Manuel López Obrador, había hecho un gobierno espléndido y estaba mucho mejor posicionado para esa candidatura habiéndolo demostrado con creces al ganar la elección presidencial. No obstante los resultados, Cárdenas, a partir de ese momento, mostraría sin ambages sus odios y rencores contra el presidente, descalificando cada una de sus acciones.

    La vida política de Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, no es muy distinta. Su ambición por el poder o su cercanía con el mismo lo delata. Baste recordar su pasado adulador con el gobierno criminal de Luis Echeverría Álvarez a quien sirvió como secretario del trabajo. Sus asesorías pagadas a Vicente Fox y a Miguel Ángel Mancera, la solidaridad y apoyo reciente a Movimiento Ciudadano. todos adversarios y depredadores del pueblo mexicano.

    Nadie puede negar sus recorridos acomodaticios explícitos con el PRI, PRD, PAN, PARM, PT, y MC., para él todo es lo mismo, solo una posibilidad concreta para obtener alguna cuota de poder. Deliberadamente no puse a Morena como parte de su recorrido porque nunca fue militante. Puedo confirmar a Porfirio le regalaron una diputación plurinominal como externo, que le permitió asumir -por cortesía- la presidencia de la mesa directiva por un año. En 2021, exigía le volvieran a dar otra diputación en las mismas condiciones (aceptando su condición de externo)

    Algunos se preguntan ¿y cómo quería ser presidente de Morena sin ser militante? La respuesta es muy simple: el INE lo habilitó con evidencia documental falsa y la CNHJ del partido lo avaló.

    Hace unos cuantos meses, Muñoz Ledo, sin escrúpulo alguno soltó el falso rumor que el gobierno de México le ofrecía la embajada de México en Cuba. Algo grotesco, pues el no debe representar a un gobierno, que en su opinión y sin prueba alguna, tiene nexos con el narcotráfico. Este sujeto es capaz de vender su alma al mismo diablo si encontrara algún beneficio.

    Para terminar, quiero compartir un testimonio que escribí y comenté en varios medios con anterioridad, y lo hago, porque no ha perdido su vigencia. En 2006, Andrés Manuel López Obrador cerraba su campaña en el zócalo de la ciudad de México, que presentaba un lleno absoluto. El conductor del evento, con mucho entusiasmo, presentaba al orador que daría inicio al importante acto político. Se trataba de un desprestigiado individuo que mucha gente le había seguido la pista. Si, era Porfirio Muñóz Ledo, el “ajonjolí de todos los moles”, el que se había postrado ante Fox y tantos otros actores en busca de migajas indignas. Los seguidores del candidato y sus simpatizantes lo recibieron con la silbatina mas larga y estruendosa que escuché en toda mi vida, desaprobando su larga conducta pendenciera y arribista.

    Cuauhtémoc Cárdenas tiene 88 años y Porfirio 89, ambos viven en plena senectud, es decir la ultima fase de sus inviernos. Sin embargo, no podemos atribuir sus envidias, odios, rencores, y ataques hacia el presidente por esas razones cronológicas, siempre pensaron que ellos, y nadie más, lo merecían todo.

    Cierro parafraseando a San Francisco de Asis en un mensaje para los ambiciosos.

    “Tengo poco, pero esto resulta mucho en lo que necesito para ser feliz”

  • Avance inexorable de Morena hacia la victoria en el Edomex

    Avance inexorable de Morena hacia la victoria en el Edomex

    Desde ahora podemos inferir resultados, con alto grado de confianza, en la “lucha” que tendrá Morena, contra un grupo compacto que todavía no tiene claro a quien debe apoyar. Y me refiero al “cártel de Atlacomulco” como un poder político y económico que no podemos desestimar.

    Esta agrupación, con toda seguridad, habrá de participar en la elección de un candidato que reaccione a sus intereses sin que su pragmatismo descarte posibilidad alguna:

    •  Aceptar el “madruguete” de Marko Cortés (PAN) que seguramente contó con la anuencia de Claudio X González, “líder” artificial del conglomerado de la derecha explícita: PAN, PRI, PRD, en  el nombramiento de Enrique Vargas Del Villar, cuyo oscuro pasado le impedirá ganar más allá de Huixquilucan. Representando, -también- un rompimiento institucional tácito con Alejandro Moreno (alito) y su gestión vergonzante.
    • Esperar “tiempos legales” para hacer valer el convenio de la alianza “Va por México” que establece sería el PRI, sólo el PRI, quien tendría la potestad de elegir al candidato común de ese ente multipartidista.

    Alejandra Del Moral, es la cabeza visible para representar a ese partido en agonía. Entre sus “virtudes”, se encuentra la sospechosa operación del “salario rosa” que beneficia a miles de mujeres previamente seleccionadas en el estado.

    • Romper protocolos, acuerdos y lealtades aliancistas sacudiéndose al PAN y PRD que en el estado de México tienen una presencia menor, apostando por una libertad de gestión que siempre tuvieron y les mantuvo en el poder por tanto tiempo. Si el PRI decidiera ir sólo, antes deberá analizar los motivos de ese 42% en la población mexiquense que ha declarado JAMÁS votaría por ese partido. Esto debe ser especialmente preocupante.
    • Entender y admitir su fragilidad ante un Morena enérgico y convincente entregando la “plaza” en una transición tersa desde el primer día del proceso electoral. Me permito sugerir acepten esta alternativa por su decoro, civilidad y sentido práctico.

    Recordemos 2017, año de la elección pasada en ese estado, el partido revolucionario institucional,  jugaba su última carta desde el poder para “defender” a la “joya de la corona”. Peña Nieto, con descaro inconmovible desplegaba a todo su gabinete en diferentes municipios mexiquenses para asegurar se cumpliera la operación electoral necesaria: compra de votos, entrega de despensas, tinacos y otros enseres, entre el escándalo y la frustración de la ciudadanía. Uno de los actos más grotescos que se vivieron, fueron las visitas a las casas de todos los inminentes representantes de casilla de Morena pagándoles para que simplemente no se presentaran, desprotegiendo así, el voto de una población ilusionada. Nunca olvidaremos la ignominia de José Ramón Narro Robles, quien se desempeñaba como secretario de salud, habiendo sido rector de la UNAM, dilapidando su prestigio y convirtiéndose en un vulgar “matraquero del PRI”, como le llamara el ahora presidente de la república. 

    Para infortunio del antiguo “partidazo”, las próximas elecciones en 2023 serán muy distintas, no contará con la complicidad del gobierno federal, y en especial, con aquellos abundantes  recursos provenientes de “estafas maestras” y actos de corrupción diversos, que compraran las más humildes percepciones.

    2017 quedará como un año funesto para la democracia mexicana por violaciones reiteradas a los derechos electorales, pero también será recordado como un poderoso ejercicio de Morena en una fase previa al triunfo de Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de nación compartido por tantos millones de mexicanos.

    “Delfina Gómez robó dinero de trabajadores para su campaña en Texcoco y López Obrador la recompensa para una candidatura para el Edomex”.  Mentiría a la defensiva Marko Cortés, quien, por su parte,  deberá  justificar la decisión de elegir a Enrique Vargas Del Villar, quien fuera detenido en 2001 por haber golpeado a varios policías y atropellado a uno de ellos. En 2004, se generaba una orden de aprehensión para su captura y  posterior ingreso al Reclusorio Oriente al golpear a su tía con una botella hasta dejarla bañada en sangre (existen abundantes textos y testimonios gráficos)). En junio de 2018, el violento junior sería evidenciado por la revista “proceso” en una investigación por “un rancho que habría robado, engañando y estafando a la sociedad. Enrique Vargas es un corrupto, delincuente y ladrón”. Hasta aquí la breve reseña del panista.

    El pasado mes de enero, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ratificaba la multa que el Instituto Nacional Electoral había impuesto a MORENA por $ 4.5 millones de pesos, debido a que no había reportado donativos de algunos trabajadores en el ayuntamiento de Texcoco (encabezado por la maestra Delfina Gómez) por $ 2.2 millones de pesos durante el periodo de febrero de 2013 a julio de 2015. El mismo Tribunal acreditó que el único responsable del acto era el partido y en ningún caso se tenía evidencia de algún beneficio concreto y directo a favor de la campaña electoral para diputada de la ciudadana Delfina Gómez Álvarez.

    Este grosero embuste del panismo nace en 2017 para intentar frenar el avance de la actual secretaria de educación que se perfilaba como la ganadora en esas elecciones estatales. 

    Al prianismo le funcionó el “peligro para México” en 2006 y 2012. En 2018, la población los mandó al demonio. “El robo a los trabajadores por Delfina” tuvo algún impacto en 2017, la reciente resolución del Tribunal irónicamente les quita la “bandera”, y esa mentira, en que ahora Marko Cortés reincide, pierde su impacto y cometido. 

    “Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad” (Joseph Goebbels) aconsejaría Carlos Alazraki el judío publicista hitleriano.

    En las pasadas elecciones, por la “joya de la corona”, se pudo comprobar el inicio en la caída del Partido Revolucionario Institucional, qué a pesar de sus trampas y uso multimillonario de recursos oficiales, sentía, como pocas veces, el poder razonado y conciente de una parte del pueblo, quienes en pleno uso de sus derechos electorales, buscaban un cambio para las comunidades, y en ellas, sus vidas y sus propias conciencias.

    Alfredo Del Mazo, fiel representante del grupo Atlacomulco, y primo del presidente en turno, que abanderara al PRI, Verde ecologista, Nueva Alianza y PES, obtuvo una votación mayormente comprada del 33.56%.

    Delfina Gómez Álvarez, candidata solo de Morena, sorprendía a “Tirios y Troyanos con el 30.78% de los votos, faltando aquellos que nunca fueran contabilizados por carecer de representantes.

    Juan Zepeda Hernández, representaba a un PRD todavía fuerte por el impulso que le diera López Obrador y ganaba el 17.84% de la votación.

    Josefina Vásquez Mota, la panista premiada -antes- por Peña Nieto con mil millones de pesos en un oscuro fideicomiso para migrantes, obtenía un ridículo 11.27% , resultado proporcional a la simpatía que despiertan ella y su partido en aquel estado. 

    Teresa Castell De Oro Palacios, un préstamo “independiente del PRIAN” que ahora goza de una diputación federal por parte del PAN, tendría un 2.15%.

    Y Oscar González Yáñez, quien compitiera por el PT, haría el trabajo sucio en favor del PRI denostando a López Obrador y a la misma Delfina con la saña característica de los mercenarios. En los últimos días de la campaña, le obligarían a  renunciar a “favor” de la candidata de Morena. Ganaría un 1.08%. 

    Las cosas han cambiado dramáticamente en el estado de México, a principios de este mes de agosto, Mendoza Blanco y Asociados, Covarrubias y Asociados y la Comisión Nacional de Encuestas de Morena, publicaban encuestas exclusivamente por partido, sin candidatos, cuyas coincidencias y promedios arrojaran las siguientes conclusiones:

    Morena 37%, PRI 16.7% y PAN 7.7%. Para este ejercicio, la chiquillería no habría sido contemplada.

    Conociendo los nombres de algunos potenciales candidatos, se presume Morena aumentaría la distancia con sus competidores.

    Por último, en un intento desesperado del PRIAN por restar “méritos de raza” a la profesora Delfina Gómez, han promovido en Twitter un hashtag o numeral denominado #Delfindia, queriendo ignorar que el 90% de los mexicanos somos indígenas o mestizos. Ese debe ser el tiro de gracia para los “rubios” integrantes de “Va por el 10% de México”.

    Dedico la siguiente cita de Abraham Lincoln al priismo nacional y mexiquense:

    “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

  • El dueto Monreal-Gibrán, entre la traición y el desprecio popular

    El dueto Monreal-Gibrán, entre la traición y el desprecio popular

    Ricardo Monreal Ávila es un personaje político, cuya capacidad de operación y astucia, no es desdeñada por nadie. Su relación con la izquierda mexicana ha sido tan coyuntural como anecdótica. Por ello, podríamos pensar lo invada cierta incomodidad ideológica. 

    A los quince años, Ricardo ya formaba parte del PRI (Partido Revolucionario Institucional) en su natal Zacatecas. Muchos años después, y habiendo sido diputado federal en tres ocasiones, el joven no podía contener sus expectativas y ambiciones. Él, y nadie más, pensaba, debería ser el candidato a la gubernatura de su estado. Sin embargo, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI no pensaba lo mismo y entregaba la candidatura a otro actor con mayor relevancia partidista. La rebeldía y popularidad de Ricardo no fueron ignoradas por quién sería, a partir de ese momento, su inspiración y guía para lograr las posiciones mas importantes en su propia historia, recibiendo la candidatura por parte del PRD.

    Andrés Manuel López Obrador era a la sazón, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, que dirigiera desde 1996 a 1999.

    Ricardo Monreal, con las siglas de ese partido, ganaría la ansiada posición y gobernaría hasta el año 2004. Después, con Morena, de 2014 a 2017 sería el titular de la importante Delegación (ahora alcaldía) Cuauhtémoc, en la ciudad de México. Y de 2018 al presente, es el coordinador de los senadores de Morena y Presidente en la Junta de Coordinación Política del senado.

    De forma intercalada, tuvo otros “encargos” derivado de Movimiento Ciudadano (MC) y el PT (Partido del trabajo).

    Es difícil cuestionar su experiencia política y administrativa, para algunos, incomparable, sin embargo, también existen puntos negros que hoy la ciudadanía exalta en redes con severidad ubicándolo sin posibilidades en una potencial contienda por la presidencia de la república en 2024.

    En 2018, participaba en una encuesta por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. En la sumatoria de votos y  virtudes, perdía ante Claudia Sheinbaum. Durante algún tiempo, sugirió su cambio de bando a la derecha, regresando a sus orígenes, pero terminó por entender era una opción suicida que le dejaría en el camino. Tendría un premio, para algunos, inmerecido.

    Desde el máximo puesto en el senado, ha cumplido en la operación de iniciativas presidenciales, con generosas concesiones a sus pares opositoras que le han creado un clima de amistad y confianza extrapartidaria de largo aliento.

    La relación con el presidente López Obrador, Morena y la militancia está rota, en virtud de la temeridad en sus procederes: Complicidad abierta con el PAN (Julen Rementería), PRI (Osorio Chong) y MC (Dante Delgado) para “poner en jaque” al legítimo gobernador morenista de Veracruz.

    Apoyó “sin disfraz” en 2021 a candidatos del PRIAN en la Ciudad de México que terminaron por afectar los resultados del partido.

    Insiste obsesivamente en cambiar el método de elección del candidato presidencial en Morena (encuesta), sabiendo, esa propuesta que modifica el estatuto, no sería llevada nunca a un congreso para su aprobación, toda vez que cancela la posibilidad de que el pueblo participe. Él busca elecciones primarias al interior del partido, pues resulta más cómodo “conmover” a unos cuantos consejeros.

    Si bien es cierto, no puedo incluir todos sus deslices, quiero terminar éstas observaciones con una declaración por lo menos soberbia: “Soy un socio, no un subordinado de López Obrador”. 

    El proceso hacia una potencial candidatura por parte de Ricardo Monreal, inició hace mucho con un desfile por cabinas y sets de televisión, que curiosamente, obedecen a medios identificados con la oposición. Varios de ellos (Televisa y Milenio) en 2017, se encargaron de crear un “vocero” de Morena NO autorizado por el partido, para que debatiera con los partidos oficiales y “les ganara”. Era un “humilde hijo de maestros” (Pedro Salmerón, 7 de septiembre 2020) su padre fue asesor de Salinas de Gortari, colaborador de Ciro Murayama en grupo “Nexos”,  estando al frente Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, conocidos depredadores de la izquierda y su máximo referente. Su nombre, que creara algunas expectativas en los jóvenes por su descaro, instrucción y “sospechosa” inteligencia, era Gibrán Ramírez. Más tarde, los mismos medios, buscarían hacerse de Morena con este “Telecandidato”, que se había inscrito en búsqueda de la presidencia del partido. El resultado no fue el esperado, Gibrán y sus patrocinadores no concebían que en la primera encuesta quedara rezagado, ésta era de conocimiento y el chico había sido intensamente difundido. El pequeño Gibrán no era ubicado por nadie dentro de Morena, todos nos preguntábamos de donde venía. Yo era el representante propietario de Morena ante el IEEQ y miembro del Comité Ejecutivo Nacional, también participaba por la Secretaría General del partido. Ramírez, desesperado, insultaba a Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, los punteros. Llegaron los resultados de la segunda encuesta y Delgado sería el ganador irrefutable. Unos días después, Gibrán Ramírez reculaba en sus ofensas y llegaba a tomarse la foto con el nuevo presidente. En su reconocimiento, estaba implícita una solicitud de candidaturas para él y sus allegados. Mario le dijo que sí, pero no le dijo cuando, quedando grotescamente “chamaqueado”.

    Regresó a sus guerras, a través de los medios señalados,  incluyendo como destinatario principal, ahora, al mismo presidente de la república. Empezó por atacar a sus seguidores a quienes llamó “secta”, logrando un desprestigio casi inmediato. Ricardo Monreal lo cobijaba para usarlo como vocero alterno y que defendiera su posicionamiento ante las encuestas. El muchacho se tornaba violento y déspota, ya no cuidaba las formas, todos le pedían se fuera de Morena porque no era un militante digno. Él contestaba era un miembro fundador, sin aceptar su afiliación había sido fortuita, y sin reconocer públicamente la dedicatoria de su tesis de grado a Germán Martínez, presidente nacional del PAN, por haber sido su padrino y orientador político y a quien debía su doctrina prianista.

    Hace unos días, arrastraba a otros en su reflexión: “Algunos hemos perdido un poco la fe en AMLO”. Como si alguna vez, él y su grupo, la hubieran tenido. 

    Por si fuera poca la carga que Gibrán representa, que no es poca cosa, en términos de desprestigio. Ricardo Monreal ha sumado a su “proyecto de nación”, al exgobernador de Michoacán Silvano Aureoles, quien acusara al gobierno federal por nexos con el narcotráfico en las elecciones pasadas, creando un falso discurso para la oposición, al tiempo que saqueaba impunemente a su estado entregando recursos al nacimiento de Latinus. El corrupto e irracional perredista es investigado por la Fiscalía General de la República.  

    El descrédito acumulado por Ricardo Monreal y sus “fichajes”, no permiten considerar siquiera, la posibilidad de que el senador pueda ser incorporado a la encuesta de Morena para competir por la candidatura a la presidencia de la república. Muchos pensamos es un acto deliberado para orientar su salida y al mismo tiempo congraciarse con una oposición que siempre lo ha considerado entre los suyos.

    “La traición no es confiable en ninguno de los bandos, la lealtad es admirada hasta por el enemigo” 

    Simón Bolívar
  • Fernández Noroña, un porro antagonista del presidente, exige oportunidades

    Fernández Noroña, un porro antagonista del presidente, exige oportunidades

    Si hablamos de José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, pocos le ofrecerán un contexto, pero, si empleamos un simple “Noroña”, todos tendremos presente a un congresista “fosilizado” que desde un principio se distinguió por sus arengas y disertaciones apasionadas que siempre encontraban a un destinatario odiado por el pueblo. Esta “coincidencia”, le ha permitido construir una imagen de “vengador revolucionario” que algunos le compran. Poco importa que antes o después, en lo oscurito, abrace a sus interlocutores. Quedarán como leyendas urbanas, repetidas a la menor provocación, los “valientes sermones” a Genaro García Luna y al resto de las “víctimas” elegidas. 

    Hay quienes piensan que el debate es la parte medular del trabajo legislativo y no es así necesariamente. Generalmente el Pleno decide sobre acuerdos previos de sus coordinadores y el resto es parte de un “show”, que a veces, se torna irrelevante.

    El trabajo sustancial de un legislador es representar con objetividad los intereses de ese conglomerado que hubo votado por él, cumplir con las ofertas de campaña y vivir en carne propia los problemas de aquella comunidad. La actividad que da sentido al nombre es la de LEGISLAR, que es el acto de hacer o establecer leyes, dando inicio a este proceso a través de la creación de iniciativas de ley por parte de los diputados que están moral y profesionalmente obligados.

    Noroña, representa al distrito electoral federal No. 4 en Iztapalapa desde 2018, y hasta la fecha, pues fue reelecto en 2021 por los votantes.

    Me propongo demostrar con algunos ejemplos, que José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña siempre ha sido un pésimo legislador, pues no ha cumplido con los más elementales requisitos para serlo. Sus gritos y “sombrerazos” le han dado un “prestigio” mediático inmerecido. 

    En la legislatura que iniciara en septiembre de 2009 y terminara en agosto de 2012, tuvimos un corte de productividad que se publicara el 16 de febrero de 2011. “Noroña” se había subido a tribuna 240 veces buscando los reflectores y sólo había presentado una iniciativa, por lo tanto, resultaba ser el “diputado” más ineficiente, y con mayor distancia entre iniciativas e intervenciones. El promedio -para todos- era en tribuna de ocho ocasiones con cuatro iniciativas. 

    La diputada suplente en ese periodo, María Alma Velásquez Rivera (Distrito 19 de Iztapalapa) diría en su momento que Noroña no cumplía con nada de lo prometido, que era un misógino, no atendía demandas de sus representados que tocaban su puerta y encima los maltrataba, y que había convertido su actividad legislativa en un vulgar espectáculo.

    Los periodos 2018-2021 y 2021-2024 no fueron mejores en eficiencia para el advenedizo de la cuarta transformación, ha seguido, como siempre, encabezando la lista de los más faltistas e improductivos.

    El 17 de febrero de 2020, su expareja y secretaria eterna, Martha Angélica Ojeda, interponía una denuncia en su contra ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por los delitos de corrupción, evasión fiscal ejercicio de recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y delincuencia organizada. También cuestionó de dónde sacaba recursos para financiar sus 170 viajes al año, acompañado por un “séquito” y hospedarse en hoteles de lujo. El legislador impulsaba una iniciativa para que monedas de plata fueran de uso corriente, favoreciendo a las grandes empresas mineras. También exaltó algo que todos sabían: El “compañero diputado” ejercía el nepotismo al imponer en la cámara a tres hermanos y dos sobrinos que entendían, al igual que él, “vivir fuera del presupuesto, era vivir en el error”. 

    En el mismo año (2020), el ambicioso diputado, pretendía encabezar, el último año, la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de diputados a través de un mecanismo tan burdo como ilegal. Los partidos, al inicio de la 64 legislatura habían acordado (en virtud del numero de diputados) que la JUCOPO sería para Morena los tres años, así como  el primer año de la presidencia en la mesa directiva, el segundo sería para el PAN y el tercero para el PRI. Noroña acudía al conocido porrismo para forzar su designación invitando a diputados de otros partidos para rebasar al PRI en su número. A Noroña no le importó reclutar entre otros a Mauricio Alonso Toledo (actual prófugo de la justicia) a quien él mismo en 2018 había acusado de asesinato por haber reventado un acto de campaña de Claudia Sheinbaum, donde falleciera una mujer. La ilusión de ganar algún poder lo subyugaba y no se detendría ante nada, total, “el fin justificaba los medios”.

    A través del tiempo y su verborrea divisoria, fuimos testigos de su odio por el actual presidente de la república y sus seguidores, en especial, el intento por plagiar un movimiento que no le correspondía, cuya paternidad  exclusiva es de Andrés Manuel López Obrador y sus cincuenta millones de simpatizantes.

    Noroña sugiere  tener alguna cercanía con el presidente para ganar adeptos pero todos sabemos no son compañeros ni amigos y advertimos un inocultable desprecio, ¿y cómo no?

    En julio de 2016, Noroña haría algunos juicios y cuestionamientos enfermizos: “Qué barbaridad! ¿Hasta donde está dispuesto a llegar @Lópezobrador_ para que lo dejen ser presidente?”

    “Oye @Lopezobrador_si las reformas neoliberales no pueden ser modificadas, puedes explicarnos ¿cómo recuperaras a Pemex y al petróleo?

    “Lo peor es que así no llegarás al poder @Lopezobrador_. De dejarte pasar, serías un adorno más en la presidencia”.

    Como podemos notar, Noroña estaba condicionado por el neoliberalismo y sus reglas y prefería todo siguiera igual. 

    En marzo de 2017 acometía en contra de los simpatizantes de AMLO al decirles que nunca alcanzarían la unidad con “esa actitud tan servil”. Ahora, es un “selectivo y ferviente defensor” del presidente que nadie cree, acepta ni entiende.

    El desafío más elocuente de este remedo de diputado se da en el sentido del voto, que junto con el PAN ejerce en contra de iniciativas insignes de la campaña electoral de 2018 propuestas por el actual presidente de la república: Se opuso a quitar el fuero, a la creación de la Guardia Nacional, a eliminar prerrogativas a diputados, a eliminar la corrupción en las guarderías, a quitar fideicomisos corruptos, a reducir presupuestos a partidos, a desaparecer plurinominales y a elevar impuestos a  tabacaleras y refresqueras.

    Tampoco comparte las obras prioritarias de este gobierno al llamar “pinche tren” al Tren Maya.

    Sugiero al pueblo de Iztapalapa, en especial al distrito federal 4, hagan una revisión a las conductas de Fernández Noroña antes de volverle a dar el voto, que estimo nunca fue procedente. 

  • “Va por México” (PAN, PRI, PRD) entre escándalos, descrédito y corrupción, llega rota a los comicios

    “Va por México” (PAN, PRI, PRD) entre escándalos, descrédito y corrupción, llega rota a los comicios

    A fines del año pasado, el “anayista” Marko Cortés, quien fuera premiado por sus “éxitos” para continuar al frente del alicaído Partido Acción Nacional, en una reunión con liderazgos hidrocálidos aceptaba, “curándose en salud”, la derrota inminente que tendrían en cinco estados (Oaxaca, Tamaulipas, Durango, Hidalgo y Quintana Roo) en 2022, pues el PAN no daba para más.

    Sin embargo, afirmaba con emoción; “la única que tenemos posibilidades, muy buenas y contundentes de ganar es Aguascalientes…”. El “dirigente nominal” se guardaría sus razones. En su interior sabía, la única estrategia de lucha que habían utilizado era un golpeteo sin cuartel ni fundamento en contra de un gobierno federal exitoso cuya creciente popularidad era tan clara como incuestionable. El camino hacia el 5 de junio de 2022 estaba cuesta arriba. En todas las encuestas sucesivas a partir de aquel reconocimiento trágico, la burda coalición seguiría perdiendo posiciones porcentuales que entregarían para el análisis, la posibilidad real de un “carro completo” o “seis de seis” para Morena y sus aliados.

    La política siempre ofrece oportunidades. En el mes de abril pasado, la oposición tuvo ante sí la posibilidad única de congraciarse con sus votantes residuales defendiendo la soberanía de nuestro país ante el saqueo evidente por parte de empresas extranjeras. Sus 223 diputados serían expuestos a la deshonra y el desprecio por sus propias conciencias e intereses al votar en contra del pueblo de México evitando así la reforma constitucional. Los 275 votos patrióticos serían insuficientes, pero el precio político que ya está pagando la traición está a unos días.

    Por si esto fuera poco, Alejandro Moreno Cárdenas (alias, Alito) presidente del Partido Revolucionario Institucional, contribuye de forma grotesca al hundimiento de la amorfa coalición “Va por México”, y a la eventual desaparición de su propio partido. Alito, a través de sus audioescándalos pinta de cuerpo entero al antiguo perfil político que pensamos había desaparecido de nuestro país: pendenciero, corrupto, gandalla, ignorante, y fatuo, que siempre es destruido por su debilidad ante el poder efímero.

    Estoy seguro cualquier mexicano (al margen de sus preferencias ideológicas) se avergonzará ante semejantes conductas y querrá desterrarlas para siempre de una sociedad que se asuma perfectible.

    “Va por México” irrumpe como un grito desesperado de unos cuantos empresarios mexicanos apátridas que han apostado por el control de partidos débiles (PAN, PRI, PRD) para recuperar el poder político que algunos les vendieron.

    Hacen cuentas, no les alcanza, van por otro grupo vividor, Movimiento Ciudadano (MC ) en el horizonte…

  • Lilly Téllez, de senadora circunstancial a usurpadora profesional

    Lilly Téllez, de senadora circunstancial a usurpadora profesional

    La vida de María Lilly del Carmen Téllez García era un “libro abierto”, o al menos eso pensábamos. Durante toda su vida pública la vimos como una eficiente lectora del “teleprompter”, que escondía la mayoría de las veces, la ignorancia supina que ahora nos regala con su habitual desparpajo.

    La pluralidad e inclusión que prometía el Movimiento de Regeneración Nacional permitió encajar a personajes de dudosa procedencia como Germán Martínez, Sergio Mayer y la misma Lilly, entre otros, que pronto ratificarían los motivos del desencanto popular.

    Sin embargo, es a partir de 2018, que la vida cambiaba para Lilly “la oscura”, surgiría una nueva biografía que a nadie habría de conmover: conductora, periodista y política.

    Hago un alto en este pequeño camino para decir que hacer política está muy lejos de la interpretación que tiene la senadora Téllez pues no cuenta con una cultura básica que le dé contextos para entender y argumentar con sentido crítico en cualquier debate serio y constructivo. Tampoco se puede ser propositivo careciendo de una base ideológica y menos aún, sin representar de manera fidedigna a un sector de la población que la eligió y ahora la repudia por sus engaños y traiciones. Por ese motivo, ella no puede ser, ni hacer política.

    Por otra parte, María Lilly tampoco puede probar en ningún caso haber tenido algún curso de periodismo o comunicación, pues no existe antecedente oficial alguno. Creo en la formación autodidacta en todas las áreas del conocimiento, inclusive, con resultados extraordinarios por la disciplina y obsesión que conlleva ésta empresa. En el ámbito que nos ocupa, reconozco al gran Pedro Miguel, de la misma manera que deploro la existencia de Carlos Marín o López Dóriga por su ofensivo y peligroso analfabetismo condicionante.

    La señora Téllez se pudo haber conformado con aceptar que para leer noticias bastaba con otros atributos, pero no fue así. Ella registro en la SIL (Sistema de Información Legislativa de la Secretaría de Gobernación) para estructurar la ficha de su perfil, que su último grado de estudios era de LICENCIATURA en comunicación, lo cual es falso pues todos los grados académicos en nuestro país son fácilmente comprobables a través del Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, y ella no aparece en los registros con cédula profesional alguna. Esto es determinante para afirmar que no tiene ningún grado profesional y que incurre en el delito de usurpación de profesión porque:

    Sin tener título profesional o autorización para ejercer alguna profesión reglamentada expedidas por autoridades u organismos legalmente capacitados para ello: Se atribuya el carácter de profesionista.

    El código Penal para la CIUDAD DE MÉXICO contempla lo siguiente:

    Al que se atribuya públicamente el carácter de profesionista sin tener título profesional, u ofrezca o desempeñe públicamente sus servicios, sin tener autorización para ejercerla en términos de la legislación aplicable, se le impondrá de DOS a SEIS años de prisión y de doscientos a quinientos días de multa.

    Como podemos advertir, María Lilly del Carmen Téllez García no representa a los electores que votaron por la transformación de nuestro país y tampoco a la disciplina formal de la profesión plagiada.

    ¡En unos días será denunciada penalmente!