Categoría: Pablo Ocampo

  • Cien días de continuidad y los que faltan

    Cien días de continuidad y los que faltan

    En días recientes se cumplieron los 100 días del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum o como ella le llama, el segundo piso de la cuarta transformación, la continuidad del movimiento político y social qué cambió la realidad de millones de mexicanos en nuestro país.

    Hasta antes de 2018, último año en que gobernó la derecha encabezada por el PRIAN, parecía inimaginable que algunas de las mayores contribuciones realizadas por este gobierno, fueran posibles. La disminución de la desigualdad, el aumento al salario de los trabajadores, el fortalecimiento al campo mexicano, los programas sociales como “Jóvenes construyendo el futuro”, el apoyo a adultos mayores y en general un presupuesto destinado al beneficio de instituciones públicas al servicio de la población, antes era utilizado para enriquecer a una cúpula tanto política como empresarial, que era ajena a las necesidades más apremiantes del pueblo.

    Las críticas realizadas al nuevo gobierno y al del presidente López Obrador, las auténticas, basadas en argumentos y pruebas, son importantes y necesarias dentro de un régimen democrático a diferencia de lo que ocurría en los mandatos del PRI y luego del PAN en donde, siquiera pensar en estar en desacuerdo, implicaba poner en riesgo la vida. Por eso es que ahora resultan inverosímiles los sesudos análisis de opinólogos de la oposición, cargados de palabras domingueras, en donde con ademanes y discursos previamente ensayados, lanzan flechas repletas de veneno, dirigidas a la cabeza de los más distraídos, con las consignas que se volvieron típicas en su arsenal de mentiras: autoritarismo, represión, demagogia, corrupción y agregaron, por supuesto, las correspondientes a las que implica tener como dirigente a una mujer: sumisa y títere, en un afán de aludir la falta de carácter y la rendición de cuentas al ex presidente López Obrador, como sí ocurría bajo los gobiernos del PRI, que no tuvo rival político y que mantuvo el control de las dos cámaras y todos los gobiernos estatales por décadas. Son ellos, con esa tradición cuasi imperial, quienes ahora pretenden emitir esos juicios de valor. Los descendientes de la dictadura perfecta.

    Proyectos de inversión de la iniciativa pública y privada.

    Se anunció, con beneplácito, la inversión de parte de Amazon Web Services de $5,000 millones de dólares y un plan de desarrollo basado en tecnología que impacte a la economía del país hacia el año 2030. Se expuso ante empresarios de la iniciativa privada, los dueños del capital, el llamado “Plan México”, que tiene como meta, entre otras, colocar a nuestra nación en el top ten de las potencias a nivel mundial. Se reafirmó, ante un zócalo capitalino repleto de seguidores de la presidenta, la convicción nacionalista y de cero entreguismo ni sobajamiento, frente a los embates y amenazas económicas de Donald Trump, quien se encuentra a menos de una semana de asumir su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos y quien ya ha anunciado la creación de un organismo para cobrar intereses a quien comercie con EUA desde el extranjero.

    Mientras el gobierno de México realiza convenios que beneficien a todos los mexicanos y se encuentra en un pico jamás pensado de aceptación popular, la derecha mezquina trabaja en el proceso de crear nuevos partidos políticos que le resten, aunque sea de manera imaginaria, poder a la izquierda y que les devuelva un poco del dinero y el poder que perdieron desde 2018 y que se reafirmó el año pasado. Para como van las cosas, mientras exista un gobierno que vaya de la mano del pueblo, que siempre recuerde las crudas lecciones del pasado sobre un buen manejo del presupuesto y las buenas maneras de conducirse, con todo lo que ello representa, tendremos dirigencia con enfoque de izquierda para mucho rato, a pesar de los enemigos extranjeros, pero también al interior de nuestras fronteras.

  • Bajo la sombra del pasado

    Bajo la sombra del pasado

    “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”

    Augusto Monterroso

    En su libro Gracias, el expresidente López Obrador recalca la importancia de trabajar con cuadros externos al de un propio partido, que conservan una misma ideología. Esto lo exponía al hacer énfasis en la necesidad que existe de trabajar con políticos formados en trincheras externas, en donde es más importante la manera de desempeñarse de estos y lo que los hace útiles para un fin común, más allá de catalogarlos como buenos o malos. Sin embargo, es indispensable tener presente que, cuando se refiere a estos personajes lo hace a través de la experiencia de luchar contra un régimen político enquistado, conservador, que no daba concesiones a sus oponentes y que representaba un lastre para la vida democrática del país.

    Desde entonces y a través de su sexenio, quedó claro que se puede disponer de ciertos recursos, cuando sean de utilidad y bajo el control de un líder. Pero en el caso de la presidencia de la doctora Sheinbaum, hablamos de la continuidad de un proyecto de nación, contrario a picar piedra y reunir esfuerzos desde un movimiento opositor. Se trata entonces de consolidar un gobierno de izquierda, refrendado y respaldado desde las urnas.

    Por eso resulta tan contradictoria la conducta de distintos personajes que se supone apoyan al gobierno federal, al encontrarse en puestos importantes de este, porque por un lado, se supone que defienden las ideologías de la izquierda, pero por el otro, copian los comportamientos y costumbres de la derecha.

    Después de 6 años del triunfo de Morena en las urnas de 2018, uno de los primeros actos del presidente López Obrador fue mandar un oficio a todos los funcionarios de las dependencias del gobierno en las que les exhortaba a no permitir actos de corrupción, influyentismo, nepotismo, amiguismo, lacras políticas del antiguo régimen y que no se veían en la obligación de recibir a sus familiares, incluyendo hijos, y que él solo respondía a sus actos y a los de su hijo menor de edad.

    A pesar de que en su momento pudieron entenderse, ante la opinión pública, como actos fuera de estas bases y que nada tenían que ver con la austeridad institucional que manejaba el gobierno, lo cierto es que estas conductas estuvieron lejos de ser una constante de los servidores públicos. Así que resulta curioso que este, al ser un gobierno de continuidad con los valores que manejaba López Obrador, sea redundante que la presidenta Sheinbaum tenga que mandar una carta similar para pedir que los actos y conductas de los funcionarios en el gobierno federal, afines a la izquierda, se manejan con el respeto a la austeridad y los valores que rigen desde hace seis años.

    Tal parece que algunos de estos personajes creen que, al finalizar el gobierno pasado, quedaron en libertad de manejar dependencias, dinero y bienes públicos a su antojo. Como si les hubieran soltado las riendas de la humildad.

    Hace unos días nos burlábamos por el actuar incongruente del exdiputado Quadri, al hacer valer su derecho de cobrar la pensión que da el Estado a los adultos mayores. Nos parecía risible, toda vez que en reiteradas ocasiones expresó su negativa e inconformidad ante este beneficio que otorga el gobierno. No obstante, las incongruencias que no deberían darnos risa, son las de la izquierda, que es gobierno en distintas partes del país y mayoría en las dos cámaras.

    Los viajes en helicópteros privados como el que realizó el diputado Monreal; farolear en autos de lujo, como lo hizo la diputada de Guerrero Citlali Castillo Téllez, quien además hizo alarde en famoso video de su condición política, al soltar de manera socarrona un “¿les decimos que nos resguarden?”; o bien, utilizar instalaciones federales para llevar a cabo una boda como lo hizo Martín Alonso Borrego en el Munal, son actos que si bien no merecen una condena mayor que la del escarnio público, y en este último las sanciones correspondientes, al que son objeto dichos actores políticos, lo cierto es que la gente les entregó su confianza para llevar a cabo un buen gobierno, uno de izquierda, está HARTA de semejante representaciones públicas del desprecio a la autoridad que estos servidores representan. También es importante que ellos entiendan que a la gente ya no la pueden manipular como lo hacían las grandes televisoras en contubernio con los políticos de la derecha rancia y que cada vez les exigirá más, haciendo valer su derecho a ser bien gobernados, algo que antes era castigado exigir. Son tiempos de cambio.

  • De dicho en dicho

    De dicho en dicho

    Tal cual sucedió en el agonizante y terrible gobierno del presidente Peña y después, con el cambio de timón que dio Andrés Manuel López Obrador, se cierne de nuevo sobre la patria, la sombra funesta del autoritario gobierno del que será el próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en lo que es la prosecución de su mandato de 2017-2021. También como entonces, el empresario convertido en político, ha dirigido sus ataques cargados de racismo contra migrantes, en especial los latinos y todavía más en lo particular, los que llegan al país del norte que son originarios de México. Con la destreza que le ha caracterizado durante décadas por ser un showman, se ha dedicado a enfocar sus palabras, desbordantes de odio, hacía nuestros connacionales, para su electorado, que resultó ser afín a las ideas execrables del candidato.

    En el último gobierno federal priista y después de que el entonces candidato presidencial republicano calificara a los paisanos, que salían de nuestras fronteras en busca de una mejor oportunidad laboral, como animales y violadores, se le invitó desde la oficina presidencial a que se presentara con la pompa de lo que todavía no era. En ese entonces, Trump se pavoneó ante medios nacionales y de su país a quienes dio, junto al diminuto presidente Peña Nieto, una conferencia de prensa en donde no solo no se retractó de sus palabras, sino que reforzó su idea de hacer pagar a México por un muro que separara las fronteras de los dos países, así como sus intenciones de deportar a los millones de mexicanos que residían en Estados Unidos.

    Luego del penoso capítulo donde se arrastró el orgullo nacional desde la presidencia tricolor al verse evidenciada de sus actos de corrupción de los que Trump parecía no ser ajeno, vino un período de cambio en el que se recuperó, además del sentido de pertenencia a la nación, el respeto que se había perdido en los sexenios anteriores.

    Como entonces, y con la presidencia de la continuidad de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, ante las mismas amenazas y bufonadas del próximo presidente estadounidense, México ha mostrado ecuanimidad, prudencia pero también, la firmeza que debe tener un gobierno soberano libre de los fantasmas de la corrupción del pasado y tal vez esa sea la diferencia más grande con respecto a los gobiernos entreguistas que ahora forman parte de la oposición; Trump se encontrará en parte, en la encrucijada entre cumplir los dichos que lo llevaron a la victoria para la contienda presidencial o cumplir, como probablemente tenga que hacer, con los tratados vigentes entre Estados Unidos y México. Por su parte la presidenta Sheinbaum encuentra un país distinto al que dejaron los gobiernos prianistas en su momento al presidente López Obrador, con inversiones en el campo y leyes a favor de los trabajadores, favoreciendo la mejor y más justa repartición del erario.

    Mientras esto pasa, los restos de la oposición mexicana que quedaron luego de las elecciones federales, se encuentran en una guerra interna para ver quién de todos ellos logra liderar el próximo fracaso político que dé continuidad a los sufridos en 2018 y 24, al tiempo que sacan a relucir sus esfuerzos más apátridas, al ponerse del lado de todos los adversarios que enfrenta el gobierno federal, como si de ello dependiera el obtener alguna ventaja para recuperar el poder perdido. Lo cierto es que, a diferencia de cómo les gustaría ser vistos o recordados, no son ciudadanos del mundo, preocupados y con un ferviente amor por el país que entregaron en ruinas y abandonado sino, y muy a su estilo, dependiendo de la geografía y el momento que transcurre, se vuelven lacayos o plebeyos de los gobiernos extranjeros.

    Como dice el dicho mexicano: a cada quien su santo.

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  • La comodidad de la inmundicia: la continuidad en el PAN

    La comodidad de la inmundicia: la continuidad en el PAN

    Como si de un presagio bíblico se tratara, las maldiciones caídas sobre los hombros de la oposición, no parecen terminar. Una sobre otra, se han convertido en derrotas electorales y han propiciado el cambio de rumbo que tanto anheló todo un país. Dicho destino, comenzó con la llegada de la 4ª transformación en 2018 y después con la tan esperada continuidad de esta, el segundo piso o el Plan C, a mediados del año en curso, con todo y sus triunfos intermedios en la mayoría de los estados, que no así en la cámara de diputados o la Ciudad de México en las elecciones intermedias.

    Así como ocurrió, estos resultados no fueron producto sólo del trabajo del partido oficialista en México ni del azar, tuvo mucho que ver el tipo de representantes que la oposición escogió para sí misma. Cuando en el 2018 fue elegido dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, el partido del que tomaba las riendas, poseía un control casi total al lado del PRI y fue durante el curso de seis años que lo llevó a una crisis que tal vez podría equipararse con la de los años posteriores a la fundación del blanquiazul.

    Y como no hay mala dirigencia que dure 100 años ni partido que lo soporte (y como muestra está el PRD), el relevo del michoacano llega de la mano de Jorge Romero, quien obtuvo la mayoría de los votos en lo que él mismo se jacta: “fue una elección abierta a toda la militancia”. Pero, ¿qué clase de personas se orgullecen de tener como su dirigente de partido a un político que ha sido vinculado a un esquema de corrupción inmobiliaria que le redituó grandes dividendos a unos pocos de sus allegados, de los que muchos se encuentran en la cárcel, mientras se aprovechaban de sus cargos públicos y se desentendían de los verdaderos problemas de los ciudadanos a quienes debían servir en la alcaldía Benito Juárez?

    Con la elección de Jorge romero como dirigente de acción nacional, dicho partido y sus asociados no podrían estar mejor representados. No obstante que, ahora coinciden en ser una minoría no sólo en las 2 cámaras sino, además, en las gubernaturas estatales, el flamante presidente nacional del partido azul, copia las estrategias pendencieras que han tenido otros líderes panistas, con infructuosas embestidas que complementaban con escándalos y que tuvieron como consecuencia que los ciudadanos, hartos de conductas gansteriles, evitasen votar por un partido conservador inmiscuido en racismo, clasismo y corrupción. Basta recordar el reparto que daba a conocer el propio Cortés en su cuenta de Twitter, ahora X que, en común acuerdo con Alejandro Moreno del PRI, correspondía al PAN, como se daría a la postre, elegir el candidato para la presidencia del país y la Ciudad de México.

    Pero a su falta de experiencia política, añaden descalificaciones a sus rivales y pretenden suplir su falta de inteligencia y sagacidad con unas terribles ganas de ser gobernados, sumisos y sobajados, por los poderosos gobiernos extranjeros que les devuelvan el control del dinero y poder; para ellos todo es poder, cueste lo que cueste al pueblo.

    Con alrededor de 300 mil militantes que tiene el partido acción nacional, la soberbia de su recién elegido dirigente, solo está rebasada por la crisis de identidad que atraviesa dicha institución. No parece ser de sabios criticar a un 54% de votantes que optaron por MORENA en las elecciones federales pasadas, que significaron 36 millones de votos, para después centrarse en hablar de haber ganado las elecciones internas de un partido con apenas 110 mil votos (según Romero) y jactarse de un imaginario poderío de su militancia, un poderío con el cual planea recuperar escaños en el congreso y gubernaturas, según ha dicho en entrevistas, basado en la misma soberbia con la que comenzaron sus antecesores.

    No hay que olvidar que desde Germán Martínez hasta Marko Cortés, a todos les sobró arrogancia e inteligencia en el discurso, que en los hechos resultó por demás escasa. Precisamente su diatriba a modo, bien ensayada, hecha para las cámaras y micrófonos, es la misma que en su momento utilizó Calderón para decir que tenía las manos limpias y después, al terminar su terrible sexenio, se fue con la cola entre las patas, mientras dejó lleno de sangre al país o bien, la de Santiago Creel, que habló a los militantes blanquiazules, haciendo alarde de un histrionismo digno del séptimo arte, por lo menos del cine de ficheras, en donde expresó entre lágrimas y gritos ahogados, su amor y pasión por México, aunque le faltó aclarar que se refería solo al que le proporcionaba generosos ingresos y no al de los mexicanos que él contribuyó a dejar sumidos en la pobreza.

    Dice Romero tomar protesta de su nuevo cargo este próximo viernes lo cual no representa ningún cambio sino, más bien, la continuidad de la ideología panista que ha imperado no solo desde la fundación del partido (donde tuvieron claras preferencias con el nazismo como documentaría Rafael Barajas), con especial enfoque donde Vicente Fox llegó a la presidencia de la república, cuando se dedicaron a crear acuerdos corruptos que les permitió disponer del erario mientras llevaban al país en picada.

    Si por algo deben ser reconocidos los integrantes de dicho partido, es por su actuar hipócrita, la preferencia por agachar la cabeza y besar zapatos extranjeros y su inclinación al clientelismo cuando llegan al poder. La vergüenza y el ridículo, si resultan descubiertos a posteriori, bien vale la pena tragárselos si antes firmaron un contrato que deviene en millones de pesos para sus cuentas. De lo que puede estar seguro Jorge Romero es que, con un actuar como el que han tenido en los últimos tiempos, la cloaca que han convertido en hogar los políticos de la oposición, la habitarán por muchos más años. Pueden ponerse cómodos.

    *Columna dedicada, de manera especial, al cumpleaños del Licenciado Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México.

  • Hacer ley de la mentira

    Hacer ley de la mentira

    Desde la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador quedó claro que, mucho de lo que funcionaba mal o no funcionaba en absoluto en el país tendría que, cuando menos, replantearse para que coadyuvara en el desarrollo de un gobierno al servicio de sus ciudadanos. No por nada, la intención de desaparecer varios organismos autónomos como la Cofece, el IFT o el INAI, tuvo lugar con el fin de ahorrar miles de millones de pesos al gobierno, al ser instituciones onerosas y con procesos parcializados de sus funciones.

    En su ya famoso discurso del 2006, luego de que el Tribunal Electoral favoreciera a Felipe Calderón con el triunfo en los comicios federales, cuando el tabasqueño mandó “al diablo sus instituciones”, tenía claro que hay organismos que sólo sirven para beneficiar a los más poderosos a pesar de que, en su creación, se viese el propósito de que trabajaran en beneficio de todo el pueblo de México.

    Sin lugar a dudas, una de esas instituciones, que más ha beneficiado a los potentados e influyentes políticos conservadores de la nación es el Poder Judicial, integrante de un gobierno que debería rendir cuentas como lo comenzaron a hacer el ejecutivo y legislativo a partir de 2018; sin embargo, el primero ha sido el único de los 3 poderes que no sólo no defiende los intereses del pueblo sino que, con la entrada en vigor de la reforma judicial que promovió el expresidente López Obrador para combatir la corrupción que existe al interior de la máxima corte y sus distintas ramificaciones tanto federales como estatales, ha sido más que evidente que los magistrados y jueces que conforman este sector elitista del gobierno, trabajan para beneficiarse a ellos y a los pocos que puedan rentar sus servicios y que mediante el trámite de amparos, por ejemplo, les ayuden a evadir sus obligaciones legales.

    Desde que comenzó este duelo entre un representante emanado del pueblo y elegido por este y unos personajes que parecen sentir que fueron elegidos por Dios para ejercer su cargo y que sólo por acción divina se les puede juzgar y hacer que cumplan con las leyes que ellos mismos deberían defender, hemos sido testigos de las atrocidades en las que han incurrido los supuestos expertos en derecho para justificar, por ejemplo, tener un sueldo más alto que el Presidente de la República o bien, amparar a criminales comprobados o tratar de imponer su voluntad y declarar inconstitucional la constitución, todos los ejemplos anteriores de manera ilegal, asumiéndose con ello, como la máxima autoridad del país, por encima de los votantes de este.

    Total, que ellos parecen creer en su grandísima soberbia, que al ser representantes de un poder cuya labor es aplicar reglamentos llamadas leyes, establecidas en un acta, denominada Constitución, resulte en que sean los únicos que sepan de leyes en el país. Una verdadera estupidez cuando el presidente de la cámara de Diputados Sergio Gutiérrez Luna, el presidente de la cámara de Senadores, Gerardo Fernández Noroña, el coordinador de la Jucopo de Morena en la cámara de diputados, Ricardo Monreal, Hamlet Almaguer, consejero nacional de Morena, así como los abogados Andrés Repper o César Gutiérrez Priego, por mencionar solo a algunos expertos en la materia, han repetido las inconsistencias e ilegalidades en las que han caído Jueces y ministros para desacreditar y echar abajo una ley que ya no es reforma, sino que forma parte de la propia constitución.

    Ahora surge el ministro “iluminado” González Alcántara Carrancá que se envalentona con una autoridad, que no le confirió un electorado, para sentirse el representante supremo de todos los poderes en México, al decir en entrevista con un comunicador básicamente que, la ley es ley sólo cuando él así lo dice y que si el ejecutivo y legislativo hacen caso omiso de las resoluciones improcedentes del máximo tribunal, como el proyecto que votarán los ministros el próximo 5 de noviembre, para invalidar algunos aspectos de la reforma, entonces México se quedará sin Suprema Corte de Justicia. De risa loca.

    Luego están detrás de ellos, con la intención de justificar sus falacias leguleyas, la horda de corrientes analistas, comunicadores y seudo intelectuales, que les hacen el juego en los medios para convalidar las aberraciones legales que emiten, pero evitan hablar de las huelgas ilegales de los trabajadores del poder judicial, de los sueldos y prestaciones estratosféricas de los ministros o el nepotismo encubierto bajo rectitud, que abarca alrededor del 40% de los puestos de trabajo en dicha institución federal.

    Hoy queda claro que de esos actores políticos (hablamos de ministros y jueces), medios de comunicación y sus empleados, no podemos esperar que exista el apego a los hechos, sino que, por el contrario, parece una encomienda casi divina, que sea la mentira la que prolifere en sus espacios hasta convertirla en ley, no con la intención de apegarse a lo que está legalmente escrito, sino por el amor al dinero que reciben, ya sea del erario o de sus mecenas, y es por esa causa que tratan de convencer a la gente de las mentiras que emplean, lejos de informar con la verdad.

    Siempre alejados del pueblo, siempre alienados de las causas populares, en sus mansiones, con autos de lujo y vistiendo ropa de diseñador, parecen asqueados por los ciudadanos a los que dicen defender. ¿A qué le temen, por qué tienen tanta repulsión a la gente, por qué existe el constante deseo de separarse del pueblo, como si con ello tratarán de evitar acercarse, de ensuciarse o de parecerse a este?

  • Todo cambia. Nada cambia

    Todo cambia. Nada cambia

    Se cerró el ciclo del presidente López Obrador entre elogios de la mayoría de los mexicanos y la añoranza de decirle adiós a un grande entre los grandes luchadores sociales de nuestro país en toda su historia y con ello, se dio la bienvenida a un gobierno de total vanguardia. Por si el del originario de Tabasco no lo hubiera sido, estrenamos en el norte del continente americano, el comienzo de una administración de avanzada, bajo el liderazgo de la primera mujer presidentA, que además es de izquierda y que sigue de parte de los más pobres.

    Con el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, no solo continuarán los proyectos que se desarrollaron bajo el mandato del presidente Obrador, además se tendrán nuevas obras e infraestructura como nuevos trenes, se ampliarán y crearán otros programas de apoyo a la sociedad, en especial a los jóvenes y mujeres, se construirán nuevas universidades que alcancen a un mayor número de ciudadanos en etapa formativa, se desarrollarán tecnologías para la creación de medios de transporte sustentables como el primer auto eléctrico cien por ciento mexicano y se fomentará el comercio de artesanías, fabricadas por mujeres indígenas, entre muchas otras iniciativas. Todo cambia.

    Dado que ahora, quien se encuentra en el poder es una profesionista que ostenta como último grado académico un doctorado en ingeniería ambiental, que es investigadora en la UNAM, la mejor universidad del país, que habla de corrido, que no viene de origen rural ni de algún estado marginado de la república, que se puede comunicar en inglés, que da respuestas directas en sus mañaneras, las cuales duran apenas una hora y treinta minutos, que hasta camina derechita y que su color de piel es algunos tonos más claros que el del presidente López Obrador; ahora la oposición política mexicana, que tomó de pretexto todas las características antes mencionadas, para elaborar ataques cargados de racismo y clasismo contra el nacido en Macuspana, también detonó sus armas con ataques misóginos, dirigidos a la presidentA Claudia Sheinbaum y a algunas las mujeres notables que conforman el bloque del oficialismo.

    Las huestes mediocres del fascismo mexicano no han dejado duda de todo lo deleznables que pueden llegar a ser, al colocar en tendencia en redes sociales como X, antes Twitter, etiquetas con ataques directos a la mujer por ser mujer, algo que, por cierto, está castigado por dicha plataforma pero que ni siquiera llamó la atención de sus ejecutivos en México y que fue dirigido a aquellas que conforman la cuarta transformación. Pusieron en marcha dicha estrategia de golpeteo mediático, como si en ello, de repente, la suerte diera un vuelco para sonreírles y que, de alguna manera, los votantes del partido guinda, pudieran cambiar de decisión, para favorecerles a los otrora partidos poderosos.

    No conformes con eso, las mentiras han abarcado casi en su totalidad a los medios informativos de las cadenas de televisión privadas y sus filiales, tanto en radio como en periódicos. El mejor ejemplo de ello ha sido el seguimiento dado a la consecución de los efectos por la reforma al poder judicial; “que si van a correr a la base de la pirámide que lo conforman”, “que si la presidentA o el poder legislativo van a elegir a los ministros”, “que si vamos rumbo a una dictadura”; la misma cantaleta, con bríos reforzados pero, de los mismos guacamayos.

    ¿Es esta estrategia de la derecha, encaminada al desprestigio del rival político, mediante la calumnia y el engaño, lo suficientemente verosímil para convencer al electorado y a los poderes económicos de que la mejor opción de gobierno sigue siendo la de ellos, cuando en las últimas elecciones solo lograron evidenciar la crisis política en que se encuentran sumergidos al grado de casi desaparecer electoralmente? Por descabellado que parezca, para quienes les financian y crean sus campañas de odio, que solo demuestran cuán alejados están de la sociedad en general, es un rotundo sí.

    Aún después de dos grandes fracasos electorales, de una crisis que devino en la extinción del PRD, de los grandes escándalos de corrupción que supusieron el destape de la cloaca de la colaboración del gobierno federal con el narco y que le suponen ahora a Genaro García Luna una condena de más de 38 años de cárcel; aun a pesar de todo ello, existe quien cree que, la derecha fascista, clasista, misógina y racista y sus personajes, con sus trajes de diseñador, hechos a medida, con sus autos de lujo y relojes suizos, entre el cinismo y la soberbia, con sus nombres de quíntuple apellido que solo les sirve para farolear entre ellos y con estudios en Yale o Harvard que les adoctrina para sumergirse en una pensamiento netamente capitalista pero mortal y con su más terrorífica costumbre, la de embolsarse el dinero que corresponde al pueblo mexicano, aun con todo hay quien piensa que ellos son mejor opción. Ilusos, nada cambia.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc

  • ¡GRACIAS, PRESIDENTE!

    ¡GRACIAS, PRESIDENTE!

    Han pasado casi seis años desde que, el entonces por tercera vez candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, se convertía en presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, después de atravesar un camino pedregoso, lleno de espinas y hasta empantanado representado por un fraude estatal y dos federales en su contra, cometidos por los entonces “partidos poderosos” en México y que, hoy en día, conforman la malnutrida y corrupta oposición. Para llegar hasta ese punto, el nacido en Tepetitán, Tabasco, tuvo que sortear no solo aquellos abusos de autoridad sino, también, como ha sido contado de su propia voz, enfrentó cara a cara, la pobreza transgeneracional en aquel estado sureño. Es así como comenzó el anhelo de justicia e igualdad, que se convertiría en el motor para buscar con obstinación y desde el poder, cambiar la realidad de millones de connacionales. El recorrer México, el conocer todos los municipios del país, proeza que pocos políticos han alcanzado por la ardua labor que representa, le permitió escuchar los testimonios de quienes fueron abandonados a su suerte. Olvidados.

    El lema “por el bien de todos, primero los pobres”, significó la diferencia entre seguir sufriendo una vida de carencias, de falta de oportunidades para el trabajo o el estudio y el infortunio de la muerte, de manera literal para quienes, sexenio tras sexenio, políticos llegaban a endulzarles el oído y verles la cara, mientras veían desaparecer recursos públicos destinados a cambiarles la suerte, para salir de esa pobreza infligida como un destino maldito. Por eso, los logros alcanzados durante este periodo de gobierno resultan tan inverosímiles antes quienes conservamos en la memoria la pesadilla que fue vivir bajo el yugo del gobierno de Salinas y, con mayor pena y todavía más mediocridad, los que le sucedieron.

    El elevar a rango constitucional los programas sociales como el apoyo a adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro, así como las obras de infraestructura del calado del Tren Maya, el Tren Interoceánico, el Aeropuerto internacional Felipe Ángeles o la refinería de Dos Bocas, son algunos de los ejemplos más sobresalientes de este gobierno que se dedicó, a contrarreloj, a cambiar la tendencia que auguraba cada vez más y más miseria entre la población, sobre todo de la región sur, la que es tal vez, la más rica en recursos naturales de toda nuestra geografía. No por nada, en este sexenio se logró la hazaña de sacar de la pobreza a más de 9 millones de mexicanos, algo jamás pensado en otros tiempos, en donde en lugar de disminuir esa cifra, aumentaba.

    ¿Quedan retos por cumplir? ¡Claro! No se pueden juntar las millones de piezas de todos los grandes problemas de una nación, en solo 6 años. Aún es tarea pendiente mejorar el actual sistema de salud que en la mayoría de los casos deja mucho que desear, del cual los propios servidores públicos forman parte del entuerto, por su trato a la población; la inseguridad pública y la de los cárteles que la provocan o la falta de una fiscalía más ágil para resolver casos de gran corrupción antes de que los culpables de tales delitos, se marchen caminando o en sus autos de lujo, son algunos ejemplos pero, sin duda, en este periodo de gobierno se sentaron las bases para que la realidad de estos lastres que se iniciaron en otros sexenios y solo se aparentó que se atendían, dejen de ser un problema para el país. Después de tantos años, el discurso político del jefe del ejecutivo que se escuchó por años, dejó su acartonamiento y pasó de estar lleno de palabras huecas, a realidades concretas.

    Te atacaron, de todas las maneras posibles, te denostaron y ganas no les faltó de acabar contigo, pero siempre te rodeó el pueblo que votó por ti, que nunca perdió la esperanza de un cambio, a pesar de los Fox, Calderones o Peñas. A una semana de terminar tu mandato, presidente, te agredieron por tu convicción de combatir las injusticias contra el pueblo, desde la vitrina del poder judicial. En la oposición aplaudieron a tu agresor, lo tildaron de “héroe nacional”, pero con ese acto, perpetrador y aplaudidores del hecho, solo acreditaron su bajeza moral representada en una botella de agua, mientras tú incrementaste la tuya al recibir el apoyo de millones de ciudadanos, que son una absoluta mayoría, en comparación con los que alientan el odio a ti y a lo que representas. Ya parece que, después de todos tus años de lucha contra el antiguo sistema y sus deliberadas injusticias, de las vejaciones y los fraudes electorales, de la zozobra ante gobiernos represores golpistas, que desaparecían gente y vendían la patria para repartirse las ganancias entre unos cuántos, ibas a claudicar ante el golpe de una simple, mediocre y pequeña oposición, perdón, botella de agua.

    Se va un referente de la política mexicana que también es el de la incansable lucha por la justicia social y un ejemplo para las izquierdas de todo el mundo.

    Para los otros, para los que se ofuscan de tu triunfo, de tu gobierno, de tus proyectos, de tus logros, para aquellos quienes creen tener la verdad absoluta, para quienes creen que sus letras valen, porque se encumbraron bajo la falsa luz que otorgan las luces de los reflectores y el reflejo de las cámaras, para esos que creen que el pueblo es tonto, iletrado, malo, corrupto, jamás lograron comprender que una ofensa a ti, era ofenderlos a ellos y tampoco les importo y con eso, la oposición del escaparate, también dejó de importar.

    No te amilanaste, como hacían los gobiernos anteriores, frente a los poderes extranjeros, nos ayudaste a recobrar el sentido de identidad, porque ahora el mexicano es capaz de reconocer que no importa el gobierno que haya, este no lo define, sino que el ciudadano es quien lo elige y le exige y, además, porque lo definen sus raíces, su cultura, su trabajo, su mano de obra e inteligencia.

    El 1º de octubre será un día bizarro, uno donde habrá alegría y a la vez tristeza pues enmarcará, por una parte, el inicio de la continuidad de tu proyecto de nación, pero por otra, significará tu despedida pública y política, algo que, después de todos estos años de lucha, ni tus rivales políticos pensaron que llegaría.

    Estas palabras van dedicadas no solo para quienes pueden leerlas, sino, de manera principal, para los que el abandono institucional histórico de los gobiernos anteriores, los relegó casi a la aniquilación sistemática. A ellos, a sus descendientes, a los pueblos originarios, a los más pobres, a quienes su preocupación principal, radica en sobrevivir, a los que son mal vistos por una condición de pobreza que nunca pidieron y un tono de piel que los condenó al exilio en su propio país. Por ellos, por todos.

    Vivimos historia, la que eres, la que construiste y la que heredas a las futuras generaciones de mexicanos y luchadores sociales del mundo, pues convertiste a esta en pasado, presente y futuro de un México mejor, que hoy te dice: ¡Gracias, presidente!

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  • Entre la casa de los famosos y la reforma al poder judicial

    Entre la casa de los famosos y la reforma al poder judicial

    La reciente aprobación de la reforma al poder judicial ocurrida la madrugada del 11 de septiembre, nos deja eventos para el anecdotario. Durante meses se puso sobre la mesa el contenido y los cambios existentes mandados por el presidente López Obrador y de los cuales la oposición política de nuestro país hizo apenas caso e incluso se mofó de la misma. Se supo más tarde, durante las elecciones federales, de una supuesta reunión entre la ministra presidenta de la Suprema Corte y el líder del Partido Revolucionario Institucional, ya que como bien se sabe, ella es rival declarada del primer mandatario.

    Lo que jamás imaginaron quienes sostuvieron esa reunión secreta, es que en los comicios que tuvieron lugar en junio de este año el partido oficialista tendría un éxito arrasador en las urnas. Al interior del poder legislativo, el partido Morena obtuvo sendos triunfos al grado de colocarlos en una posición en la que, en la cámara de diputados, no tuvieran que comprometerse con los partidos de oposición, mientras que en la de senadores, tendrían faltante de un voto para lograr hacer cambios profundos en la constitución de cara al próximo sexenio.

    La casa de los famosos, el programa transmitido por Televisa en el cual, un grupo de personalidades de la farándula son monitoreados las 24 horas del día al interior de un recinto, tuvo su clímax cuando uno de los integrantes, por demás polémico, se retiró del mismo. Durante su estancia en el show, realizó comentarios despectivos hacia los integrantes del recinto así como a las mujeres en general; sin embargo, es un personaje que se ha dirigido de esa manera a lo largo de su trayectoria en las pantallas, ya sea en su programa de YouTube o en el de Multimedios en Nuevo León, de donde es originario.

    Lo que tienen en común, a nivel social, los detractores de la reforma al poder judicial, así como quienes pedían la cabeza del integrante del programa de Televisa, es una total incongruencia en la manera de, supuestamente, defender una causa por ser lo más conveniente a la sociedad y por otro lado, promover con todas sus fuerzas actos que resultan deleznables cuando menos, para esa misma sociedad que dicen defender. El mejor ejemplo de esto último, se dio el día de ayer en la cámara de senadores, mientras se abría a discusión la reforma. Los personajes que hablaron de parte de la oposición, expusieron más con arrebatos y descalificaciones, la impotencia que tenían ante una eventual derrota, que dejaron ver el doble discurso antes mencionado, lleno de hipocresía y falta de valores que supuestamente defienden ante las cámaras de las televisoras como la que transmite el show de los famosos pero, dejaron ver, entre sus participaciones viscerales, la pobre argumentación que ha caracterizado a la mayoría de ellos.

    De un programa como la casa de los famosos se espera que, entre más escándalo y más fricciones existan al interior del mismo, más rating se sabe que tendrá. Para eso llevan a figuras polémicas mezcladas con otras de personalidad más débil y es casi seguro que los acontecimientos que ocurrieran para la salida de la oveja negra del show, quien de paso es el mejor actor de todos los que ahí se encuentran presentes, haya sido meticulosamente planeada por los productores, ya que al ser esa televisora el monstruo mediático que es, jamás se arriesgaría a realizar algo que no estuviera planeado.

    Cuando el día de ayer, mientras se encontraba en sesión la cámara alta bajo la dirigencia del presidente de esta, el senador Gerardo Fernández Noroña, arribaron de manera agresiva protestantes instigados por el PRIAN, así como por integrantes del poder judicial, dejaron en claro el falso puritanismo y defensa de los derechos de los demás, así como la falta de valores que siempre les ha caracterizado y mientras que en televisión tienen que guardar las apariencias ante el público detrás de las pantallas, motivo por el cual dejaron ir al mejor de sus celebridades en el reality, los personajes de derecha tanto en la cámara cómo los del poder judicial, no tuvieron que fingir más sus pretensiones.

    La faramalla y la polémica con la que se maneja un personaje como Adrián Marcelo quien dice utilizar la comedia negra y que le valió su salida y la condena de miles de personas que sí siguen dicho programa, así como los exabruptos de la tristemente célebre Lilly Téllez, cada vez que toma el estrado en el senado, sólo dejan al descubierto la doble moral de aquellas personas que durante estos 6 años de un gobierno de alternancia, de izquierda, ligado a la gente pobre, han utilizado. Por un lado, condenan y se dicen jueces respetabilísimos y por el otro utilizan golpeadores, instigadores y personajes incendiarios, según su conveniencia. En un lado lo hacen con el fin de atraer a más televidentes para a su vez tener más patrocinadores y por el otro manipular las conciencias, si es que todavía pudieran contar con ese poder como era en antaño, de la sociedad.

    A final de cuentas, hablamos de un engaño intencionado hacia la gente pero, incluso al día de hoy, hasta los seguidores de la selección mexicana de fútbol son capaces de mostrar más sentido común y congruencia que quienes se ponen de parte del PRIAN, del poder judicial y de los grandes medios de comunicación, que quisieron bloquear la reforma que finalmente fue aprobada con 86 votos a favor. Mayoría calificada.

    El gran legado que deja el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador para ésta y las generaciones por venir, es la politización de las masas, para que estas exijan de manera activa, a su criterio, lo que crean que es justo para ellos.

  • Con la maquinaria oxidada

    Con la maquinaria oxidada

    Se ha discutido mucho en los últimos días, sobre el injerencismo del embajador de EUA sobre un tema tan importante como la reforma al poder judicial en nuestro país, que forma parte del llamado “Plan C” de Morena, por el que más de 36 millones de personas votaron. No es algo fuera de lo común que el gobierno de los norteamericano se involucre, directa o indirectamente, sobre los asuntos internos de cualquier nación, siempre que lo considere vital, no para esa nación, sino para ellos mismos, si es que puede sacar algún tipo de provecho.

    Como bien se sabe, el cambio que se pretende hacer dentro del poder judicial, implicaría acabar con el influyentismo en casos en los que magnates y empresarios, propios o ajenos, vean afectados sus intereses, pero también en situaciones como el nepotismo que se vive actualmente en donde juzgadores sirven de virreyes para dar cargos a familiares, amigos o conocidos. A estos casos también se suma el hecho de que, desde este poder, se otorguen concesiones para que poderes políticos, en concreto de la oposición, puedan salvar el pellejo de alguna falta, generalmente cometida a propósito, para beneficiarse de ello sin apenas recibir castigo alguno.

    De manera sorprendente, tanto el gobierno estadunidense, como los partidos conservadores y otros actores políticos, incluidos comunicadores, sobre todo de oposición, aun piensan que vivimos en las décadas de los 70’s y 80’s en donde a la gente se le podía engañar más fácilmente, en donde se escribía la realidad, de acuerdo con los designios de un mandamás. Los cambios al poder antes mencionado, se lograban de manera inmediata y sin remilgos, con las dos cámaras y los congresos locales de los estados, pintados al color de su partido.

    Ahora resulta que los gobiernos priistas en donde, se sabe, existió represión y se actuó de manera dictatorial, fueron más benevolentes que en el actual gobierno donde se hace respetar la voluntad de la mayoría en las elecciones.

    Los intelectuales y comentaristas de la oposición, de alguna manera creen que controlan a voluntad como hacían en el pasado, la manera de pensar del pueblo al que por cierto, rechazan y aborrecen como hacen los propios partidos de derecha. Son cuentacuentos venidos a menos, que piensan que sus doctorados en el extranjero y tergiversar en papel con palabras rebuscadas, los hechos que les son opuestos, les dan las credenciales para mentir sin que se les cuestione, aquello que ensalzan con mentiras. Es precisamente eso, que se les cuestione si lo que expresan es cierto o no, lo que no toleran, porque se acostumbraron a tener la razón en cada programa de debate y entrevista, porque se les encargaba un script desde la ahora oposición acá o del extranjero y sus palabras eran ley.

    Hoy que dejaron de controlar la información, tanto ellos como personajes tan encumbrados como el propio embajador de los Estados Unidos, son incapaces de convencer al monstruo que significa el pueblo;, por eso ni sus pretextos para la guerra, ni sus campañas mediáticas para acusar una dictadura en México, campañas que se prevé continuarán, también, durante este sexenio, ni sus esfuerzos por desestabilizar a un gobierno junto con su país al hacer uso del injerencismo, dan ni darán más resultados.

    ¿Qué se puede esperar de un país y sus presidentes, como el vecino del norte, que solo sirven a los intereses económicos y ni siquiera a todos sus ciudadanos, en un esfuerzo por preservar el capital por encima del interés social? ¿Qué se puede esperar de una oposición mexicana vendepatrias que está dispuesta a regalar los bienes de la nación a cambio de su ansiada remuneración a expensas de sus connacionales? Son, a todas luces, dos engranes de una misma maquinaria oxidada, destinados al fracaso.

  • Tareas pendientes para todos

    Tareas pendientes para todos

    Cuando en 2018, el entonces candidato de la izquierda; Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones a la presidencia de México, de inmediato, los millones de personas que votaron por él, vieron en el camino una pequeña luz hacia la justicia que por años habían anhelado. Es bien conocida la cantidad de sangre de miles que costó llegar hasta esa fecha. Desde ahí, este gobierno tuvo que luchar (y aún lo hace), contra la derecha mexicana enquistada en puestos clave de instituciones públicas desde donde se atrincheró, apoyada por el poder económico proveniente de empresarios dentro y fuera de nuestras fronteras y de gobiernos como el estadunidense, a través de USAID en el bien conocido apoyo a MCCI, como lo ha dado a conocer el presidente desde su conferencia mañanera.

    Parte fundamental del embate que sortea a diario el gobierno federal ha sido también, frente a los medios de comunicación otrora poderosos, que si bien, han visto mermadas sus fuerzas monetarias y de audiencia, aún son vistos en gran medida, por aquellos que todavía anhelan los tiempos de un prianismo autoritario y represor, del cual se beneficiaban. Es precisamente contra estos medios, que el primer mandatario ha llevado su pelea frontal, con base en constantes aclaraciones a calumnias y discursos inclinados a desestabilizar las medidas impulsadas para aminorar los efectos perjudiciales de la pobreza, corrupción e inseguridad, entre otras, que dejaron sus predecesores.

    Al ser un viejo lobo de mar, el presidente mantuvo una actitud mesurada y conciliadora ante los reclamos inmediatos de la gente de perseguir y enjuiciar a expresidentes y otorgó al pueblo el poder de decisión que requería para legitimar tales demandas, pero se encontró, en este caso particular, de frente con la SCJN, la cual declaró inconstitucional la figura de consulta popular que había de transferir al pueblo su decisión sobre el tema.

    Esta coyuntura ejemplifica el porqué de que existiera una falsa percepción no solo de autoritarismo sino de inacción o en el mejor de los casos de indiferencia frente a los problemas que se presentaron a lo largo de todo el sexenio. Por una parte, un poder paralelo que sintió más grande que la máxima autoridad y por el otro, los medios que en todo momento usaron cualquier nota por mínima que fuera contra la presidencia y la extrapolaron hasta hacerla parecer el peor de los agravios en toda la historia del país.

    Pero esta percepción dio un giro el 2 de junio con los resultados arrolladores obtenidos por la ahora presidenta electa, Claudia Sheinbaum, al posicionarse 2 a 1 contra su más cercana rival, quien por cierto, acaba de reconocer que jamás tuvo datos que acreditaran que tenía ventaja alguna en los resultados electorales. Frente a tales muestras de apoyo popular, y con una mayoría en las dos cámaras, la presidenta tendrá frente a sí, la tarea de concluir aquellos asuntos que quedaron pendientes de resolver, toca ver si los distintos actores políticos de quienes se sospechan actos ilícitos se pueden llevar ante la ley, toca quitar de las garras de la oposición los puestos en las instituciones que han impedido obtener justicia para los más pobres, pero también es importante que la toma de decisiones esté apegada al mejor de los intereses para todos.

    Un ejemplo de esto último es el rumor que corre de que el exclavadista olímpico Rommel Pacheco podría estar a cargo de la CONADE, presidida con muchos claroscuros por Ana Guevara, otra deportista de élite, quien llegó nombrada por el actual presidente. Cabe preguntarnos en primer lugar, ¿a quién interesa que se corra el rumor de Rommel? ¿Debemos creerlo sin poner en tela de juicio cada historia, que después de un tiempo se descubre como patraña? En segundo y a sabiendas del claro historial de Pacheco en su corta vida política, ¿la presidenta electa lo podría incluir como parte importante de sus aliados en el gobierno? Después de todo, una de las demandas del pueblo de México es que, actores como Germán Martínez o Lilly Téllez, no sean incluidos dentro de las esferas políticas que controla la izquierda ni se les abra los brazos para que después se pongan en contra de quienes los encumbran.

    Es necesario que se deje el discurso que Mario Delgado y pesos pesados al interior de Morena mantuvieron durante estos poco menos de 6 años, para incluir a cuanto charlatán conservador se quisiera colgar del partido en aras de la pluralidad y porque se necesitaban todas las fuerzas que se pudiera para derrocar a la derecha. Esa derecha ya está derrotada, en la lona, lleva así dos elecciones federales y no se ve manera en que se pueda levantar. No hay necesidad de mantener el discurso del indefenso, del pobrecito; en lugar de ello, es importante escuchar a la gente, no hacer oídos sordos a los reclamos de justicia (que no de “sed de hambre” de la mala excandidata conservadora), ni buscar en la banqueta de enfrente lo que se tiene en casa. Así se mantiene la legitimidad que la gente brindó en las urnas, caminando de la mano con quien entregó su confianza, misma que esta cargada de historia y sed de justicia, ¿no cree usted?