Categoría: Pablo Ocampo

  • Golpistas

    Golpistas

    Desde que aparecieron en la vida pública del país las conferencias mañaneras del presidente, han sido cuestionadas en un sinfín de oportunidades, desdeñadas y hechas trizas por las mentes intelectuales y otrora célebres de los comentócratas de derecha, ocultos en la neutralidad que les brindaba el velo del respeto mediático de los foros de televisión.

    Sin embargo, no hay mejor prueba de la importancia de este ejercicio de comunicación política y social, que las calumnias, mentiras o tergiversaciones, de que han sido objeto todos los esfuerzos de la llamada “cuarta transformación”, por resarcir el daño hecho hacia las comunidades más pobres, durante décadas de abandono institucional por parte de quienes hoy se forman en la línea de fusilamiento, para lanzar sus ofensas mediáticas.

    El último ejemplo y de los más deleznables que han tenido lugar hasta el momento, se dejó ver cuando en días recientes, en distintos estados de la república -y curiosamente, todos de oposición-, tuvieron lugar ataques hacía la población perpetrados por comandos armados, quienes parecieron tener como indicación, atacar a personas indefensas sin aparente provocación.

    Ante estos hechos, los fusiles golpistas conservadores, en manos de sus periodistas y lectores de noticias; no hicieron más que propagar el miedo entre la población, dejando entrever -además-, que dichos ataques han sido una estrategia utilizada por el gobierno, para atacar y hacer ver que es necesaria la incorporación de las fuerzas armadas al combate al crimen organizado, esto último en franca alusión a la “incorporación” de la Guardia Nacional a la SEDENA. En cascada, la redes sociales se llenaron de mensajes insinuando que dicho movimiento logístico sería militarizar al país.

    Ante sendas muestras de cinismo de la oposición me pregunto, ¿no fueron ellos, la oposición, quienes tenían ya militarizado al país desde el gobierno genocida de Felipe Calderón?, ¿no fueron normales escenas ver carros artillados transitando por las principales calles de todos los estados del país, ante la amenaza de violencia por parte de cárteles del crimen organizado?, ¿se les olvida que operaron al margen de la ley para utilizar a militares en funciones que no les correspondían, mientras abandonaron a su suerte a una institución como la Policía Federal, quien carecía de recursos y elementos para el cumplimiento de sus funciones?, ¿no fue durante el mando de los gobiernos PRIANISTAS que la militarización significó uno de los pasados recientes más negros para las fuerzas armadas, al haber sido señaladas de actos de tortura y desaparición como el caso de los normalistas de Ayotzinapa?

    Sin lugar a dudas es evidente que estamos lejos de alcanzar cifras deseables en la reducción de las estadísticas de criminalidad; es obvio que tratándose de la integridad de nuestros seres queridos, todos queremos vivir en un país libre de violencia; pero los empeños de la derecha mexicana por hacernos creer que todas las desgracias son culpa del actual gobierno, que estábamos mejor con ellos, que tienen la clave para solucionar los conflictos en los que ellos nos metieron a todos en principio de cuentas; no son más que las bien definidas “patadas de ahogado” ante una eventual derrota en los estados donde aún son gobierno, donde todavía mantienen subyugado al pueblo a sus malos manejos, donde todavía controlan a la prensa para que realicen actos de proselitismo a su favor, convencidos de que en términos de concienciación social e impacto informativo, todavía pueden engañar a un pueblo cada día más politizado.

    Así que podrán ir y venir más periodistas y falsarios a crear sueños húmedos para la derecha, intelectuales orgánicos dedicados a llenarse los bolsillos sin convencer a nadie de sus falsos silogismos, mandar oficios a organizaciones internacionales acusando un estado  rebosante de violencia que nos heredaron o cartas jurásicas de Porfirio; todos en la derecha están condenados a ser piezas de museo -o de alcantarilla-, ante el surgimiento de los movimientos de izquierda que se fortalecen en el continente, que se generan por un pueblo más unido. Mientras los conservadores mienten, las conferencias mañaneras cobran más fuerza; mientras ellos fingen, cada vez más gente les da la espalda; mientras calumnian, son más repudiados; mientras ellos más se aferran al poder, un pueblo más democratizado, se los quita.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • Hacia una mejor experiencia política

    Hacia una mejor experiencia política

    Si algo nos quedó claro a quienes hemos sido testigo de los procesos electorales en México en este nuevo milenio, es que resulta inadmisible que dichos procesos estén tan faltos de transparencia, como en los mejores momentos del antiguo priísmo. Los ejemplos más recientes los tenemos con las contiendas presidenciales de 2006 y 2012 en las que todo un aparato de estado, en complicidad con el entonces IFE, se encargaron de validar sendos fraudes electorales o bien, como nos cuenta la historia, los procedimientos ocurridos entre 1988 y 2000, en donde ya se tenía acordado quién sería el sucesor del anterior presidente (nefastos, en los dos casos), y ya ni qué decir de las votaciones que se celebran en cada entidad federativa, en las que el mandamás del lugar, aún en nuestros días y primordialmente en estados gobernados por la oposición; copia el modelo del dedazo y de paso, controlar la cámara de diputados local.

    Si bien en las recientes elecciones internas del partido Morena, que lidera encuestas en Estado de México y elecciones presidenciales de 2024, existió calma y se desarrollaron tranquilamente; en un puñado de locaciones se dejó ver lo peor de las antiguas prácticas de acarreo de votos, en donde se dice, las personas llevaban “papelitos” con los nombres de los consejeros a ser votados.

    Aunque esta práctica no fue generalizada, a pesar de que la prensa conservadora realizó una andanada de ataques contra Morena y su proceso interno para hacer creer que así fue, lo cierto es que existen puntos preocupantes que me gustaría tocar.

    En primer lugar, parece que para algunas candidaturas, la dirigencia del partido a nivel nacional, prefiere hacer una invitación a políticos de larga trayectoria prianista, opositora al propio partido, en lugar de fortalecer a posibles candidatos internos que aunque no tengan un nombre por sí mismos, lo generen mediante el trabajo con la gente. La premisa es muy simple, si se ha realizado un buen trabajo desde abajo, con las personas que más necesitan, pueden estar seguros de que no se necesitan apellidos de abolengo político, para ganar elecciones.

    Aunque esto no corresponde completamente a Morena ni es responsabilidad de un solo partido, se debe propiciar y priorizar una reunificación de izquierda, en las que ni los egos, orgullo o los planes propios sean más grandes que las ganas de continuar con los programas de apoyo a los más pobres para seguir en el proceso de sacar adelante al país. Todos (o por lo menos la mayoría) entienden que hoy en día las alianzas son necesarias para lograr un triunfo político y continuar con el trabajo hasta ahora realizado, pero se debe lograr a través de buenas alianzas y no solo de conveniencias políticas. 

    El mejor ejemplo de ello es el de la alianza con el Partido Verde, el cual hasta antes de las elecciones presidenciales de 2018, había ido en coalición con candidatos de la ahora oposición y que seguramente, cuando vea flaquear al partido del que se cuelga en las esferas de poder, buscará mejores opciones para conservar sus privilegios. Palabras más, palabras menos, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña lo tiene claro: “es amor sincero, mientras convenga a sus intereses estarán con el movimiento, cuando deje de ser así, buscarán otros aires”. ¿Por qué no, en lugar de buscar coaliciones con partidos oportunistas, sentar bases y precedentes para unificar a las izquierdas y hacer limpia de ideologías, contrarias a las que se erigieron con el movimiento?

    Finalmente, tanto Mario Delgado, como cada uno de los candidatos a lo largo y ancho del país, deberían separar sus nombres, logros y objetivos, de la figura presidencial, de cara a las próximas elecciones; pues mientras el presidente tiene una agenda de trabajo basada en los compromisos hechos con el pueblo, todos los demás parecen haber comprendido que el uso del nombre, la imagen o un discurso similar al de Andrés Manuel López Obrador, es el fuerte as bajo la manga que los lleve a ganar una contienda política, haciendo dudar así, de sus verdaderas convicciones y ganas de trabajo. Ahí está el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien una vez sentado en la silla, fomentó política pública contraria al partido que le dio la candidatura y salió por la puerta de atrás del gobierno estatal.

    A menos de 2 años del llamado a las urnas de 2024, nosotros los ciudadanos y partidarios de la continuidad en el trabajo que ha desempeñado el actual mandatario y su gabinete presidencial, debemos exigir a las dirigencias de los partidos que se haga valer la voz del pueblo que llevó de la mano el triunfo de AMLO y los nuevos gobiernos de alternancia que ahora son mayoría en comparación a los que tenía la izquierda antes de 2018 y además, dichas dirigencias deben tener presente, como frase indeleble la que se ha convertido en máxima de la actualidad política que la derecha no termina de entender: “tonto es el que piensa que el pueblo es tonto”.

  • EL PRECIO DE DAR NOTICIAS

    EL PRECIO DE DAR NOTICIAS

    A principios de año, en una coordinación pocas veces vista, se unieron los grupos del poder político-económico más representativos de la derecha mexicana, junto a sus voceros en los medios, para clamar que “todos eran Loret”, en defensa de Carlos Loret de Mola y ante las revelaciones que el presidente había hecho sobre la ostentosa posesión de bienes inmuebles que ese personaje ha acumulado, y que no se explican de otra manera que bajo la colaboración con los antiguos regímenes de poder que gobernaron el país. 

    En dicha ocasión se llegaron a juntar en un “space” de la red social Twitter, y de manera sospechosa, la nada despreciable cifra de mas de 100 mil cuentas para apoyar al exconductor de Televisa, de las que luego se sabría, en su mayoría, eran falsas y creadas sólo para dicho fin. El aparente apoyo con el etiquetado (“hashtag”,  en inglés) mencionado, también fue empleado por algunos miembros del periodismo de a pie, esos que difícilmente podrían llegar a ser Loret, si de posesiones y sueldo neto se tratara, pero que son afines en el odio que emanan hacia las políticas de la 4T y del propio presidente.

    En lo que va del presente año, han sido asesinados 12 comunicadores, a pesar de que algunos de ellos se encontraban bajo el resguardo del mecanismo para protección de periodistas; sin embargo, muchos han encontrado poco eficaz su implementación. Uno de los problemas que resultan determinantes a la hora de defenderlos, mientras se encuentran en el desempeño de su trabajo, es que las personas que investigan por diversos delitos, son en algunos casos, las mismas autoridades que deberían salvaguardar su integridad. 

    A principios de año, la periodista Lourdes Maldonado, quien había ganado un juicio laboral contra una televisora propiedad del exgobernador de Baja California Jaime Bonilla, a quien ella responsabilizaba por su integridad, fue ultimada en su domicilio de manera sospechosa, dejando hasta el momento a varias personas detenidas por su homicidio. El último deceso de que se ha tenido noticia fue el del periodista Antonio de la Cruz, en el estado de Tamaulipas, quien iba acompañado de su hija de 23 años, que fallecería horas después que su padre, a consecuencia de las heridas por arma de fuego producidas durante la agresión. En los dos casos, como en muchos más, el punto coincidente es la crítica hacia los gobiernos, ya sean locales o estatales que hacían durante su labor de investigación periodística.

    La diferencia entre los 12 casos y el #todossomosloret, es que los lectores de noticias de los grandes medios de información que apoyaron al comunicador radicado en los Estados Unidos, no han mostrado empatía con los periodistas asesinados y apenas los han tomado como carne de cañón para golpear de manera sistemática al gobierno federal que, vale la pena decir, ha perseguido a los responsables a diferencia de lo que ocurría en años anteriores.

    Todo esto sale a colación a propósito del último audio revelado del dirigente nacional del PRI en el que hace constar que es “brother” de presentadores de peso como Carlos Marín o Ciro Gómez Leyva y de emplear también a Joaquín López-Dóriga. En dicho audio, el propio político da fe de la manera en que los personajes mencionados, son empleados para acomodar notas a modo, a favor del presidente del tricolor y para golpear a sus adversarios o quienes intenten difundir noticias en su contra. Si bien, dicha estrategia era un secreto a voces entre las personas, escuchar de viva voz, de uno de los dirigentes de la oposición semejantes declaraciones, no hace sino corroborar que tanto empresas informativas como sus comunicadores, han servido para realizar funciones del golpeteo mediático con el fin de incrementar sus ingresos, sin importarles que la pacificación de todo un país estuviera en juego, pues quienes les pagaban también sumieron en una crisis de inseguridad a la gente y se encargaron de acallar a sus críticos más férreos, ya fuera a punta de pistola o del bolígrafo.

    Esperemos que con las últimas revelaciones del presidente nacional del PRI, Alito Moreno, de atacar sin escrúpulos a sus críticos, se haga que evidente que no podemos seguir sosteniendo una clase política carroñera, insidiosa y violenta, como la derecha mexicana, que solo le interesa acumular dinero mal habido; pero tampoco nos podemos dar el lujo de seguir con los ojos cerrados ante las mentiras de periodistas y medios hegemónicos frente a la realidad que vivimos cada día, mientras ellos viven en sus respectivas burbujas de cristal, ubicadas en México o en el extranjero. La opción es nuestra, consumidores noticias, para abrir los ojos o seguir viviendo en una ilusión.

    ¿Usted qué haría?

  • Recobrando el orgullo nacional

    Recobrando el orgullo nacional

    A lo largo del tiempo, muchas generaciones de mexicanos han sido testigos del actuar de los mandatarios nacionales, cuando se encuentran frente a frente con sus homólogos estadunidenses. Por décadas, el trato dado a los presidentes del país del norte ha sido, en pocas palabras, de sumisión. Ya fuera porque el que ocupaba la silla presidencial de nuestro lado no supiera qué hacer en el encargo, o bien, buscara obtener respaldo ante su falta de legitimidad, después de llegar al poder con importantes reclamos de fraude a sus espaldas; lo cierto es que el actuar en términos generales fue de entreguismo; se les miraba hacia arriba, como el niño pequeño que busca aceptación del padre y en su lugar sabe que recibirá un castigo.

    La soberanía nacional se ofreció al grado de aceptar que miembros de inteligencia norteamericana, actuaran en nuestro lado de la frontera como parte de la Iniciativa Mérida, para combatir al crimen organizado proveniente de centro y sudamérica con dirección a Estados Unidos y a través de nuestro territorio, pero  en el fondo, dejando pasar miles de armas, de manera ilegal.

    Como parte de la agenda que llevó el presidente Andrés Manuel López Obrador a su gira internacional para compartir ideas con Joseph Biden, puso sobre la mesa cinco puntos básicos de cooperación:

    • Envío de petróleo crudo y combustóleo de exportación en 72%, equivalente a 800 mil barriles diarios, a los Estados Unidos. Además de otorgar permiso para que ciudadanos norteamericanos carguen gasolina en México, donde el galón promedio cuesta $3.12 dólares en comparación de los $4.78 en la zona norte de la frontera.
    • La disposición de mil kilómetros de gasoductos desde Texas a Nuevo México, Arizona y California para generar 750 megawatts y abastecer a 3 millones de personas.
    • Suspender aranceles para aminorar los precios de alimentos y otros bienes en los dos países y preservar la salud y el medio ambiente.
    • Generar un plan de inversión pública y privada para fortalecer ambos mercados y evitar importaciones innecesarias de otras regiones. Como ejemplo, se pretende crear junto a inversionistas estadunidenses, plantas de licuefacción de gas, fertilizantes y el impulso de parques solares en estados fronterizos, que ayuden además, a la importación hacia estados vecinos como Texas, Nuevo México, Arizona y California.
    • Ordenar el flujo migratorio para recibir a personal capacitado de México y Centroamérica en Estados Unidos con la implementación de visas temporales.

    Sin lugar a dudas y después de muchos años de servilismo de parte de los presidentes mexicanos, parece existir la oportunidad real de tener una cooperación que favorezca a los dos países. Las decisiones que nazcan producto del encuentro entre los dos mandatarios, puede aliviar por un lado, las presiones sociales que se incrementan cada día por la crisis generada a raíz de la guerra en Ucrania, factor importante en la decisión de los votantes de cara a las próximas elecciones presidenciales, en las que Biden carga con el descontento de los demócratas; y por el otro, liberarnos de la dependencia económica del país del norte y las posibles represalias incluidas con ella, de acuerdo al contentillo político del gobernante estadunidense en turno, consolidando proyectos imprescindibles para fortalecer la soberanía mexicana.

    La tarea aún se antoja difícil, en tanto se requiera de voluntades políticas ajenas a nuestro territorio, pero es indiscutible que resulta más fácil alcanzar nuestras metas de progreso social, caminando al lado de nuestros aliados estratégicos, que arrodillados frente a ellos.

  • El obsceno uso del poder

    El obsceno uso del poder

    Del actuar de los distintos dirigentes políticos en México, se ha especulado mucho a lo largo del tiempo. En su mayoría, se sospecha de una persona cuando consigue un cargo público que involucra el manejo de mucho dinero y por desgracia, han sido pocas las ocasiones en que se consiguen los medios audiovisuales para escuchar o ver si lo que imaginamos es real o no. De entre todos los personajes que se mueven en esta esfera, sin duda, el que ha salido más perjudicado a últimas fechas es el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, a quien la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, le ha expuesto varias grabaciones de voz que demuestran, con lujo de obscenidades, la corrupción con la que se maneja el presidente del partido tricolor.

    Haciendo un recuento de los audios que se han presentado, se puede dar fe de las charlas mantenidas con su cirujano plástico, a quien invita con descaro a viajar en su avión y a quedarse en un departamento, sin preocupaciones para el médico y sus invitados; o la vez que se escucha, se le darán a Solá (publicista) 2.5 (millones) en dólares más otros 2.5 después; y la ya famosa frase que soltó: “A los periodistas no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre”.

    Es curioso que un hombre al que se ha comprobado mediante estos audios, una estela de corrupción, valiéndose del cargo de presidente de un partido conservador, tenga el descaro y la desfachatez de interpelar al gobierno federal su manera de actuar, de hacer gobierno; siempre buscando levantar ámpula, creando controversia mediante  ejemplos que, se sabe, son falsos (ej., cancelar y mover a otra ubicación el aeropuerto de Texcoco, al que algunos todavía lloran, costó más que el plan original de dejarlo en dicho lugar).

    Vale la pena recordar que, bajo la administración del presidente López Obrador, se han concretado obras como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco; la compra de la refinería Deer Park ubicada en Texas, Estados Unidos y de la que, por cierto, en solo 6 meses se terminó de pagar su costo con las ganancias que se obtuvo en ese tiempo, a pesar de que medios de comunicación hegemónicos la consideraban “chatarra”; o el polémico Tren Maya , son claros ejemplos de que, cuando se realiza un trabajo pensado primero para ayudar a los más pobres, como queda constancia en los estados del sur, que han sido históricamente los más abandonados del país; y no pensando en incrementar la cuenta bancaria personal, ni los bienes propios utilizando prestanombres, los proyectos salen adelante.

    Del dirigente del Partido Revolucionario Institucional, se ha sabido que ha beneficiado a sus familiares, ha lavado dinero vendiendo terrenos que compró a precios risibles, utilizado a su partido para extorsionar a empresarios sin importar si son hijos de vecina o de apellidos rimbombantes; que tiene una mansión digna, como no podía ser de otra manera, de un líder del crimen organizado y que esta semana huyò a Europa, según dijo, para denunciar ante organismos internacionales, los delitos por los que bien podría estar pagando él a su regreso, si es que así lo hace.

    Lo cierto es que, durante semanas, exdirigentes de su partido y aliados económicos y políticos, han pedido la renuncia de Alejandro Moreno Cárdenas, quien después de los últimos audios y el video de su residencia, por fin podría tener el tiempo contado y con algún reemplazo en puerta, si es que decide autoexiliarse, ya que al parecer, líderes de PAN, MC y el alicaído PRD, así como empresarios, por fin, lo han dejalo a su suerte; una lástima, considerando que “Alito” ha sido el hombre de peso, orquestando con rotundo éxito, la debacle priísta a nivel nacional y que aún faltan las elecciones de 2023 y 2024 para condenar a la extinción a su partido y las esperanzas de sus aliados, de regresar al poder.

  • El odio que los mueve

    El odio que los mueve

    Su vocación, sin duda, es llevar la contraria a todo lo que el presidente comenta, informa o convierte en realidad a través de programas encaminados a ayudar a los más pobres, que han sido víctimas de abandono institucional por décadas, producto de malos gobiernos. Sus gobiernos.

    No hay nada que le cause más placer a la oposición, que ver que alguna estrategia para combatir los problemas que dejaron ellos mismos, corra el riesgo del fracaso y se jactan, además, de que en sus sexenios, dichos desaciertos no ocurrían, pese a que fueron responsables de la toma de decisiones, que afectaron a millones de personas a través de una pobreza sistémica o un combate mal planteado contra las estructuras criminales, que potenció la muerte de cientos de miles a lo largo del país, entre otros males.

    Sus seguidores, que saben de estos problemas pero en pocas ocasiones los han sufrido en persona, tienen el cinismo de afirmar que “antes estábamos mejor”, solo porque muchos de ellos se veían beneficiados bajo la dirección del viejo y corrupto régimen, de tener al compadre, amigo, hermano o conocido, metiendo las manos en el dinero público y recibiendo toda clase de favores de ellos. Al resto de quienes les siguen el juego de llevar la contraria, entre rencor e indignación por tener un gobierno de alternancia, les han hecho pensar que eran beneficiarios en igual proporción, de las dádivas obtenidas al margen de la ley, aunque sobre los hechos, formaron parte de los mismos infortunios a los que sometieron a la mayoría.

    Al perder en muchos de los casos, los privilegios con los que vivieron y amasaron grandes fortunas, comenzaron a generar un odio enfermizo a todo lo que sonara, oliera o hiciera referencia al cambio de timón en las decisiones políticas de México. “Cuarta Transformación”, “AIFA”, “Dos Bocas”, “AMLO”, “Abrazos, no balazos”, son solo algunos ejemplos de los objetivos hacia los que han dirigido sus ataques, pues representan al gobierno, al presidente y sus seguidores, que no son otros que el mismo pueblo al que relegaron al abandono y sometieron a una pobreza que alcanzó a generaciones de mexicanos.

    Sus complejos de superioridad moral y racial, les ha hecho pensar que por factores como el tono de piel o la marca del auto que conducen, son mejores ciudadanos que el resto, pero también, desde que se convirtieron en oposición, han dejado ver su lado más vil y deleznable, dirigiendo sus ataques a personajes no tan públicos de este movimiento, el último de ellos, realizado en contra del menor de los hijos del presidente López Obrador, por su sobrepeso, como hicieron en el pasado con el propio mandatario, sus otros hijos y hasta con una senadora de Morena quien, vale la pena recordar, fue víctima de un atentado contra su integridad,al interior de las instalaciones del senado mexicano y que políticos de PRI, PAN y sus seguidores, aprovecharon para hacer mofa y desear la muerte.

    Pero, ¿qué tan enferma de odio debe estar esa parte de la población económicamente más holgada, que les lleva a enfocar lo peor de su ser contra la persona de un niño que bien podría tratarse de su propio hijo?, ¿Qué hace que un adulto completamente racional, incube dentro de sí una semilla tan podrida que lleve a desear la muerte de otro ser humano, como hicieron cuando el presidente enfermó de COVID?, ¿Por qué creen siquiera que atacar el sobrepeso de un chico, menor de edad, con posibles inseguridades y complejos como los hemos tenido todos con 15 años, es digno de una carcajada, reconocimiento o un motivo de orgullo por la astucia de hacer menos al otro, pasando por encima de sus garantías individuales?

    Esos mismos hombres y mujeres, en pleno uso de facultades, que se piensan superiores moralmente y con derecho de opinar sobre lo que una mujer puede o debe hacer con su cuerpo, que condenan la unión entre parejas del mismo sexo por estar fuera del mandato de Dios, sea este cual fuere, que creen que pueden decidir el rumbo en la vida de las personas, solo porque tienen más ingresos y su riqueza guardada en cuentas bancarias; son los mismos que denigran, acosan, insultan y violentan a quienes ven como sus rivales políticos sin importar edad, género o condición social, solo por sentirse con el privilegio y hasta la obligación de hacerlo.

    Teniendo esto en cuenta y las recientes declaraciones del presidente nacional del PRI, en referencia a dotar de armas a las familias para que se defiendan del crimen organizado, deja ver que la oposición mexicana en realidad, solo quiere ver caos en las calles, sin importar quien sea el perjudicado, con la finalidad de que los lleve de vuelta al poder que perdieron en 2018 y que han visto más disminuido con cada elección, pues su vocación es acumular riqueza, valiéndose del exacerbamiento del odio que engendran entre sus adeptos, a quienes solo ven como carne de cañón para alcanzar sus fines, mientras sacan del olvido a un cartucho quemado que pueda levantar su alicaída reputación. Los niños, mientras no sean de su mismo estrato social, no les importan. Nunca lo hicieron.

  • Parsimonia mundial

    Parsimonia mundial

    *Dedicado a Julián Assange por el atropello a su persona y a la libertad de expresión.

    “La gente no sabe lo que está pasando y ni siquiera sabe que no lo sabe”

    Noam Chomsky

    Cayó la noche que parecía día; en Alaska las cosas eran así durante 6 meses al año. El día nocturno te hacía querer enloquecer si no estabas acostumbrado, pero la mayoría de las personas que ahí viven, también son originarios de ese lugar.

    En los comedores de paso, de esos que todavía existen por las gélidas tierras, se ve en el televisor al fondo del local, a una presentadora de noticias que habla sobre la invasión de los Estados Unidos a Irak, como retaliación por el atentado ocurrido en las torres gemelas. Los comensales escuchan atentamente que los soldados han tenido éxito en invadir tierras asiáticas, y con el paso de los días se sabrá de la captura y posterior ejecución del líder de ese país.

    Las personas están contentas y gritan de felicidad al tiempo que alzan los brazos y cierran los puños cantando victoria, pero los medios que suenan tan gloriosos en ese instante, después callarían que las armas de destrucción masiva, motivo por el cual invadieron el país árabe, no fueron encontradas en ningún búnker o almacén de tipo militar; es más, no encontraron un sólo indicio de que ahí hubieran estado alguna vez, pero ya que invadieron el lugar, organizan un nuevo gobierno, y establecen sus condiciones para quedarse, que se basan en controlar el más grande tesoro que tiene aquel pequeño país: el petróleo. Mientras tanto, en los Estados Unidos el auge económico se nota y el país más poderoso del mundo, adquiere aún más dominio, mientras invade pequeños países y los saquea.

    Más tarde en el tiempo, comienzan a aparecer en los cines de Nueva York, éxitos que reafirman las proezas de las armas norteamericanas; sus estrellas consiguen la hazaña de salvar una vez más a la humanidad de la tiranía de mentes siniestras que han urdido planes para controlar todo el orbe; se erigen como la policía del mundo y entonces los espectadores citadinos se marchan satisfechos de las salas de proyección, sabiendo que su milicia es la más chingona y que en donde hace falta, van de buena fe a repartir democracia, aunque para ello tengan que hacer uso de la fuerza con tal de llevar estabilidad a las zonas invadidas.

    Por esos días, han elegido un nuevo presidente, ícono de los tiempos de cambio hacia la prosperidad, es decir, más todavía de la que ya gozaban en comparación del resto de países. Aquel nuevo mandatario, el primero de raza negra en llegar a dicho puesto, además ha sido condecorado con el premio Nobel de la Paz, y lo estrena dando la orden de que se lancen toneladas y toneladas de paz desde bombarderos hacia lugares donde sospechan que se esconden “rebeldes” y armamento, aunque sea conocido por sus cuerpos de inteligencia que entre las zonas a destruir se incluyen escuelas y hospitales. La misión es llegar hasta las últimas consecuencias para quienes pretendan establecer un gobierno soberano que se niegue a “cooperar” y entregarles lo que necesitan para vivir en la abundancia capitalista que han impuesto mundialmente. De nueva cuenta, los medios de comunicación hablan de las maravillas de sus armas, pero callan evidentemente lo que más tarde quedaría al descubierto, levantando el encono de los altos mandos estadunidenses.

    Pero llegan tiempos de cambio, los planes de expansión económica se ven golpeados por una crisis global que sacude todas las economías, incluida la propia. Parece que invadir países y controlar sus recursos no es suficiente para vivir el sueño americano. En su propio territorio, las firmas especuladoras hicieron lo suyo y se enriquecieron con el dinero de los demás, dejando a miles en la bancarrota.

    Surge de entre las pesadillas de la gente que perdió todo, el rostro bufonesco del nuevo líder: Un magnate que se declaró en bancarrota en distintas ocasiones para no perder su dinero y posesiones, y que ganó adeptos con sus declaraciones hostiles a quien se le antojara. Su objetivo principal serían los migrantes, esos que contrastan con su láctico tono de piel, provenientes en su mayoría de México, a quienes considera como secuestradores, violadores y delincuentes en general.

    Gana las elecciones y los medios que callan las atrocidades fuera del país, por primera vez voltean a ver hacia dentro, a ese presidente incómodo que un día sí y otro también, realiza proclamas cargadas de polémica. La condena se vuelve mundial, ¿cómo puede el máximo líder tener tanta libertad para decir lo que los demás ya saben pero que se pretende ocultar a la gente, incluida la propia, con tal de conservar los buenos modos?

    Es así que, cansados de que los ponga en ridículo por su ignorancia y aparente incapacidad para gobernar, los ciudadanos eligen un nuevo sucesor que los devuelva al buen camino de las apariencias, de las sonrisas fingidas, de las condenas enérgicas contra el eterno rival bolchevique, que solo vive en su imaginación. Arma un plan para desestabilizar sus fronteras, busca por todos los medios que sus aliados de antaño se unan en la tarea de preparar el escenario bélico, para aislar al enemigo y que todos puedan ver que ellos solo buscan protegerlos y a sus intereses. Mientras tanto los medios que alguna vez tuvieron el poder de dirigir con sus publicaciones, el ideario de la gente, comienzan a desfallecer ante sus casi nulos éxitos.

    Por ahí se habla del caso de un activista, quien revela secretos de esa nación. La traición a su propio pueblo al no darles a conocer el panorama que se vive en los países en guerra, las carencias que han padecido los pueblos invadidos por sus fuerzas armadas, las decisiones que han tomado sus gobernantes, que les han escondido que ha perjudicado otras regiones, las acciones de militares que han torturado y masacrado a personas inocentes, incluso tomando dichas acciones a modo de juego.

    Se encienden las alarmas, se unen gobierno y medios para condenar tales revelaciones que debían ser secretos de estado, que ponen en peligro la seguridad nacional, y demás serie de estupideces que ponen como excusa para tratar de llevar a sus calabozos a dicho personaje. Desde alguna oficina llena de personas vestidas de uniforme, se escuchan los gritos expelidos a los cuatro vientos: ¿Cómo se atreve?, ¡pero qué osadía!, ¿Con qué libertad se ha permitido exponer nuestros abusos? ¡Es un ultraje! ¡Debemos encarcelarlo por ejercer la libertad de expresión que nosotros no le dimos, es más, que no autorizamos!

    Mientras tanto, en las calles de Nueva York, así como en los comedores de Alaska (que todavía existen) y en el resto del país, se dejan ver en los noticieros que el enemigo público número uno de los Estados Unidos de Norteamérica será llevado en próximas semanas hasta los juzgados, los grandes estudios ya preparan el próximo éxito taquillero con el actor de moda que le dé tranquilidad a los ciudadanos adormecidos y el mundo observa en silencio un atropello más, cometido por el país de las pretensiones.

  • Hacia la continuidad de la verdadera alternancia

    Hacia la continuidad de la verdadera alternancia

    Durante el pasado fin de semana en Toluca, Estado de México, se llevó a cabo un encuentro en el cual el partido MORENA reunió a personajes de alto perfil, con la intención de mostrar apoyo y unidad a los futuros candidatos de dicha entidad para las elecciones que se realizarán el próximo año, pero también como una posible muestra de prospectos del partido de izquierda, al sufragio federal de 2024. Desde entonces, se ha levantado y acrecentado una oleada de especulaciones de propios y extraños, que encumbran a unos y desploman a otros, en su posibilidad de ser ungidos como el próximo mandatario nacional. Si bien nos encontramos a poco más de dos años de dicho evento popular, las manos de algunos políticos comienzan a dejarse ver por lo alto para ser tomados cuenta, mientras que otros prefieren manejarse con prudencia para no permitir que sus aspiraciones se diluyan con el paso del tiempo.

    Independientemente de las ideologías que los identifiquen, los distintos personajes de la izquierda mexicana que gobierna el país, deben encontrar la manera de mantenerse en unidad de cara a las futuras elecciones presidenciales. El hecho de encontrar nicho entre algunos pares de la política, a través de redes sociales o tener afición y correspondencia por algunos medios de comunicación, que valga decir, tienen historia con el antiguo régimen de gobierno; no es sinónimo de contar con la simpatía del pueblo.

    La gente no busca más la repetición de discursos políticos de palabras rimbombantes y carentes de contenido, que pretendan marear con verborrea mientras se pacta con fuerzas oscuras, alianzas que dejen a los más necesitados al margen de los beneficios que se han construido en este sexenio, y signifiquen una pausa en los beneficios hasta ahora conseguidos; pero tampoco quiere la cerrazón e intolerancia de gobernantes que tengan las mejores intenciones con el pueblo, pero que al momento de tomar una decisión, muestren intransigencia y necedad que lleven a malograr las metas de apoyo institucional a la gente de escasos recursos.

    Actores políticos como Ricardo Monreal o Gerardo Fernández Noroña, así como quienes quieran sumarse en pos del máximo cargo de elección popular que se otorga en México, deben optar por dejar de lado los egos que puedan interferir con la prosecución de los resultados en favor de la población obtenidos hasta el momento, aceptar críticas constructivas provenientes de los distintos ámbitos a los que les expone su posición de figura pública y política, unificar las causas y convicciones del pueblo, aunque una parte de éste sea afín a la derecha conservadora y sus aliados medios de comunicación, que han pretendido dividirnos en buenos y malos, y apostar por sumar fuerzas cuando llegue el momento para que la izquierda vuelva a elegir al que sea su representante ante los adversarios en las boletas electorales.

    Crear alharaca sin sustancia en televisión y redes, por aspiraciones personales con miras a un puesto, utilizando todos los medios posibles, sin soltar la vanidad y el orgullo, solo llenará de suspicacias el imaginario popular, poniendo en tela de juicio las verdaderas intenciones para hacerse de todo el poder que conlleva un cargo de semejante magnitud, sin pasar por alto que cada vez hay menos gente dispuesta a olvidar las tropelías, pequeñas o grandes, así como coqueteos políticos que huelan a traición de principios que lleven a olvidar su compromiso con el electorado. Nadie quiere un antifaz de izquierda que esconda un rostro con facciones de derecha.

  • La herencia que nos dejaron

    La herencia que nos dejaron

    El pasado 2 de junio, en el seno de la XL reunión plenaria de la conferencia permanente de partidos políticos de América Latina, Porfirio Muñoz Ledo, cobijado bajo la figura del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, hizo un llamado al entendimiento, al Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador a “no heredar su contubernio y asociación con el narco”. Durante el nombrado evento, en el que el máximo líder priísta rindió protesta como Presidente de dicha organización para el período 2022-2026, el chapulín multipartidista de 88 años y expresidente de la cámara de diputados por MORENA y ahora convertido en férreo crítico del actual gobierno, comparó la gestión de López Obrador con el “maximato”, al argumentar que los recursos del gobierno federal y del narcotráfico se fusionan, asumiendo así la omnipotencia del primero y finalmente afirmando que hace falta elaborar un nuevo pacto de poder.

    Desde que en México se inició una guerra contra el crimen organizado, durante el sexenio de Felipe Calderón, la ciudadanía comenzó a experimentar como algo cotidiano y con una duración que alcanza a vivirse hasta nuestros días: muerte, desolación, abandono y traición institucional. Dichas experiencias aberrantes, dejaron también, como huella indeleble a su paso, una sensación de odio o recelo generalizado entre la población.

    Las muestras de violencia extrema que han desarrollado los distintos grupos delictivos a lo largo y ancho de nuestro país y la cercanía de estas vivencias a la gente común, hizo que pululara la creencia de que la vida es así, de que las personas son de esa manera y de que es un modo normal de actuar. Fue entonces que esta nueva realidad cayó como un mazo en la conciencia, sobre todo de los más pequeños en las familias, quienes adoptaron actitudes, comportamientos y costumbres que luego se hicieron famosas y celebradas en narcocorridos y series de televisión. La cercanía con la muerte que tuvieron las, entonces, nuevas generaciones; el hecho de que para muchos de ellos fuera una realidad y hasta costumbre aprender a vivir sin algún familiar, resultado de la violencia, provocó que existiera una carestía de valores y en consecuencia, descomposición social. Si existían diferencias, fricciones y hasta rencores entre segmentos de la población, con esta inyección de violencia prolongada durante tanto tiempo, dichos sentimientos y emociones se exacerbaron.

    Haciendo alusión a las palabras de Porfirio Muñoz Ledo, esa ha sido la herencia maldita que nos dejaron los gobiernos de la oposición, con los que él, por cierto, colaboró durante la mayor parte de su vida; por eso es que para ellos y para muchos mexicanos resultan risibles sentencias tan firmes y directas como “abrazos, no balazos”; por eso es que les resulta incomprensible dejar libre al hijo de un capo, en un mal planeado operativo militar, para evitar las muertes de personas inocentes en reprimenda por su captura; por eso es que les resulta difícil pensar en que los delincuentes también son seres humanos, con derechos y pertenecientes a una sociedad de la cual son reflejo, abandonados por políticos indolentes que se enriquecieron a expensas de recursos que estaban destinados a gente de escasos recursos, que tuvieron que vivir al margen de la ley, la alternativa para no morir de hambre, para salir de la pobreza, mientras contemplaban, como el resto del pueblo, los excesos de sus gobernantes, bajo una carencia total de valores pero también, de remordimiento; probablemente pensando “si lo hace el presidente, diputado o gobernador, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”.

    Entre las grabaciones que evidenciaron el corrupto actuar del mandamás del PRI en vísperas de elecciones; las palabras emanadas del otrora solemne octogenario del partido que mantuvo en el país una “dictadura perfecta” durante cerca de 80 años y los resultados obtenidos en la contienda electoral el pasado domingo, en la que su antiguo partido recibió una estocada mortal de cara a las elecciones del próximo año en Coahuila y el Estado de México, así como las federales del 2024; es claro que la mayoría de la gente que ha sufrido una y otra vez las vicisitudes y agobio de la violencia nacida en el prianato, se cansó finalmente de seguir viviendo entre la carestía y la zozobra de la herencia que nos dejaron.

  • Lo inmoral del abandono médico

    Lo inmoral del abandono médico

    Aunque pueda parecer repetitivo tocar el mismo tema de manera reiterada, lo cierto es que los medios de comunicación afines a las prácticas de corrupción y engaño del antiguo régimen que controlaba el país, no han descansado en su afán de mentir a la audiencia que aún se informa con ellos. En este contexto, es necesario -y hasta imprescindible-, mantener el dedo en el renglón para que no se caiga en información tendenciosa que busca inclinar la balanza hacia los intereses que persiguen los grupos de poder político-económico que mantienen una batalla constante contra el presidente y todo lo que tenga alguna implicación con él, es por ello que un mero esfuerzo por tener un panorama claro de un tema tan trascendental, implique la labor de hablar de él con tanta insistencia. Prosigamos…

    Este martes, el Secretario de Salud de México y el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, dieron a conocer los avances en la contratación de personal médico como parte del fortalecimiento del sector salud del gobierno federal. Si bien se ha contado con un avance en la contratación para plazas vacantes, la tarea aún parece difícil de lograr, ya que a pesar de que en el territorio nacional existe un total de 135,046 especialistas, aun se mantiene un déficit de 154,786 de ellos para cubrir las recomendaciones internacionales que rondan los 230 médicos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a la población del país, de aproximadamente 126 millones de personas; siendo Tlaxcala, Guerrero y Chiapas los estados con la menor proporción por el número de población y la Ciudad de México por encima de lo sugerido, con 385.2 profesionales por cada 100 mil ciudadanos. Para el caso de médicos generales, la carencia, aunque es menor, alcanza la cifra de 33,832 vacantes sin cubrir.

    Sin embargo, el peor escenario se hace presente en el estado de Veracruz,  en las regiones de la Huasteca, montaña y Papaloapan-olmeca donde 2.4 millones de niños y niñas requieren de un pediatra que los atienda y no lo hay. Caso similar se encuentra en el estado de Guerrero donde hasta 873 mil niños no cuentan con este servicio.

    Contrario a la manipulación de información de la que ha sido víctima el pueblo de México, los esfuerzos del gobierno por contratar a personal capacitado que atienda las necesidades de un tratamiento especializado y general en el área de la salud, no surgieron a partir de la denuncia de algunas asociaciones y federaciones, por la contratación de médicos cubanos para trabajar en zonas de difícil acceso y marginales del país. De hecho, la oferta de dichos lugares ha existido incluso antes de la llegada del nuevo gobierno y a pesar de esto, a la fecha, la demanda de las mismas no ha sido cubierta. La muestra la dio Zoe Robledo, quien destacó que de un total de 13,765 vacantes ofertadas en la jornada nacional de reclutamiento y selección para médicos especialistas, 9,725 de ellas aún siguen sin postulaciones (profesionistas interesados en ellas).

    Los ejemplos mencionados en Veracruz, Tlaxcala, Guerrero o Chiapas, nos dan fe de que a pesar de existir el requerimiento de un servicio de salud de calidad, incluso con la exigencia de las voces que dejaron escuchar su negativa ante la intervención de especialistas extranjeros, aun con la participación de profesionistas que se ostentan como celebridades en redes sociales, la necesidad de médicos para las zonas pobres, de difícil acceso y con población en pobreza extrema, sigue sin satisfacerse. Con datos duros se demuestra que el problema de la falta de atención médica en el país no es producto de la escasa o nula oferta del servicio por parte del gobierno, sino de la apatía por cumplir un compromiso ético y moral de atender a quien más lo necesite, fuerte mensaje para los detractores de la cartilla de Alfonso Reyes, divulgada por el gobierno.  La encomienda por llevar atención médica a los más necesitados, aunque todavía presenta resistencias para cumplirse, avanza en su objetivo. En palabras del legendario músico inglés John Lennon: “puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único”.

    Colofón: El martes, como parte de una defensa fatua y mal planeada, el presidente nacional del PRI dio a conocer un audio en el que, con participación de por medio del senador del Partido Verde, Manuel Velasco, alega que el gobierno federal le amenazó si no votaba a favor de la reforma eléctrica que, se sabe, toda la oposición, votó en contra. A su vez en otro audio, presuntamente el mismo dirigente, elabora un esquema de lavado de dinero (palabras de Layda Sansores, gobernadora de Campeche), de millones de pesos. Los mismos medios que han hecho de la información un negocio lucrativo por encima del bienestar social, son los mismos que han apoyado sistemáticamente a dichos representantes de la oposición y golpeado pública y masivamente al gobierno del cambio. ¿A quién cree usted?