Categoría: Sergio Macías

  • CRÓNICA DE LAS MENTIRAS

    CRÓNICA DE LAS MENTIRAS

    Incluir y rebatir en seis mil caracteres todas las mentiras que los conservadores y la oposición han perpetrado en contra de la Cuarta Transformación es poco menos que imposible; no obstante, lo intentaré. 

    Dijeron que el aumento al salario mínimo generaría inflación; ahora que la economía del país mejora y escala puestos en el ámbito internacional, se ve que no era cierto. Mintieron sabiendo que mentían, pero algo quedaría… Aseguraron que el presidente redujo los apoyos a la cultura, cuando –baste un ejemplo– se filmaron más películas que en los otros sexenios (solo en 2023, se apoyaron 166 proyectos para producción, exhibición y preservación de acervos). Se quejaron de que la 4T arruinó la ciencia, y lo que hizo fue desmantelar una red de corrupción en la que desviaban funciones y atendían los intereses de distintas instituciones, empresas y organismos privados.

    Alardearon con que el aeropuerto Felipe Ángeles –construido de acuerdo con lo presupuestado– costó 67 veces más caro; con que el Tren Maya era un ecocidio que acabaría con la selva (si bien, junto con esta obra, se crearon cuatro áreas de conservación, entre ellas ¡la reserva más grande de América después del Amazonas!). Predijeron que no habría inversión extranjera y que el valor del peso caería, que la CFE sería un lastre (aunque inyecta más de la mitad de energías limpias al total del sistema nacional). Aseguraron que AMLO ataca a los periodistas (cuando son estos los que lo calumnian a él); que militarizó el país (cuando creó la Guardia Nacional para cuidarnos y envió al ejército a construir aeropuertos y otras obras); que le dio la espalda a la salud, si bien tuvo que deshacer un entramado de empresas corruptas que, en contubernio con gobiernos anteriores, se robaban miles millones de pesos al año. Este gobierno construyó y concluyó 90 hospitales más. Se jactan de que el de López Obrador es el más violento de la historia, sin ver (o no querer ver) que el número de asesinatos ha reducido 20 % con respecto al cochinero que dejaron Calderón y Peña Nieto.

    Acusaron al presidente de ejercer el poder unipersonal. A él, que desbarató el aparato priista y panista autoritario y casi dictatorial. Dijeron que al desaparecer el Fonden dejaron a Acapulco en el desamparo después del huracán (vaya: entonces no me explico por qué más del 70 % de los guerrerenses votaron por Claudia Sheinbaum. Ah sí, por aquello de que nos gusta ponernos las cadenas que nos quitaron).

    Se desvivieron pregonando que la pasada fue una elección de Estado; que somos una dictadura; que nos vamos a convertir en Venezuela (aunque el señor X ya dijo que todo eso era choro); que AMLO se iba a reelegir y para eso era la revocación del mandato; que se destruyó al país; cacarean sin pruebas que Morena se quiere robar el dinero de las Afores, cuando en realidad la reforma de pensiones reivindica el derecho de los trabajadores a contar con una pensión suficiente y digna; y dicen y escriben que Morena es el nuevo PRI. Uff.

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    23 de junio de 2021. Estamos a la mitad de la semana, a la mitad del año, a la mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los logros, pese a la pandemia, saltan a la vista. Pero aún más evidentes son las mentiras que una tras otra, todos los días, tratan de obstaculizar un camino de por sí difícil: la transformación social, económica, política y moral de México. Ante eso, el presidente nos presenta una buena idea:

    “Yo les adelanto que vamos a tener un día, tampoco toda la conferencia, pero vamos a invitar a alguien del gobierno que nos explique sobre las mentiras de la semana. Así como ‘Quién es quién en los precios’, de los lunes, vamos a sacar aquí un ‘Quién es quién en las mentiras de la semana’ para combatir las falsas noticias. Hay algunos que van a sacar primeros lugares siempre, o sea, siempre medallas de oro, pero aquí los vamos a estar exponiendo y también informándole a la gente, porque hay quienes se tragan todo eso. Hace como dos días salió un mensaje de Twitter de que uno de mis hijos iba a comprar el estadio. No el estadio: el equipo Cruz Azul. Imagínense eso.

    [El grupo] Imagen la reprodujo. Sí, nada más que ‘la calumnia, cuando no mancha, tizna’. Esa es una máxima del hampa del periodismo, pero ¿cuánta gente se queda con eso? Yo recuerdo que durante mucho tiempo sacaban a uno de mis hijos con un carro, un Ferrari, y no era él. Son, la verdad, muy inmorales nuestros adversarios. Siempre he dicho, y no me equivoco, que el conservadurismo tiene como doctrina la hipocresía”.

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    “La verdad debería ser un derecho humano”. Son palabras del expresidente de Ecuador, Rafael Correa. Cómo no va a pensar de esa manera si la justicia de su país lo acusó, entre una serie de mentiras, de llevar a cabo una ¡“instigación a través de influjo psíquico”!

    Si bien causa risa esta resolución judicial, en México no estamos tan lejos de situaciones similares. Basta señalar la acusación a Andrés Manuel de ser un presidente narco, con la patraña de “ahí está la foto saludando a la mamá del Chapo” o por haber liberado a Ovidio, hijo de este (hoy detenido), para evitar un derramamiento de sangre. Y ni hablar de la campaña millonaria y desquiciada de la que fueron objeto el presidente y nuestra virtual presidenta electa.

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    12 de junio de 2024. La secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, anuncia una reducción en el índice de abandono escolar en educación media superior al pasar de 14.5 % en 2018 a 8.7 % en el ciclo escolar 2022-2023. Es obvio que las políticas sociales puestas en marcha en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en este caso las becas, han hecho –al igual que los alumnos– su tarea. Los que no la han hecho –y están reprobados– son los medios de comunicación, pues a ninguno le pareció que esta información fuera importante. “La verdad –dice el conservadurismo– ya es intrascendente”, y callar es también una forma de mentir.

  • PALABRAS

    PALABRAS

    Palabra que en México somos buenos para los dichos y refranes, pero el presidente es un campeón. Él nos hace recordar cómo durante el neoliberalismo los conservadores arremetían contra el que osaba intentar cambiar su “orden”. Así, advertían: “Quien se mete a redentor termina crucificado”. Y, para referirse al pueblo, profetizaban: “El que nace pobre está condenado a morir pobre”.

    Viendo la Mañanera me brincan como chapulines otros dichos que nos trataron de inculcar todos estos años en los que la ideología de derecha campeaba en el ambiente: “El que nace pa tamal del cielo le caen las hojas” o “El que nace pa maceta del corredor no pasa”.

    Eso querían, que todo el maíz fuera para ellos y que nosotros nos quedáramos viendo sin poder superarnos, sin poder salir del corredor, pero el pueblo ya habló. Nos soltaron carretadas de clasismo y menosprecio mientras nos cantaban su filosofía esa de que “El cambio está en uno mismo” o “Lo que uno consigue es por méritos propios”.

    Siempre quisieron silenciarnos, pues “en boca cerrada no entran moscas”. Pretendían que nos hiciéramos “ojo de hormiga” ante las injusticias, porque “ojos que no ven, corazón que no siente”; pero sí se siente, pues, aunque no podamos mirar a los millones que por fin salieron de la pobreza, sabemos que están ahí, que no son simples números. Son personas de carne y hueso que han recibido beneficios en este sexenio, que aprecian que por fin alguien los tomó en cuenta. Son ancianos que pensaban que iban a morir sin que nadie los volteara a ver. Son votantes contentos.

    Es sabio Andrés Manuel. Llama al pan pan y al vino vino, cuando dice: “En los tiempos de esplendor del neoliberalismo, que ahora está en crisis a nivel mundial, me acuerdo que todo lo que les daban a los de arriba le llamaban rescate o fomento, y lo poco que les daban a los de abajo le llamaban de manera despectiva populismo, paternalismo… Me acuerdo de una frase que decían, para no darle nada a los pobres: ‘En vez de darle un pescado, enséñale a pescar’. ¡Si no hay río!”.

    Viejo lobo de mar, aprendió a contraatacar con la palabra: “Me canso ganso”, “Tengan para que aprendan”, “Amor con amor se paga”, “Por el bien de todos, primero los pobres”, “Abrazos, no balazos”, “No es mi fuerte la venganza”, “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre” o “Ya no me pertenezco, les pertenezco a ustedes”. Sus palabras son el relato de un país que ha cambiado para bien, un país que en algunos rubros ha alcanzado incluso índices de primer mundo.

    Y el presidente sabe que la palabra es muy importante si va unida a la congruencia. Lo sabe desde el desafuero, cuando en la Cámara expresó: “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.

    Ahora el pueblo ha tomado la palabra.

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    3 de junio de 2024. No quepo en mí. Elresultado preliminar de las elecciones aún me tiene atónito. “¿Qué dirá el presidente?”, me pregunto, mientras espero que su figura aparezca en la pantalla de televisión. 

    Más feliz que nunca, López Obrador llega al salón Tesorería de Palacio Nacional, un recinto art déco remodelado hace casi cien años por el arquitecto Manuel Ortiz Monasterio. Este majestuoso lugar ha sido la sede principal de las Mañaneras desde el primer día del gobierno de Andrés Manuel. Lo será hasta el último día, más próximo de lo que muchos quisiéramos, y cuando digo muchos, realmente son muchos: al menos 36 millones de mexicanos.

    Su ya clásico saludo de “ánimo” resuena en el ambiente, pero esta vez lleva una connotación distinta: la del aplastante triunfo de Claudia Sheinbaum, quien será la primera presidenta de México.

    “¿Está contento?”, le pregunta alguno de los trasnochados y desmañanados periodistas.

    “Sí, sí estoy muy contento, sí, confieso que estoy muy contento y estoy muy orgulloso por la actitud de nuestro pueblo, la forma en que los mexicanos nos manifestamos y hacemos valer nuestras libertades y reafirmamos nuestra vocación democrática. Realmente, es un pueblo ejemplar, ayer se demostró. Participaron millones de ciudadanos, cerca de 60 millones de ciudadanos, y de manera libre decidieron sobre el futuro de nuestro país.

    Me dio muchísimo gusto el comportamiento de la gente. Se reafirma que el pueblo de México es un pueblo muy consciente, muy politizado, de los pueblos más politizados del mundo, muy inteligente; repito, un pueblo ejemplar. Por eso me llena de orgullo ser el presidente de México”.

    Y aquí viene la estocada:

    “También, quedó de manifiesto que el pueblo es agradecido. Porque durante siglos los conservadores quisieron sembrar la idea de que el pueblo no agradece, y no es así, el pueblo es bueno, es noble y sabe muy bien lo que le conviene y lo que no le conviene”. 

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    “Y también esa idea que se fue imponiendo, no sólo en México, sino en el mundo, de que la democracia era básicamente un sistema político de elección de autoridades, democracia representativa, cuando la democracia tiene una connotación profunda. 

    No sólo es el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo. La democracia tiene una dimensión social, porque la democracia significa tener gobiernos que procuren el bienestar del pueblo. Puede ser que para muchos la democracia se limite, se acote a lo electoral, quién gana, quién pierde, pero imagínense la importancia que tiene para la gente humilde el tener un gobierno auténticamente democrático: es un asunto de sobrevivencia, de eso depende el bienestar, la felicidad del pueblo, y todo eso fue lo que vivimos ayer, que nos dio mucho gusto, mucho, mucho gusto.

    Y felicitar a todo el pueblo de México, a todos los que participaron y a todos los que por alguna razón no acudieron a las urnas también. Se alzó, se elevó aún más el prestigio de México en el concierto de las naciones”.

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    “Ánimo, que se va a poner peor”. Explica el presidente la frase que sigue de su tradicional saludo, atribuida a Pancho Villa. Él desde luego está siendo sarcástico, pues su dicho significa todo lo contrario: “Ánimo, que el futuro que se nos viene es inmejorable”.

  • UNOS TIPOS EXTRAÑOS

    UNOS TIPOS EXTRAÑOS

    En un lejano lugar retacado de nopales
    había unos tipos extraños llamados intelectuales.

    Rockdrigo González

    Mienten. Piden equidad en los medios, de los que son dueños. Hacen un uso faccioso de sus canales de televisión, sus radiodifusoras, sus diarios y revistas, es decir, sus pasquines inmundos, y siempre despotrican en mesas de análisis contra el gobierno. Ellos no difunden las buenas noticias, pero inventan o intensifican las malas; aseguran que se está privilegiando a la candidata del oficialismo, aunque tienen tres lugares predominantes de sendos partidos políticos. Se autodenominan “sociedad civil”, pero atienden intereses de empresarios y extranjeros. Ya habían hablado de la “deriva autoritaria” y ahora se quejan de la “regresión autoritaria”, de la “polarización en dos bandos” (que ellos mismos impulsan), y aseguran que la 4T quiere extender la represión y censura durante el próximo sexenio, y lo dicen ellos, quienes hacen y dicen lo que quieren, incluso flagrantes mentiras. 

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    Mienten. Presumen ser integrantes de la comunidad cultural. A su pesar, apoyan a la candidata de la derecha y se expresan en manifiestos en los que hasta incluyen a personas que no están de acuerdo con sus perversas palabrejas; ellos quieren que el gobierno les regrese los apapachos, pero esos apapachos no son otra cosa que carretadas de dinero público que llevan a sus bolsas no sé para qué, pues no les hace falta.

    Son muy ricos y desean más riqueza. Esos tipos extraños que se dicen intelectuales buscan más reconocimiento, aunque, en el fondo, desde lo más profundo de sus narices, saben que apestan.

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    Según ellos, las elecciones serán una confrontación entre la democracia y el autoritarismo, pero saben bien que el autoritarismo está de su lado, pues ese grupo de “librepensadores” encaminó a los sexenios anteriores al fracaso, desde sus posiciones clave en universidades, secretarías de Estado, editoriales, medios de comunicación masiva, organismos de la “sociedad civil”. Se llaman a sí mismos “pluralidad multicolor” y lo único que respetan son los colores verde, rosa y azul de los billetes. Dicen ser ciudadanos, aunque lo último que les interesa es el bienestar del pueblo. Ellos se presentan como intelectuales y han envejecido ya, hecho natural que no tendría nada de malo –al contrario– si no fuera por que no han entendido nada de nada. La sabiduría de la gente, los años y la falta de privilegios los han rebasado, se han denigrado aún más y, como el personaje de la enorme novela de Richard Matheson, El hombre menguante, seguirán empequeñeciéndose hasta perderse en el microcosmos, en el microcosmos de la basura…

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    “Con tanta pobreza y degradación como existe –decía Jiddu Krishnamurti– es necesario ser muy insensible para ser rico… Algunos de ellos vienen a preguntar para hallar la realidad… Los ricos ya están atrapados en la red de su propia acción… Sus creencias y ceremonias, sus esperanzas y temores nada tienen que ver con la realidad, pues sus corazones están vacíos. Cuanto mayor es la apariencia externa, tanto mayor es la pobreza interior. Renunciar al mundo de la riqueza, el confort y la posición es cosa relativamente simple, pero dejar a un lado el ansia de llegar a ser, de devenir, requiere gran inteligencia y comprensión. El poder que otorga la riqueza es un impedimento para la comprensión de la realidad, como lo es también el poder del talento y la capacidad”.

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    23 de mayo de 2024. El presidente habla de cuando Enrique Krauze propugnaba por una democracia sin adjetivos y se pregunta: “¿Qué es la democracia sin adjetivos? Para ellos es kratos sin demos, es poder sin pueblo. Un mecanismo para cumplir con las formas y llenar el expediente. Como lo hacía Porfirio Díaz. Nunca en el porfiriato se dejaron de hacer elecciones. Nunca. Eso sí. Se sabía de antemano quién iba a ganar.

    Empiezan con eso –continúa Andrés Manuel– de que está en riesgo la democracia. Cuidado con el autoritarismo, cuidado con el mesianismo, el caciquismo. No creen –sí lo saben, pero no les conviene internalizar y expresar– que yo termino en cuatro meses y me jubilo, porque entre otras cosas he aprendido que no hay que tenerle mucho apego ni al dinero ni al poder. Pero como pensamos distinto, eso está en su cabeza. Entonces empiezan a hablar hasta de mis ‘vínculos con la delincuencia organizada’. Todo esto, echado a andar por grupos conservadores con el apoyo de los medios de manipulación, que son propiedad de ellos o están al servicio de la oligarquía, como los intelectuales. 

    Empiezan con todo ese discurso. Y me da hasta ternura la gente de buena fe que, con este bombardeo de mentiras, con toda la manipulación, vino a manifestarse hace poco –y siempre–: ‘Nos va a quitar nuestras casas’. ‘Quiere reformar el artículo 138’. ‘Oiga, pero la Constitución nada más tiene 136 artículos’. ‘No, no, pero ya lo dijeron y son comunistas’.

    Una de las cosas lamentables de los periodos de decadencia es el nivel de deshonestidad al que se llega. No solo en lo económico, sino deshonestidad intelectual, deshonestidad política”. 

    Después –en referencia a que Aguilar Camín pide apapacho, pero en billetes verdes–, dice: “Es que quieren apapacho los que se acostumbraron a vivir con excesos, que se dan vidas de opulencia. ¿Y los campesinos y los obreros y los maestros, y la mayoría de la gente, bueno, y ustedes? Recibían muchísimo presupuesto. Nunca ayudando al pueblo, pero sí quedándose con parte del presupuesto que es del pueblo, y viviendo ellos colmados de atenciones, de privilegios, y ahora, con gran nostalgia, empiezan haciéndole al cuento de que hay una dictadura, no hay libertades, se persigue, se impide la libertad de expresión. Todo lo contrario […]. ¡Apapacharlos costaba mucho!”.

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    Son –bien dice Rockdrigo– unos tipos extraños, alejados del pueblo, que se creen “inteligentes”, pero no entienden, juzgan, y se lamen unas heridas que –para colmo– no tienen: creen tener.

  • LA ALEGRÍA DE QUE HAYA MENOS POBRES

    LA ALEGRÍA DE QUE HAYA MENOS POBRES

    11 de agosto de 2023. Como todos los días, desde hace años, López Obrador llega a la Mañanera. Esta vez viene solo y se le nota feliz. Luce un elegante traje azul marino. “Ánimo”, resuena su voz aguda, como reanimándose a sí mismo.

    “Bueno, vamos a iniciar la conferencia de este viernes. Hay, desde luego, una muy buena noticia que se complementa con la información que dio a conocer el Inegi sobre los ingresos de las familias mexicanas, de cómo han ido mejorando los ingresos, en especial para la gente pobre, lo cual demuestra que ha funcionado nuestra estrategia, que se puede resumir en una frase: por el bien de todos, primero los pobres”.

    “Y hay menos pobreza y menos desigualdad en nuestro país. Esto es un gran logro. Creo que ese es el objetivo principal de cualquier gobierno: lograr la justicia y la felicidad del pueblo. Y por eso estoy muy contento. Y ayer el Coneval, que fue creado con ese propósito, también reafirmó que ha habido una disminución de la pobreza y de la desigualdad, de manera histórica, en el tiempo que llevamos en el gobierno”.

    “Esto no nos lo van a poder quitar. Esta alegría que nos produce el que haya menos pobres en nuestro país. Eso sí me llena de orgullo”.

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    Es cierto, presidente. Esto no nos lo van a poder quitar…

    Desde muy joven me preguntaba por qué existe la pobreza. No entendía cómo podían morir de hambre tantos niños en África. En ese entonces no sabía que esos niveles de pobreza también los teníamos en México. Con el paso de los años me fui acostumbrando a que el mundo era así, pero nunca he estado conforme. Cuando iba en la primaria, nos llevaron en grupo a conocer una ciudad perdida. Llamaba la atención que todas las casas con techos de cartón tenían antenas de televisión. “El gobierno quiere que las personas no piensen, que estén enajenados”, decía el maestro Fernando. “¿Qué querría decir?”.

    Con el pasar de los años, me seguí encontrando niños en condición de calle. Crecí, me hice un adulto y siempre continué preguntándome: ¿Por qué ningún gobierno hace algo por ellos o por los jóvenes extraviados por la droga? ¿No habrá modo de salvarlos, de rehabilitarlos?

    Ahora soy más grande y sigo siendo niño. Y hace poco le decía a Eva, mi pareja de vida: “Mira cómo ha reducido el número de indigentes que piden limosna en las calles”. Ambos somos chilangos y en nuestra amada Ciudad de México hasta hace no tantos años era cotidiano ver a los niños subirse unos sobre otros pidiendo dinero y al más pequeño, desde arriba, haciendo una danza burlona: un chiquitín muy nalgón y con máscara de rata, es decir, de Carlos Salinas. Y esto se repetía en una y otra esquina.

    Eva entonces me envió un post en el que José Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998, dice: “La riqueza puede venir por el trabajo de uno, por herencia, porque uno es rico porque lo ha sido siempre. Pero lo que a mí me parece es que no tiene sentido… Deberíamos hacer algo por una mejor distribución de la riqueza, pero es que no podemos”.

    El portugués es autor de Todos los nombres y de otros cuarenta libros en los que nos muestra que la naturaleza humana tiene muchos bemoles y algunos sostenidos. Lo leí fascinado en los primeros años de este siglo. Si tuviera que escoger uno de ellos, sería El año de la muerte de Ricardo Reis, una oda al gran Fernando Pessoa. Saramago, el escritor que en vez de guion de diálogo y punto seguido da fluidez a sus textos con la coma, comenta: “Hace tres años o algo así, en Estados Unidos enviaron a Marte en un cohete un aparato para saber cómo son las rocas. Nosotros nos quedamos asombrados… pues a mí me parece completamente inmoral que yo me divierta y me junte con las mejores intenciones del mundo para saber cómo son las rocas de Marte, si yo permito al mismo tiempo que en la Tierra se mueran de hambre. Es que no tiene sentido. Nada de esto tiene sentido…”.

    “Yo he dicho que no es la pornografía la que es obscena, lo que es obsceno es que, en el tiempo de hoy, con condiciones para que la gente tenga una vida digna, se pueda morir de hambre. Y se están muriendo millones de personas de hambre y de todo, de enfermedades que se podría no tener. Es decir, lo que está pasando en África, lo que está pasando en América Latina, desde México hasta la Patagonia. Los niños de la calle, todo eso. Es decir, cómo es que podemos permitirnos vivir en un mundo así”.

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    En 2003, Contralínea recorrió los seis municipios más pobres de México y confirmó que los programas sociales de los gobiernos panistas de Fox y Calderón nunca llegaron a los habitantes más marginados. Cinco años después, la revista continuó con esos recorridos en Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Chihuahua. Muchos municipios mantenían índices de pobreza similar a los del África subsahariana.

    Todo ello derivó en un libro colectivo coordinado por Miguel Badillo, Morir en la miseria (Océano, 2009), en el que se visitan 122 municipios con un muy bajo índice de desarrollo humano. El libro relata cómo durante el periodo neoliberal los mexicanos más pobres fueron abandonados a su suerte, sin oportunidades, sin atención médica o alimentaria, sin apoyo para el campo y sin educación.

    ***

    En su libro ¡Gracias!, AMLO hace en el capítulo 9 una radiografía del país. En relación con la pobreza, asegura que “está por todas partes del país, aunque es más agobiante en las comunidades indígenas del sur y del sureste. Hay mucha pobreza en pueblos como San Juan Cancuc, Chalchihuitán y Chanal, en la zona de Los Altos en Chiapas; duele lo que sucede en muchos municipios y comunidades de Oaxaca; incluso, en la región de la costa, donde habita población afromexicana que vive en el abandono”.

    Cómo no va a estar feliz un presidente que ha sentado las bases para lograr una transformación a partir de la cual casi nueve millones de mexicanos han podido salir del umbral económico más bajo entre 2020 y 2022. Según el Coneval, México redujo la pobreza en 16 puntos porcentuales.

  • DERECHO A LA SALUD

    DERECHO A LA SALUD

    1 de septiembre de 2023. Andrés Manuel López Obrador luce feliz mientras rinde su quinto informe de gobierno. Le sienta bien el trópico. Es un viernes caluroso el de Campeche, lo que le permite vestir una guayabera blanca con motivos rojos. En referencia a los trabajadores de la salud, dice lo siguiente: “Ya está funcionando el plan IMSS-Bienestar en 18 estados para garantizar atención de calidad, sin distingos, con médicos generales, enfermeras, especialistas, medicamentos, estudios, intervenciones quirúrgicas; todo ello, de manera gratuita. Vamos a garantizar el derecho a la salud a todos los mexicanos, porque no puede ser la salud un privilegio, es un derecho de todos los mexicanos, es un derecho humano que vamos a cumplir”.

    “Nos dejaron en el suelo todo el sistema de salud y había que limpiar de corrupción todo lo relacionado con la salud […], sobre todo en la compra de medicamentos: diez distribuidores –ni siquiera laboratorios o fabricantes– se quedaban con contratos para venderle a las instituciones de salud del gobierno 100 mil millones de pesos al año. Diez empresas tenían el control completo, absoluto. No se podía comprar un medicamento en el extranjero, no lo permitía la ley”.

    ***

    El gobierno de la 4T tuvo que superar un sinnúmero de dificultades y obstáculos, y un cerco mediático redujo todo a una supuesta ineficacia al comprar medicamentos, pero hay que entender lo que significó el cártel de las medicinas. Nada mejor que las palabras de Raquel Buenrostro, entonces oficial mayor de Hacienda, las cuales parafraseo, por razones de espacio:

    1. El gobierno prianista gastaba 100 mil millones de dinero público al año en cuatro empresas que no eran laboratorios, sino distribuidoras de medicinas.

    2. Los contratos se hacían con los dueños de estas compañías, como la de la familia de Roberto Madrazo, dueña de Latinus, por no hablar de la empresa que monopolizaba los medicamentos contra el cáncer: PISA.

    3. Había contratos firmados hasta para el 2019, pero no se cumplieron. La escasez la provocaron ellos.

    4. Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, nunca pagó a los laboratorios; todo se lo robó. Entonces, nosotros compramos las medicinas para entregarlas directamente.

    5. Nerviosos, los proveedores dejaron de surtir los medicamentos al IMSS y al ISSSTE, pretextando un inexistente problema con la compra consolidada.

    6. PISA entregó medicamentos contaminados y murieron niños en Puebla y Jalisco. La Cofepris cerró los laboratorios de esa empr0esa. Mientras dejaban de suministrar los oncológicos, convocaron a una marcha contra un desabasto que iba a existir después, ¡pues destruyeron los medicamentos!

    7. Los empresarios se coludieron con los hospitales. Cuando pudimos comprar los medicamentos en Francia, paramilitares robaron algunos y amenazaron a los choferes para que no denunciaran. El director de un hospital tenía cuatro meses escondiendo un medicamento. Muchos médicos están en la cárcel.

    8. Uno de los médicos puso por escrito que sí tenía medicinas, aunque llevaba cuatro meses sin suministrarlas. No fue procesado porque aquí viene el problema de la impunidad del Poder Judicial. Cesado sí está, junto con varios médicos.

    8. Desde la Oficialía Mayor de la Secretaría de Economía convocamos a todos los médicos dedicados al cáncer. Les hablé fuerte porque no hacían solicitudes de compra: “Ustedes fueron los que hicieron el juramento hipocrático, no yo. Los asesinos son ustedes”. Entonces, se ofendieron.

    9. Tragicomedia en un acto:

    Raquel Buenrostro y Alejandro Mohar, coordinador de los hospitales, se dirigen al coche de esta en el estacionamiento. Los aborda el director de un Oncológico.

    DIRECTOR: Alejandro, PISA quiere hablar contigo.

    MOHAR: Nomás acompaño a Raquel a su coche.

    DIRECTOR: PISA quiere hablar contigo porque le urge (le pasa el teléfono).

    MOHAR: ¿Sabes quién es ella? Nos va a meter a la cárcel.

    DIRECTOR: Alejandro, es que a las ocho, Cofepris va a hacer una redada en PISA para tomar los medicamentos, y necesitamos sacar los 20 mil viales del medicamento (un vial sirve para muchos tratamientos; era prácticamente el consumo anual de todo el país). PISA quiere que tú le digas dónde los guarda.

    MOHAR: Estás pendejo, lárgate. Ahorita te veo.

    BUENROSTRO: ¿Te cae, Alejandro, que no vamos a hablar de lo que acaba de pasar?

    MOHAR: Pero, ¿qué pasó?

    Nos hicimos de palabras.

    MOHAR: Es que tú todavía estás empezando en este gobierno. No sabes cómo es el tejemaneje. Te vas a acostumbrar, y te va a gustar… Así que no te preocupes. Si quieres, luego hablamos de esto.

    BUENROSTRO: Alejandro, si en la redada no hay viales, tú vas a estar en la cárcel pasado mañana. Se hizo la redada y ya nada más había 17 mil viales. Faltaban 3 mil.

    Y los 3 mil aparecieron al día siguiente. En una conferencia de prensa, Alejandro Mohar y el director del Pediátrico dijeron que tenían viales gracias a que ellos no estaban en las compras consolidadas. Por eso no se debían aprobar esas compras.

    ***

    De acuerdo con Fabrizio Mejía Madrid, “lo que Raquel Buenrostro relata es un entramado de empresas privadas monopólicas, directores de hospitales y grupos paramilitares. Le faltó el cuarto componente: los medios de comunicación como El Universal, El Financiero, Reforma, Latinus, que sostuvieron hasta el final que el desabasto de medicinas era por la ineficiencia del gobierno para comprar”.

    ***

    1 de agosto de 2023. “Uno de los cárteles más lucrativos que hemos enfrentado –dice el presidente– es el cártel de las medicinas. Estamos hablando de miles de millones de pesos que se robaban. Increíble, se robaban hasta el dinero de las medicinas. Pero también era mucho, como 200 mil millones de pesos al año, entre medicamentos, equipos, y todo esto lo manejaba un grupo de traficantes de influencia y de políticos corruptos. […] ¿Cuál es el peor? Diría: Son iguales. Porque la delincuencia de cuello blanco, entre otros males, no pierde ni siquiera su respetabilidad; se hacen pasar como empresarios, como hombres de negocios y, por el lucro, causan daño a la sociedad”.

  • EL DESCALIFICADOR

    EL DESCALIFICADOR

    6 de abril de 2024. El Centro Histórico de la Ciudad de México es historia viva. La gente que camina parece no advertir que, desde lo alto, la Torre Latinoamericana observa los palacios neoclásicos o eclécticos: el de Bellas Artes, el de Minería, la Quinta Casa de Correos. Justamente a un costado del emblemático rascacielos construido en 1956 se presenta este sábado el libro de mi amigo, una obra que es mucho más de lo que piensa uno de sus presentadores, H., un intelectual algo conocido que se dice de izquierda y que reduce a su mínima expresión la obra que presenta. El libro tiene 600 páginas que incluyen artículos, ensayos, textos estupendamente escritos acerca del arte, la pintura, la literatura, la política, la historia de México… Una frase ahí incluida –a mi juicio, errónea– señala que el obradorismo es “la fase superior del priismo”, y ello ha dado pie a que el sujeto cuyo nombre no vale la pena mencionar comience a emitir una serie de descalificaciones de estos más de cinco años del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

    Ya antes, durante sus veinte minutos de participación –que, estoy seguro, alargó bastante–, había estado hablando de él mismo, luego de él mismo y más adelante de él mismo: que si es un sobreviviente del 68, que si conoció a José Revueltas, a quien iba a visitar a Lecumberri, que si esto, que si lo otro… Después, no tuvo empacho en contradecir algunos datos que el autor profiere en sus textos. “No –decía–, el primer impresor en la Nueva España no fue Juan Pablos, sino…”. Etcétera.

    Luego, habló de unos puntos buenos del libro, el cual seguramente no leyó, pues solo acertó en decir algo así como “qué bueno que incluiste a Judith Reyes, la gran cantante tamaulipeca”. “Y a Revueltas”. Etcétera. Ningún argumento. Nada.

    Entonces, la frase aquella sobre el obradorismo le permitió “lucirse”:

    “Este gobierno dijo que primero los pobres, pero con la 4T los ricos han ganado más dinero que nunca”. (Claro que no importa que se haya sacado a nueve millones de personas de la pobreza. Eso es lo de menos).

    “No puede ser que una persona quiera que todos pensemos igual que él”. (AMLO ha dicho muchas veces que es muy bueno que haya distintas formas de pensar porque eso hace la democracia).

    “El presidente habló muy mal de las mujeres que marcharon un ocho de marzo”. (No dio mayor contexto; tampoco dijo que no ha habido un gabinete con más mujeres que el que él preside).

    “Está bien lo de las pensiones para adultos mayores, pero es con nuestros impuestos…”. (Sin duda cobra los tres mil pesotes al mes que ningún otro gobierno le hubiera dado, así provengan de nuestros impuestos).

    Después habló de la política de “abrazos, no balazos” (sin entender que se trata solo de una frase descriptiva que significa, en dos palabras, “no a la guerra”). Escupió algo sobre las medicinas y los niños con cáncer, los libros de texto (uf).

    El hombre seguía y seguía hasta que un bendito camión de la basura con la radio encendida, escandaloso, apagó su voz (y no sé por qué no se lo llevó a él). No resistí y dije fuerte: “Para que no ande hablando mal del Peje”. No me oyó, pero varias miradas cómplices se rieron de él conmigo.

    Terminó hablando de la militarización (pero nada dijo de Calderón o Peña y mucho menos de la construcción de aeropuertos y trenes a cargo de los ingenieros militares).

    Por respeto a mi amigo, no tomé la palabra. 

    ***

    Valentina, una niña que vive en Guadalupe Victoria, Oaxaca, descubre que su padre ha muerto y debe reaprender la vida sin él; entonces, comienza por conocer su lengua: el mixteco. Valentina o la serenidad, segundo largometraje de Ángeles Cruz, fue apoyado por el Programa de Fomento al Cine Mexicano, mejor conocido como Focine. Es uno de tantos, pues hasta 2023 se había superado en 26 % el apoyo al cine de los sexenios anteriores. Se han producido más películas que nunca: 522 películas mexicanas con apoyo del gobierno federal.

    Decir que se está destruyendo el cine y la cultura es una mentira más de los conservadores. Ahora se hace cine en 31 lenguas indígenas y centroamericanas. Ahora hay dos nuevas cinetecas: la de las Artes y, a punto de abrir sus puertas, la de Chapultepec; el nuevo canal Mx Nuestro Cine 22.2, y la plataforma digital FilminLatino.

    Dice Alejandra Frausto, la secretaria de Cultura: “En México, la cultura dejó de ser privilegio de unos para ejercerse como un derecho de todos”.

    El proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura es un espacio público para el arte y la naturaleza. Se han recuperado museos, así como el patrimonio histórico y arqueológico. El Complejo Cultural Los Pinos es ahora un espacio para la cultura que ha recibido a más de 10 millones de visitantes.

    ***

    15 de enero de 2024. El presidente está en Chichén Itzá. “La boca del pozo de los brujos del agua” es, según la Unesco, patrimonio de la humanidad.

    “México, si no es la potencia cultural más importante del mundo, está entre las más importantes”. Emocionado, afirma que la gran reserva de valores culturales y morales ha salvado al país de circunstancias muy difíciles.

    “Esta es la prueba fehaciente –no hace falta ninguna prueba documental– del esplendor civilizatorio de las culturas prehispánicas y de lo que hemos heredado los mexicanos”.

    ***

    Alejandra Frausto concluye: “Uno de los propósitos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue transformar la cultura en un derecho, que la cultura se sintiera cercana a la gente, que no se sintiera como un proceso de élite o privilegios […]. Eso es parte de lo que hemos trabajado cada día, ir incrementando la posibilidad de que la mayoría acceda a la cultura, para reconocer sus propias raíces culturales como parte fundamental del desarrollo de las comunidades y de los pueblos. Eso nos ha colocado en un lugar muy importante en el mundo”.

  • EL SILENCIO, EL GRITO Y EL POETA

    EL SILENCIO, EL GRITO Y EL POETA

    24 de abril de 2005. López Obrador se traslada en un carro modesto. La gente lo aclama. Un hombre le dice que ya hay que bajar. Es la marcha del silencio contra el desafuero. Hay muchos jóvenes que hoy ya no lo son. Muchos caminan. “Obrador, Obrador”, es el grito unánime. El hombre, el luchador social que desciende del auto, tiene la cabellera gris. Aún no es el “Cabecita de Algodón”, como le llaman ahora. Va bien peinado, lleva un corte reciente y el “gallito” de siempre. “Bravo, paisano”, le grita un tabasqueño.

    “Andrés, Andrés”, se escucha fuerte. López Obrador es ya un fenómeno social. Mientras camina, saluda a la gente. Algunos intentan abrazarlo. Rompen la cadena humana. Una señora le manda besos; es humilde, como muchos.

    Andrés Manuel se reúne con los demás políticos. Alejandro Encinas, quien se quedaría a cargo del Gobierno de la Ciudad de México; Leonel Godoy; Pablo Gómez se agacha para recoger algo y abrir camino a ese grupo de políticos que muy pronto será traicionado y tendrá que dejar el Sol Azteca y el color amarillo. Tal vez lo que estaba en el suelo era la reputación de alguno de los Chuchos, como Jesús Zambrano, que más temprano que tarde intentará destruir el movimiento, claro que infructuosamente, pues la Cuarta Transformación será algo grande, un fenómeno mundial. Y es que en México estamos acostumbrados a ser ejemplo en el mundo: lo fuimos con la Revolución mexicana, la primera gran revolución del siglo XX; con la Reforma, de la mano de Benito Juárez, el primer presidente indígena; con la Independencia, que comenzó con un grito y terminó con el dominio español.

    La marcha del silencio es un escándalo: “Andrés, amigo, el pueblo está contigo”. “No estás solo, no está solo”. Jesús Ortega se postra a la derecha del grupo y así seguirá cuando se sume al Pacto por México y traicione el movimiento en favor de los pobres.

    “No nos robarán la esperanza”, dice un cartel. La gente canta: “Andrés, aguanta, el pueblo se levanta”. “Peje, amigo, el pueblo está contigo”. “Obrador, Obrador…”.

    Llega la banda y no puedo sino pensar en las bandas sinaloenses hoy en rebelión contra la oligarquía, esa palabra que el INE ha censurado, pues no se puede hablar de ella en las conferencias matutinas. El Peje, el amigo, es el mismo a quien le robaron la presidencia dos veces. En realidad nos la robaron a todos, y tuvimos que esperar años.

    Siguen llegando distintas organizaciones, como la de los conjuntos musicales del centro histórico. Todos pensamos que Andrés Manuel López Obrador será presidente. Y lo será, solo que 12 años después, pues se nos vino encima el fraude de 2006 y, después, el de 2012, todavía más organizado, con el señuelo de Televisa y sus actores de pacotilla, con tarjetas y dinero a pasto.

    “¿Cuándo la vida nos dará un respiro?”, me preguntaba entonces… “El desafuero fue idea de un chiquillo y su chiquilla”, dice otro cartel. Y casi puedo oler el copal y escuchar la música: el caracol y la flauta.

    Caminamos por avenida Chapultepec, Reforma, avenida Juárez. Y ahora estamos frente al Monumento a la Revolución. Después, el Caballito que parece trotar. La marcha del silencio es un escándalo. Irrumpen los cohetones. “Ese apoyo sí se ve”. “¿Dónde está la delegación Xochimilco?”. “Bienvenidos, hermanos de Veracruz”. “Somos cientos de miles los que vamos a estar aquí, de Parácuaro, Tlanepantla, Morelos”. “Ese apoyo sí se ve”. “Desafuero primero a todos los culeros”.

    Miro a la gente que camina. Los mexicanos hemos comenzado a engordar. Dentro de 19 años, en 2024, el colesterol y los triglicéridos estarán por las nubes. Tendremos diabetes. ¿Qué nos ha pasado? La falta de políticas públicas de prevención de la salud nos ha hecho gordos. Gracias, Bimbo; gracias, Sabritas y Coca Cola. En tres lustros pagaremos el precio, tendremos comorbilidades y estaremos con mayor riesgo de morir en la pandemia por covid-19. Y es que en los 35 años de neoliberalismo lo único que importó en este país fue el dinero, pero el dinero de unos cuantos.

    Esta gran movilización desbarató el desafuero, pues el Peje pudo competir por la Presidencia, pero la oligarquía –de la que el presidente no puede ahora hablar– tenía otros planes. Se gestaba ya el gran fraude.

    “Sacaremos a Vicente de Los Pinos, de Los Pinos sacaremos a ese güey”. “Fox, culero, toma tu desafuero”. Un hombre con máscara de López Obrador es cargado en hombros por otro hombre vestido de amarillo y uno más con disfraz de diablo. La joven con corona de olivos bosteza; es muy pequeña para tanto trajín. El gentío persigue al verdadero Peje, quien se acerca al estrado. Mientras sube, se escuchan los aplausos. La marcha del silencio es un escándalo: el griterío es descomunal. Los asistentes han llenado el Zócalo y las calles aledañas.

    Andrés Manuel se disculpa porque no hablará de corrido: “Me voy a llevar un tiempo”. Y comienza a hablar.

    ***

    “Hay veces que duele tener la razón. Si antes todo iba mal, ahora todo ha empeorado. Ahí está el caso de las llamadas reformas estructurales. Por ejemplo, dijeron que iba a bajar el precio de la gasolina, de la luz, y fue lo contrario… Mintieron. Pero muchos no han perdido la fe y tenemos la fórmula: si acabamos con la corrupción en el gobierno, habrá bienestar y seguridad para todos”.

    ***

    La lucha de Andrés Manuel por un México más justo no lleva 19 años ni aun 24 (cuando fue electo para la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal). Tampoco los 36 años que han pasado desde que intentó ser gobernador de Tabasco por primera vez. Como narra en su libro ¡Gracias!, el ahora presidente apoyó al poeta Carlos Pellicer en 1976 cuando quiso ser el “senador de los chontales”. El presidente ha luchado ya casi 50 años y, al respecto, escribe: “Creo que mi maestro se sentiría orgulloso de saber que, en su tierra, en su agua y en todo el país, seguimos trabajando con la misma convicción de siempre: no hacerle mal a nadie y atender de manera preferente a los pobres y a los olvidados de México”.

  • DICEN

    DICEN

    Dicen que el presidente está arruinando a México; lo dicen quienes devaluaron el peso, provocaron la inflación y nos llevaron a la quiebra. Dicen que él y sus hijos son corruptos, pero no muestran pruebas y hasta financian libros con ese tema. Inventan un falso conflicto de interés con una casa que la nuera del presidente rentó en Estados Unidos por un tiempo breve, pero ellos han incurrido en tráfico de influencias e incluso crearon un cártel inmobiliario en la Ciudad de México con el que construyeron cientos de departamentos irregulares y sobornaron a los desarrolladores. Ellos tienen las manos llenas de oprobio y de dinero, y suites en Miami.

    Alegan que el gobierno de López Obrador está endeudando al país, pero ellos crearon el Fobaproa que no terminaremos de pagar en cincuenta años: ya costó dos billones de pesos y resta uno por saldar. Le llaman dictador los que crearon la guerra sucia y desaparecieron opositores, los que censuraban a los periodistas.

    Mienten cuando dicen que la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, no funciona y fue un gran fraude, pero ellos solo construyeron una barda y dejaron las demás refinerías casi inservibles. Ellos lo vendieron todo y no dejaron nada, ni el aire. Malbarataron Pemex y Teléfonos de México; se deshicieron de Mexicana de Aviación (hoy recuperada para uso y destino de los mexicanos), de nuestros Ferrocarriles (también en proceso de recuperación), de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro; y vendieron los bancos, entre muchos otros bienes del pueblo. 

    ***

    20 de febrero de 2024. Un apacibleAndrés Manuel López Obrador está sentado frente a Inna Afinogenova. Es extraño verlo con lentes. Ella es joven, inteligente y está del lado correcto de la historia.

    “No encuentras –dice AMLO– una reforma que se haya hecho en 36 años para favorecer al pueblo. No. Todo fue entregar empresas públicas, quitar el derecho de los campesinos a la tierra, privatizar la tierra, privatizar las minas, privatizar los ferrocarriles. Quitar el derecho a pensiones justas para los trabajadores. ¿Tú sabes que en el gobierno de Ernesto Zedillo se reforma la Constitución para que un trabajador, cuando se jubila, no reciba el sueldo de su último año de trabajo, sino el equivalente al 25 por ciento de su sueldo?”. 

    El rostro de la periodista rusa radicada en España adquiere una expresión de estupefacción. Aunque está al tanto de la política mexicana, esta vez no oculta su sorpresa. No puede creerlo, pero es cierto.

    “Fíjate, esas cosas… Luego el salario mínimo perdió 70 por ciento de su poder adquisitivo en todo el proceso neoliberal que nosotros llamamos neoporfirista”.

    ***

    Reclaman una reforma fiscal los mismos que condonaron los impuestos de los grandes empresarios, es decir, los máximos traficantes de influencias. Dejaron obras inacabadas, o mal empezadas, como el tren interurbano México-Toluca (hoy El Insurgente). Dicen que no hay medicinas los que las escondieron para continuar con sus privilegios, pues ganaban miles de millones. Y ahora dicen que para qué una megafarmacia: así es su incongruencia. Crearon oficinas de turismo en las grandes ciudades, decían que para promover a México, y costaron seis mil millones de pesos al año; al final, no promovieron más que a sus amigos. Braman y se revuelcan todavía por habérseles acabado el negocio del nuevo aeropuerto de Texcoco.

    Le llaman vejestorio al personaje que todos los días, de pie, lleva a cabo sus conferencias de prensa a las siete de la mañana después de haber tenido la reunión con el gabinete de seguridad. Lanzan una campaña de millones de bots para “asegurar” que nuestro presidente es narco, pero ellos impusieron a Felipe Calderón, quien sí rendía cuentas al narcotráfico, por lo que su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, está hoy preso en Estados Unidos, esperando sentencia. 

    Le bajan al presidente videos y entrevistas, coartan su libertad de expresión, pero ellos, decimonónicos, lacayos, invitan a la realeza española a venir a dar lecciones de democracia. La merolica de cuello largo, de nombre largo, entonces, escupe sin rubor mentiras absurdas revestidas de clasismo y condescendencia. 

    Se quejan de que aún hay huachicol quienes desde el gobierno de Fox hasta el de Peña Nieto se robaron 500 mil millones de pesos de gasolina. Se llenan la boca en contra de la corrupción aquellos cuyos gobernadores, muchos en la cárcel y otros a la espera de ella, se robaron 30 mil millones de pesos.

    Sus guarderías subrogadas tenían niños fantasma, y en sus paupérrimos programas sociales, personas fantasma. Ellos declararon la guerra, supuestamente contra el narco, y son culpables de los muertos, pero acusan al gobierno de la 4T, que nada puede hacer sino atacar las causas, y aunque ya se aprecia una reducción de 20 por ciento anual en el número de delitos, ellos solo ven los números; ellos no analizan, mienten. Ellos no miran que la estrategia para acabar con la violencia es estructural. No ven, no quieren mirar.

    Mienten cuando dicen que esta es la elección más inequitativa de la historia moderna de México, que el presidente es vocero de Morena; no vieron nada cuando se robaron la presidencia en 2006 ni cuando la compraron en 2012.

    Y aseguran que el presidente habla un mal español, que su discurso es retórico y simplón, que ha retorcido el idioma y que además es inculto. No miran que él habla el lenguaje del pueblo y con él se comunica. Lo llaman ignorante, sin haber leído al menos uno de los 20 libros que ha escrito.

    Ellos, gustosos, les condonaban impuestos a los millonarios y ahora reclaman justicia. Transaban con la construcción de hospitales y reclusorios. Hicieron negocios leoninos y dejaron obras inservibles. Transaron hasta con la ciencia.

    ***

    Ellos miran desde la oscuridad, desde el mundo al revés, y pretenden seguir su camino de corrupción y guerra, lo que a todas luces será imposible, pues como bien le dice AMLO a Inna: “El porvenir viene acompañado de la justicia y tiene rostro de mujer”.

  • LA FORJA DE UN REBELDE

    LA FORJA DE UN REBELDE

    Algún día de 1996. Su camisa blanca es de manga larga y en la bolsa se deja ver un bolígrafo. En la última década del siglo XX aún no están en boga los celulares, así que escribimos con plumas, memorizamos los números telefónicos y ejercitamos sencillas operaciones matemáticas haciendo uso de nuestro cerebro, no del Nokia y el BlackBerry, que entrarán a escena dentro de cuatro o cinco años. El joven político debe de redactar a mano los textos de sus libros… No sabe que en 2024 será autor de 20 libros. Andrés Manuel tiene 42 años, su cabello aún es oscuro y es el líder del éxodo por la democracia.

    ¿Cómo es Andrés Manuel López Obrador?

    Soy un ciudadano que quiere un cambio democrático en el país. Tengo pasiones, pero también esgrimo razones, los tabasqueños somos eso. Somos razón, pero también pasión. Tenemos un propósito. Insisto: el que haya democracia en México. Estamos luchando por la vía pacífica, por los cauces legales… Nosotros ejercemos nuestro derecho a disentir a plenitud.

    ***

    “Estamos con un político de la oposición que ha dado mucho de qué hablar y que va a dar más de qué hablar todavía: Andrés Manuel López Obrador”. Estas palabras no son las de un clarividente sino del periodista Miguel Bonasso, luchador social en su país, Argentina, y destacado escritor que militó en el grupo guerrillero Montoneros con actividades de prensa.

    ***

    En ese momento ni el entrevistado ni el entrevistador saben que dentro de poco menos de tres décadas Andrés Manuel, ahora conocido por sus siglas como AMLO, será presidente de México, el mejor del que se tenga memoria.

    Si bien nadie puede adivinar el futuro, quien esto escribe presiente que en los años venideros se terminará de echar al cesto de basura a esa casta de corruptos comandados (es un decir) por una mujer que todos los días deja ver su bajeza intelectual y moral. Fuerza y Corrupción por México debiera llamarse la alianza que encabeza. 

    ***

    ¿El bloqueo de los campos petroleros no era una medida muy arriesgada?

    Es una práctica que se viene haciendo en Tabasco. Cuando se habla de invasiones, de tomas, de bloqueos había que analizar primero cuál es la esencia del problema, cuál es el fondo. Pemex irrumpió en Tabasco. Pemex ha invadido tierras en Tabasco. Ha entrado a terrenos propiedad particular, a terrenos ejidales, a terrenos comunales. Ha causado daño, ha contaminado tierras, ha contaminado las aguas, ha degradado. 

    Si hay un invasor en todo esto es Pemex. El director de Pemex era Jorge Díaz Serrano… Era la época en la que [según López Portillo] se nos dijo que íbamos a administrar la abundancia. Como recientemente el señor Salinas nos dijo que de pie cantáramos el Himno Nacional porque ya había terminado la pesadilla. 

    ***

    17 de agosto de 1981. Sus largas patillas, su gran calva, su engolada su voz. El presidente José López Portillo lleva puesta la banda presidencial y un porte altivo. Parece que mira a todos desde lo alto. Y sí. Ahora, aparece sentado frente a un montón de hojas. Carmen Romano, todavía su esposa, lo mira fingiendo admiración. “Defendamos nuestro peso. Esa es la estructura que conviene al país [lo que sea que eso signifique]. Esa es la estructura a la que me he comprometido a defender como perro”, dijo. Y sí, los perros no saben de números, así que luego de declarar una moratoria, el peso terminó cayendo de 22 a 70 pesos por dólar. Después, con Miguel de la Madrid, quien resultó ungido por el dedo perruno, vendría lo peor…

    ***

    Tú estuviste en el PRI. Fuiste presidente del PRI en Tabasco.

    Regresé a Tabasco durante la campaña a senador por el PRI del maestro Carlos Pellicer. Había un proyecto de crear un fideicomiso para apoyar a la zona indígena chontal, la zona más pobre del estado. Don Carlos tenía una colección de pinturas de José María Velasco valuadas en siete millones de pesos. La intención era vender esas pinturas para formar ese fideicomiso y apoyar a la gente más humilde del estado.

    Le robaron los cuadros… amordazaron a su ama de llaves y se llevaron las pinturas. Se truncó este proyecto. Don Carlos murió al poco tiempo, y a mí me ofrecieron la dirección del Instituto Nacional Indigenista del estado. En Tabasco alrededor del 15% de la población es indígena chontal.

    En el trabajo en las comunidades, con la gente, no había una filiación partidista. Lo que queríamos –asegura Andrés Manuel– era mejorar las condiciones de vida de la población marginal del estado. Después, Enrique González Pedrero nos propuso que trabajáramos para reformar al PRI en Tabasco.

    ¿Es posible reformar al PRI? La ironía se dibuja en el rostro de Miguel Bonasso.

    No se puede. La respuesta es tajante. 

    Ahora, Andrés Manuel ha de pensar en lo iluso que fue entonces al pretender cambiar a ese partido autoritario. Únicamente puede revivirse a los muertos en las novelas góticas del siglo XIX.

    ***

    1991. Andrés Manuel camina y camina acompañado de decenas de personas, algunas con huaraches, y uno se pregunta cómo pueden soportar una caminata de mil kilómetros. Deben llevar los pies llagados, pero el honor está incólume. La coherencia y el valor son el sello de todos. 

    El joven de 40 es igual al viejo de 70. Su voluntad y su fuerza son inquebrantables. El joven que camina sin parar, el nacido en Macuspana. El viejo que está a ocho meses de concluir su mandato. Ambos están a años luz de aquella candidata que intenta bailar y no puede, que intenta agradar y carece de gracia, que intenta convencer y es falsaria, así firme con sangre las hojas en las que está escrito que hará lo que había dicho que no haría. ¿Pero cómo si los apoyos sociales que da este gobierno se llevan casi tres billones de pesos? ¿Cómo si los defensores de la vieja política no quieren dejar sus privilegios, como no pagar impuestos y sí emitir facturas falsas y efectuar negocios leoninos? Mientras el guion de la campaña de la derecha anuncia sin desenfado un gobierno de sangre y prisión, de sangre y fuego, de sangre y miedo, uno no puede sino pensar en quién será el presidente o la presidenta que habrá de relevar a Claudia.

  • CRÓNICA DE UNA FALSA MARCHA ANUNCIADA

    CRÓNICA DE UNA FALSA MARCHA ANUNCIADA

    18 de febrero de 2024. La marcha por la democracia no es marcha ni es por la democracia. Es un extraño mitin al que los convocados llegan al Zócalo por todos lados, en taxi, en camiones (aunque no lo declaren) o en metro, así no lo sepan usar: se empujan, estorban junto a las puertas y no son solidarios con las numerosas señoras que en parejas o triadas van sumándose al convoy. “Las tías panistas sí existen”, pienso, mientras las veo orgullosas, altivas y ataviadas de rosa pastel. Pero no solo las tías panistas se unen al contingente. Observo un público heterogéneo en el que, eso sí, predomina la llamada clase media; la clase media desinformada, digo yo; la gente que a veces, o seguido, escucha en radio a Loret, o en “Hechos” ve a ese otro señor que vive la paradoja de parecerse tanto a Nicolás Maduro, o a Ciro, o cualquier otro noticiero, o bien se asoma al universo paralelo de los diarios impresos. Quiero ver el color y encuentro mucho rosa y blanco, pero lo que realmente predomina es el gris, el tibio color de la ignorancia, el negro deslavado del rumor y el sucio blanco de la mentira, y es entonces cuando me llega ese desesperante sentimiento que me invita a decirles a esos jóvenes, a esa gente humilde, que se lo piensen bien, que están siendo engañados, que el país no está perdido, que no vamos hacia el comunismo, que no hay crisis económica, que por fin se ve la luz al final del túnel de la infame guerra que dejaron los gobiernos anteriores, que…

    “En el futuro van a escuchar: abuelito, abuelita, ¿dónde estabas cuando la democracia en México peligraba?”, grita el ridículo desde el estrado. “Han secuestrado la bandera”, berrean, y ni siquiera saben que el número de secuestros reales ha descendido en 85 %. “El autoritarismo levanta muros”, gritan y se expresan sin pensar en dónde está el régimen autoritario. “El voto es libre” y “El INE no se toca”. “¿Dónde está la marea rosa?”. “Aquí, aquí”, responden los mareados rosas que creen que viven un narcogobierno, porque eso les dijeron, eso les repiten una y otra vez, sin que existan pruebas, como sí las hay del gobierno del Calderón. Pero eso no importa, sino lo que dice Brozo. “Queremos división de poderes”, gimen desde el estrado, pero evitan señalar que el Poder Judicial ha detenido las leyes progresistas impulsadas desde este gobierno. ¿Cómo explicarles?

    Encuentro otro pequeño segmento de la población. Son personajes altos, blancos, y prístina es su ropa, pues son –se sienten– más puros. Es más blanca su ropa porque es nueva, así sus tenis, sus sombreros panamá y sus lentes Gucci.

    “Ahora sí tenemos que dirigirnos al presidente: el presidente tiene que entender que no es el candidato”. Me río. Deben ser muy valientes esos oradores, porque después advierten que “el presidente es el principal delincuente del país”. No le temen al dictador.

    Pero los asistentes no hablan. Solo repiten las consignas con fervor. Se toman fotos. Aunque la consigna diga: “Que se oiga fuerte y claro, el pueblo está enojado”. Ellos solo ríen, y los pocos que hablan lo hacen de futbol, de ropa, de la reunión de ayer. Se toman fotos. Hay que demostrar que venimos a la marcha que no es marcha, que todos sepan que nos importa nuestro país, la humanidad, la paz mundial: “No al comunismo”.

    ***

    Dos chicas acompañan al organillero y piden dinero en sus gorras mientras suena la hermosa canción “Dios nunca muere”, y yo me pregunto si es porque no muere por lo que Dios es tan bromista. Debe de aburrirse mucho y ha de estar fisgoneando todas las ridiculeces que se muestran en esta maravillosa plaza. Ricos ricos, aspiracionistas aspiracionistas, pero no le cooperan al organillero ni a su hermosa tradición. Ellos también son tradicionalistas, pero tacaños.

    De repente, una revelación: ¡las casas de campaña voladoras de Frena!, pero ahora están arrinconadas frente al Palacio de Gobierno. Pienso en el empresario de apellido Lozano al que se le fueron las cabras al monte y en otro que no canta mal las rancheras: Krauze. Quisiera felicitarlo por su involuntario sentido del humor al comparar esta movilización con la del 68. No topo a nadie, pues, y topo a todos. 

    “Vámonos yendo”, me digo a mí mismo antes de que llegue Lorenzo, el falso demócrata, el árbitro corrupto, el clasista que se dice de izquierda, pero al que le encanta el oro, el chipotle hablador. No estoy para más mentiras. Es domingo. En casa me esperan.

    ***

    La madrugada anterior. Me despierto, como todas las madrugadas, pero ahora con un leve sobresalto. Es gente asustada, pienso. Es gente que cree que va a perder sus privilegios, los tenga o no. Es gente que escucha todos los días en los medios de comunicación masiva (que, entre paréntesis, sí han perdido privilegios) que en este país las libertades están desapareciendo, que la democracia está en riesgo, que hay que salvar al INE porque el presidente es un autoritario que va a hacer fraude en las próximas elecciones, aunque no lo necesite. Es gente ingenua que cree –se los han dicho– que México se desmorona, que vivimos la peor violencia de la historia, que este es un narcogobierno, que nunca habíamos estado tan mal… Y lo creen… Iré. 

    Aunque hayan sido convocados por más organizaciones sociales que las que existen en el país; aunque la marcha no sea marcha ni defienda nuestra democracia; aunque solo busque subirle uno o dos puntitos a la candidata Xóchitl, pese a que en una o dos declaraciones ella misma se encargue de restárselos nuevamente, no se detienen a pensar que detrás de la marcha están priistas, panistas y empresarios-delincuentes que buscan regresar a la época en la que no pagaban impuestos, recibían carretadas de dinero del Conacyt, hacían negocios sucios, llámense hospitales en obra negra, reclusorios, carreteras, y que además emitían facturas falsas. En eso no se detienen a pensar los convocados. Solo van. Les han dicho que los obradoristas solo dividimos, que actuamos con odio, que polarizamos. Y lo creen… Iré.