POR: EDUARDO BLANCO
Movistar dejará México por baja rentabilidad y una deuda fiscal de 4,442 millones con el SAT. La telefónica sería vendida a Virgin Mobile, y sus usuarios mantendrán el servicio durante la transición.
El pasado martes 4 de noviembre de 2025 la cúpula de Telefónica confirmó lo que venía circulando como rumor desde meses atrás: la compañía abandonará “Hispanoamérica”. Es decir, cerrará operaciones en México, Chile y Venezuela para concentrarse en sus mercados prioritarios. Marc Murtra, director general, presentó el plan estratégico Transform & Grow 2026–2030 y dejó claro que la multinacional reducirá su exposición global.
¿Por qué surgió esa decisión? Hay varias causas que se combinan:
- Estrategia corporativa y foco en mercados con mayor rentabilidad: Telefónica decidió concentrarse en España, Reino Unido, Alemania y Brasil; América hispana deja de ser prioridad.
- Negocios con baja valoración y fuertes costos regulatorios: El negocio en México ya había sido valuado por analistas y reportes alrededor de unos €500–€520 millones en posibles transacciones, lo que refleja cómo Telefónica interpreta el activo: grande en usuarios, pero limitado en rentabilidad.
- Presiones legales y fiscales locales: MOVISTAR arrastra un litigio fiscal relevante al tener un adeudo reclamado por el SAT por 4,442 millones de pesos. El caso llegó a la Suprema Corte y quedó en espera para ser revisado por la nueva integración del pleno, un elemento que complica la operación y añade riesgo reputacional y financiero en el país.
- Erosión de base y competitividad del mercado: Movistar ha perdido líneas en años recientes y dejó de ser el segundo operador dominante; operadores virtuales y players con modelos de bajo costo (como Bait/Walmart) crecieron rápidamente, alcanzando más de 23 millones de líneas, lo que presiona tarifas y márgenes. Esto reduce el atractivo de mantener una operación tradicional de red propia o con acuerdos de roaming.
Escándalos y problemas que pesaron en la salida
La retirada no surge de la nada, hay historial público de fricciones con consumidores y autoridades.
- Acción colectiva por fallas de 2010 y conciliación con Profeco (pago a clientes): Movistar acordó indemnizar a más de 40 mil usuarios afectados por fallas en 2010, por un monto agregado cercano a 5.33 millones de pesos, acuerdo gestionado por Profeco. Ese antecedente muestra problemas de operación y respuesta al cliente que han sido arrastrados en la agenda pública.
- Quejas recurrentes ante Profeco: en 2016 el sector telecom tuvo decenas de miles de quejas; Movistar registró miles y fue señalada por problemas frecuentes como mala calidad de servicio, falta de información al cliente y problemas con garantías y reparaciones. Aunque no fue la empresa con el mayor número absoluto de denuncias.
- Litigio fiscal con el SAT: el reclamo de 4,442 millones de pesos por deducciones rechazadas y la disputa judicial en la SCJN fueron llevados a discusión pública; la presidenta del país pidió transparencia y seguimiento. Esto complicó la posición negociadora de Telefónica y añadió ruido político al proceso.
- Percepción pública y caída bursátil: el anuncio del plan estratégico coincidió con malos resultados en el Ibex y con críticas sobre la gestión previa de mercados latinoamericanos, factor que empujó a la dirección a acelerar desinversiones.
La venta: ¿quién aparece y qué se ha informado?
En semanas recientes aparecieron reportes de que Beyond ONE, grupo dueño de Virgin Mobile México, habría negociado la compra de Movistar en México. Firmas de prensa financiera valoraron la operación en un rango cercano a los €500–€520 millones; algunos medios sostienen que la venta ya estaría lista o muy avanzada. Movistar no detalló los montos en la rueda de prensa, pero la confirmación de la salida corrobora que las conversaciones eran reales.
¿Qué pasará con los usuarios de Movistar en México?
Movistar publicó comunicados para calmar la incertidumbre, pues la empresa afirmó que sus operaciones siguen activas y que continúan brindando servicios móviles a sus clientes en México. No obstante, no dio detalles concretos sobre migraciones de contratos, condiciones ni calendarios.
Con base en cómo han ocurrido ventas similares y en los reportes sobre la adquisición por Beyond ONE / Virgin, los escenarios probables son estos:
- Migración de marca y continuidad operativa (escenario más factible). Si Beyond ONE completa la compra, lo más probable es que la red / base de clientes pasen a operar bajo la identidad de Virgin Mobile (o una marca del grupo). Los usuarios conservarían su línea y servicios de forma operativa inmediata, con cambios administrativos (titularidad de contrato, nuevas condiciones a mediano plazo) comunicados en avisos de migración.
- Cambios en tarifas y portafolio. A mediano plazo pueden modificarse planes comerciales, paquetes y promociones. Un nuevo dueño tenderá a integrar su portafolio y puede ajustar precios o beneficios en función de su estrategia de mercado.
- Riesgo regulatorio. La operación está sujeta a aprobaciones regulatorias (comisión antimonopolio y, en su caso, revisiones por temas fiscales o judiciales). Esto puede alargar plazos o imponer condiciones que afecten la experiencia de migración.
- Garantías y litigios pendientes. Si existen reclamaciones masivas, juicios o el asunto fiscal no está concluido, el nuevo propietario puede heredar responsabilidades o negociar indemnizaciones; de cualquier modo, las autoridades (Profeco, SAT) seguirán vigentes en su facultad para exigir cumplimiento.
Recomendaciones prácticas para usuarios (lo que deben hacer ya)
- Revisar el contrato y conservar comprobantes: Facturas, contratos y condiciones actuales.
- Mantener activa la comunicación oficial: Seguir las cuentas verificadas de Movistar y, más adelante, del comprador (Virgin/Beyond ONE) para avisos de migración.
- Ante cambios no aceptados o cobros extras, presentar queja en Profeco (Concilianet) y conservar evidencia.
- Si hay dudas sobre la portabilidad o pérdida de número, solicitar información al área de atención y, si procede, tramitar portabilidad a otro operador en cuanto haya claridad.
Lo que significa para el mercado mexicano
La salida de Telefónica es el cierre de una etapa: Movistar deja de ser un actor con la larga historia que tuvo en México para transformarse, probablemente, en parte del ecosistema de OMV y estrategias de bajo costo que han crecido rápido. El resultado inmediato será menos diversidad de marcas internacionales con infraestructura propia y mayor concentración de la oferta en manos de operadores con modelos de agregación y socios comerciales. Para los usuarios, lo más probable es que el servicio continúe durante la transición, pero conviene permanecer alerta por posibles cambios contractuales y por el desenlace del litigio fiscal que todavía está en manos del Poder Judicial.

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