La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), por medio de una conferencia de prensa, advirtió que las exportaciones de ganado mexicano a Estados Unidos podrían desplomarse 60% en 2025, debido al cierre fronterizo por el brote de gusano barrenador.
Si la frontera no se reabre en los próximos seis meses, sólo cruzarían 400 mil cabezas de ganado, lejos del promedio anual de 1.2 millones, lo que implicaría pérdidas de hasta 400 millones de dólares para el sector, alertó Homero García de la Llata, presidente de la CNOG.
Durante el primer semestre del año apenas se exportaron 200 mil animales, cuando debieron enviarse 600 mil. Esto obligó a redirigir el producto al mercado nacional, donde el precio por cabeza es menor.
La CNOG urgió a establecer un acuerdo temporal entre engordadores y productores nacionales para comercializar el ganado varado, y exigió suspender la importación de bovinos de Centroamérica mientras siga cerrado el cruce con EE.UU.
Chihuahua, Sonora y Durango concentran más del 80% de los envíos afectados. Aunque en EE.UU. hay escasez de ganado y altos precios por la sequía, el cierre de frontera mantiene en jaque al sector exportador mexicano.
Autoridades y ganaderos han implementado acciones sanitarias para contener la plaga, como capacitación, identificación de ganado y vigilancia epidemiológica, con el fin de reabrir cuanto antes los cruces.
A solo dos días de reabrirse, Estados Unidos cerró de nuevo su frontera al ganado mexicano por un nuevo caso de gusano barrenador en Veracruz, informó la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins. La medida afecta a reses, bisontes y caballos, y frena otra vez el comercio ganadero con México.
El parásito, originado por la mosca Cochliomya hominivorax, fue detectado en Ixhuatlán de Madero, a solo 370 millas de la frontera, lo que encendió las alertas. La reapertura, iniciada el 7 de julio en Agua Prieta, Sonora, buscaba normalizar un comercio que estuvo cerrado siete semanas y generó pérdidas de 700 millones de pesos.
El secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, aseguró que la situación está bajo control: solo el 0.005% del ganado está afectado y los casos activos han caído desde mayo. Aun así, Washington exige más avances en Veracruz y estados vecinos antes de reabrir los puertos fronterizos.
La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al presidente Donald Trump a reanudar los despidos masivos en agencias federales. La decisión elimina la orden de una jueza que había bloqueado las reducciones de personal.
Los magistrados levantaron la restricción impuesta por la jueza de distrito Susan Illston, quien había argumentado que Trump excedió su autoridad al ordenar despidos. Su decisión había protegido a cientos de miles de empleados federales.
En febrero, Trump anunció una revisión del gobierno para reducir la fuerza laboral federal y desarmar ciertas oficinas y programas. Las recortes de personal afectan a múltiples agencias, incluyendo Agricultura, Comercio y Salud.
Illston había argumentado que solo el Congreso puede autorizar tales reestructuraciones. Su fallo limitó la capacidad de las agencias para realizar despidos y recortar programas.
La jueza también ordenó la reincorporación de los trabajadores despedidos, aunque retrasó esta medida durante el proceso de apelación. Su sentencia representó un fuerte obstáculo para la reforma gubernamental impulsada por Trump y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
El DOGE, anteriormente dirigido por Elon Musk, busca reducir el empleo federal y eliminar gastos considerados innecesarios. Musk dejó su cargo a finales de mayo y tuvo un enfrentamiento público con Trump.
La decisión de la Corte Suprema marca un nuevo capítulo en el intento de Trump de remodelar el gobierno federal. Los efectos de esta autorización se sentirán en diversas agencias y en la fuerza laboral federal.
México retomó la exportación de ganado en pie a Estados Unidos tras dos meses de suspensión por el brote de gusano barrenador. Desde Agua Prieta, Sonora, cruzaron las primeras 882 cabezas cumpliendo con todos los protocolos sanitarios.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, destacó que este avance es resultado del trabajo coordinado entre ambos países. La reapertura inició por el puerto de Douglas, Arizona, y continuará de forma escalonada con cruces en Nuevo México y Texas en las próximas semanas.
Ya cruzaron las primeras cabezas de ganado hacia Estados Unidos desde Agua Prieta, Sonora, son cerca de 900.
Este avance es resultado del trabajo conjunto para regularizar el comercio ganadero y reforzar las acciones contra el gusano barrenador en el sur y sureste del país. pic.twitter.com/LytjKM1Lpl
El cierre fronterizo, vigente desde el 11 de mayo, provocó pérdidas estimadas en 700 millones de dólares y obligó a México a importar carne de países como Brasil, Argentina y Australia. Según Berdegué, los casos activos de la plaga disminuyeron 22.7% entre el 24 de junio y el 6 de julio.
Autoridades de México y Estados Unidos sostuvieron una reunión técnica para dar seguimiento a los acuerdos de reapertura y fortalecer las medidas sanitarias. El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, celebró la reanudación y afirmó que el estado sigue siendo referente nacional en sanidad animal.
Desde noviembre de 2024, autoridades federales han interceptado 32 cargamentos de ganado con presencia de gusano barrenador, como parte de una estrategia nacional para evitar la propagación de la plaga hacia el centro y norte del país.
El director delServicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón Elizalde, informó durante la 97ª Sesión Ordinaria del Consejo Técnico que los retenes han sido clave, con apoyo de la Sedena y la Guardia Nacional, quienes resguardan las inspecciones y el retorno de animales infectados a sus lugares de origen.
El primer caso se detectó el 21 de noviembre de 2024 en Catazajá, Chiapas. Desde entonces, el personal oficial ha realizado inspecciones físicas y documentales en coordinación con las fuerzas armadas, para evitar que transportistas evadan los filtros sanitarios.
Desde la activación del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal en julio de 2024, el Gobierno Federal desplegó a unidades del Ejército y la Guardia Nacional en zonas estratégicas, a fin de proteger a veterinarios y técnicos, y contener la plaga en el sur del país.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, anunció la reapertura gradual de puertos para el comercio de ganado, bisontes y equinos desde México, a partir del 7 de julio de 2025, luego del cierre decretado en mayo por la presencia del gusano barrenador.
El primer punto que retomará operaciones será el puerto de Douglas, Arizona, considerado de bajo riesgo por su ubicación y la coordinación histórica con autoridades de Sonora. El Departamento de Agricultura (USDA) prevé abrir más cruces en Nuevo México y Texas en las próximas semanas, si las condiciones lo permiten.
La decisión se tomó tras una evaluación conjunta entre el USDA y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en la que se comprobó que en ocho semanas no se ha registrado un repunte de casos.
Desde octubre de 2024, México ha inspeccionado y tratado a más de 600 mil cabezas de ganado y mantiene campañas permanentes, zonas de cuarentena y control del movimiento animal. Además, realiza vuelos semanales para dispersar 100 millones de moscas estériles y trabaja en la renovación de su planta en Metapa, que permitirá producir hasta 500 millones de insectos por semana, clave para contener la plaga en la región del Darién.
Estados Unidos mantiene una vigilancia estricta y exige protocolos más rigurosos para evitar nuevas incursiones del gusano barrenador del ganado.
La informalidad laboral en México llegó a su nivel más alto en 18 meses. En mayo, 188 mil 702 personas se unieron al trabajo informal, mientras que el empleo formal perdió 117 mil plazas.
La tasa de informalidad se ubicó en 54.9% de la población ocupada. Este es el nivel más alto desde octubre de 2023, cuando alcanzó 55.4%. Estos datos provienen de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
El aumento en la informalidad fue de 0.2 puntos porcentuales. La incorporación de nuevos trabajadores en ocupaciones informales y la caída en el empleo formal impulsaron esta cifra.
Aunque la informalidad aumentó, no se observó un crecimiento en unidades económicas informales. De hecho, la ocupación en estos centros de trabajo se redujo. El alza en el trabajo informal se concentró en unidades económicas formales, donde 308 mil personas fueron contratadas bajo esquemas informales en empresas constituidas formalmente.
A pesar del incremento en la informalidad, la creación de empleo se mantuvo en mayo, aunque a un ritmo más lento. Se sumaron solo 71 mil 664 personas a la población ocupada, la cifra más baja del año. El trabajo por cuenta propia creció con 289 mil 863 nuevas incorporaciones, mientras que el trabajo subordinado solo aumentó en 46 mil 206 plazas.
La tasa de desempleo también experimentó un repunte, pasando de 2.5% a 2.7%. Este aumento se relaciona con la incorporación de 132 mil 962 personas a la población desocupada.
En términos sectoriales, la agricultura, pesca y ganadería fueron las únicas áreas que crearon empleos en mayo, con 212 mil 862 nuevos puestos. En contraste, el sector industrial perdió 33 mil 862 empleos, con manufactura sufriendo la mayor caída al perder 283 mil 382 trabajos. Las actividades de servicio también reportaron una reducción de 56 mil 994 puestos de trabajo, con el comercio y los servicios profesionales siendo los más afectados.
México y Estados Unidos se unen para frenar una amenaza silenciosa pero peligrosa: el gusano barrenador del ganado. La plaga, que ha puesto en pausa la exportación de ganado en pie desde mayo, encendió las alertas en ambos países. Ahora, una nueva estrategia binacional busca erradicarla antes de que cause más estragos.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, presentó un plan nacional de cinco puntos que incluye desde el uso de tecnología hasta cooperación directa con autoridades mexicanas. El objetivo es claro: proteger al sector ganadero y evitar que la plaga cruce fronteras.
Entre las acciones clave está la producción y liberación de moscas estériles, una técnica comprobada para frenar la reproducción del gusano. Se planea generar hasta 160 mil de estas moscas gracias a una inversión reciente de 21 millones de dólares, que también permitió modernizar la planta en Metapa, Chiapas. A esto se suma una nueva instalación de dispersión ubicada en la Base Aérea Moore, Texas, lista para operar sobre el norte de México.
El plan también contempla la creación de una franja de vigilancia entre ambos países, interceptar ganado introducido ilegalmente, y garantizar el tratamiento médico para los animales afectados. Además, habrá inversiones en innovación científica para mejorar las respuestas ante la plaga.
“Vamos a ganar esta batalla. Ya lo hicimos una vez, y lo volveremos a hacer”, aseguró Rollins, destacando el compromiso total del gobierno estadounidense con esta causa.
Desde México, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, reconoció el esfuerzo como un avance importante y confió en que pronto se reanuden las exportaciones. A través de su cuenta en X, destacó los resultados obtenidos y la colaboración activa con el Departamento de Agricultura de EU (USDA).
La secretaria @USDA@SecRollins acaba de anunciar un plan para reforzar el combate al gusano barrenador del ganado. Nos parece un paso positivo que, en distintos aspectos, fortalecerá el trabajo conjunto México-EUA. Por ejemplo:… Abro 🧵
Este esfuerzo conjunto demuestra que, cuando se trata de proteger al campo y al ganado, la cooperación internacional es más fuerte que cualquier plaga.
Una nueva encuesta del Pew Research Center revela que los estadounidenses están divididos sobre las políticas migratorias del presidente Donald Trump. La encuesta, realizada con más de 5 mil adultos, muestra opiniones encontradas sobre el uso de la policía local en las deportaciones masivas y las redadas en lugares de trabajo.
El 50% de los encuestados apoya el uso de fuerzas del orden estatales y locales para deportaciones, mientras que el 49% se opone. Además, la opinión sobre ofrecer incentivos monetarios a inmigrantes indocumentados que salgan voluntariamente del país también está dividida (49% a favor, 50% en contra).
En cuanto a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el 54% desaprueba estas acciones en lugares de trabajo, mientras que el 45% las aprueba. La mayoría de los estadounidenses (60%) se opone a suspender la mayoría de las solicitudes de asilo y el 59% rechaza eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para inmigrantes que huyen de conflictos.
En general, el enfoque de la administración Trump hacia la inmigración recibe una calificación negativa, con un 42% de aprobación y un 47% de desaprobación. Estas opiniones reflejan una fuerte división partidista; el 78% de los republicanos aprueba las políticas migratorias, mientras que el 81% de los demócratas las desaprueba.
A pesar de la controversia, una gran mayoría (65%) de los estadounidenses cree que debería existir una forma para que los inmigrantes indocumentados permanezcan legalmente en el país. Además, el 36% apoya que estos inmigrantes puedan optar a la ciudadanía si cumplen ciertos requisitos.
La encuesta se realizó en un contexto de cambios repentinos en las políticas migratorias de Trump. Recientemente, el presidente anunció la suspensión de algunas redadas que afectaban a sectores como la agricultura y la hotelería, aunque luego se revirtió al plan de realizar redadas en ciudades gobernadas por demócratas.
La opinión pública parece estar cambiando conforme surgen imágenes de familias separadas y deportaciones erróneas. Aunque el índice de aprobación de Trump se ha mantenido en el 41%, el porcentaje de quienes creen que sus acciones han sido peores de lo esperado ha aumentado en 13 puntos desde febrero.
El nuevo paquete de aranceles universales impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a generar inquietud en los sectores más leales a su base política: los agricultores del medio oeste. A pesar de haberle otorgado más del 78 por ciento del voto en las pasadas elecciones, hoy enfrentan un escenario de incertidumbre y posibles pérdidas económicas similares a las sufridas durante la primera guerra comercial con China en 2018.
Desde su granja en Illinois, Jim Martin, productor de soja y maíz, reconoció que los temores del sector no son nuevos. “Sabíamos que esto llegaría. Nos preocupa cómo se va a resolver”, declaró. Su preocupación se replica en cientos de condados agrícolas que dependen en gran medida de las exportaciones hacia el mercado internacional, particularmente hacia China.
El nuevo esquema arancelario, anunciado por Trump, establece un impuesto del 10 por ciento sobre todas las importaciones hacia Estados Unidos, al que se sumarán recargos adicionales del 34 por ciento para países como China a partir del próximo jueves. Como respuesta, el gobierno chino anunció medidas recíprocas, afectando directamente a productos clave del sector agropecuario estadounidense.
Tan solo en el último año, los agricultores estadounidenses exportaron productos a China por 24 mil 600 millones de dólares, siendo este país su tercer socio comercial, solo por detrás de México y Canadá. De ese total, la soja representó el 52 por ciento, muy por encima de la carne vacuna o el algodón.
El temor no es infundado. En 2018, durante el primer mandato de Trump, China impuso un arancel del 25 por ciento a la soja como represalia por políticas proteccionistas de Washington. Aquella vez, las exportaciones del grano se desplomaron un 75 por ciento, provocando pérdidas cercanas a los 27 mil millones de dólares. Para mitigar el daño, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) inyectó 23 mil millones de dólares en apoyos durante 2018 y 2019.
A pesar del golpe, los votantes de los 444 condados agrícolas del país respaldaron a Trump aún más en las elecciones presidenciales de 2024, con un porcentaje de apoyo mayor que el registrado en 2016. “El presidente dijo que a largo plazo mejoraría. Así que tenemos que decidir hasta qué punto estamos dispuestos a esperar”, comentó Martin, en un tono que mezcla fe con resignación.
El nuevo conflicto comercial se agudiza en un momento complicado: los precios de la soja ya se encontraban en sus niveles más bajos desde 2020, empujados por un exceso de oferta y por el dominio de Brasil en el mercado internacional, beneficiado por la depreciación del real.