Por César Gutiérrez Priego
La información sobre los supuestos amparos, presentados en dos estados diferentes a favor de los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, difundida por LatinUS, fue una mentira.
Pero también un montaje
Varias cosas deben quedarnos claras desde el comienzo. Y una de ellas es que la naturaleza de la información (manipulada desde un medio de comunicación) carecía de fundamentos legales.

Me explico: un amparo, en la legislación mexicana, puede ser presentado por un tercero en nombre de un detenido, sin que este último tenga que estar presente.
Eso es cierto
Sin embargo, no es posible presentar el mismo amparo en dos jurisdicciones federales distintas de forma simultánea, ya que la ley establece un principio de competencia territorial.
Eso por un lado. Pero, por otra parte, el supuesto abogado, señalado como el promotor de estos amparos, salió a desmentir categóricamente haberlos presentado.
¿Cuál era el objetivo dé LatinUS y del supuesto reportero, Claudio Ochoa Huerta? Manchar la imagen de los hijos de AMLO, pero especialmente del expresidente López Obrador.
Seamos claros: la meta no era iniciar un proceso judicial exitoso. El objetivo de Claudio Ochoa Huerta y LatinUS era generar la percepción de que existía un conflicto legal y que los hijos del expresidente estaban en apuros.
A través de este expediente fantasma buscaban manchar la reputación de la familia presidencial y del propio López Obrador. Este es un claro caso de lawfare, donde el sistema de justicia se usa como un instrumento de ataque político, no de impartición de justicia.
Y ojo con esto, porque un amparo en dos estados no es un error, es un montaje.
