La fiscalía corrigió la versión inicial y confirmó que el caso se investiga como operación criminal; cinco personas murieron y el vehículo llegó desde Colima.
La Fiscalía General de la República (FGR) corrigió la información difundida tras la explosión ocurrida en Coahuayana, Michoacán, y confirmó que el hecho no se investiga como terrorismo, sino como delincuencia organizada, luego de que la participación de áreas especializadas generara confusión en el comunicado oficial.
Según autoridades federales, la carpeta fue atraída por la Fiscalía Especial en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) después de que una camioneta Dodge Ramproveniente de Colima explotó frente a la base de la policía comunitaria, dejando cinco muertos —tres elementos comunitarios y dos civiles— además de siete heridos y 12 vehículos dañados, incluidos dos blindados.

El fiscal estatal Carlos Torres Piña detalló que el vehículo ingresó a Michoacán por la carretera federal 200, permaneció en San Vicente y posteriormente avanzó hacia el centro de Coahuayana, donde estalló con una onda expansiva de 300 metros. La zona es resguardada por la corporación comunitaria dirigida por Héctor Zepeda Navarrete, “El Comandante Teto”, conocida por su confrontación con Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Tras el malentendido inicial, la titular de la FGR, Ernestina Godoy, precisó que la investigación reúne a un equipo de peritos especializados, así como a elementos de la Sedena, Semar, SSPC y la Guardia Nacional, quienes trabajan de forma coordinada para esclarecer la estructura criminal detrás del ataque.
La FEMDO asumirá el caso en seguimiento permanente con el gabinete de seguridad federal, mientras continúan los análisis periciales en criminalística, balística, explosivos y genética para determinar responsabilidades.




