El fundador del Cártel de Guadalajara comparecerá en Nueva York mientras su defensa insiste en considerar su edad, salud y supuesta falta de actividades delictivas recientes.
Rafael Caro Quintero, alias el “Narco de Narcos”, regresará este 18 de septiembre ante el juez Frederic Brock en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, en lo que será su cuarta audiencia penal en Estados Unidos. La comparecencia está programada para las 11:00 horas (local), y se centrará en los términos pendientes del proceso judicial que busca evitar la cadena perpetua y las medidas de aislamiento extremo que enfrenta.
La defensa del capo mexicano prepara argumentos basados en su edad avanzada, problemas de salud y presunta desconexión de crímenes recientes, con el objetivo de reducir su condena y modificar las restricciones de comunicación casi total que mantiene la DEA y el FBI, que alegan coordinación de asesinatos, tráfico de drogas y operaciones financieras desde prisión a través de familiares, como su hermano Miguel Ángel Caro Quintero.

Por su parte, la fiscalía podría presentar nuevas pruebas, incluidas comunicaciones interceptadas que lo vinculan con operaciones delictivas posteriores a 2013. Sin embargo, en esta audiencia no se espera un fallo sobre su culpabilidad, sino avances procesales en la preparación del juicio.
Caro Quintero es señalado por su papel en el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, así como por liderar décadas de tráfico de marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas hacia Estados Unidos, manteniendo una empresa criminal continua y ejecutando asesinatos de rivales.
El capo fue arrestado por primera vez en 1985, cumplió 28 años de condena en México y fue liberado en 2013. Tras su recaptura en julio de 2022 en Sinaloa, México lo extraditó a Estados Unidos el 27 de febrero de 2025, junto a otros 28 líderes de cárteles. En audiencias anteriores se declaró no culpable y solicitó atención médica, mientras su defensa argumenta que las estrictas medidas de aislamiento violan sus derechos y que no dirige operaciones desde prisión.