El alto mando de la Marina es acusado de encabezar una red de contrabando de combustibles que operaba con 32 barcos y millones de litros de hidrocarburos.
El contralmirante Fernando Farías Laguna, prófugo de la justicia y señalado como pieza clave en el huachicol fiscal, logró una suspensión que frena temporalmente su captura. Autoridades lo acusan de delincuencia organizada y de dirigir una estructura de corrupción que permitió la entrada ilegal de combustible proveniente de Estados Unidos.
El recurso fue promovido el 29 de agosto ante el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Penal en Ciudad de México, apenas diez días después de que la Fiscalía General de la República (FGR) judicializó el expediente. Farías reclamó la orden de captura y la negativa de acceso a la carpeta de investigación. Aunque en un inicio denunció posibles actos de tortura, incomunicación, malos tratos y falta de atención médica, finalmente desistió de esas acusaciones.

El juez en funciones, José Alberto Rodríguez Rivera, concedió la medida cautelar bajo la condición de que Farías comparezca físicamente ante la autoridad en un plazo de tres días hábiles y pague una garantía de 49 mil pesos. De no hacerlo, la suspensión perderá efecto.
Mientras tanto, el caso continúa avanzando contra otros implicados. El juez federal Mario Martínez Elizondo vinculó a proceso a nueve elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y a cinco civiles por participar en la misma red de contrabando. En total, 13 personas ya están detenidas y encarceladas.
Los procesados permanecerán bajo prisión preventiva oficiosa. Sin embargo, una mujer identificada como Perla Elizabeth, funcionaria de la Aduana de Tampico y actualmente embarazada, seguirá en prisión domiciliaria. Otras dos mujeres se encuentran en el Cefereso 16 de Morelos, mientras los hombres permanecen en el Altiplano, Estado de México.