Etiqueta: León Fernando Alvarado

  • El pueblo visto por el pueblo

    El pueblo visto por el pueblo

    Cuando los pueblos tengan la conciencia de que son más fuertes que sus dominadores, no habrá más tiranos

    Ricardo Flores Magón

    Todo se llevaron los neoliberales. O casi. 

    Como había que cambiar la economía para beneficio del país, se alzaron con minas, aerolíneas, Fobaproa, televisoras, carreteras, reclusorios y hospitales. Como había que desmantelar al Estado autoritario, idearon los “organismos autónomos” para lograr dos objetivos inmediatos: convertirlos en fuentes de empleo bien pagado para los cuates y reducir al Estado a mero expedidor de actas y pasaportes, porque la política (financiera, energética, electoral, informativa y de justicia) sería dictada desde dichos organismos. Y como había que modificar la cultura para que se aceptara sin retobos la ideología neoliberal, borraron del diccionario social vocablos inconvenientes para matizar el discurso de imposición. A ver.

    Ejemplo. Dieron en llamar “socios” a sus empleados para que se sientan copropietarios de la empresa donde los explotan a mansalva. Ejemplo de necedad: a un ex rector de la UNAM se le ocurrió el neologismo “ninis” para designar a los jóvenes excluidos del sistema que ni estudiaban ni trabajaban. (“¡Ji ji ji, qué buena puntada me aventé, ji ji ji!”, debió haber pensado.)

    De ese Nuevo Diccionario de la Lengua Neoliberal fue proscrita la palabra “pueblo”, aunque en este caso el pueblo mismo fue el que desapareció del discurso social para darle paso a la llamada “sociedad civil”, que no es otra cosa sino el subsuelo donde habitan, a la espera de que caigan algunas migajas desde mero arriba, las organizaciones-fachada de los intereses oligárquicos. Engaños coloridos, vacíos que sólo existen en el logotipo que los referencian.

    Para qué ocuparse del pueblo haragán, vago, vicioso, sucio, invisible, que es pobre porque quiere, apenas apto para aparecer como motivo de guasa en las películas de ficheras, o de vecindades, o de albures, o de Luis Estrada. Un pueblo al que se le podía dejar sin educación pública gratuita o cobrarle el costo de 300 hospitales inconclusos o venderle una barda para una refinería fantasma en mil 724 millones de pesos.

    Así, durante cuarenta años el pueblo desapareció de la escena pública. Nadie –como no fueran las crónicas de Carlos Monsiváis, o los estudios de Néstor García Canclini, o los análisis de Juan Manuel Valenzuela- volvió a ocuparse de lo que le sucedía al pueblo porque se volvió tan prescindible que no valía la pena nombrarlo ni invitarlo al banquete público.

    Soslayado, olvidado, obviado, explotado y desatendido, el pueblo dejó de ser siquiera comparsa porque ni para estorbo escenográfico servía. ¿Para qué convidarlo si su existencia era apenas una conjetura? ¿Para qué esperar del pueblo una “ciudadanía de alta intensidad”, como quiere Murayama, si diez horas de jornada laboral en la fábrica de calzado lo dejan hecho un trapo? “Así que se quede, al cabo que ni falta hace”, pensaban sin decirlo los neoliberales.

    Pero ahí seguía el pueblo. Nomás a la expectativa. Y cuando pudo se sacudió de encima a los ladrones que lo bolsearon por décadas. Y ya no hubo fraude electoral posible que lo hiciera retroceder, como había sucedido en 1988, 1994, 2006 y 2012.

    Mal cálculo de la derecha apostar por la extinción y la mudez del pueblo. Cinco años de transformación política y cultural en los que esa derecha ha exhibido una y otra vez su ambición y sus marrullerías le dan un perfil distinto a la contienda política. Porque no es sólo  la vuelta retórica de la palabra “pueblo” para designar al pueblo, sino también su protagonismo en la plaza pública. 

    Un histrión enfurecido y lacrimoso que denuncia a “este desgraciado presidente” bastará para arrullar modorros, pero no para adormecer otra vez al pueblo. La política no es un baile de mojigangas afuera de la parroquia el día de la fiesta del santo patrono, aunque los mayordomos vistan de huipil a tan cómicas mojigangas. El pueblo es otra cosa. 

  • La corrupción neoliberal, en lo oscurito

    La corrupción neoliberal, en lo oscurito

    El presidente López Obrador ha invitado desde las “mañaneras” a investigar cuándo, dónde y cómo, durante la larga noche neoliberal, se mencionó a la corrupción como el principal problema del país, si es que hubo tal mención en medios. No se conoce investigación que responda a la iniciativa presidencial.

    Hay sobrante de novelas, reportajes y series de televisión cuyo tema es el narcotráfico, ¿pero por qué a pocos o a nadie se le ocurrió indagar sobre la corrupción en los sexenios del prianato (1982-2018), que produjeron verdaderas comaladas de nuevos ricos? ¿Juzgaron que no era un tema atractivo? ¿Que no vendía como sí vendía el relato de las accidentadas y monótonas vidas de los capos: empezar desde abajo, encumbrarse, deshacerse de rivales a sangre y fuego, conquistar una plaza, caer? ¿O es que sí hubo revistas y periódicos y libros que publicaron indignados reportajes sobre la entrega de los bienes públicos a precio de remate al puñado de particulares que gobernó a México?

    Con honrosas excepciones, como las de Olga Wornat o la revista Contralínea, nadie habló sobre las “factureras”, o las evasiones fiscales o las condonaciones de impuestos que nada más de 2007 a 2018 sumaron 400,902 millones de pesos, o la entrega en concesión del 40% del territorio nacional, o el criminal pacto del gobierno calderonista con el narcotráfico que mantiene en prisión en Estados Unidos a quien fue el secretario de Seguridad Pública del presidente espurio? En serio, ¿nadie supo nada sobre el saqueo ni sobre el contubernio?

    Pongamos un ejemplo de esa ceguera analítica, real o ficticia, el de la doctora Rossana Reguillo, quien escribe sobre los efectos del neoliberalismo: “La pobreza, las precarias condiciones de salud, la falta de escolaridad, el desempleo, la violencia y la inseguridad pueden (“pueden”, dice, porque no hay seguridad de ello) ser leídos como síntomas graves del repliegue del estado que abandona a su suerte a los más vulnerables”. (Horizontes fragmentados. El desorden global y sus figuras. ITESO, 2005, p. 48). Este párrafo, sin quitarle ni agregarle una coma, podría encontrarse en cualquier libro sobre el tema escrito diez, veinte, treinta o cuarenta años antes, porque no agrega nada a lo sabido. Falta, en cambio, el tema de la corrupción, que es la causa eficiente de las desventuras sociales enumeradas por la doctora. Sobre la corrupción, ni media palabra.

    Otro ejemplo. Federico Reyes Heroles escribe “(…) la corrupción no sólo es un problema moral o ético sino un grave obstáculo para el desarrollo de las naciones. La corrupción, además, es un fenómeno (…) que debe ser evaluado, medido y expuesto, sin ningún tipo de consideraciones políticas”. (Entre las bestias y los dioses. Océano, 2004, p. 67). Correcto y plausible diagnóstico sobre el problema que engendra la corrupción, y la obligación de sancionarla aunque sólo sea moralmente.

    Pero ¿cuáles eran los nombres de empresarios y políticos que saquearon salvajemente a México para exponerlos “sin ningún tipo de consideraciones políticas”? ¿Dónde estaban los nombres de los medios que se alzaron con miles de millones de pesos, lo cual es otra forma de corrupción porque lo que se compra es silencio y lo que se vende es complicidad? Pues nada, que nombres y medios corruptos hicieron su debut en público sólo hasta que el presidente López Obrador comenzó a evidenciarlos en las “mañaneras”. Antes, callaron como momias. Don Federico todavía está a tiempo para exponer a los corruptos, que son, entre otros, los que financian los organismos-fachada con los que se agrede a la 4T, y en particular el pobrecito señor X. Esperamos su exposición.

    También es difícil encontrar la palabra “corrupción” en el libro ¿Tiene futuro el PRI? (Grijalbo, 1998), del hoy desesperanzado José Antonio Crespo, quien utiliza en su libro diagramas y menciones al Partido Liberal Democrático japonés, a Mao Tse-Tung, al partido hegemónico y a todo lo que se quiera y se cuele, menos a la corrupción priista.

    Sí ve, en la página 79 del libro mencionado, que el PRI comete “acciones ilícitas (…) para asegurar su triunfo a nivel estatal o municipal”, pero después se le nubla la mirada y ya no alcanza a ver que también hubo “acciones ilícitas” en las corruptas elecciones presidenciales de 1988 y de 1994. El horizonte de su mirada se enturbia cuando llega a la figura presidencial.

    Observa Crespo que el PRI obstruye “todas las demandas de juicio político en contra de funcionarios priistas, y las comisiones de investigación de casos de posible corrupción”. Hasta ahí, para que la vaga mención al ilícito haga también las veces de sanción y nos olvidemos del asunto. Por cierto, Crespo es el convencido demócrata que en su twitter miente un día sí y otro también (aunque después, cuando ya sembró la duda, medio se disculpa, como aparece en https://twitter.com/JACrespo1/status/1555552634068733956), y es el ciudadano profundo que lamenta el 71% de aprobación popular a la gestión del presidente López Obrador. Con demócratas como éste, ¡quién necesita autoritarios!

    El presidente López Obrador afirmó: “el principal problema de México es la corrupción. Antes no se hablaba de eso (…). Porque ni en los discursos se hablaba de corrupción, si ustedes hacen un análisis de los discursos de 50 años a la fecha no van a encontrar la palabra corrupción, como si no existiera, y en los medios de información lo mismo”1. Los tres botones de muestra exhibidos en este artículo le dan la razón al presidente. Pero el desfile de la desvergüenza intelectual podría alargarse hasta hacerse interminable.

  • Dos miradas opuestas

    Dos miradas opuestas

    No.

    No aceptes lo habitual como cosa natural.

    Porque en tiempos de desorden,

    de confusión organizada,

    de humanidad deshumanizada,

    nada debe parecer natural.

    Nada debe parecer imposible de cambiar.

    Bertolt Brecht : No aceptes

    En México conviven dos visiones de país que se presentan en resistencia una frente a otra. Dos perspectivas opuestas que se contraponen una a otra sin que haya un inicio de acuerdo entre ambas. Dos culturas en tensión que no comparten ninguna coincidencia histórica.

    La nuestra es una historia de pugnas entre realistas e insurgentes, iturbidistas e hidalguistas, españolistas y antiespañolistas, yorkinos y escoceses, centralistas y federalistas, imperialistas y republicanos, conservadores y liberales, reeleccionistas y antirreleccionistas.

    Por si fueran pocas las divergencias, el crítico de arte Manuel G. Revilla añadió, en un artículo publicado en 1917, una más: la de quienes escriben México con equis y quienes escriben el mismo nombre con jota: Méjico.1 Desacuerdo hasta en la escritura de nuestro nombre.Acota y cierra el punto el historiador Edmundo O’Gorman, quien afirma: “(…) el germen de México incluía dos Méxicos distintos” y las asonadas, cuartelazos y rebeliones de nuestra historia “revelan, en el fondo, el inevitable y sordo conflicto (…) de dos posibles maneras de ser, trabadas en el mutuo intento de afirmarse la una en la exclusión de la otra”. 2

    Y se notan las discrepancias. Para unos, Benito Juárez es el constructor que separó a la iglesia católica de los asuntos del Estado y con ello le dio una identidad al país; para otros, precisamente por esa separación es y será aborrecido. Para actualizar estas incompatibilidades entre una y otra visión, Vicente Fox ordenó retirar el cuadro de tamaño natural de Benito Juárez que pendía en la oficina Benito Juárez, en Los Pinos. La compasión cristiana hacia el desposeído nos obliga a aceptar que el personaje no podía actuar de otra forma.

    Hay que imaginar el drama de los dos desafortunados gobiernos panistas al conmemorar cada 15 de Septiembre el Grito de Independencia, o recordar el inicio de la Revolución Mexicana el 20 de Noviembre, la revolución que acabó, entre otras cosas, con las cincuenta haciendas y ranchos que controlaba la familia Creel-Terrazas en Chihuahua en una extensión aproximada de 28,000 km2. A saber si las haciendas y los ranchos contaban con permisos para la instalación de casinos. Hoy, esa tensión dialéctica se revela en la actuación política existente entre la 4T y la oposición, con un pequeño detalle al calce: que mientras la 4T tiene claros sus compromisos de gobierno con una de las dos partes en disputa, la oposición de derecha, amodorrada en su colosal corrupción, no tiene siquiera una borrosa idea de lo que propone para el país, salvo continuar con el miserable saqueo de recursos y presupuestos que estuvo a su cargo hasta el año 2018.

    Así, en el naufragio ideológico, el PAN -que ni en sus mejores tiempos se formó al lado de las demandas populares, porque no se le recuerda haber apoyado una marcha campesina en demanda de la tierra o sumarse a las exigencias obreras de aumentar el salario mínimo durante los años de los terribles pactos económicos y de solidaridad delamadridistas- se agarra del PRI como de un clavo ardiendo y pretende pasar por programa de gobierno discursos mañosos y estridentes, o en el mejor de los casos disfrazarse de dinosaurio o encadenarse a las patas de una mesa en el Senado de la República para impedir la discusión de leyes.

    El PRI, siempre siempre siempre corrupto y antidemocrático, se apoya en los fingidos inocentes que simulan todavía creerle, digamos articulistas, operadores mapaches, académicos y directores de medios.

    Bueno, es que “el PRI es un lodazal, pero nos charpea”. Pero también esas charpeadas, esas salpicaduras del lodo presupuestal disminuirán conforme el partido se vaya alejando de las gubernaturas a su disposición, que por hoy son sólo dos. Nuevo dolor de cabeza priista: ¿cómo y con qué pagar los aplausos mediáticos?Y la patronal, ¿tiene algo para el pueblo al que saquea y explota? No, tampoco. Sólo un rapto de demencia podría llevar a los ricos del país a abogar por un aumento salarial para los trabajadores o a justificar la redistribución de la riqueza social que se da través de las becas para jóvenes y las pensiones a adultos mayores. Ni locos.

    La 4T les demostró a estos abusivos, durante la pandemia de Covid 19, que era prioritario apoyar a los de abajo para que no cayera el consumo y así se beneficiaran los de arriba. La estrategia fue exitosa, pero esta clase siente tal desprecio por los pobres que no los ayudarían a ningún precio. Ni modo.

    El rencor vivo contra el pueblo lo llevan inscrito en su ADN y contra eso no existe defensa.Y aquí está empantanada la oposición. Necesita del pueblo pueblo y la sesera de sus “ideólogos” solo alcanza a imaginar que inflar membretes y meterlos a la bolsa de la fantasmal “sociedad civil” les va a dar trascendencia. Necesitan una política clara que hable de la atención a las necesidades del país de la gente y en lugar de eso contratan abogados para promover amparos que obstaculicen el progreso de esa gente.

    Es que no pueden ser de otra manera. Así han sido a lo largo de la historia. Por cierto, realistas, imperialistas y reeleccionistas se encuentran en el basurero. Cosas de la historia.

    • 1 Manuel G. Revilla. Por qué no escribo México con j (Cuestión histórico-filológica), compilado por Ignacio Guzmán Betancourt en La equis de México. Historia de un debate ortográfico, (Universidad Iberoamericana, 2017).
    • 2 Edmundo O´Gorman. La Supervivencia Política Novo-Hispana. Monarquía o República. (Universidad Iberoamericana, 1974).

  • Triste triste oposición

    Triste triste oposición

    Tristes guerrassi no es amor la empresa.Tristes. Tristes.

    Miguel Hernández: Tristes guerras

    “No hacen mella”, aseguró el presidente López Obrador en una mañanera reciente al referirse a los ofuscados esfuerzos y las marrulleras estrategias que emplea la derecha para darnos la impresión de que no se encuentra noqueada y en la lona esperando la cuenta de diez.

    En efecto, no hacen mella los ardides y los amaños jurídicos que ocurren al interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, convertida hoy en el brazo judicial de la oposición tal como hasta hace poco el INE constituyó la facción electoral opositora.

    Ejemplo de amaño judicial. Uno de esos épicos protectores en quienes descansa la salvaguarda de la legalidad –casi, casi un héroe de Homero- afirmó que “el día que la Constitución cambie o diga otras cosas haremos que esas otras cosas se cumplan, pero mientras no estén haremos que se cumplan las que están, a costa de lo que sea”. ¿A quién no se le saltan las lágrimas de emoción ante tan encendido discurso? A la fracción II del Artículo 127 constitucional pues opone a la bravuconada del camorrista su claro señalamiento de que “Ningún servidor público podrá recibir remuneración, (…) por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la República (…)”. ¿Entonces? ¿No habíamos quedado en el respeto a la Constitución?

    Tampoco mellan a la 4T la labor de los mandarines que opinan en medios, los lectores de noticias que pasan por periodistas, los académicos que no añaden nada a la ciencia conocida, o los intelectuales sin contacto con la realidad. Y para ejemplo de hipocresía intelectual con el de José Antonio Crespo es suficiente, porque ayer firma un libro titulado La democracia real explicada a niños y jóvenes (2004, Fondo de Cultura Económica, Colección Popular) y hoy postea en twitter su dolor ante el resultado de la encuesta donde se aprueba mayoritariamente al presidente López Obrador. ¿No habíamos quedado en el respeto a la democracia?

    Y en poco y nada perjudican los resentidos y los insensibles sociales, los racistas y los clasistas que forman ese abigarrado mazacote cuya inteligencia subsidiaria orbita alrededor de consignas atroces y borderline: “el INE no se toca”, “la Corte no se toca”, “destitución de su cargo del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios que incurrieron en desacato judicial y consignación por abuso de autoridad”.

    De la poca eficacia de sus esfuerzos miserables y tenebrosos habla el alto porcentaje de aprobación a la gestión del Presidente (72.4% de la población quiere que AMLO continúe en la presidencia; señala encuesta https://www.capital21.cdmx.gob.mx/noticias/?p=24279), las vallas humanas que lo vitorean a su paso, o las gigantescas concentraciones que se reúnen en cuanto AMLO las convoca.Y sí, resultan irrelevantes en sus intenciones, pero estorban. Ni hablar.

    Porque al fin los procesos sociales no son ni inmediatos ni sencillos, pero se cumplen inexorablemente. Ejemplos. La lucha de las sufragistas mexicanas comenzó en 1911 y sólo se alcanzó hasta 1953 (El largo camino al sufragio femenino en México https://coordinaciongenero.unam.mx/2022/10/sufragio-femenino-mexico/). Tardó cuarentaidós años, pero llegó.O la lucha de la izquierda, que tomó décadas para alcanzar una sociedad más justa e incluyó la creación de partidos políticos y de organizaciones obreras, campesinas y populares, además de la militante participación de personajes como Heberto Castillo, Demetrio Vallejo, Valentín Campa, Benita Galeana o José Revueltas, apenas unos pocos nombres de una destacada constelación de luchadores sociales.

    La SCJN seguirá tirando leyes votadas en el Congreso y repartiendo amparos a delincuentes como si fueran estampitas de la peregrinación al Señor del Saucito. Los periodistas que sobrevivan al próximo sexenio de la 4T, que inicia en 2024 y termina en 2030, añorarán los años idos de los sobrecitos amarillos, gordos como su ambición y repletos como su necesidad.

    Los partidos políticos continuarán rebasados por sus ambiciones y lastrados por su falta de ideología y de vergüenza. La clase media, endurecida en su aspiracionismo y su clasismo, persistirá en su ensueño de sentirse diferente a los demás. Por eso no deben desanimar los constantes y burdos disparates de la oposición en contra del pueblo. Al contrario de lo que proponía Miguel Hernández, el poeta de la Guerra Civil española, las guerras de la oposición son tristes tristes porque el único amor que las anima es el amor al dinero. Triste triste motivación.

  • Una derecha errática, sin rumbo

    Una derecha errática, sin rumbo

    No tiene trabajo entre las bases, no ha forjado contactos verdaderos con el pueblo y carece de una propuesta discursiva para ganar la atención de las mayorías: he aquí el retrato hablado de la desquiciada oposición derechista que va de tumbo en tumbo por la vida política del país.

    Siempre se vio a esa oposición un poco carente de ideología, con muy poco que ofrecer a la reflexión. Sus ancestrales y raquíticos rollos sobre Familia, Tradición y Propiedad hoy cojean de cara a una sociedad que ha modificado profundamente esos paradigmas. ¿O a qué familia se refieren?

    Porque la actual familia mexicana presenta actores emergentes que no caben en el concepto rancio de familia, como son los matrimonios igualitarios o las familias donde la mujer es la jefa de la vivienda, situación que sucede en 33 de cada 100 hogares o casi 11 y medio millones de hogares, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 aportados por el INEGI. Es otro tipo de familia, no aquélla que la derecha defiende.

    ¿De cuál tradición hablan, siendo esta una sociedad líquida? Según el sociólogo Zygmunt Bauman, de quien se toma el concepto, “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados”. Así, en el pecado llevó la penitencia esa derecha: le apostó al neoliberalismo y éste, por su propia naturaleza, socavó los escasos baluartes en los que se afianzaba su ideología.

    No hay narrativa derechista posible para el pueblo que pasa por las calles anunciando desde su camioneta desvencijada que compra el fierro viejo que a uno le estorba en la azotea. Nada para la señora que vende tamales y atole en la esquina. Nada tampoco para el tendero que abre su tiendita a las 7 de la mañana y la cierra a las 11 de la noche y no hace caso a los días festivos. Al pueblo, pues, le importa una pura y dos con sal los desplantes retóricos bordados en el vacío intelectual del ex hacendado Creel, o los autopremios otorgados al licenciado Graue en Sevilla (doctor honoris causa (…) por sus aportaciones a la educación en Iberoamérica, presume la UNAM muy campanuda: Recibe el rector Graue el doctorado honoris causa por la Universidad de Sevilla, https://www.gaceta.unam.mx/recibe-el-rector-graue-el-doctorado-honoris-causa-por-la-universidad-de-sevilla/ ) o a la señora jueza Piña en Marruecos por la agrupación que dirige una de sus amistades, ni los berrinches de las senadoras Téllez, Gálvez o Rabadán.

    ¿A quién le habla esta derecha sorda, ciega y muda ante las aspiraciones populares? ¿Por qué insiste en mirarse el ombligo y es incapaz de levantar la mirada para ver más allá de sus prejuicios sociales? ¿Por qué X. González, líder de esta carretada de extraviados derechistas, no recibe la adecuada asesoría de sus consejeros y presenta de una buena vez su Plan de Gobierno para el sexenio 2024-2030, anunciado desde mediados de noviembre de 2022 (Tras marchar “por el INE”, Claudio X. González pide armar Plan de Gobierno 2024-2030 https://www.sinembargo.mx/14-11-2022/4284316 ) para que conozcamos las intenciones de los partidos políticos que se encuentran a sus órdenes?

    Son muchos y son nadie al mismo tiempo. Son los pasquines inmundos y el Pájaro Político que cae desplumado al primer “volido”. Son los noticieros de los medios y los opinadores cuyo rating viene en picada, como en caso de Aristegui. Son los organismos que presumen de “autónomos” y es la Suprema Corte. Son todos los que antes tenían el poder y hoy enfrentan la real posibilidad de ser arrollados por un pueblo que es tomado en cuenta políticamente.

    No, no es romantizar la acción del pueblo. Es reconocer que por primera vez la gente quita y pone a quienes lo miran y lo entienden. Esa mirada y ese entendimiento nunca vendrán de la opulencia, del desdén, del desprecio, del racismo, del clasismo. De la derecha, para acabar pronto.

  • Una noche loca… en el Senado de la República

    Una noche loca… en el Senado de la República

    Las estrategias del conservadurismo para hacerse de un lugar en el ánimo de la gente (¡ese miedo de llamarle “pueblo” al pueblo!) han sido múltiples pero disparatadas, porfiadas pero inútiles, siempre grotescas y nunca sustentadas en la razón. 

    Van desde las casitas de campaña sobrevolando el Zócalo de la CDMX en una escena para el Luis Buñuel surrealista hasta las desopilantes teatralidades de algunas senadoras de la oposición que sobrecogerían hasta los huesos al Dante si las hubiera presenciado: “¡Oh vosotros los que entráis (a esta sesión del Senado donde se hallan Kenia y Lilly), abandonad toda esperanza! (de cordura)”. 

    O la contumaz costumbre de publicar en medios y en redes sociales falsedades y sivergüenzadas que cada miércoles son jocosamente desenmascaradas frente a un pueblo de México. Parecen no darse cuenta de que sus barbaridades no tienen gracia, pero tampoco límite.

    ¿Su aberración más reciente? La toma de la tribuna del Senado, que vuelve a darle la razón a Carlos Marx: “(…) todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces: una vez como tragedia y la otra como farsa”. Tragedia, cuando senadores del PRD -entonces en la izquierda y hoy convertido en espantajo- tomaron la tribuna para exigir el análisis de la reforma energética peñista en 2013 y fueron desoídos; farsa, cuando la oposición organiza una piyamada, con kermés y todo, para defender a su candidato a un puesto en el INAI.

    A estas alturas ya resulta sospechosa tanta terquedad, tanta tenacidad para generar bufonadas que sólo los hace tropezar y alejarse del pueblo. ¿Es que no hay nadie en sus filas que los oriente en el camino? ¿Es que el talento de los intelectuales acogidos al patrocinio del pobrecito señor X no les alcanza para aconsejar correctamente a Marko y a Santiago, esos apóstoles de la desgracia? ¿Es que el odio que les causa ver a los adultos mayores de 65 años cobrar su modesta pensión bimestral o contemplar cómo se reconstruyen los hospitales que ellos dejaron inconclusos les nubla el entendimiento al grado de inhabilitarlos? ¿Es que les duele que el presidente López Obrador se presente dignamente frente a sus pares en el mundo, cuando ellos acostumbran acudir de rodillas ante  el rey de España, la OEA o el embajador norteamericano y eso los aniquila racionalmente?

    ¿Qué pensarán? 

    ¿Que a la gente común y corriente, la que se gana la vida sudando bajo el sol recogiendo brócoli en Irapuato o trabajando en condiciones infrahumanas en una fábrica de calzado de León, le parece humorístico el juego de las manitas calientes entre Xóchitl y Madero, tan convincente como para votar por lo que ellos representan? ¿Creerán que a los mineros de Guanajuato, de Coahuila o de la Sierra Gorda de Querétaro les agrada ver la perversidad de gastarse los impuestos de todos en sus charlotadas muy de clase media, cuando ellos padecen enfermedades a causa de la explotación minera?

    ¿Qué se están pensando estos aturdidos?

    Cierto que el único propósito de estas burlas senatoriales es ocupar un espacio en medios de comunicación y que en el programa Tercer Grado los aplaudan sus iguales. Cierto que no les interesa lo que la gente diga de ellos sino que los pasquines inmundos elogien su descarriada conducta. Cierto que los medios influyen en la opinión pública, pero hace tiempo que no determinan ni definen a un pueblo cada vez menos manipulable que no lee las páginas editoriales de los periódicos y cuando más las usa para hacer cucuruchos donde despacha alpiste o piloncillo. Que alguien les diga que el pueblo se cansa de tanta pinche guasa.

  • Los tiempos están cambiando

    Los tiempos están cambiando

    Se trataba de una revolución cultural, de efectos graduales. 
    Por tanto, la revolución política sólo podía darse después 
    o a la par de una revolución cultural.

    José Agustín: Armablanca.

    Corrían los años 80, y no había espacio para fingimientos. Las cosas en su lugar.

    Auge de las movilizaciones de la izquierda sin equívocos y sin embozos. Los partidos políticos: el Socialista Unificado de México (PSUM), el Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Obrero Socialista (POS). Con todas las observaciones al margen que se les quiera hacer, la izquierda era la izquierda.

    Las coordinadoras sindicales, campesinas y populares organizaban los amplios y diversos movimientos sociales: la COSINA (Coordinadora Sindical Nacional); la CONAMUP (Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular); la CNPA (Coordinadora Nacional Plan de Ayala).

    Fue en una marcha de 1982 cuando los partidos y las coordinadoras, agrupados en el FNDSCAC (Frente Nacional en Defensa del Salario, Contra la Austeridad y la Carestía), llenaron el Zócalo de la Ciudad de México por primera vez desde 1968. Cada quien sabía en dónde estaba su lucha. Nada de máscaras, sin dobleces.

    Los medios, ayer como hoy y como siempre, soslayaban, minimizaban las movilizaciones. ¿Qué hacer con la prensa, ay, siempre tan vendida? Sólo el unomásuno daba cuenta de los movimientos. ¿Revistas? Proceso, de Julio Scherer. Por Esto, la heredera del ¿Por Qué? de 1968, bajo la dirección de Mario Menéndez. El Machete, financiado por el Partido Comunista Mexicano y dirigido por ¡Roger Bartra!, con ¡Christopher Domínguez Michael! en la redacción. Las vueltas que da la vida. Quién habría de decirlo.

    Intelectuales, artistas, escritores, ocupaban su lugar en el espectro político porque el arte debía tener un propósito para no caer en productos inanes y racistas como las películas de Luis Estrada. Ejemplo. La antología 13 Rojo, publicada por Ediciones de Cultura Popular en 1981, agrupó a escritores militantes del PCM. Algunos nombres: Juan de la Cabada, Gonzalo Martré, Gerardo de la Torre, Juan Manuel Torres –también cineasta- René Avilés Fabila, David Martín del Campo. Más claro, ni el agua.

    Pero llegó 1988 y con él llegaron Carlos Salinas y el neoliberalismo y todo se fue al diablo porque abundaron, sobraron los recursos suficientes para facilitar que los creadores desarrollaran su obra artística sin sobresaltos económicos. (Discreta manerade llamar a la cooptación, casi el soborno).

    Pero, veamos. Sucedió una escaramuza que enfrentó a los dos grupos culturales hegemónicos: el agrupado en la revista Vuelta, comandado por Octavio Paz, y el de Nexos, capitaneado por Héctor Aguilar Camín. 

    El primer grupo organizó en 1990 el encuentro La experiencia de la libertad, con invitados como Carlos Franqui, Cornelius Castoriadis y Mario Vargas Llosa. El segundo, en represalia por no haber sido convocados al convite de la inteligencia, consiguió el debido patrocinio gubernamental para organizar su Coloquio de Invierno, con Carlos Fuentes como figura señera, más Arnaldo Córdova, Carlos Monsiváis y Rolando Cordera. La derecha y la izquierda. Fue el canto del cisne de la crítica al poder. El adiós a las armas del intelecto. Hoy, un si es no es los confunde a todos. Hoy, los dos, Krauze y Aguilar Camín, van del brazo y por la calle nutriendo los menguados alcances políticos de una derecha errática sintetizada en la figura del pobrecito Señor X.

    Ya que de noche todos los gatos son pardos, en la larga noche neoliberal dejó de distinguirse a unos de otros. Los gatos, además de ser pardos en la oscuridad, siempre caen parados. Como los intelectuales mexicanos. Gatopardismo autóctono.

    Todos aplaudieron a Salinas. Que la Democracia, a pesar de los fraudes electorales. Que los Derechos Humanos, sin embargo de los atropellos. Que la Solidaridad, a despecho de los millones de pobres. Irreprochable el discurso priista, cerrado con un toque de billarista de tres bandas: la creación de organizaciones autónomas, ciudadanizadas, como garantes del respeto a las exigencias de la sociedad. ¿Qué más quieres, inconforme?

    La política de la 4T ha provocado la caída de esas caretas intelectuales amorosamente cultivadas durante el periodo neoliberal. Careta y cara dura como la de Enrique Krauze, quien en el texto Narcotráfico, una guerra necesaria, publicado en el libro Historia de México1, afirma que “los resultados son los mejores de la historia del combate al narcotráfico”. De ese tamaño la sujeción al poder.

    Cancelados los privilegios, los intelectuales decidieron atacar al gobierno. No era para menos. Pongamos cifras. Según datos aportados por el periodista Pedro Mellado en su videocolumna para el portal Sin Embargo, titulada Las irritantes mañaneras, Nexos recibió 11 millones de pesos en 2018 y sólo 150 mil pesos en 2019. En el mismo periodo, Editorial Clío se alzó con 9 millones y luego nada de nada, mientras el otro negocio de Krauze, la Editorial Vuelta, cobró la bonita suma de 14 millones y luego 140 mil pesos. 

    Con tantas mermas al pastel que antes era sólo suyo, cualquiera se convierte en rebelde de la pluma y si no se remonta a la sierra por lo menos se arrodilla ante el rey de España o ante el embajador de Estados Unidos a exponer con angustia el cataclismo de un México que ya no ahoga con millones de pesos los aplausos.

    A estos intelectuales y a su claque2 ya no les ajustan los calificativos de demócratas. Señor, los tiempos están cambiando, como dijo Bob Dylan. Es otro México.

    • 1 Historia de México. Gisela von Wobesser, coordinadora. FCE, SEP, Academia Mexicana de Historia, 2010.
    • 2 claque 1. f. Grupo de personas que asisten a un espectáculo con el fin de aplaudir en momentos señalados. 2. f. Grupo de personas que aplauden, defienden o alaban las acciones de otra buscando algún provecho.
    • Esta definición, en palabras del clásico, es para los más jóvenes.
  • Ganar perdiendo

    Ganar perdiendo

    Haciendo escarnio de la Justicia que supuestamente representa, moderno niño héroe envuelto en la premisa de que con el Plan B de la Reforma Electoral se “pudieran vulnerar de manera irreparable derechos humanos” y por tratarse de “la posible violación a los derechos político-electorales de la ciudadanía”, un… un… (lo siento, es la pluma la que se rehúsa a continuar) un… ¿magistrado? cuyo nombre no vale la pena transcribir aquí suspendió la aplicación de la Reforma Electoral propuesta por el presidente López Obrador y sancionada como correcta por las cámaras de Diputados y de Senadores.

    En otras palabras, el personaje se arrogó el derecho a legislar él solo con tal de defender a la ciudadanía en sus “derechos político-electorales”, confundiendo ciudadanía con funcionarios del INE que no se toca. Pues santo y muy bueno de su parte. (Y llegan los versos de Adagio en mi país, la canción escrita por Alfredo Zitarrosa: Dice mi padre que un solo traidor / puede con mil valientes. Asociaciones (mentales) delictuosas).

    Los medios lo interpretaron así: “Duro revés para AMLO: La Corte otorga una suspensión indefinida contra el “Plan B” de AMLO” (https://www.lapoliticaonline.com/); “Suspenden en juzgados Plan B electoral de AMLO en favor de trabajadores del INE” (https://www.altonivel.com.mx/). Y así por el estilo. La catástrofe. Derrota para la 4T, triunfo para la reacción.

    Error de apreciación. Es cierto que la arbitrariedad del togado causó enojo por lo desmesurado de su resolución y por obstaculizar el avance de la transformación con otra arbitrariedad. Pero, viéndolo bien, la ilustre resolución del imparcial juez deviene a favor de la 4T, que gana incluso cuando pierde. ¿Mero recurso retórico para disimular el enojo? A ver.

    Es fácil intuir que el presidente López Obrador nunca presupuestó contar con el concurso del Poder Judicial para llevar a cabo la transformación del país. ¿Cómo, si ese poder es un pulido ejemplo de las peores prácticas públicas? Corrupto y oscuro, fuera del foco de los pocos periodistas que quisieran investigarlo; privilegiado con sueldos y prebendas que garantizan su sumisión a los ex dueños de México; opaco en sus gastos, con el acostumbrado guardadito mantenido en fideicomisos (como el INE) hasta hacerlo nebuloso (como el INE); ejemplo de nepotismo, compadrazgo, amiguismo. ¿Ese poder iba a mantenerse imparcial en este proceso de transformación? Pues claro está que no.

    Conociéndolos él y siendo predecibles ellos, los corruptos, el presidente López Obrador siempre tiene un “plan B” disponible. Ejemplo al calce: si el INE le obliga a cortar de una mañanera el llamado a no votar por los conservadores, entonces AMLO llama a no votar por los corruptos. Que viene siendo lo mismo pero ya sin eufemismos elegantes.

    Los ahora corruptos, antes conservadores, ganan el pleito táctico y pierden la batalla estratégica. Es suyo el triunfo en el pleito de callejón, tanto como suya es la derrota en el largo plazo. Como se dice acá: “Por esperar los de a caballo se les pasan los de a pie”.

    AMLO se propuso limpiar la corrupción de arriba hacia abajo, disminuir los márgenes de desigualdad social, evitar la deserción escolar. Todo muy loable. Pero por encima de todo, se propuso la revolución de las conciencias. “Morena como movimiento o como partido político tiene, y eso es lo fundamental, el objetivo superior de transformar a México” escribió AMLO en libro No decir adiós a la esperanza (Grijalbo, 2012, p. 115).

    Él mismo ha dicho que las reformas, las obras y los avances son importantes, pero que por encima de ello está el cambio de mentalidad de la gente. Dice en el mismo libro: “Este movimiento de resistencia es, sobre todas las cosas, una auténtica revolución de las conciencias” (p. 139). Rescato y subrayo los dos énfasis de las citas.

    Acostumbrado a la lucha a largo plazo, AMLO sabe que la reforma electoral llegará tarde o temprano. No se lucha por sexenios sino por décadas. Y no corre prisa una vez que la 4T ha detenido la caída libre del país en el vacío.

    La 4T gana en su estrategia de influir en la revolución de las conciencias, en volver un hábito la discusión pública de los asuntos públicos. Pierden los opositores cuando toman una decisión tan grosera, tan grotesca, como suspender la aplicación de una ley. El Poder Judicial no ha hecho sino clavar un clavo más en el ataúd del cadáver opositor. En una de esas hasta un aplauso se merecen. Palabra que sí.

  • Guanajuato salarial

    Guanajuato salarial

    En el contexto del cabildeo de la reforma constitucional para extender la participación del Ejército en tareas de seguridad pública hasta el año 2028, a una pregunta expresa el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, dijo que cuando la oposición habla de “baños de sangre”, él piensa en los estados de Guanajuato y Jalisco. 

    Los  diputados locales panistas Miguel Ángel Salim y Jorge Espadas, fieles a la tradición derechista de ocultar la realidad con declaraciones, lo invitaron a conocer el Guanajuato de cartón y oropel para consumo de turistas, el cual incluye eventos como el Festival Cervantino y el Festival del Globo. (Panistas invitan a Adán Augusto a ‘conocer el Guanajuato que no conoce’ https://www.am.com.mx/guanajuato/2022/10/22/panistas-invitan-adan-augusto-conocer-el-guanajuato-que-no-conoce-tras-acusaciones-policias-629220.html).

    Como el Guanajuato de las Momias contra El Santo es de dominio público, aquí ofrecemos un tour salarial por el estado fallido que es gobernado por el PAN desde 1991 gracias a la “concerta-cesión” que le entregó a Salinas el apoyo panista a sus remate de bienes públicos a cambio de la gubernatura guanajuatense. Anécdota al calce: en esas elecciones compitió Porfirio Muñoz Ledo por el PRD sin ser nativo del estado; para conseguir el registro, adujo un insólito derecho de sangre ya que algunos de sus antepasados fueron guanajuatenses. Toda una tradición de abuso y desvergüenza.

    Guanajuato cuenta con un Puerto Interior y es un estado atractivo para la inversión extranjera. Cuatro empresas de ensamblaje automotriz tienen asiento en la entidad: General Motors, Honda, Mazda y Toyota. Pero los salarios no corresponden con la halagadora imagen que se tiene de la industria. Por ejemplo, los sueldos en General Motors Silao son de $6,039  pesos como operario/a de producción, $16,169 como supervisor/a o $10,489 que se pagan a un ingeniero/a industrial. Nada del otro mundo. (https://mx.indeed.com/cmp/General-Motors/salaries?location=MX%2FGUA%2FSilao ). 

    Tampoco están para presumir los sueldos que ofrece la empresa YKK Mexicana, de origen japonés, asentada en Irapuato (¿Se ha fijado en las letras YKK de la cremallera de su ropa? Nuestra visión global nos mantiene presentes en más de 72 países de los 5 continentes, y llevamos más de 25 años en México, anuncia orgullosamente la página https://mexico.ykkamericas.com/), la cual ofrece sueldos mensuales de $15,974 pesos a un analista de atención al cliente o de $18,974 a un representante de ventas.  (https://mx.indeed.com/cmp/Ykk-Mexicana/salaries ).

    Para establecer una comparación, de acuerdo con la página del Gobierno de México, “al cierre de enero 2023, el salario base de cotización promedio de los puestos de trabajo afiliados al IMSS alcanzó los $519.2 (quinientos diecinueve punto dos pesos)”, lo que al mes suma la cantidad de $15,576 pesos (Puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social  http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202302/061). En otras palabras, la prestigiosa ensambladora de autos General Motors ofrece salarios por debajo del promedio nacional y YKK apenas está al nivel. Poco que presumir.

    En León, la tercera ciudad con mayor número de homicidios dolosos en el país y junto con Celaya dos de las seis ciudades mexicanas que registran mayor número de este tipo de homicidios, la cosa está peor. Según el estudio ‘Radiografía de la pobreza en León’ se determinó que el 80% de la población trabajadora gana cinco mil pesos o menos mensuales, (Ganan 5 mil pesos o menos el 80% de las familias en León https://www.milenio.com/estados/promedian-8-de-10-familias-ingresos-5-mil-pesos-al-mes) y aunque de acuerdo con cifras oficiales más de 400 mil personas consiguieron un trabajo en los últimos dos años los salarios no alcanzan para cubrir los servicios básicos y de alimentación (Crecieron los empleos, pero con salarios de 5 mil pesos al mes   https://www.am.com.mx/empleo/2022/8/19/crecieron-los-empleos-pero-con-salarios-de-mil-pesos-al-mes-618979.html).

    El Consejo Nacional de Política de Desarrollo Social (Coneval) define a la pobreza laboral como la que “habla del porcentaje de la población cuyo ingreso laboral es inferior al costo de la canasta alimentaria”. Y en este sentido tampoco le va bien al estado panista, pues según el mismo Consejo, “el incremento más significativo (de pobreza laboral) se presentó en Guanajuato, donde su población en pobreza laboral aumentó 4.62 puntos porcentuales entre el segundo trimestre del 2019, cuando fue de 33.33%, y el segundo trimestre del 2022 cuando llegó a 37.96%” (Pobreza laboral se agudiza en entidades de las regiones Bajío y centro del país https://www.eleconomista.com.mx/estados/Pobreza-laboral-se-agudiza-en-entidades-de-las-regiones-Bajio-y-centro-del-pais-20220921-0132.html)

    Este es el Guanajuato que Marko Cortés, presidente nacional del PAN, señaló como “ejemplo de los buenos gobiernos de Acción Nacional” en un twitter del 18 de septiembre de 2020. Pero resulta difícil tomar al Guanajuato pobre y al pobre Guanajuato como un ejemplo cuando en él se incuba la violencia que coloca al estado en el primer lugar de homicidios dolosos en el país. 

    Porque si la pobreza y la explotación a los trabajadores no explican la violencia, entonces ¿qué razones sí la explican? Haría bien la oposición en dejar la cantaleta de que la violencia procede del narcotráfico. Veamos. En un caso, asesinan a una persona que circulaba en su bicicleta por una calle sin pavimentar de una colonia marginada; en otro, dan muerte a una persona que jugaba a las “maquinitas” en la tiendita de una colonia popular. ¿Esos son ejemplos de poderosos narcotraficantes? Y desde luego, ninguno de los dos casos ha sido resuelto por la Fiscalía del Estado.

    Sean todos ustedes bienvenidos al estado de Guanajuato, el que de acuerdo con el gobierno del estado, es la Grandeza de México. Que sea menos… y que aumenten los salarios.

  • Momentos estelares

    Momentos estelares

    “Estamos viviendo un momento estelar en la historia de México”, repite una y otra vez el presidente López Obrador en sus conferencias matutinas. Y así es.

    Para su contraste, un ejemplo de esos momentos inéditos en la vida del país. No se recuerda una apreciación del peso respecto al dólar como la que se vive hoy, cuando nuestra moneda se encuentra en el rango de los 18 pesos por dólar. Sí recordamos, en cambio, que “en el gobierno de De la Madrid la devaluación acumulada fue de 470 por ciento” y que entre 1983 y 1988 “el valor del dólar se multiplicó en 15.4 veces”, según información de Enrique Quintana (Las devaluaciones en la historia reciente https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/enrique-quintana/las-devaluaciones-en-la-historia-reciente/ ). Y falta la devaluación de Zedillo. Dejémoslo así.

    Momentos estelares, sin duda. Lo que eran secretos a voces hoy son monumentales verdades demostradas. La infinita corrupción del sistema judicial, con jueces al servicio de los poderosos. La entrega incondicional del órgano encargado de vigilar las elecciones a los intereses de los partidos conservadores. La voracidad empresarial que no se tocó el corazón para obligar a sus empleados en el gobierno a cambiar leyes que los favorecieran. La entrega de recursos naturales a los extranjeros. El inmensurable saqueo del país. Todo eso que dejó de ser rumor para convertirse en la verdad pura y dura.

    Ya no engaña la intelectualidad que se hacía pasar por independiente para elevar las tarifas de sus servicios. Como el caso de aquel editor de revistas que tiraba diez mil ejemplares sabiendo que el gobierno le tenía compradas ocho mil de ellas. Con una venta anticipada de 80% del producto, cualquiera edita revistas. O cultiva jitomates. O cría conejos. O fabrica calzado. O pone una tlapalería. Fácil.

    Momentos estelares en que han caído las caretas de los que animaban ese baile de disfraces que era la vida pública mexicana. De ahí su enojo. Como el del cineasta Luis Estrada, quien en el programa Diálogos por la democracia transmitido el 26 de febrero pasado en TV UNAM (disponible en YouTube  https://www.youtube.com/watch?v=qq7AHtwEMK8) critica la política cultural de la 4T respecto al cine. Estrada afirma que el cine “es una forma de entretenimiento popular y un negocio” (minuto 33.08). Un negocio que no necesariamente debe financiar el gobierno, porque primero están los pobres. 

    Continúa: “(La película ¡Que viva México) es mi visión, un poco negra de hacia dónde nos lleva si seguimos en esta vía del todos contra todos, blanco y negro, el que no está conmigo está contra mí, tu trinchera, la mía, chinga tu madre, qué me ves, pendejo, porque no nos hemos dado el tiempo de reflexionar” (minuto 40.11), se queja Estrada.

    Pero de esa actitud maniquea y de la presunta polarización social no se puede culpar a la 4T. Al contrario, López Obrador ha llamado a la oposición a que se fortalezca para que suceda esa reflexión mesurada y serena. 

    Pero a esa ponderación crítica de la administración de la 4T es a la que han renunciado los feroces cabecillas del conservadurismo, llámense X. González, Aguilar Camín, Krauze, Córdova, Woldenberg, Casar, Crespo, etcétera, más el contingente de medios de comunicación, comentaristas, periodistas… y cineastas, quienes recurren al insulto, la descalificación y la política de la tenebra para obstaculizar a la 4T, como la reunión secreta de Lorenzo Córdova en casa de Edmundo Jacobo con el Prianrd, luego de la cual el INE hizo un tumbadero de candidatos de Morena (INE retira candidatura a Salgado Macedonio y a 60 candidatos de Morena https://www.capital21.cdmx.gob.mx/noticias/?p=16448).

    Después de criticar la política cultural de la 4T, Estrada afirma: “Con todo y lo que he sido crítico, fui apoyado por el gobierno de Salinas, fui apoyado por el gobierno de Zedillo, fui apoyado por el gobierno de Fox, fui apoyado por el gobierno de Calderón, fui apoyado por el gobierno de Peña Nieto y en este sexenio (aquí, Estrada calla y hace seña de ¡mocos! para decir que no se le ha apoyado)”.

    Vaya vaya. ¿De manera que la crítica a la corrupción política priista que aparece en La Ley de Herodes (1999) fue apoyada con dinero priista? ¿Y El infierno (2009), la película que retrata la violencia narca ocurrida durante la docena trágica panista que entregó el mando de la seguridad nacional a Genaro García Luna, fue apoyada con recursos panistas? Si así están las cosas, las películas parecen cortinas de humo para distraer la atención del público y aparentar una normalidad democrática en  la que los artistas se expresan libremente, lo que en realidad no ocurría.

    Momentos estelares de la vida pública en México. “La verdad es que grietas no faltan”, escribe Mario Benedetti en su poema Grietas, el cual concluye: “señoras y señores / a elegir / a elegir de qué lado / ponen el pie.” Ya qué.