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  • CLAUDIA SHEINBAUM: EL LIDERAZGO FEMENINO Y LA VISIÓN DE FUTURO DE MÉXICO

    CLAUDIA SHEINBAUM: EL LIDERAZGO FEMENINO Y LA VISIÓN DE FUTURO DE MÉXICO

    La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marca un momento trascendental en la historia del país. Es la primera vez que una mujer asume el máximo cargo político, rompiendo con siglos de dominio masculino en los espacios de poder. Este evento no es sólo un triunfo individual, sino también el reflejo de las luchas que las mujeres hemos librado para obtener representación en una sociedad que, hasta hace poco, nos había negado un lugar. El camino hacia la igualdad de género ha sido arduo, lleno de obstáculos y barreras, pero con la elección de Sheinbaum, México da un paso importante hacia la consolidación de una verdadera democracia incluyente.

    Este ascenso no hubiera sido posible sin las reformas estructurales que han permitido una mayor participación femenina en la política mexicana. Desde la paridad de género en candidaturas hasta la representación equilibrada en los órganos legislativos, México ha avanzado de manera significativa en su compromiso con la equidad. Sin embargo, el logro de Sheinbaum va más allá de las reformas. Su liderazgo refleja el crecimiento del movimiento feminista y la presión social para garantizar que las mujeres tengan un papel protagónico en la toma de decisiones. Este cambio es parte de una tendencia global, en la que más mujeres asumen posiciones de poder, rompiendo con estereotipos y redefiniendo el concepto de liderazgo.

    La toma de posesión de Claudia Sheinbaum en el Congreso fue un evento cargado de simbolismo. Por primera vez, una mujer juraba como presidenta de México, frente a una audiencia que, en gran parte, había luchado por este momento. En su discurso, Sheinbaum celebró el logro y reconoció la importancia de continuar trabajando por la inclusión, la equidad y la justicia social. Hizo un llamado a no bajar la guardia y mantener el compromiso con los derechos de nosotras las mujeres, los pueblos originarios y los sectores marginados. “Este triunfo es de todas las mujeres que han luchado antes que yo”, afirmó, reconociendo el legado de generaciones que abrieron el camino.

    En su discurso, Sheinbaum reiteró su compromiso de continuar con los programas de bienestar que han sido fundamentales para reducir la pobreza y la desigualdad en México. Anunció nuevos apoyos para mujeres de entre 60 y 64 años, asegurando que ninguna se quedará atrás en esta transformación. Los programas sociales seguirán siendo un pilar de su gobierno, enfocados en garantizar una vida digna para los sectores más vulnerables. El bienestar, dijo, es un derecho y no un privilegio. Su énfasis en la justicia social refuerza su visión de un México más igualitario, donde cada persona tiene acceso a las oportunidades necesarias para vivir con dignidad.

    Sheinbaum también abordó la estabilidad económica como una prioridad en su gobierno. Su estrategia para estabilizar los precios de la canasta básica, mediante el diálogo con el sector privado, busca proteger a las familias de los impactos inflacionarios. Además, resaltó la importancia de la relocalización de empresas en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo cual generará empleos y oportunidades para el país. La intersección entre las políticas sociales y económicas refuerza su visión de una economía que sirve a las personas, poniendo el bienestar de la población por encima de los intereses de unos pocos.

    Uno de los puntos más audaces de su discurso fue la promesa de reformar profundamente el Poder Judicial. Propuso que jueces y magistrados sean elegidos por voto popular, una idea que ha generado controversia y división de opiniones. Si bien algunos expertos advierten sobre los riesgos de politizar el sistema de justicia, Sheinbaum defendió la medida como un paso necesario para erradicar la corrupción y garantizar una justicia verdaderamente accesible y transparente. Este enfoque busca devolver el poder al pueblo, permitiéndole participar directamente en la selección de quienes administran la justicia en el país.

    Otro de los ejes clave de su discurso fue la infraestructura, donde destacó proyectos como el Tren Interoceánico y las inversiones en energía. La presidenta subrayó que estas iniciativas no únicamente buscan fortalecer la economía, sino también promover el desarrollo regional y la sostenibilidad. Con un enfoque en energías renovables y nuevas tecnologías, Sheinbaum dejó claro que su administración está comprometida con un crecimiento que no comprometa el futuro del país ni del planeta. Estos proyectos también representan oportunidades para reducir las brechas económicas entre el sur y el norte de México, integrando al país de manera más equitativa.

    La presidencia de Sheinbaum representa un cambio de paradigma en la política mexicana. El liderazgo femenino en el país es un signo de que los tiempos están cambiando. Las decisiones que Claudia Sheinbaum tome en su gobierno marcarán un nuevo rumbo para toda la sociedad mexicana. Su presidencia tiene el potencial de redefinir el papel de las mujeres en la política, abriendo espacios para que más mujeres participen en todos los niveles de gobierno. Este cambio fortalece la democracia al ser más inclusiva y representativa de la diversidad de voces en México.

    El ascenso de Claudia Sheinbaum a la presidencia más que un logro significativo para nosotras las mujeres, es una oportunidad para transformar profundamente a México. Con su visión de justicia, equidad y desarrollo sostenible, el país se encamina hacia un futuro más incluyente y prometedor. Bajo su liderazgo, México tiene la posibilidad de superar los desafíos que enfrenta y avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa, donde cada persona tenga las oportunidades que merece. La primera mujer en la presidencia de México representa más que un cambio de liderazgo, el inicio de un nuevo capítulo para la nación.

    • Mariuma Munira Vadillo Bravo es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • GUARDIA NACIONAL Y PODER CIVIL: AVANCES EN SEGURIDAD PARA LA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO

    GUARDIA NACIONAL Y PODER CIVIL: AVANCES EN SEGURIDAD PARA LA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO

    La reforma que transfiere el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) marca un punto decisivo en la evolución de las políticas de seguridad en México. Este cambio, aprobado por el Congreso la madrugada del 20 de septiembre, ha generado intensos debates sobre las implicaciones que conlleva para el futuro de la seguridad pública del país. Sin embargo, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha insistido en que no existe peligro de militarización, y que la reforma, además de fortalecer a la Guardia Nacional, garantizará el respeto a los derechos humanos bajo un mando civil.

    Sheinbaum ha subrayado que, pese a las críticas, el control de la Guardia Nacional no representa una militarización, ya que las decisiones estratégicas sobre seguridad seguirán dependiendo del poder civil que ella encabezará como Presidenta. Esto responde a preocupaciones expresadas por la oposición y organizaciones civiles sobre posibles modificaciones al artículo 129 de la Constitución, que establece limitaciones para el papel de las Fuerzas Armadas en tiempos de paz. Aun así, la mandataria electa ha dejado claro que este traspaso de control a la SEDENA es un paso natural en la consolidación de la seguridad nacional, una de las mayores prioridades de la administración del Presidente López Obrador.

    Durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador, México ha experimentado un enfoque renovado en la seguridad nacional. La creación de la Guardia Nacional en 2019 fue quizás el cambio más significativo, pero también vinieron acompañados otros avances clave que sentaron las bases de una transformación profunda en el sector.

    Uno de los logros más destacados ha sido la reestructuración institucional de la seguridad pública, que incluyó la creación y consolidación de la Guardia Nacional como el eje central de la estrategia de seguridad. Desde su creación, este cuerpo ha crecido exponencialmente, superando los 120,000 elementos, lo que permitió fortalecer la capacidad de respuesta ante el crimen organizado y la violencia en diversas regiones del país. La estrategia se ha complementado con la creciente participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, sin descuidar áreas clave como la protección de fronteras y la administración de infraestructura estratégica.

    Otro de los pilares de la política de seguridad de López Obrador ha sido la coordinación interinstitucional. El gobierno ha buscado eliminar barreras burocráticas entre diferentes niveles de gobierno, lo que ha resultado en una mayor eficacia en la lucha contra la criminalidad. De igual manera, los programas sociales se han integrado a la política de seguridad, abordando las causas profundas de la violencia a través de la inversión en el bienestar de las comunidades más afectadas por el crimen. Estos esfuerzos han buscado construir una relación de confianza entre la ciudadanía y las instituciones de seguridad, lo cual ha sido vital para generar resultados duraderos.

    La creación de una agenda integral en materia de seguridad, que prioriza tanto la prevención del delito como la reacción ante los mismos, ha sido fundamental. Los avances también se reflejan en una mayor capacidad tecnológica y en la modernización de los sistemas de inteligencia. Este enfoque ha permitido que las autoridades federales actúen de manera más precisa y efectiva en la identificación y desmantelamiento de redes criminales.

    Con la reforma aprobada en el Congreso, ahora toca al Senado revisar y ratificar esta medida, que marcará el inicio de un nuevo capítulo en la estrategia de seguridad de México bajo el mandato de Claudia Sheinbaum. Su papel como Presidenta será clave para mantener el equilibrio entre la eficiencia operativa y el respeto a los derechos humanos, aspectos que ha subrayado en diversas ocasiones. Sheinbaum ha asegurado que la seguridad del país no caerá en un mando militar, sino que será liderada por el poder civil bajo su dirección como comandante suprema de las Fuerzas Armadas.

    Los avances en seguridad nacional que ha dejado la administración de López Obrador proporcionan una plataforma sólida para que la Presidenta entrante enfrente los retos que siguen en esta materia. La transición de la Guardia Nacional a la SEDENA puede verse como una extensión de estas políticas, cuyo propósito no es militarizar la seguridad, sino consolidar la cooperación entre las fuerzas civiles y militares. De esta manera, la estabilidad y la protección del país descansarán sobre una estructura más integrada y eficiente.

    Con los cimientos ya establecidos por el gobierno saliente, la tarea de Sheinbaum será mantener el curso de la transformación, asegurando que los avances logrados se consoliden mientras se enfrenta a las nuevas amenazas que puedan surgir. Las expectativas sobre su capacidad de liderar la seguridad nacional en esta nueva etapa son altas, pero también lo es el legado que recibe, lo que le permitirá seguir adelante con una estrategia clara y con el respaldo de las instituciones más fuertes que ha dejado el proceso de transformación de López Obrador.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • LA JUSTICIA AHORA EN TUS MANOS: EL PODER DE ELEGIR JUECES Y MAGISTRADOS

    LA JUSTICIA AHORA EN TUS MANOS: EL PODER DE ELEGIR JUECES Y MAGISTRADOS

    El 15 de septiembre de 2024 marcará un antes y un después en la historia de México. Con la firma del decreto que promulga la reforma judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un paso histórico para transformar el sistema de justicia. “Es un acto de justicia para el pueblo, que por primera vez tendrá el poder de elegir a quienes imparten justicia en nuestro país”, afirmó el presidente, con Claudia Sheinbaum, presidenta electa, como testigo de honor. Esta reforma pone en manos de los ciudadanos una responsabilidad sin precedentes: Elegir directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

    Hasta ahora, los nombramientos en el Poder Judicial estaban en manos de la élite política. Con esta reforma, los mexicanos podrán votar por quienes decidirán en los tribunales más altos del país. Este es un cambio trascendental que busca hacer el sistema judicial más transparente, equitativo y cercano a la sociedad. A través del voto popular, los ciudadanos tendrán la oportunidad de influir en decisiones que antes se tomaban a puertas cerradas.

    Una de las principales críticas al sistema judicial ha sido la distancia entre los ciudadanos y quienes administran justicia. La reforma responde a esa necesidad de acercar el Poder Judicial al pueblo. Los ministros de la SCJN, los magistrados de las salas superiores y regionales del Tribunal Electoral, así como jueces y magistrados federales, serán elegidos por el voto popular en un proceso que se celebrará el 1 de junio de 2025. 

    El presidente López Obrador lo dejó claro: “Ya no más jueces de consigna, ya no más justicia al servicio de intereses económicos o políticos”. Al ser electos directamente por el pueblo, los juzgadores tendrán un compromiso mayor con la ciudadanía y sus necesidades. Este nuevo modelo, asegura, permitirá que los magistrados y jueces no sólo obedezcan a la ley, sino también al mandato del pueblo, generando así mayor confianza en las instituciones.

    Con esta reforma, más de 800 cargos del Poder Judicial serán sometidos al voto ciudadano. Entre los puestos que estarán en juego se encuentran 9 ministros de la SCJN, 2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 15 magistrados de las Salas Regionales y más de 800 jueces y magistrados federales. De esta manera, se abre un proceso democrático único en su tipo en México, una verdadera oportunidad para que los ciudadanos sean parte activa de la administración de justicia.

    Además, se garantiza que este proceso sea justo y accesible para todos. Las campañas de los candidatos judiciales estarán limitadas a tiempos oficiales de radio y televisión, y no podrán recibir financiamiento público ni privado. Esto elimina el riesgo de que intereses económicos influyan en la elección, como ha sucedido en otros procesos electorales. Los candidatos tampoco podrán ser apoyados por servidores públicos ni partidos políticos. Esto asegura que las decisiones de los votantes se basen únicamente en los méritos de los aspirantes.

    Un aspecto esencial de la reforma es la paridad de género. De acuerdo con el nuevo marco legal, deberá haber una representación equitativa entre hombres y mujeres en los cargos judiciales. Este compromiso responde a la lucha histórica por la igualdad en las instituciones y garantiza que la voz de las mujeres esté debidamente representada en los tribunales.

    El proceso también será supervisado rigurosamente por el Instituto Nacional Electoral (INE), que contará los votos, publicará los resultados y entregará las constancias de mayoría. Además, el INE trabajará bajo los principios de imparcialidad y transparencia, lo que garantiza que los ciudadanos puedan confiar plenamente en el proceso. Como señaló el presidente: “El pueblo es sabio, y en sus manos dejamos esta responsabilidad”.

    El camino hacia la elección del 1 de junio de 2025 ya está trazado. El INE deberá iniciar los preparativos el 22 de septiembre de 2024, cuando su Consejo General sesione para comenzar a organizar los comicios extraordinarios. En octubre, el Senado emitirá la convocatoria para integrar las listas de candidatos, mientras que, en diciembre, el Congreso de la Unión deberá aprobar los cambios necesarios en las leyes secundarias para adecuarlas a la reforma.

    A partir del 30 de marzo de 2025, los candidatos tendrán dos meses de campaña para exponer sus propuestas y participar en debates, aunque sin financiamiento privado ni público. El día de la elección, los ciudadanos recibirán seis boletas para elegir a los jueces y magistrados, un proceso que concluirá cuando los electos tomen protesta en septiembre de 2025.

    Uno de los puntos más discutidos ha sido el costo de esta elección. Sin embargo, Claudia Sheinbaum, presidenta electa, aseguró que el financiamiento está garantizado. Los recursos provendrán de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, que serán extinguidos y cuyos fondos, estimados en 15 mil millones de pesos, se destinarán a este proceso electoral. De esta manera, la reforma no representará una carga adicional para el presupuesto público, sino que aprovechará los recursos ya disponibles.

    La reforma judicial no es únicamente un cambio legal, es un acto de empoderamiento ciudadano. Pone en manos del pueblo la decisión sobre quién debe impartir justicia y busca transformar un sistema que durante años ha estado desconectado de la sociedad. Si bien hay desafíos por delante, como la organización logística y la aprobación de las leyes secundarias, el objetivo es claro: un Poder Judicial más justo, equitativo y cercano a las mexicanas y los mexicanos.

    Como concluyó el presidente López Obrador: “Este es el inicio de una nueva era para la justicia en México. Es un acto de democracia, porque el pueblo, que es el soberano, debe ser quien elija a los encargados de impartir justicia en nuestro país”. Ahora, la responsabilidad está en manos de los ciudadanos, quienes el 1 de junio de 2025 tendrán la oportunidad de moldear el futuro de la justicia en México.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • EL PODER DE ELEGIR: LA JUSTICIA AL ALCANCE DE TODOS

    EL PODER DE ELEGIR: LA JUSTICIA AL ALCANCE DE TODOS

    La justicia no sólo debe parecer justa; debe serlo en cada rincón de México. Hoy, el país enfrenta una oportunidad histórica para transformar su sistema judicial y acercarlo a la gente. La reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente López Obrador, aprobada recientemente por la Cámara de Diputados, propone un cambio profundo: La elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte a partir de 2025. Esta medida, aunque polémica, tiene el potencial de democratizar un sistema tradicionalmente opaco y distante, devolviendo al pueblo el poder sobre quienes imparten justicia.

    La propuesta va más allá de elegir a los jueces. Plantea la reducción del número de ministros de la Suprema Corte, la creación de un Tribunal de Disciplina y un nuevo Órgano de Administración Judicial. Estos cambios buscan que el Poder Judicial sea más eficiente, menos burocrático y, sobre todo, más transparente. Se trata de que cada decisión, cada sentencia y cada juicio además de apegarse a la ley, sean también entendibles y visibles para todos los mexicanos.

    En muchos países, como Bolivia y algunos estados de Estados Unidos, ya se eligen jueces mediante voto popular. Aunque estas experiencias no están exentas de desafíos, han demostrado que la elección directa de autoridades judiciales puede fortalecer la rendición de cuentas y hacer que los jueces respondan directamente ante la ciudadanía. Si el pueblo elige a sus gobernantes, ¿Por qué no también a sus jueces?

    Uno de los argumentos más comunes contra la reforma es que la elección popular podría poner en riesgo la independencia judicial. Sin embargo, este temor no reconoce que la verdadera independencia no radica en el aislamiento, sino en la legitimidad y la confianza pública. La Corte Interamericana de Derechos Humanos sostiene que los componentes esenciales de una justicia independiente incluyen estabilidad en el cargo y protección contra presiones externas, no la exclusión del escrutinio ciudadano.

    La reforma garantiza que quienes aspiren a ser jueces y magistrados cumplan con altos estándares académicos y profesionales. Además, los jueces no estarán indefinidamente en sus puestos, sino que tendrán periodos limitados con posibilidad de reelección, lo que asegura un sistema judicial renovado y dinámico, comprometido con la justicia y la legalidad.

    Actualmente, el Poder Judicial es visto como un bastión inalcanzable y, a menudo, desconectado de la realidad de la gente. Las decisiones judiciales son frecuentemente opacas y difíciles de entender para la mayoría de los ciudadanos. Con esta reforma, se pretende que jueces y magistrados no sólo sean elegidos por su conocimiento técnico, sino también por su capacidad de representar los valores y expectativas de la sociedad. No se trata de politizar la justicia, sino de democratizarla.

    La creación de un Tribunal de Disciplina y un Órgano de Administración Judicial busca, además, poner orden en casa. Estas instituciones permitirán una mayor supervisión y control interno, asegurando que el sistema judicial funcione de manera correcta y se sancionen las malas prácticas. Se trata de hacer un Poder Judicial más eficiente y justo, que no únicamente imparta justicia, sino que también sea justo en su funcionamiento.

    Es natural que un cambio de esta magnitud enfrente resistencias. Trabajadores del Poder Judicial y algunos sectores empresariales han expresado sus preocupaciones, advirtiendo sobre posibles impactos negativos. Sin embargo, muchas de estas críticas se basan en el miedo al cambio y en la desinformación. La realidad es que una justicia más transparente y accesible puede fortalecer la inversión y la confianza en México, creando un entorno más seguro y predecible para todos.

    El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ha dejado claro que no cederán a presiones externas, como las advertencias sobre el impacto en la relación comercial con Estados Unidos. La reforma responde a un mandato popular: Hacer que el sistema judicial sea más cercano, más humano y verdaderamente al servicio del pueblo.

    La reforma al Poder Judicial es una oportunidad única para redefinir el sistema de justicia en México. Es un paso hacia un país donde la justicia no sea privilegio de unos pocos, sino un derecho accesible para todos. Es una apuesta por un México donde la soberanía popular se extiende también a quienes tienen en sus manos la tarea más sagrada: Impartir justicia.

    Al final del día, esta reforma no sólo cambiará la forma en que se eligen los jueces; cambiará la manera en que todos los mexicanos nos relacionamos con la justicia. Y eso, sin duda, es un avance hacia un mejor futuro para nuestro país.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • AMLO: UN LEGADO DE TRANSFORMACIÓN Y DE UN MÉXICO PARA TODAS Y TODOS

    AMLO: UN LEGADO DE TRANSFORMACIÓN Y DE UN MÉXICO PARA TODAS Y TODOS

    Al cierre de su administración, Andrés Manuel López Obrador deja un país profundamente transformado. Su sexto informe de gobierno no sólo presenta cifras y resultados, sino que refleja un proyecto de nación basado en la justicia social, la soberanía y la reconstrucción del tejido social. Con políticas orientadas a los que históricamente habían sido olvidados, AMLO ha sentado las bases para un México más justo y equitativo, marcando un rumbo que continuará en el próximo sexenio con Claudia Sheinbaum. Esta columna recorre los principales logros de su gobierno y cómo estos han redefinido el país.

    Uno de los pilares más destacados del gobierno de López Obrador ha sido la creación y expansión de programas sociales sin precedentes en la historia del país. A través de la política social, AMLO buscó cerrar las brechas de desigualdad y ofrecer oportunidades a los sectores más vulnerables. Más de 25 millones de mexicanos han sido beneficiarios directos de estas iniciativas, lo que representa un cambio significativo en la calidad de vida de muchas familias.

    El programa Sembrando Vida, con una inversión de más de 100 mil millones de pesos, ha creado más de 400,000 empleos en zonas rurales, ha fomentado la reforestación y la autosuficiencia alimentaria y ha contribuido al desarrollo sostenible de más de 4,5 millones de hectáreas en todo el país. 

    A estos logros se suman los programas de Pensión para Adultos Mayores, que con un presupuesto de más de 339 mil millones de pesos ha beneficiado a más de 11 millones de personas mayores de 65 años, garantizando un ingreso básico que pasaron de $1,160 pesos bimestrales en 2018 a $6,000 en 2024, reduciendo significativamente la pobreza entre este grupo de población. Las Becas Benito Juárez han apoyado a más de 12 millones de estudiantes con una inversión de 88 mil millones de pesos, facilitando el acceso a la educación y evitando la deserción escolar.

    Se ha trabajado también con especial énfasis en la promoción de la igualdad de género y la paridad, fortaleciendo programas como los Apoyos para Madres Trabajadoras, que han destinado más de 3 mil millones de pesos anuales para beneficiar a cerca de 300,000 mujeres, ofreciendo apoyo económico para el cuidado de sus hijos y promoviendo la inserción laboral femenina. Estos esfuerzos han sido fundamentales para cerrar las brechas de género y asegurar que más mujeres puedan participar activamente en la economía.

    En términos de infraestructura, López Obrador impulsó una serie de proyectos emblemáticos que no únicamente transforman el paisaje del país, sino que también buscan recuperar la soberanía energética y fortalecer la economía. Con una inversión de 366 mil millones de pesos, el Tren Maya es uno de los proyectos más ambiciosos, diseñado para reactivar el turismo y la economía del sureste de México, creando más de 150,000 empleos directos durante su construcción y generando beneficios a largo plazo para miles de comunidades.

    La Refinería Dos Bocas, con una inversión superior a los 160 mil millones de pesos, busca reducir la dependencia de la importación de combustibles y fortalecer la autosuficiencia energética del país, produciendo más de 340 mil barriles diarios de gasolina. Esta obra es un claro ejemplo del compromiso del gobierno con la soberanía energética, clave para el desarrollo económico.

    El Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, otro proyecto histórico con una inversión de 20 mil millones de pesos; revitaliza un corredor logístico estratégico que conectará los océanos Atlántico y Pacífico. Este tren no sólo fomenta el comercio y la industria en la región, sino que se proyecta como un motor para la creación de empleos y el desarrollo industrial de una de las áreas con mayor potencial de México.

    En la arena internacional, López Obrador ha buscado posicionar a México como un país soberano y con voz propia. Su política exterior ha sido caracterizada por una postura de no intervención y respeto mutuo, pero también de solidaridad y cooperación con los pueblos de América Latina. México ha jugado un rol activo en foros internacionales, abogando por los derechos de los migrantes y por una agenda de paz y desarrollo sostenible.

    En el plano interno, AMLO impulsó reformas clave que buscan sentar las bases para un país más justo y equitativo. La reforma al Poder Judicial, destinada a combatir la corrupción y mejorar la impartición de justicia, busca transformar el sistema de justicia para hacerlo más accesible y eficiente. Además, el aumento del salario mínimo, que registró un crecimiento acumulado de más del 90% durante su administración, ha mejorado significativamente las condiciones laborales de más de 6 millones de trabajadores, reduciendo la pobreza y promoviendo un salario digno para todos.

    Estas reformas buscan cambiar el presente y están diseñadas para perdurar y fortalecer la Cuarta Transformación en los años por venir. En este sentido, el legado de AMLO no se limita a sus propios logros, sino que se proyecta hacia el futuro con la continuidad de sus políticas en el próximo sexenio de Claudia Sheinbaum, quien se perfila para dar seguimiento a esta visión transformadora.

    El legado de López Obrador es, sin duda, un parteaguas en la historia reciente de México. Su enfoque en los programas sociales, la soberanía energética, las reformas judiciales, y una política exterior independiente, transformaron al país durante su mandato, sentando las bases para un proyecto de nación que aspira a la justicia social y la igualdad. La Cuarta Transformación, como él la define, es un proyecto que ha devuelto la esperanza a millones de mexicanos y promete continuar bajo el liderazgo de su sucesora.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • MÉXICO MARCA EL LÍMITE: EL CONFLICTO DIPLOMÁTICO CON ESTADOS UNIDOS

    MÉXICO MARCA EL LÍMITE: EL CONFLICTO DIPLOMÁTICO CON ESTADOS UNIDOS

    México ha dejado claro que su soberanía no es negociable. Las recientes declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, criticando la reforma al Poder Judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, han generado un conflicto diplomático que pone a prueba la relación bilateral entre ambas naciones. Este episodio ha reavivado debates sobre injerencismo y la intervención en asuntos internos, temas sensibles en la política exterior mexicana, y ha llevado a una firme respuesta del gobierno mexicano.

    La controversia comenzó cuando Salazar expresó su preocupación por la propuesta de elección directa de jueces en México, señalando que esta medida podría minar la democracia y afectar la estabilidad económica de América del Norte, especialmente en el marco del T-MEC. Sus declaraciones fueron percibidas por el gobierno de México como una injerencia inaceptable en asuntos internos, lo que llevó a la Secretaría de Relaciones Exteriores a emitir una nota diplomática de extrañamiento. Este documento, dirigido a la embajada de Estados Unidos, subraya que las expresiones del embajador no sólo contravienen la soberanía mexicana, sino que también desentonan con el respeto mutuo que ha caracterizado la relación entre ambos países. La nota reitera que la reforma judicial es un tema interno que se enmarca dentro de la legalidad y los procesos democráticos establecidos en la Constitución mexicana.

    El presidente López Obrador, en su conferencia matutina, calificó las declaraciones de Salazar como desafortunadas e imprudentes, reiterando que la política exterior de México se rige por los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos, tal como establece el artículo 89 de la Constitución. Su mensaje fue claro: México no aceptará que ningún representante de gobiernos extranjeros intervenga en decisiones que corresponden exclusivamente a los mexicanos.

    Este conflicto ha sacado a la luz una vez más las tensiones históricas entre México y Estados Unidos, en particular, la persistente sombra de la doctrina Monroe y el enfoque intervencionista que ha caracterizado a la política exterior estadounidense en América Latina. López Obrador recordó que México ha luchado durante décadas para liberarse de influencias extranjeras que dictaban su agenda económica y política, una lucha que sigue vigente en la actualidad.

    La respuesta de Ken Salazar, pidiendo que no se convierta esta situación en un pleito y proponiendo alternativas a la reforma judicial, ha intentado bajar el tono de la confrontación. Sin embargo, el embajador mantuvo su postura crítica, subrayando que la elección directa de jueces podría abrir la puerta a influencias corruptas y debilitar el sistema judicial. Esta insistencia en el tema ha sido interpretada como una señal de que las preocupaciones de Washington no se limitan a cuestiones internas mexicanas, sino que reflejan un interés estratégico en la estabilidad y predictibilidad del sistema judicial mexicano, crucial para las inversiones y la cooperación económica bajo el T-MEC.

    López Obrador, por su parte, ha sido tajante al descartar cualquier diálogo con Salazar sobre este tema, afirmando que la reforma al Poder Judicial es un asunto que corresponde exclusivamente a los mexicanos. Al mismo tiempo, señaló que no se trata de un pleito personal con el embajador, sino de un principio fundamental de soberanía nacional. Este posicionamiento reafirma la postura de México como un país que defiende su independencia frente a cualquier intento de injerencia externa.

    A pesar de este incidente, ambos países deben recordar que comparten una extensa frontera y una relación económica, social y cultural profundamente entrelazada. La cooperación bilateral es crucial para resolver conflictos como el actual, y para enfrentar desafíos comunes como la migración, el narcotráfico, y el desarrollo económico. Una relación de confianza y respeto mutuo es esencial para que México y Estados Unidos puedan trabajar juntos de manera efectiva, respetando siempre la soberanía de cada nación.

    En última instancia, este episodio deja claro que México está dispuesto a defender su soberanía en cualquier foro, reafirmando que las decisiones sobre su futuro son y seguirán siendo prerrogativa exclusiva de su pueblo y sus instituciones. Este mensaje envía una señal contundente no sólo a Estados Unidos, sino al mundo: a México se le respeta.

    • Mariuma Munira Vadillo Bravo es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • CLAUDIA SHEINBAUM: EL INICIO DE UNA NUEVA ERA POLÍTICA PARA MÉXICO

    CLAUDIA SHEINBAUM: EL INICIO DE UNA NUEVA ERA POLÍTICA PARA MÉXICO

    El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó lo que millones de votos ya habían señalado: Claudia Sheinbaum es la primera presidenta electa de México. Con este fallo, emitido por las magistraturas del Tribunal el 15 de agosto, México rompe un techo de cristal que ha perdurado durante 200 años y 65 presidentes hombres. Esta histórica decisión, más allá de constituir una victoria personal, representa un triunfo colectivo que marca un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad de género en el país. Sheinbaum no sólo simboliza un cambio de liderazgo, sino que lleva consigo un mandato popular que exige continuidad en la transformación de México, justicia social y un gobierno comprometido con las causas históricamente marginadas.

    Desde su primera declaración como presidenta electa, Sheinbaum dejó claro que su victoria no es sólo suya. Con las palabras …”no llego sola, llegamos todas”, reconoció a las mujeres que han luchado y resistido a lo largo de la historia mexicana. Este mensaje subraya su compromiso con la igualdad, así como la determinación de gobernar para todas las mujeres del país, especialmente para aquellas que han sido tradicionalmente vulneradas.

    El contexto en el que Sheinbaum asume el poder no es menos importante. Su triunfo refleja un respaldo sólido a la continuidad de un proyecto político iniciado por Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, Sheinbaum enfrenta el desafío de no solo continuar con este proyecto, sino también de darle su propio sello, todo esto en un panorama político que requerirá decisiones firmes y, en ocasiones, controvertidas.

    Uno de los temas más polémicos que ha abordado es la reforma del Poder Judicial. Sheinbaum ha sido enfática al declarar que la elección de ministros, magistrados y jueces es un “mandato popular”. Esta afirmación ha generado preocupación entre empresarios e inversionistas, quienes temen que esta reforma pueda comprometer la independencia judicial. Sin embargo, Sheinbaum ha intentado tranquilizar a estos sectores, asegurando que su gobierno garantizará una verdadera independencia y autonomía del Poder Judicial. Esta postura, aunque ambiciosa, es también arriesgada y podría convertirse en uno de los principales campos de batalla de su administración.

    Sheinbaum ha subrayado que la votación del 2 de junio fue un rechazo claro a los gobiernos anteriores, caracterizados por la corrupción y los privilegios. La mayoría del electorado; comenta, optó por un gobierno honesto y de resultados, una responsabilidad que la nueva presidenta parece estar dispuesta a asumir con la misma determinación que la ha llevado hasta la cima del poder.

    En cuanto a la conformación de su gabinete, Sheinbaum ha mostrado una inclinación hacia la paridad y la continuidad, manteniendo a figuras clave del entorno de López Obrador en posiciones estratégicas. Este enfoque refuerza la idea de continuidad y sugiere un deseo de mantener la estabilidad en un momento de transición histórica. Sin embargo, el desafío radicará en equilibrar esta continuidad con la innovación y los cambios que el país exige.

    Otro aspecto central en su discurso ha sido su compromiso con la justicia social y ambiental. Sheinbaum ha prometido gobernar con honestidad y responsabilidad, respetando la independencia de los poderes y atendiendo las necesidades de todas las personas. Su enfoque en la justicia para las mujeres resuena con la narrativa de una presidenta que no sólo busca representar a todas, sino también transformar las estructuras que han perpetuado la desigualdad.

    La elección de Sheinbaum rompe con siglos de dominación masculina en la política mexicana, además marca un nuevo capítulo en la historia del país, donde las mujeres son partícipes y protagonistas del cambio. La magistrada Mónica Soto, durante la entrega de la constancia de mayoría, lo expresó con claridad: “México ha roto el techo de cristal”. Esta frase reconoce el logro, e invita a seguir adelante, a no retroceder en la lucha por la igualdad de género.

    El reto que enfrenta Sheinbaum es enorme. Gobernar un país con profundas divisiones, altas expectativas y desafíos globales complejos requiere aparte de su habilidad política, una visión clara y un compromiso decidido con el cambio. En su discurso de aceptación, Sheinbaum se comprometió a no defraudar al pueblo mexicano, poniendo todo su empeño, conocimiento y corazón en la tarea de servir a la patria.

    El futuro de México bajo su liderazgo está lleno de posibilidades. Con Claudia Sheinbaum al frente, el país no sólo se rompe con el pasado, sino que también se encamina hacia un futuro donde la igualdad, la justicia y la honestidad sean los pilares de una nueva era política. Lo que queda por ver es si Sheinbaum podrá cumplir con las altas expectativas que ha generado y si su gobierno será recordado como el momento en que México finalmente se puso a la altura de su pueblo y de las mujeres que lo conforman.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • LA REFORMA DEL PODER JUDICIAL: UN PASO HACIA UNA JUSTICIA VERDADERAMENTE DEMOCRÁTICA

    LA REFORMA DEL PODER JUDICIAL: UN PASO HACIA UNA JUSTICIA VERDADERAMENTE DEMOCRÁTICA

    La reciente propuesta de reforma al Poder Judicial presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado un intenso debate en México. Esta reforma busca transformar radicalmente la manera en que se eligen los jueces, magistrados y ministros, proponiendo su elección mediante voto popular. 

    Entre las modificaciones más destacadas se encuentra la reducción del número de ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a 9 integrantes, con periodos de encargo reducidos de 15 a 12 años y la eliminación de pensiones vitalicias. Además, se pretende eliminar las salas primera y segunda del máximo tribunal, permitiendo únicamente que el Pleno sesione de manera pública. En cuanto al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se propone reducir el número de magistrados a 5 con mandatos escalonados de 6 años, y reemplazar el Consejo de la Judicatura Federal por un Tribunal de Disciplina Judicial. El aspecto más controvertido de la reforma es la propuesta de elegir a ministros, magistrados y jueces mediante voto directo a partir del primer domingo de junio de 2025, con candidaturas paritarias propuestas por los tres poderes de la Unión, enfatizando la eficiencia, capacidad y probidad de los postulantes en la procuración e impartición de justicia.

    Durante su gobierno, ya se aprobó una reforma judicial en marzo de 2021, que introdujo cambios importantes en la estructura y las reglas procesales del Poder Judicial. Sin embargo, la nueva iniciativa pretende ir más allá, democratizando completamente la selección de jueces y magistrados a nivel federal y estatal. Esta medida, aunque polémica, busca combatir la corrupción y acercar la justicia al pueblo.

    Uno de los principales argumentos a favor de esta reforma es la percepción de corrupción en el Poder Judicial. Muchos ciudadanos sienten que el sistema actual favorece a las élites políticas y económicas, dejando de lado los intereses del pueblo. La elección democrática de los jueces puede aumentar la legitimidad del sistema judicial y garantizar que los jueces sean verdaderos servidores públicos.

    Además, la democratización del Poder Judicial puede mejorar el acceso a la justicia. La propuesta de AMLO promete una justicia más transparente y equitativa, eliminando barreras que actualmente impiden a muchas personas obtener una resolución justa y expedita de sus casos. Al estar sujetos al escrutinio público, los jueces tendrán un incentivo mayor para actuar con imparcialidad y eficiencia.

    La rendición de cuentas es otro aspecto crucial de esta reforma. Al ser elegidos por el pueblo, los jueces deberán responder directamente ante los ciudadanos, lo que podría reducir significativamente la influencia de intereses privados en sus decisiones. Esto fortalece la independencia judicial y asegura que las decisiones judiciales reflejen los valores y necesidades de la sociedad.

    Los críticos de la reforma argumentan que la elección de jueces mediante voto popular podría comprometer su imparcialidad. Sin embargo, es importante considerar que el sistema actual también tiene sus limitaciones y no garantiza una imparcialidad absoluta. La reforma propone salvaguardias y requisitos estrictos para los candidatos, asegurando que sean profesionales capacitados y éticos.

    La comparación con otros países que han implementado sistemas similares, como Bolivia, ha generado preocupación. No obstante, el contexto mexicano es diferente, y las salvaguardias propuestas pueden mitigar los riesgos observados en otros lugares. Además, la implementación gradual y cuidadosa de la reforma puede permitir ajustes y mejoras en el proceso.

    Las encuestas recientes encargadas por Morena muestran un amplio apoyo popular a la reforma. Según los resultados, la mayoría de los mexicanos está a favor de elegir a los jueces mediante voto popular. Este apoyo refleja el deseo del pueblo por una justicia más accesible y menos corrupta, alineándose con los objetivos de la propuesta de AMLO.

    Es fundamental reconocer la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones. La reforma al Poder Judicial no solo fortalece la democracia, sino que también empodera a los ciudadanos, dándoles una voz directa en la selección de sus jueces. Esto puede aumentar la confianza en el sistema judicial y fomentar una cultura de justicia y legalidad.

    La reforma propuesta por AMLO ofrece una oportunidad única para transformar el sistema judicial en México. Aunque existen desafíos y críticas legítimas, los beneficios potenciales en términos de acceso a la justicia, transparencia y rendición de cuentas son significativos. Esta reforma puede ser un paso crucial hacia una justicia verdaderamente democrática, donde los jueces sean verdaderos servidores del pueblo.

    La justicia debe estar al servicio del pueblo, y esta reforma nos acerca a ese ideal. La participación y el escrutinio público son esenciales para construir un sistema judicial más justo, imparcial y accesible para todos.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • MÉXICO DECIDE: BALANCE DE LAS ELECCIONES DE 2024

    MÉXICO DECIDE: BALANCE DE LAS ELECCIONES DE 2024

    El proceso electoral del 2024 en México ha dejado una estela de cifras que revelan no sólo el resultado de las votaciones, sino también el sentir y la participación activa de la ciudadanía en la configuración del futuro político del país. Es un análisis de estos números lo que nos permite comprender el verdadero pulso de esta elección histórica.

    La participación ciudadana fue el motor que impulsó este proceso democrático. Con una asistencia sin precedentes del 61.04%, más de 60 millones de votos fueron emitidos en todo el país, mostrando un compromiso sólido con la democracia y el ejercicio del voto como herramienta de cambio y expresión ciudadana.

    En la contienda presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo emergió como la clara vencedora, obteniendo un impresionante 59.75% del total de votos, lo que equivale a 35 millones 924 mil 519 sufragios. Su triunfo marca un parteaguas al convertirse en la primera presidenta de México y refleja también el respaldo mayoritario de una parte significativa del electorado.

    Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, representante de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, se posicionó en un digno segundo lugar, obteniendo un 27.45% del apoyo electoral, equivalente a 16 millones 502 mil 697 votos. Aunque no alcanzó la victoria, su participación activa en el proceso refleja la diversidad de voces y perspectivas en la arena política.

    Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, alcanzó el tercer puesto con un respetable 10.32% de los votos, lo que representa 6 millones 204 mil 710 sufragios. Aunque no logró competir en igualdad de condiciones con las dos principales coaliciones, su desempeño refleja la diversidad de opciones políticas en el escenario electoral mexicano.

    Pero más allá de las fronteras nacionales, el voto de los mexicanos en el extranjero desempeñó un papel significativo en estas elecciones. Con un total de 184,326 votos emitidos desde fuera del país, la población migrante mexicana demostró un compromiso palpable con el destino político de su tierra natal. Este fenómeno no únicamente refleja la importancia de la comunidad mexicana en el extranjero, sino también su deseo de participar activamente en el proceso democrático. Estos votos se distribuyeron entre las diversas coaliciones y candidatos, con un claro respaldo hacia la coalición encabezada por Claudia Sheinbaum, quien obtuvo la mayoría de votos desde el extranjero con un impresionante respaldo del 49.6%. Por otro lado, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, también recibió un importante apoyo del 46.9% de los votantes en el extranjero. Los restantes votos se distribuyeron entre otras opciones políticas, destacando el respaldo hacia Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, quien logró captar una parte significativa de la votación desde fuera del país.

    El escrutinio de los resultados también revela la configuración del poder legislativo. En la Cámara de Diputados, la coalición de Morena, PT y PVEM emerge como la fuerza dominante, con 373 legisladores, consolidando así una mayoría calificada. Por otro lado, la coalición PAN-PRI-PRD, si bien no logra alcanzar la misma contundencia, se posiciona como la segunda fuerza política con 102 curules.

    Sin embargo, en el Senado, la coalición gobernante se queda a tan sólo tres escaños de obtener la mayoría calificada. Con 82 escaños en su haber, Morena y sus aliados no logran alcanzar los 85 escaños necesarios para cambios constitucionales. Aunque conservan la mayoría, este resultado plantea un escenario de negociación y diálogo en el seno legislativo.

    El análisis de los resultados electorales también nos lleva a reflexionar sobre el papel de los partidos políticos en la configuración del panorama político nacional. La consolidación de Morena como la fuerza dominante en la Cámara de Diputados y su aproximación a alcanzar la mayoría en el Senado sugieren una mayor concentración de poder en manos de la coalición gobernante, lo que podría influir en las decisiones legislativas y políticas del país.

    Además, la participación activa de los partidos de oposición, como la coalición PAN-PRI-PRD, evidencia la importancia de mantener un contrapeso democrático en el Congreso para garantizar un debate plural y representativo. Esta dinámica de confrontación y diálogo entre fuerzas políticas opuestas es esencial para el funcionamiento efectivo de la democracia y la protección de los derechos ciudadanos.

    Por último, la creciente influencia del voto en el extranjero plantea nuevos desafíos y oportunidades para el sistema político mexicano. La comunidad mexicana en el extranjero, cada vez más activa y organizada, representa una voz importante en el proceso electoral y un puente entre México y el mundo. Su participación activa en el proceso electoral del 2024 subraya la necesidad de desarrollar mecanismos inclusivos que garanticen su representación y participación en la vida política del país.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • EL TRIUNFO ES DE TODAS: “NO LLEGO SOLA, LLEGAMOS TODAS”

    EL TRIUNFO ES DE TODAS: “NO LLEGO SOLA, LLEGAMOS TODAS”

    El pasado 2 de junio, México vivió un momento histórico con la elección de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera presidenta mujer del país. Este hecho marca un avance significativo en la igualdad de género y representa un nuevo capítulo en la política mexicana.

    Desde los albores del movimiento feminista durante el Porfiriato hasta la consecución del voto femenino en 1953, las mujeres mexicanas hemos luchado incansablemente por participar en la política. Este viaje ha estado lleno de desafíos y logros significativos que nos han permitido a las mujeres influir en la vida política del país.

    Pioneras como Rosario Ibarra de Piedra, Cecilia Soto y Marcela Lombardo desafiaron las normas establecidas, abriendo el camino para futuras generaciones. A nivel local, figuras como Griselda Álvarez Ponce de León hicieron historia al convertirse en la primera gobernadora en Colima en la década de los setenta.

    Claudia Sheinbaum ha forjado una carrera destacada, con una sólida formación académica en física y una amplia experiencia en el servicio público. Como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, implementó políticas progresistas que la posicionaron como una líder destacada. Su elección como candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, no sólo fue un reconocimiento a su capacidad, sino también un reflejo de su incansable lucha por la justicia social.

    Las mujeres en la política mexicana han enfrentado numerosos obstáculos, desde la falta de representación hasta los prejuicios arraigados. La lucha interna en los partidos políticos y la resistencia al cambio han sido barreras constantes que Claudia Sheinbaum ha tenido que superar para alcanzar la candidatura presidencial. Sheinbaum ha enfrentado críticas y desafíos tanto personales como profesionales. Sin embargo, su resiliencia y determinación le han permitido superar estos obstáculos, demostrando que las mujeres pertenecen a la política y que también pueden liderarla con éxito.

    La elección de Claudia Sheinbaum como presidenta es un momento de gran orgullo y esperanza para todas nosotras, las mujeres y niñas mexicanas. Este logro redefine las percepciones sobre el liderazgo femenino y abre nuevas oportunidades para las futuras generaciones. México se une a la lista de países que han elegido a una mujer como líder, enviando un poderoso mensaje de igualdad y progreso al mundo. Este evento fortalece la posición de México como referente en la lucha global por la igualdad de género.

    Las reformas legales y constitucionales que han promovido la paridad de género han sido fundamentales para este logro. Sin embargo, aún quedan retos por delante para asegurar una representación equitativa en todos los niveles de gobierno. El mandato de Claudia Sheinbaum promete ser un periodo de transformación y progreso. Con desafíos como la desigualdad, la corrupción y la violencia, su liderazgo será crucial para continuar avanzando hacia una sociedad más justa e inclusiva.

    Los resultados electorales confirman el respaldo abrumador que recibió Claudia Sheinbaum. Con un rango de votación entre el 58.3% y el 60.7%, Sheinbaum se convierte en la candidata más votada en la historia de México. Estos resultados son un claro indicador del apoyo del pueblo mexicano a su liderazgo y visión para el país.

    La elección de Sheinbaum es un parteaguas para la igualdad de género y un reconocimiento a su trayectoria y compromiso con el servicio público. Su victoria es un testimonio del cambio positivo que debe ocurrir en México, donde el talento y la capacidad son reconocidos por encima de consideraciones de género.

    El triunfo de Claudia Sheinbaum marca un momento histórico para México y un paso adelante en el camino hacia una sociedad más inclusiva y equitativa. Su presidencia representa la esperanza de un futuro donde todas las mujeres podamos alcanzar nuestros sueños y contribuir al progreso de la nación.

    “No llego sola, llegamos todas”, expresó Sheinbaum al celebrar este momento histórico. Con estas palabras, reconoció el legado de las mujeres mexicanas que la precedieron y el apoyo de todas aquellas que luchan por un México más justo e igualitario.

    • Mariuma Munira Vadillo Bravo es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.