El primer ministro Mark Carney declaró que Canadá no revertirá de inmediato los aranceles chinos a productos agrícolas, a pesar del reciente acercamiento con Beijing.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, admitió que su país no podrá eliminar pronto los aranceles impuestos por China a productos agrícolas como la canola. Este reconocimiento llega tras su reunión con el presidente chino Xi Jinping en la cumbre de APEC, la primera en ocho años.
Carney explicó que el principal objetivo fue restablecer el diálogo político entre ambos países. “Establecimos una relación al más alto nivel por primera vez en ocho años”, señaló. También aceptó una invitación para visitar China el próximo año, aunque no dio plazos concretos para resolver las disputas comerciales.
Canadá busca reducir su dependencia de Estados Unidos, que concentra el 75% de sus exportaciones. Carney pretende duplicar las ventas hacia otros mercados en diez años. Quiere impulsar proyectos de infraestructura para fortalecer la competitividad. “Quiero devolver a los canadienses el control mediante el desarrollo interno y nuevas alianzas”, indicó en redes sociales.
Sin embargo, la relación con Asia presenta retos importantes. Expertos sugieren que Canadá debe revisar políticas que limitan sus exportaciones. Por ejemplo, la prohibición de buques petroleros en Columbia Británica afecta el desarrollo.
En la conferencia posterior a la reunión, Carney reconoció que hay áreas de cooperación con China, como el comercio minorista y las energías limpias. Sin embargo, sectores sensibles como la ciberseguridad seguirán bajo restricciones.
Todavía no está claro si Ottawa reconsiderará el arancel del 100% a vehículos eléctricos chinos, impuesto por la administración anterior. Esa medida provocó represalias de Beijing, elevando los gravámenes a productos canadienses. Carney afirmó que su administración actuará “con cautela” en este complejo entorno internacional.






















