El fin del conflicto minero más largo del país reconoce derechos laborales, garantiza salud y pensiones, y sienta un precedente frente al poder corporativo.
Luego de 18 años de resistencia, las y los trabajadores de la mina de Cananea, Sonora, pusieron fin a una de las huelgas más largas y emblemáticas en la historia de México, tras aprobar por unanimidad un acuerdo definitivo alcanzado con el acompañamiento del Gobierno federal y el Sindicato Nacional Minero.
En asamblea general realizada en la Sección 65, los mineros avalaron los términos de un Plan de Solución Integral, construido con la participación directa de la presidenta Claudia Sheinbaum, así como de las secretarías de Gobernación y Trabajo, y del Gobierno de Sonora. El gremio destacó la voluntad política que permitió destrabar un conflicto marcado por el desgaste, la represión y el abandono institucional.
Durante casi dos décadas, los trabajadores enfrentaron desempleo, hambre y persecución, además de una estrategia sistemática de Grupo México, respaldada —denunciaron— por los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, para debilitar el movimiento. En ese trayecto, 52 mineros perdieron la vida, dejando una huella profunda en la comunidad.
El dirigente sindical Napoleón Gómez Urrutia celebró el acuerdo y afirmó que “Cananea resistió y venció”, al tiempo que subrayó que esta resolución dignifica la lucha obrera y confirma la vigencia del derecho de huelga, defendido incluso en instancias internacionales.
El acuerdo contempla una liquidación que respeta el Contrato Colectivo de Trabajo, el reconocimiento pleno de derechos adquiridos, y la incorporación de más de 650 trabajadores y sus familias al IMSS, garantizando por primera vez cobertura de salud universal tras años de exclusión.
También se estableció un mecanismo para el acceso a pensiones, considerando los distintos regímenes de la Ley del Seguro Social, así como la posibilidad de reincorporación laboral para quienes lo deseen. Los beneficios se extienden a viudas y familiares de los mineros fallecidos durante el conflicto.
Iniciada en julio de 2007, la huelga de Cananea se convirtió en un símbolo nacional de resistencia obrera frente al poder corporativo y la precarización laboral. Su cierre marca un precedente histórico y abre la puerta a resolver conflictos pendientes en Taxco y Sombrerete, donde la lucha minera continúa.
