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  • Libertarismo, fase superior del neoliberalismo

    Libertarismo, fase superior del neoliberalismo

    Durante los últimos años, sobre todo después del innegable fracaso del neoliberalismo, los comentócratas económicos, así como los políticos de países desarrollados y países en vías de desarrollo, han consagrado una atención creciente al concepto del “libertarismo” para defender la permanencia de un sistema político social que ha demostrado su enorme capacidad para empobrecer y mantener empobrecida a la mayoría de la población. El incremento de la desigualdad social y el proceso voraz de concentración de la riqueza en cada vez menos manos, constituyen una de las particularidades más características del capitalismo.

    Para garantizar su necesaria supervivencia y la continuidad del continuo saqueo del grueso de la población para beneficio de unos cuantos, se vuelve necesario pasar de un capitalismo neoliberal, a un capitalismo libertario que acreciente la distancia entre los más ricos y el resto de la población e incremente los privilegios de las clases privilegiadas. Un capitalismo libertario que —haciendo frente a todos sus complejos— renuncie a cargar con todo aquello que sea ajeno a la explotación privada de todo aquello que pueda explotarse privadamente.

    Argentina es sólo la punta de lanza, el triunfo de Milei es un primer paso para hacer de todo territorio devastado por la triunfante estrategia de devastación neoliberal, un territorio postapocalíptico donde el libertarismo pueda liberar a quienes merecen y tienen el derecho de vivir en libertad del lastre social que representa el resto de la población. Población que, si sobrevive, habrá de hacerlo exclusivamente en calidad de mano obrera y masa consumista. Nada más. El súbdito del régimen libertario tendrá la libertad de rascarse con sus propias uñas para garantizar su supervivencia, salud, educación y protección en contra del libre mercado, al mismo tiempo que será libre de consumir solamente aquello por lo que pueda pagar. Por su parte, quienes tengan los recursos necesarios para explotar todo aquello que sea explotable —que, por divino designio del capital, cada vez son menos— tendrán absoluta libertado para explotar lo explotable y cobrar por ello a quienes lo necesiten, sea salud, educación, servicios básicos o cualquier otro tema que permita acrecentar las diferencias sociales que hoy por hoy son inmensas. El Estado libertario, en su magnificencia, se limitará a garantizar —mediante el uso de la fuerza si es necesario— que la sacrosanta libertad de privatizar los privatizable a través del libre mercado, no se vea amenazada.

    El libertarismo, como fase superior del neoliberalismo permite el fin de la decadencia, recrudeciendo aquellas políticas que nos han llevado a la decadencia. El “ajuste de shock”, del que hoy habla Milei, es un ajuste que ajustará al mundo entero para aniquilar ese modelo que limita el crecimiento infinito de la economía de unos cuantos al obligarlos a pagar impuestos ridículos para aplicar políticas paliativas en contra de la desigualdad social y a favor del bien común. Un ajuste que, eliminando las trabas que enfrenta el gran capital para ser más grande, acabe con la obra pública para ponerla en manos de inversionistas privados, quienes vivan en lugares que resulten con poco o nulo atractivo para los inversionistas pueden ir pensando en mudarse, el capital no se equivoca, ni hace negocio donde no hay negocio. Un shock que elimine la salud pública y donde todo aquel que, en ejercicio de su libertad, decida enfermarse, padecer un mal crónico, nacer con algún padecimiento congénito y/o necesitar cualquier servicio de salud, tenga que pagar por ello, y si no puede pagar por ello, podrá endeudarse para pagarlo a crédito si es que alguien le da crédito, o morir en el intento. Un ajuste de shock que transforme en el mismo sentido el sistema educativo y los derechos laborales, haciéndolos accesibles solo a quienes puedan pagarlos. El libertarismo es tan claro como el agua, la ciudadanía va de la mano con el poder adquisitivo, sólo serán ciudadanos en pleno derecho quienes puedan pagar por una ciudadanía plena, los demás, ni siquiera serán declarados parias, simplemente vivirán sin alternativa alguna que la de juntar algo de dinero que les permita morir.

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    La libertaria defensa de la libertad de privatizar todo aquello que alguien no haya privatizado antes, en nombre de la libertad libertaria, que es libertad para algunos y lo contrario para la mayoría que —por designio divino— no merecen ser libres, habrá de negar el cambio climático porque asumir el cambio climático es poner trabas a la libertad de quienes, privatizando el aire, la tierra y las aguas, llenan sus arcas contaminando las aguas, la tierra y el aire. Habrá de oponerse al aborto porque el aborto niega la libertad de la Iglesia y cualquier otro grupo heteropatriarcal de privatizar el cuerpo de la mujer y decidir por ellas. Y buscará desregular la venta y posesión de armas porque regular la venta y posesión de armas limita la libertad de la clase privilegiada de decidir, en el momento que le venga en gana, quien puede seguir viviendo y quien necesita —libremente— morir.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Playlist roja

    Playlist roja

    Y si nada queda de esta rebeldía
    Queda la esperanza
    De que llegue el día
    En que ciegos mirarán

    Hoy que estamos ciegos / Enrique Ballesté

    Las décadas de los años ’60 a ’80 -hasta antes de que impusiera por la fuerza de la violencia el neoliberalismo como la ideología dominante en el mundo, con Chile como el primer laboratorio en vivo del modelo neoliberal a partir del golpe militar de 1973- vieron el ascenso de un arte comprometido con las causas populares.

    Fueron los años de la protesta. Se generaron diversos puntos de vista culturales que opusieron y estructuraron una ideología de izquierda que cuestionaba el control de la oligarquía sobre las masas establecido en América Latina y apoyado por los Estados Unidos.

    El arte ya no debería ser un ejercicio solipsista de contemplarse el propio ombligo mientras se soslayaba la opresión sobre las mayorías en los ámbitos político, económico y cultural, sino que debía adquirir un compromiso social donde el producto artístico –la literatura, el cine, la música- planteara un acercamiento crítico a una sociedad dominada por la voracidad de una clase enriquecida  siempre por la vía de la violencia.

    Esas críticas costaron la vida al periodista y escritor Rodolfo Walsh o la desaparición del novelista Haroldo Conti, en Argentina; o el asesinato a mansalva del cantante Víctor Jara a manos de los militares en Chile; o la muerte en enfrentamientos armados a los poetas Roque Dalton, en El Salvador, y al jovencísimo Javier Heraud, en Perú.

    En México, Salvador Castañeda, quien como guerrillero participó en la lucha del MAR (Movimiento de Acción Revolucionaria), ha escrito novelas en las que su experiencia militante es narrada con sobriedad (¿Por qué no dijiste todo?, Los diques del tiempo: diario desde la cárcel, La patria celestial, El de ayer es Él. El poeta David Cilia Olmos, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, ha publicado poemarios (Clandestino en la ciudad), y artículos sobre el movimiento social de los años ’70. A estos se suman las célebres novelas de Carlos Montemayor Guerra en El Paraíso, y Las mujeres del alba sobre laguerrilla de Lucio Cabañas en Guerrero y el asalto al cuartel Madera, respectivamente.

    Cantantes, compositores, cantautores como José de Molina, Judit Reyes, Amparo Ochoa, Sanampay, Grupo Zumbón, Óscar Chávez, Guillermo Briseño, Los Nakos,

    Gabino Palomares y muchos más constituyen un catálogo de artistas que abordaron en su obra los conflictos sociales de los que fueron testigos en su momento.

    Varios de ellos estuvieron presentes en huelgas, campamentos, marchas, o en los festivales de Oposición que organizaba el Partido Comunista, siempre al lado del pueblo, registrando sus luchas y dando testimonio de integridad personal entre ser y hacer.

    ¿Que cantaban sobre la necesidad de la revolución a los convencidos sobre la necesidad de la revolución? Podría ser. ¿Que eran limitados musicalmente? Tal vez. ¿Que sus públicos eran minoritarios? Y… tampoco podríamos decir que la Sinfónica Nacional reúne multitudes. Ninguna de las críticas que se puedan hacer a su trabajo desdibuja el hecho de que los músicos no titubearon en ir en contra de la corriente dominante. No fueron baladistas como Los Solitarios ni compositores como José Pablo Moncayo. Fueron cantantes de protesta.

    El presidente López Obrador ha propuesto una playlist de canciones que a su juicio promueven valores diferentes a los de los “narcocorridos”. Y el sábado 11 de noviembre se inauguró en Los Pinos la Sala Óscar Chávez como un homenaje a su trayectoria como músico y actor (El Caifán mayor se instala en Los Pinos https://www.gob.mx/cultura/prensa/el-caifan-mayor-se-instala-en-los-pinos?idiom=es ). 

    Esta columna, acorde con la inmensa modestia que la caracteriza, propone una playlist “para los más jóvenes”, para los que se convirtieron a la izquierda hace unos quince minutos –como Rommel Pacheco o García ´Harfuch- y para los que ya vieron pasar sus mejores años. Y como recordar es volver a militar (pintas, pegas, boteos, volanteos, marchas el 1º. de Mayo, escuelas de cuadros, marcha en defensa del salario y contra la carestía que por primera vez desde 1968 llenó el Zócalo con contingentes de obreros, campesinos, pobladores y partidos de izquierda), aquí está la playlist roja. Salud.

  •  ¡Aspiracionistas de todo México, uníos!

     ¡Aspiracionistas de todo México, uníos!

    Para Daniel Casados.

    No es un fantasma el que recorre México, bendito sea el Señor, se trata de un muerto viviente, tan vivo como muerto, el muerto viviente del aspiracionismo. Todas las potencias potenciales del chairismo se han confabulado en populista jauría contra este muerto viviente. Es hora ya de que los aspiracionistas den a conocer al mundo, abiertamente, su modo de pensar enajenado, sus fines consumistas enfocados en abrazar un estilo de vida que no pueden pagar, y sus tendencias a seguir instrucciones que se disfrazan de libertad de elección; que se oponga a la fábula del muerto viviente del aspiracionismo, un manifiesto del libre consumo.

    La historia de toda sociedad hasta nuestros días, es la historia del consumo. Dónde no hay consumo, no hay sociedad ¿Cómo podría haberla? Si consumimos y luego somos, si lo que consumimos nos define, no existen seres humanos libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos, en una palabra, opresores y oprimidos; existen quienes pueden consumir y quienes no pueden, quienes tienen el poder económico de no preocuparse por el precio de la existencia, quienes pueden pagarlo a meses sin intereses y viven toda su vida pagando, y quienes ni siquiera tienen una línea de crédito.

    Convertirse en un simple apéndice de la máquina, en su aparato digestivo que trabaja para poder consumir y consume para seguir trabajando, lejos de entenderse como una condena que aliena y degrada al sujeto, debe asumirse como el privilegio de poder participar del proceso digestivo mientras se es digerido. En otras palabras, el privilegio de no ser solo digerido y desechado, sino de poder digerir y desechar mientras se es digerido y desechado, aspirar a ser la maquinaria cuando se es un mero apéndice que será desechado como cualquier otro.

    En un mundo donde todo el aire se condensa en lo sólido, donde la verdadera libertad no existe, los sujetos deben conformarse con que la libertad signifique libertad de comercio, libertad de comprar y vender, nada más. Aspirar a una verdadera libertad es caer en el totalitarismo de la libertad, en la condena y angustia de la libertad existencialista donde el sujeto no encuentra el consuelo que le brinda consumir un McTrío mediano de McPollo con helado por $99.99. El sujeto aspiracionista, debe ser un sujeto que aspire a consumir cada vez más, pero no a contar con una personalidad —que no sea aquella que dictan los escaparates y anuncios— ni a tener iniciativa que no sea la iniciativa de obedecer, alinearse y mantenerse formado en esa fila sin principio ni fin que promete una vida llena de lujos y placeres para quienes recorran toda la fila, la cual —como se ha dicho— más que infinita, resulta eterna.

    En el neoliberalismo, como fase superior de la fase superior del capitalismo, lo que el obrero aspiracionista adquiere y/o consume no es sólo lo que estrictamente necesita para seguir viviendo y trabajando, sino todo aquello que estrictamente le resulta innecesario para seguir viviendo y trabajando, pero que lo mantiene encerrado en una rueda de hámster que no le permite más que seguir consumiendo mientras vive y trabaja. Arrastrando —libremente— su existencia a una esclavitud que creen voluntaria que los haga sentir culpables de sentirse frustrados y frustrados por sentirse culpables.

    El trabajo acumulado de la masa obrera aspiracionista no debe ser más que un medio para ampliar, enriquecer y privilegiar más a las clases privilegiadas, para que sus vidas resulten más fáciles y cómodas, no debe ser más que un medio para profundizar las diferencias en nuestra ya profundamente desigual sociedad. Lo que caracteriza al aspiracionismo no es la defensa de la propiedad y el consumo en general, sino la defensa del régimen de propiedad y consumo del capitalismo neoliberal. Frente a la perspectiva de una revolución aspiracionista, las clases privilegiadas no tienen nada que perder, por el contrario, reafirman sus privilegios y conjuran la amenaza de la igualdad social, se consolidan en su consolidada posición de dueños del mundo.

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    Los aspiracionistas son pues, prácticamente, la parte más decidida, el acicate siempre endeudado de todos los partidos liberales del mundo. El capital es un producto colectivo y no puede ponerse en marcha más que por la cooperación de muchos individuos, y aún cabría decir que, en rigor, esta cooperación abarca la actividad común de todos los individuos de la sociedad. El aspiracionismo es ese catalizador que permite que el capital se mantenga perpetua e incuestionadamente funcionando, que la maquinaria, el algoritmo contemporáneo, no se detenga en el proceso de digerir a los individuos que la mantienen en operación.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Anclarse en ideales y principios

    Anclarse en ideales y principios

    La política neoliberal sumió al país en una debacle económica, política, ética y social que sólo la llegada de la 4T en 2018 pudo contener. Pero ya el daño estaba hecho. Las estructuras del país se hallaban en decadencia.

    El neoliberalismo instalado en la vida pública como proyecto para beneficio de unos cuantos necesitaba darle un barniz de legalidad al corrupto sistema del cual derivaba. Había que viciar la vida pública, hacer que el lodazal salpicara a todos para que ninguno pudiera darse baños de pureza. 

    Al llamado a la corrupción acudieron gustosos y apresurados integrantes de los poderes Legislativo y Judicial, distinguidos miembros de academias y universidades, intelectuales parasitarios que no han producido una idea valiosa, medios de manipulación masiva, desacreditados periodistas, partidos políticos en ruinas, así como los selectos farsantes instalados en los organismos autónomos. Y algo alcanzaron en el baño de lodo. Y luego de repartirse el botín se fueron a su casa felices y contentos. Y después, con ese dinero mal habido, les compraron el pan (y algunas joyas, y algunos viajes) a sus hijos.

    En medio de semejante descomposición social tuvo que integrar sus equipos López Obrador. Lo que encontrara disponible luego del desastre aunque pecara de pragmático. Y lo que había eran personajes como Lily Téllez o Germán Martínez Cázares. Ni modo. Por supuesto, traicionaron a la 4T. La traicionaron no porque sean malas personas sino porque nunca han conocido otra lealtad que no sea la de sus propios intereses.

    Es el mismo caso del grupo de diputados ebrardistas y monrealistas acuerpados en el grupo El Camino de México que hoy amenazan con la traición si no se da cabal cumplimiento a las exigencias de sus pastores. Dice, simulan, argumentan que son independientes y que obran en conciencia. Burdas patrañas detrás de las cuales se esconde su particular interés y el de sus caudillos.

    Olvidan que ellos no se representan a sí mismos sino que representan a la parte del electorado que votó por el proyecto de transformación de la 4T en la persona de ellos, pero no por ellos. Vamos a ponerlo en claro: el electorado votó por Andrés Manuel López Obrador. Quien ganó los votos fue AMLO.

    Nada salta como relevante políticamente cuando se revisa la biografía de los dichos diputados. Nada. No son líderes sociales. No hay masas detrás de ellos apoyándolos. Su trabajo político, como el de sus caudillos Ebrard y Monreal, se ha dado en las antesalas, en los pasillos, en las oficinas, pero no en las calles.

    Tal vez por eso su deslealtad al proyecto de la 4T y al electorado que votó por ese proyecto no sea tan sorpresiva. Estos diputados consideran, como antes lo hicieron Téllez y Martínez Cázares, que la diputación o la senaduría es similar a un bien mueble del cual pueden disponer a su arbitrio. Suponen que es como su automóvil particular que pueden vender o traspasar o prestar o alquilar o arrendar o transferir o endosar o ceder a quien ellos quieran.

    Pero los cargos públicos no son bienes particulares de los diputados y los senadores. Por decirlo así, son cargos prestados a ellos por quienes los eligieron. En sentido estricto –aunque sea un sentido estricto para ángeles y querubines- estos aspirantes a huertistas deberían consultar con sus representados para ver si ellos también están de acuerdo con el capricho de Marcelo Ebrard. Del de Monreal ni para qué hablar.

    AMLO ha señalado en múltiples ocasiones que es necesario “manejarse con principios y valores éticos”. En su conferencia del pasado 21 de junio dijo; “Recordemos una cosa: todo servidor público está al servicio del pueblo y tiene una responsabilidad cívica y social”. Y los diputados no son otra cosa que servidores públicos de quienes los eligieron. El presidente ha insistido en la necesidad de anclarse en principios, y la deslealtad al programa no es un principio. Es una traición y así se llama. Lo demás es retórica y vulgar ambición.

  • Esperando el derrame

    Esperando el derrame

    A Miguelángel Díaz Monges

    El debate parece ser el único debate posible sin importar el lugar del mundo en el que uno se encuentre. La discusión se centra entre la defensa del siempre noble y humanamente deshumano neoliberalismo y el ataque a dicho sistema económico, político y social, por parte de las hordas de salvajes que —incapaces de entender que no entienden que no pueden entender— se lanzan en su contra por la sola razón de no tener forma de comprar una casa, pagar los servicios básicos de salud, o comer adecuadamente.

    Pareciera que la culpa de su desgracia económica radica en la fortuna de quienes si pueden pagar para vivir bajo de un techo, que digo bajo de un techo, pagar por más de una propiedad en distintos lugares del mundo; que la culpa es de quienes teniendo seguro médico privado han cabildeado y legislado para desaparecer o llevar a la ruina a las instituciones públicas de salud; que la culpa es de quienes tienen la capacidad de pagar precios excesivos por alimentos que terminarán desperdiciando porque cuando se paga excesivamente por algo es necesario comprarlo en exceso. Todo indica que para buena parte de la población —los que menos tienen— es más sencillo culpar a quienes más tienen que esforzarse arduamente (así dejen la vida en el camino) por emular a aquellos e intentar tener algo, lo que sea.

    Está tan arraigado el resentimiento social en quienes difícilmente pueden darse el lujo de estar resentidos mientras intentan mantenerse a flote, que hay quienes desean acabar con esa bonita tradición, que prácticamente lleva 40 años, neoliberal de aumentar la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y sacrificar a todos aquellos que son incapaces de, generar riqueza a través de la explotación del otro. El egoísmo de las clases bajas es tal que han llegado al punto de exigir una redistribución de la riqueza que acabe con la desigualdad ¿En qué se ha convertido la humanidad? Resulta increíble que la gente esté más preocupada en su bienestar que en el bien vivir de las clases privilegiadas que son las únicas que tienen clase. Los desclasados no entienden que es más importante la generación de riqueza que la disminución de la desigualdad, piensan que si todos tenemos las mismas oportunidades e igualdad de condiciones todos podremos vivir mejor. Resulta irrisorio, imaginen a quienes no son Carlos Slim, ni Ricardo Salinas, ni mucho menos Elon Musk, intentando ser Carlos Slim, Ricardo Salinas o Elon Musk, el mundo se convertiría en una fiesta de disfraces mal hechos donde la gente no sabría qué hacer con la igualdad de oportunidades y condiciones y derrocharía recursos en nombre de la redistribución de la riqueza, lo que sólo terminaría con la riqueza.

    Estamos hablando de personas que no entiende por qué es necesario que anualmente se desperdicie más de 931 millones de toneladas de alimento, o la importancia del fast fashion para la economía mundial y la urgencia de que esta ropa se deseche a pesar de encontrarse en buenas condiciones y sin ser reciclada. Estamos hablando de gente tan egoísta que piensa que la sostenibilidad es un asunto importante. Gente tan mezquina que solo se preocupa por el aumento del salario mínimo para poder vivir mejor. Gente que no está dispuesta a seguirse sacrificando para que otros —muy pocos— tengan viviendas donde el despilfarro es la constante. Gente que no piensa en los demás y antepone sus necesidades por encima de los privilegios de la clase privilegiada que no sabe vivir sin dilapidar —a diferencia de la mayoría de la población. Gente terriblemente ruin que encuentra molesto que se desechen alrededor de 5,000 millones de dispositivos móviles al año. Gente que por pensar en que todos vivamos mejor, vivamos dignamente, están dispuestos a poner en riesgo la existencia de quienes deben —por derecho divino, racial, científico, de clase, o como quieran llamarlo— vivir por encima de toda dignidad humana.

    Entrados en gastos

    Quienes se oponen al neoliberalismo y su esfuerzo por liberar al ser humano del lastre de la pobreza, incluso si ello significa que algunos —miles de millones— mueran en el camino, no son capaces de apreciar la bonhomía de las clases privilegiadas que al concentrar la riqueza en unas cuantas manos, cada vez menores y cada vez más ricas, realizan un esfuerzo sobrehumano por retener, preservar y acaparar esa riqueza dentro de inmensos contenedores, un esfuerzo sobrehumano para que esos contenedores sean cada vez más grandes de tal suerte que cuando dichos valdes de opulencia no puedan seguir conteniendo la desmedida riqueza, de quienes sabiendo explotar al otro, saben enriquecerse, acontezca un derrame de migajas de tal naturaleza que permita alimentar a las huestes de salvajes para que sobrevivan y puedan seguir siendo explotadas para mantener vivo el ciclo de concentración de la riqueza y derrame de migajas.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • Crónica de una Transformación y que querían

    Crónica de una Transformación y que querían

    ¿Y QUÉ QUERÍAN?

    1 de diciembre de 2018. “Lo digo con realismo y sin prejuicios ideológicos: la política económica neoliberal ha sido un desastre. […] Hoy presento formalmente a este Congreso reformas constitucionales, proyectos de reforma a la Constitución, para establecer el Estado de Bienestar y garantizar el derecho del pueblo a la salud, la educación y a la seguridad social”.

    Resuena en el Congreso de la Unión su voz aguda con acento costeño. Andrés Manuel López Obrador luchó denodadamente por llegar hasta donde ahora está. Es un hombre congruente que sabe –lo ha dicho– que la corrupción es el principal problema de México, que los gobernantes han sido una pandilla de saqueadores.

    ***

    Enrique Peña Nieto se quita la banda y, con ella, un peso de encima. ¿Qué pensaría en ese momento alguien que durante seis años se olvidó de su pueblo, que solo apoyó a sus pseudoamigos, que no hizo sino obedecer para beneficiarse? Es aún un hombre joven y nos ha robado tanto dinero que no tiene cómo gastarlo por el resto de su vida. Enriquecido, Enrique ha terminado su labor: claro que cumplió, pero a los señores que lo pusieron ahí, en el lugar más alto, que le inventaron todo: un título universitario, una historia, una imagen para que las cosas siguieran igual, para que los señores de la oligarquía tuvieran los mayores privilegios, para hacer de la política un gran negocio, no pagar impuestos y vender los bienes nacionales a intereses extranjeros, a empresas trasnacionales corruptas, sin importar que el país se fuera por el despeñadero. [Aunque esos oligarcas se olvidaron de una cosa: ponerlo a leer].

    Porfirio Muñoz Ledo le entrega la banda presidencial al presidente electo. Peña Nieto, el títere saliente, rígido como robot, como lo que fue, solo mira. Aplaude, pero no puede quitarse un extraño rictus, no tiene ahora la tiesa sonrisa de siempre. ¿Qué estará pensando Porfirio Muñoz Ledo al recibir la banda y tener que dársela inmediatamente a un político que, él lo sabe –más bien lo cree–, no le llega a los talones? ¿Por qué no fui yo el elegido? Su rostro muestra un enojo, una envidia, un encono, una inquina que irá cultivándose, que seguirá creciendo como virus… [hasta llegar a la ignominia, cuando tantos años de alcohol y trasiego hagan lo suyo y, anciano, no pueda pensar como antaño. Aunque hay diferencia en ambos: Porfirio, descanse en paz, tuvo momentos sublimes; Enrique es un bandido perseguido por su historia].

    ***

    “No solo inicia un nuevo gobierno –afirma AMLO–; hoy comienza un cambio de régimen político. A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y la impunidad que impiden el renacimiento de México. […] En la Independencia se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; en la Reforma, por el predominio del poder civil y por la restauración de la República, y en la Revolución nuestro pueblo y sus extraordinarios dirigentes lucharon por la justicia y por la democracia. Ahora, nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno”.

    ***

    17 de agosto de 2023. Observo con atención una de las casi 1 200 mañaneras en las que Andrés Manuel ha sostenido un diálogo con la gente desde que fue investido como presidente. Su discurso no cambia, pero los hechos hablan por sí mismos.

    “La derecha es contraria a la justicia social. La derecha no piensa en el sufrimiento de la gente, no le importa el pueblo, la derecha gobierna para una minoría siempre. Y esa oligarquía, que es en sentido aristotélico el gobierno de los ricos, el gobierno de unos cuantos, se dedica a saquear, a robar […] [A nosotros] nos funcionó la fórmula de no permitir la corrupción, de no permitir los lujos en el gobierno y de que todo lo que se ahorra se le destine al pueblo –dijo AMLO–. Vamos bien, y lo que más satisfacción me causa es que se esté disminuyendo la pobreza y la desigualdad”.

    ***

    28 de octubre de 2018. Me pregunto cómo es posible que los brasileños hayan votado por Jair Bolsonaro, a pesar de que Lula da Silva sacó de la pobreza y le dio una vida digna a tanta gente, de que sacó de la oscuridad a tantos marginados.

    Obtengo la respuesta un día cualquiera de 2020, aún en pandemia. Voy a comer a la fonda de la Güera en el mercado Múzquiz, en San Ángel. Escucho en el radio de una marchante la voz de Carlos Loret. Pienso decirle a esa señora que no oiga a ese bufón, que todo lo que dice son patrañas. No lo hago. Después, me arrepiento.

    No podemos cambiar al mundo. ¿O sí?

    Dice Rafael Barajas, el Fisgón: “Muchos hablan de que lo que está pasando en este país es un golpe blando, pero esa definición ya es incorrecta: se trata de una guerra híbrida, es decir, una guerra que se vale de todos los elementos, principalmente mediáticos, para causar la caída de un gobierno”.

    1 de agosto de 2023. Uno de los más abyectos lectores de noticias de TV Azteca –y vaya que los hay–, Javier Alatorre, se lanza contra los nuevos libros de texto gratuitos denunciando un presunto “virus comunista” y con ello inicia una andanada de desinformación en perjuicio de la nueva escuela mexicana. Junto con él, toda la comentocracia, en nado sincronizado, los descalifica alegando entre otras mil maromas que solo quieren “sembrar ideas comunistas en los niños”. AMLO revira e inicia una serie de conferencias en la que los expertos presentan a las familias de qué tratan los libros de educación inicial, primaria y secundaria.

    ***

    ¿Y qué querían? ¿Que la transformación de nuestro país no se sustentara en la educación, la pedagogía, la didáctica, la enseñanza, el aprendizaje? ¿Que los niños, las niñas y los jóvenes no tuvieran la oportunidad de estudiar con un enfoque crítico, humanista y comunitario?

  • Quieren regresar para restaurar el modelo neoliberal: AMLO sobre propuesta de que trabajadores paguen 70 mil pesos al mes por sus seguro (VIDEO)

    Quieren regresar para restaurar el modelo neoliberal: AMLO sobre propuesta de que trabajadores paguen 70 mil pesos al mes por sus seguro (VIDEO)

    Desde el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que los neoliberales buscan regresar al poder para aprovecharse del pueblo y del Estado como en las décadas pasadas antes de la llegada de la Cuarta Transformación. 

    Sin mencionar nombres a petición del INE y el TEPJF, el primer mandatario se refirió a la propuesta de Xóchitl Gálvez Ruiz, virtual candidata del PAN a la presidencia y que declaró a finales de la semana pasada que los trabajadores del estado podrían pagar la cantidad de 70 mil pesos al mes por su seguro de gastos médicos. 

    Ante esto, López Obrador confió en que se equivocó la conservadora, ya que un trabajador registrado en el ISSSTE gana en promedio 15 mil pesos al mes, por lo que costear ese tipo de seguros privados sale de sus posibilidades.  

    “Fijense lo que propone esta persona, del grupo del bloque conservador. Que todos los trabajadores tengan un seguro, o sea que ya no haya seguridad pública, seguridad social, que no haya ISSSTE, que no haya Seguro Social y mucho menos el IMSS-Bienestar. Desaparece todo eso y ella dice que los trabajadores pagan un seguro, se equivocó, habló de que esa persona paga 130 mil mensual, pero que podría conseguirse en un acuerdo posiblemente con las aseguradoras, 70 mil pesos mensuales. Yo creo que se equivocó porque todos los trabajadores inscritos al Seguro Social, su promedio de ingresos es de 16 mil pesos”. 

    AMLO

    Finalmente el líder del Ejecutivo federal mencionó que la propuesta de la aún senadora es un ejemplo del modelo neoliberal que se impuso en México por 36 años, razón por la cual se terminó con las aseguradoras públicas. 

    “Entonces esa mentalidad existe, ese modelo está ahí. Por eso hablo de que están al acecho, quieren regresar para eso”. 

    Sentenció

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  • Los gobiernos neoliberales desmantelaron Pemex: Sheinbaum desde Ciudad del Carmen, Campeche

    Los gobiernos neoliberales desmantelaron Pemex: Sheinbaum desde Ciudad del Carmen, Campeche

    La aspirante a Coordinadora en Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum visitó Ciudad del Carmen, en Campeche, para dar una Asamblea Informativa.

    Durante su visita a la entidad, aprovechó para dar un mensaje desde el monumento de una plataforma petrolera a escala, donde explicó como fue que los gobiernos neoliberales desmantelaron Pemex.

    “Estamos aquí en Ciudad del Carmen, en una plataforma petrolera a escala y quise detenerme aquí para platicar con ustedes lo que fue el proceso de desmantelamiento de Petróleos Mexicanos, la privatización del petróleo y al mismo tiempo la pérdida de soberanía energética durante todo el periodo neoliberal”, dijo.

    Asimismo, agregó que esto se dio desde que Fox gobernaba, quien se encuentra interfiriendo de nuevo en la política nacional.

    “Cantarel, un yacimiento de petróleo que esta en esta zona, es un yacimiento de petróleo que generó muchísimo petróleo y le dio una enorme riqueza a nuestro país. Pues en la época de Fox sobreexplotaron Cantarel, sacaron más petróleo del que deberían haber sacado y con eso se acabaron este yacimiento tan importante”, aseveró.

    Sheinbaum continuó explicando que en el sexenio de Fox se explotaron las refinerías, entre ellas la de Cantarel y fue así hasta el gobierno del priista Enrique Peña Nieto.

    “En la época de Fox llegaron a producirse casi tres millones de barriles de petróleo diarios, un absoluto exceso para exportarlo y al mismo tiempo empezó el proceso en donde dejaron de funcionar las refinerías, que son las que procesan el petróleo para producir gasolina y diesel, de tal manera que llegamos a un limite ya con Peña Nieto en donde estábamos importando más gasolina de la que producía México”, puntualizó.

    En este mismo sentido, Sheinbaum agregó que con Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, se logró rescatar Pemex e incluso la Comisión Federal de Electricidad. Aseveró que la 4T no busca producir tres millones de barriles, si no llegar al limite de dos millones para que sea parte del consumo interno.

    “Por eso la construcción de la nueva refinería, para que México sea autosuficiente”, puntualizó.

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  • Las reformas neoliberales dañaron a los trabajadores, pero estamos trabajando para solucionarlo: AMLO (VIDEO)

    Las reformas neoliberales dañaron a los trabajadores, pero estamos trabajando para solucionarlo: AMLO (VIDEO)

    En la conferencia matutina de este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló sobre las pensiones y recordó cómo estas en los gobiernos neoliberales afectaron a los trabajadores.

    “Las afores cobraban mucho por el manejo de las pensiones, sus costos, la administración de ese fondo eran mayores que en otros países del mundo y se redujo el costo el manejo de las pensiones”, dijo.

    Asimismo, aseveró que ya se esta trabajando para reparar el daño que causaron las reformas neoliberales a la clase trabajadora, pues antes de finalizar su administración se enviara una iniciativa.

    “Estamos haciendo un análisis para ver sí podemos antes de terminar, enviar una iniciativa para este atento el tema de las pensiones qué es algo que va a afectar sobre todo en el mediano y largo plazo porque esta reforma es de 1997 y para llevar tiempo ya está empezando a sentirse, pero va a sentirse más hacia adelante y lo mismo con la reforma al ISSTE esa se hizo con Calderón y la maestra Elba Esther qué es lo mismo,  hay que buscar la forma aunque esa va a tener efectos más largos de todas maneras hay que buscar la forma de atender”, expresó.

    En este mismo contexto, añadió que estas reformas tuvieron que ver con los cambios estructurales que se llevaron a acabo en el periodo neoliberal.

    “Esto tiene que ver con las reformas llamadas estructurales que se llevaron a cabo durante el periodo neoliberal en contra de los trabajadores ya lo he dicho muchas veces y ojalá y alguien este me contradiga, hasta ahora nuestros opositores no replica todas las reformas a la constitución que se hicieron lo vuelvo a decir en el periodo neoliberal fueron para perjudicar al pueblo de México y para beneficiar a una minoría rapaz todas en 30 años”, expresó.

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    Poder Judicial al servicio de la oligarquía fracasa de nuevo; absolución de Abarca no afectará investigaciones del caso Ayotzinapa (VIDEO)

    La periodista Zeltzin Juárez preguntó este miércoles al Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la absolución de José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, Guerrero,  por parte de un tribunal de Tamaulipas, y cómo es que ese nuevo golpe del Poder Judicial, podŕia afectar la investigación del caso Ayotzinapa. 

    Ante esto, AMLO fue contundente y aclaró que tal fallo no afectará el compromiso de las autoridades de encontrar a los 43 normalistas de Ayotzinapa y esclarecer que sucedió en el crimen de estado cometido en septiembre de 2014. 

    “No afecta porque nosotros continuamos con la investigación, y no vamos a incumplir el compromiso que tenemos con adres y madres de los jóvenes desaparecidos, estamos enfrentando muchos obstáculos, como en todo, pero como venimos de luchar contra cacicazgos, mafias, oligarquías, Gobiernos corruptos, hasta nos crecemos, como decía Ponciano Arriaga ‘entre más me golpean más digno me siento’”.

    Sentenció

    Poder Judicial, al servicio de la oligarquía 

    El primer mandatario agregó que el Poder Judicial está al servicio de la oligarquía y quedó intacto luego de terminado el periodo neoliberal, en referencia a que ese poder se le entregó al conservadurismo durante el sexenio de Ernesto Zedillo. 

    “Yo les diría que el Poder Judicial prácticamente quedó intacto, como estaba (…) Aunque hay excepciones honrosas, pero no es la regla, es la excepción, el Poder Judicial está al servicio de la oligarquía porque lo que había en México,, eso lo tengo claro y lo puedo fundar teóricamente”. 

    Agregó

    En el mismo tenor, López Obrador recordó que en el pasado había en Mexico una oligarquía con apariencia de democracia, ya que no dominaba el pueblo en la toma de decisiones y éstas eran tomadas por una minoría, es por ello que ahora los jueces entregan amparos de todo tipo. 

    “Es todo un desafío y me siento muy fortalecido porque no estamos solos, somos millones, hay un despertar ciudadanos, estamos viviendo un momento estelar en la historia de México”

    Enfatizó

    Tribunal absuelve a José Luis Abarca 

    El Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Noveno Circuito en Matamoros, Tamaulipas, absolvió el martes a quien fuera alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca, por el caso del secuestro de los 43 estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

    “Se dicta sentencia absolutoria en favor de (José Luis Abarca Velázquez), por el ilícito de delincuencia organizada, previsto y sancionado en los artículos 2 fracción I, todos de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, por las consideraciones y fundamentos expuestos en el considerando séptimo”.

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