América Latina retoma su papel en el mapa energético global, ya que Brasil, Guyana y Argentina lideran un resurgimiento petrolero que impactará la demanda mundial.
Según Bloomberg Economics, estos países cubrirán más de un tercio del crecimiento de la demanda de petróleo hasta 2030, lo que marca un giro estructural en la producción regional.
La producción de petróleo se ha recuperado casi por completo desde 2020, dado que ahora América Latina produce cerca de 9 millones de barriles diarios, manteniendo así la estabilidad de los precios globales.
Brasil sobresale con más de 3,5 millones de barriles diarios, gracias a Petrobras, por su parte, Guyana y Argentina también están en ascenso, con proyecciones de superar el millón de barriles en los próximos años.
Guyana, con su auge petrolero, se ha convertido en el país más rico de la región y su PIB per cápita ha llevado a algunos a llamarlo “el Kuwait de América Latina”.
A pesar de los desafíos en México y Colombia, los nuevos actores regionales están llenando el vacío, lo que aporta esperanza y oportunidades en un panorama energético cambiante.
La exploración también avanza en Surinam, mientras que la estabilidad institucional de la región la posiciona favorablemente en el contexto global. América Latina está lista para convertirse en un pilar clave del suministro energético mundial.
India incrementará sus compras de petróleo ruso en septiembre. Esto ocurre pese a los aranceles punitivos impuestos por Estados Unidos, que buscan presionar a Rusia.
Moscú envía más petróleo a India desde que comenzó la guerra en Ucrania. Este acuerdo permite a las refinerías indias beneficiarse de un crudo más barato. Sin la demanda india, Rusia tendría problemas para mantener sus exportaciones.
El presidente Donald Trump criticó a India por aprovecharse de los descuentos en el petróleo ruso. Aumentó los aranceles sobre las importaciones indias al 50 por ciento.
El primer ministro Narendra Modi busca resolver esta disputa comercial. También planea fortalecer lazos diplomáticos, incluido un encuentro con Vladimir Putin.
Los analistas de BNP Paribas creen que India no reducirá sus importaciones rusas. Las refinerías indias podrían aumentar las compras entre un 10 y un 20 por ciento en septiembre. Esto equivale a entre 150 mil y 300 mil barriles diarios.
El aumento en el suministro de petróleo ruso se debe a la reducción de la capacidad de refinación en Rusia. Ucrania ha atacado refinerías rusas, afectando hasta un 17 por ciento de su capacidad.
La situación muestra cómo las relaciones comerciales se ven afectadas por la guerra y las sanciones. India continúa navegando por un camino complicado entre su interés económico y la presión internacional.
Donald Trump firmó una orden que impone un arancel adicional del 25% a India por adquirir petróleo ruso. La Casa Blanca anunció que la medida entrará en vigor en tres semanas.
Esta nueva tarifa se suma a otro arancel del 25% que comenzará el jueves. La decisión podría afectar la economía india, que ha buscado alternativas a China.
El gobierno indio calificó los aranceles de “desafortunados” y “justificables”. Aseguró que sus importaciones responden a necesidades de mercado y seguridad energética.
Expertos advierten que estos aranceles podrían encarecer los productos indios y reducir las exportaciones a EE.UU. entre un 40% y un 50%. La medida también contradice esfuerzos previos del gobierno estadounidense de alentar la compra de petróleo ruso a precios limitados.
Mientras tanto, el petróleo ruso se cotiza a 65,84 dólares por barril, lo que refleja una caída en los precios, a pesar de las restricciones impuestas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una fuerte advertencia a la Unión Europea sobre el incumplimiento de compromisos comerciales ligados a la compra de gas y petróleo estadounidense. En entrevista con CNBC, Trump aseguró que si Europa no invierte más de 600 mil millones de euros en estos productos, aplicará aranceles de hasta 35%, frente al tope actual del 15%.
“El beneficio de aranceles bajos está condicionado a esta inversión. Si no cumplen, las tarifas volverán inmediatamente al 35%,” afirmó Trump, quien señaló que esos fondos son un regalo y no un crédito que deba devolverse.
Trump también anunció que en los próximos días impondrá un arancel del 39% a productos farmacéuticos de Suiza, buscando que las grandes farmacéuticas trasladen su producción a Estados Unidos. Planea incrementar este gravamen hasta un 150% o 250% en uno o dos años, para frenar importaciones desde países como Suiza, China e Irlanda.
Sobre China, Trump dijo que las negociaciones avanzan, pero negó haber buscado la reunión, y advirtió que no habrá encuentro hasta concretar un acuerdo comercial. Por último, vinculó el precio de la energía con la guerra en Ucrania, asegurando que una baja significativa afectaría la economía rusa y frenaría el conflicto.
En plena tensión con Irán, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, hizo un llamado nada sutil a China: intervenir para evitar que Teherán cierre el estrecho de Ormuz, uno de los pasos clave para el comercio global de petróleo.
Rubio habló este domingo en entrevistas televisivas y fue directo: si Irán bloquea el paso marítimo, sería “un suicidio económico” y provocaría una reacción no solo de Washington, sino del resto delmundo. El mensaje estuvo cargado de advertencias para todos los implicados, incluida China, que depende fuertemente del crudo que atraviesa esa ruta.
El escenario se vuelve más tenso luego de que medios iraníesreportaran que el Parlamento de ese país aprobó una moción para cerrar el estrecho, por donde circulacerca del 20% del petróleo y gas que consume el planeta. Todo esto ocurre días después de los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes.
“China debería hablar con Irán. Ellos también tienen mucho que perder”, dijo Rubio en una entrevista con Fox News, subrayando que una medida como esa afectaría más a las economías de otros países que a la estadounidense.
Además, el funcionario dejó claro que Estados Unidos no descarta una respuesta militar si se amenaza la libertad de navegación en la zona. Aunque evitó hablar de escenarios inevitables, sostuvo que el presidente Trump está listo para actuar si es necesario (porque claro, todos están en guerra contra él).
“Si Irán toma esa decisión, no sólo nosotros reaccionaremos. Muchos otros países también se verán forzados a actuar. El impacto sería global”, declaró Rubio durante una charla con CBS.
Por ahora, China no ha dado una postura oficial. La embajada del país asiático en Washington se reservó comentarios ante la prensa, en un contexto en el que cualquier palabra podría alterar más el frágil equilibrio diplomático.
El estrecho de Ormuz vuelve a colocarse en el centro del tablero geopolítico. Y esta vez, cualquier movimiento en falso podría alterar más que los precios del petróleo: podría cambiar el rumbo de la región entera.
El Parlamento de Irán aprobó este sábado el cierre del estrecho de Ormuz, un vital paso comercial y económico. Esta decisión responde al reciente ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares del país. Sin embargo, la medida final dependerá del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, liderado por el ayatolá Alí Jamenei.
El general Esmaeil Kousari, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, comentó que la cámara ha llegado a la conclusión de que el cierre es necesario. Aun así, la autoridad para implementar esta acción recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Irán es un importante productor de petróleo, con una producción diaria de 3.3 millones de barriles. Actualmente, el país exporta alrededor de 1.7 millones de barriles diarios. Por lo tanto, cualquier escalada en el conflicto podría interrumpir el suministro de petróleo iraní.
Expertos en el sector, como Warren Patterson de ING Research, advirtieron que una escalada podría afectar el transporte marítimo en la región. Patterson afirmó que una interrupción significativa podría elevar los precios del petróleo a 120 dólares por barril. Además, si las interrupciones continúan, podríamos ver precios del Brent alcanzando nuevos máximos históricos, superando el récord de 150 dólares por barril de 2008.
La situación se vuelve cada vez más crítica y podría tener implicaciones serias en el mercado energético global.
Los mercados globales se encuentran en alerta roja tras el ataque de Estados Unidos a Irán. Las preocupaciones sobre un posible cierre del estrecho de Ormuz han aumentado, con el precio del petróleo ya apuntando a los 100 dólares por barril.
Irán ha amenazado en reiteradas ocasiones con bloquear esta ruta estratégica. A diario, por el estrecho transitan unos 17 millones de barriles de petróleo, mientras que el consumo mundial ronda los 100 millones. Esta situación genera inquietud en los mercados, que se preparan para turbulencias.
Aunque las bolsas en Europa y Wall Street permanecen cerradas, los mercados en Arabia Saudí, Dubai e Israel abrirán pronto. Se espera que reflejen rápidamente el cambio en el escenario geopolítico. Los expertos advierten que los precios del petróleo y el gas natural podrían dispararse tras un aumento del 10% desde el 13 de junio, cuando Israel atacó a Irán.
El ataque anunciado por Donald Trump generó inquietud entre los inversores. Hasta el viernes, el presidente había dado un plazo de dos semanas para negociaciones, pero rápidamente cambió el rumbo. Los analistas ya predecían un escenario complicado si EE.UU. se involucraba en el conflicto entre Israel e Irán.
Los futuros del crudo Brent han aumentado un 18% desde el 10 de junio, alcanzando los 80 dólares por barril. A pesar de la inestabilidad, algunas bolsas han mantenido su nivel, aunque el Ibex en España y el Dax en Alemania han sufrido más.
El estrecho de Ormuz es crucial para el comercio de petróleo. A través de él, transita aproximadamente el 20% del crudo mundial. Según Lale Akoner, analista del bróker eToro, su cierre total es improbable, aunque las amenazas persisten. Irán depende de esta ruta para sus exportaciones, lo que podría limitar su capacidad de bloquearla.
El impacto de conflictos pasados en la región ha sido significativo. Desde el embargo petrolero de los años 70 hasta la guerra entre Irán e Irak, cada episodio ha llevado a aumentos drásticos en los precios del petróleo. Hoy, los mercados pueden reaccionar más rápidamente gracias a la información y las cadenas de suministro más equilibradas.
Una de las principales preocupaciones es el efecto de este conflicto en la inflación. A medida que la Reserva Federal consideraba nuevos recortes de tipos de interés, el aumento del petróleo podría complicar la situación. Según Oxford Economics, el precio del petróleo podría alcanzar los 130 dólares por barril si se cierra el estrecho de Ormuz, elevando la inflación en EE.UU. Cerca del 6% hacia finales de año.
Este aumento en los precios podría reducir el gasto de los hogares y afectar sus ingresos reales. Además, el temor a la inflación podría frustrar cualquier posibilidad de recortes en las tasas de interés durante este año. Los mercados seguirán de cerca la evolución de la situación en Oriente Medio y su impacto en la economía global.
Los inversores están en alerta tras el reciente bombardeo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán . Este ataque, anunciado por el presidente Donald Trump, podría disparar los precios del petróleo y afectar la inflación global.
Los analistas de Oxford Economics han modelado tres escenarios posibles. Estos incluyen desde una desescalada del conflicto hasta un cierre total de la producción de petróleo iraní. Cada uno presenta un impacto creciente en los precios del crudo.
Después del ataque, el sentimiento en los mercados es de incertidumbre. Inversores como Mark Spindel, director de Potomac River Capital, anticipan un aumento en los precios del petróleo al abrir los mercados. La preocupación se centra en cómo la escalada del conflicto afectará la economía mundial.
Trump calificó el ataque como un “momento histórico”. Sin embargo, los detalles sobre los daños aún son escasos. La falta de información genera nerviosismo entre los inversores, quienes temen que esto pueda llevar a una mayor volatilidad en el mercado.
Jack Ablin, director de Cresset Capital, señala que esta situación añade una nueva capa de riesgo. La posible subida de los precios de la energía podría impactar la confianza del consumidor y frenar los recortes en las tasas de interés.
El uso de bombas antibúnker por parte de Estados Unidos indica una escalada en el conflicto. Los analistas advierten que, en el peor de los casos, el precio del petróleo podría alcanzar los 130 dólares por barril, elevando la inflación en EE.UU. Hasta el 6% este año.
Con la tensión en aumento, los mercados estarán atentos a la evolución del conflicto y su impacto en la economía global.
Rusia se declara “lista” para suministrar gas natural a México. El anuncio provino del ministro de Energía ruso, Sergey Tsivilyov, durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Tsivilyov afirmó que Moscú también está dispuesto a compartir tecnologías para la producción de petróleo en yacimientos geológicos difíciles, como los que se encuentran en México. Además, mencionó la posibilidad de colaborar en la refinación de crudo.
“Estamos listos para gestionar toda la cadena de producción, desde la extracción de petróleo hasta el suministro”, indicó el ministro. Esta propuesta incluye el transporte y el refinado del crudo.
Un informe de Fitch Ratings de febrero de este año destaca que más del 70% del gas natural que consume México proviene de Estados Unidos. Este contexto ha generado un clima de incertidumbre debido a las tensiones por la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump.