Más de 31 mil camiones transportan gas en México, un proceso que implica grandes riesgos. La seguridad vial y la prevención de accidentes son esenciales para proteger a la población.

En México, el transporte de gas licuado de petróleo representa un desafío diario. Con un consumo anual de 8.5 millones de toneladas, 31 mil 946 vehículos se encargan de llevar este combustible a hogares y estaciones de servicio.
Don Cirilo, un vendedor de comida, transporta cada día un tanque de gas de 19 litros. Los camiones más grandes pueden llevar hasta 49 mil litros, lo que aumenta el riesgo en las carreteras urbanas.
Según Susana Carzola, directora de SICEnrgy, el 76% de los hogares en México utiliza gas LP. Este combustible proviene de 34 centros de almacenamiento en 16 estados, lo que exige una extensa red de distribución.
En 2024, se registraron más de 10 mil 400 accidentes de camiones de carga en el país. De estos, 8 mil 804 ocurrieron en zonas urbanas, destacando la necesidad de mejorar la seguridad.
Las estadísticas del Centro Nacional de Prevención de Desastres indican que, entre 2003 y marzo de 2021, hubo mil 304 accidentes relacionados con gas LP, siendo la Ciudad de México la más afectada.
Angélica del Rocío Lozano, experta en transporte, subraya la importancia de cumplir con los reglamentos de seguridad y capacitar a los conductores. Los accidentes pueden ser devastadores, como el ocurrido en Iztapalapa, donde un flamazo dejó varias víctimas.
A pesar de la legislación, muchas veces no se respeta, lo que pone en riesgo a la población. La comunidad debe estar informada sobre cómo actuar en caso de emergencias, ya que el transporte de sustancias peligrosas es una realidad constante en el país.
Los conductores de pipas, conscientes del peligro, suelen hacer una pausa para rezar antes de iniciar su jornada. Este gesto refleja la gravedad de su trabajo y la necesidad de proteger tanto a ellos mismos como a la ciudadanía. (Con información de El Economista).
