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  • Empresarios del maíz atienden llamado de AMLO a favor de los mexicanos: precios de la harina no subirán ni un peso este 2024

    Empresarios del maíz atienden llamado de AMLO a favor de los mexicanos: precios de la harina no subirán ni un peso este 2024

    Desde Querétaro, el Presidente López Obrador anunció que este año 2024 no habrá aumentos en los pecios de las harinas de maíz para tortillas, esto en beneficios del pueblo mexicano, por lo que agradeció a Juan Antonio González Morales, presidente del Consejo de Administración y Director General de Gruma y Gimsa.

    “El jueves, personalmente, el dueño, presidente del consejo de administración de la empresa Maseca, que es la principal distribuidora de harina de maíz de las tortillas, me dio a conocer que este año no va a haber aumento en el precio de la harina de maíz, esa es una muy buena noticia, y agradecerle a Francisco (sic) González de Maseca por esta actitud solidaria”.

    Se congratuló AMLO

    Ante la buena noticia para el pueblo, AMLO extendió la felicitación a todos los empresarios que han ayudado a mantener a raya los precios de los productos de la canasta básica pese a la inflación: “agradecerle a los de las tiendas de autoservicio, y agradecerle también a industriales”.

    En el mismo sentido, el primer mandatario mencionó que se logró destruir e mito de que si se aumentaba el salario mínimo subía la inflación: “Se ha aumentado el salario como no sucedía en casi medio siglo y no hemos tenido problemas de inflación. Se nos engañó durante mucho tiempo”.

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  • Tortillas de maíz

    Tortillas de maíz

    Al recorrer tres cuadras en San Miguel de Allende, Guanajuato, me sorprendió ver precios muy diferentes de un kilo de tortillas de maíz. Visité tres establecimientos mercantiles, el primero fue el restaurante El Mota Bautista, donde el kilo de tortillas se puede adquirir por 40 pesos. El segundo fue la Tortillería Contreras. Allí el precio por kilo de tortillas está en 24 pesos. El tercer lugar, se trató de la tienda City Market, donde el precio es de 16.50 pesos, por cada kilo de tortillas de maíz.

    En el primer caso, pregunté a las hermosas señoras que estaban preparando estos deliciosos alimentos ancestrales, si utilizaban harina de maíz comercial. Amablemente me respondieron que ellas preparaban el nixtamal, para después elaborar las tortillas con masa fresca. Este proceso prehispánico, justifica plenamente su precio, en virtud a su método que va desde la siembra del maíz, hasta la elaboración artesanal de cada una de las tortillas. 

    Por lo que hace al segundo negocio visitado, el precio es muy semejante a de otras tortillerías, donde sus productos son hechos con harina de maíz comercial y maquinaria especializada. En estos negocios, la utilidad ideal es del 30%. Si a 24 pesos le restamos este porcentaje de esta ganancia, el resultado es de 16.8 pesos. Esta cantidad es casi igual al precio del kilo de tortillas en la tienda de lujo City Market. En este supermercado podemos encontrar un kilo de carne Kobe en 9 mil 990 pesos y una botella de vino Le Pin, en 95 mil pesos. Entonces, ¿por qué vender al costo o por abajo del costo el kilo de tortillas de maíz?

    Personas del City Market de San Miguel de Allende, me confiaron que la harina utilizada para sus tortillas de maíz es de la marca MASECA, producida por la empresa GRUMA. Esta es una multinacional que domina el mercado mexicano, con una participación de poco más del 69%. Su distante competidora MINSA, ocupa el 21% del mercado en nuestro país. Esta última, pasó a manos de particulares en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. De esta manera, el Estado mexicano perdió la capacidad de poder incidir directamente en el precio de la harina de maíz.

    Además de México, GRUMA tiene ventas en los Estados Unidos (EU), Centroamérica, Europa, Asia y Oceanía. Sus ventas netas en el segundo trimestre del 2022, ascendieron a 1,337.4 millones de dólares, con un crecimiento de 19% respecto al mismo trimestre de 2021, según datos de su propia página en internet. Con este inmenso poder, GRUMA arroya a sus microcompetidores, vendiendo a costo sus tortillas en supermercados, o al menos al estar de acuerdo en que así lo hagan los dueños de estas poderosas corporaciones. 

    No es casualidad que las tortillas de maíz se encuentren siempre hasta el fondo del súper. Para llegar a ellas, hay que pasar por pasillos llenos de mercancías que quizá compremos de manera impulsiva, sin haber planeado esa adquisición. En base a esto, podemos pensar que el bajo precio del kilo de tortillas en los supermercados, es una estrategia de venta general, donde los productos gancho se venden sin utilidad o por debajo de su costo de producción, para provocar ventas de productos que están a su alrededor. Esto perjudica de manera importante a los microempresarios dedicados a la producción de tortillas de maíz.

    La presencia dominante de GRUMA y MINSA en el mercado mexicano, les permite fijar el precio de la harina de maíz y por ende, de las tortillas. Ante esta realidad, es pertinente preguntarnos ¿en qué se basan GRUMA y MINSA para calcular sus precios? 

    Según datos de Elsevier, empresa de análisis de información global, GRUMA y MINSA no basan sus precios en sus costos de producción, sino en los precios de EU. Esto les genera enormes utilidades, toda vez que los gastos de producción son más elevados con nuestros vecinos del norte. El crecimiento de la oferta de harina de maíz desde los años 50 hasta el año 1996 del siglo pasado, se explica principalmente por la sustitución de masa fresca por la harina de maíz, producida por GRUMA, MINSA y algunas otras empresas con ventas marginales.

    Ante este fenómeno, existe una inmensa oportunidad de trabajar de la mano de los campesinos mexicanos, implementando procesos artesanales a sus cosechas, para que no sean vendidas solo como materia prima. Máxime cuando hemos alcanzado la autosuficiencia en el maíz blanco y mientras nuestro sector agrícola se encuentra en constante crecimiento, gracias a programas como los de producción para el bienestar, producción para el autoconsumo, fertilizantes gratuitos y precios de garantía.

    La participación de GRUMA y MINSA, en el Acuerdo Contra la Inflación y la Carestía, a iniciativa del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es una buena señal, de que estas poderosas empresas pueden entender el nuevo Humanismo mexicano. Perjudicar a los microproductores de tortillas de maíz, por una simple estrategia comercial que podría revertirse y volverse perjudicial, no vale la pena.

  • Señalan tortilleros a Maseca y Minsa de imponer alzas de precios sin ningún precedente

    Señalan tortilleros a Maseca y Minsa de imponer alzas de precios sin ningún precedente

    Grandes empresas de harina en el país incrementaron el precio de la tonelada de harina de maíz hasta en mil 500 pesos el pasado junio, algo que ha afectado en gran medida al costo del kilogramo de tortillas, alimento considerado básico en familias mexicanas.

    Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), indicó que desde el inicio de la segunda mitad del presente año la industria liderada por Maseca y Minsa ofrece la tonelada de harina en un rango de 14 mil a 17 mil pesos, una importante alza en un contexto de altos precios para las tortillerías.

    Ambas empresas suben considerablemente el precio de la harina de maíz con cualquier pretexto, ya sea por el aumento de los combustibles o por la guerra en Ucrania, siempre hay alguno y no corresponde a la realidad, hacen al menos dos incrementos de precio al año, agregó Blanca Mejía de la campaña sin Maíz no hay País y de la Alianza por la Tortilla.

    López García, representante de más de 60 mil tortillerías en todo el país, reveló que la variación de mil 500 pesos es muy elevada si se toma en cuenta que anteriormente las alzas eran de entre 300 y 400 pesos e, incluso, en años complicados se llegaron a registrar alzas hasta de mil 300 pesos, pero se daban en tres partes a lo largo del año.

    Explicó que tradicionalmente las harineras ajustan sus precios a finales de año, por lo que no se descarta que en diciembre se dé un nuevo incremento.

    Este lunes el gobierno federal responsabilizó a Maseca –subsidiaria de Gruma– por el incremento en el precio de la tortilla en meses recientes, ya que se trata del “actor preponderante” en este mercado.

    La postura de Profeco

    El comportamiento al alza en el precio de la tortilla está relacionado al precio que proporciona Maseca, dijo procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, quien presentó una gráfica que describe la situación en los últimos meses del precio de ese producto.

    El comportamiento en tortillas está directamente relacionada al precio que da Maseca; y, por ahí hay algunos fenómenos económicos que le va a interesar mucho estudiarlos a la Cofece” (Comisión Federal de Competencia Económica), dijo el procurador en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Comentó que algo no está funcionando bien en el caso de Maseca, con la forma en que se comportan sus precios y cómo ese actor preponderante en el mercado nacional, “orilla a la mayoría de tortillerías del país a aumentar el precio, aunque baje el precio del maíz”.

    El 80% de las tortillas provienen de las miles de tortillerías que hay en el territorio nacional, mientras que las tiendas de autoservicio abastecen el 10% de la demanda, y otro 10% de familias que las preparan en casa, sobre todo en las zonas sur y centro del país.

    Con menor participación en el mercado, la marca Minsa ha respetado precios; tiene un comportamiento más parecido al que tiene la tonelada de maíz.

    El procurador indicó que, en los últimos meses hubo un mercado “muy errático” con una tendencia al alza, aunque afortunadamente en agosto se empezó a ver una ligera tendencia a la baja, como proyección.

    En tortillerías, el kilo de tortillas fue en promedio de $20.80 pesos, con corte a julio.

    En tiendas de autoservicio se registró en julio una tendencia a la baja, que continúa en  agosto; el precio promedio la semana pasada fue de $12.90 el kilo.

    Sobre el reporte semanal Quién es Quién en los Precios de Productos de Primera Necesidad, el procurador informó que la región Sur tiene el precio más económico de todo el país de los 24 productos de mayor consumo entre las familias mexicanas, donde Bodega Aurrera en Orizaba y Soriana Híper en Centro, Tabasco, están a la cabeza, de $911.60 y $928.38 pesos, respectivamente.

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  • ¡A defender la tortilla natural!

    ¡A defender la tortilla natural!

    Hace 10,000 años nuestras culturas prehispánicas domesticaron al tatarabuelo del maíz como hoy lo conocemos para el beneficio de los mexicas y del mundo. El Dios Centéotl, el maíz, nos ha alimentado por muchas generaciones. Somos tortilla y el  maicito está en nuestra carne y nuestra sangre. Las amamos, decoramos,  sacralizamos, consumimos todos los días y de muchas formas.

    En una realidad paralela a la citadina, al centro de la mesa de doña Erika, está la pila de tortillas calientitas que ella tortea dos veces al día. Su marido y sus siete hijos esperan con mucho respeto sentados alrededor, para iniciar un ritual de sumo agradecimiento por esta bendición que les permite vivir saludables y con energía.

    Estas tortillas recién hechas huelen a tierra, a campo a planta recién cortada. Saben a cielo, a flores, a sol, a dulce. Son naturales, ellos mismos siembran la semilla, la seleccionan, la  cuidan, la riegan. Más adelante deshierban, desgranan, muelen. Es un proceso largo, de mucho trabajo y poca certeza y que justo empieza este mes de abril. Para una buena cosecha y lluvias abundantes se requiere la ayuda durante casi todo el año, de santos como San Andrés, San José, San Isidro, San Juan y por supuesto de la Madre Tierra. Es una cosmovisión sagrada, un culto ancestral. 

    Esto es ya casi un privilegio que sólo ocurre en las comunidades y pueblos que a pesar de todo, se han aferrado a sus costumbres y siguen trabajando la tierra. Sin embargo,  en muchas ciudades del país, esa mística del México profundo se ha reducido a la triste realidad que representa una tortilla sintética, modificada, insípida. Tortillas pirata manufacturadas por Maseca y Minsa, dos empresas que cotizan en la bolsa de valores y que nacieron con la privatización de la paraestatal Miconsa en 1993. Sí, en el periodo de Salinas de Gortari.

    Con esta visión de la harina de  maíz como un mega millonario negocio global y sustentable (tramposos términos neoliberales) la calidad de la tortilla se ha deteriorado a tal grado, que ahora francamente ya no se sabe qué es en realidad lo que uno está comiendo. En 2019  la Asociación de Consumidores Orgánicos hizo un análisis de estas harinas y  encontró la presencia de maíz transgénico, así como altos niveles de glifosato, químico herbicida probablemente cancerígeno.

    Por ello, es fundamental para la salud de los mexicanos, que se apruebe la norma oficial  NOM 187 que se ha tratado de impulsar en estas semanas. Esta propuesta busca defender a la tortilla tradicional frente a la masa de harina de maíz industrializada. Contempla clasificar a las tortillas en tres tipos: 100% maíz, de harina de maíz  y combinada. Dichas clasificaciones deben estar visibles en etiquetados, anuncios y en las tortillerías para una compra informada. Además, se prohíbe el uso de colorantes, blanqueadores o cualquier otro aditivo adulterado o dañino para la salud y se pretende especificar cuando se trate de Maíz Nativo.

    Sin embargo, el problema es complejo. Homero López García, líder del Consejo Nacional de la Tortilla integrado por  alrededor de 180 mil tortillerías en todo el país, fijó su postura en contra de la NOM 187. El dirigente en realidad se ha dedicado  a criticar y a ir a contra corriente. Al inicio de la administración del gobierno actual, el jefe del Consejo pedía a gritos una norma para la tortilla. Incluso insultaba al Procurador Federal del Consumidor Ricardo Sheffield llamándolo cobarde y metiche. Ahora rechaza la iniciativa con la excusa de  que va a encarecer aún más el precio del producto como si de eso dependiera.

    El debate y la información de esta norma fundamental, ha pasado de noche por los medios conservadores y los contados comentaristas que se han ocupado de ella, se han unido a la postura en contra, de Homero López García. ¿Coincidencia? No lo creo.

    Al margen de si  se aprueba o no la NOM 187 lo que va a evitar que sigamos consumiendo veneno, es la labor que está realizando el presidente Andrés Manuel López Obrador quien en el 2020 aprobó un decreto con el cual se eliminará en el territorio azteca el uso del glifosato y del maíz transgénico. Así mismo, también expidió la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo. 

    El presidente de México es nuestro mejor aliado. Hace algunos días en La Mañanera dijo categórico que “No se va a hacer negocio con la salud del pueblo” y que es fundamental impulsar la siembra del maíz para garantizar la soberanía y la salud alimentaria.

     A nosotros como sociedad civil organizada nos toca exigir al poder legislativo que proteja al Maicito tan apreciado por los mexicanos y a las empresas de alimentos ultra procesados, demandarles el cumplimiento de sus responsabilidades en lo concerniente a respetar uno de nuestros más básicos derechos humanos.