Un agente federal de EUA intentó sobornar al piloto de Nicolás Maduro para detenerlo, pero el plan no tuvo éxito.
Un relato digno de una serie de televisión se desarrolla en torno a los intentos de Estados Unidos de arrestar al presidente venezolano, Nicolás Maduro. Edwin López, un agente federal, ideó un plan para desviar el avión de Maduro y llevarlo a un país donde pudiera ser capturado.
La propuesta incluía sobornos millonarios al piloto del presidente. Esta operación cobró vida cuando un informante llegó a la embajada estadounidense en República Dominicana en 2024. El informante tuvo información sobre las aeronaves de Maduro, que llamó la atención de López.
Sin embargo, el piloto no accedió a participar en el plan y desestimó la oferta, afirmando que “los venezolanos no somos traidores”. Esta respuesta frustró las intenciones de López y puso fin a la operación.
Recientemente, el gobierno venezolano reveló que había desarticulado un complot de la CIA, relacionado con un ataque al buque estadounidense USS Gravely en Trinidad y Tobago. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, confirmó la detención de cuatro individuos vinculados a este plan.
Mientras tanto, la tensión entre Estados Unidos y Venezuela sigue aumentando. Buques de guerra estadounidenses se encuentran activos en el Caribe bajo un operativo que el gobierno de Maduro califica como un intento encubierto de derrocarlo. Maduro considera que estos operativos buscan robar su petróleo y recursos naturales.
En medio de estas maniobras, la producción de petróleo en Venezuela ha superado el millón de barriles diarios. Esto representa un incremento respecto a 2024, aunque las ventas se realizan a precios con descuentos significativos debido al embargo impuesto por EUA en 2019.
Venezuela ha logrado salir adelante, gracias a su habilidad para sortear el embargo. Sin embargo, esta situación plantea futuros escenarios complicados, que varían desde una invasión militar hasta una negociación que mantenga a Maduro en el poder.
Las autoridades estadounidenses reconocen que podrían seguir otorgando licencias a empresas petroleras a pesar de la presión que se ejerce sobre el gobierno de Caracas. Así, la crisis entre ambos países avanza, mientras el petróleo venezolano sigue fluyendo hacia el mercado global, especialmente hacia China. (Con información de AP).

