Cinco facultades y dos CCH de la UNAM han suspendido actividades presenciales tras amenazas de extremistas incel; la FES Cuautitlán Campo 4 fue desalojada y se aplicaron protocolos de seguridad.
Este martes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) vivió momentos de tensión ante una amenaza de bomba en la FES Cuautitlán Campo 4, ubicada en Cuautitlán Izcalli. Ante el riesgo para la comunidad estudiantil, las autoridades activaron protocolos de seguridad por lo que desalojaron el plantel y suspendieron actividades presenciales.
La medida se suma a la decisión de al menos cinco facultades —Economía, Derecho, Química, Arquitectura y FES Zaragoza— y dos Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) —Naucalpan y Vallejo— de impartir clases de manera remota, como respuesta a amenazas similares difundidas en redes sociales por miembros de comunidades radicalizadas incel.

El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, aseguró que la institución no está rebasada y que se afinan los protocolos de seguridad en todos los planteles. Estas amenazas se han originado en el contexto de recientes hechos violentos, como el asesinato de un estudiante en el CCH Sur por parte de Lex Ashton.
Los extremistas incel, grupos virtuales que promueven odio misógino y violencia, han alertado con mensajes que incitan a ataques en varios planteles, lo que ha generado inquietud y miedo entre estudiantes y profesores. Las autoridades de la UNAM mantienen un diálogo constante con la comunidad para implementar medidas preventivas: detectores de metales, cámaras de vigilancia, centros de monitoreo y brigadas de seguridad.
Estudiantes han expresado su preocupación por la radicalización en línea, que ha convertido el campus en un espacio de riesgo, afectando tanto la integridad física como la salud mental de quienes acuden a clases. La UNAM continúa evaluando la situación y reforzando las medidas de protección, con el fin de garantizar que las clases presenciales se retomen de manera segura cuando las condiciones lo permitan.
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