Categoría: José García Sánchez

  • PAN con lo mismo

    PAN con lo mismo

    Qué sería de los medios convencionales sin el PAN. La mayoría de los espacios dedicados a la política los acapara ese partido, sus militantes, sus legisladores, sus militantes. Ninguno de ellos tiene una propuesta que valga la pena analizar o reflexionar, menos aún aparecer en espacios destacados de los medios. 

    Sin necesidad de una encuesta, la cantidad de declaraciones de panistas en los medios convencionales satura la oferta informativa y permite asomarse al vacío que tiene no solo en sus filas sino en sus ideas.

    Por si esto fuera poco, tienen espacios como columnistas, articulistas, comentócratas y conductores de programas que nada aportan a nadie, ni a su lucha ni a ellos mismos. Sus contenidos son repetitivos, más aún cuando su propuesta está basada en el pasado.

    Buena parte de la derrota extraelectoral de los panistas fue su sobreexposición en los medios. Sus declaraciones son las mismas, sus conceptos, sus enemigos, sus críticas. Se plagian a sí mismos. Veinte personas dicen lo mismo, todos militantes del PAN, no permiten que haya reflexión sino juicio sobre su manera de ver la realidad con amargura.

    El PAN tiene en los medios una tribuna segura, sin límite de tiempo ni de contenidos. Porque en tribuna parlamentaria el PAN se excede de tiempo y toca temas que son, por lo regular, comentados fuera de tiempo, de espacio, de agenda. Abordan debates que no están en la mesa y propuestas que nunca alcanzan la solidez necesaria para ser discutidas.

    Los panistas muestran su desesperación a través de las declaraciones que los medios les ofrecen y dentro de este espectro informativo llama la atención un ejemplo de la manera en que practican la política los panistas con una mentada de madre desde la tribuna del Congreso de Chihuahua, a través del líder de la bancada panista en la entidad, Alfredo Chávez Madrid.

    Ante la carencia total de argumentos, el coraje que les impone no tener la razón, la impotencia de carecer de conocimientos para debatir, y el rechazo de la población, producen los insultos como único recurso de decirle al mundo que existen.

    Con conductas como la de este diputado chihuahuense, los berrinches públicos de la senadora Téllez, el retraso mental de Xóchitl exhibido hasta la saciedad, la ignorancia supina de Kenia, la corta inteligencia del senador Marko y la retahíla de delitos que carga Jorge Romero, arroja un diagnóstico que no admite equivocación: el PAN está en su peor momento.

    Esto lo sabe la prensa, pero de no ser tomado en cuenta por los medios, cuya forma de informar también muestra su envejecimiento, el discurso difundido de los miembros de ese partido cuestionan al gobierno, así hablan mal de la administración pública a través de los panistas, otorgando espacios a la oposición, de esa manera se lavan las manos y evitan en choque frontal con las autoridades y tienen la posibilidad de seguir solicitando aumento en convenios de “publicidad”.

    El PAN en general habla con si tuviera la verdad en la mano, como si todos, menos ellos, estuvieran equivocados, como si fueran mayoría, como si tuvieran calidad moral, y como si estuvieran muy lejos de perpetrar delitos.

    La autoridad que aparenta su discurso esconde la fragilidad de su situación, es como una mentada de madre en el desierto de las ideas. El insulto, la descalificación, la exigencia de renuncia, la diatriba, el reto a golpes, se multiplican y suben de tono mientras su fuerza real como partido y como representantes de la derecha en México, disminuye considerablemente.

    En 12 años en el poder hicieron el mismo daño a México que el PRI en 100. Muertos, corruptelas, niños quemados por negligencia impune, desempleo, devaluación, corrupción, sumisión al extranjero, apertura total al crimen organizado, vinculación con las mafias, incluyendo al tráfico de personas, etc.

    La derecha real no está representada por ellos, quienes quieren rescatar sus privilegios en los que menos pensarían para representarlos serían los panistas.

    El desamparo de los panistas en México fue mostrado públicamente cuando empezaron a ser continuos los viajes al extranjero, desde la OEA hasta el rey de España, eran visitados para solicitar ayuda ante el rechazo de la derecha profunda, que les dio la espalda por carecer de fuerza no sólo en el discurso, o en la militancia sino en el debate y en la aportación de ideas, pero sobre todo en la efectividad de sus acciones.

    A la derecha profunda no le interesa si sus representantes ante el mundo real están dentro de la legalidad o no, lo que quieren son prácticas determinantes que les beneficien, el PAN ha abandonado esa lucha para quedarse como un club de amigos que se engolosinaron con pequeños negocios de su cúpula.

    El PAN es un cascarón vacío, un membrete sin más fuerza que la otorgada por los medios convencionales que encuentran en las declaraciones de sus miembros la única manera de llenar los espacios de sus medios.

    El PAN ni siquiera llega a ser oposición seria, es un grupo de provocadores que cuentan con inercia de un partido conservador y algunos, ante la ausencia de opciones, votan por ellos pero no los oyen, ni conocen sus propuestas, solo son rostros hablando incoherencias que prefieren no atender.

  • El PAN pierde todo

    El PAN pierde todo

    Mauricio Kuri, gobernador panista de Querétaro tiene todo el derecho a decir que no voten por Morena, como alguien de Morena tiene el derecho a pedir que no voten por el PAN, pero con la diferencia que no es necesario que el partido en el poder pida algo que ya está haciendo.

    La gente ya no vota por el PAN, cuyas simpatías populares van en declive y nadie las detiene. Al mismo tiempo, la militancia panista no ha crecido sino todo lo contrario. Un anuncio como el que hace el gobernador de Querétaro es un llamado de auxilio. Es el grito de alguien que ve que su barco naufraga.

    Sabemos que cuando se acabe de hundir la trajinera del PAN, uno de los primeros que va a tocar las puertas de Morena será Mauricio Kuri. Tiene amigos en Morena y si todavía milita en el partido en el poder Ricardo Monreal seguramente le dará la bienvenida como a todo náufrago que viene de otro partido.

    El hecho de que Mauricio  Kuri haya sido beneficiado por el gobierno de Morena, es algo casual, que no le impide defender su partido hasta el momento que considere necesario, lo que sí es urgente es advertir de la creciente falta de contenidos de un discurso panista que, para llenar huecos, tenga, en esa petición, una manera de darle solidez a sus palabras.

    La oposición en general y el PAN, en particular, no se ha caracterizado por tener oradores y menos aún discursos memorables. Sus declaraciones más sentidas en realidad se colocan del lado de la comedia, como aquel discurso de Santiago Creel dirigido a Andrés Manuel López Obrador en el que le aseguraba que si tocaba a un panista los tocaba a todos, a punto del llanto o del vómito.

    Los panistas mauricios Kuri y Vila son los más cercanos a Morena, uno en funciones, el otro ex gobernador de Yucatán. Nunca protagonizaron enfrentamientos con Morena  por más que pudieran esperar sus líderes un choque.

    Querétaro es, junto con Nuevo León, serán derrotadas por arrebatadas a la derecha para integrase en 2027 a la mancha guinda que crece en el país. 

    Acción Nacional tiene en sus militantes y líderes a sus peores enemigos, y la gente lo percibe como un partido que va de salida, no sólo por la falta de votos o de militantes sino por su manera de gobernar que pertenece, no al siglo pasado sino al antepasado.

    Su defensa a la vida, una de sus consignas clásicas, no se modernizó y sigue atorado en la lucha por prohibir el aborto, tanto que ya la naturaleza humana fue transformada por ellos, quines aseguran que los niños en México nacen a los 10 meses de embarazo.

    Con un líder corrupto que debería estar en la cárcel y senadores que están más cerca del delito que de la democracia, el PAN no puede hacer mucho por sí mismo y quiere tener contrincantes, lo cual, en su actual posición, es todo un lujo que no puede darse.

    Hay varios panistas presos, algunos investigados, otros huyendo de la justicia y otros más amparados en el fuero para evitar la cárcel.

    El PAN exige una refundación, que dejaría a muchos fuera del partido, si tomamos en cuenta que apenas y cubre su cuota mínima de militantes, lo que podría ser una refundación se convierte en una desaparición, porque se quedaría sin registro.

    El PAN está entrampado, lo único que le queda es gritar contra el contrincante para que no crezca más ya que en lugar de avanzar en las elecciones retrocede.

  • Oposición naufraga en la especulación

    Oposición naufraga en la especulación

    Los medios y la mayoría de sus trabajadores muestran que no están acostumbrados a investigar ni saben lo que esto implica. Lo que anteriormente era investigación no era otra cosa que información filtrada por los propios políticos a sus comentaristas, disfrazados de columnistas.

    La confusión es la manera que tiene la oposición de ganar espacios, muestra de una decadencia irreversible de la que ni siquiera tiene conciencia. La especulación es el nuevo género periodístico que practican los medios, otorgando a los miembros de la oposición su libre versión sobre la realidad que a ellos les gustaría que sucediera.

    La decadencia de la oposición encajó a la perfección con el hábito del periodismo convencional de México que miente en cada línea que escribe y cada frase que pronuncia. La necesidad de mentir para sobrevivir embonó en la oposición y un periodismo insulso. La decadencia lo hermana y como reloj fuera de tiempo, se ubican en la comedia más que en la tragedia que dicen vivir.

    Los periodistas en México siempre han mentido, los medios han recibido un permanente subsidio que le garantizaba al gobierno una imagen de decencia y trabajo; sin embargo, la oposición se volvió completamente parasitaria, cuando tenía que esforzarse un poco más por obtener triunfos en las urnas y al mismo tiempo que se refugiaba en los plurinominales, hacía negocios aprovechando relaciones, y jueces que su posición le brindaba. Dejaron de hacer campaña, y las redes fue la única manera de darse a conocer como candidatos.

    El descrédito que acompaña la agonía corroe paralelamente los dos organismos al mismo tiempo, como si se tratara de un cáncer en etapa terminal. La derecha y el periodismo, uno extensión del otro, según la ocasión, caminaron de la mano por la historia de México, con la misma suerte, con lo mismos vicos con los mismos síntomas de descomposición.

    Si la conciencia pudiera albergar una enfermedad seria como el cáncer, los medios convencionales y los conservadores mexicanos estarían viviendo dolores inenarrables, pero como sólo es cuestión moral, la mala fama no duele aunque sus efectos les hayan hecho mucho daño al país.

    La falta de interés por la capacitación para sobrevivir dentro de sus respectivos gremios, la política y el periodismo, creó improvisados al frente de sus respectivas ocupaciones. Aunque lograban engañar que eran expertos y su palabra era una verdad absoluta, hasta que sus excesos, producto de la creciente conciencia de la gente, empezaron a mostrar la verdad, como cuando un diamante, oculto por el lodo de la corrupción, empieza a caérsele la tierra y surge la verdad con brillo propio.

    La práctica de la mentira cotidiana volvió demagógica la actividad política de los conservadores y también al periodismo conservador. La 4T hizo de los líderes de la oposición reporteros que dan en los medios su versión sobre el país con total libertad, incluso con total impunidad; y los medios se convirtieron en partido político, con una bandera conservadora que no pueden ocultar. Esta fusión sólo lo desenmascara, han sido lo mismo toda la vida, pero la diferencia estriba en que la gente creía que lo emitido en  diarios y noticiero, era la verdad, o por lo menos un reflejo torcido de la realidad, cuando sólo era propaganda.

    Nunca los medios han transmitido la realidad, ni los líderes poseen vocación, ni los periodistas respetan a la población, ni la verdad es el insumo más importante en sus transmisiones.

    Los periodistas balbucean para describir una realidad que siempre rechazaron y no encuentran más que especulaciones para explicar el mundo. Narran una historia distorsionada de acuerdo  los intereses del pasado para justificar que lo fraudulento son los contrincantes y no ellos.

  • La oposición dice ser mayoría

    La oposición dice ser mayoría

    Los ataques de histeria en el Senado por parte de los miembros de la oposición se han intensificado y no es por falta de medicamentos como dicen ellos, sino que parte de una coordinación, en todos sus frentes, para allanar el camino para un golpe de Estado blando en México.

    Los asesinatos preelectorales en Veracruz contra candidatos, algunos de ellos perpetrados por un asesino a sueldo, y la presencia de los profesores de la CNTE en la calle de la capital del país, la difusión de los medios sobre un supuesto y fantasioso dominio de Estados Unidos sobre el gobierno de nuestro país, algo anuncian.

    Las condiciones deben estar dadas y sólo faltaría el incidente coyuntural que lo haga estructural.

    Los medios no dejan de otorgar espacios destacados a lo rumores, montajes y especulaciones de la oposición como si fueran ciertos. El Poder Judicial está en una etapa de transición que le produce incertidumbre a la oposición, porque todavía tienen la esperanza de que podrán tener ahí, por lo menos, un área del conservadurismo con lo viejos vicios de los judiciales corruptos.

    La prueba está en la jueza, Jovita Vargas Alarcón, que impide que el ex gobernador de Michoacán, del PRD, Silvano Aureoles, sea detenido indefinidamente.

    Los medios tienen bien puestos lo pertrechos y preparan mentiras y montajes desde los laboratorios de los comentócratas que alguna vez tuvieron credibilidad y ahora solo les queda el nado sincronizado para poder tener presencia social, pero ya no más influencia política.

    Los empresarios les apuestan a los dos bandos, como siempre. No quieren perder ni correr riesgos y para eso tienen suficiente dinero como para parecer que están en medio de una lucha que nadie puede esconder.

    Para no equivocar la inversión es bueno gastar en el siguiente paso, un golpe de Estado que nada tenga que ver con leyes ni juicios, ni legalidad y menos aún con la democracia.
    En tiempo de saber no sólo de dónde viene el dinero de los poderosos sino a dónde va.

    No se requiere de un bipartidismo convencional para ver que las posturas de la población están divididas, pero no equitativamente como quieren hacerlo creer lo medios. La polarización es el choque entre dos fuerzas, no necesariamente iguales.

    Hay una desproporción en el enfrentamiento de un universo de 80 por 20, la mayoría armoniza con el gobierno, y, la oposición, es decir una minoría que no llega al 20 por ciento, se radicaliza hasta el extremo.

    Cuando los medios y sus esbirros hablan de una sociedad dividida, quieren hacer creer que al dividir se parte en dos partes iguales, que hay equilibrio de fuerzas. No es real dicha apreciación.

    Hay un 80 por ciento de población que está a gusto con el gobierno, contra un 15 por ciento que no, y un cinco al que no le interesa estar a favor o en contra, apatía heredada de la manipulación de regímenes anteriores, que, si bien disminuyen u integrantes, lo hacen lentamente.

    La intentona que prepara la derecha dejará al descubierto rostros que han estado ocultos en el aparente anonimato y que no han dado color respecto a sus preferencias políticas, de tal manera que prefieren esperar escenarios más seguros para actuar antes de quedarse al descubierto en medio de la derrota.

    Lo que hacen se concentra en Veracruz para ensayar lo que puede convertirse en un golpe de Estado blando nacional, ahí se refleja también una población heterogénea y una gran extensión de territorio. Con todos los segmentos sociales representados y una muestra evidente de la inexistencia de la oposición, donde puede llevarse a cabo una serie de experimentos ya iniciados.

    Por ejemplo, uno de los partidos políticos con mayor subsidio del extranjero, en complicidad con portales de noticias que también están en la nómina de las asociaciones estadounidenses de donaciones, es Movimiento Ciudadano, con militantes muy activos en los medios. Cuando no declara Máynez, lo hace el adicto de Colosio, hasta sus mediocres legisladores, todos contra el gobierno de Veracruz, contra la gobernadora y Morena.

    En estos días Veracruz se convierte en el corazón de la política del país. La oposición cree encontrar el sitio ideal para operar, incluso a sangre y fuego, un proyecto de mayores proporciones como la manera más rápida y segura de rescatar sus privilegios.

  • Medios, manipular para dominar

    Medios, manipular para dominar

    Los llamados líderes de opinión pasaron de saberlo todo en política a no saber nada. Esto no tiene nada que ver con su grado de estudios, aunque sí influye.

    La política ha cambiado, pero son incapaces de encontrar el punto donde surge el cambio. Su sabiduría de la política dependía de la información, de primera mano, que les daban los políticos en desayunos y comidas donde compartían el polvo y la sal.

    Se vivía en un sistema clásico de dominio, donde una minoría manipulaba a la mayoría, a través de los medios, utilizando gente que no era ni de la mayoría ni de la minoría sino provenientes de un segmento de la población moldeable, dócil, dispuesto a todo para alcanzar a ser como los miembros de la minoría que los mantiene.

    Se aplicó una serie de estudios e investigaciones sobre la manipulación, que arrojó la creación de capillas y cofradías que se adhirieron al poder, el rechazo por el pueblo que les motivó a unirse a la minoría conservadora perdura hasta ahora.

    Los comunicadores siguieron por su camino, los ilustrados se convirtieron en intelectuales orgánicos y la minoría seguía dominando y manipulando, todo funcionaba de acuerdo a lo planeado en el salinato, cuando los posibles críticos del sistema fueron adoptados como sus consentidos y elevados al rango de intelectuales. Así, los cambios eran superficiales solo aplicados para que el sistema no mostrara su senectud.

    Difícil no volverse viejo con una visión del mundo anacrónica, pero siguen funcionando, con programa cada día menos exitosos y mediocres conductores que carecen de credibilidad.

    Finalmente los cambios en la política no sólo fueron lógicos sino anunciados, aunque algunos quieran ganar tiempo en digerirlo, aparentando sorpresa, nunca creyeron que se acudiera la historia después de un siglo de manipulación producto del maridaje gobierno- medios.

    El análisis político no existía ni la cultura política en los medios y menos aún la investigación, que era el disfraz que adoptaba el comunicador para golpear a los enemigos del funcionario que le pagaba, en el cual había datos verdaderos y falsos, para darle congruencia a la diatriba.

    Los periodistas llamados de primer nivel son famosos, pero no certeros, conocidos en los medios convencionales pero carecen de credibilidad, intentan ser los buenos de la película de la información convencional que ha hecho tanto daño a México.

    Su poca ilustración académica habla de que nadie los eligió como comunicadores, analistas o comentaristas por estar preparados o por ser inteligentes sino por ser obedientes, sumisos.

    Más de un siglo llevó al periodismo mexicano y a la población, a darse cuenta de que el color con el que miran la realidad no la reflejaba en los medios, sino una interpretación.

    Es decir, si la clase dominante tenía en sus manos a los medios, la realidad que se reflejaba era la que esa gente quería que se difundiera como verdad absoluta. Nunca de advirtió sobre la existencia de una interpretación, al contrario, se habló, y con insistencia, de objetividad en el periodismo, para darle cuerpo sólido a esa endeble interpretación.

    Para sostener esa interpretación como realidad necesitaba de persona que no pertenecieran a la minoría y que, en su ambición por ser superiores a otros, escaparan, con instinto, de la mayoría. Esa es la raigambre de quienes, sobreviven con programas de medio pelo, nostálgicos del público que tenían y resentido con quienes culpaban de haberle robado su auditorio que consideraban patrimonio personal.

    Algunos llegan a arriesgarse al colocarse en la fila de la transformación, a quienes tarde o temprano se les descubre, como ha sucedido recientemente.

    Pero no es la única manera de identificarlo, sino su forma de trabajar, su narrativa, su estilo. Ante el desconocimiento del pasado político del país y la ignorancia total de la situación presente, laboraran diariamente con la especulación, único método para la narrativa que sustituye la vieja interpretación de la realidad.

    La especulación impone una nueva era en la comunicación de los medios convencionales y sus comunicadores, así lo muestran en columnas. Análisis, comentarios, libros, ensayos etc. convencionales que, además, temerariamente quieren ingresar a la transformación disfrazados de profesionales sin serlo y motivados más por sobrevivencia que por convicción.

    Lo medios se distanciaron de la realidad a causa de la interpretación que impusieron los intereses de los representantes del viejo poder que sólo se quedaron con dinero, pero sin relaciones en el gobierno para hacer producir ese dinero, porque con ello su rol de empresarios se derrumbó.

    El viejo régimen hizo a periodistas sin serlo, a empresarios sin serlo y a políticos sin vocación.

  • Gobernar para el pueblo

    Gobernar para el pueblo

    La oposición en México antepone la ideología del partido en el poder a la administración pública desde una perspectiva simplista. Es decir, somete al escrutinio popular la idea de que al no ser de derecha es de izquierda y, por lo tanto, toda izquierda se encamina al comunismo. El resto de las actividades del trabajo no importan, simplemente anular la labor de la 4T en aspectos que no sean los políticos.

    Al tomar posesión de los cargos de elección popular, en todos sus niveles, la ideología de los triunfadores en las urnas diluye su pensamiento político en nombre del ejercicio del poder. Afirman que gobernarán para todos por igual, pero nunca dicen que dejarán en el olvido su manera de percibir la realidad a través de la ideología en la que desarrollaron su vida política y gracias a la cual ganaron los comicios.

    Podrán separarse de las responsabilidades partidistas, pero no distanciarse de su manera de pensar, porque, de ser así, no tiene caso votar, ni por ellos ni por nadie. Porque la población vota por una manera de gobernar, de acuerdo con el propio lineamiento establecido en la historia y confirmada en la campaña. Esto implica una secuencia de hecho, propuestas, objetivo e ideales que deben ser congruentes con la ideología de los elegidos, esté o no dentro de las promesas de campaña.

    Consideran que gobernar para el pueblo lo excluye, porque ello no se consideran pueblo. Es más trascendente la congruencia con la forma de pensar política que con la apertura de puertas de par en par, a los conflictos que surjan durante el mandato, tomando en cuenta que en algunos casos forman parte de las consignas de los opositores, problemas que se disfrazan de nuevos retos pero que forman parte de una realidad artificial, que logran convertir en hechos reales, gracias a los medios a su alcance, que son los más antiguos, creados y criados por los gobiernos anteriores.

    Sacrificar la personalidad ideológica por la justificación del cargo es un atentado contra la democracia, por mucho que se insista en que debe gobernarse para todos, desde luego, pero este esquema tradicional tiene que ver con lo administrativo y no con lo político. Es decir, debe entregare de igual manera y con puntualidad, los recursos económicos, pero no permitir que los proyectos de la oposición influyan siquiera en el gobierno.

    La oposición en México ahora quiere que se gobierne para todos en lo político y, desde el gobierno, se otorguen espacios a sus ideas, propuestas, proyectos y ocurrencias, tratando de confundir a la población, con la idea de que al no haber un lugar para su injerencia, hay un régimen autoritario, incluso dictatorial, como lo han difundido desde hace algunos años.

    A la actual oposición en México hay que recordarle todos los días quién tiene el poder, dentro de la democracia, y aunque parezca obvio, que no olviden que perdieron las elecciones y no por poca diferencia. Reclaman como si el voto les hubiera favorecido pero a la hora del debate, dentro y fuera del Congreso, pierden no sólo la coherencia como ente político sino la razón y adoptan la tribuna como callejón de peleas de barrio.

    La oposición debe supervisar que se cumpla el mandato del pueblo, que se ejerza su voluntad, ese sería su principal objetivo como oposición, de su observancia y cuestionamientos depende la honestidad del partido en el poder, pero operan haciendo creer que tienen detrás a millones de mexicanos que apoyan sus proyectos que nadie conoce, con seguidores que nadie identifica.

    Uno de los más graves problemas de la oposición en el país es que no se sienten parte de la sociedad, se consideran más allá del bien y del mal, su superioridad es incuestionable, como si la pobreza fuera más contagiosa que la pandemia.

    No se trata de que cada quien haga lo que le corresponde sino que lo realice dentro de las reglas que el gobierno, elegido por la mayoría, impone, porque en un gobierno donde la oposición actualmente está impedida de influir en las reforma de las leyes y, para impugnar cambios o transformar la normatividad. Además, carecen de la preparación necesaria, como lo han demostrado los legisladores de la oposición desde septiembre del año pasado.

    Cuando se le habla de adquirir el hábito de la lectura por lo menos en el caso del conocimiento de las leyes que van a discutir, o en el estudio mínimo de la historia o, por lo menos en saber cuántos artículos tiene la Constitución, los parlamentarios de la oposición mostrarán su ignorancia, producto del desinterés hacia sus tareas.

    El reclamo permanente de la oposición sobre la imaginaria cercanía a la dictadura, por la fantasiosa proximidad al comunismo, la terca percepción de la concentración de poder, resulta injustificado.

  • Un espantapájaros llamado oposición

    Un espantapájaros llamado oposición

    Primero fue Xóchitl, luego Trump y al final Zedillo. Pareciera que la oposición los escogió, para liderarla ante la carencia de representantes dignos. Pero habrá que preguntarse qué tanto tuvo que ver Morena, sus funcionarios y líderes en la selección de esos efímeros y vulnerables enemigos.

    Aunque haya habido otros de segunda división como Daniel Noboa, María Corina Machado, y hasta Dina Boluarte, de Perú, lo Primero ofrecían más espacios en los medios. La condición es muy sencilla; ser enemigo de Morena, la presidenta y la 4T. Con eso basta.

    Al parecer los medios le hacen el juego a la oposición, aunque en el fondo quien responde el saque de pelota es la 4T. Si no le gusta el turno obliga al contrario repetir el saque. El caso más relevante fue el de la ex candidata del PRIAN, a quien, de manera pública fue inflada por el entonces Presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien no dejaba de nombrarla como la ideal para elevarse por lo aire y caer con el calor del sol, recordando que mientras mayor e la altura la caída es más peligrosa, incluso mortal.

    Así, uno por uno fueron desfilando por los medios, mostrando diferencias granes o pequeñas, tibios enfrentamientos, tímidos roces con la 4T, y de inmediato los adoptaba la oposición como propios apoyaban sus argumentos y retomaban a los medios como voceros, que no disimulaban el placer de encontrar nuevos opositores, con la esperanza de que ese sí pudiera desgastar a la 4T, no sin antes ser expresada su anuencia para enfrentarlos.

    La aparición de estos personajes no es muestra de debilidad de la oposición sino de la fuerza de la 4T, que se da el lujo de escoger a sus propios enemigos, porque sin ellos carecería de interlocutor para expresar sus ideas y debatir sus propuestas ante una oposición muerta desde meses antes.

    Morena sabe que debe recolectar enemigos para no quedare en el soliloquio político ante zombis, que se posesionaron del cuerpo de otros para destruir sin lograrlo.

    Los medios, por su parte, son los únicos competidores que no han reconocido su derrota ante la 4T, no son conscientes de que su credibilidad pasó a mejor vida.

    Si algunos diarios llenaron sus páginas con ataques reales o falsos, contra los candidatos de Morena, a grado tal de intentar deshacer su trayectoria y, a pesar de esto les ganaron, algo debe preocuparles. Lo mismo sucedió con los medios electrónicos, radio y televisión, que no se dan por vencidos, aunque las quiebras económicas, producto de su falta de credibilidad, le saquen el alma del cuerpo.

    Pasan de no reconocer su derrota a no darse cuenta de que están muertos. Tan fácil que sería para estos medios comparar su ingreso económico, el número de espacios pagados, la cantidad de auditorio de hace 10 años con el de ahora. Algo pasa frente a los ojos de todos que no perciben.

    Para los medios la mitomanía es una enfermedad mortal, incurable y con daños irreversibles. Los medios son la escenografía no el parlamento de la obra. El autor es el más fuerte, que escoge con quien pelear, porque para una pelea, por lo menos debe haber dos.

    Por eso la necesidad de adoptar enemigos, si de algo está carente la 4T es de verdaderos contrincantes, nacionales o extranjeros. El principal problema de sobrevivencia sería que se acostumbrara a no tener enemigos reales, porque cundo surjan, no lo advertirá.

    Los pronósticos simplistas aseguran que los enemigo del actual régimen están dentro, cuando en realidad, poco a poco, se van depurando las filas de Morena y los posibles traidores se exhiben solos, hasta colocarlos frente a los reflectores, que, al verse descubiertos niegan sus objetivos y prefieren alinearse incondicionalmente, callar como hábito y jurar lealtad hasta la muerte como prueba de vida, en Morena hay muchos de ellos con esa notoria conducta.

    Cuando la 4T no quiere a un enemigo como tal, lo ignora o negocia. Tiene la fuerza social suficiente para hacerlo con cualquier súper héroe del mundo sin necesidad de hacer escándalo. El apoyo popular le permite legitimar enemigos y hacer amigos con los de las filas contrarias.

  • Medio fuera de las campañas

    Medio fuera de las campañas

    La petición de la Presidenta de la República, de hacer campaña a ras de tierra, como lo hiciera Andrés Manuel y ella misma, sin derrochar dinero en espectaculares deja en entredicho el papel de los medios convencionales hasta colocarlos en el banquillo de los acusados o en el diván de la historia.

    Descubrieron el origen de la vulnerabilidad de esos medios, al mismo tiempo que al dejarlos sin el dinero del partido en el poder podría reflejarse en ellos no sólo la propaganda pagada de manera poco transparente sino la guerra sucia quedará al descubierto, o, por lo menos, será más fácil de detectar, así como el origen.

    Por primera vez en la historia de México los medios circularán sin el dinero del partido en el poder. Es un gran acontecimiento que cambiará la historia.

    “Si anteriormente ganamos con la prensa en contra, a pesar de comprar espacios, ahora debemos ganar con mayor fuerza con la prensa en contra, pero sin pagarles espacios”, reflexión obligada de Morena.

    La prensa convencional se convirtió en trinchera de los conservadores y pagar propaganda a favor de Morena sería alimentar al Minotauro de Creta para que siga devorando espacios, engullendo conciencias y vomitando opositores.

    En este momento los medios convencionales están más cerca del golpe de Estado que de la información profesional, motivo por el cual nutrir con pagos por espacio, es fortalecer al contrincante, favorecer la guerra sucia, nutrir la noticia falsa y alargar la agonía de los comentócratas mercenarios.

    Los medios tienen la obligación, por ley, difundir los spots de todos los partidos de manera gratuita, pero se acabaron las loas a los líderes falsos y las virtudes llenas de deshonestidades que se acostumbraban en la vida electoral del país se trata de otorgarle a la campaña y las elecciones la transparencia que el pueblo mexicano merece.

    Los medios han perdido credibilidad, su presencia en la sociedad sirvió para manipular a la opinión pública hacer una historia paralela y para lelos. La verdad no estaba reflejada en sus espacios, cualquiera de esos milímetros o segundos, tenía un precio, y a veces era muy alto.

    Sin propaganda a favor de los candidatos de Morena se erradica la confusión sobre la verdad y la mentira entre en los medios, además de dejar de percibir dinero por esta información.

    El público que consume medios convencionales lo hace porque no ha encontrado alternativa de información que les satisfaga, prefieren seguir con los mismos, antes de cometer el error de equivocarse.

    Más vale malo conocido que bueno por conocer, reza una fase que describe a los conservadores de cuerpo entero. El miedo a los cambios lleva consigo una buena dosis de desconfianza e incertidumbre que termina por anular lo nuevo. Hay conservadores que desearían vivir como hace medio siglo, con la rueda como último descubrimiento del ser humano.

    Ahí están las sectas del norte del país que viven sin luz eléctrica, o los fanáticos que niegan el progreso pero aprovechan la modernidad para echar agua a su molino, como sucede con la tribu de los LeBarón en Chihuahua, conservadores hasta el fascismo, pero utilizan la modernidad para agenciare agua, tierras, recursos naturales y ajenos y enriquecerse a costilla de los demás, principalmente de lo más vulnerables.

    La guerra sucia de los medios y a través de ellos, quedará al descubierto. Imaginemos que en los medios donde se difundió la guerra sucia contra Rocío Nahle careciera de referente en sus espacios, se verían en la necesidad de colocarla en la línea de fuego en u medio: Es decir, darle espacio en su medio para que hubiera antecedentes de su enemigo. No pueden dispararle a un fantasma.

    Así, quedan lo medios convencionales al desnudo, mostrando el esquema de sus trampas y el evidente anacronismo de su existencia, extraviado en el marasmo de su mitomanía..

  • El cadalso de la oposición

    El cadalso de la oposición

    Los veracruzanos tienen la oportunidad de darle el tiro de gracia al pasado el primero de junio, su importancia electoral dibuja el futuro de una verdadera transformación, que la oposición no permite desarrollar con legalidad.

    PRI y PAN viven el peor momento de su existencia, en lugar de formar parte del gobierno como oposición sabotean todo lo que proviene del gobierno, colocándose cada día más al margen de las decisiones trascendentes.

    Saben que no tienen lo voto y la voz que le queda para protestar la aprovechan para descalificar en lugar de someter la discusión al mundo de las ideas, se encaminan por el rumbo de la pelea callejera.

    Ambos partidos tienen en el pasado el único insumo político que pudieran colocar sobre la mesa para exponer ideas y dar a conocer propuestas en el presente. El PAN suspira por el seguro Popular, las guarderías de tiempo completo, el sobreprecio de las medicinas, etc.

    El PRI quiere que lo que aprobó en el pasado, sea cancelado por Morena como el Fobaproa, el IVA, la gasolina barata, etc.

    Sus ojos están puestos en el pasado, ya sea para rescatarlo o para cancelarlo. Pero no ven para el futuro en momento de la mayor crisis de ambos partidos, prácticamente a punto de perder su registro.

    A partir de 2018, Veracruz es para Morena lo que antes era el Estado de México, electoralmente hablando; es decir, un oráculo y un laboratorio, pero no por decisión propia sino porque la defensa de ese bastión por parte de la derecha así lo consideró.

    El PRI se encargó de hacer del Estado de México un caos, y tardará varias décadas en salir de ese marasmo. Calcular políticamente algo en esa entidad carecería de precisión. El caos es tan grande que no hay simetría ni para calcularlo.

    Así son los laboratorios electorales del PRI, como minas de oro, dejan de ser útiles y la abandonan. El laboratorio electoral de Morena, cuenta con la participación ciudadana, a veces más que por la propia militancia, en un estado con mucha vida, mucha historia y mucho futuro, preparado para cambiar el rumbo del país de nuevo.

    Más de seis millones de veracruzanos conscientes podrán dar una batalla electoral inédita en su tierra este 1 de junio. Las lamentables muertes ocurridas en días recientes, no sólo ocultan algo anuncian tiempos diferentes, violencia orquestada o coincidente, estratégica o espontánea, crea una expectativa hacia una visión diferente de la política en la entidad y se convierte en exigencia social.

    Más allá de las corruptelas por todo conocidas, esta lo añejo de su visión política, administrativa, social y cultural. Los conservadores se llaman así por su resistencia al cambio y esto implica que no se actualizan, podrían elogiar la tecnología en el discurso y tener celulares intergalácticos pero su visión es la misma que hace 100 años.

    Sin dejar de reconocer nuestra historia, al contrario, llevándola a cuestas en todo momento, la transformación impone una perspectiva diferente de la realidad que a veces ni ellos conocen porque estuvieron tan alejados de la gente y tan ensimismados en sus progresos personales que la verdad, la realidad y la conciencia del tiempo les es ajena.

    Ver al pasado tiene consecuencias, desde la Biblia, donde se advierte sobre el peligro de ver atrás, hasta nuestros días los conservadores viven en el pasado, y no pueden más que reproducir lo que hicieron, se refugian en la rutina y temen a las transformaciones.

    Para ello esas rutinas les significan comodidad, lujos, enriquecimiento, etc. Nunca trabajaron como podemos ver en los resultados de las actuales condiciones del país por el que nada hicieron.

    Ahora muestran su decadencia porque ni siquiera tuvieron militantes suficientes para todas las candidaturas, menos aún cuentan con representantes de casilla, PRI y PAN, han dejado de tener fuerza; su debilidad anuncia muerte y sus candidatos, pronostican derrota.

  • De mentiras y medios

    De mentiras y medios

    Algunos famosos de la televisión y el cine aparecen en video pidiendo dinero para la ACNUR, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, porque el gobierno de Estados Unidos ha retirado la ayuda a ese organismo.

    En lugar de exigir al gobierno de Estados Unidos coherencia, y responder a los organismos internacionales de acuerdo a los compromisos previos, prefieren solicitar públicamente fondos, lucimiento de por medio y promoción de su imagen con motivo nobles. Estos actores y actrices le llaman “brutales recortes de fondos al sector humanitario”.

    Prefieren el camino fácil, la armonía con los fuertes económicamente hablando, aunque éstos sean injustos, antes que pelear por lo legal.

    Esto recuerda los pretextos pueriles que anteponen algunos comunicadores para justificar que recibieron dinero del gobierno, es decir, chayote, cuando dicen que en los medios donde trabajaban los salarios eran muy bajos y debían recurrir a las dádivas del gobierno, a cambio de tergiversar la esencia de su oficio y traicionar su vocación. Es decir, eran mentirosos a sueldo, de lo que todavía algunos se muestran orgullosos.

    Lo periodista que hablan de esta injusta situación laboral, nunca fueron capaces de reclamar aumentos salariales, contaban con sindicato, líderes y difusión para lograrlo con facilidad; pero pedían 5 por ciento de aumento al contrato colectivo de trabajo cada año y le daban 3 por ciento, a cambio de este aumento pedían incremento en el porcentaje del intercambio de la mercancía y producto que el medio obtenía por medio de intercambio de publicidad, como viajes, llantas, automóviles, etc.

    Los periodistas se autodefinían como personas con poder, superiores al resto de los mexicanos, con quienes condescendían por generosidad, incluso por compasión con el resto de la población.

    La fuerza de los periodistas terminaba en el momento de exigir aumento salarial a sus patrones, a quien le rendían pleitesía, eran sus cómplices, no era una relación de patrón empleado, sino de ocio a la hora de recibir dinero del gobierno.

    De haber querido los periodistas en México pudieron ser el gremio con mejore salario, paladines de los derechos laborales y honestos informadores de la sociedad. Hubieran podido entrar a la historia con dignidad y no con estigma de la complicidad de corruptos y de ser mentirosos.

    Orgullosos afirmaban en esos tiempos: “A mí me pagan por lo que no digo y no por lo que escribo“. No vivirían el desprestigio que ahora cancela su poca credibilidad. Pero prefirieron la comodidad con otro pretexto, el miedo. Pero se autodenominaban valientes, audaces, temerarios.

    Eran cómplices del saqueo de la nación que realizaban con dinero público. En estos caso va muy bien la frase que dice: “No hay que cambiar de collar hay que dejar de ser perro“.

    Luego de esa larga aventura por el oscuro túnel de las dádivas a los periodistas, la sumisión, el sometimiento, la actitud feudal del siervo prevalece inalterable a través de los años y, además, se difunde. En lugar de luchar por lo justo, frente a quien comete una injusticia, se pide ayuda por otro lado. De acuerdo que es urgente ayudar a los refugiados, y también informar con veracidad a la población del mundo, pero esto no ha ido real en la historia del planeta. Una tarea noble, justa, digna, altruista la convirtieron en negocio a través de los años, y hay evidentes pruebas.

    El periodismo de los medios convencionales se convirtió en un oficio sin moral, lo cual implica que nadie ni nada puede afectarlo argumentando daño moral. Dejando sin protección legal y sin dignidad a los periodistas que dicen la verdad, que tienen vocación y que no aceptan dádiva para tergiversar la realidad, acomodándola en los intereses de quienes más dinero tienen.