Categoría: Opinión

  • LA MARCHA DEL PUEBLO

    LA MARCHA DEL PUEBLO

    Estando en la marcha del pasado 27 de noviembre, las grandes masas te hacían sentir como una gota de agua dentro de un inmenso mar. Estando con la multitud comprendías profundamente la lucha ancestral de nuestro país, al mismo tiempo que era imposible ver el final e inicio de la marcha del pueblo.

    El sol de la Ciudad de México se hizo presente y nos acompaño con su fuego durante toda la marcha. Fue un día histórico, la gente llegaba por todas partes y de todas partes, llegaba en familia, llegaba organizada, llegaba en camión, en metro, en carro, a pie, y por todos los medios posibles… la gente iba por convicción y con una gran responsabilidad con la transformación de nuestro país. Todos esperábamos ver, abrazar y caminar codo a codo junto al presidente. 

    Había gente bailando, cantando, tocando música, mostrando sus mantas, carteles, playeras y demás cosas alusivas al presidente o a la marcha; en las calles se respiraba democracia. Marchábamos con el corazón, con amor, con ideales y no con odio ni clasismo, ni racismo. Marcamos por todas y todos los que cuando lo intentaron terminaron masacrados por los gobiernos del PRI y del PAN, marchamos porque tenemos memoria histórica, marchamos por el buen manejo del gobierno en los sectores de salud, seguridad y educación, marchamos porque nuestros abuelos reciben un apoyo, porque nosotros los jóvenes mediante un estímulo somos apoyados para seguir estudiando, marchamos por nuestros pueblos originarios.  

    Los gritos de alegría y emoción finalmente nos fueron llevando hacia el zócalo, en donde el pueblo se encontraba dispuesto a escuchar el cuarto informe del presidente López Obrador. El pueblo comenzaba a gritar “Reelección” cuando el predisente volvió a recordar sus ideales maderistas, abriendo paso a enumerar 110 acciones y logros del gobierno de la 4T. Aquel cuarto informe además de cerrarlo con una gran vitalidad, lo cerró con la frase de Benito Juaréz “Con el pueblo todo sin el pueblo nada”. 

    El mitote no terminó ahí, la gente seguía bailando y demostrando esa enorme felicidad de haber participado en una marcha histórica. “Vengo y voy caminando, ayúdame a llegar al zócalo” decía el cartel que una persona cargaba con orgullo. En una entrevista nos dijo que venía desde Veracruz, había salido caminando de aquel estado y llegado mediante la ayuda de personas, decía que el pueblo mexicano es un pueblo bondadoso. La marcha estuvo llena de personas valientes y con un gran compromiso, llamarlos acarreados es una grosería.

    Esta enorme marcha es el resultado de una gran de democracia y del apoyo de los mexicanos al presidente. No somos acarreados, no somos “patas rajada” y eso fue lo que miles de mexicanos salimos a defender. 

  • La marcha y el Humanismo mexicano

    La marcha y el Humanismo mexicano

    “… la multitud no odia, odian las minorías. Porque conquistar derechos provoca alegría, mientras que perder privilegios provoca rencor”.

    Mensaje en una de las decenas de pancartas que circularon este memorable domingo por las calles.

    Con el fin de confrontar las versiones que la narrativa opositora utilizó para menospreciar lo que sabía ocurriría con la participación multitudinaria en la marcha del domingo 27, por decenas se mostraron carteles para ironizar acerca del supuesto acarreo.

    Así lo mostró aquel que enfatizaba soy acarreado de mi conciencia y que sintetiza realmente el orgullo con el que miles y miles de mexicanos asistimos a la celebración por el cuarto año del gobierno de la Cuarta Transformación.

    La pasión y el amor mostrados hacia el presidente puede constatarse con tan solo contemplar alguno de los videos que por todas las redes sociales y en transmisiones en directo y en programas posteriores en Youtube pueden apreciarse cabalmente y para ello no hay forma de fingir o pretender simular. Una vez más la expresión del amor con amor se paga.

    Sin duda una expresión histórica e inédita no solamente en nuestro país sino en amplias zonas del mundo ya que se llevó a cabo para mostrar la simpatía y el respaldo a una figura presidencial a cuatro años de iniciado su mandato, con todas las desventajas que conlleva el desgaste político para una figura pública. En el caso de López Obrador la fortaleza de su imagen se vio refrendada una vez más.

    Además de la enorme satisfacción que representó esta conmemoración con la toma de las calles por parte del movimiento Lópezobradorista, ayer acudimos a la acuñación oficial del Humanismo mexicano. Como preámbulo el presidente reafirmó su Por el bien de todos, primero los pobres, y señaló que: “… esa frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás”.

    Asimismo, aseguró que ahora lo principal es tenerle amor al pueblo… Sin ese sincero sentimiento, nada bueno se puede hacer en la vida y menos en la política… La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, esencia y, sobre todo, cuando se practica en bien de todos…”.

    La pregunta que hizo López Obrador fue ¿Cómo definir en el terreno teórico el modelo de gobierno que estamos aplicando? Mi propuesta, indicó, será o sería llamarle Humanismo mexicano. Porque si tenemos que buscar un distintivo Humanismo mexicano, no solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio de que ¨nada humano nos es ajeno¨ sino porque nutriéndose de ideas universales, lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política. Y continuó planteando cuáles son los principios económicos, políticos y sociales del Humanismo mexicano y que inspira a la Cuarta Transformación.

    Y al ofrecer explicarlo de manera breve dijo: en lo político no aceptamos el derrotismo, estamos a favor de lo que expresó el padre de nuestra Patria Miguel Hidalgo y Costilla, el pueblo que quiere ser libre lo será. De igual manera, en el terreno de la democracia, consideramos básico actuar como el insigne presidente Francisco I. Madero… quien llamó al pueblo de México a tomar las armas contra la dictadura porfirista… cuya prosperidad solo beneficia a una minoría, no al pueblo ni a la nación.

    De este criterio se desprende también nuestro fundamento de política económica pues sostenemos que el progreso sin justicia es retroceso. Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. La nueva política económica moral y social aplicada desde al principio del gobierno actual ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que, a decir del presidente, no necesariamente reflejan las realidades sociales, ya que lo fundamental no es cuantitativo, sino cualitativo, es decir la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza…

    Continuando con la descripción del modelo de gobierno López Obrador puntualizó que más allá del simple crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de las mayorías del pueblo y de manera específica en beneficio de los más pobres y marginados. En cuanto a la estrategia de política social indicó que ésta descansa en respetar y atender a todas y todos otorgando preferencia a los pobres y humillados… la frase primero los pobres… debería ser la esencia de la actividad política, porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta del poder cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás…

    E interroga ¿quién defiende a un gobierno democrático? Y él mismo respondió: el pueblo, básicamente el pueblo. Recordó la famosa frase de Ricardo Flores Magón solo el pueblo puede salvar al pueblo y añadió lo dicho por el presidente Benito Juárez con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Y afirma contundente por eso nunca vamos a traicionar al pueblo… nada se logra sin el pueblo.

    La descripción del Humanismo mexicano finaliza con un consejo dirigido a los jóvenes que pretendan dedicarse al noble oficio de la política que no olviden que lo principal es tenerlo amor al pueblo, querer al pueblo, profundo amor al pueblo… Refiriéndose al presidente Lázaro Cárdenas recuerda que a él le mortificaba el disgusto mostrado en los semblantes de funcionarios públicos ante la demanda de auxilio o de justicia de la gente pobre…

    La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, en su esencia, sobre todo cuando se practica en bien de los demás y en especial de los pobres. Una conclusión, acorde con lo planteado en su mensaje luego de la marcha resulta ilustrativa y de gran reflexión para quienes defendemos el cambio de régimen, el presidente la formula a través de un entrañable llamado a que sigamos haciendo historia, a continuar impulsando el cambio de mentalidad, la llamada revolución de las conciencias, a que hagamos realidad el Humanismo mexicano.

  • UNA MARCHA A FAVOR DE LA DEMOCRACIA

    UNA MARCHA A FAVOR DE LA DEMOCRACIA

    El pasado domingo 27 de noviembre, miles y miles de voces se unieron al unísono de “es un honor marchar con Obrador” y ¡claro!, ha sido un presidente demócrata como lo fue Francisco I. Madero, aunque duró muy poco en el poder (1911-1913) recordando su gran lema: “sufragio efectivo no reelección” haciendo un llamado a la soberanía nacional, al respeto a la libertad de expresión y a la transparencia al voto reflejado en las urnas.

    Algo similar sucede con López Obrador con la defensa de la democracia participativa y la elección por sufragio no solo a representantes populares, sino también a consejeros electorales y magistrados.

    Hoy, en artículo 35 de la CPEUM es importante porque a los ciudadanos nos da derecho de votar en las consultas populares y revocación de mandato (numeral VIII y IX).

    México esta a punto de volverse uno de los países mas democráticos del mundo, como lo es Noruega. Esto es gracias a la confianza que tiene el país en sus ciudadanos.

    Y ante las críticas de que “nunca seremos iguales” a los países nórdicos o potencias mundiales, considero pertinente dar el primer paso hacía una verdadera democracia participativa.

    MarcharEl27 a favor de un presidente demócrata, y escuchar su 4to. Informe de Gobierno, en donde se plasman logros como la construcción del Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el acercamiento de programas sociales y políticas públicas a la población mas vulnerable de México, el combate a la corrupción y a la impunidad.

    ¿Por qué López Obrador puede hacer tantas obras y los exmandatarios no? Porque el presidente se encuentra utilizando todo el presupuesto que antes se hurtaba para mejorar la calidad de vida de los y las mexicanas.

    Presidenta de Que Siga La Democracia Querétaro

  • La marcha de AMLO añade otra fecha histórica a nuestro calendario

    La marcha de AMLO añade otra fecha histórica a nuestro calendario

    Esta es una aventura que hermanó a millones de mexicanos bajo el criterio de ser “acarreados”, pero con  sus convicciones. La historia nace desde el primer momento en que el presidente anuncia habría de encabezar una marcha para informar a la población sobre actos de gobierno en su cuarto año, y definir el nombre de un modelo de gobierno político, económico y social.

    Ese mismo día, varios amigos y muchos compañeros, me contactaron a través del teléfono y redes sociales, para decirme les emocionaba la posibilidad de acompañar al presidente en una marcha, palabras más, palabras menos, que podría ser la última.

    Y si, López Obrador, que hiciera de marchas y mítines su arma principal para difundir su proyecto de nación y conceptos sobre una política humanista, ha dicho reiteradamente, que al terminar su mandato se retirará de la política. Quedan poco menos de dos años para que ese plazo se cumpla, y en el inter, habrá dos importantes elecciones que inhibirían legalmente su participación. Esto confirmaba la sospecha fundada de no volver a ver al líder social y político más importante en la historia moderna de México, en las calles…

    Iniciaron los preparativos, como acostumbra la izquierda, siempre con el trabajo colectivo voluntario por delante. No podían darse el lujo de pasar por alto una oportunidad tan emocional como trascendente. Siempre, al margen de ubicaciones locales y foráneas, se requería acceder a un transporte con oportunidad y suficiencia. No hay que olvidar, en muchos casos, esos autobuses se convierten en hoteles involuntarios que disminuyen los costos. Revivieron las “coperachas” de los que tienen poquito, y las aportaciones de los que más tienen, y qué además, disfrutan hacer esa distribución solidaria de sus recursos. 

    Otros, decenas de  miles, poblarían las carreteras y autopistas con el mismo destino. Muchos, llegarían a la ciudad del festejo por avión, en especial aquellos migrantes “cómplices” del bienestar en nuestro país.

    Ayer domingo,  muy temprano, todos se fusionarían en el sensible propósito de hacerle saber al presidente de la república que no estaba sólo, que contaba con el apoyo de su pueblo, no solo de aquellos 30 millones que lo llevaran al poder en 2018, ahora también estaban representados los 67 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral que lo respaldaban por medio de sumatorias en las encuestas. El tuitero Carlos Chavira sería más explícito:

    “Hoy estamos juntos empresarios y obreros; trabajadores y comerciantes; jóvenes y adultos mayores; estudiantes y profesionistas; campesinos y productores. Millones de mexicanas y mexicanos que somos representados, por primera vez, por un gobierno legítimo, ajeno a los intereses”. 

    Por vez primera, veríamos una marcha que se extendiera desde el periférico sobre Paseo de la Reforma hasta llegar a la avenida Juárez, y de ahí al zócalo, era una enorme, larguísima, mancha humana de hermoso colorido. Los rostros, mayormente morenos, se veían exultantes, alegres, orgullosos de participar con libertad para mostrar su adhesión a un gobierno que les tomaba en cuenta. Atrás quedaban las restricciones en la libertad de expresión, las discriminaciones, no oficiales, por raza y posición económica. Era este otro pueblo, consciente de saberse escuchado y atendido en sus demandas de igualdad y de justicia. 

    Llegué al Ángel de la Independencia en punto de las 8:00 am. Creía había elegido el mejor horario para darme un espacio y así saludar a los amigos. Estaba equivocado, me había confundido nuestra impuntualidad eterna. La emoción de saberse parte de esa historia había motivado a la mayoría de las personas. El sitio estaba lleno, la gente expectante por la llegada del presidente López Obrador, quien no tenía prisa ni restricción por saludar a quien lo deseara con la menor provocación.

    El contingente era mayormente uniforme, los colores de Morena sobresalían. Gorras, chamarras, playeras, banderitas, y otros artículos se hacían notar. A la mitad de la marcha, se podía ver a un pequeño, pero ruidoso grupo del PT, que entendía era una buen espacio para hacer proselitismo partidista. Casi al final, con cierta timidez ideológica, participaba el partido verde ecologista de México. 

    Era una fiesta popular donde no se pedía permiso para expresar la alegría. Había proclamas, discursitos, música, baile, y bocadillos, preparados muchas horas antes de su partida al evento, para aguantar el desgaste que cobraban el traslado, la caminata, el sol y la espera.

    Vimos a muchos ciudadanos que se mimetizaban con la convicción de los marchistas incorporándose sin más a los festejos. Era difícil sustraerse a la simpatía que generaba la autenticidad de un movimiento y su líder incomparable.

    Aquel hombre “agonizante”, hipertenso, con gota, hipotiroidismo y tantos males, que nos vendiera Loret de Mola, arribaba al zócalo después de casi seis horas de caminata y convivencia con un pueblo que le gritaba en todo momento durante el trayecto ¡amor con amor se paga!. 

    El presidente hizo un amplio recuento de sus logros conocidos por tantos beneficiarios -todos los mexicanos-, en especial, los más desprotegidos, que ahora viven condiciones distintas a las que estaban sometidos por gobiernos conservadores que siempre trabajaron para unos cuantos privilegiados.

    Llegó el momento para definir el modelo político, económico y social que se lleva en México, porque, no es neoliberalismo ni populismo lo que nos distingue, enfatizaba López Obrador. Es “Humanismo mexicano” concluiría más tarde.

    Hace algunos años, recién logrado el triunfo del movimiento, en debates ante legisladores del PRI y el PAN, quienes se empecinaban en tachar de comunista a nuestro actual presidente, yo argumentaba que el proyecto de nación propuesto impedía por si mismo encasillarlo en un “ismo” tradicional, porque rescataba lo mejor de cada modelo, y que veríamos la implementación de una opción atípica, en donde prevalecería el respeto por todos los intereses legítimos. Así pudimos constatar que la propiedad privada ha sido respetada a ultranza, las empresas trabajan con las mismas expectativas, por fortuna en muchos casos, con mayor justificación social pagando impuestos y elevando sus salarios. Los programas sociales han crecido en congruencia con el presupuesto público, bajo una premisa humanista de “primero los pobres”, que no sólo moderan sus carencias, sino que alivian nuestras propias conciencias.

    Es cierto, ya no vivimos bajo un capitalismo salvaje, ni alcanzamos un socialismo o comunismo puro. La existencia de un estado fuerte y democrático nos aleja del anarquismo pernicioso. Tenemos un gobierno de izquierda que mantiene sus principios: combate la desigualdad en cualquiera de sus formas, acepta la rebeldía como una condición inevitable, y entiende el cambio permanente como una condición inexcusable para mejorar nuestros caminos.

    La marcha, esta marcha en especial, la habremos de recordar como un acto de comunión entre el gobierno y sus representados en donde prevalecieron el respeto, la empatía y sus emociones. Reitero mi tristeza por el adiós prematuro de un hombre excepcional a las calles que le vieron nacer. 

    “Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”

    (Albert Camús)
  • ¿De que está hecho?

    ¿De que está hecho?

    A las 8 de la mañana salí de casa, se me había hecho tarde. Pensaba esperar la marcha sobre la calle Francisco I Madero . Desafortunadamente se mencionaba que al presidente lo estaban deteniendo desde el momento que arrancó la marcha.

    Decidí moverme para encontrarme con la vanguardia sobre avenida a Juárez, hasta que la encontré a la altura del hemiciclo a Juárez; se veía un cúmulo de gente vitoreando: “Es un honor estar con Obrador” Sabía que lo alcanzaría a ver.

    Observé cómo avanzaba el grupo que lo venía cuidando, hombres y mujeres jóvenes, no más de veinte. Venía Epigmenio Ibarra de espaldas con la cámara al hombro, capturando la imagen del evento, se le notaba cansado. Más tarde me enteré que unas calles después se había sentido mal, se recargó sobre el cofre de una camioneta, al parecer para descansar pero el agotamiento lo venció, a pesar de ser un hombre muy fuerte y con la experiencia de haber sido corresponsal de guerra, el agotamiento de la marcha fue brutal.

    Todavía avanzamos por varias horas hasta la entrada a la plancha del Zócalo entre un mar de gente feliz, cantando, vitoreando al presidente, se veía lo mismo jóvenes, niños, ancianos, familias completas, personas con alguna discapacidad y de todos los estados del país. Incluso migrantes que orgullosos mostraban carteles de la ciudad de dónde provenían.

    Fue la madre de todas las marchas, el cansancio se notaba en la mayoría de los rostros pero también la satisfacción de haber cumplido.

    Ya con la plaza llena, el presidente Andrés Manuel López Obrador inicio su mensaje agradeciendo la asistencia a su convocatoria, se le veía cansado pero feliz, muy satisfecho de haber cumplido con el recorrido e inició su cuarto informe de gobierno….
    A pesar del cansancio de tantos días de trabajo y desgaste no solo físico sino también mental, el presidente cumplió como siempre, sin queja alguna.

    Me preguntó ¿qué lo mueve?, ¿por qué tanta fortaleza?, ¿de que está hecho el presidente?, ¿por qué le tiene tanto amor al pueblo?

  • Las otras polarizaciones

    Las otras polarizaciones

    La oposición de derecha ha sido fértil y terca en la promoción de discursos hipócritas cuya única finalidad es la de obstaculizar el avance de las políticas sociales de la 4T.

    Que si la alianza de gobernadores con insinuaciones separatistas de la Federación. Que si el súbito brote epidémico de ecología entre la comunidad artística que se impuso la tarea de selvar del Tren Maya a los jaguares. Que si las bombas tremebundas ocultas entre los Guacamaya Leaks que han petardeado feamente. Que si la marcha en defensa de la democracia y los sueldos de los sultanes del INE encabezada por los más connotados mapaches electorales. Que si los majestuosos académicos exhibiéndose en paños menores intelectuales y chancletas morales para insultar al presidente.

    Narrativas infladas a las que se les sale el aire y terminan en el suelo, pisoteadas y añadiendo más descrédito a sus promotores. Entre estos discursos se encuentra el de la polarización.

    Esta polarización se refiere exclusivamente a la que deriva de los polos políticos, donde en uno de ellos se encuentra la aprobación de más del 70% de los ciudadanos al presidente López Obrador –como lo demostró la marcha de este domingo 27 de noviembre- y en el otro, triste, desparpajado y sin rumbo, se encuentra la oposición. Pero no alude a las polarizaciones económicas, culturales o raciales que se practican en nuestra sociedad.

    Hay polarización económica cuando la dependienta de una zapatería en un centro comercial recibe un salario de $5,300 pesos mensuales y está encargada de vender zapatillas Bally de $71,000 pesos: más de un año de trabajo le costaría a ella comprar uno solo de los pares que vende. 

    A la oposición nunca le interesó abordar y mucho menos disminuir esa polarización. Recuérdese  que la política económica obligaba a sujetar los salarios para controlar la inflación, hasta que la 4T demostró que eso era una mentira.

    Hay polarización cultural cuando los detentadores oficiosos de la cultura suponen que sus ambiciones económicas deben ser sufragadas por el presupuesto público e incluso se indignan si el Estado rechaza hacerlo. 

    Un ejemplo es el berrinche de los cineastas por que no se les quiso apoyar con los gastos de su fiesta particular para la entrega de los Arieles. Como si tuvieran cara de exigir después de presentar mazacotes al estilo de No manches, Frida. ¿Y a quién en Los Mochis, en Topolobampo, en Tarimoro o en Rincón de Romos le importa esa película? 

    Polarización del racismo que viene desde las castas en la época de la invasión española. Del mestizo al cambujo. Del zambayo al no-te-entiendo. Del lobo al calpamulato. Brusca crónica de castas que sólo revela el desprecio al distinto, al que es pobre, y que se repite hoy cuando se lanzan descalificaciones como “pata rajada” o “acarreados”. El delito de ser pobre y ser moreno.

    Esas polarizaciones “no se tocan” ni se mencionan en medios ni son tema en debates porque así conviene a los ex propietarios del presupuesto público. 

    Pero son también las polarizaciones económica, social y cultural que la 4T sí toca. Aumenta el salario mínimo. Privilegia los programas sociales no como un recurso para hacerse de clientela electoral sino para redistribuir la riqueza. Antepone el lema de que la paz es fruto de la justicia (social, económica, cultural). 

    Toca esas polarizaciones para abreviar las brechas que separan a los que todo tienen de sobra de los que apenas tienen para vivir. Y eso el pueblo lo reconoce. Y se presenta a la plaza pública a refrendar ese reconocimiento. Que lo diga si no la asistencia a la marcha del domingo 27 de noviembre.

  • Humanismo Mexicano

    Humanismo Mexicano

    Al momento de escribir esta columnilla, ya se conoce el nombre con que se conocerá a la base ideológica que se está formando a partir del inicio de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. El título llama a muchos conceptos y pensamientos que habrán de transformar la filosofía del poder en México.

    Se anticipan muchas críticas y descalificaciones, así como apropiaciones a posturas anteriores a la actual, se le tildará de muchas formas, pero la verdad es que los fundamentos sociopolíticos, filosóficos y espirituales, resultan de un profundo análisis de la realidad mexicana, que está hecho a ras de suelo sin usar filtros teóricos, dogmas y si, en cambio, apego al conocimiento del país y a lo lento que pueden ser los procesos transformadores en nuestra cultura, 

    Los grandes pasos dados por el actual régimen han llegado a la creación de un concepto de que tenderá a convertirse en la corriente de pensamiento que busque, con persistencia y tenacidad, el beneficio cada vez más tangible y vivo de la mayoría del Pueblo Mexicano, sin olvidar a ninguna minoría, por alejada que esté del pensamiento revolucionario que implica el Humanismo Mexicano, pues cambia por completo la concepción del poder y la política y lo modela hacia aquel en el que se debe servir al Pueblo como máxima demanda ética.

    La posibilidad de encontrar en la historia de México y en la esencia de todas las culturas que han existido y que actualmente coexisten en el país el profundo sentido humanista, cuyas tradiciones y posiciones están lejos y opuestas a todo individualismo estéril y antigregario que solo defiende y subsiste con la única finalidad del beneficio personal, contra el gran beneficio de la colectividad que forman todas las culturas que viven y comparten un mismo territorio, en este caso, la República Mexicana.

    La forma de gobernar y administrar la hacienda pública, los recursos naturales y las capacidades de producción de México, son la sólida base sobre la que se erige ésta concepción que no soslaya los valores y la tradición solidaria de la inmensa mayoría de nosotros, los mexicanos y las mexicanas de a pie, que vivimos día a día con el producto de nuestro trabajo, hoy precarizado porque no hemos sabido defender nuestras organizaciones gremiales y sindicales, ni nos hemos atrevido a crear nuevas y mejores formas de lucha para que este Humanismo Mexicano incluya en sus concepciones la mejora constante de los trabajadores, así tuviera que ser en contra de los mezquinos intereses de la patronal que hoy nos oprime y nos explota.

    “El Pueblo que quiera ser libre lo será”, me suena muy cercano a “la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos”. Creo que es tiempo de tomarle la palabra al Humanismo Mexicano y hacer nuestra parte organizándonos y tomando las riendas de nuestras organizaciones gremiales y sindicales, y creando las que sean necesarias para ser sujetos actuantes de la transformación que propone la corriente de pensamiento y acción que ha propuesto el Presidente López Obrador en favor de nuestra propia subsistencia.

    Los trabajadores y trabajadoras de México estamos viviendo un momento de oportunidad inigualable, hay que aprovecharlo. La coyuntura que se ha abierto nos presenta una posibilidad muy importante si, organizadamente, especialmente entre aquellos gremios cuyos patrones se piensan dueños del destino de las vidas de quienes trabajan para ellos y en los que o no hay sindicatos, o los hay al servicio descarado y amafiado de la patronal. 

    El Humanismo Mexicano puede representar una apertura y oportunidad inigualable para conseguir que la organización de trabajadores y trabajadoras progrese democráticamente, del mismo modo que puede representarlo para organizaciones comunitarias proletarias para forzar al poder y a la derecha patronal a entregar aquello que en derecho corresponde a quienes producen la riqueza.

    La fuerza de trabajo, necesita empezar a ser reconocida como un valor humano que debe ser reivindicado, y no desde el poder público, sino desde el amparo de la organización popular de barrio, de gremio, cuyo poder tendría que estar limitado solamente por la voluntad colectiva de la mayoría de quienes la integren, para partir de ahí a la lucha pacífica por arrancar, de quien haya que hacerlo, todo aquello que por el propio trabajo de las comunidades, es creado como riqueza que detentan quienes no la crearon. 

    La Cuarta transformación, ha dado a luz al Humanismo Mexicano, es la oportunidad de hacer de esta forma de pensamiento, el instrumento de mejora del proletariado mexicano.

  • Mis razones para ir a la Marcha de la Alegría

    Mis razones para ir a la Marcha de la Alegría

    Para quiénes tienen la gentileza de leer mis apuntes no será sorpresivo que yo acuda a marchar con el Presidente Andrés Manuel López Obrador el próximo 27 de Noviembre del 2022 y que además, defienda el Derecho Ciudadano a expresar y refrendar nuestro apoyo a la #CuartaTransformacion.

    ¿Por qué marcharé con nuestro Compañero Andrés Manuel? Mi primer motivo es AGRADECER su trabajo incansable por defender a un PUEBLO que durante décadas ha vivido oprimido y que hoy está saliendo adelante, si bien el proceso no es sencillo, al menos hoy se comienza a transformar la vida de la mayoría de los ciudadanos. 

    La prioridad del Presidente López Obrador es DIGNIFICAR a las personas, sin importar edad o género, los PROGRAMAS SOCIALES DEL BIENESTAR por primera vez son una realidad tangible: Apoyos a los Adultos Mayores; Becas para los Jóvenes construyendo al futuro;  apoyo a las Madres Solteras; la construcción e inauguración de las Universidades del Bienestar en comunidades que estaban rezagadas y que a veces, solamente contaban, si bien les iba con una Escuela de Educación Secundaria; el maravilloso programa nacional e internacional de Sembrando Vida que consiste en reforestar bosques con árboles maderables y la siembra de árboles frutales y hortalizas, que, además de beneficio al ecosistema también es un generador de empleo directo para hombres y mujeres en su lugar de origen, así no tendrá que salir huyendo de su tierra para arriesgar su vida en la búsqueda de mejores oportunidades en tierras extranjeras.

    Marcharé en apoyo a la construcción de las obras magnas del “Sexenio del Bienestar” porque en esta administración pública el dinero de los impuestos se está convirtiendo en obras TANGIBLES y en beneficio directo a las comunidades y a todo México. 

    Me llama poderosamente la atención esa crítica feroz al #AeropuertoInternacionalFelipeAngeles que es una de las construcciones más bonitas y funcionales que he visto en mi vida, he tenido la oportunidad de visitar algunos aeropuertos en USA y en Europa y el nuestro, está bastante bonito y hasta elegante, obviamente las aerolíneas y vuelos poco a poco están integrándose e irá creciendo más día a día. Además en los terrenos aledaños están trabajando en la construcción de aduanas, oficinas de Correos de México, servicios de mensajería como DHL, hay también fraccionamientos muy lindos en los alrededores, vías de acceso, estaciones del Mexibus, restaurantes, los baños temáticos (El de la Cultura Maya me sigue fascinando), unos Museos preciosos, como el #MuseoDelMamut (que no estaba planeado pero los cementerios de los Mamuts afloraron y se les dio un espacio hermoso mostrando los vestigios arqueológicos y las osamentas) y un aumento de la plusvalía en Zumpango, Estado de México. No cabe duda que quienes lo critican, ni siquiera lo conocen. ¡Vayan, el #AIFA es de todos!

    Iré a la Marcha para refrendar mi apoyo en el rescate de #PEMEX, por la oportuna compra de la #RefineriaDeerPark y por haber cumplido con la construcción y funcionamiento de la magnífica #RefineriaOlmeca, aunque los opositores según ellos apuestan por las “energías limpias” la realidad es que el motor del Mundo son los energéticos y son fuente de riqueza y la mayoría de los satisfactores que usamos en nuestra vida cotidiana tienen como base el petróleo, no solo es el diésel, gas o gasolina.

    Marcharé en apoyo por la aplicación de la #PoliticaDeAusteridad o la criticada #AusteridadRepublicana (Es que nadie en las Secretarías de Estado puede ganar más que el Presidente) ah pero la oposición se rasga las vestiduras expresando que el representante del Poder Ejecutivo es un mediocre por eso, pero ACLAREMOS QUE LA AUSTERIDAD REPUBLICANA es en las Secretarías como Secretaria de Relaciones Exteriores, la Secretaria de Educación Pública, etc. Se ha aplicado una política de ahorro, se han reducido los gastos superfluos a costa del Erario, si un Secretario o Funcionario Público quiere comprar un artículo de lujo CON SU SALARIO, puede hacerlo más no, con cargo a la Secretaria para la que trabaja. En ningún momento aplica para las Empresas de la Iniciativa PRIVADA, los salarios en ese caso son decisiones de los corporativos, ahí el Presidente no se involucra porque no es su competencia.

    Lo acompañaré el próximo domingo por colocar a nuestro país como una de las economías más estables y el fortalecimiento del Peso Mexicano frente a otras divisas a pesar de la Crisis Mundial por la Pandemia del COVID. Acudiré en gratitud por hacer CONSTITUCIONAL nuestro DERECHO A LA GRATUIDAD EN EL SISTEMA DE SALUD, por la creación del INSABI, por la eficiencia en la aplicación de las vacunas y la magnífica organización ante la emergencia a pesar de haber recibido un deficiente y muy saqueado Sistema de Salud Pública (que hasta se tuvo que hacer una Rifa del Avión Presidencial para reunir fondos, que nunca se olvide cuál fue la intención de aquel a sorteo de la Lotería Nacional).

    Iré porque me da mucha alegría que los oligarcas el día de hoy ya pagan impuestos y con la recaudación se hacen Obras como el #TrenMaya que está generando empleos en el Sureste y que rescata ese sistema de transporte de pasajeros y carga con el que el Presidente Ernesto Zedillo acabó. 

    Iré también por apoyar la creación del Corredor del Istmo de Tehuantepec que beneficiará las importaciones y exportaciones.

    Iremos porque es un demócrata y humanista, que busca ante todo DEFENDER EL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA DE TODOS LOS CIUDADANOS.  Voy también para exigir que la #ReformaElectoral sea aprobada y que los Partidos de la Oposición Miserable no la tiren como lo hicieron con la #ReformaElectrica. 

    Voy a marchar porque me siento orgullosa y feliz de tener a un hombre HONESTO, DIGNO Y CONGRUENTE en la Presidencia de mi país, porque a mí no me ha fallado, es más, me tiene SORPRENDIDA porque él sí ha cumplido sus promesas de campaña, con Andrés Manuel López Obrador sí son hechos y no palabras. #SigueSiendoUnHonorMarcharConObrador

  • Entre marchas, ¡fuetazos!

    Entre marchas, ¡fuetazos!

    El sábado 22 de noviembre de 2022, la noche anterior a la marchita facha marchita del domingo 13, me animé a tuitear un juicio y un presagio: la reacción mexicana ha vuelto a cometer un error garrafal de estrategia: echó toda la carne al asador, y sean los que sean mañana… serán abrumadoramente superados en unos días. Y que conste: para entonces el presidente aún no había convocado a la marcha del 27.

    La marchita rosa del Ángel al monumento a la Revolución del domingo 13 fue, en efecto, la demostración más sobresaliente que la oposición ha logrado concretar en las calles. De eso no hay duda, pero justo ahí se erige su tragedia, la trampa que solitos se tendieron: evidenciaron que su máximo es mínimo. ¿¡Sólo para eso alcanzan juntos el PRI —el triásico, el de Alito y el de lo que queda del peñismo—, el PAN, la pandita que queda del PRD, el calderonismo-zavalismo, Fox, la cuna de logos y las asociaciones civiles que supuestamente comanda el señorito X y los empresarios que dizque todavía liderea De Hoyos, el singular grupo plural de Álvarez Icaza y Germán Martínez, lo que quede del liderazgo histórico de la maestra Gordillo, todas las alcaldías capitalinas de oposición, la capacidad de convocatoria de la prensa y los medios masivos tradicionales, la caterva de cómicos endiablados contra el actual gobierno, la intelectualidad círculorojiza y la academia abajofirmante, la opinocracia nostálgica de chayo y la artisteada caída en la desgracia de haber quedado fuera del presupuesto!?

    Ni llenar la plaza de la República consiguieron… Más allá de los exiguos contingentes, más allá de la cantidad que, como todos sus opinócratas adelantan desde ya, será contundentemente rebasada, hay que echarle un ojo a la calidad: abundan los testimonios que muestran que aquello no fue una manifestación en defensa del INE, mucho menos en defensa de la democracia, sino un acto de repudio de una persona, el presidente de la República, es decir, no fue más que un episodio pejefóbico, pues, en el que el racismo, el clasismo y el aspiracionismo salieron a tomar un rato el sol. Buena parte de los asistentes no tenía la menor idea acerca de qué se propone en la reforma electoral contra la que, según sus organizadores, se estaban manifestando.

    Hoy, un par de días antes del marchononón del domingo 27 suelto otro vaticinio: será jubilosa y formidable, histórica.

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    Más turbada que de costumbre, primero por la euforia bobalicona que se agenció el domingo 13 y luego por el amargo despertar que desde el lunes le propinó la realidad, encuerada, desesperada, sin argumentos e impotente, en su enésimo nado sincronizado, la oposición moralmente derrotada lleva un par de días tratando de establecer en el imaginario nacional una narrativa completamente desquiciada: “Entre más grande sea la marcha del próximo domingo 27 de septiembre, será mayor el fracaso de AMLO”. Ok, entonces, en 2024 la 4T “perderá” arrasando en las urnas.

    La argucia no es nueva Lo mismo dijeron el año pasado, cuando, de las 15 gobernaturas en disputa, Morena ganó 11, y el prianismo solamente dos —las otras dos fueron una para Movimiento Ciudadano y otra para el Verde—. ¿Se acuerdan? Ni tamaña contundencia fue suficiente para que el lánguido prianismo aceptara su derrota; no, salieron a tratar de convencerse y convencer que les había ido muy bien… ¡porque no había perdido todo!

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    A alguno de los creadores de frases fachas se le ocurrió la tontería de calificar la megamarcha del próximo domingo 27 como una “marcha de egos”. El propósito es vilipendiar el evento aduciendo que 1) sólo se trata de apapachar el ego del presidente —supuestamente herido por la marchita rosa— y 2) que la gente que apoyamos la 4T saldremos a la calle con el único fin de presumir fuerzas… Pues, vamos a ser un ejército de egos, miles, y bien contentos y contentas. ¿Será una respuesta la megamarcha del 27 a la marchita del 13? En la cabeza de la oposición. ¿En dónde están pues los problemas de egocentrismo?  Significativo: un cuate que usa como avatar una caricatura —¡y para colmo con el rostro cubierto!—, con 17 seguidores en su cuenta de Twitter, se atreve a llamar “andresito” —así, con minúscula— al presidente de la República, al señor electo democráticamente con la mayor cantidad de votos de la historia de este país.

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    Desde que el presidente López Obrador convocó a la marcha del 27, la derecha anda en modo de clarividente: ya saben, ¡y lo divulgan!, que tendrá proporciones colosales. Además, por supuesto, la sufren por adelantado. De rosados pasaron a rozados, y rozados precoces porque todavía no sucede y ya les arde horrores.

    En su afán por restarle legitimidad aún antes de que suceda, denuncian que todo será producto del acarreo y a cargo del erario. Aseguran que el gobierno federal obligará a la gente a participar. No podía ser de otra manera: el león piensa que todos son de su condición. Por mi parte, tanta acusación anticipada me puso a pensar y concluyo que sólo algo me impediría ir a la marcha/desfile/celebración/informe del próximo domingo: que alguien tratara de obligarme a asistir. Así que nos vemos en el Zócalo el próximo domingo, seguro.

  • LA MARCHA DEL ORGULLO

    LA MARCHA DEL ORGULLO

    ¿Qué tan necesario es que el presidente Andrés Manuel López Obrador lidere una marcha, caminando hombro a hombro con el pueblo de México?  ¿Es la razón o el orgullo el principal motivo de la misma?  Considero, no tan sólo necesario que AMLO marche con los ciudadanos, es absolutamente obligatorio que lo haga.  Y la razón, la razón no participará este domingo. 

    Un corazón valiente gobernará los pies, las manos y las gargantas de millones de mexicanos quienes confían absolutamente en nuestro presidente.  López Obrador no es un mandatario normal ni ordinario.  La oposición le exige que se comporte a la altura de su investidura pero olvida que la ilusión que ellos nostálgicamente añoran, no llena las expectativas de todos aquellos mexicanos quienes buscarán sentirse aún más cerca de Andrés, Manuel, López u Obrador, cualquiera al que los mexicanos de a pie le tengan más entrañable cariño.

    El pasado 13 de noviembre de 2022 la ciudadanía marchó en defensa del INE.  La convocatoria era estrictamente civil.  Sin embargo, fuimos testigos de que cientos de políticos de todos los niveles se sumaron al contingente en Ciudad de México y en el resto de las ciudades del país dónde se replicaron las movilizaciones.  Una pasarela de figuras públicas que arengaban a la gente a defender la democracia contra el dictador López Obrador.  Patéticamente, los ciudadanos no sabían con cabalidad para qué marchaban pero sí contra quién.  Coléricos gritaban consignas contra el dictador pata rajada quién irónicamente los dejó libremente caminar por las calles para gritarle improperios hasta el cansancio.  La oposición se manifestó en defensa de la democracia que naturalmente gozamos en México.  Increíble.

    Muchos objetan que la decisión de AMLO para salir a las calles fue resultado de un sentimiento visceral, del ardor de haber visto a miles de mexicanos en su contra.  No lo creo así.  Es su legítimo derecho hacerlo.  Más aún como presidente.  Es la manera más natural que él conoce para hacer la voluntad del pueblo.  Marchar entre olas de personas que lo acompañarán y respaldarán.  Es la forma más sucinta de expresar lo que quiere lograr en las Cámaras: una REFORMA POLÍTICA.  Y sí, quizás le picaron las costillas y le hicieron cosquillas a su orgullo pero con cada paso que dé el domingo 27 de noviembre de 2022, AMLO pisará el rancio establishment que Claudio, Roberto, Elba, Mariana, Margarita, Felipe, Vicente, Marko, Jesús, Alejandro, Carlos, Sandra, Ricardo y tantos más, extrañan.

    En la Ciudad de Veracruz la caminata será de agradecimiento.  Lo sé con absoluta seguridad.  Más de mil hombres y mujeres pertenecientes a los sindicatos de Maniobristas, Estibadores y Checadores del Puerto Jarocho, se sumarán a la organización de la marcha en esa zona.  El líder portuario, Alejandro Pulido Cueto, lo expresó en una reunión que sostuvo con representantes extranjeros del Consejo Internacional de Estibadores: “el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido el único mandatario quien humanitariamente atiende el robó que nos ocasionó el neoliberalismo.  Por eso, estaremos con él hasta donde tope”.  Y con ese sentimiento tan profundo, realizarán la marcha del orgullo, ¡humanista!