Categoría: Opinión

  • ¿Es Claudia?

    ¿Es Claudia?

    El pasado domingo, estando reunida en Toluca casi toda la plana mayor del morenismo (nomás faltaba López Obrador), hubo una gran manifestación de músculo por parte de ese partido, dejando más que clara la posibilidad de que por fin desaparezca el priísmo en el Estado de México. Si bien los previsibles resultados de la elección del próximo año tendrán graves repercusiones para Alito Moreno, es en la entidad mexiquense donde las alarmas desatan el nerviosismo del campechano, por lo que éste hará un desdén al proceso electoral en Coahuila y seguramente optará por negociar con el PAN la designación del abanderado de la Coalición, quién, claro está, será respaldado por la robusta militancia del PRD que desde hace algunos lustros se reduce a Mary Telma Guajardo, la flamante cuñada de los Moreira.

    Por supuesto que el acto morenista no sólo constata la capacidad de convocatoria que se reflejará en las urnas el año entrante, también se trata del banderazo de salida de aquellos que participarán en el proceso interno para contender por la candidatura en el EDOMEX y, de paso, sirvió de escaparate a los que se encuentran a la cabeza de la sucesión presidencial. Pero vamos por partes:

    La elección en el EDOMEX requiere de un candidato de unidad, pero las patadas debajo de la mesa comenzarán desde el inicio del proceso. Aquí lo interesante es saber de qué manera lograrán construir acuerdos para que, quien sea el elegido, logré mantener la prudencia política necesaria y consolide la percepción del electorado mexiquense que a gritos y desde hace varios años, clama por un cambio en el gobierno. Sin embargo, existe un riesgo latente, por desgracia más de uno de los aspirantes son verdaderos lobos de mar que no dudarían en anteponer el interés personal por encima del proyecto que encabeza López Obrador y eso pudiera recaer en acuerdos tras bambalinas con la coalición opositora. O no vayamos tan lejos, uno que otro cabildea ya la posibilidad de una coalición configurada de otra manera que guiñe el ojo al PT y Movimiento Ciudadano.

    Por eso aquí cabría para los morenos la autocrítica: ¿no hay más cuadros? Lamentablemente no, o quizá alguno por ahí, pero si se revisa la lista de aspirantes, las opciones se reducen a los mismos de siempre: el Senador Higinio, Encinas, la maestra Delfina y Horacio Duarte. Por lo tanto, el relevo generacional del que tanto se pregona, queda en eso, el pregón. Aún con eso, y, con la posibilidad de que emerja un liderazgo joven (por ahí anda uno en el oriente de la entidad), el triunfo es más que probable. De ahí que, lo urgente es elegir antes del proceso interno, una dirigencia capaz de no sucumbir a los intereses de grupo y que actúe de manera institucional. Este es el principal obstáculo que habrá de sortear la dirigencia nacional de MORENA y que, cuando menos, ya está en la agenda anunciada por Mario Delgado. Así que ojalá sea cierta la reestructuración de los órganos de dirección del partido.

    Para los militantes y simpatizantes de MORENA es claro quiénes tienen ventaja en cuanto a la sucesión. Bueno, lo primero que está claro es quién no debe ser el abanderado (Monreal) y después, quién está entre los mejor posicionados: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y sí, se les coló Adán Augusto López. Ahora bien, el propio presidente ha señalado reiteradamente que el mecanismo para elegir al abanderado será por la vía de la encuesta y si se ve este método desde la pluralidad de los grupos que conforman a MORENA, sería la opción más viable que dejaría con cierto margen de tranquilidad a los contendientes. Salvo el caso de Monreal, para él es el pretexto de la huida y desde hace tiempo es harina de otro costal.

    Pero aquí hay un problema: afines a cada uno de los presidenciables morenistas comienzan a cometer un error muy propio de la izquierda: adelantarse a los procesos para posicionar al líder sin el menor tacto político y soslayando en el hecho de que los aspirantes mejor posicionados, actualmente ostentan cargos de suma importancia: una jefa de gobierno, un canciller y ni más ni menos que un secretario de gobernación. Por esa razón, poco se entiende que los autores de esas iniciativas (quizá sin el conocimiento del aspirante) se adelanten, pues ninguno de estos tres personajes, al menos en este momento, tiene necesidad de arrancar antes del banderazo.

    Cada uno se ha posicionado en la preferencia de los militantes y de buena parte de la opinión pública por su desempeño y no precisamente por mantenerse en campaña permanente por la sucesión presidencial. Por cierto, de los tres personajes que menciono en estas líneas, he de señalar, en honor a la verdad, que los tres tienen una cualidad indiscutible que es la lealtad hacía el presidente, pero más al proyecto que concibe como cuarta transformación. Por esa misma razón y dejando en clara mi sabida por todos afinidad con la Jefa de Gobierno, no parece en nada prudente que sus seguidores opten por comenzar una campaña de esa naturaleza que puede a la larga convertirse en un desgaste, sobre todo cuando es la CDMX donde más se torna crítica la opinión del electorado y peor tantito, cuando los capitalinos vienen de un proceso que derivó en la pérdida de muchas alcaldías. Ojalá alguien les recuerde que no por mucho madrugar, amanece más temprano.

    Para acabarla de amolar

    Muchos liderazgos de MORENA en la CDMX a los que les cuesta trabajo erradicar los vicios adquiridos del difunto PRD y que no entendieron el mensaje transmitido por los chilangos en las urnas en esta última elección, andan por algunos estados de la república en pleno turismo electoral. No organizan asambleas, construyen comités, bases de apoyo, redes de participación, etc. A veces pareciera que todo se reduce a tomarse una foto con los candidatos para hacerse notar pregonando el cuento de ser los operadores de “x” o “y” presidenciable. Ni modo, ese mal congénito que traemos de Fidel Velázquez, “el que se mueve no sale en la foto”, está muy lejos de erradicarse. Sería bueno que se empiece por revisar cómo está MORENA en la capital del país, porque se vienen dos elecciones de trascendencia antes de la presidencial, pero… ¿Y cómo andan en la capital?

  • ¿Qué es América?

    ¿Qué es América?

    “Soy un pedazo de tierra que vale la pena…” así dice uno de los versos de la canción Latinoamérica de Calle 13, sencillo del disco Entren los que quieran que vio la luz en el 2011. Desde ese año han salido diversas versiones, una de ellas interpretada en la celebración del 15 de septiembre del año pasado por Lila Downs en el Zócalo de la Ciudad de México.

    En estas semanas se han dado una serie de controversias sobre la Cumbre de las Américas que se celebró del 6 al 10 junio. Al respecto el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en la independencia y soberanía de los países y la necesidad de incluirlos en las tomas de decisiones que les conciernen. Más allá de estos temas, me gustaría reflexionar sobre la experiencia de estar en el continente.

    ¿Alguien les ha preguntado qué se siente ser americano? Si nos planteamos responder será un tanto extraño sentirnos parte de un continente en donde existe la idea, justificada o no, impuesta o no, de que no somos iguales. Cada país tiene sus costumbres, su comida tradicional, hasta su propio acento o idioma; quizá no parezca que tengamos mucho que ver unos con otros. Sobre todo, entre el norte y todo lo demás que llamaremos de forma genérica el sur.

    Además de eso, vivimos la constante competencia entre unos países y otros, que se expresa más en el juego de pelota tan popular a nivel global y que tiene torneos todo el tiempo. Pero esto no es exclusivo de América, en todos los continentes existe una idea de que los originarios de un país o de otro son mejores, más guapos, más inteligentes, más hábiles, con mejor economía, en fin, para el caso saben a lo que me refiero, los ejemplos los tiene cada uno.

    La idea de ser americano nos es ajena, desde México y hasta el extremo del continente, porque los habitantes del norte se han apropiado de la denominación de origen. Hace algunos días Superholly, en su cuenta de Facebook ha publicado un video sobre el hecho de que Estados Unidos no tiene nombre, el gentilicio no existe, por lo que se denominan americanos. Casi nos podría parecer una situación crítica que no existiera un momento creativo o un criterio de unión para darle sentido a esa nación que les permitiera colocar una designación territorial común. Si lo pensamos bien, los estadounidenses terminaríamos siendo también los mexicanos, aunque tendríamos un lindo apellido.

    ¿Cómo sentirnos parte de ese pedazo de tierra que vale la pena? Podemos comenzar con derrocar la idea de colonización primero de Europa sobre américa del sur y después de Estados Unidos, que más que formar parte de un imperialismo cultural. Esto habrá de hacerse desde la persona, desde nosotros mismos porque sí somos americanos y no somos colonia de nadie. Requerimos comenzar a sentirnos parte de este espacio geográfico sin importar tonos de piel, origen o situación migratoria. Pues para muchos no hay elementos que nos acerquen a otros países dentro del territorio, quizá podemos comenzar por un paso pequeño, no sentir rechazo, aceptar que también formamos parte de la región, de norte a sur, que también Canadá tiene su dotación de segregación.

    Tarea compleja pretender que las personas comencemos a tener la sensación de pertenecer al continente. ¿Cómo reconstruir una identidad que nos permita reapropiarnos el espacio que tenemos? No como una propiedad, sino responsabilizándonos de las decisiones que tomamos en común. La invitación es dejar de lado los estereotipos, muchos de ellos extraídos de prejuicios o convertidos en ellos, y comencemos a pensar ¿qué significa ser americano? ¿Qué queremos colocar dentro de esa acepción? Finalmente, ¿cómo encaminarnos a dotar estos significados de realidad con nuestras acciones? Mi propuesta sería tomar los más altos valores de nuestros pueblos, de cada uno, sin distinguir países, regiones, estados o grupos sociales, y actuemos siguiéndolas como metas. Recordando siempre que un ser humano no nace siéndolo, se hace de forma dinámica e interactiva con su mundo social.

    Así como Calle 13 recoge lo que Latinoamérica es y lo coloca en un conjunto de sonidos y silencios rítmicos; hagamos de cada uno la melodía que armonice lo mejor de cada espacio americano que hayamos vivido para volver a darle significado a esta tierra que nos une. Sin separaciones, sin extrañezas, sin distinguir norte y sur, sino reconstruyendo la unidad, donde cada uno sea la representación de todo lo que somos como región, grande, trabajadora, soñadora.

    Seamos una utopía andando, no como aquello imposible, sino como una meta hacia donde tenemos que fijar nuestra meta personal, porque esa es nuestra responsabilidad como constructores de una sociedad. Ojalá que nuestra conjunción de generaciones siempre vea la mejor versión de nosotros. He aquí la posibilidad de transformación, comenzar por uno para que impacte en nuestro entorno y hacerlo más grato de habitar. Hagamos que esta tierra valga la pena siempre.

  • El PRI y su cada vez más lejano centenario

    El PRI y su cada vez más lejano centenario

    93 años de gobierno priista. “La dictadura perfecta”

    Como todo lo que sube baja, y como no hay mal que dure 100 años, la caída del PRI parece inminente. Hace décadas los abuelos decían: “El PRI no gana, siempre se la roba”. Y efectivamente así era. Los fraudes perpetrados por sus militantes, miembros de todos los gremios, salían en cada elección a la calle a hacerla suya a como diera lugar.  Donde hubiera que matar, se hacía. 

    Cada tarde de elección, aunque fuera local, las boletas eran marcadas a favor del partido “aplanadora”. El PRI se llevaba siempre “CARRO COMPLETO”. Estrategias hubo muchas, desde cambiar los días de votación para poder apoyar a los estados de mayor importancia; efectuarlas durante el partido “clásico”, para que bajara la afluencia de votantes. O realizar un sinnúmero de acciones clicadas en cada una de ellas, ya por demás ensayadas, logrando así mayor efectividad: “tacos”, urnas “embarazadas”, “ratón loco”, etc.

    La suma de las acciones fraudulentas daban como ganador al mismo de siempre: Al PRI. Aunque el pueblo lo rechazara, mostrándole  su aversión con el abstencionismo, el partido en el poder, quien era juez y parte en la contienda electoral, llenaba las boletas de aquellos que no habían acudido a sufragar, dando espacio para que el  simulado triunfo fuera más fácil.

    Fue en la década de los 80s, cuando el partido con tantos años en el poder intentó modificar sus políticas, con Salinas de Gortari. No para beneficiar al pueblo, sino para seguir en el poder. Pues era ya tan obvio que el abstencionismo superaba por demasiado los votos emitidos “a través de un fraude”.

    México ya estaba destinado para entregarlo a capitales extranjeros.  Y Salinas tenía planes muy concretos para él, su familia y sus amigos cercanos.

    “Se cayó el sistema”

    Fue la cabeza de los diarios para avalar el ultraje electoral al pueblo de México. Salinas quedaba como presidente. La defensa del voto fue larga, pero no contundente.

    La mesura de los dirigentes permitió que Salinas se sentara en la silla del águila, con el rechazo generalizado del pueblo mexicano. Y ese hombrecillo replantea la manera de hacer política, logrando cooptar decenas de dirigentes sociales, sofocando con sus estrategias de “buena honda” a movimientos y movilizaciones.

    Fue entreguista, traidor, ladrón, mentiroso. Y cuando su popularidad iba cayendo al más bajo nivel; como los magos, se saca de la manga el proyecto “SOLIDARIDAD”. El cual lo hizo remontar la ola que iba directo a enterrarlo en la arena.

    El PRI dio giros de 180 grados. Los estratagemas y acciones “a favor del pueblo” le volvieron a dar credibilidad en muchos gremios y sectores sociales. Se vuelve a reinventar el gobierno al poner a los panistas, quienes eran colocados en el poder por el mismo Salinas. El papel del panismo en la presidencia de la Republica, quedó escrito en la historia entre repudio, burla  y sangre.

    Hoy por hoy, el PRI está dando sus patadas de ahogado. Desde que Alito Moreno llegó a la presidencia del partido en 2019, sólo han mantenido sin derrota una gubernatura, la de Durango. Y con respiración artificial de la alianza formada por PRI, PAN y PRD. Es decir, solo tienen 3 estados: Durango, Coahuila y Edomex, con altas posibilidades de perder estos dos últimos el próximo año.

    En un intento por solucionar su terrible situación, los priistas dinosaurios, exgobernadores, líderes y demás miembros de peso, entre ellos Ruiz Massieu, sobrino de Salinas, intentaron dar un giro, cambiando de presidente de partido; tratando de  imponer a Osorio Chong para destituir a Alito por “incompetente y llevar una dirigencia fallida”; acusándolo  tambien de apoyar sólo a su grupo  y soslayar los intereses del partido e impugnando la alianza con PAN Y PRD.

    Pero Alito, como todo tonto con poder y al grito de “no me voy”, se cobijó con los actuales equipos del partido y sus aliados de mayor peso, para impedir ser destituido a pesar de las denuncias judiciales en su contra y del rechazo de la gran mayoría de priistas.

    Y fue así como los otrora “pesos pesados” del PRI, tuvieron que salir por la puerta trasera, para dar declaraciones que no abrieran más la llaga del ya de por sí  diezmado  partido.

    Alito se queda, con un as bajo la manga: Cambiar estatutos, que ya ha comenzado a modificar, para postergar su  corto “reinado” hasta finales del 2023 y así poder ser candidato a la presidencia el 2024. No importa si Alito se va o se queda, el PRI va en picada.

    Gracias a AMLO el pueblo ha reaccionado y su despertar debe dar continuidad al proyecto de la Cuarta Transformación. Hoy le corresponde al pueblo ser participe de manera activa, de la lucha constante entre el conservadurismo y el poder popular.

    En las marchas lanzábamos la consigna: “Muera el PRI”. Es probable, que nos toque ver su caída y desaparición.  Aunque en política nada está escrito, nos corresponde a los pueblos hacer que se den las circunstancias, para lograr nuestros anhelos.

  • Desesperación en la oposición

    Desesperación en la oposición

    Como si fuera una avalancha de tragedias, la oposición vive momentos ríspidos, versa el dicho popular: le llueve sobre mojado. Gubernaturas perdidas, fuertes acusaciones, dirigentes exhibidos en sus peores prácticas, situaciones que parecen marcar el fin de más de un partido político.

    Esta semana los legisladores de la alianza Va por México gritaron a los cuatro vientos una moratoria constitucional, según la cual, se negarían a debatir las iniciativas que enviara el ejecutivo; en otras palabras, se negarían a trabajar.

    Como era de esperarse, porque México ya cambió, un raudal de críticas fluyó a los legisladores; y es que, ¿para qué queremos una oposición si renuncia a sus facultades? ¿Si se niega a debatir leyes? ¿Acaso su papel es solamente el de cabildear intereses corporativos? El mismo presidente manifestó: ¡que lo hagan, pero que dejen de cobrar! ¿Qué empleado puede adoptar una postura de tal naturaleza? Negarse a realizar las actividades para las que fue contratado.

    La frustración que vive la oposición es descomunal, no hay liderazgo que emerja de su barco casi hundido, ningún candidato en firme; hace rato que luce como un pollo que corre sin cabeza.

    El dirigente del PRI, por ejemplo, uno de los más aguerridos opositores, ha sido para la alianza más una afrenta que una ventaja; la exhibición de su desmesurado enriquecimiento, los audios en los que conocimos su florido lenguaje y su turbio “modus operandi”, nada digno de seguir. Además, ha manifestado su negativa para soltar la dirigencia de su partido, un augurio más de fracaso; en los equipos profesionales, cuando se pierden demasiados partidos, se corre al entrenador, no a los jugadores. La necedad de Alito ha sido aplaudida por sus aliados, aunque sin sonrisa; más aplaudida aún por el partido en el poder

    Otro “presidenciable”, el gobernador “tiktokero”, preocupa con su desempeño en el nuevo Nuevo León, los problemas del estado se le escapan de las manos: La ola de feminicidios, la escasez de agua y su pésima gestión, el alza en el costo de transporte; mientras esto sucede, su fallido turismo político en la Cumbre de las Américas; y para preocuparse aún más, sus recientes declaraciones donde confirma lo que ya sabíamos: No sabe gobernar; se ha ganado tantos apelativos; como el más reciente: Poncio Pilatos, porque sólo sabe lavarse las manos. Una lección más para aquellos que no han entendido que no se debe votar solo por una cara bonita, por simpatía o popularidad, porque se paga sumamente caro.

    Muy cerca del gobernador antes mencionado, producto del desasosiego de la oposición, resuena el nombre de otro político, cuya única gloria es portar un popular apellido, el de su padre, Colosio; un personaje que se hizo famoso no por grandes logros, obras o transformaciones, sino por ser asesinado, sospechosamente por su propia fracción. Convenientemente le convirtieron en un mártir, porque la gente olvida rápido que, a fin de cuentas, Colosio era el pupilo del detestado Salinas. Sólo porque no hay candidatos, la inversión en propaganda para el hijo de Colosio se percibe en las redes, sin experiencia, apenas comenzando a gobernar un municipio; solo ha dado muestra de su ineptitud y sus “fallas técnicas” en la política, pero según ciertos medios, ya figura en las encuestas.

    Si aún no se sorprenden, imaginen la consternación de los partidos que hasta se ha escuchado al dirigente de Va por México, Claudio Xicoténcatl, candidatear al comediante Eugenio Derbez; ¿Qué haría un cómico en la política dirigiendo a un país? Ya bastante surrealista fue el gobierno en estos años de neoliberalismo, como para imaginar tal insolencia, aunque nunca hay que desestimar los comentarios del dueño de la alianza, al fin, es el dueño. Todo es posible, allí está, por ejemplo Ucrania, con su actual presidente. Un escenario de esa naturaleza, por supuesto no es nada gracioso.

    Aunque no pareciera ser motivo de preocupación para la cuarta transformación, han comenzado movilizaciones mostrando el músculo político. Este domingo Morena llenó las calles del centro de Toluca, se hicieron presentes precandidatos a gobernadores y a la presidencia. Vaya que la oposición debe estar alterada; por ello, es importante recordar que no hay enemigo pequeño, veremos en las próximas elecciones un desfile de los vicios aprendidos y ensayados durante décadas para hacerse del triunfo al coste que sea; la batalla apenas comienza.

  • El Titanic y la señora Dresser

    El Titanic y la señora Dresser

    No es noticia que, desde hace ya mucho tiempo, la capacidad de análisis objetivo de la doctora Denise Dresser naufragó en las aguas casi a punto de ebullir del inmenso océano que la oposición —es sólo un decir— se ha inventado en la bien cebada ciénega de sus prejuicios, fobias bobas, porfiados odios e intereses inconfesables.

    La profesora (del ITAM) Denise Dresser, un día sí y a la media hora va de nuevo, no duda en oprobiar su sólida y bilingüe formación académica en el Colegio de México y la Universidad de Princeton. Una pena. Carente de argumentos y razones para vituperar sin medida ni clemencia a quien, para ella y para otras tantas ofuscadas personas, es el factótum de absolutamente todos los males pretéritos, presentes y por venir de México, el presidente López Obrador —but of course!—, tiene años que ha optado por prescindir del juicio racional de las cosas, para mejor tirarse incólume a la chacota, el improperio y el pastelazo.

    La también columnista (del Reforma) usa cuanto foro, micrófono, página o pantalla puede para denostar al gobierno de la 4T, pero sobre todo a quienes lo apoyan. La argucia más socorrida es simple: los pobres mortales que están de acuerdo y respaldan a AMLO son ignorantes, o mensos, o fanáticos, o vendidos, o todas las combinaciones posibles, ignorantes y fanáticos, mensos y vendidos, fanáticos e ignorantes, en fin… No importa que todos esos hombres y todas esas mujeres conformen la enorme mayoría… O sí importa, justo porque son eso: la mayoría y no la gente distinguida; son la masa, la raza, la bola…, la mayoría ingenua y sonsa, desinformada, maleducada y susceptible de ser engañada por populistas como el malvado aludido y causante de todas las calamidades nacionales. Nada cool.

    Hace un par de días, la también panelista (de Televisa) lanzó a la tuitósfera un mensaje que ejemplifica impecablemente lo dicho hasta aquí. No espere usted una reflexión demasiada elaborada y aburrida. No. La doctora tuiteó un meme. Ella nada más presentó el dichoso meme con una solitaria palabrita de tres letras: “Así”, el adverbio de modo que también el señorito Claudio Equis suele teclear para, en forma ladina, tirar la piedra e ipso facto esconder la mano.

    El meme muestra una escena clavada en lo más recóndito del imaginario occidental desde hace varias décadas, y más incluso desde que se estrenó la película de James Cameron que narra el evento (1997): el hundimiento del Titanic. En medio del frío, la noche y el mar, la proa del buque ya está rendida bajo el agua, la popa ridículamente en el aire, con las hélices de fuera; la embarcación en picada a unos 45 grados respecto a la superficie helada del mar. La estampa anuncia la inminencia de la catástrofe que todos sabemos que está a unos instantes de suceder: a las 2:18 am el barco se partirá por la mitad. El pavor, muerte, la tragedia… El texto, dos líneas. Arriba, en el cielo: “MÉXICO ES COMO EL TITANIC”. Abajo, en la espantosa masa de agua, “PERO CON LOS PASAJEROS APLAUDIENDO”.

    Pues sí, para la señora Dresser la mayoría de los ciudadanos y de las ciudadanas de este país somos unos idiotas, y ella una lumbrera.… ¡Extrañas formas que tiene la politóloga de granjearse simpatías!

    Y ya metidos en esto, me voy a permitir usufructuar la alegoría del malogrado Titanic. La estratificación por clases de los pasajeros en efecto recuerda la terrible polarización socioeconómica y el clasismo que hay en México, hoy y desde siempre.

    En cuanto a la travesía y el infortunio, me parece que sí, ciertamente, así navegaba nuestro país hasta hace muy poco: mientras que los más acaudalados vivían en desenfrenada bacanal, el capitán del barco dormía, la tripulación nada más andaba pajareando, y todos nos dirigíamos directamente a un descomunal iceberg, al fatal siniestro.

    Hace apenas unos días, en una mañanera, el presidente dijo que en 2018 afortunadamente cambiamos de rumbo a tiempo. Concuerdo: las elecciones de julio de aquel año no fueron otra cosa que un golpe de timón. Se evitó la catástrofe, una hecatombe del todo previsible, y eso incluso sin considerar la pandemia, ese inconmensurable iceberg que surgió de la nada en 2019.

    El conjunto de políticas públicas echadas a andar por el gobierno electo democráticamente hace casi cuatro años, cuyo eje incuestionable es el axioma “por el bien de todos, primero los pobres”, evitó el colapso del país. Así que sí, yo aplaudo, aplaudo al movimiento de regeneración nacional, aplaudo porque la nave va.

  • Ricardo Monreal y el estigma de la traición

    Ricardo Monreal y el estigma de la traición

    Esta es parte de la historia política de este Doctor en Derecho extraída de diferentes medios en distintas fases de una misma elección, quien como se puede observar, su comportamiento actual es exactamente el mismo que en aquel lejano 1998.:

    • El político zacatecano Monreal dejó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1998, inconforme porque no lo nombraron candidato a gobernador. El hasta entonces tres veces legislador federal tejió durante años una estructura dentro del priismo local y se llevó a buena parte de sus correligionarios.
    • Dialogó con los Partidos Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y de la Revolución Democrática (PRD). Contendió por la gubernatura con las siglas del sol azteca, gracias a que los cinco precandidatos perredistas, entre ellos Amalia García, declinaron en su favor.
    • Triunfó y encabezó un gobierno de transición, pero se le acusó de asignar obras públicas a constructoras mediante procedimientos cuestionados.
    • El grupo de los cien compadres, a quienes habría pagado facturas políticas, marginó a la oposición; se le imputó cooptar a periodistas y medios de comunicación, así como de amedrentar a quienes no trabajaban con él. Colocó a familiares en puestos gubernamentales, particularmente a hermanos y primos.
    • Ricardo Monreal desarticuló organizaciones sociales como El Barzón, el Movimiento Democrático Magisterial de Zacatecas y la Asamblea de Deudores de la Banca. A sus dirigentes les dio cargos públicos o diputaciones, y se acabaron las protestas en la entidad
    • En 2004, Ricardo Monreal intentó imponer como candidato a la gubernatura a su delfín, el secretario de Gobierno Tomás Torres Mercado.

    Como puede leerse, se trata de un político hábil para realizar alianzas, para cerrar “AMARRES¨ con la oposición; sin embargo, también muestra su lado siniestro y ambicioso cuando no salen las cosas a su conveniencia, ya que se convierte en un chantajista político a quien no le importa en lo más mínimo afectar a MORENA, lanzando acusaciones de actos anticipados de campaña, cuando él declinó acompañar en una asamblea informativa en Toluca donde los líderes del partido mostraban la unidad y la fuerza que actualmente tiene el Movimiento formado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en los inicios de Morena fincaba las bases de una Regeneración a través de asambleas informativas, en donde la ciudadanía se enteraba de voz de sus líderes, de los temas de interés nacional, de planes a mediano y largo plazo, se repasaba el ¨Proyecto Alternativo de Nación¨ y muchas otras actividades de comunicación que eran llevadas a cabo en dichas asambleas, en donde en más de una ocasión Ricardo Monreal estuvo presente y participó activamente en ellas.

    El aislamiento de Monreal obedece a su prematuro destape, a su desdén por los posibles candidatos y a una frustración por su posicionamiento en las encuestas, las cuales no lo favorecen, por lo que hasta el Presidente ha pintado su raya con el político zacatecano, y para acabar de socavar su poca imagen de deslealtad hacia su propio partido han sido los casos de Sandra Cuevas en la alcaldía de Cuauhtémoc, y su alianza con Dante Delgado en la detención de su colaborador Del Río Virgen en Veracruz, en donde no tuvo ningún reparo en acusar al Gobierno de Veracruz de corrupción y anomalías, e hizo todo un show mediático de Navidad digno de héroe de libro vaquero como salvador de su compinche en la cámara, quien aún permanece preso al menos por 3 meses más, y sus héroes senadores más parecen don Quijote y Sancho Panza peleando con molinos de viento, en una total distorsión a la realidad.

    Sandra Cuevas es un caso aparte; Monreal ha declarado públicamente que es su AMIGA, y se le ha lanzado al cuello al gobierno de Claudia Sheinbaum, argumentando que no la han dejado trabajar; este comportamiento se replica en uno de los párrafos al principio de este texto, cuando Monreal PAGÓ facturas políticas al grupo de LOS COMPADRES en Zacatecas; sólo falta saber cuál es el favor que le debe nuestro caballero andante a Sandra Cuevas, quien tiene antecedentes obscuros y ligados a cosas no muy lícitas.

    Pero en fin; él está cavando su tumba en MORENA o arando su camino directo a la oposición. El tiempo a mediano plazo lo dirá, pero en este momento Ricardo Monreal está más cerca del bloque opositor que del partido que representa, y que seguirá utilizando para conseguir adeptos mientras pueda, tal como un vulgar mapache político.

    No sabremos cuál será su causa hasta que exista una confrontación directa con él por parte de las cúpulas morenistas con un buen jalón de orejas; sólo espero que no tarde mucho el aterrizar a este personaje que de tonto no tiene un pelo, sin embargo los entripados nunca le han funcionado para lograr sus intereses y tal parece que ésta no será la excepción.

    Pero una cosa es verdad: Ricardo Monreal Ávila para los políticos tal vez sea una ficha que pueda tener valor en esta carrera por la presidencia, pero de seguir así, con las actitudes traicioneras, está políticamente desahuciado para los electores fieles a López Obrador, por lo que si llegase a integrarse a las filas del bloque opositor, el estigma de la traición será su muerte política.

  • 10 de junio del 71. Un movimiento surgido en Nuevo León

    10 de junio del 71. Un movimiento surgido en Nuevo León

    El 10 de junio de 1971 prevalece en la memoria del pueblo de México como un hito en la larga lucha por nuestras libertades. Los trágicos acontecimientos de San Cosme donde perdieron la vida y desaparecieron decenas de estudiantes que se solidarizaban con la huelga de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), confirmaron la decadencia del régimen del PRI- Gobierno iniciada en 1968.

    En 2021 se cumplieron 50 años de aquellos sucesos también conocidos como “El Halconazo”, pues a diferencia del 68 no fueron directamente los militares los artífices de la violencia de Estado sino un grupo de choque paramilitar vestido de civil preparado material e intelectualmente en los sótanos del poder.

    La pandemia de Covid no permitió la realización de grandes movilizaciones en conmemoración del cincuentenario de los estudiantes caídos por sus ideales; pero este 2022 comienzan a retomarse las actividades públicas, y el reciente aniversario ha devuelto el protagonismo de aquel movimiento y la demanda vigente de justicia contra la impunidad.

    En este contexto, la Universidad Iberoamericana ha publicado el libro 10 de junio no se olvida: organización estudiantil, narraciones y memoria del Halconazo de 1971, coordinado por Marisol López Menéndez, Jorge Mendoza García y Amílcar Carpio Pérez, que hoy es preciso visitar.

    La obra es una revisión integral y multidisciplinaria del 10 de junio de 1971, el movimiento estudiantil, su narrativa y contexto. Consta de los capítulos: “10 de junio, entre la memoria y el olvido” de Yllich Escamilla Santiago; “Los gorilas, soportes de la sensibilidad estudiantil frente a las fuerzas represivas del Estado (1968, 1971)” de Carlos Enrique Torres Monroy; “Archivos de la memoria de 1971: La reconstrucción desde el mimeógrafo” de Alfonso Díaz Tovar y Valentín Albarrán Ulloa; “Sociabilidad política y asociaciones estudiantiles: el Halconazo y la organización de los comités de lucha” de Amílcar Carpio Pérez; “Tiempo público y narrativa martirial. Reflexiones sobre la muerte de Rafael L. Márquez” de Marisol López Menéndez; “Narrando y recordando el Halconazo de 1971 en México medio siglo después” de Jorge Mendoza García; “¡Ay dios mío, no los vayan a golpear otra vez!”, El 10 de junio de 1971 en el cine mexicano” de Miguel Ángel García Mani; “Diez de corpus”. Evocaciones a la masacre del 10 de junio” en una canción de José de Molina de

    Rigoberto Reyes Sánchez; “¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!”, de Edna Ovalle Rodríguez; “Los Comandos Armados del Pueblo y el 10 de junio” de David Cilia Olmos; y “Ayotzinapa en el marco del 10 de junio de 1971” de Pedro Ortiz Oropeza y Alba Martínez Carmona.

    Como podemos observar esta compilación posibilita revisitar el 71 desde diversos ángulos y enfoques, no solo políticos, sino también culturales como la música y el cine.

    En este caso recuperamos algunos puntos del artículo “¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!” de Edna Ovalle Rodríguez, pues es importante reseñar que los acontecimientos de 1971 en gran medida surgen del movimiento estudiantil en tierras regias, en la UANL.

    Como señala un texto de la CNDH: “A finales de la década de 1960, en la UANL profesores como estudiantes presentaron una ley orgánica donde se proponía un gobierno paritario. Gracias a ésta llegó a la rectoría Héctor Ulises Leal Flores en 1971. En total desacuerdo, el gobierno redujo los presupuestos y obligó al Consejo Universitario a aprobar un nuevo proyecto de ley donde se suprimía la autonomía de la universidad. Por ello, los estudiantes salieron a las calles a manifestar su descontento y, quienes integraban el comité estudiantil, pidieron a las demás universidades del país su apoyo. Tanto la UNAM como el IPN respondieron, decidieron unirse y realizar una manifestación masiva el 10 de junio de 1971.” (CNDH). El movimiento de la UANL desembocó en una huelga que fue desalojada por el gobierno del estado, hecho que significó el proemio de que los estudiantes de la capital del país volvieran a salir a las calles después de los traumáticos y dolorosos sucesos de la represión del 2 de octubre de 1968.

    Nos narra Edna Ovalle: “Sabemos que, en las asambleas estudiantiles previas a la marcha, la discusión de asistir o no fue controvertida. Salir a las calles para manifestarse no era nada fácil después de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco. Para algunos dirigentes estudiantiles no resultaba muy prudente u oportuno, por lo que la decisión fue polémica; se discutieron pros y contras para, finalmente, decidir impulsar y acudir a la marcha con las siguientes demandas, como lo informa un volante del CoCo, dirigido a obreros y estudiantes: democracia sindical, libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos del país, democratización de la enseñanza, apoyo a los estudiantes y maestros de Nuevo León y rechazo a la reforma educativa antidemocrática, entre las más importantes. Al revisar la propaganda emitida antes y durante la marcha, se observaron variantes en las demandas de acuerdo con cada escuela; sin embargo, todas coinciden en un objetivo: apoyar a los universitarios de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).”

    En su texto Ovalle reconstruye los sucesos del 71, y la relación del movimiento de la UANL con los estudiantes de la UNAM y de las instituciones de educación capitalina desde el hallazgo de un volante: “Entre las hojas de un libro adquirido en una librería de segunda mano en la Ciudad de México, apareció un documento cuyo encabezado decía: ¡¡La lucha de Nuevo León es la lucha por la democracia!! Era un volante tamaño carta, impreso por ambos lados, en papel revolución, escrito en máquina mecánica e impreso mediante esténcil de cera en un mimeógrafo. El documento estaba maltratado, pero era legible, a pesar de haber sido elaborado casi medio siglo atrás. Se trataba de un volante firmado por el Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, fechado en la Asamblea General el lunes 7 de junio (1971) donde seguramente se discutieron los pros y los contras de la participación estudiantil en la marcha del 10 de junio”. En aquella época donde el contexto de la comunicación era diametralmente diferente a hoy en día, resalta que, a través de volantes y medios de comunicación alternativos, los estudiantes lograron comunicarse e integrarse, para sacudirse el miedo, volver a participar por sus ideales y organizarse en un frente inter universitario que de no haber sido por la brutalidad del gobierno se hubiera convertido en un movimiento nacional emergente.

    Como sintetiza Ovalle: “La estrategia de engaño y simulación del gobierno de Luis Echeverría intervino arteramente para mediatizar, confundir y negociar el conflicto regiomontano que se perfilaba como la posibilidad de una reactivación del movimiento estudiantil. En Monterrey, entre tanto, la desmovilización, la represión, la negociación de espacios de poder y el cansancio de los diferentes actores del movimiento estudiantil actuaron en contra. La represión a la marcha del 10 de junio fue la puntilla para las aspiraciones de democracia de muchos activistas universitarios, mostró el lado más oscuro del régimen y facilitó el paso al inicio de otro capítulo de la historia nacional”.

    A la luz de no olvidar los hechos del 71 para redimir con nuevas voces, nuevas luchas, nuevos rostros la alegría e imaginación de los jóvenes caídos en las calles y que soñaron con un país de igualdad, fraternidad y libertad, el libro 10 de junio no se olvida: organización estudiantil, narraciones y memoria del Halconazo de 1971 es un mosaico de todas las tonalidades, imprescindibles para comprender que los cambios sociales de hoy, tienen un anclaje con quienes incluso ofrendaron su vida, palabra y acción.

  • Alejandro Moreno o la degradación institucional

    Alejandro Moreno o la degradación institucional

    ¿Qué se puede decir de Alejandro Moreno Cárdenas, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI)? Muchas cosas. De entrada, se me ocurren tres. Una: que es un sujeto inenarrable: grosero, indigno, patán, insano, inconsciente y –por lo que se atestigua en los audios que hace unos días salieron a la luz– sumamente corrupto. Dos: que tiene sus días contados como dirigente del PRI, debido a que es un gran perdedor que ha arrastrado a dicho partido político, junto con él, hasta la ignominia. Tres: que debe cambiar de cirujano plástico. Hay tanto que preguntarle, si bien ya sabemos más o menos lo que nos responderá.

    El impresentable se presenta. Alejandro “Alito” Moreno llega a la entrevista cargando un gran peso: trae consigo la derrota a cuestas. En los años que lleva como presidente del PRI casi acaba con dicho partido, pues lo ha dejado con sólo cuatro gubernaturas, dos de las cuales seguro perderá el próximo año. De hecho, para muchos –me incluyo–, Alito es un héroe nacional.

    ***

    Alejandro, el PRI ha perdido diez gubernaturas desde que tomaste el cargo (Sonora, Sinaloa, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima, Campeche, Hidalgo y Oaxaca) y el año entrante es muy probable que pierda otras dos (Coahuila y Estado de México). De ser el gran partido nacional, el PRI pasará a ser un grupo político ínfimo, menor que Movimiento Ciudadano. ¿Qué nos puede decir al respecto?

    En las elecciones del 5 de junio, a pesar del ataque gubernamental sin límite, logramos ganar en dos estados y quizá en tres, porque vamos a seguir peleando Tamaulipas. Que se escuche bien, porque estas cosas suelen pasar desapercibidas: en dos estados superamos un abstencionismo brutal y a un %#%?[&}W°$¡ gobierno antidemocrático que en los comicios metió las manos manchadas por la sangre del narco. ¡Ganamos!

    A cualquier director técnico ya lo habrían despachado por menos derrotas. Alito Moreno, dicen que eres un héroe nacional que has hecho lo que en casi cien años nadie había podido lograr, pero que todos habíamos esperado: la destrucción del PRI, el fin de una era, la muerte de un partido político que compaginó por años al Ogro Filantrópico con la Dictadura Perfecta. ¿Es así?

    No, hombre. Claro que no. Estamos enfrentando a un dictador y le ganamos, como te dije, tres gubernaturas, porque Tamaulipas va a ser nuestra, no de esos hijos de &5 c&@$#/%4, porque _6?%¿¨´#”&(/ es absolutamente [4? &%¿”&(/?&}W. Y perdón, así hablo yo.

    Lo sabemos, Alito. El doctor Ernesto Lammoglia afirma que eres un psicópata que comete ilícitos y hace cualquier cantidad de bajezas sin el menor reparo; que reúnes los rasgos y la naturaleza compleja de un ser inferior producto de la dismorfia corporal. ¿Es así?

    ¿Quién es ese &@$#/%4? &%¿¨´#”&(/? Ahora cualquier tipejo puede soltar sus ridículas teorías sobre mi persona…

    Bueno, el periodista Álvaro Delgado te llama “Un hombre llamado fracaso”, y señala que eres un dirigente ya incómodo para el PRIAN, además de que tu futuro está más cerca de la cárcel. Ahora hasta Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (o a favor dicen desde la Mañanera) te exhibe como un corrupto. ¡La organización de Claudio X, tu aliado político! ¿Le estorba “Alito” Moreno al PRIAN?

    Claro que no. Ganamos. Todo el mundo dice que nos dieron una v&5 c&@$#/%4? &%¿´#”&(/5, pero en realidad nosotros estamos más que bien porque esos h&%¿¨@$#/&_(/5&5%4? no son más que unos 5&5%4?v&%4? &%*¿¨´#”&(/.

    Alito, ¿podrías profundizar en eso de que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos: hay que matarlos de hambre”?

    Se trata de audios distorsionados.

    ¿Por el lenguaje soez?

    Hágase el gracioso y lo pongo en la fila… Jajaja. No es cierto, yo respeto la libertad de expresión. En realidad, eso que dicen que dije es culpa de Morena que siempre nos quiere atacar, porque mi comportamiento público ahí está (silencio…). Justamente cuando votamos en contra de la reforma energética salen esas cosas, pero no hay medicamentos, no hay empleo, no hay seguridad, niños con cáncer, prima de AMLO, casa gris, Gatell, narcotráfico…

    Lammoglia debe tener razón: el tipo es un inestable mental, cuando menos. Tendré que dejar de preguntarle algunas cosas, por ejemplo, del donativo de Cinépolis, de los millones de dólares en Panamá al publicista español, del avión, de las gorras… ¿Para qué? Ya sabemos la respuesta: h&%¿¨@$#/&_(/5&5%.

  • Lanzar la piedra y esconder la mano

    Lanzar la piedra y esconder la mano

    Pocas cosas resultan tan gratificantes como lanzar la piedra y esconder la mano. No importa el asunto en cuestión, sino la reacción y el desconcierto que genera entre aquello que fueron impactados por nuestro ataque. Nada sacude el piso como ese acontecimiento del que se desconoce su origen o ―esto es todavía mejor― del que se reniega desde el origen mismo. Me explico; lanzas la piedra (una propuesta, queja, perorata o berrinche), consigues la atención que estabas buscando y entonces, dando un ejemplar paso atrás, reniegas de la piedra. Insisto: Reniegas de la piedra, no de haberla lanzado, eso resultaría mezquino, simplemente inicias un proceso en sentido inverso en el cual la piedra se convierte en algo despreciable. Sin duda alguna se trata de una idea compleja, y para entenderla es necesario recurrir a nuestra clase conservadora y sus lacayos aspiracionistas, que siempre ayudan a ilustrar propuestas como esta, propuestas que han consagrado en su quehacer político.

    Muestra de ello es el tema de los médicos cubanos. La procesión de médicos mexicanos desempleados que vimos desfilar por las redes sociales rasgándose las ropas y reclamando que se les entreguen plazas a médicos extranjeros cuando ellos estarían gustosos de aceptar dichas plazas ¡Que digo gustosos! Cuando ellos han esperado toda una vida por esas plazas, se tradujo en que de las más de 14,000 plazas ofrecidas por el sector publico de salud, hubiera menos de 7,000 postulaciones ¿Podemos culpar a las Ana Cecis de esto? ¿Debemos indignarnos porque más del 51% de los puestos médicos ofrecidos no tuvieron una sola postulación o porque las plazas que no les interesaron a esos médicos ansiosos de ejercer el Juramento Hipocrático se encontraran en comunidades indígenas o con pobreza mayor al promedio? ¿Es culpa de estos jóvenes médicos, llenos de ilusión por el ejercicio de una profesión que les permita llenarse los bolsillos y mantener un estilo de vida insulso y excesivo, no querer trabajar en lugares sin centros comerciales ni cadenas de restaurantes pretenciosos?

    En esa misma línea, Samuel Garcia, el enfant terrible de la política nacional, nos regala una joya sobre como se debe lanzar la piedra y esconder la mano cuando, frente a las injustas mentadas de madre que su esposa y él reciben constantemente por el desabasto de agua y los cortes de luz, recula magistralmente y le dice a la población de Nuevo León qué ni CONAGUA ni la CFE dependen de él. Dejemos de lado lo terrible que resulta que Samuel y Mariana (de a penas 26 años) reciban mentadas de madre todos los días y concentrémonos en la brillante maroma que representa ser gobernador de un estado y lavarse las manos frente a los problemas que aquejan a su población. Ahí está la grandeza de Samuel ¿Alguien esperaba que resolviera algo? ¿Alguien voto por él, creyendo que Nuevo León estaría mejor bajo su mando? Samuel prometió gobernar de un modo diferente, incorruptible, nuevo y nadie lo pude culpar por renunciar al ejercicio del gobierno sin renunciar a la gubernatura. Al contrario, habría que aplaudirle que se haga a un lado, se lave las manos y diga: eso no me toca a mí. Seguramente hará menos daño.

    Siguiendo los pasos de este prohombre (Samuel Garcia), el bloque opositor ―amos de la retórica conservadora― se declara en moratoria constitucional. En otras palabras: declaran qué sin dejar de ser legisladores, dejarán de legislar. Todo buscando el bienestar del país. Sin lugar a duda el mejor legislador conservador es que el no legisla ¿Qué va a legislar un conservador? “Proyecto de Reforma de Ley: todo se mantiene igual”. Por otro lado ¿no es digno de admiración y respeto que quienes están más preocupados por rescatar a México de la barbarie CuatroTeista determinen que lo mejor que pueden hacer es no hacer nada? Lo único que no me queda claro es si se les acabaron los Legos o si los cabilderos de organizaciones trasnacionales ya no quieren ir a las sedes del poder legislativo, pero se vea por donde se vea, la moratoria constitucional es un acto de congruencia y valentía que hace frente como nunca la incapacidad política de los conservadores y asume el sinsentido de su labor parlamentaria.

    Entrados en gastos, el periodicazo de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en contra de Alito Moreno solo puede significar una de dos cosas: o Alito Moreno estaba escondiendo la mano después de atacar de forma constante al gobierno de Andres Manuel y buscaba (o no conseguía evitar) un acercamiento del PRI con la CuatroTE… alejando al otrora partido hegemónico de la alianza Va por México; o la alianza conservadora, encabezada por ese demócrata de cuello blanco que es Claudio X. González, esta pensando en sacudirse al PRI en un esfuerzo desesperado por mantener a flote lo que queda del PAN y los despojos del PRD que no se ha enterado que se hundió hace mucho tiempo.

    Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.

  • Moratoria constitucional: una medida inconstitucional

    Moratoria constitucional: una medida inconstitucional

    Hace unos días, la coalición “Va por México”, por medio de sus dirigentes nacionales de cada partido —Alejandro Moreno (PRI), Marco Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD)— anunciaban que, el resto de la legislatura, no aprobarían ninguna reforma constitucional propuesta desde presidencia; algo que denominaron como: «moratoria constitucional».

    Además, afirmaron que, en caso de aprobarse alguna reforma, promoverían ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) los mecanismos constitucionales para evitarlo (una acción de constitucionalidad, en este caso).

    Ante esto, algunos ciudadanos comenzaron a cuestionarse si la «moratoria constitucional» es legal o si, al caso, es constitucional, ya que, no hace mucho, respecto al decreto por el que se reformaban los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución, en materia de energía y acceso a la energía eléctrica, la actual oposición no dudó en votar en contra, sin pensar en las consecuencias de fondo; como si se tratara de un mero capricho.

    Su negativa al decreto provocó, por tanto, que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pudiera obtener el 90% en generación de energía, cuando la propuesta original era de 46 a 54%, es decir, aprobaron algo que, se supone, estaban en contra, ya que su agenda era a favor de la competencia (privatización) y las “energías limpias”.

    Ahora bien, volviendo a la legítima duda de la ciudadanía, la «moratoria constitucional» no está en la constitución. Sin embargo, lo que sí contempla la constitución es la libertad de pensamiento, así como la no discriminación y el sentido de la democracia representativa. Por lo mismo, debería quedar patente que la «moratoria constitucional» pudiera catalogarse como inconstitucional, al ser una medida coactiva.

    En primer lugar, por el principio de la democracia representativa; nuestros diputados deben representar los intereses de los ciudadanos (sus distritos), y no a los de su partido. Esto porque, en segundo lugar, se entendería que existe un rastro de coacción y una violación a la libertad de pensamiento. Con otras palabras, la constitución al reconocer la libertad de pensamiento, vuelve inconstitucional todo intento de coaccionarlo.

    Si lo llevamos al sector político, es igual; no son pocas las veces que la forma de pensar de cada miembro de un partido político, lo puede llevar en una dirección distinta, lo cual es plenamente aceptable. Si todos los miembros de un partido político pensaran igual, entonces no sería un partido político, sino fascismo.

    Así también lo creen los senadores del PRI, quienes se manifestaron en contra de la «moratoria constitucional», el pasado junio 13 de 2022.

    Como tercer punto, se puede hablar de discriminación, porque ¿De qué manera llamarán a aquellos que se atrevan a no seguir la orden de la «moratoria constitucional»? ¿Traidores? Como fue el caso del ex gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa González, luego de aceptar ser embajador de México en República Dominicana y de Quirino Ordaz, ex gobernador de Sinaloa, ahora embajador de México en España.

    En ese mismo sentido, el PRI ha asegurado expulsar de sus filas a Omar Fayad (gobernador de Hidalgo) y Alejandro Murat (gobernador de Oaxaca) en caso de aceptar un cargo en el gobierno federal.

    Por lo mismo, si aplican alguna sanción tras desobedecer al llamado, entonces se confirmaría que la decisión de los dirigentes nacionales es una medida inconstitucional, ya que sería discriminatoria, atentaría ante la libertad de pensamiento y ante la democracia representativa, como fue el caso de la diputada federal Rocío Alexis Gamiño, tras votar en contra de la «reforma eléctrica»; acción que contravino a su grupo parlamentario, el Partido Verde Ecologista (PVE). Igualmente, de Carlos Miguel Aysa Damas, diputado federal del PRI, por considerar que cometió un desacato a un mandato del Consejo Político Nacional de su partido, por “atentar, de manera grave, contra la unidad ideológica, programática y organizativa del partido”, según refiere el artículo 250, fracc. I, de los Estatutos.

    Por lo antes dicho, habría que cuestionarse si votar en sentido contrario a lo que demanda el partido, es realmente «atentar, de manera grave, contra la unidad ideológica» y no simplemente ejercer el derecho de libertad de pensamiento o de democracia representativa.

    Por tanto, la «moratoria constitucional» en realidad es una medida inconstitucional, lo cual debe tomarse con seriedad. No es posible, por ejemplo, que en materia electoral se castigue coaccionar el voto, pero que en materia de partidos políticos no, ya que estos se entrometen en el sentido de las votaciones en el Congreso, cuando no deberían.