El gobierno mexicano revisará cada desacuerdo del TMEC mientras enfrenta la presión de Washington sobre energía, agricultura y propiedad intelectual.
México inicia un proceso clave de revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TMEC) que promete ser prolongado y complejo. La Administración de Donald Trump ha señalado más de 50 barreras que, según su gobierno, afectan el comercio estadounidense, entre las que incluyen aspectos energéticos, agrícolas, regulaciones de servicios financieros y propiedad intelectual, de acuerdo con un análisis de Eyanir Chinea para El País.
Tras la visita del Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, la Presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que su equipo negociador abordará cada desacuerdo y presentará protestas en caso de que las concesiones beneficien de manera desproporcionada a Estados Unidos. Entre las quejas más relevantes se encuentra la política energética mexicana, que favorece a empresas estatales como Pemex y la CFE, así como retrasos en permisos sanitarios y trámites aduaneros poco claros. También se cuestiona el proteccionismo local y la protección de patentes, con mercados como Tepito y San Juan de Dios incluidos en la lista de Mercados Notorios de Falsificación y Piratería de EUA.

El calendario del TMEC establece consultas públicas con sectores industriales para este otoño, y una audiencia trilateral en octubre, con fecha clave el 1 de julio de 2026, cuando se decidirá si se extiende la vigencia del tratado hasta 2036. El Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que el equipo mexicano trabaja desde septiembre en esta revisión, mientras Estados Unidos ha insistido en una renegociación completa más allá de los puntos pendientes.
Expertos advierten que las negociaciones tienen implicaciones estratégicas: pueden fortalecer la integración económica regional o, en caso de tensiones, desatar conflictos comerciales y riesgos para la permanencia del TMEC. La mandataria también evalúa imponer aranceles a importaciones de países fuera del tratado, incluyendo China, una medida que podría facilitar el equilibrio frente a las demandas estadounidenses.
El déficit comercial histórico de México con Estados Unidos, de 172 mil millones de dólares en 2024, ha añadido presión sobre la negociación. Trump busca vincular comercio, migración y seguridad, mientras México defiende la soberanía de sus políticas internas, enfrentando un desafío que combina diplomacia, economía y estrategia política.
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