Etiqueta: Carlos Mendoza

  • L.E.A. la crisis del PRI

    L.E.A. la crisis del PRI

    Hace unos días nos enteramos que después de un siglo de vida, el expresidente Luis Echeverría Álvarez (LEA) falleció. Un personaje histórico que precisamente encarna los valores de corrupción, autoritarismo, represión y desigualdad social del otro ente que hoy agoniza, me refiero al Partido Revolucionario Institucional (PRI). El presente escrito busca analizar la relación que existe entre ambos sucesos dentro del mismo proceso histórico.

    La dictadura perfecta

    El Partido Nacional Revolucionario (PNR) fundado en 1929 buscó institucionalizar la Revolución Mexicana y la llevó hasta sus límites -dentro del marco legal capitalista- durante el cardenismo (1934-1940): expropiación petrolera, educación socialista, profundización de la reforma agraria, empoderamiento de centrales campesinas y de la clase obrera, etc.; fue ahí donde cambió precisamente su nombre a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938. Eran los tiempos de la izquierda en México.

    Sin embargo, esos tiempos cambiarán con el proceso paulatino de derechización a partir del sexenio de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) y que llevará a un nuevo cambio de nombre del instituto político por el de Partido Revolucionario Institucional, nombre que aún posee el que se convirtió en el partido hegemónico del Estado Mexicano durante lo restante del siglo XX.

    Las centrales obreras y campesinas servirán de control sindical que impedirán que la lucha de clases fuera desbordada. El autoritarismo de los sindicatos -ya bautizados como charros- también fungirá como base de “falsa legitimidad” para toda política y acción emprendida por el gobierno.

    Y cuando la lucha de clases rebasaba esos marcos existentes se recurrirá al terrorismo de Estado como medida de control. Así tendremos las masacres estudiantiles de 1968 y 1971, pero también la llamada “guerra sucia” donde se cometieron crímenes de lesa humanidad contra cientos y hasta miles de personas.

    Y ese ambiente de terror y control se daba mientras pasamos de un “milagro mexicano” a un desarrollo estabilizador, donde el país aparentemente crecía en términos macroeconómicos pero la desigualdad social se mantenía y por momentos se profundizaba. Modelos económicos que se fueron desgastando y llegaron los nuevos aires del neoliberalismo en los 80´s.

    Así, cambiamos a políticas neoliberales que profundizaron las desigualdades sociales, pulverizaron derechos laborales y sindicatos democráticos, se abarataron -intencionalmente- las empresas paraestatales y fueron privatizadas. Además de buscar la mercantilización de muchos derechos sociales como la educación y la salud, por ejemplo.

    Eran los tiempos de “la dictadura perfecta” como la llamó el escritor peruano Vargas Llosa, quien ahora es un intelectual orgánico de la ultra derecha latinoamericana. Incluso, esa dictadura también tenía un control de la población a través de la hegemonía cultural que ejercían los medios de comunicación en su favor.

    Agoniza el dinosaurio

    No obstante, el PRI en tiempos del neoliberalismo ha ido perdiendo terreno -aún, aunque se alió al derechista Partido de Acción Nacional- y hoy vemos como de a poco va agonizando. El otrora partido invencible parece que se le van terminando las fuerzas que lo impulsaban y se va resignando a una posible extinción.

    Y es que si en tiempos recientes habían tenido algunos descalabros (de 2000 a 2012 gobernó el PAN y la pérdida de algunos estados) se volvían a levantar como el ave fénix de las cenizas resurgían más poderosos. Pero esta vez parece que el referee terminará contando hasta 10 y sonará la campana.

    Y es que, de estar gobernando en los últimos años hasta 19 estados, hoy en día aún yendo en alianza con el PAN y el ya derechizado Partido de la Revolución Democrática (PRD) se han quedado solamente con 3 estados en su poder, dos de ellos van a elección el siguiente año (Coahuila y el Estado de México) los cuales todo apunta a que perderán de nuevo, solo les quedará Durango.

    El mundo al revés

    No cabe duda que el guinda del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) desde 2018 fue el color que está llevando al PRI a una muerte anunciada, agonizante y desesperante. Incluso llevándolo a hacerse pasar por víctimas de persecución política y que se les quiere eliminar por ser enemigos peligrosos del régimen.

    Toda la imaginación que buscan convertir en consignas políticas solo es una ofensa artera a quiénes sufrieron por décadas las verdaderas represiones del PRI, los verdaderos perseguidos políticos, a quienes los asesinaron, torturaron, golpearon y aventaron en esos vuelos de la muerte.

    Y sí en nuestro país nos gusta el surrealismo y vivir en un mundo al revés, es tiempo de que no caigamos en esas mentiras, a los Alitos, a los Anaya, a los Rosario Robles, a los Cabeza de Vaca y compañía se les persigue por corruptos y por atentar contra el patrimonio común, que nos quede muy claro.

    Finalmente, hoy en día ya murió Luis Echeverría, el simbolismo que eso puede tener es quizás que con su deceso físico también esté por terminar la existencia como instituto político de importancia del PRI. Vivimos tiempos interesantes y podemos presenciar la extinción del dinosaurio, en cambio del priísmo como cultura política nos costará un poco más eliminarla. Pero seguiremos trabajando para lograrlo.

    • Redes: https://www.facebook.com/chaarlie.brown.5  y Twitter @CarlitosMarx5
  • ¡Aguas! Con el saqueo

    ¡Aguas! Con el saqueo

    Un tema que desafortunadamente lleva ya unos meses en la escena nacional es la sequía que viven las personas de Monterrey y de todo Nuevo León, que llega de los cortes programados al suministro de agua a momentos donde no se tiene el acceso al líquido vital. Lamentablemente, ese problema no se ha resuelto y de eso queremos hablar en el presente escrito, ¿por qué continúa? Y ¿a qué se debe la falta de agua?

    Mirada al mundo

    Tan sólo basta con echar un vistazo a la situación que guarda el agua en el mundo para entender la lógica de cómo se desarrolla la privatización y mercantilización del líquido vital. Y es que el capitalismo al profundizar sus maneras de operación mediante el neoliberalismo buscó que lo que debería ser un derecho humano, sea visto únicamente como una forma más de obtener cuantiosas ganancias unas pocas personas.

    Así, los principales organismos internacionales impulsores del neoliberalismo (Banco Mundial, Organización Mundial de Comercio y el Fondo Monetario Internacional) presionaron a los gobiernos de los países del mundo para emitir leyes que privatizaran el agua durante la década de los 90.

    Esto dejó la situación actual de la siguiente manera: las empresas transnacionales acaparan al menos 454 mil millones de metros cúbicos por año, el 60% está controlada por empresarios de Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, India, Inglaterra, Egipto, China e Israel. Ese acaparamiento agudiza la sobreexplotación del agua, sin importar que se pueda terminar con el recurso natural y, por ende, con la vida misma.

    En contraparte del monopolio sobre el control del agua tenemos que 2 mil 200 millones de personas carecen de servicios de agua potable, 4 mil 200 millones carecen de servicios de saneamiento de agua administrados de forma segura y 2 mil millones viven en países que experimentan alto estrés hídrico (se pueden quedar sin el servicio del agua).

    Neoliberalismo y agua

    En nuestro país el acaparamiento y privatización del agua se consumó en el paquete de reformas estructurales del Salinato, ya que en 1992 se decretó la Ley de Aguas Nacionales que abrió el agua del país a las grandes empresas mediante concesiones. Teniendo como resultado que actualmente 1533 personas físicas acaparan 2 mil 644 millones de metros cúbicos al año.

    En otro sentido, en México según la Oxfam existen casi 10 millones de personas que carecen de agua en sus hogares, 57% de la población reciben el agua contaminada y 80% vive en zonas de alto y muy alto estrés hídrico. Lo cual evidencia de nuevo la desigualdad en la distribución de los recursos.

    El agua concesionada a las empresas no tiene una vigilancia de su uso, por lo cual es muy probable que se sobreexplote el recurso natural como ya habíamos dicho anteriormente. A este problema se le agrega la existencia de un mercado negro de tráfico de agua obtenida de manera ilegal.

    Ponte Nuevo, ponte León

    Toda la ola de mercadotecnia que, según muchos analistas, llevó a Samuel García a la gubernatura del estado de Nuevo León tendría como resultados los actuales problemas de la entidad. Pues al elegir a un tik-toker/influencer como gobernador –y aquí entra la labor de Mariana Rodríguez, su esposa- marcaría su ineptitud en el manejo de la sequía que está viviendo ese territorio.

    Por ello, ante la ola de manifestaciones no es de extrañar que las soluciones que encuentra al problema el gobernador sean de pensamiento mágico (religiosas), que busque armar show (amenazando de broma a empresas y rancheros), comprar poca agua a las empresas que la acaparan y manipular la naturaleza al bombardear nubes que no terminan por hacerle caso y precipitarse.

    Pero éste no es el meollo del asunto, como hemos intentado exponer a lo largo del texto. El problema de fondo radica en el acaparamiento y privatización del agua por unas pocas personas. Y es que la sequía de ese estado derivada de la zona árida y acumulación devoradora del capitalismo a nivel mundial (conocida con el eufemismo de Cambio Climático) llega a privar del acceso del líquido vital a casi toda la población por lapsos importantes de tiempo. Ya que las principales presas de El Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca están en números muy bajos, impidiendo que puedan satisfacer la demanda de 16 mil 500 litros por segundo (sólo se llega a 13 mil).

    Y aunque el gobierno busca responsabilizar a los usuarios de a pie por la sequía, ya que ellos no cuidan el agua y la mal gastan además de que ya son demasiadas personas, sabemos que eso no es cierto. Resulta ofensiva dicha postura gubernamental cuando vemos que sólo 15 empresas de ese estado (Ternium México, Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, Industria del Álcali, ALFA Subsidiarias, Bebidas Mundiales Coca Cola, Parque Fundidora, San Juan Compañía de Bienes Raíces, Grupo Embotellador Noreste, Ucar Carbón Mexicana, Topo Chico, Operadora Inmobiliaria de Oriente, Vidrio Plano de México, Proteínas Naturales, Comercializadora de Productos Básicos, Grupo Terralquimia) gastan 43 veces más agua que toda la población de la entidad (44 mil 690 millones 222 mil litros de agua al año y la población solamente mil 33 millones 950 mil litros anuales).

    Sin embargo, no se ha tocado a dichas empresas. El gobernador realmente no lo contempla, les tiene miedo porque ellos lo pusieron realmente en su cargo. Más bien, nuestro presidente ha logrado que den de su agua esas industrias para aminorar la falta de ese líquido en la población y tratar de solucionar de momento ese problema.

    Un derecho humano

    En el mismo sentido y tratando de frenar esa monstruosa desigualdad en el acceso al agua, en 2012 se incluyó en la Constitución (artículo 4°) de nuestro país al agua como un derecho humano, lo cual obliga en lo inmediato a crear una nueva Ley de Aguas con ese enfoque. Sin embargo dicha medida no se ha llevado a cabo aún. En este año solo se reformaron unos artículos superficiales de la ley de 1992.

    La Cuarta Transformación no ha podido crear la nueva ley. Ha tenido intentos donde ha invitado a expertos de distintas áreas de conocimiento para poder formularla. No obstante, se

    ha quedado en el tintero y no ha pasado aún al pleno. AMLO ha dicho que es necesario que la ley se realice. Solo hay que incentivar la voluntad legislativa para que se pueda dar ese paso.

    Sabemos de antemano que la ley ayudará y atenuará un poco la situación difícil que vivimos con respecto al agua. Debemos pugnar porque precisamente el agua sea vista como un derecho humano y que se termine con lo absurdo del sistema económico que hace que pocas personas acaparen desproporcionadas cantidades de agua mientras la mayoría de la población sufre por su poco su acceso a este vital líquido.

  • Somos necios

    Somos necios

    Los pasados 6 y 7 de junio (en el Auditorio Nacional) y el 10 del mismo mes (en el zócalo de la CDMX) se presentó el trovador cubano Silvio Rodríguez para tocar sus grandiosas melodías. En cada una de sus presentaciones previo a tocar su canción llamada “El necio”, la dedicó a nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), motivo por el cual escribimos las siguientes líneas para explicar qué significa esa canción para la izquierda del mundo y la relevancia de que se la haya dedicado al representante del poder ejecutivo.

    Origen de la canción

    El cantautor cubano es uno de los mayores referentes de la música latinoamericana (incluso diríamos que mundial) que al igual que muchos músicos populares le cantaron a la revolución social y contra las injusticias (Víctor Jara, Violeta Parra, Alí Primera, Óscar Chávez, Mercedes Sosa, etc.) Silvio es de los pocos que aún viven de esa generación de artistas comprometidos con las transformaciones sociales y con los pueblos del mundo.

    La gran mayoría de sus canciones son himnos de la izquierda que se cantan siempre en las protestas sociales, sirven para amenizar la resistencia y la lucha de un mundo mejor. Su voz, su música y su lírica son tan poderosas que viven a través de los años y llegaron para nunca abandonarnos.

    Su canción de la cual vamos a hablar ahora es escrita en un contexto bastante interesante que la determina. En 1991 se veía como “el fin de la historia”, el capitalismo gritaba su aparente victoria mientras la Unión Soviética y los países del bloque socialista eran derrumbados como el muro de Berlín dos años antes. La izquierda recibía un golpe artero del cual le resultaría muy difícil levantarse.

    El futuro de la pequeña nación caribeña que nos enseñó lo que es la dignidad estaba en duda. Cuba se aferraba al socialismo sin la solidaridad de los pueblos socialistas (principalmente de la U.R.S.S.) y entraba en un “período especial” en el que el capitalismo/oligarquía de los Estados Unidos buscarían apretar más a los cubanos para derrocarlos e imponer sus intereses, regresar al pueblo cubano a ser una colonia de los estadounidenses. Los poderosos (que se sienten dueños del mundo) fracasarían y siguen fracasando en ese objetivo.

    Como si ese contexto no fuera suficiente, la canción de “El necio” será motivada también por un ataque a Silvio sufrido en un aeropuerto en Miami, donde unos cubanos pro yanquis le romperán su guitarra e insultaran. No pasó a mayores, pero fue lo que detonó que surgiera esa letra tan significativa y poderosa.

    Dedicatoria a AMLO

    Esa canción en palabras de Silvio la hizo pensando en Fidel y también en él mismo. Que se la dedique a nuestro presidente no es sino un gran timbre de orgullo. Porque AMLO y todo el obradorismo ha luchado contra viento y marea, siendo necios en la búsqueda de un país mejor que beneficie a las mayorías.

    Quienes apoyamos el proyecto de la Cuarta Transformación debemos tomar esta canción siempre como motivación para seguir luchando. Recordar que siempre jugamos a lo perdido; hemos sido a la zurda (política) más que diestros; queremos rezar a fondo un hijo nuestro (estamos seguros que el ser humano toma sus propias decisiones colectivamente); no sabemos lo que es el destino ni nos pensamos arrepentir de nada, caminando en los movimientos sociales fuimos lo que fuimos y nos vamos a morir como vivimos, luchando por los más necesitados; porque la locura no pasa de moda, el pueblo no es “malo” y merece la felicidad.

    No importa que digan que nos arrastrarán por sobre rocas, humillándonos cuando vuelvan a tomar por asalto sus posiciones privilegiadas (ya lo han dicho en tono amenazante toda la derecha aglutinada en la oposición) nosotros seguiremos siendo necios, asumiendo a nuestro enemigo (minoría rapaz y MCPRIANRD) y con la necedad firme de vivir sin tener precio.

    Pueden escuchar la canción en el siguiente link:

  • Neoliberalismo y corrupción

    Neoliberalismo y corrupción

    Hace unos días nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo en su conferencia matutina (la añanera) que si al neoliberalismo le quitábamos la corrupción, podríamos estar hablando del sistema más perfecto. Más de alguno pegó el grito en el cielo y a otros nos sorprendió; los demás (de la oposición obviamente) se intentaron burlar de quienes estamos construyendo la Cuarta Transformación (4T) refiriendo que si éramos lo mismo, y un largo etc. Afortunadamente al día siguiente AMLO rectificó ese punto, sin embargo ese “pequeño error” nos motivó a escribir el presente texto sobre la relación que guardan el neoliberalismo y la corrupción.

    Los estragos de la corrupción

    Muchas personas llegan a afirmar que la corrupción es algo inherente del ser humano, que se es corrupto por naturaleza. Si consideramos cierta esa afirmación no tendría sentido estar combatiéndola, porque al ser algo natural no podríamos terminar con ella, o sería sumamente complicado llegar a ese cometido.

    Afortunadamente nosotros no pensamos así; basados en una teoría materialista histórica del desarrollo de la humanidad sabemos que no existe “la naturaleza humana” y todo el desenvolvimiento del ser humano corresponde a las condiciones materiales de las sociedades que éste construye en colectividad.

    Por lo tanto, la corrupción que tanto se ha dicho que es algo cultural del mexicano responde más al sistema social y económico en el cual nos desenvolvemos. Por ejemplo, la persona de a pie que comete actos de corrupción es motivado por una condición socioeconómica de pobreza; claro que habrá los pocos casos donde la motivación pudiera ser distinta. 

    Nuestro presidente da en el tino cuando elude a la pregunta sobre la corrupción del ciudadano común para poner el énfasis en los actos corruptos que cometen los grandes funcionarios y empresarios, ya que esas acciones sí cuestan miles de millones al erario público. Son verdaderos atracos y son los que más se busca combatir desde el gobierno.

    ¿Qué es el neoliberalismo?

    Como no tenemos el suficiente espacio para responder a esa pregunta, haremos una síntesis de lo que consideramos podríamos llamar neoliberalismo. Su origen histórico se puede remontar a la época de Friedrich Von Hayek (segunda guerra mundial) y unos años después con Milton Friedman (setentas), quienes como sus principales teóricos, buscaban un cambio sustancial en el modelo económico vigente en esos años (capitalismo de Estado o Estado de Bienestar).

    El neoliberalismo es una etapa del capitalismo que busca reducir la participación del Estado (léase  principalmente gobierno) en los sectores sociales y productivos de los territorios. Es decir, acabar con lo público y convertir todo en privado, mercantilizar todo lo que se pueda. ¿Qué significa eso? Que lo que rija a la sociedad sea el interés de acumular ganancias y no el colectivo y social. 

    Por lo tanto, eso se presta al saqueo irracional de los recursos naturales de los países, sin importar si eso deja empobrecidos a los pueblos y si eso nos lleva al colapso ambiental que amenaza con extinguirnos. Además de que la brecha de desigualdad social crece de manera desproporcional, donde unos cuantos concentran la riqueza y la gran mayoría vive con muy poco y en condiciones de supervivencia diaria.

    El neoliberalismo fue impuesto -para salir los ricos de una crisis económica en los setentas- a punta de dictaduras militares en varias partes del mundo, en otros países también con lujo de violencia, destruyendo a los sectores que se resistían a él (como pueblos originarios y sindicatos que fueron masacrados en nombre del libre mercado). Como bien decía Marx, el capitalismo va chorreando lodo y sangre a su paso.

    Un matrimonio

    Llegado a este momento debemos afirmar que la corrupción es parte constitutiva y constituyente del capitalismo, que en su fase neoliberal se desarrolla de manera más voraz. Así tenemos a empresarios que se enriquecen al amparo del poder público al no pagar impuestos, hacer negocios turbios con empresas estatales, explotar irracionalmente los recursos naturales de varios países, etc.

    Tanto estos empresarios como funcionarios se vinculan a la delincuencia organizada (que hay que decirlo, forma parte fundamental del neoliberalismo como negocio y al lavar dinero en varios bancos) y la llegan a utilizar para cometer crímenes de lesa humanidad cuando así lo requieren sus intereses.

    Los paraísos fiscales, la sobre especulación inmobiliaria y en la bolsa de valores, la compra de legisladores y jueces para que velen por sus intereses y desarrollo, el pago de organizaciones “ambientales” que realmente utilizan para poder seguir llevando sus negocios aunque atenten contra la mayoría de la población y el medio ambiente; y un largo etcétera de cómo se desarrolla la corrupción y de cómo se relaciona de forma fundamental al neoliberalismo.

    Por lo tanto, combatir la corrupción, necesariamente, es luchar contra el neoliberalismo y capitalismo en una de sus facetas más voraces y que nos perjudican de sobremanera. Podremos desterrar las acciones corruptas si seguimos construyendo la 4T buscando el bienestar de las mayorías y no el beneficio de unos pocos. El sistema en cuanto a desigualdad social es absurdo, pero tiene remedio.

  • Abrazos, no balazos

    Abrazos, no balazos

    Un tema que ha sido tendencia a través de lo que llevamos de la implementación de la Cuarta Transformación (4T), que en días recientes se ha hablado más de él, tiene que ver con la inseguridad que vivimos en nuestro país y la estrategia del gobierno federal para atenuar y terminar con ella. De ello platicamos líneas abajo.

    Guerra contra el narco

    Tan caro nos salió el fraude electoral cometido por el PRIAN para colocar en la presidencia de México a Felipe Calderón en 2006, que de inmediato como presidente dio su anuncio en el cual le declaraba una guerra al narcotráfico. En términos prácticos lo que se intentaba era militarizar al país y atacar la violencia con más violencia.

    Sin embargo, más allá de ciertas detenciones de algunos líderes, la ola de violencia se desbordó en todo el país. Comenzamos a ver actos violentos todos los días y a sufrir mucha inseguridad, miles de personas fueron asesinadas y muchas de ellas eran inocentes. Otras más, fueron desplazadas forzosamente, desaparecidas y el cobro de “piso” o “cuota” se generalizó a muchos pequeños comerciantes.

    Además del claro error de atacar el problema y no sus causas, está documentado que se empoderó al Cártel de Sinaloa para que prevaleciera como el grupo de narcotraficantes dominante del país y con dimensiones mundiales. Es decir, toda la complejidad que atiene a este tema surgió en el sexenio de Calderón y fue desarrollado y profundizado por su gobierno.

    La justicia social y la paz

    Los sedientos de sangre inocente y de violencia desatada no se explicaban cómo rayos no funcionaba su estrategia para mitigar la violencia del país y el empoderamiento de la delincuencia organizada. Veían caer líderes de cárteles y salían nuevos siempre, parecía ilimitada la lucha contra las drogas.

    Por ello, la política de seguridad que ha implementado el gobierno de la 4T hace sentido; no puede haber paz sin justicia social. Y es que se deben atacar las causas del problema del narcotráfico, una de ellas es la desigualdad social que permite y condiciona a millones de pobres a que por falta de oportunidades ingresen en la filas de la delincuencia organizada.

    Para quitarles esa base social y por razones de justicia es que el proyecto de nación de nuestro movimiento pone en el centro el bienestar de las mayorías, de los más necesitados, de los más humildes, de los pobres.

    Así, se han implementado muchos programas sociales (que se entregan de manera directa y son ya derechos constitucionales) que benefician a más de 23 millones de personas y que impactan a un 65% de los hogares del país. Dichas medidas han atenuado las desigualdades sociales y han ayudado mucho en la búsqueda de la paz.

    Pero no solo eso, también se tienen juicios en proceso contra la negligencia de algunas empresas estadounidenses que producen armas y las han vendido a narcotraficantes mexicanos. El gobierno de nuestro país emitió esas demandas internacionales para también frenar el tráfico legal e ilegal de armamento a nuestro territorio.

    Aplanar las curvas

    Tanto se ha hablado y repetido que el MORENA creó millones de pobres y que es el sexenio más violento de la historia. Esas mentiras que les gusta repetir a la oposición. Sin entender nada de contexto nacional e internacional, demostrando su dolo y manipulación de la información con fines de golpeteo político.

    Y es que lo que podemos analizar es que en las desigualdades sociales se viene una tendencia al alza por el México neoliberal y que se profundiza más con la afectación económica producida por la pandemia. Aun así, los programas sociales arriba mencionados han ayudado bastante a mitigar esa tendencia e irán mejorando la situación de las mayorías. Aunado a las obras magnas como el Tren Maya, el corredor del Istmo y la lucha por la soberanía energética. Hasta han felicitado al gobierno federal personas del FMI y otros organismos internacionales por esas políticas.

    Y en cuanto a la tendencia de violencia se han logrado detener y hasta disminuir los principales indicadores de inseguridad. Ha costado muchísimo, pero la estrategia va funcionando poco a poco, recordemos que ésta es de largo aliento, pues algo tan complejo como la violencia no se resuelve por decreto.

    Humanista

    Que más quisieran los neoliberales del MCPRIANRD que se atacara la violencia con más violencia. Sin embargo, afortunadamente somos diferentes. El derecho a la vida es primordial y los delincuentes (muchos de ellos determinados e impulsados por la desigualdad social) también tienen derechos y deben ser sancionados dentro de la ley.

    La estrategia de seguridad seguirá dando resultados a través del tiempo de manera eficaz, siempre que sigamos caminando en la Cuarta Transformación. Privilegiando a los más pobres del país, dándoles un gran futuro y una vida digna. Recuerden ¡abrazos, no balazos!