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  • Informar o manipular

    Informar o manipular

    La perseverancia en la búsqueda de errores como única actividad política de la oposición, expone un vacío ideológico que arroja no sólo carencia de análisis sino de propuestas que, por lo menos, sustituyan los hechos equivocado del gobierno.

    La búsqueda incansable de la equivocación ajena intenta mostrar el encuentro con la estupidez del contrincante, a partir de lo que interpreta en su desatino. Más allá de la ineficiencia que quieren mostrar a partir de la difusión del error ajeno que, real o ficticio, se exhibe como trofeo de caza que la oposición cuelga en las paredes de sus medios todos los días.

    El asaltó al sentido común que intenta robar la inteligencia del contrincante acusa en la oposición necesidad de llamar la atención, a partir de la distribución de ese logro en su diaria cacería de estupidez ajena, que señala también la propia, ante el desgaste que esto implica y carencia total de propuestas que les identifique ante la sociedad.

    La oposición hace de un supuesto imaginado un hecho consumado concreto, lo difunde profusamente y hasta realizar conferencias sobre fake news y simposium, y hasta se convierten en materias en el plan de estudios de algunas universidades privadas, como si se tratara de algo real. Los ingenuos asisten y hasta pagan por escuchar a farsantes como Schettino, Sarmiento, Curzio, y todo un grupo de personajes autodenominados especialistas en finanzas.

    Los señalamientos a la estupidez no pueden repetirse sin señalar al que las difunde como cómplice o un ente que sólo recicla denuncias. A pesar d esto las mentiras parecieran haberlas creído sus iniciadores al intentar consolidar un hecho que nunca existió: la casa gris, el robo del dinero de los trabajadores inscritos al Infonavit, el fraude de la mayoría calificada, la manipulación de las elecciones en los cargos del Poder Judicial.

    Poco conocedores de las reacciones de la población ante los medios, la cacería de errores del gobierno, a cargo de la oposición, no sólo cansa a la gente sino que desenmascara lo que quieren hacer aparecer como verdad sin serlo. Su práctica es tan sistematizada que los errores reales del gobierno son vistos como fake news por la población.

    La oposición en México se ha dedicado a buscar, en el desacierto del gobierno, su razón de existir. Tratando de atribuirse el derecho de definir lo bueno y lo malo, lo cierto y lo equivocado, con el objetivo de tomar el control de la información, lo cual los reduce a simples críticos sin credibilidad, en lugar de adoptar su papel de políticos conscientes de su papel en la historia.

    Pasó el tiempo en el que la información era sinónimo de control social, la proliferación de los medios a través de los cuales la población se da cuenta del diario acontecer del mundo y del país, impiden esta cultura que manipuló generaciones enteras de mexicanos a través de la televisión., adicción que todavía no concluye y que algunas rancias familias continúan preservando para cohesionarse alrededor del televisor, como si se tratara de un muégano cotidiano sin contenido ni sustancia.

    El aspiracionismo en decadencia, tiene finalmente como epicentro la obtención del control. Dominar, el control remoto de la televisión lo tiene en sus manos el que manda, decide, además, qué canal sintonizar para informarse y se abroga el derecho a dar una opinión lapidaria sobre ese acontecer, que esa misma persona quiere subrayar como el conflicto del día. No se trata de llegar a la cima sino de tener el poder que implica manejar el control en su más amplio y cotidiano significado, es decir, ser superior al resto de la familia, la comunidad, la colonia, el gremio.

    La gran fábrica de información reproduce subcontroles en cada tribu, grupo, comunidad, familia que al multiplicarse preserva costumbres que se vuelven vicios tan arraigados que superan cualquier adicción. De ahí la conservación del aspiracionismo y la aspiración de los conservadores.

    Se vive la superioridad como símbolo inequívoco de éxito, aunque sea solo un pequeño logro cotidiano del control de la pareja, de los hijos y a veces, hasta de los vecinos, pero logro al fin y al cabo ante la rutinaria existencia de quienes se repiten a í mimo para no equivocarse. No siempre el que da las órdenes manda.

    La oposición en México es una especie de grupo buscador de errores, con cuya difusión cree fortalecerse, cuando en realidad la sociedad los ha rebasado porque saben quiénes son y para qué hacen sus tareas de manipulación que finalmente terminan por separarlos del resto de la sociedad, que desenmascara también los mitos que en su momento manipulación al pueblo.

  • EL OLIMPO DE LOS MINISTROS

    EL OLIMPO DE LOS MINISTROS

    El pasado fin de semana, Isaac de la Paz González, profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California y aspirante a contender el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) por parte del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo (CEPE), compartió en su cuenta de X (hoy Twitter), una nota de la Jornada sobre el aplazo a la discusión del proyecto que pondría punto final al conflicto entre las suspensiones de amparos de jueces de distrito y las sentencias de magistrados electorales respecto a la elección judicial que se llevara el cabo el próximo 1° de junio de este año. Respondí a esta publicación que “ansiaba verlo próximamente ejerciendo ese cargo tan delicado, del cual se necesitaba de un buen criterio jurídico”. Lo que no esperaba, era una respuesta inmediata por parte del Dr. De la Paz, “Es de mucha responsabilidad y -sobre todo- de profundo estudio constitucional. Un alto tribunal no está para caprichos y admisiones NOTORIAMENTE improcedentes” así lo argumento en su respuesta en la red social por parte del profesor-investigador. 

    A raíz de la falta de respeto por parte del Poder Judicial a nuestra Constitución y a los poderes de la Unión, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no invitó a Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte, al 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917 llevada a cabo el pasado 5 de febrero del 2025 en el histórico Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro. La ausencia de la ministra desató una ola de críticas destructivas por parte de las derechas partidarias y la comentocracia, quienes lo consideraron como un “acto autoritario” o “una acción que atenta contra el respeto hacia la Constitución”. 

    Así por ejemplo Francisco Burgoa, abogado opositor a las políticas sociales de la 4T, manifestó que el acto debía representar una conmemoración de unidad y en su lugar se convirtió en una estrategia de “apropiación política” por parte de Morena, “haciendo invisible al Poder Judicial” y “restarle importancia a la labor de la Corte”. Así mismo, la senadora panista Kenia López Rabadán instó a la mandataria a corregir esta exclusión injusta, insinuando que la exclusión de Piña es una violación del respeto por las mujeres en la política.

    Ha transcurrido un año, desde que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un paquete de 20 reformas constitucionales, con el fin de devolverle el carácter público, social y humanista a nuestra Carta Magna promulgada en 1917. Una de aquellas reformas, es la Reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), en la que pone sobre la mesa política y pública la elección de jueces, magistrados y ministros, de manera directa por el pueblo en vez de ser propuestos por el Poder Ejecutivo y nombrados por diputados y senadores en los Congresos. Por todo esto, los jueces y la máxima corte dirimieron sus pretensiones al paralizar la aprobación de esta reforma constitucional, desde el otorgamiento de amparos hasta el desesperado intento de tomar las instalaciones del Senado de la República, por parte de trabajadores del PJF, violando la división de poderes en defensa del status quo. 

    Norma Piña y sus partidarios siguen sin comprender el momento político en el que estamos viviendo, que esto ya es una reforma constitucional válida, vigente y en proceso de su implementación. Prefieren seguir aferrados a su orientación política y escuchar a los núcleos de oposición y del mundo de los intelectuales, como Enrique Krauze o Federico Reyes Heroles. “El sistema judicial está podrido “totalmente, totalmente… no se trata solamente de legalidad, es un tema de justicia”, aseveró la ministra Loretta Ortiz Ahlf en una entrevista para La Jornada. Más aún, manifestó que los ministros viven en “el Olimpo de los dioses”, en el que viven despreocupados y felices sin ser alcanzados la ciudadanía y  al servicio de los grandes intereses.           

    De modo que, las acusaciones de “apropiación política” y “violencia política son ridículas, cuando existen casos de jueces que han facilitado las liberaciones de personas vinculadas al crimen organizado, bajo el mecanismo de “sabadazos”. Este mecanismo ha permitido que estas personas salgan de los penales entre viernes y domingo sin una revisión exhaustiva en un plazo de horas, por parte de las autoridades. Así por ejemplo, el caso reciente de una mujer y su familia que fueron privadas de sus vidas por parte de un ex policía de Mineral de la Reforma, Hidalgo, debido a que la jueza Janeth Montiel Mendoza, suspendió condicionalmente su proceso por cargos de violencia familiar y privación ilegal de la libertad. 

    Ellos no son dioses inmortales que deban ser venerados por súbditos, son funcionarios civiles con cargos de mucha responsabilidad y tienen el deber de servir a la ciudadanía. Los dioses pueden ser heridos en el campo de batalla, como sucede en La Ilíada de Homero. La ciudadanía votó por cambiar la naturaleza del sistema judicial mexicano, que no esté apegado a los intereses de las élites económicas o de los poderes fácticos. Ya iremos comprobando sobre la marcha, si funciona o no.      

  • RENOVACIÓN DEMOCRÁTICA: LA PROPUESTA DE SHEINBAUM PARA UN MÉXICO SIN REELECCIÓN NI NEPOTISMO

    RENOVACIÓN DEMOCRÁTICA: LA PROPUESTA DE SHEINBAUM PARA UN MÉXICO SIN REELECCIÓN NI NEPOTISMO

    En pleno 108º aniversario de la Constitución de 1917, México se encuentra en una encrucijada que promete redefinir el ejercicio del poder. La presidenta Claudia Sheinbaum ha impulsado un paquete de reformas que prohíbe la reelección y combate el nepotismo en la administración pública. Estas medidas, basadas en un riguroso análisis de la realidad política y en el clamor ciudadano, se erigen como un paso decisivo hacia una democracia más transparente y equitativa.

    Desde tiempos inmemoriales, la política en nuestro país ha estado marcada por la concentración del poder y la perpetuación de liderazgos que, en ocasiones, han socavado la rendición de cuentas. La posibilidad de reelección, si bien en teoría garantiza continuidad, en la práctica ha derivado en prácticas clientelistas y en la instauración de estructuras de poder que favorecen intereses particulares por encima del bien común. Así, el ecosistema político se ha visto empañado por una cultura de impunidad y desconfianza, en la que el mérito y la capacidad se ven desplazados por la lealtad y las conexiones familiares.

    La propuesta de Sheinbaum surge como una respuesta decidida a esta problemática. Al prohibir la reelección, se busca romper con ciclos de poder que han llevado a la estasis y a la inercia en la toma de decisiones. Según datos recogidos en diversas encuestas, alrededor del 68% de los mexicanos considera que la alternancia en el poder es vital para renovar ideas y garantizar una gestión más transparente. Además, la presidenta ha dejado claro en declaraciones recientes que “la transparencia y la rendición de cuentas no son opcionales, sino pilares innegociables para una democracia moderna”. Este mensaje resuena en una sociedad que, cansada de prácticas arraigadas, demanda cambios profundos y efectivos.

    Paralelamente, el combate al nepotismo se erige como otro pilar fundamental en este paquete de reformas. Durante demasiado tiempo, las relaciones de parentesco y la amistad han sido criterios determinantes en la asignación de cargos públicos, favoreciendo a individuos sin la preparación necesaria y perpetuando estructuras corruptas. Un sondeo reveló que hasta el 70% de los ciudadanos apoyaría la extensión de la prohibición del nepotismo a todos los niveles del gobierno, no limitándose únicamente a altos cargos. Esta demanda ciudadana evidencia la urgente necesidad de instaurar un sistema en el que la meritocracia y la ética prevalezcan sobre viejos esquemas de favoritismo.

    El impacto de estas reformas no se limita únicamente al ámbito legal. Su recepción en el Senado, que ya ha iniciado el debate sobre las iniciativas, marca un momento crucial para el futuro de la política mexicana. En este escenario, los argumentos a favor de la renovación se enfrentan a resistencias inherentes a aquellos sectores que han cosechado beneficios del sistema tradicional. No obstante, la discusión en el Senado representa mucho más que un trámite legislativo: es el reflejo de una transformación cultural en proceso, en la que el cambio se convierte en una posibilidad real para quienes anhelan una administración pública eficiente y honesta.

    En diversas regiones del país, los efectos del nepotismo se han manifestado de forma tangible. Por ejemplo, en algunas administraciones locales, se han detectado casos en los que familiares de funcionarios ocupan puestos clave, lo que ha repercutido negativamente en la calidad de los servicios públicos y en la eficiencia de la gestión. Estas situaciones, lamentablemente comunes, refuerzan la necesidad de establecer mecanismos de control y vigilancia que aseguren la correcta aplicación de la reforma. Es fundamental que, junto con la aprobación de estas medidas, se implementen órganos de supervisión capaces de detectar y sancionar cualquier intento de eludir la normativa.

    Además, el debate legislativo ofrece la oportunidad de enriquecer el contenido de las reformas mediante la inclusión de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Por ejemplo, la creación de un ente independiente que supervise la asignación de cargos podría convertirse en una herramienta esencial para garantizar que las nuevas disposiciones se cumplan cabalmente. De este modo, no solo se corrigen prácticas históricas, sino que se sientan las bases para una cultura política renovada, en la que el compromiso con la ética y el servicio público sean valores irrenunciables.

    La visión de futuro que proyecta Sheinbaum es, en esencia, un llamado a la transformación integral de la política mexicana. Las reformas propuestas no se limitan a modificar artículos legales, sino que aspiran a romper con paradigmas que han permitido la concentración de poder y la corrupción. Este proyecto de cambio es un reflejo del sentir de una ciudadanía que exige, de manera creciente, transparencia y justicia en la gestión pública. La apuesta por la alternancia y la eliminación del nepotismo es, sin duda, un paso hacia un modelo en el que la participación activa y el compromiso con el bien común sean la norma.

    En este contexto, es inevitable reconocer que el camino hacia la renovación democrática enfrentará desafíos. La resistencia de ciertos sectores, acostumbrados a los beneficios del status quo, y la necesidad de transformar profundamente la cultura política constituyen retos importantes. Sin embargo, la historia nos enseña que los cambios estructurales requieren tiempo y voluntad. La reforma de Sheinbaum se posiciona, pues, como una inversión en el futuro de México, en la que cada ciudadano tiene la oportunidad de participar en la construcción de un gobierno más justo y eficiente.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • Acercar la Felicidad

    Acercar la Felicidad

    Soy parte de una generación que creció viendo comerciales entre todo el entretenimiento que podíamos consumir, la supuesta “gratuidad” de la TV nos costaba muy caro en lo que se refiere a exposición al marketing de los 80’s y 90’s, que ofrecían imágenes idealizadas de la vida a diestra y siniestra, ciertamente los publicistas sabían cómo responder a las realidades de múltiples carencias y el constante sentimiento de escasez y minusvalía impuesto por el sistema político y económico de entonces.

    Indudablemente crecimos con grandes huecos en el corazón, como es requerido para mantener funcionando el sistema de mercado que nos rige, sabiendo que nuestro objetivo en la vida era llenarlos con cualquier cosa, pero no “chafa”, ni “ordinaria”, así, los términos “exclusivo” “plus” o “platino” también se hicieron presentes para diferenciar a aquellos que supuestamente podían acceder a distintos niveles de bienestar y lujo.

    Después llegaron los 2000’s, que nos vieron ingresar a la vida adulta y con ello la explosión del internet, trayendo toda la basura new age recargada con nuevos mensajes de superación y poder mental para llegar a cualquier posición y obtener cualquier cosa que fuéramos capaces de imaginar.

    Frases como “si haces lo que te apasiona no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” despojaron de significado el concepto de sacrificio y sufrimiento para alcanzar metas y lo sustituyeron con los perniciosos “sueños”, la alquimica fantasía de poder transformar la realidad con el poder de la mente, “trabajar inteligentemente” o el auge de la “inteligencia emocional”, todo ello destinado a hacernos mirar a otro lado para no ver cómo se realizaban los preparativos necesarios para la instalación de la última etapa del neoliberalismo y nada menos que su coronación: el Globalismo.

    Así, nos compramos la idea de que todo podríamos lograrlo, que nuestra generación era una promesa y que éramos parte de un bono demográfico que llenaría de combustible la nave del desarrollo, cuyo destino era el infinito y más allá (tal como lo veíamos concretar en todos aquellos bienes que obteníamos gracias a créditos fáciles y a la larga, impagables).

    Al colapso de las burbujas crediticias le siguió el de las inmobiliarias y con ello, nuestras propias burbujas existenciales, dejando un sabor amargo a ese cóctel pernicioso de la “auto superación”, que siempre señalaba el dedo de la responsabilidad del fracaso hacia uno mismo, cegando por completo nuestra capacidad de mirar una realidad multi factorial movida por fuerzas más allá de nuestro control.

    ¿El resultado? Un desencanto tal, un brutal despertar, una amargura del tamaño de sueños rotos que se acentuaron con la lectura de patrones en el estrepitoso y descarado (para quien lo quiera ver) mundo digital: los “sueños” se cumplen de acuerdo a tu posición social, de acuerdo a tu condición y capital.

    Es evidente que a la crianza de los ochentas y noventas no le faltó autoestima, mucho menos rebeldía y osadía para llenarnos de entereza y resiliencia para saltar al campo de batalla social y económico con audacia e imprudencia manifiesta, pero si algo era deseable que se nos hubiera enseñado, era conciencia de clase.

    Sin embargo, no hay manera de juzgar a los adultos de entonces, ellos mismos vivían estrangulados por condiciones económicas que les obligaban a presupuestar y adaptar las necesidades familiares casi a diario, con una inflación galopante e inclemente que hacía imposible tener planes a largo plazo y que de todos modos, no les impidió sacar adelante familias de cuatro, cinco o más hijos inculcando en ellos un hambre insaciable por escapar de tal opresión.

    Es necesario que nuestra generación, los nuevos adultos, aquellos que cargamos ya con las cicatrices y los muñones de la guerra, entendamos que nuestra generación y las que le siguen, cargan con una pandemia de depresión y ansiedad producto de esa lejanía con la que los medios nos enseñaron a ver el éxito, la plenitud, la satisfacción y la felicidad.

    Ante los sucesos trepidantes que no dan pie a que siquiera puedan reflexionarse, ante las noticias artificiales que parecen inundar nuestra mente con preocupaciones imposibles de procesar a la velocidad que son sustituidas por nuevas, nuestra psique no atina más que a colapsar, somos presa de la inmovilidad y el silencio material que producen el agotamiento y el ruido digital, como lo llama Byung Chul-Han, que nos aísla y nos atrapa en un bucle eterno de temor, frustración y desesperanza.

    Ante tal escenario no me queda mas que recuperar una anécdota que un conocido cantautor relató en un concierto al que acudí hace alrededor de un año: él mismo relataba haber experimentado una racha de crisis de ansiedad a las que llamó familiarmente “sacones de onda repentinos”, que lo llevaron a consultar con un profesional de la salud mental, quien le explicó que una de las razones para el desgaste de la psique y la consecuente aparición de señales físicas como estas era precisamente la condición de frustración cotidiana a la que estamos sometidos, producto de todas las razones antes expuestas y muchas más, las cuales podríamos resumir en simplemente, haber colocado la felicidad en el lugar de los premios de la vida, en el anaquel de las medallas o las copas de oro, alienada detrás de una vitrina y con precios impagables para obtenerla.
    Ante esto, el psicólogo recomendó al cantautor: “no alejes así la felicidad, acércala un poco más.”

    Da Capo

    Tal como nos acercamos la sal, la salsita o el guacamole, sería muy deseable que aprendiéramos a allegarnos la felicidad conscientemente, pero para ello es necesario que la bajemos del pedestal inalcanzable en el que el sistema de mercado basado en la escasez nos orilló a ponerla.

    Esto consiste en reconocer en primer lugar que somos felices, sin remordimientos ni culpas, que hemos sido felices y que lo seguiremos siendo, cada vez que nos permitamos acceder a esos pequeños detalles que hacen de cada día una experiencia mágica y digna de ser vivida.

    Acercarnos la felicidad es un acto de rebeldía supremo ante un sistema alienador que nos despoja de todo aquello que detecta que necesitamos, y le pone precio; por ello, también es necesario por más que nos cueste, aprender a hacerlo en silencio.

  • Trump y la cuestión Palestina

    Trump y la cuestión Palestina

    El hombrecillo naranja vuelve al ataque con otra idea super novedosa: “limpiar” la Franja de Gaza, llevar a los palestinos a otros países y ocupar ese territorio como propiedad de Estados Unidos. Si no fuera por que el bigotón austriaco de Hitler lo intentó con los judíos polacos y de otras nacionalidades sería una idea muy nueva, aunque parece medieval. Sobre esta intención de los hombrecillos naranjas hablaré aquí.

    Israel y el Holocausto invertido

    Hitler y los Nazis asesinaron a más de 6 millones de judíos durante el Holocausto, previo y durante la segunda guerra mundial. Quienes sobrevivieron fueron acomodados en un territorio pequeño cerca de Palestina.

    Esos judíos fueron apoyados por los imperios inglés y sobre todo estadounidense para declararle la guerra a los países de medio oriente y conquistar mediante la fuerza el territorio de Palestina, donde a través de décadas han llevado un gran genocidio.

    Las víctimas ahora eran victimarios bajo la religión judía de ultraderecha: sionismo. Así, han perpetrado muchos crímenes de lesa humanidad en la zona palestina buscando su desintegración y exterminio. Se parecen mucho a los nazis, qué casualidad.

    La respuesta del pueblo palestino que son de resistencia, han sido menores comparado con todo el arsenal sionista de Israel. No importan los crímenes, siempre la prensa occidental de tendencia gringa ve a los palestinos como terroristas (aunque solo estén armados con piedras como en las intifadas) mientras que los verdaderos criminales israelíes son vistos como víctimas indefensas que tienen derecho de hacer lo que quieran.

    Viva Palestina Libre

    En el tan complicado sufrimiento palestino, ahora llega un hombrecillo naranja de poca monta a decir que usará todo el poder militar estadounidense para terminar el genocidio de palestinos y palestinas. Para así quedarse con todos los recursos naturales de ese territorio. Con qué derecho se cree.

    La solidaridad palestina ha resistido bastante y lo seguirá haciendo, no permitiremos que realicen esa atrocidad.

    Trump es Hitler, Hitler es Trump. Lamentablemente aquí en México es 2025, pero en Estados Unidos es 1933.

    Redes sociales

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  • Voto a los 16 años

    Voto a los 16 años

    Si en este momento se aprobara la elección a partir de los 16 años, lógicamente el padrón electoral crecería de manera exponencial y más de dos partidos se quedarían sin registro automáticamente, por falta de militantes.

    El mínimo de militantes se basa en el 0.26 del padrón electoral y en este momento el PAN a duras penas lo tiene, si no es que ya se pasó y merece perder su registro. Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista, se quedarían sin registro. Lo cual serviría para refrescar política nacional y forzar a que algunas organizaciones se actualicen y ubiquen en la realidad.

    Partidos que carezcan de ideología definida deben desaparecer por ese simple requisito, vemos que en el caso del Partido verde lo mismo se ha sumado al PRI, al PAN o a Morena. El PT, no ha dado bandazos tan radicales pero carece de una militancia propia y de una corriente política que les identifique, se dice de izquierda pero acompaña a Morena que no es de esta tendencia sino un progresismo que camina hacia la izquierda muy lentamente. En cuanto a Movimiento Ciudadano, se trata de un partido que nace en presidio, con un líder moral de dudosa reputación y que sólo juega con entre el oportunismo y el conservadurismo, se refugia en algunos de sus líderes con más nombre que calidad moral para sobrevivir.

    No es necesario mantener vivos estos factores ideológicos que sólo distraen la votación y deslegitiman líderes y candidatos, y, por si fuera poco pulverizan el voto hasta dela oposición. Desde luego no puede caerse en el bipartidismo que no refleja el sentir de las personas pero pocos son los organismos políticos que en realidad buscan su identidad en la forma de pensar del pueblo. Surgen de manera inversa a su desarrollo, porque primero imponen una ideología y luego van a darle la cara a la población, para tratar de convencerla de que son la opción de una manera de pensar que no es la suya sino la de los líderes de ese partido, la alternativa ideológica debe darla el pueblo no los Mecenas de los organismos políticos.

    La incorporación de los jóvenes también refrescaría la vida política del país, con un impulso nuevo y una manera de forzar que el gobierno y todos los mexicanos volteen a ver necesidades que para los distraídos son nuevas. Los jóvenes son la fuerza del presente y, desde luego, del futuro, y no pueden afirmarse convencionalismos arcaicos donde el poder y las decisiones estén concentradas sólo en personas adultas, incluso adultos mayores.

    La diversidad incluye una variedad de edad en la decisión más importante de una ciudadana que es la de votar. Los jóvenes mexicanos han aprendido de la realidad, son personas que no están contaminadas con aquellas viejas noticias de la televisión cuando entraba a la sala de los hogares a manipular conciencias y a engañar a los ingenuos que pasivos en la comodidad de su hogar tienen la percepción muy porosa.

    Ahora los jóvenes se informan sobre la marcha que obliga su cotidianidad, no están acomodados a la hora de los noticieros, ni tienen hora fija para informarse, ni “líderes de opinión” para ser manipulados. Esa parte de la juventud tiene otra manera de percibir la realidad y de interpretarla, por lo tanto, tiene una visión diferente de la dirección de su voto.

    Los jóvenes en México han protagonizado buena parte de las luchas sociales, algunos son líderes natos y comprometidos con su realidad. No se busca en el voto a los 16 incondicionales de ningún partido sino la participación de quienes suelen estar al margen de las decisiones, a pesar de sus ideas brillantes.

  • Aranceles y excusas

    Aranceles y excusas

    Partiendo de mentiras y falacias, Donald J. Trump está tratando de implantar una narrativa que implique al Gobierno de México en actividades terroristas; primero declara como tales a los cárteles del crimen organizado que operan en varios países del mundo, con mayor presencia en la recaudación y distribución de sus productos en Estados Unidos, su mayor y mejor cliente, pero cuyas centrales están en México.

    Después dijo que las tarifas arancelarias se impondrían debido a que el Gobierno de México está dominado por esos cárteles y se basa en la condena a García Luna, quien fuera Secretario de Seguridad en el gobierno del “Carnicero de Michoacán”; Felipe Calderón Hinojosa hace más de doce años, pero a quien consideraba un aliado y amigo. 

    Más adelante reculó y se comprometió a detener el flujo de armas hacia México destinadas a fortalecer a los cárteles en tanto México se comprometiera a poner más efectivos militares en la frontera para controlar el paso de migrantes y drogas, la mecha está lista y colocada, solo falta el detonador.

    La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lo convenció de que los aranceles eran perjudiciales para ambas economías. Acto seguido, el inquilino de la Casa Blanca, refiriéndose a toda Nuestra América, declaró: “nosotros no los necesitamos, ellos nos necesitan más que nosotros a ellos”. 

    Su siguiente parloteo amenazador fue dirigido a los cárteles con la prepotencia que lo caracteriza, afirmando que si les disparan a sus soldados del otro lado de la frontera, los van a borrar del mapa. 

    La última declaración de Trump respecto de los cárteles, es la más seria que ha espetado desde que platicó con nuestra Presidenta pues implica que cualquier incidente en el límite de ambos países sería tomado como agresión y tomando en cuenta que hay un gran número de efectivos en los dos lados de esa frontera, ahí está el detonador.

    Parece sencillo que los agentes criminales de la derecha fascista mexicana, llámense como se llamen, se acerquen con sus grupos de criminales armados para activar el detonador y se desate una conflagración de consecuencias incalculables.

    La CIA, el Departamento de Estado, la DEA y demás fauna nociva, deben ser los autores de esta estrategia, pero hay dos elementos que seguramente han soslayado, la primera es que México tiene un ejército leal, numeroso, bien entrenado; además de la Guardia Nacional; por si fuera poco, un Pueblo que ya no va a permitir más atropellos en su contra. El segundo elemento es que ellos están pre-invadidos, no solamente por mexicanos sin documentos, sino por varios millones de compatriotas y sus descendientes que están absolutamente en favor de nuestro gobierno, además de que otros tantos Pueblos del mundo están alerta y listos para detener cualquier acción en contra de México.

    Todos sabemos que el “güero del peluquín” se siente dueño del mundo y si su patrón, el tal Musk lo ordena, intentará lo indecible.

    Testimonios vivos escritos desde algún lugar de las rancherías que rodean la Ciudad de Villahermosa

    Primero. En estos lugares olvidados del Ayuntamiento de Centro, he sido testigo de cómo funciona el alza constante de precios en las tienditas de barrio, esas en las que compro para no beneficiar al gran capital. 

    En las comunidades como en la que tengo el honor de vivir, la gente suele preparar su pozol para consumo propio o para la venta y se puede encontrar en variedades diferentes; pozol blanco, que solo lleva masa de maíz “nuevo” blanco, pozol con cacao y pozol con cacao y cacahuate. 

    Que triste sorpresa me llevé, cuando el tendero despacha el cacao en grano le quita un poquito a cada porción que vende, el cliente se queja un poquito, pero se nota que lleva prisa y no pasa de ahí. El que me va a despachar las tortillas que olvidé comprar en la tortillería, se justifica diciendo que a cada costal de 25kg que compra, siempre le faltan, cuando menos, 300gr, y si el da el peso completo, se va su “ganancia” y no puede; tratando de no parecer aprovechado, también aclara que hace lo mismo con el azúcar porque a él le hace lo mismo su proveedor de mayoreo, y pasa también con las cajas de café, que dicen llevar 20 paquetes y máximo traen 17. 

    Sin tapujos y con sorpresa y molestia lo cuestiono sobre la razón por la que no se queja ante la PROFECO, su respuesta viene acompañada de otra queja; “ya lo hice y ni caso me hicieron, nomás fue pura perdedera de tiempo y gasto en transporte, cuando fui me tuvieron ahí casi 4 horas parado, imagínese a mi edad”. El hombre tiene 78 años.

    Me quedé con una pregunta que no puedo responderme, ¿De qué sirve que las básculas y demás instrumentos de pesos y medidas estén certificados y con calcomanía amarilla si al final, al costal de azúcar, cacao, harina o lo que sea, ya pesado le quitan una porción? 

    Tengo claro que la PROFECO ya no funciona tan mal como ocurría en el pasado, pero si ellos deben verificar los instrumentos y lo hacen en tiempo y forma, convendría que tuvieran “compradores profesionales”, que verifiquen el producto que aquellos venden, sin que sepan que se trata de inspectores encubiertos. Al mismo tiempo habría que reclutar a personas absolutamente intachables e incorruptibles, yo sé que aunque poquitos, todavía quedamos algunos.

    Segundo. Tuvieron que apagar una potabilizadora de agua en Villahermosa, no me preocupé porque fue una diferente de la que surte en la red que llega a mi comunidad. ¡Qué equivocado estaba! La zona de alto poder adquisitivo está conectada a la potabilizadora que está fuera de servicio, pero ellos siguen teniendo agua y nosotros no. 

    Sabemos que hay válvulas y conexiones que sirven para redirigir el agua, así que les dan a los ricos, pero a las comunidades de las rancherías, el Ayuntamiento de Centro, a cargo de Yolanda Osuna Huerta y el Servicio de Agua y Saneamiento a cargo del subalterno de aquella, Alfredo Villaseñor Negrete, nos dejan sin el vital líquido e inventan toda clase de excusas a través de otros tantos subalternos. Los jefes de hasta arriba, nunca dan la cara. Los habitantes de estos lares, pronto estaremos más organizados y listos para exigir lo que en derecho nos corresponde, es, por cierto, un derecho humano.

  • Vecinos siempre; socios a veces; amigos nunca

    Vecinos siempre; socios a veces; amigos nunca

    Entre México y los Estados Unidos, el desierto.

    Sebastián Lerdo de Tejada

    Como si se tratara de un castigo de los dioses a México por haberle concedido un territorio con tupidos bosques, lluviosas selvas, extensos litorales e inagotables yacimientos de minerales, metales preciosos y energéticos, en un arrepentimiento de última hora esos dioses le pusieron como vecino al país más pendenciero, intervencionista, discriminador, esclavista, abusivo y adicto que haya conocido la Historia: los Estados Unidos de América.

    La historia de nuestras relaciones con el país que en su nombre lleva inscrito el sello del pillaje al que son tan propensos porque ellos no son todo el continente americano sino sólo una parte, es una relación casi inagotable de agresiones.

    Éstas incluyen despojos territoriales (1848 y 1853), invasiones (1914 y 1916), su intervención en el golpe de Estado instigado por el embajador Henry Lane Wilson en contra del presidente Madero con el que Victoriano Huerta se hizo con el poder (1913) y tantas otras que sería penoso y cansado enumerar, siendo el robo de cerca de dos millones trescientos mil kilómetros cuadrados, equivalente a las superficies de España, Francia, Alemania, Italia, reino Unido, Portugal, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Hungría y Croacia juntas, como penalización de guerra y por las que México recibió la irrisoria cantidad de quince millones de dólares ( https://www.cndh.org.mx/noticia/se-firma-el-tratado-de-guadalupe-hidalgo), la más recordada de ellas.

    Por desgracia, los afanes estadounidenses por apoderarse de nuestras riquezas han encontrado a un buen número de vendepatrias dispuestos a allanarles el camino hacia los ferrocarriles, el petróleo, las minas y los recursos naturales del país. El nefasto y nutrido catálogo de traidores comprende nombres de Antonio López de Santa Anna a Ernesto Zedillo Ponce León, de Lorenzo de Zavala a Enrique Peña Nieto, sin olvidar el aporte de te todos los presidentes priistas de Miguel Alemán en adelante más la modesta, torpe e inolvidable contribución de los panistas Fox y Calderón.  

    Pero a veces ha necesitado de nosotros ese vecino desmesurado. En 1942, con los Estados Unidos en guerra y por tanto con escasez de trabajadores en el sector agrícola, se instituyó el Programa Bracero (1942-1964), el cual consistió en un conjunto de medidas legales que hicieron posible que 4,5 millones de mexicanos trabajaran en labores agrícolas en los Estados Unidos (https://conomipedia.com/definiciones/programa-bracero.html). Relevados de los trabajos del campo, los estadounidenses pudieron ir en santa paz y con tranquilidad de conciencia a descargar sus bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

    El vecino arbitrario, de la mano del entreguista presidente Salinas, también nos ocupó como socios para el Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado el 1992 y que fue la sentencia de muerte para el campo mexicano, la industria del juguete y la producción de calzado, entre otras actividades que pasaron a mejor vida. Se acabaron los sembradíos de sorgo y maíz a la orilla de la carretera, se cerraron las fábricas de calzado en León. 

    Y así fue como, según sus cuentas, ingresamos al primer mundo y para verificarlo están los números: entre 2008 y 2018 el número absoluto de personas en pobreza pasó de 49.5 a 52.4 millones  (https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/ /mexico-evolucion-de-la-pobreza-y-distribucion-del-ingreso/).  

    Como premio a nuestra docilidad el imperio consideró acertado ampliarnos la oportunidad de servirle mediante la firma del T-MEC. Sólo que, ojo, a la hora de la firma el imperio ya no estaba tratando con los despreciables negociadores peñistas sino con la política nacionalista y defensora de la soberanía nacional de Andrés Manuel López Obrador, lo cual impidió que se consumara la entrega de recursos naturales a los Estados Unidos.

    Hoy, el Agente Naranja que despacha en la Casa Blanca estima que los 8,200 millones de almas que arrastramos nuestras penas en este planeta -blancos, negros, amarillos, bien tostados o apenas sancochaditos de piel- somos sus enemigos personales y que ya estuvo bueno de que vivamos parasitaria y confortablemente a expensas de la gente hacendosa y sufriente que habita en Estados Unidos, pero que su mayor enemigo, el más insoportable, es el vecino que vive en su frontera sur.

    Si desapareciéramos, nos llevaríamos con nosotros nuestras cochinas drogas que envenenan el alma pura de los adictos estadounidenses y pronto se verían sus parques llenos de niños y niñas riendo y jugando, sanos, felices, trenzando collarcitos de tréboles de la suerte y libres de adicciones.

    Si no estuviéramos, Calica podría continuar impunemente con la extracción y comercialización de piedra caliza y con la destrucción del paraíso, o las empresas petroleras podrían acceder libremente al llamado oro negro. O al litio. O al Golfo de México. O a la península de Baja California. O a lo que se le antojara.

    Eso y más pasaría si nos fuéramos de aquí, pero como no nos vamos a ir tenemos que ir analizando si la asociación con Estados Unidos es conveniente. Sobre este asunto, para tranquilidad del 80% de los mexicanos, tiene la palabra la presidenta Claudia Sheinbaum. Es la persona indicada en el momento adecuado.

  • Un cínico público

    Un cínico público

    «El mundo está cambiando… lo siento en la tierra… lo veo en el agua… lo huelo en el aire…»

    Galadriel, El señor de los anillos

    En la década de los 90 y en la de los 2000 comenzaron a abundar documentales acerca de la segunda guerra mundial. Muchos ponían en perspectiva el caldo de cultivo del cual nació aquel suceso histórico que marcó el rumbo de la historia reciente. La idea era hacer efectivo aquel famoso adagio acerca de que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Prácticamente dos terceras partes del mundo fagocitaron la verdad histórica que Estados Unidos, el imperio, fue fabricando acerca de los sucesos de principios y mediados de siglo. Había quedado muy claro que Hitler, Mussolini, Franco y otros tiranos europeos, junto con sus ideologías, representaban un punto al que estaba prohibido retornar. Sin embargo, con el paso de más décadas, esas nociones comenzaron a cambiar.

    Llegaron las primeras redes sociales y las salas de chat sobre el final del siglo XX. Cabe mencionar que en esos tiempos, en esa incipiente etapa de la comunicación interpersonal global en tiempo real, no existían restricciones de contenido, lo que propició el esparcimiento de todas aquellas “opiniones alternativas” que para ese tiempo estaban totalmente prohibidas en los medios tradicionales. Ya desde entonces circulaban opiniones como: «Hitler no estaba tan equivocado», «Con Franco sí había orden», «Es injusto que nos pinten a Porfirio Díaz como villano».

    Una realidad que siempre se desestimó a lo largo de la historia reciente fue que, inmediatamente derrocado el régimen nazi, comenzaron tímidamente las reivindicaciones neonazis en las décadas posteriores, primero dentro de la propia Alemania y luego en los países otrora aliados en contra de Hitler, como Estados Unidos e Inglaterra; vaya paradoja. Lo mismo pasó en los otros casos, pues si bien el neonazismo fue el ejemplo paradigmático, en España, a la muerte de Francisco Franco en 1975, quien ejerció una dictadura militar desde 1939 al ganar la guerra civil, los simpatizantes del conservadurismo católico, impuesto durante tantas décadas, siguieron organizándose y manteniendo vivo su ideario. Y en México, pues tenemos a Gabriel Quadri emitiendo estrambóticos posts de X en los que le quema incienso a Porfirio Díaz cada que le viene en gana.

    El avance en las tecnologías de almacenamiento y transmisión de datos permitió el florecimiento de las redes sociales como el medio de comunicación masiva e interpersonal (condiciones que nunca antes se habían conjuntado) y el desplazamiento de la tele y la radio como fuentes de información por excelencia. Esto se ha venido suscitando sobre todo en la tercera década del siglo XXI, en que el video corto y el meme se han afianzado como signo de los tiempos que corren. Si bien los grandes conglomerados que proporcionan las redes sociales se han tratado de hacer cargo de cualquier muestra de pensamiento retrógrada (entiéndase racismo, clasismo, homofobia, etc.) que se pueda expresar en sus medios, los esfuerzos son insuficientes cuando emergen figuras que con total desfachatez reivindican todo aquello que tanto trabajo costó, si no erradicar, al menos mantener lejos del alcance de la conversación pública.

    Sin embargo, se necesita un cínico público para alentar a todos los cínicos anónimos. Donald Trump ya venía haciendo campaña en Estados Unidos al menos desde 2014. Se le conocía como un personaje más del panteón de la cultura pop norteamericana, con su fama de magnate, sus cameos en producciones hollywoodenses y hasta su propio reality show. La tendencia muy estadounidense al enaltecimiento e idealización del empresario como modelo a seguir le permitió, junto con su ideología conservadora radical, convertirse en el candidato perfecto de los republicanos. Contendió y ganó en las elecciones de 2016 y ascendió al poder en enero de 2017.

    Las recurrentes y descaradas declaraciones racistas, homofóbicas, transfóbicas que Trump profería bajo la premisa de «todos lo piensan, pero solo yo me atrevo a decirlo», fue poco a poco desatando oleadas de personas que en las redes sociales, ya sin tapujo alguno, se expresaban igual o peor de las minorías. Así vino también la repercusión en Europa. En España se fundó desde 2014 el partido ultraconservador VOX, que recupera el ideario de Franco, con añadidos como una hispanofilia chovinista y excluyente, así como la pugna por el cierre de las fronteras a la migración africana. En 2022 asciende al poder en Italia Georgia Meloni, una política que abiertamente reivindica el fascismo de Mussolini, aquella ideología ultraconservadora basada en la represión violenta que precisamente pugnaba por algo que, visto desde esa óptica, ya no parece tan novedoso: “hacer a Italia grande nuevamente”. Si bien Meloni no suele recurrir a la violencia, sí se ha dado a la tarea de convencer a los jóvenes de que, según sus palabras, «el fascismo no es tan malo».

    Y por supuesto que Latinoamérica no está exenta de las imitaciones de Trump. Está Nayib Bukele, quien tomó el poder en El Salvador desde 2019. Igualmente conservador, abierto seguidor de Trump y laureado por su política de encarcelar a todos los pandilleros del país en su famosa ‘mega cárcel’. En 2023, producto de una campaña que en Argentina iniciaron Agustín Laje y Nicolás Márquez, con la negación de las cifras de desaparecidos en la dictadura militar de los 70 y 80, asciende al poder Javier Milei, otro adorador de Trump que junto con Márquez, Laje y Gloria Álvarez ya despuntaba desde años atrás como difusor de las ideas “libertarias”. Esa pléyade es financiada por la organización de ultraderecha Fundación Libre, con nexos con la USAID.

    Con menor capacidad de convocatoria, menos alcances intelectuales y un fanatismo católico exacerbado, se posiciona en México el televiso venido a menos Eduardo Verástegui. En redes sociales, aparece un día acusando de nexos con el narco al gobierno de Morena, otro día rezando el santo rosario y otro disparando armas de alto poder. Descarado en sus loas a Trump, su pasado en la industria televisiva más chafa impide que sea tomado en serio.

    El conservadurismo encabezado por todos los personajes anteriormente mencionados, va acompañado de toda una bóveda celeste integrada por millares de creadores de contenido pro conservadores. Los más viejos, excretados por los medios corporativos debido a su extremismo y falta de credibilidad, se enfocan en los temas puramente políticos con un calado conspiranoico. Los más jóvenes, nacidos en el seno de las redes sociales desde un inicio, se enfocan en lo que dentro del mundillo se denomina como ‘la batalla cultural’, que no es otra cosa sino el escrutinio de los productos de la cultura de masas para repudiar a la famosa cultura woke, con la que el imperio cubre su cuota de progresismo, y con la cual desatinadamente mezclan al pensamiento de izquierda anti imperialista que tradicionalmente ha florecido en Latinoamérica, y que tiene en Petro, Maduro, Díaz-Canel, Lula, pero sobre todo en Sheinbaum, a sus principales representantes, a quienes desde esa trinchera les llaman “comunistas”.

    Pese a todo lo antes expuesto, el grueso de la población de Latinoamérica, y mucho más en México, sigue despertando hacia la politización, la perspectiva histórica y la conciencia de clase. Si estos extremismos por fin han mostrado sus colmillos es porque ya sentían la guerra de narrativas casi perdida. Los poderes fácticos encontraron maneras de hacer atractivo el discurso ultraconservador y medianamente van logrando su cometido con un sector de la población bastante acotado. Si existe tal batalla cultural, los esperamos sin miedo, que aquí tenemos con qué quererlos.

    X: @miguelmartinfe
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  • Revivir al Gigante Naranja: La Transformación del Metro

    Revivir al Gigante Naranja: La Transformación del Metro

    El Metro de la Ciudad de México es uno de los pilares fundamentales para la movilidad de la capital. Su buen funcionamiento debería ser una prioridad para cualquier gobierno, pues millones de personas dependen de él diariamente para desplazarse de un punto a otro.

    En ese sentido, la rehabilitación de la Línea 1, tras años de trabajos, parece estar entrando en su etapa final. Así lo dio a conocer la jefa de Gobierno, Clara Brugada, durante un recorrido reciente de la estación Insurgentes a Tacubaya, donde se comprometió a entregar un tramo más de la línea a finales de marzo.

    Es comprensible que el cierre prolongado haya generado molestias entre los usuarios, obligándolos a buscar rutas alternas. Sin embargo, es importante recordar que esta línea, inaugurada en 1970 por el genocida Gustavo Díaz Ordaz, tenía más de 50 años sin recibir una intervención de esta magnitud. Su deterioro era evidente: rastros de inundaciones, durmientes de madera rotos y trenes en condiciones deplorables ponían en riesgo la seguridad de los pasajeros.

    Fue hasta la llegada de Claudia Sheinbaum a la jefatura de Gobierno en 2022 cuando se tomó la decisión de modernizar por completo la Línea 1. La rehabilitación ha implicado la instalación de nueva infraestructura, incluyendo vías con materiales más resistentes, un sistema de pilotaje automático para mejorar la eficiencia y seguridad del servicio, así como la incorporación de trenes de última generación. Todo esto con el objetivo de garantizar un Metro más seguro, rápido y eficiente para los usuarios.

    Esta modernización es un paso indispensable para garantizar la movilidad en la Ciudad de México. Ahora, la gran tarea será asegurar el mantenimiento continuo del sistema y evitar que futuras administraciones dejen en el abandono lo que hoy se está recuperando. La inversión en infraestructura pública no solo mejora la calidad de vida de quienes dependen del Metro, sino que también refleja la visión de un gobierno comprometido con su gente.

    A pesar de las críticas y las dificultades, la rehabilitación de la Línea 1 demuestra que, cuando hay voluntad política, es posible transformar y mejorar un servicio tan esencial como el transporte público. Ahora toca a los ciudadanos exigir que este esfuerzo no sea en vano y que la modernización del Metro continúe en las demás líneas que también lo necesitan.

    Hay que recordar que el Gobierno de Clara Brugada, tiene como uno de sus principales objetivos, modernizar por completo este transporte, por ello, recordó que una vez concluidas las obras en la línea 1, iniciará con la rehabilitación de la Línea 3 (Indios Verdes- Universidad); sin embargo, aclaró que en una primera etapa no cerrará esta ruta, se harán trabajos nocturnos.