Etiqueta: Diana Espejel

  • Sobre violencia de género

    Sobre violencia de género

    A un mes del paro estudiantil en la Universidad Autónoma Metropolitana, es preciso cuestionarnos el problema de fondo. Los colectivos estudiantiles de las cinco unidades de la UAM han insistido en que existe una violencia de género naturalizada en la comunidad universitaria. Estoy de acuerdo con el concepto que necesitamos problematizar, destaco el término porque no se ha hablado sobre violencia contra la mujer, sino sobre el género, donde se engloba la identidad que asume cada persona para relacionarse con el mundo. Ser mujer u hombre implica identificarse con algún género, lo no binario también entraría aquí. 

    Se está hablando de la violencia que se ejerce en contra de una persona lo cual implica una trasgresión sobre su identidad de género. Pienso en situaciones de discriminación, abuso de cualquier tipo, o la situación que ha dado pie a la toma de las instalaciones universitarias, violación. Pero estas situaciones no son producidas o generadas por la convivencia en la institución, son estructurales, se gestan en la sociedad y trastocan todos los espacios de convivencia. 

    En mi tesis estoy elaborando el concepto “estructuras relacionales”, se enfoca en las formas en que el mundo nos hace aprender maneras de relacionarnos con los otros. Cuando decimos que la violencia es estructural significa que el mundo nos ha enseñado cómo ser hostiles con las diferencias, sobre todo en la etapa de la adolescencia, donde lo diferente tiene que ser señalado porque la necesidad de pertenecer a un grupo y harán lo posible para evitar ser discriminados, aunque esto les cueste el criterio propio. 

    Recuerdo la primera vez que sufrí acoso, tenía quince años cuando un tipo me tocó en el metro, yo estaba más concentrada en evitar perderme, era la primera vez que viajaba sola. No sé cómo pasó, sólo recuerdo que de pronto sentí algo raro sobre mis glúteos y me moví un poco, unos segundos después sentí una mano presionándome. No dije nada porque me quedé paralizada, no sabía qué estaba pasando. Con el paso de los años supe que había una serie de formas en las que las chavas sufríamos con frecuencia esas cosas. 

    Hace poco comencé a tener algunas anécdotas macabras por parte de algunos amigos. Me di cuenta que los adolescentes son las víctimas perfectas porque no les enseñamos a defenderse, a gritar, a exigir. Al escuchar las historias de mis amigos varones me doy cuenta que la violencia hacía ellos llega a ser más explícita y frecuente de lo que nos enteramos. Uno de ellos me dice que incluso se produce acoso dentro de la comunidad sexo diversa. Entre homosexuales hay ocasiones en que se tienen que cuidar unos a otros porque hostigar también suele confundirse con “seducción”. Todo esto es violencia de género. 

    Lo que vemos es que las actitudes de acoso están arraigadas en las personas y conforman nuestras estructuras relacionales. A mis sobrinos estoy tratando de enseñarles que no, significa no. Si un niño o niña no quiere jugar contigo no tienes que obligarlo u obligarla, tampoco tendría que pasar con las personas adultas. Hay que entender que existen normas sociales básicas que necesitamos aplicar para tener buenas relaciones sociales, lo que coloquialmente conocemos como “ser educados”. ¿Por qué esta distinción es importante? Porque los niños tienen que saber que existen reglas y normas que son transmitidas por los adultos, pero que incluso éstos deben respetar tu cuerpo o tu espacio personal. Es una distinción compleja que necesitamos construir para conformar estructuras más sanas que nos permitan brindar tolerancia y respeto a los demás. 

    Existe una nueva configuración de las estructuras relacionales y hay una reconstrucción de la violencia de género. Ahora algunas mujeres han comenzado a buscar afectar a los chicos que no están interesados en tener una relación afectiva. Hasta ahora sé de dos casos en donde las chicas no sólo amenazan a sus prospectos de novios, sino que los evidencian soltando un chisme. Un caso cercano en donde la chica ha amenazado con acusar de violación al muchacho con quien ha tenido un bebé, relación consensual donde las familias de los dos conviven con la pareja. Ahora veo una nueva forma de violencia y escenarios complejos para las víctimas, que ya no serán sólo mujeres. 

    La Ley general de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia ha permitido que el acoso callejero sea visible y sancionado. Esto nos permite saber que estamos amparadas, no dudo que el acoso siga ocurriendo, pero en menor medida. ¿Cómo vamos a lograr una equidad en materia de derechos de todas y todos? ¿Qué vamos a hacer en pro de erradicar la violencia estructural que nos afecta a todos? ¿Basta con decir todas, todos, todes? No me mal entiendan, necesitamos cuestionar más allá del lenguaje las acciones que necesitamos para hacer posible que la violencia de género la miremos desde el género y no sólo desde las mujeres. Porque todos somos susceptibles de sufrir violencia, aunque no siempre nos enteremos de ella. 

  • Instituciones de simulación

    Instituciones de simulación

    En los últimos días hemos experimentado la inconsistencia de algunas de las instituciones más importantes del país. Comenzando con el INE y la manera en la que sus altos funcionarios reparten el presupuesto al puro estilo pueril “uno para ti, tres para mí”. El poder judicial y las múltiples acciones benevolentes con sus amparos a favor de delincuentes de alto calado. De éstas se entera la mayor parte de la población, pero hay otras que son una copia en miniatura de lo que sucede a gran escala en el país y de las que poco sabemos porque sobre el argumento de la autonomía se aprovecha para dar rienda suelta a la opacidad: las universidades. 

    En el año 2019, la huelga de la UAM sacó a la luz datos interesantes sobre el uso y distribución del presupuesto universitario. Resulta que sólo el 30% del mismo es destinado a las actividades que impactan directamente en los estudiantes y una buena parte de éste se usa para nutrir a una “burocracia dorada” como la llamaron en aquel entonces los trabajadores. Aunque un amigo me dijo en aquel año que si esa denominación tenían en la UAM, la de la UNAM era doradísima. Es decir, en el ambiente universitario todos se dan cuenta de las desigualdades, pero es justificable porque en la institución de enfrente las cosas están peor. Es decir, se paga muy poco a profesores de asignatura y los altos funcionarios tienen, al igual que Lorenzo Córdoba, en el INE, una gran cantidad de prestaciones que distan de las que goza cualquier trabajador, académico o no. 

    Y qué decir de las instituciones estatales de educación superior, en muchas de ellas solo se cuenta con presupuesto suficiente para la primera mitad del año y el otro periodo sufre altos y bajos. Recuerdo a unas profesoras de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán a quienes durante meses les retrasaban sus pagos. Como si la necesidad de tener un sueldo fuera una especie de nimiedad comparada con los gastos de otras instituciones. Este solo es un detalle de los muchos en donde podemos rascar y ver que la Nueva Gerencia Pública, con sus requisitos y procedimientos se insertó en las instituciones sociales para vivir todo como una empresa. Cambiaron sus valores de servicio por principios de eficiencia y eficacia, para así poder hacer mucho más con menos, más rápido y sin entorpecimiento. Al ritmo de la producción en masa y con un ritmo de fondo adecuado, al puro estilo de Tiempos modernos.  

    De pronto, la vida universitaria de la UAM ya no tenía que ver con la pausa reflexiva, sino con la impronta administrativa, las prioridades académicas ya no guiaban las decisiones, sino el ejercicio presupuestal y la necesidad de acabarse el dinero, de lo contrario el nivel superior siguiente lo confiscaba y era libre de gastarlo. La sanción consistía en que el año fiscal siguiente te recortaban el presupuesto por no necesitar tanto, haces trabajo académico con poco. De pronto los estudiantes ya no son la prioridad, sino determinar en septiembre en qué vas a gastar lo que resta de tu presupuesto para ejercer lo último en noviembre. Esto reduce a los seres humanos que trabajan, estudian y forman parte de una comunidad universitaria a números. 

    Este ejercicio reflexivo es una forma de rastrear el complejo panorama que se vive ahora en la UAM, el paro de labores que mantienen las estudiantes forma parte de un proceso complejo de insignificancia que rige en las instituciones. Las estudiantes están cansadas de ser tratadas como una estadística dentro y fuera de la universidad y necesitamos mirar la violencia estructural que atrofia a la comunidad universitaria, no sólo a las estudiantes. El 8 de marzo pasado, las mujeres del país estaban convocadas a participar en la marcha conmemorativa del día de la mujer. Ese día, las autoridades de la UAM Xochimilco indicaron a los jefes de cada área, que las mujeres que no asistieran al trabajo se les descontara el día. A pesar de que el comunicado de las autoridades era que estaban a favor del movimiento “un día sin mujeres” para el 9 de marzo.  

    Hemos aprendido una serie de prácticas nefastas de la sociedad en la que vivimos, no por eso tenemos que justificar la violencia. Tanto el acoso laboral, académico, sexual o de género son vividos por la comunidad universitaria, no importa si es hacia trabajadores, estudiantes, o profesores. Mi percepción es que hay que generar protocolos necesarios y suficientes para erradicar la violencia de cualquier índole hacia las personas de la comunidad universitaria. Dejar de ver a la institución como una empresa y comenzar a preocuparse más por las personas que en ella se encuentran, en todos sus ámbitos, tanto trabajadores como estudiantes y pensar en modificar la legislación para llevar a cabo procesos más democráticos en todas sus instancias. 

  • Mención honorífica

    Mención honorífica

    El día 13 de marzo la Senadora Kenia López Rabadán ha hecho público que realizó la réplica de su trabajo de doctorado (https://twitter.com/kenialopezr/status/1635425215596339201/photo/1). Me llamaron la atención dos cosas, la primera que hace hincapié que el jurado le otorgó mención honorífica por su trabajo. Es extraño que la fotografía que sube tiene una nitidez bárbara, excepto por los datos del trabajo que usó para su examen. La segunda es que no nos haya hecho partícipes del documento. Me encantaría revisar un trabajo de doctorado que plantea una senadora de la república y que recibe una mención honorífica en un instituto que, de acuerdo con lo que presume en su página de internet, lleva 68 años realizando proyectos y titulando estudiantes tanto de grado como de posgrado. 

    El Instituto Nacional de Administración Pública A. C. se muestra como una asociación civil que se especializa en ofrecer productos académicos enfocados en esa materia. El Doctorado en Administración Pública, cuenta con su número de registro de la SEP (RVOE 2006481). Se estudia en dos años y tiene un costo por semestre de $ 57,750.00 pesos, se puede tener un descuento del 20%, aunque no informa cuál es la forma de conseguirlo, para pagar un total de $ 46,200.00 pesos por semestre. 

    El domicilio que toman como oficial es el que se encuentra en el Kilómetro 14.5 de la Carretera Libre México –Toluca, Col. Palo Alto en la Delegación Cuajimalpa. Sin embargo, hay una sede al sur de la Ciudad de México en Avenida Insurgentes Sur No. 1971, Local 230, Nivel Paseo, Col. Guadalupe Inn, C.P. 01020, Alcaldía Álvaro Obregón. https://inap.mx/doctorado/.  Nótese la falta de actualización del domicilio oficial, quizá desde el 2016 no han podido realizar el cambio en su plataforma virtual a pesar de tener cuotas tan módicas para sus estudiantes, sin contar con los ingresos que pueden tener de las consultorías que ofrecen. ¿Será que presten sus servicios a la Administración Pública Federal?

    Me quedé sentada esperando a que me dieran los pormenores sobre los procesos de admisión y condiciones de estudio, si es que yo podía estudiar ahí porque en su “Escuela Nacional de Profesionalización Gubernamental (ENPG) es el área sustantiva del INAP encargada de diseñar e instrumentar los programas de profesionalización y capacitación de los servidores públicos de los tres órdenes de gobierno y poderes de la Unión, así como de los órganos autónomos” https://inap.mx. ¿Qué otros servidores públicos han estudiado ahí? Y por qué no podría tener acceso a las tesis. Me encantaría leer trabajo tan pequeño que presume de excelencia ¿qué logrará decir en tan pocas palabras? Además, me intriga cuál será el problema que soluciona o la teoría tan innovadora que usa para el problema que plantea. Ya tengo ganas de que me digan cómo puedo leer ese trabajo, sin duda haré una reseña. Quizá la senadora nos brinde una sorpresa y nos deje ver su excelencia para plantear problemas, ya que no hemos visto su elocuencia argumentativa en la tribuna. 

    Los perfiles de los profesores de dicho instituto han sido en su mayoría funcionarios públicos en diversos espacios de la Administración Pública Federal, buena parte egresó de la misma institución, imperan también los egresados de la UNAM y la Universidad Iberoamericana o Anáhuac que fueron a su vez funcionarios públicos. Es decir, es una escuela que acredita el “conocimiento” empírico que desempeñan los funcionarios públicos y brindan una acreditación de ello. Aunque este último es un juicio personal, en cuanto tenga en mis manos la brillante tesis les haré una reseña. Esperen la segunda parte. 

    Xunu’, que en zapoteco quiere decir, el resto…

    De todos es sabido que cada 21 de marzo el presidente Andrés Manuel López Obrador visita la tierra de Benito Juárez, en particular Guelatao, su pueblo natal. En diciembre se veía ya avanzado el camino de Juárez, una réplica de la ruta que el Benemérito de las Américas habría recorrido a pie desde su pueblo hasta la Ciudad de Oaxaca. El camino se ve muy bonito, amable para recorrerlo, aunque uno tardará un par de días en hacerlo y parece que tendrá espacio de ciclovía, muy buena hechura. Lo que nos queda a deber el Gobierno de Estado y los municipios de la zona es mantenimiento de su carretera. Desde Oaxaca capital y hasta entrada la Sierra Norte imperan los baches. Aunque, como se acerca la visita del señor presidente, en enero ya estaba iniciando la rehabilitación. Ojalá que la zona piense más en las necesidades de quienes recorren de forma cotidiana esos senderos y no sólo en la visita de la autoridad. 

  • “Amo a los niños”

    “Amo a los niños”

    El fin de semana tuve una conversación con una colega, compañera de la maestría. Nos pusimos al corriente con las actividades que hacemos y, como es de esperar en un profesional que ha trabajado en Instituciones de Educación Superior, está dando clases en una universidad pública. Además de darme gusto que una chica que se ha esforzado tanto en realizar proyectos que responden a un interés legítimo de comprender a profundidad un objeto de investigación, llenó mi corazón la siguiente expresión: “Amo dar clases, muchísimo, amo a los niños”. 

    Me dirán que es absurdo que frases poco claras me llenen de júbilo. Me explico. En mi escrito de la semana del amor y la amistad, el artículo cuestionaba lo limitante de la palabra amor, pues se usa casi en exclusiva para referir a un sujeto sobre el cual se vuelca una investidura libidinal. Eso es lo que dice la teoría psicoanalítica, nuestra energía de amor que sirve para investir objetos se llama libido y es una mezcla entre lo consciente e inconsciente que nos lleva a depositarla en un objeto específico; no sólo en una persona a la que brindamos nuestro cariño. Si han visto llorar a un niño pequeño porque un globo se le escapó o un juguete preciado se perdió, no juzguen su arrebato, está sufriendo el “desamor”. Vivirá su duelo y comenzará a saber que la vida se trata también de pérdidas. 

    La expresión de mi amiga se refiere al cariño que uno imprime en cierta actividad, en este caso el trabajo. En los años que me ha tocado escuchar expresiones de profesores, pocos son los que han dicho palabras tan comprometedoras. Mis compañeras de educación básica nunca dijeron algo similar, en ellas veía más bien un sentido de responsabilidad sobre el cuidado de “sus niños”. Yo misma me expresé así de mis alumnos de educación preescolar y primaria. Son tuyos no porque te pertenezcan, sino porque son tu responsabilidad, eres su referente durante un ciclo escolar y aquella profesora que se quede anclada en su energía libidinal será siempre recordada. 

    De los profesores de la universidad recuerdo expresiones como “me gusta tenerlos al principio de sus estudios porque trabajamos desde cómo escribir un párrafo pues no saben hacerlo. Necesitamos entender que traen carencias que arrastran de un sistema educativo deficiente”. Lo que más escuché fueron quejas. “Los estudiantes no saben leer ni escribir, está mal que los hayan aceptado con ese tipo de deficiencias”. Son contados los que muestran un aprecio por la docencia, he conocido profesores que son apasionados por su actividad y no pocas veces se decepcionan hasta sentir su motivación flaquear. Nunca había percibido la emoción que implica querer de manera profunda a los estudiantes al grado de expresarla como amor. 

    Me llena de gusto que los profesores jóvenes tengan esa sensación. Martin Buber además del binomio yo y tú, nos presenta en sus textos sobre educación una serie de valores que se dedicó a reflexionar en su trabajo de alfabetización de adultos. En su Discurso sobre lo educativo nos dice que el amor va unido a la responsabilidad, la responsabilidad de estar con el otro, de acompañarle, de dialogar con él. La vida del docente se tiene que llenar de la posibilidad de encontrar en la diferencia del otro un espacio donde pueda dialogar para producir una relación de construcción de conocimientos. Ésta no se puede dar desde el monólogo. Una persona que privilegia pensar que el estudiante es un ser que no está a la altura de la eminencia que tiene enfrente, será siempre monológica, ese profesor hablará siempre para sí mismo y el estudiante no será más que la pared donde se descarga el discurso. 

    Mi profesora Mónica Ibarra lo decía de forma más folclórica, advertía que como profesor uno debía siempre cuidar la relación con sus estudiantes y tenía que ser siempre sincera en lo que les daba. “Porque sus niños son lo que ustedes sean, y lo que les dan, los niños serán. Si ustedes son mierda, dan mierda, y sus niños serán mierda”. No podemos seguir pensando en una pedagogía de la apariencia, necesitamos amar lo que somos, amar lo que hacemos y amar a quienes nos brindamos, sean o no estudiantes. 

    Mi colega les dice niños a sus universitarios no porque esté infantilizando a sus interlocutores, sino porque la profunda ternura que le hacen sentir pretende tratarlos como lo más preciado que una sociedad puede tener: Sus niños. Si logramos aprender un poco más sobre el amor como un valor aplicable a un sinfín de cosas, actividades o personas, podremos comenzar a pensar un poco más en una sociedad menos frustrada y más amable. En el sentido de que exista algo en ti que los otros puedan amar. 

    Xunu’

    El domingo observamos una gran concentración de personas que comparten opiniones comunes. Se expresaron con libertad, tranquilidad y el tiempo que destinaron para ello. Una muestra de democracia inminente que difiere de lo que llaman algunos la “dictadura” que se vive en México. ¿Será que les falló el término o son las patadas de ahogado de los partidos que están en inanición? 

  • Un himno al amor

    Un himno al amor

    El 14 de febrero es un día en que se festeja al amor y la amistad. El amor no es un sentimiento exclusivo de una pareja o un familiar, recuerdo haber amado profundamente a amigos, algunos que ya no están cerca por situaciones diversas. Sin embargo, el aprecio que despiertan en uno los hace conformar referentes de vida. Y de nuevo, traigo a colación a Martin Buber, su filosofía del diálogo es tan profunda que uno puede revisarlo durante años y siempre se encontrará algo nuevo sobre la vida. Para Buber el amor está ligado a la responsabilidad.

    Por eso dirá que el amor no se confunde con un simple sentimiento, porque ellos son “tenidos”, están en posesión del hombre y el amor no forma parte de una pertenencia, sino que es un acontecimiento algo que se produce, se construye, se forma en el hombre y se produce un “entre”, un estar con el amor. El amor habita en el hombre y el hombre habita en su amor. El amor tiene que habitar en nosotros para desprenderlo hacía los demás, hacia la alteridad (la diferencia), aquellos que no son iguales porque ahí está la esencia del ser, en la diferencia que puede ser amada. 

    Es una idea compleja que no me sería posible explicar sin apoyarme de seres que me hicieron llenar de sentido las palabras del párrafo anterior. En agosto pasado una amiga y yo conocimos a Fátima, a su esposo y a su hijo bajo circunstancias poco comunes. Ellos venían de Durango para intervenir quirúrgicamente al niño de 9 años que sufre de retraso mental y en ese momento no tenía control de sus extremidades. El niño sufrió los embates de la preclamsia gestacional de su madre y lo dejó sin la posibilidad de un desarrollo óptimo. Los padres realizaron todo lo que estaba a su alcance para que Mateo pudiera tener una mejor calidad de vida, tuvieron que ir y venir un par de ocasiones para tratar al chiquito. 

    El 11 de enero de este año vi a Mateo jugar en un parque con apoyo de una andadera. Es un niño que, por lo que se aprecia en el video, podrá en algún momento erguirse sin el aparato y tendrá un poco de autonomía. Sin embargo, su lucha ha sido constante y se prolongará durante toda su vida. Cuando uno los ve juntos puede percatarse que ahí, en esa familia, habita el amor. Escuchar la felicidad que viven los padres por haber logrado que su hijo pueda levantarse de la silla de ruedas nos hace recordar que hay más que un día dedicado a un concepto vago. Un día no basta para celebrar con ellos la vida. Brindarse por un ser y permitir ser habitado por él es maravilloso. Poder acompañar a esa familia en su lucha, es un himno al amor.

    De acuerdo con cifras del INEGI, para 2020 la población con discapacidad de cero a 85 y más años era de 20 millones 838 mil 108 personas, de las cuales 6 millones 179 mil 890 son discapacitadas, lo que significa que “tienen poca dificultad para realizar al menos una de las actividades de la vida diaria como: ver, oír, caminar, recordar o concentrarse, bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse”.

    Son 13 millones 934 mil 448 personas con limitación, esto quiere decir que “tienen poca dificultad para realizar al menos una de las actividades de la vida diaria como: ver, oír, caminar recordar o concentrarse, bañarse, vestirse o comer, hablar o comunicarse”. Por último, las personas con algún problema o condición mental son un total de 1 millón 590 mil 583; en esta categoría se encuentran aquellos que sufren un “estado alterado de salud mental (desde el nacimiento, como resultado de una enfermedad o de un trastorno mental y del comportamiento, lesión o proceso de envejecimiento), que dificulta a la persona a participar en actividades de la vida social comunitaria e interactuar con otras personas de manera adecuada para el contexto y su entorno social. El estado alterado de salud mental incluye padecimientos como autismo, síndrome de Down, esquizofrenia, retraso mental (leve o grave)” https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/interactivos/?pxq=Discapacidad_Discapacidad_01_29827fe7-b1cd-4bd2-81d6-9d08bda47df8&idrt=151&opc=t. Sólo en la categoría “problema o condición mental” afecta más a los hombres (54%), en todas las demás condiciones hay un 53.5% más de mujeres con alguna condición. 

    Este es un reconocimiento a los millones de familias que a diario lidian con la tarea de cuidar a cada persona, por las que brindan su esfuerzo para que su familiar esté bien. También es un llamado al Gobierno Federal para implementar políticas públicas a favor del desamparo de personas con discapacidad, algo que el activista Daniel Robles Haro nos ha hecho hincapié https://www.youtube.com/channel/UC0MGhy49w-IwtDk7vD8Nkeg.

    Valdría la pena pensar si en el amor, que en forma de responsabilidad social nos corresponde, podremos hacer más habitable los espacios, las familias, la sociedad, para estas personas. 

  • Doctorados honoris Sandra

    Doctorados honoris Sandra

    La semana pasada la doctorante Sandra Cuevas ha arremetido contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por no tener un título de posgrado. Haciendo alarde de que ella tiene, incluso, dos maestrías. Llama la atención que la “señora alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas”, como le gusta que la llamen, sea tan déspota y considere que existe una diferencia entre alguien que tiene un posgrado y cualquier otro ente que se haya visto privado de la oportunidad de tener un título de grado académico. Como si sólo ese hecho dotara al ser humano que lo porta de una superioridad instantánea, del modo: tengo título, luego existo. 

    Hablo de colocar a los demás que son diferentes en la categoría de entes, porque parece que la señora despoja a toda persona de su condición humana para lanzarlos a un limbo social. Sobre todo, a la figura presidencial, sobre la cual desborda abiertamente su dicho que sustenta su superioridad por tener más grados académicos que aquel. Lo cual nos habla de su calidad como persona y hace viva aquella frase de corredor de pasillo en las universidades que dice que el doctorado no te quita lo pen…

    Martin Buber, teórico y pedagogo, más conocido por su teoría del diálogo. Afirma que en la relación entre una persona y el exterior sólo pueden existir dos “palabras primordiales”, las cuales no son sino binomios de palabras que representan tipos de relaciones. La palabra primordial Yo-Tú, conforma una relación dialógica entre dos entes diferentes, pero que en esa diferencia encuentran algo que les permita ser transformados por la relación que surge ahí. Por lo tanto, sólo en ella puede haber diálogo, ya sea que te relaciones con una persona, cosa o animal, la posibilidad de transformación existe en tanto haya un encuentro. 

    La palabra primordial Yo-Ello, destaca la cerrazón de la persona para evitar a toda costa modificar su estructura, la relación que se produce sólo podrá ser un monólogo, donde el otro queda de lado y no importa quién es, cómo es, o cuáles son sus características, diferencias o esencia. No poner atención a quien te interpela, que te externa sus necesidades, implica la imposibilidad de empatía con el ser que llama tu atención. Por ejemplo, una planta, que se pone triste y comienza a palidecer por falta de agua, su “lenguaje” te pide sin hablar y espera tu actuar. El ejemplo claro de una relación monológica es Sandra Cuevas, esa persona que se interesa por ella misma a pesar de desempeñar un cargo en donde es indispensable estar en diálogo con el mundo. 

    Un profesor, por ejemplo, es un actor social que necesariamente busca el encuentro. ¿Qué sería de esa labor sin la disposición de dialogo? Lo lamentable es que sí hemos podido ver caminando por los pasillos de las universidades personajes que emulan la necesidad de diferenciación que Sandra Cuevas coloca en la mesa de discusión. Muchas veces se desata su envilecimiento porque las personas de sus alrededores les llaman por su nombre de pila o por el apelativo genérico que se usa en su trabajo: profesor. Porque, al parecer, no todos somos iguales, habemos unos más iguales que otros, claro está y eres rechazado de mi círculo social o académico porque no tienes los grados que te hacen digno. Habrá quien argumente que esa organización social está bien, para cumplir con la convención del respeto al sabio; que aún ahora se guarda en muchas comunidades indígenas, aunque tenga que ver con la acumulación de experiencia que es proporcional a los años vividos, nada que ver con un título. 

    Personalmente me gusta más pensar que el criterio de distinción entre sujetos tendría que ser sostenido sobre la calidad humana de cada uno. Recuerdo con gratitud y amor a cada profesor que de forma amable y respetuosa nos hablaba a todos los estudiantes, sin distinción a aquellos compañeros de clase que al puro estilo Sandra Cuevas eran arrogantes o déspotas. También recuerdo con agrado a aquellos doctores que fueron cordiales en el tiempo en que yo trabajaba como ayudante de investigación, era grato saber que consideraban valiosa mi labor sin importar mi título. Siempre relacionándonos desde el diálogo, transformándonos mutuamente. 

    Aunque guardo en mi memoria un recuerdo que, además de compartir, me guía constantemente porque nos habla de la condición cotidiana de una profesión que parece de élite o que se tiene la idea que es de élite, ser profesor universitario. Decía el finado René Avilés Fabila que él tenía dos Doctorados Honoris Causa y creo que todos debemos doctorarnos en eso que nos hace felices, a él le gustaba la fiesta. A Sandra Cuevas le encanta la violencia y considero que puede alcanzar bien un par de doctorados en amedrentamiento y uno honoris Sandra. 

  • La vacuna Patria

    La vacuna Patria

    El pasado martes 17 de enero en la conferencia mañanera, el subsecretario Hugo López-Gatell fue interpelado sobre el avance del desarrollo de la vacuna Patria. El inicio del estudio clínico se informó a la ciudadanía en la conferencia matutina del martes 13 de abril de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=P1VQ1ON1bGU por la Doctora Álvarez Bullya. Una de las cosas que más me llamó la atención es que en aquella ocasión se plantea el inicio del proceso de investigación en el año 2019. Esto quiere decir que México tuvo acceso a los insumos para su investigación desde un momento temprano en la historia de la pandemia con el fin de retomar la producción de vacunas nacionales sin depender del sector privado o internacional. 

    En el año 2020, López Gatell ya hacía una denuncia sobre las condiciones lamentables de los laboratorios nacionales, a los cuales habían dejado morir de inanición, como otras tantas instituciones o servicios públicos. La producción de las vacunas en México disminuyó a tal grado que llegamos a vivir una realidad atroz, ya que más del 90% de las vacunas que se aplicaban en el país eran compradas al sector privado https://www.infobae.com/america/mexico/2020/06/10/por-el-neoliberalismo-mexico-paso-de-potencia-a-dependiente-en-materia-de-vacunas/. Eso sí era “desarrollo”, no invertir dinero en productos nacionales para la salud pública. 

    Producir una vacuna no sólo es realizar un agente activo que desarrolle en un individuo inmunidad, sino que, es necesario pasar por muchos pasos para que sea segura. Aquel 13 de abril del 21 nos dimos cuenta del largo proceso que se requiere para realizar una tarea como la que se propone el Conacyt en colaboración con Avimex; una empresa 100% mexicana que ofrece productos biológicos, farmacéuticos, desinfectantes y detoxificantes de micotoxinas para la salud animal, https://avimex.com.mx/noticias-y-eventos/45. Primero se realiza una evaluación y análisis de las propuestas; diseño y construcción de pruebas moleculares; después, las pruebas preclínicas en roedores y cerdos; construcción y certificación de Cofepris y fabricación de lotes. Una vez transcurrida esta primera parte, es necesario dar paso a los ensayos clínicos, en su fase 1, requiere probar la seguridad e inmunogenicidad, hecho esto se va al proceso de solicitar voluntarios. 

    Para quienes hemos hecho investigaciones, en mi caso de corte social, sabemos que este punto es el más complicado. Las ciencias sociales no suelen ser muy apreciadas por la mayor parte de las personas, ya que no parece haber algo que funcione como incentivo para participar en alguna encuesta o entrevista. Por esta razón en Estados Unidos se suele dar un pago por ser “voluntario” en estos ejercicios. Cuando hemos realizado investigaciones de corte educativo, es un poco más sencillo ofrecer, como una especie de retribución, el resultado de las evaluaciones sobre gestión escolar o alguna recomendación sobre el tema que se investigó. Desde mi experiencia pienso que, en el caso de las investigaciones médicas con una densidad poblacional a nivel nacional tan grande, los estudios clínicos como el de la vacuna patria podrían llenarse con facilidad, por desgracia no es el caso. 

    En estos momentos el estudio requiere de voluntarios ya que no se han cubierto los sujetos necesarios para continuar con el protocolo que permita avanzar en el proceso de aprobación para el uso de emergencia. Al final de la Fase 2R, que implica el análisis de resultados del estudio, la vacuna podría usarse como refuerzo. Esto requiere de una confirmación, y para ello, aún faltan voluntarios en la Ciudad de México, Morelia y Oaxaca que permitan llenar las cuotas proporcionales a cada estado de la república, con el fin de que sea representativo a nivel nacional. 

    Al ser un estudio clínico, es necesario tener control de otros elementos para corroborar la eficacia de la vacuna, por ello se realizan algunos análisis para verificar tu estado de salud. Así que se revisa un estudio de sangre, un electrocardiograma y un examen de Covid-19 que indique si tienes o lo has tenido. Esto puede ser un incentivo para, además de participar en el estudio, puedas tener resultados sobre los exámenes de salud que se realizarán como parte del protocolo. Si puedes, tienes tiempo y te gustaría participar puedes entrar en esta página https://conacyt.mx/vacuna-patria/ y enterarte de los detalles sobre cómo apoyar para que sea aprobada para uso de emergencia como vacuna de refuerzo. 

    Xunu’

    Si estuviéramos cerca de la fiesta de día de muertos, uno de los disfraces más concurridos sería el de AMLITO, ¿será que para el 14 de febrero se volverá tendencia y lo veremos en muchas tiendas? El ingenio del mexicano tiene tantas vertientes que la gente sabrá cómo darle vuelta a la prohibición. Delfina ya lo ha hecho en su propaganda televisiva. Me parece que seguiremos viendo movimientos similares en contra de la medida tan absurda. 

  • La conversación

    La conversación

    Los últimos días se ha puesto de moda hablar sobre plagio, más allá del escándalo alrededor de la tesis en cuestión me gustaría compartir mi experiencia alrededor del tema para cuestionar actividades que se fundamentan en la propiedad intelectual de otros para obtener beneficios. Hace poco más de diez años, cuando estaba trabajando en una universidad pública era frecuente que mis colegas se ausentaran con regularidad de sus oficinas. Cuando eso pasaba no era extraño que algún profesor tuviera una necesidad con carácter de urgente.  

    En alguna de esas ocasiones, uno de los profesores que yo no conocía, pues era reciente mi incorporación al trabajo, me preguntó por mis colegas y al decirle que en el día no había aparecido me pidió de manera encarecida escanear un documento que tenía que enviar en las siguientes horas. Yo accedí y al mismo tiempo que lo hacía el profesor me preguntó sobre el tiempo que tenía ahí y a lo que me dedicaba.

    Le conté sobre mis actividades en el área y mis intereses de investigación. Se interesó mucho en el último tema y me fue cuestionando ciertas cosas. Platicamos un poco extenso sobre mi proyecto y la visión que yo tenía sobre cuáles podrían ser las causas probables de las observaciones sobre el tema, le di algunas hipótesis que tenía y me expresó lo interesante que era mi trabajo. Terminamos de guardar los documentos escaneados y se fue. 

    Un par de meses después me tocaba organizar un coloquio de investigación para el departamento en donde sólo profesores adscritos al mismo participaban. En el periodo de recepción de propuestas de ponencias el profesor con el que había platicado aquella tarde entregaba como proyecto la conversación que habíamos tenido aquella tarde. Me abrumó la capacidad de memoria que mostraba porque incluso tenía el orden argumentativo que había preguntado para que desarrollara mi idea. La conversación estaba plasmada en esa cuartilla y media que presentaba como su propio trabajo, sólo un poco aderezada con autores que él manejaba para ciertos conceptos. Eso era un plagio, pero ¿cómo comprobar que mi trabajo de un año para elaborar mi tesis de licenciatura estaba en manos de alguien que ni siquiera había tenido que leer el texto? Además, lo que yo había dicho no estaba escrito en la tesis, sino que formaba parte de un proceso posterior de lecturas y reflexiones. 

    Al hablar con mis compañeros ayudantes era sabido que ese profesor utilizaba los trabajos de sus alumnos para tener “inspiración” para algunas de sus publicaciones, sobre todo artículos de investigación y ellos decían que no sólo él, sino que salieron varios nombres de académicos que hacían lo mismo y aunque los estudiantes reclamaban, los profesores no tenían ningún reparo. En ese momento la explicación que daban a ese fenómeno era que la presión que ejercía el Sistema Nacional de Investigadores para publicar y mantener las becas de los niveles más altos los llevaba a realizar ese tipo de actividades con mucha frecuencia. No sé si el SNI tenga el poder de corromper de esa forma a una persona que trabaja para producir conocimiento a través de sus investigaciones, lo que sé es que hay gente que sin escrúpulos pasará por encima de los demás sin tomar conciencia de ello. 

    Cuando me topé de frente con el profesor en cuestión le comenté que me había parecido muy interesante que nuestra conversación de mi proyecto de investigación le interesara tanto que estuviera plasmado en su propuesta para el coloquio que se organizaba en el departamento. Noté que se sorprendió por algo, no entendí si fue porque yo lo hubiera leído o porque le estaba reclamando.

    Me dijo que, en efecto, nuestra conversación lo inspiró para escribir sobre un tema que pensaba que era muy interesante y que quizá en algún momento pudiera invitarme a dar alguna clase junto con él para que sus estudiantes ajustaran mejor su forma de percibir ciertos problemas sociales. Esto último me tomó a mí de sorpresa ¿cómo era posible el cinismo de la persona que tenía enfrente? ¿no sabía lo grave que era tomar las ideas de otra persona como propias? Y su invitación a dar clases con él me parecía devastadora. 

    Años después, al ser estudiante de posgrado, lo primero que hacía era pedir referencias sobre los profesores que yo tendría antes de las primeras clases y era sorprendente la cantidad de académicos que llevan a cabo el plagio intelectual de sus estudiantes. Mi estrategia siempre era no hablar mucho cuando había riesgo y al entregar trabajos o ensayos hacer alguna especie de reseña de los textos leídos y colocar algunas ideas reflexivas, pero no esforzarme demasiado. Eso quizá haya mermado en mi formación y como dijera el presidente, también existen y conozco sus honrosas excepciones.

    Xunu’

    Feliz año 2023, que el espíritu se renueve en este año y tengamos muchas experiencias gratas en todos los sentidos. Gracias por la lectura constante y gracias al equipo de Los Reporteros MX por la oportunidad de escribir esta columna. Nos encontramos en el siguiente diálogo. 

  • La falacia de la estadística

    La falacia de la estadística

    Hace un par de semanas, me llegó la invitación para responder una encuesta del paneline de Mitofsky que trataba sobre “la evaluación del presidente”. Abrí con interés el enlace y comencé a responder, aproveché para tomar algunas capturas de pantalla para evitar un sesgo en las impresiones que me producía la forma en que estaban construidas las preguntas. Al inicio de las encuestas siempre se colocan datos de identificación poblacional que son casi siempre las mismas: sexo, edad, estado de residencia, nivel máximo de estudios, me pidieron también un correo electrónico y además de manera opcional un teléfono.

    Ya cuando comenzaron las preguntas me sentí muy desilusionada. Las primeras están construidas con una escala tipo Likert, que sin duda alguna vez las han visto, esas donde uno responde me gusta mucho, me gusta, ni me gusta ni me disgusta, me disgusta y me disgusta mucho. O te dan una afirmación y te dicen del 1 al 5 donde 1 significa me gusta y 5 no me gusta cómo calificarías nuestros siguientes servicios y uno coloca una marca en la opción deseada. 

    Resulta que como condición cuando generas una escala de ese tipo lo más frecuente es que tenga cinco opciones que vayan en una escala de menos a más y un neutro. Además, no suelen ser preguntas, sino afirmaciones ya que la respuesta es un nivel de experiencia sobre algo concreto. Los expertos de Mitofsky en la pregunta 2 dicen: “Usted en lo personal ¿siente que la situación… va mejorando, sigue igual o va empeorando?” En la pregunta tenemos sólo tres niveles dentro de la escala, cuando se piden mínimo 4, ¿cómo lo solucionan? En las posibles respuestas nos presentan las siguientes opciones: a) economía; b) de seguridad; c) política; d) de su familia. Y en cada rubro la escala presenta estas opciones: mejorando, sigue igual de bien, sigue igual de mal, empeorando y no deseo responder. 

    Digamos que las cuatro primeras opciones son válidas, pero “no deseo responder” es una opción que invalida la escala ordinal si se analiza en su conjunto. Esa respuesta añadida puede mermar en los resultados si no se asigna un código como una pregunta aparte de las de la escala. Si la persona o el equipo que hizo el instrumento de medición está claro de este posible error metodológico la clave para la evaluación de los resultados tendría que contemplar el análisis separado de la escala con cuatro opciones y una diferente para la última respuesta de tal forma que no merme en el resultado de la escala. Aunque no hay un indicador de que los investigadores sepan de ese error ya que se repite en la siguiente pregunta. 

    “Por lo que ha visto hasta el momento, ¿diría usted que está de acuerdo o en desacuerdo con la forma en que esta trabajando el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR?”, los investigadores agregaríamos después de esta cita las siglas minúsculas (sic.) indicando que los errores ortográficos son del autor original y no de quien trae la cita a colación. Esto lo digo porque hay múltiples faltas de ortografía a lo largo de toda la encuesta. En muchos casos faltan acentos, no abren los signos de interrogación, algunas de las preguntas tienen errores de sintaxis. Y de nuevo la escala se construye con el error anterior: acuerdo, acuerdo en parte, desacuerdo en parte, desacuerdo, no deseo responder. Pero digamos que esto se puede corregir en la codificación para el análisis y pueden tener validez. Aunque hay una pregunta que no entiendo cómo, quien realizó el instrumento, puede considerar dentro de una escala ordinal. 

    La pregunta se construye así: “Hablando del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ¿diría usted que…?” Las opciones de respuesta son: “siempre de confiado en él y no dejaré de hacerlo; confío en él pero estoy esperando más para decidir si sigo confiando; confiaba en él pero ahora ya no; nunca he confiado en él y nunca confiaré; no deseo responder”. Cuando llegué a esta pregunta sí pensé que esto ya no sólo era un error menor de diseño. Se nota lo tendencioso de las respuestas y bajo el nivel de medición. 

    Me gustaría saber cómo va a ser codificada e interpretada esta encuesta, por el espacio no alcanzo a tocar otros problemas que veo. Lo lamentable es que la empresa nunca coloca los datos de la elaboración de las escalas, eso nos aclararía cómo se corrigen los errores de diseño que hemos colocado aquí. Si los opinólogos se ciñen a los datos que encuestadoras hacen con sendos problemas metodológicos, podríamos comprender la razón por la cual hay errores en sus interpretaciones de la población. 

    Xunu’:

    Este es mi último texto del año. Quiero desearles los mejores festejos de la temporada invernal, hagan muchos rituales porque ellos nos perpetúan en el recuerdo que dejamos. Agradezco a cada lector que me ha acompañado en las entregas y al equipo de Los Reporteros MX por esta oportunidad. Deseo para todos que el 2023 nos llene de sonrisas y fortaleza para enfrentar las dificultades, pero sobre todo de respeto y buena ventura para todos. Nos leemos en el 2023.

  • El tianguis

    El tianguis

    Tianguis es una palabra hermosa, descriptiva y compleja. Cuando la usamos pensamos en un mercado fijo o itinerante, lo que es una “traducción” limitante. No soy lingüista, aunque dentro de las muchas cosas que me hubiera gustado estudiar, hoy sé que la lingüística me apasionaría tanto como la psicología lo hace.

    Cuando hice una estancia de investigación en España, mis colegas de la Universidad de Salamanca me invitaron un domingo a un rastro. Lo primero que pensé fue en un espacio donde matan animales de granja y se venden sus productos cárnicos. Mi sorpresa fue que era un tianguis que los españoles locales disfrutaban mucho. Encontramos libros, ropa, juguetes, incluso herramientas de segunda mano, todo excepto alimentos. Extrañé mucho ver productos alimenticios con precios más accesibles como ocurre aquí. 

    En la plaza que estaba a un costado de la catedral de la Ciudad de Salamanca había un “mercadillo navideño”, era una especie de cabañas pequeñas donde podías encontrar productos de temporada, como adornos, libros o dulces típicos de fin de año. Fue la única temporada donde vi que en las esquinas habían puestos donde vendían productos comestibles: castañas. Ciertamente lo que más me dolió fue no poder encontrar comida en cada esquina, sobre todo de dos a cuatro de la tarde cuando todo estaba cerrado en la ciudad. 

    Ya hace cinco años que regresé de aquella experiencia y México me embelesa. ¿Han asistido a algún tianguis navideño? Es hermosa la diversidad de productos que pueden encontrar. En el centro de la Alcaldía Xochimilco sé que el pan de fiesta siempre estará, además de una variedad impresionante de comida. Los adornos son hermosos de muchos materiales, incluso puedes buscar tianguis especiales de artesanos que son un deleite. Los productos abundan, pero también la convivencia, el regateo y todo eso es un tianguis. El concepto en sí mismo permite que coloquemos un adjetivo a un lado y transforme lo que nuestra cabeza comprende en esa combinación de palabras. 

    Es una expresión náhuatl y uso “expresión” porque lo utilizamos así ¿nunca escucharon a alguna persona decir “ya extendiste tu tianguis de nuevo”? ¿Qué es un tianguis? Es un concepto que expresa culturalmente un significado nacional. Si alguna vez han tenido oportunidad de ir a un mercado de trueque sabrán que ahí es donde percibimos en su esencia el significado de tianguis. La gente llega muy temprano para acomodar sus cosas en pequeños puestos improvisados sobre una lona plástica y acomodan de manera atractiva sus productos, muchos de ellos recién cultivados, pescados o en macetas. Una vez que está todo listo los consumidores llegan y negocian con los mercaderes el intercambio. A uno que no produce nada, le cuesta un poco tener noción de qué poder ofrecerles a los trabajadores por sus mercancías. 

    Me gusta pensar que esa esencia tiene el tianguis prehispánico, disfrutar de la recompensa de lo que haces bien y obtener eso que te hace falta para poder completar tu comida del día o de la semana. Una palabra que perdura hasta nuestros días y de las pocas cosas que muchos mexicanos comprenden, además gustan mucho a los extranjeros. Los colores, los sabores ¿quién no ha disfrutado de que le compartan un pedacito de fruta, pan, queso para probar el producto? Es el método de comprobación que usan los compradores para verificar la calidad y frescura del producto o su funcionalidad. 

    Espero que, en esta época de compras los mercados y tianguis de toda índole se precien de recibirles, que ustedes disfruten del deleite que es la interacción con todo lo que sucede ahí y que en sus colonias o pueblos se paseen por esos espacios tradicionales. Y que reflexionen sobre palabras preciosas que tienen significados extraordinarios y sólo quien se adentra en nuestra cultura los comprende de verdad. En otra entrega hablaré del apapacho, que es otra maravilla lingüística y cultural que tenemos que recuperar. 

    Xunu’ en zapoteco significa resto, aquí les dejo mi resto: 

    ¿Añoran sus años mozos, esos cuando pasaban horas y horas en una fiesta bailando, desquitando la invitación u organización de un evento? Recuerdo que los quince años o las bodas a las que te invitaban, sobre todo en salones de eventos sociales tenían una “caducidad”, así que no dejabas pasar canción sin bailar, disfrutabas del espectáculo social que se organizaba o las fiestas de temporada como las posadas. Tenía que alcanzar el tiempo para comer, beber, bailar, escuchar los discursos, llevar a cabo los rituales, lo que era menester de acuerdo con el festejo. ¿Aún los aguantan? Sigo soportando los tacones de 10 centímetros por horas, el baile, la comida, todo; sin embargo, al siguiente día ya siento el agotamiento y pago factura. Les tengo una noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador nos ha demostrado que a sus 69 años aguanta marchar junto a su pueblo por más de cinco horas, no sé si a eso se refería Nietzsche con súper hombre. El domingo 27 de noviembre Paseo de la Reforma se transformó en la fiesta pública más grande que hemos tenido en la CDMX desde hace mucho tiempo.