Por: Eduardo Blanco
Un vistazo a las potencias que ya quedaron fuera, a las que aún caminan al borde del precipicio y los cracks que se pierden el sueño mundialista.
El camino rumbo al Mundial 2026 ya dejó 42 selecciones clasificadas y otras 22 que disputarán la repesca por los últimos seis boletos. Mientras unas aún sueñan con llegar a la cita, otras ya quedaron eliminadas y cargarán con el peso de ser ausencias inesperadas en el sorteo del próximo 5 de diciembre en Washington D.C.
África es el continente donde más sorprenden los nombres fuera de competencia. Camerún, con figuras como André Onana y Etta Eyong, quedó eliminado tras perder 1-0 ante la República Democrática del Congo. Nigeria corrió la misma suerte: cayó en penaltis frente al mismo rival y dejó fuera a Victor Osimhen, uno de los delanteros más determinantes del mundo.
En América, el golpe más fuerte es la ausencia de Costa Rica, que no repetirá tras su participación anterior. A esto se suman dos más que nuevamente quedan lejos del Mundial: Chile y Perú. Después de haber vivido su mejor era, ninguna de estas selecciones logró reconstruirse con la fuerza suficiente para competir en la élite.
Europa es, como cada ciclo, un tsunami competitivo donde alguien importante siempre termina pagando las consecuencias. Esta vez, selecciones como Hungría, Eslovenia y Georgia quedaron fuera… aunque aún resta ver lo que suceda en la repesca. Y entre los que siguen en riesgo, hay nombres de peso: Suecia, Dinamarca e Irlanda todavía no tienen seguro su boleto.
La situación más crítica es la de Italia. La tetracampeona del mundo está obligada a vencer a Irlanda del Norte y, luego, al ganador del Gales–Bosnia para evitar un golpe histórico: quedarse fuera por tercer Mundial consecutivo desde su última participación en Brasil 2014. El margen de error es inexistente y la presión es total para el equipo de Gennaro Gattuso.
El camino al Mundial 2026 confirma una vez más que clasificar ya no es un trámite para nadie. El nivel, la exigencia y la competencia han elevado la vara: solo rendimientos perfectos permiten llegar a la mejor competición de selecciones del planeta.
