Etiqueta: Germán Castro

  • Experimento sin visa

    Experimento sin visa

    Llevo varios días realizando un pequeño experimento; sencillo, gratuito y con resultados inmediatos y sobre todo muy significativos. Usted también puede hacerlo. Comencé con un pequeño grupo de compañeros y compañeras de trabajo, todos al menos con una licenciatura terminada —la mayoría en Geografía u otras ciencias de la Tierra—, algunos incluso con estudios de posgrado. Eran alrededor de una docena, la gran mayoría jóvenes entre los 25 y los 35 años. El experimento consta de dos sencillas preguntas:

    — A ver, jóvenes, un par de preguntas: ¿sabe alguien de ustedes qué personaje público fue captado durante un evento sacándose un chicle de la boca y pegándolo en su silla?

    — ¡Xóchitl Gálvez! —contestaron al unísono varios, seguramente más de la mitad.

    — Bien. Ahora, segunda pregunta: ¿sabe alguno de ustedes en dónde se localiza la planta fotovoltaica más grande del planeta instalada al interior de una ciudad?

    Silencio absoluto. Caras de extrañeza. Dejé pasar un bonito silencio escénico y solté la respuesta:

    — Resulta, que se encuentra aquí en la Ciudad de México —por supuesto, el asombro pintó los rostros de todas y todos—, para ser más precisos la planta fotovoltaica urbana más grande del mundo está instalada en la Central de Abasto, y la inauguró hace unos días el jefe del gobierno de la CDMX.

    Los muchachos no lo sabían, mucho menos tenían idea de los detalles: que la planta consta de 30 mil paneles solares instalados en 21 hectáreas de techos sobre 21 naves comerciales de la Central de Abasto, que esos paneles generarán la energía equivalente a la electricidad que requieren diez mil hogares de la Ciudad de México, que tiene la capacidad para generar 25 gigawatts/horas anuales, alrededor de un tercio de la energía que consume el mercado mayorista más grande de América Latina. 

    — ¡Wow! —exclamó L, ingeniero egresado del Poli—. Qué mal que no supiéramos, ¿no?

    A lo largo de casi una semana he repetido el experimento más de veinte ocasiones, algunas igual con pequeños grupos y otras cuestionando a una sola persona… El resultado ha sido invariable: nadie sabe. ¿Por qué? La respuesta es obvia: porque los medios masivos de información no están haciendo su trabajo. La prensa y los noticieros de la televisión y el radio están siendo empleados no para informar sino para confundir.  

    Usando el mismo esquema, ayer cambié las preguntas. A los primeros a los que les tocó fueron a tres amigos. 

    — A ver, dos preguntas: ¿alguno de ustedes sabe qué fueron a gritarle al presidente López Obrador los grupos opositores que se manifestaron hace un par de fines de semana en el Zócalo?

    — Narcopresidente —respondieron los tres al mismo tiempo.

    — Bien. Ahora, segunda pregunta: ¿sabe alguno de ustedes en dónde se localiza el rompeolas más grande de Latinoamérica?

    Como en el caso anterior, nadie supo. 

    — Ni idea, tú.

    — Pues está aquí en nuestro país, en México. En concreto, en Oaxaca, es decir, en el extremo occidental del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que une con ferrocarriles a los puertos de Salina Cruz, en el Pacífico oaxaqueño, con el de Coatzacoalcos, Veracruz, en el Golfo. Lo acaba de inaugurar el presidente de la República.

    — ¡Órale! No sabía.

    Y ya encarrerado, les di algunos detalles: el rompeolas tiene una longitud de mil 600 metros y una profundidad de 24 metros. En su construcción se utilizaron 5.6 millones de toneladas de roca. Se estima que al año se moverán a través del corredor transístmico más de 1.4 millones de contenedores de mercancías; además de la carga industrial y de combustibles. Ojo, y mientras tanto, el canal de Panamá sigue perdiendo movilidad por la sequía.

    Hoy mismo que escribo le pregunté a un familiar:

    — Oye, ¿sabes qué país del mundo le va a pedir visa a los mexicanos que lo visiten?

    — Sí, claro, lo escuché en la mañana: Canadá… Qué poca…, ¿no?

    Y enseguida le pregunté: — Oye, ¿y sabes qué tasa de desocupación reportó México en 2023? Me refiero al promedio anual.

    — No, no manches —en realidad me contestó más feo—, ¿cómo voy a saber eso?

    — Fue de 2.8%…

    — Ah… —suspiró inmutable— ¿Es baja, ¿no?

    — Pues mira, el 2.8 por ciento que promedió la desocupación en México a lo largo de 2023 es la tasa más baja histórica, desde que el INEGI la mide…

    — ¡No, no manches! —en realidad exclamó más feo—, ¿neta?

    — Neta.

    Me contuve y ya no le pregunté a mi pariente si tenía planeado ir a Canadá próximamente, tampoco si alguna vez en su vida lo ha hecho, menos si sabía qué tantos mexicanos viajan para allá. 

    Haga usted el experimento, no necesita visa. Y, si lo hace, recuerde lo que bien demostró Paul Watzlawick: la comunicación no es la forma que tenemos de referir la realidad, de describirla y de informar a los otros acerca de ella, sino el proceso mediante el cual, interactuando, construimos la realidad.

    • @gcastroibarra
  • Psicopatología rosa

    Psicopatología rosa

    … solamente a la experiencia le es dado
    mostrar los peligros de las quimeras.
    La razón no puede transformar
    las convicciones de los hombres.

    Gustave Le Bon
    Les Lois psychologiques de l’évolution des peuples.,

    Este domingo, el maretazo rosa conservador me hizo recordar a un señor al que apodaban El célebre doctor. Con el maretazo rosa me refiero a la mal llamada marcha en defensa de la democracia. Digo mal llamada, pésimamente llamada, porque ni fue marcha —nada más se fueron a concentrar en el Zócalo— ni fue en defensa de la democracia. Ahora, si fue realmente en defensa de la democracia, fue a lo tonto, porque, tal y como declaró el único orador durante el mitin, el señoritingo Lorenzo Córdova, la democracia en México no está en peligro: 

    — La democracia tiene quien la defienda…
    — ¿Entonces no está en riesgo la democracia?

    — Claro que no —dijo textualmente el hasta hace poco consejero presidente del INE, hoy descarado matraquero de la derecha—. Quien echa a tocar las campanas como réquiem por la democracia nomás no entiende lo que está pasando, ni en lo que se mete…

    El célebre doctor —por supuesto no me refiero a Córdova sino al personaje a quien recordé— se llamaba Charles Marie Gustave Le Bon (1841-1931), y era un racista, un clasista y un sexista. Aunque entre los manifestantes domingueros abundan todos esos repugnantes ingredientes —en buena medida lo que observamos aquel día fue al prianismo montado en la pejefobia, el racismo que desprecia a lo indígena y en general a lo mexicano originario, el clasismo clasemediero, el racismo de pelo oxigenado, el aspiracionismo, la ignorancia, el rencor y otras perturbaciones mentales—, en principio, Le Bon no me vino a la cabeza por su ideología fundamentalmente discriminatoria, sino porque suele considerarse que él es el padre de la psicología social. Me explico…

    Después de ver un montón de fotos, leer muchas de sus consignas y exigencias y escuchar algunos testimoniales y entrevistas alusivas a la aberración sociopolítica que ocurrió el domingo en el Zócalo de la Ciudad de México, llegué a una glosa muy sencilla: facho en México designa cada vez más una psicopatología que una postura política. Así que, si estoy en lo correcto, el fenómeno merece más un análisis de la psique colectiva, cualquier cosa que eso sea, que del ideario político de los rosas apartidistas-antimorenistas-proprianístas. Estaríamos pues en el ámbito de la psicología social.

    Existe el consenso de que el francés Gustave Le Bon fue el primer pensador en escribir acerca de la psicología de masas, incluso hay quienes sostienen que fue el primero en postular la idea de que las colectividades humanas pueden tener una mentalidad. Suele decirse que la primera obra en la cual abordó el asunto fue La psychologie des foules La psicología de las masas o La psicología de las multitudes, según las traducciones—, publicada en 1895, es decir, casi treinta años anterior a Psicología de las masas y análisis del yo (1921), de Sigmund Freud. La idea de una psicología social ha sido explorada por varios pensadores, de manera explícita a partir del advenimiento de las masas urbanas. Además de Le Bon, uno de los primeros en teorizar sobre tal noción fue el sociólogo y filósofo francés Gabriel Tarde (1843-1904). En su libro Las leyes de la imitación (1890), Tarde propuso que la sociedad está formada por una red de interacciones imitativas entre individuos, una concepción que ya sugiere cierta psicología social distinta de la psicología individual. El propio Gustave Le Bon había publicado un poco antes Las leyes psicológicas de la evolución de los pueblos (1894), un largo ensayo en el que se propuso “describir los caracteres psicológicos que constituyen el alma de las razas y mostrar cómo la historia de los pueblos y su respectiva civilización se derivan de tales caracteres”. En efecto, la obra es un tratado en el que Le Bon pretendió denostar racionalmente el ideal de la igualdad entre los seres humanos —una idea tanto “quimérica” como “seductora”, pero falsa, según él— y apuntalar la noción de la superioridad sexual y racial: “En nombre de la idea igualitaria, el socialismo, que parece próximo a avasallar la mayor parte de los pueblos de Occidente, pretende asegurarles su felicidad; la mujer moderna, olvidando las diferencias mentales profundas que la separan del hombre, reclama los mismos derechos y la misma instrucción que él y acabará, si triunfa, por hacer del europeo un nómada sin hogar y sin familia” . En el caso de Le Bon, el racismo y el sexismo no son prejuicios, ni siquiera tiene esa disculpa, sino posturas, atroces, por supuesto, pero a las que llegó por medio de juicios. Porque no lo olvidemos: la razón puede engendrar monstruos.

    En su otro libro, La psicología de las masas, Gustave Le Bon define a la masa como un conjunto de individuos que, al estar reunidos, pierden sus características individuales y se convierten en una nueva entidad con características propias. Esta nueva entidad se caracteriza por sentimientos y pensamientos impulsivos e irreflexivos, emocionalidad contagiosa, demasiado sugestionable, incapacidad para razonar lógicamente y volcada a la exaltación de los sentimientos y las creencias. El listado suena a una acertada descripción no sólo de lo que vimos el domingo sino del comportamiento que viene demostrando la base social del conservadurismo en México.

    Comentando un video en el que algunos jóvenes —una enclenque minoría entre los manifestantes rosas— y también algunos adultos y provectos trataban de explicar qué exigían o qué reclamaban, por qué se habían presentado a la marcha en defensa de la democracia, mi estimada Leticia Calderón Chelius diagnosticó: “Son como niños chiquitos que engañan los papás con fantasías y miedos de ‘ahí viene el Coco’”. Totalmente de acuerdo con ella. Esa es la psicopatología rosa, el sentimiento que los agrupa. Y en esto sí que tenía razón Gustave Le Bon, en realidad si viene o no el Coco, eso es lo de menos:

    La importancia social de una idea no tiene otra medida que la magnitud del poder que ejerza sobre las almas. El grado de verdad o falsedad que contenga, no tendrá interés más que desde el punto de vista filosófico. Cuando una idea, verdadera o falsa, toma entre las multitudes carácter de sentimiento, las consecuencias que de la misma se deriven habrán de ser sucesivamente acatadas.

    El Coco existe: la masa lo trae en el coco.

    @gcastroibarra

  • Nunca habíamos estado peor

    Nunca habíamos estado peor

    Hace unos días, mi buen amigo el conde Serredi trató de convencerme de que convenía ver los espacios dizque noticiosos controlados por la oposición y los grupos de poder que llevan todo el sexenio tratando de hacerle la gestión imposible al presidente López Obrador. El conde tuvo el coraje y osadía de proponerme que atienda de vez en vez el noticiero de Aristegui, los bodrios de Latinus y hasta las mesas de endiablados que transmite Alazraki… Argumenta que conviene prestar oídos a esos vertederos de infundios y mentiras para saber por dónde van las campañas de desinformación del conservadurismo y sus opinócratas, para así tener elementos para atajarlos. Yo alegué que no sólo no tiene ningún caso perder el tiempo escuchando mentiras y ladridos, sino que además resulta sumamente tóxico. 

    Al otro día, en un grupo de cuates en el Whats, comentamos algunas noticias del día. Serredi trajo a cuento nuestra plática, y, a manera de ejemplo, texteó: “Escuché en la mañana a Francisco Zea. Dijo: ‘El sexenio de AMLO es el más violento del que se tiene registro’.”

    Claro, Francisco Zea y toda la mala ralea de la prensa sicaria. Es el nado sincronizado, el graznido machacón en el que están centrando toda su capacidad de violentar simbólicamente al país. Sigo pensando que no es necesario sentarse a ver ninguno de sus espacios para enterarnos de qué van sus esfuerzos de propaganda desinformativa. Más bien al revés: prácticamente resulta imposible aislarse de la andanada de embustes de la derecha.

    Según los Zea y los Loret y los Zuckerman y los Riva Palacio y todos los demás voceros del PRIAN, el año en el que alcanzamos el nivel más bajo de percepción de la inseguridad pública desde que el INEGI lo mide, es el año más violento desde que se tiene registro. Así que no la tienen fácil: nada más tienen que convencer a la mayoría de la ciudadanía de que su percepción de la realidad es errónea.

    El problema, su problema, es que no sólo tendrán que convencer a la gente en México de que el país vive “un baño de sangre”, de que “nos están matando a todos”, de que el hash tag Narco-Presidente se dedica a abrazar a los delincuentes en vez de combatirlos, de que “vivimos en un país en el que nadie está seguro”, de que, en suma, “nunca habíamos estado peor”…  No, también tendrían que convencer de las mismas patrañas a muchísima gente más allá de nuestras fronteras… 

    El INEGI acaba de dar a conocer que, en diciembre de 2023, ingresaron al país 7.8 millones de visitantes, cifra que significó un incremento de 9.1% anual. Ya con los datos de diciembre, podemos hacer un balance de todo el comportamiento del año… Resulta que al país entraron más de 42.15 millones de turistas extranjeros durante todo el año pasado. Se dice fácil, pero aquilátenlo: el monto supera por unos dos millones de personas a la población total de Canadá, o como si todos los habitantes de Ucrania (36.7 millones) y Palestina (5.3 millones) hubieran viajado a México. Esos 42.15 millones de turistas extranjeros que recibimos en 2023 equivalen a 4.6 veces la población total de la Ciudad de México. Además, la cantidad de visitantes que vinieron a México de enero a diciembre del año pasado superó en 3.82 millones a los que nos visitaron en 2022. Así que México hospedó a lo largo de 2023 un 10% más de turistas internacionales que el año previo.

    Ahora que alguien nos explique, ¿toda esa gente que vino a turistear a México fue aventurera, apasionada del peligro? ¿Cómo es que se les ocurrió viajar y vinieron a un país que, según la prensa sicaria y la oposición, es taaaan peligroso? Ahora, los 42.15 millones de los que estamos hablando fueron solamente los turistas, porque el monto de personas que ingresaron a México a lo largo de 2023 fue mucho mayor: durante el año pasado ingresaron al país 75 millones de visitantes. Por una u otra razón, incluidos motivos de negocios y en general de situaciones ligadas a la dinámica económica, en 2023 entró a México un contingente humano mayor que la población total de países como Tailandia, Reino Unido, Francia y Sudáfrica.

    ¿Cómo explica la opinocracia rancia que siendo México el país tan violento que es, como dicen ellos, se ubique en el top ten de los destinos turísticos del planeta?

    En contraparte, National Geographic publicó el 13 de febrero su lista de “los países más peligrosos del mundo para viajar en 2024”. No sorprende que incorporen a Israel, aunque sí desconcierta, y enoja, que no mencionen a Palestina, sino a la región de Gaza… y en sexta posición. También aparecen en los primeros sitios Afganistán, Bielorrusia, Burkina Faso, la República Centroafricana, Haití…, un largo listado, en el que, ya al final están Rusia, Ucrania, Siria, Venezuela… Pero qué creen, México no, eh.

    Justo al cierre de la primera quincena de febrero, amanecieron oficialmente en recesión las economías de Dinamarca, Estonia, Finlandia, Japón, Moldavia, Perú, Irlanda y el Reino Unido… Acá no, seguimos creciendo. No sólo, cunden datos que permiten pensar que el empuje sigue… Por ejemplo, en 2023 México captó 36 mil 58 millones de dólares en inversión extranjera directa, la cifra más alta desde que existen registros. Récord histórico. Raro, ¿no? Porque según la oposición y sus medios “nunca habíamos estado peor”.

    • @gcastroibarra
  • 812 mil chairos por km2

    812 mil chairos por km2

    A la banda de Iztapalapa, mi terruño.

    A botepronto, evidentemente disgustada y al parecer demasiado airada, en respuesta al paquete de propuestas de reformas constitucionales que el pasado 5 de febrero presentó el presidente de la República, la doctora Denise Dresser, protagónica comentócrata de la derecha mexicana, espetó algunas contrapropuestas desde su cuenta de X. Las primeras no vale la pena recordarlas, y si traigo a cuento la última es sólo porque se puede usar como un buen pretexto. Textual, la descosida académica, escribió en un post que horas después borraría:

    “Reforma constitucional para obligar a todos los miembros de @PartidoMorena a vivir en Iztapalapa”.

    El insolente mensaje de la politóloga provocó de inmediato una reacción lógica: unos más indignados que otros, legiones de tuiteros señalaron el grotesco clasismo de la icónica docente del ITAM. Yo no me contuve y apostillé: “Si pudieran, nos meten a todos en Iztapalapa…” El monero Hernández, supongo que sorprendido, tuiteó que no se explicaba por qué nos sorprendía tanto el clasismo de la señora Dresser. José tiene razón en el sentido de que abundan pruebas constantes y sonantes de que el conservadurismo de nuestro país tiene entre sus ingredientes ideológicos esenciales el clasismo, el racismo, el sexismo, el chauvinismo y otras expresiones de discriminación basada en prejuicios. Así qué más que sorpresa, creo que lo que causó la estrambótica petición de la editorialista de Reforma, Latinus y Aristegui fue consternación —aunque mucha gente los usa como sinónimos, consternar no significa sorprender, sino conturbar mucho y abatir el ánimo de alguien—, y no tanto porque ella piense de ese modo sino porque se atreva a externarlo tan a las claras. Curiosamente, en México de 2018 para acá la derecha facha es cada vez más desfachatada.

    En fin, hasta aquí el pretexto para preguntarnos ¿cuánta gente podría vivir en Iztapalapa?

    Para empezar, hay que recordar que Iztapalapa —vocablo que proviene del náhuatl y significa “en el agua de las lajas o piedras labradas”— es una de las 16 demarcaciones territoriales —que no alcaldías— que conforman una entidad federativa denominada Ciudad de México. Es decir, Iztapalapa, uno de los asentamientos humanos con más prosapia prehispánica de la Cuenca de México, tiene el mismo nivel geopolítico que un municipio. Nuestro país se integra actualmente por 2,475 municipios, así que, uno de ellos, como Iztapalapa, representa sólo el 0.04% del total.

    En cuanto a al tamaño de Iztapalapa, es fácil que te hagas una idea: observa un mapa de la República Mexicana y trata de localizar el lago de Chapala —casi todo se encuentra en Jalisco, y poco más de una décima parte en Michoacán—… Bueno, ese espacio seguramente coloreado de azul es diez veces más grande que Iztapalapa. En efecto, la demarcación territorial Iztapalapa ocupa poco más de 113 kilómetros cuadrados, menos del 8% de la superficie total de la Ciudad de México. Lo anterior quiere decir que la docta señora Dresser quiere meternos a todos los simpatizantes de Morena en una paupérrima proporción del suelo patrio. Si toda la Ciudad de México representa apenas el 0.1% del territorio nacional, Iztapalapa se extiende por el 0.0057%

    Iztapalapa no es, por cierto, la demarcación territorial más extensa de la Ciudad de México. De hecho, Tlalpan, la demarcación más grande, es 2.7 veces más espaciosa. Y, ¡bueno!, la comparación con el municipio más espacioso del país es ridícula. Hasta inicios de 2020, Ensenada, Baja California, era el municipio más grande de nuestro país, con 53 mil kilómetros cuadrados —una extensión mayor que la de países completos como Costa Rica, Bosnia y Herzegovina, República Dominicana, Dinamarca, Países Bajos, etcétera—. Entonces, en Ensenada hubiera cabido 36 veces el área que ocupan las 16 demarcaciones de la Ciudad de México, ó 468 polígonos del tamaño de Iztapalapa. Sin embargo, Ensenada se dividió para crear dos nuevos municipios, San Quintín y Valle de Guadalupe, así que hoy el municipio más grande de México es precisamente San Quintín, Baja California, con casi 33 mil kilómetros cuadrados: una extensión 290 veces más grande que la de Iztapalapa.

    Todavía en 2015, Iztapalapa era no sólo la demarcación territorial más poblada de la Ciudad de México, sino también el municipio con más habitantes de todo nuestro país (1.827 millones). Sin embargo, según los resultados del Censo de Población más reciente, la situación cambió: en 2020, Iztapalapa era residencia de 1’835,486 personas, mientras que en Tijuana, Baja California, vivían 1’922,523.

    También conforme a los últimos datos censales, la densidad de población en México es de 64.3 habitantes por kilómetro cuadrado (hab./km2). Territorio no nos falta. Con todo, no estamos distribuidos de manera homogénea: mientras que en Baja California Sur viven 11 hab./km2, en la Ciudad de México la población relativa asciende a 6,163 hab./km2. Y al interior de la capital del país también podemos observar que la población no se distribuye igual por todo el territorio: prácticamente el total de los habitantes de la entidad residimos en la zona urbana, es decir, en el 54% del territorio de la Ciudad de México.

    Con sus poco menos de dos millones de habitantes, la densidad de población de Iztapalapa, en donde la gran mayoría, efectivamente, simpatiza con Morena, es de 16,220 hab./km2. Hace pocos días se dieron a conocer los resultados de una encuesta realizada por El Heraldo de México en alianza con Covarrubias y Asociados, según los cuales el 73% de la población aprueba el desempeño de AMLO. En términos absolutos, estaríamos hablando de alrededor de 92 millones de personas, así que si atendiéramos la propuesta de la opinóloga aludida, me temo que tendríamos que vivir algo apretados: 812 mil 634 chairos por kilómetro cuadrado, ni siquiera un metro cuadrado por persona. 

    • @gcastroibarra
  • El futuro no está en chino…

    El futuro no está en chino…

    Por primera vez en la historia, en 2023 China se convirtió en el mayor exportador mundial de automóviles. Esa posición la ocupaba antes Japón. Para aquilatar los muchos significados que el hecho tiene en términos geopolíticos, enseguida algunos datos de contexto:

    • En 2023, Japón exportó 4.42 millones de vehículos, lo cual no fue una disminución respecto al año anterior, sino un aumento, y nada despreciable: 16% más que en 2022.
    • Con todo, esos 4.42 millones de autos se quedaron cortos respecto a los 4.91 millones que China exportó el año pasado. Ahora, para que los chinos alcanzaran esa cifra, fue necesario que sus exportaciones de vehículos se dispararan un 58% interanual.
    • China jamás había ocupado el primer sitio de la tabla. Japón llevaba siete años como el mayor exportador de autos del mundo. La vez anterior que Japón había sido superado fue en 2016, por Alemania.
    • En las exportaciones chinas de vehículos en 2023 se reportó un componente importante de unidades que se mueven con energías alternativas, sobre todo electricidad. Dicha categoría se incrementó 80% respecto a 2022.
    • Un gran impulsor de las exportaciones de automóviles de China fue nada menos que Rusia, un mercado del que los fabricantes de automóviles japoneses y occidentales se retiraron en respuesta a la guerra de Ucrania.
    • La edad mediana —la edad media se obtiene dividiendo a toda la población en dos grupos de edad numéricamente iguales, uno más joven que esa edad y otro mayor— de China es de 38.4 años, mientras que la de Japón es más de 48.6 años y la de Alemania de 47.8 años.

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    Pierre-Olivier Gourinchas es licenciado por la École Polytechnique de Francia y se doctoró en 1996 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Ha impartido clases de Economía en las universidades norteamericanas más importantes —Stanford, Princeton y de California Berkeley—. Actualmente trabaja como economista en jefe del Fondo Monetario Internacional. A principios de esta semana, monsieur Gourinchas declaró que la economía de Rusia crecerá un 2.6% este año, es decir, más del doble del ritmo que el mismo FMI había previsto en octubre pasado. Se trata de la mayor diferencia de puntos desde octubre para cualquiera de las estimaciones de las doce economías analizadas en el último informe del organismo internacional. El prestigiado adivino —en 2008 fue galardonado como el mejor economista francés de menos de 40 años— explicó que la mejora de la perspectiva para la economía rusa se debe al estímulo que está significando la guerra contra Ucrania, además de los fuertes ingresos por sus exportaciones de combustibles fósiles. ¿Y quienes se posicionaron como los grandes compradores de petróleo y gas rusos? China e India, los dos países más poblados del planeta —hoy, de cada 100 seres humanos vivos, 35 son chinos o indios—. El régimen de sanciones occidentales no le causó menor mella al país gobernado por Putin.

    Según información rusa que obtuvo The Washington Post, Putin está trabajando junto con el gobierno chino en el diseño de un nuevo sistema financiero basado en monedas digitales; en última instancia, su meta es desplazar al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Por cierto, de acuerdo también al FMI, la economía de Estados Unidos crecerá menos que la rusa, apenas 2.1%. ¿Y República Popular de China? El PIB chino crecería un 4.6% en 2024.

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    En 1995, las economías de Estados Unidos y sus principales aliados, es decir, los países que integran el G7 —Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EU— representaban el 45% de la economía del mundo. Por su parte, los llamados BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— participaban con el 17% del PIB mundial. En 2010 la brecha se cerraba: 34% el G7 y 27% los BRICS. Ya desde inicios del año pasado, los papeles se invirtieron:  con cifras del FMI a abril pasado, en los BRICS se general casi un tercio de la riqueza del mundo (32%), mientras que la participación relativa del G7 se había reducido al 30%.

    Las estimaciones ajustadas para 2024 dadas a conocer esta semana por el FMI indican que las economías más desarrolladas del orbe —el G7 y toda la zona Euro— crecerán en promedio 1.5%, mientras que el grupo que llaman Mercados Emergentes y Economías en Desarrollo —los BRICS, México, Arabia Saudita y Nigeria— lo hará 4.1% en promedio. No está en chino saber hacia dónde se dirigen las cosas.

    Para el anecdotario

    Prendieron el cuete con la publicación de una investigación alusiva a hechos que supuestamente habían ocurrido hace 18 años: el bulo de que el narco le metió dinero en 2006 a la campaña de AMLO —¿y qué, luego se dejó robar el triunfo?—. Encendida la mecha, la prensa basura, la oposición y la comentocracia rancia se lanzaron en jauría en contra del presidente. Al otro día, en la mañanera, Andrés Manuel paró en seco el irigote: no sólo dijo que era una calumnia, también responsabilizó al departamento de Estado de Estados Unidos. Ese mismo día, casualidades de la vida, se reunió durante varias horas con el embajador de China en México.

    • @gcastroibarra
  • Angustias sociopolíticas

    Angustias sociopolíticas

    Angustia, miedo y terror

    La angustia es un estado afectivo que todos hemos experimentado. Se trata de una reacción irreflexiva frente a la inminencia de un peligro; es una manifestación del impulso de autoconservación. Herr Dr. Freud explica que hay dos tipos de angustias: las realistas y las neuróticas. En el primer caso se trata de una respuesta “muy racional y comprensible” ante la percepción certera de que algo malo nos puede suceder en breve. En el segundo caso, el estado de angustia se origina a partir de una percepción errónea, al punto de que quienes sufren angustia neurótica prevén, de entre todas las posibilidades, siempre la más terrible. La angustia, tanto la realista como la neurótica, se anticipa al evento peligroso. Por su parte, el miedo provoca que quienes lo experimentan dirijan toda su atención al peligro. La angustia es una reacción automática e involuntaria, mientras que el miedo es una emoción más compleja que implica la evaluación consciente del peligro. Finalmente, el terror resalta el efecto de un peligro que no se recibió sin la preparación anímica que de alguna manera se genera mediante los estados de angustia. La angustia nos protege del terror.

    Terror sociopolítico

    Prometo no espoiliarles nada, ¿pero ya vieron Leave the world behind? —Dejar el mundo atrás—. Leave the World Behind es una película realizada el año pasado. Se puede ver en Netflix, desde donde se promociona como una película de terror psicológico. Sí, de alguna manera lo es. Sin embargo, yo precisaría que es una película de terror psicológico, sociológico y, sobre todo, sociopolítico. Como lo leen: terror sociopolítico. La dirige Sam Esmail y la protagonizan Julia Roberts, Ethan Hawke y Mahershala Ali. La cinta cuenta la historia de dos familias que pasan un fin de semana en una casa de campo en Long Island. De pronto, el mundo comienza a dar muestras de un desbarajuste generalizado y severo: entre otras cosas, todos los dispositivos de comunicación digital dejan de funcionar. El colapso se percibe. Más allá de los detalles de la trama, desde los primeros minutos, y la película dura casi dos horas y media, se evidencia la enorme vulnerabilidad de las sociedades contemporáneas: sin televisión, sin radio, sin celulares, sin GPS, sin conexión a la web, somos algo así como Robinson Crusoes, aislados y en principio inútiles, aislados en multitud, totalmente ajenos y desconocedores de lo que pasa en el mundo más allá de nuestras narices, es decir, más allá de lo que nuestros pobres sentidos alcancen a ver. En Leave the World Behind realmente ocurren cosas, hechos fácticos contundentemente perceptibles, pero sin sus dispositivos los personajes son incapaces de saber por qué suceden, qué significan, no pueden interpretarlos, no pueden interpretar la realidad —ojo: la psicosis es la interpretación incorrecta de la realidad—.

    Miedo global

    Las cosas en el mundo están color de hormiga. La oligarquía global, gran responsable del desbarajuste planetario, lo reconoce así. El Foro Económico Mundial hace unos días dio a conocer su Global Risks Report 2024. Prospectan un panorama mundial angustiante. Destacan dos componentes contextuales: la aceleración vertiginosa del cambio tecnológico y la incertidumbre económica, a lo que hay que agregar dos crisis en marcha: el cambio climático y los conflictos geopolíticos. “Las tensiones geopolíticas combinadas con el estallido de hostilidades abiertas en múltiples regiones, señala el reporte, están contribuyendo a un orden global inestable caracterizado por narrativas polarizadoras, erosión de la confianza e inseguridad”. Cierto: demasiados actores en conflicto, unos a punto de pasar a las agresiones militares y otros ya matándose entre sí.  Cierto, en este escenario, y con la pandemia tan cerca —aunque nos empecinemos en olvidarla—, imposible sentirse seguros y confiados en el mañana. Pero discrepo en algo: referirse a “narrativas polarizadoras” es culpar de alguna manera a las dichosas narrativas, como si en realidad, si no se hablara de los problemas, estos desaparecieran, y no: independientemente de las narrativas, la realidad misma es la que está efectivamente polarizada. Global Risks Report lamenta que el mundo esté ahogado por titulares desalentadores que “no tienen fronteras, se comparten habitualmente, y generan una sensación de frustración con el estatus quo es cada vez más palpable”. Sí, el tsunami diario de malas noticias. Pero no podía esperarse otra cosa. Es evidente que la cosa está que arde. ¿Pero son la desinformación y la información falsa las culpables de que el mundo se perciba tan embroncado? No, el mundo está realmente en serias contrariedades. Si en México vivimos una situación en la que desde hace casi seis años los medios tradicionales se han empecinado en hacernos creer que vivimos el apocalipsis a cuenta y cargo del malvado López y la 4T, en la mediósfera mundial más bien se ha banalizado la gravedad del momento histórico que nos tocó vivir a nivel mundial. No es que no se difundan las malas noticias con “titulares desalentadores”, es que se difunden junto con una plétora de tonterías, a través de los mismos canales, con el mismo peso… 

    Percepción del peligro

    Los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana indican que, al cuarto trimestre de 2023, la percepción de la inseguridad a nivel nacional se ubica en 59% Nunca a lo largo de los años, desde que el INEGI realiza esa medición, la percepción de la inseguridad había sido tan baja. Jamás había sido tan alta la proporción de la gente que no se siente insegura en las principales ciudades de México. La campaña machacona de los medios tradicionales, la oposición y sus comentócratas no ha funcionado. Por más alarmismo, amarillismo y nota roja ampliada…, la mayoría de la gente no está percibiendo mal la realidad.

    Angustia neurótica

    El señor Rabioso, perdón, Raymundo, Rabia a Palacio, perdón, Rivapalacio, publicó el 23 de enero un texto que muestra que alguien necesita urgentemente atención psiquiátrica. Se titula “Las trampas de la mañanera”. Inicia dando cuenta de los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. Enseguida, los pone en duda: “la encuesta provocó sorpresa, porque los delitos continúan al alza y los asesinatos siguen subiendo en niveles inéditos”. Lo que afirma, lo afirma por sus pistolas, sin datos. ¿Y cómo explica el editorialista que la gente no perciba la realidad que él dice que es real? ¿Cómo explica que la mayoría de la ciudadanía en México no crea que el país esté viviendo en el Apocalipsis que él lleva años reportando? Textual, Rivapalacio aduce:

    López Obrador ha logrado imponer su narrativa sacudiéndose su responsabilidad y adjudicando la violencia al pasado, con frases como el que todos los días se reúne el gabinete de seguridad para revisar los índices delictivos, logrando la hipnosis colectiva que entiende como algo bueno el que lo hagan –pese a los terribles resultados en la materia– y no como un fracaso.

    Con todo y su pésima redacción, según este señor, AMLO nos tiene hipnotizados.

    Preocupación realista

    ¿Hipnosis colectiva? Recordemos el expresidente ecuatoriano Rafael Correa fue condenado, sin existir ni una sola prueba incriminatoria contra él, sobre la base del “influjo psíquico” sobre los hechos que según los jueces ejerció por ser el presidente. Así que, si bien resulta bastante sano reírse de las tonterías a las que ha llegado la oposición y sus voceritos, quizá convenga mantener un foco encendido. Si pudieran, mandarían encarcelar a la mayoría democrática que, como ya vino a decir Zedillo, pone en riesgo a la democracia.

    • @gcastroibarra
  • Megalómano$ y gandalla$

    Megalómano$ y gandalla$

    Sin ningún empacho, Elon Musk declaró hace algunos años: “Quiero viajar a Marte, ver desde ahí hacia la Tierra y poder decir: ‘Todo lo que hay allá abajo es mío’”. Mega anómalo y megalómano.

    La megalomanía es una anomalía, un trastorno del pensamiento caracterizado por una creencia inquebrantable en la propia grandeza, importancia y jerarquía. Las personas que padecen megalomanía creen con firmeza que son superiores a los demás, que tienen poderes especiales y que están destinados a la magnificencia. La megalomanía puede ser un síntoma de una serie de trastornos psiquiátricos, incluidos el trastorno delirante, el trastorno bipolar y el trastorno narcisista de la personalidad. También puede ser un síntoma de un trastorno neurodegenerativo severo, como la demencia. La megalomanía suele presentarse acompañada de falta de empatía con los demás, así que siempre tiene efectos sociales adversos. La grandiosidad es para los megalómanos un rasgo patológico que genera sentimientos de “tener derecho”, ya sea explícito o encubierto, a cualquier cosa…, como adueñarse del planeta.

    “Uno de los problemas de la desigualdad en la distribución de la riqueza es su tendencia a magnificarse. Mucha gente, probablemente incluso tus vecinos y familiares, tiene ideas extravagantes y excéntricas sobre cómo debería funcionar el mundo, pero no tienen miles de millones de dólares para ponerlas en marcha. Ese es el problema” —sentencia el periodista Branko Marcetic en un texto publicado recientemente en Jacobin —“Jeffrey Epstein Is the Face of the Billionaire Class”—. Marcetic presenta la historia de Jeffrey Epstein como un estudio de caso de los abusos y patologías inherentes a la riqueza extrema, y sostiene que “la única forma de detenerlos es crear un mundo sin multimillonarios”.

    Los multimillonarios no deberían de existir. ¿Por qué? Porque la megalomanía, la opulencia y la impunidad van de la mano. Riqueza, poder y conexiones, una triada a partir de la cual se perpetran abusos de manera sistemática. Hace algunos días, Pablo Iglesias, Sara Serrano, Manu Levin e Inna Afinogenova dedicaron La Base a hablar de la hiperpolarización de la riqueza que experimenta la humanidad. El pretexto fue el caso Epstein, particularmente la revelación de las listas de acaudalados y famosos que eran asiduos visitantes —¿clientes?— de su isla, un sitio en el cual se organizaban actos de abuso sexual a menores de edad de forma consuetudinaria. Ya casi al final del programa, Iglesias entrevistó al sociólogo Antonio Ariño, coautor del libro La secesión de los ricos, cuya tesis fundamental es la siguiente: “La estructura de la distribución de la riqueza tal y como existe hoy en el mundo en sociedades democráticas y supuestamente meritocráticas es en sí misma una amenaza para esa sociedad. No hay la menor duda de que una sociedad que pretenda ideales de cohesión, justicia, equidad o igualdad no debería tolerar estas enormes asimetrías que hay en la distribución de la riqueza… Esta distribución de la riqueza es antisocietaria”. 

    El sistema no está organizado en favor de la equidad, justo lo contrario. La hiperconcentración de la riqueza se acelera. El orden de las cosas —el desorden— hace que el sueño megalómano del señor Musk sea factible. El 15 de enero pasado, Oxfam dio a conocer el estudio Desigualdad, S. A, en el cual se reporta que, en tan sólo cuatro años, de 2020 para acá, la fortuna conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha más que duplicado: ¡se incrementó 114%! O sea: cinco fulanos tenían 405 mil millones de dólares en 2020 y ahora acumulan 869 mil millones. En promedio, pues, estos cinco se apropiaron de 14 millones de dólares cada hora, unos 238 millones de pesos, cada hora durante todos los días y las noches, a lo largo de cuatro años. En el otro extremo y durante el mismo período, casi cinco mil millones de personas en todo el mundo —seis de cada diez— se han empobrecido. Si todo sigue como hasta ahora, es decir, si se mantiene la misma dirección y el mismo ritmo, en diez años una sola persona —sin duda un hombre blanco del norte global— habrá acumulado más de un millón de millones de dólares. Peor: si todo sigue como hasta ahora, la pobreza a nivel global no podrá ser erradicad en los próximos 228 años.

    El director ejecutivo de Oxfam Internacional, Amitabh Behar, explicó: “Esta desigualdad no es ninguna casualidad; los milmillonarios se aseguran de que las grandes empresas les generen más riqueza a costa del resto de la población”. En otras palabras: las grandes empresas se agandallan para que un puñado de privilegiados megalómanos se quede con la riqueza que entre todos generamos. Hoy, el valor de mercado conjunto de las diez empresas más acaudaladas del planeta es de 10.2 billones de dólares, más dinero que el PIB combinado de todos los países de África y América Latina.

    Un mundo así, este mundo, no es sostenible.

    • @gcastroibarra
  • La guerrita de Héctor

    La guerrita de Héctor

    Ustedes parecen creer que basta con que
    el presidente quiera algo para que sucedan las cosas.

    Héctor Aguilar Camín, La guerra de Galio.

    Por mi buen amigo Max Well me entero de un tuit con el que Héctor Aguilar Camín abre un hilo, presuntamente analítico, sobre las mañaneras. Mi compa lo citó respondiéndole lo siguiente:

    La mañanera desarmó el potencial de mucha oposición, pero principalmente de los medios, a donde Don Héctor pertenece y de donde se sentía poderoso. Eso, eso lo tiene contrariado e incapaz de hacer la valoración correcta.

    Concuerdo con lo que sentencia Max Well en la primera parte de su tuit. En cuanto a la segunda, es evidente que el director de la revista Nexos no sólo lo está ahora, sino que lleva años contrariado, pero ¿es incapaz de valorar correctamente las mañaneras? Había que leer su análisis. El post con el que el campechano Aguilar Camín abre el mentado hilo cuestiona, aparentemente con toda seriedad:

    ¿Cómo explicar que una pieza tan burda de polarización como la de las mañaneras haya tenido la fuerza y el impacto de estos años?

    Enseguida el historiador y novelista —su novela La guerra de Galio me sigue pareciendo lo mejor de todo lo que ha publicado— se responde a sí mismo en una cadena de nueve tuits que uno esperaría sesudos, pero más bien se reducen a un berrinche. Para colmo, en el sexto post Aguilar Camín descalifica solito toda su pueril perorata:

    No he escuchado una sola vez la mañanera, pero todos los días encuentro pasajes de ella en alguna parte, en las redes o en los medios.

    Como lo acabas de leer: el hombre analiza algo que no conoce. Consecuentemente, lo que sostiene en su cadenita de tuits no tiene sustento y no pasa, como dije, de una pueril perorata. Por ejemplo, inicia así:

    La primera razón, desde luego, es el poder y la representación del emisor. Una vez saltado el pudor y la autocontención verbal que su cargo implica en el ejercicio del poder, el Presidente pudo imponer su fórmula de prédica a los medios y a los ciudadanos.

    Dicho en buen cristiano, Aguilar Camín dice que las mañaneras del presidente han tenido fuerza e impacto porque las emite el presidente. Por supuesto, sintetizado así, el aserto se reduce a una bobada…, lo cual es correcto porque no es otra cosa. Aventuro que esto debió de haber resultado evidente incluso para el propio HAC, así que tuvo que agregar la segunda parte, cuya lógica oculta sería: a) si la fuerza de las mañaneras se debe a la fuerza que tiene el cargo de presidente de la República, b) ¿por qué AMLO es el primero en usar así la fuerza del cargo? Quedarían, obvio, dos posibles contestaciones: porque los anteriores presidentes o eran muy brutos o no querían usar la fuerza del cargo o bien porque AMLO es un genio que vio lo evidente, digamos. Como ninguna de las dos le convendría, optó entonces por una absurda tercera respuesta: quien actualmente detenta el Poder Ejecutivo no ha tenido ni “el pudor” ni “la autocontención verbal que su cargo implica”.

    Los demás tuits tienen el mismo pesito analítico, ingrávido. Aquilate usted lo que HAC aduce como segunda razón:

    Una segunda razón, es la fuerza misma del discurso mañanero y sus excesos. El escándalo es noticioso y cada día, durante las mañaneras, el Presidente incurre en escándalo.

    O sea, una pobre tautología: la fuerza de las mañaneras se explica por la fuerza de las mañaneras. En cuanto al escándalo y el señalado comportamiento escandaloso del primer mandatario, la mañanera del jueves pasado brindó un incuestionable argumento en contra del juicio aguilarcaminiano: no al día siguiente del suceso, sino dos días después, Andrés Manuel López Obrador se refirió al tuit por medio del cual el dirigente del PAN —es un decir—, Marko Cortés, exigió que se cumpliera e hizo público el acuerdo que firmó con el presidente del PRI, por medio del cual a cambio de las candidaturas en alianza a dos gubernaturas, Coahuila y Estado de México, el blanquiazul se quedaba con las candidaturas a la Presidencia y a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, además de un montón de morralla de botín: diputaciones, regidurías, rectorías…, bueno, hasta notarías públicas. AMLO, además de agradecer al susodicho panista la tremenda balconeada que le dio al PRIAN, mostró también que la mayoría de los medios convencionales al día siguiente no informaron del suceso a sus audiencias y lectores. Así que, en este caso, para la mayoría de los medios tradicionales, el escándalo no fue noticia. Ahora, que el presidente trajera a cuento el hecho no es escandaloso, escandaloso es el hecho mismo, y por vía doble: el ilegítimo reparto de prebendas, sus muchas implicaciones —por ejemplo, que Alejandro Moreno, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y demás priístas sólo se prestaron a montar el show del proceso interno de elección de candidato del que la señora X salió lista para el refri— y la ingente ingenuidad —y conste que podríamos decirle mucho más feo— del señor Cortés. Tampoco sería lícito acusar de escandaloso el trato que AMLO le dio al asunto en la mañanera, antes bien lo trató de analizar razonablemente y, eso sí, lo abordó con sentido del humor.

    El resto de los tuits que hiló Aguilar Camín no son más que la repetición de una retahíla que la oposición y sus medios y comentócratas llevan años machacando, con los resultados a vista de todos: que López Obrador amenaza, intimida, miente, deforma, estigmatiza, polariza, banaliza… Ah, pero, también, que “los excesos verbales del Presidente… son irresistibles”. El hilo concluye con un post en el que Aguilar Camín promueve su columna en Milenio. Sorpresa: la de ese día se titula “Las mañaneras y la sucesión de Estado”, la de la jornada anterior “Las mañaneras y los medios” y la previa “Las mañaneras”. ¡Qué tal! Y eso que no ha visto ninguna.

    • @gcastroibarra
  • Sustitutos en el espacio

    Sustitutos en el espacio

    Recientemente me reuní con familiares y amigos que no veía desde hacía mucho. Estas fueron las primeras vacaciones decembrinas que pudimos disfrutar plenamente después de la pandemia. Aunque a veces parezca que toda aquella locura del covid-19, la sana distancia, el confinamiento y las muertes sucedieron hace mucho, no es así… Un ser microscópico volteó al mundo de cabeza hace muy muy poco. No olvidemos que un tercio del sexenio de AMLO transcurrió durante la primera contingencia sanitaria global que experimenta la especie humana… No he leído o escuchado que nadie haga hincapié en ello: la de covid-19 es la primera pandemia mundial simultánea de toda la historia de la humanidad. De igual modo no deberíamos olvidar que la crisis económica que produjo la pandemia fue la peor en casi cien años. Peor: en México recibimos ese tremendo trancazo con un sistema de salud pública y en general un aparato de gobierno medio desmantelados después de más de 30 años de políticas neoliberales. Y con todo, ¿qué tal, eh…? Si sobran evidencias para demostrar que los resultados de este sexenio son magníficos, puestos en el gran contexto resulta que además son extraordinarios.

    Decía que durante estas fiestas navideñas tuve ocasión de conversar con amigos y parientes que tenía varios años de no ver. Comento dos pláticas que me parecen significativas.

    Una giró en torno a una incredulidad inverosímil; la otra terminó en una esperanza, igualmente inverosímil. Ambas ocurrieron durante la misma cena. La primera: Ali, una amiga, defendió el siguiente planteamiento, en referencia a Bertha Xóchitl Gálvez:

    — Considerando que el PRI y el PAN son partidos añejos que han detentado el poder durante décadas, necesariamente tienen en sus filas a gente dedicada de tiempo completo a la grilla, con largos y filosos colmillos y mañas bien aceitadas, así que resulta imposible creer que hayan puesto como su candidata a la Presidencia a alguien tan incompetente. Pero como la pusieron, la única explicación es que se traen algo entre manos y no tardarán en darnos una sorpresa.

    Me declaré en desacuerdo. Le dije que, en efecto y para acabar pronto, el PRIAN no tiene a nadie mejor: — A ver, ¿a quién pondrían en lugar de la señora que ni cuajó ni cuajará nunca?

    Su respuesta fue sorprendente: — Es que no los conocemos porque los tienen escondidos, pero deben de tener a alguien mejor, seguro, un líder capaz de convencer a más gente.

    — ¿No crees que para que un líder pueda ser seguido por muchas personas al menos y en principio tiene que ser conocido?
    — Bueno, sí.
    — Pues ahí está: no podemos identificar a ningún prianista capaz de sustituir a la señora X, luego entonces no tienen a nadie más.

    Ali ya no respondió nada, aunque no estoy muy convencido de que la haya hecho cambiar de opinión. Ali pertenece a la categoría de personas que prefiere pensar que tras los palmarios desatinos hay un plan oculto e incomprensible, antes que aceptar que buena parte de la realidad únicamente se explica por la insensatez humana.

    La segunda conversación la entablé con un mozalbete que hoy mide alrededor de dos metros de altura. Esa alzada resultó aún más insultante considerando que la última vez que lo había visto, el joven era un niño mucho más bajito que yo. Mi sobrino Lino me contó que admira a Elon Musk.

    — Es el fulano más rico del planeta, ¿no?
    — Es el segundo, tío. Pero eso no es lo que más admiro de él.
    — ¿Sus coches eléctricos?
    — No, tampoco. 
    — No me digas que lo admiras porque compró Twitter.
    — Menos.
    — Pues me doy, Lino.
    — Es admirable que Elon esté decidido a encontrar un planeta que podamos colonizar los humanos.
    — O huir en un momento dado, ¿no?
    — Sí, sí, si es necesario… ¿Qué te parece, tío?
    — ¿La verdad?
    — Sí, dime.
    — Una estupidez.
    — ¡¿Pero por qué?! 

    Le respondí lo que me parece una obviedad: es redomadamente idiota gastar recursos en una entelequia en lugar de aplicarlos en resolver problemas reales.

    — ¿Qué problemas, tío? No me vayas a decir que la pobreza o algo así…
    — Te parece que el asunto de la pandemia ya está resuelto, ¿no?
    — Claro.

    — Supongamos que está controlado ese virus…, pero qué crees: la pandemia de covid-19 fue la primera que de manera global y simultánea hemos enfrentado los humanos a lo largo de toda nuestra existencia. Antes no estábamos repartidos por todo el planeta y después no teníamos la capacidad de propagar un contagio con tanta rapidez como ahora. Fue la primera…, lo que significa que las condiciones están dadas para que haya una segunda…

    — Híjole…, y una tercera, ¿no?

    Luego le pregunté si sabía quién había pronunciado, literalmente, las siguientes palabras: “La humanidad ha abierto las puertas del infierno”.

    — ¿Un terrorista?
    — No.
    — Entonces ni idea, tío.

    — No fue un religioso extremista ni un ecologista exagerado ni el líder de un movimiento apocalíptico… Lo dijo, y hace unas cuantas semanas, nada menos que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres…

    • Por el cambio climático, ¿no?

    Creo que a mi sobrino sí lo dejé pensando…

    Convivir con los demás ayuda a enterarse de que uno nunca ve todo lo que otros observan. Igual me equivoco, pero por lo pronto me parece que la oposición está tan mal y tan degradada que es más fácil que la humanidad encuentre un planeta sustituto que ellos hallen a alguien que sustituya a la señora Bertha Xóchitl y haga un papel menos lamentable. Seguirán poniéndole más capas de disfraz a la misma botarga.

    • @gcastroibarra
  • 2023

    2023

    Enero

    6

    Irredimibles

    ¿Hay que reconocer sin ambages que toda esa gente permanecerá en los marasmos de la estupidez humana, en la negación sistemática de la realidad como último baluarte de su conservadurismo exasperado y ramplón?

    13

    Terrorismo estéril

    La situación es paradójica: denunciar acciones comunicacionales con propósitos terroristas implica darles resonancia e impulsar su propósito, causar terror, pero, al mismo tiempo, no hacerlo, guardar silencio, es aceptar tácitamente que dichos mensajes son válidos, y el que calla otorga.

    20

    ¡Es el modelo, estúpidos!

    Puntuales y petulantes, llegaron muy orondos a bordo de sus aviones privados —Greenpeace estima que los angelitos generaron el CO2 equivalente al que habrían emitido 350 mil coches en una semana— a decirse muy preocupados, entre otros muchos problemones, por el cambio climático.

    27

    Cifras verídicas/embustes mediáticos

    Para mal de la oposición y sus medios, a México le va bien.

    Febrero

    3

    ¿Sí…, por cuál vota?

    Cuando yo era niño la democracia era, más que un ideal, una entelequia. Por aquellos años, los ejercicios públicos más democráticos que recuerdo ocurrían en la AM.

    10

    Nada como inflar para concentrar

    ¿Qué es la inflación? Un mecanismo eficiente de la hiperconcentración de la riqueza.

    17

    AMLO y la autoestima nacional

    El nuevo humanismo mexicano recupera la viabilidad de nuestra comunidad imaginada, ni más ni menos.

    Marzo

    2

    El cuento de las “narrativas”

    No sólo se está ganando “la batalla de las narrativas”, se está imponiendo la realidad sobre las narrativas que hasta hace poco eran hegemónicas.

    3

    Encarrerado el gato…

    Sobran razones para sonreír. Ni los azules disfrazados de rosa tendrían que andar morados de coraje.

    10

    ¿Qué tan pobre, qué tan rico eres?

    Hoy por hoy haber nacido entre el Bravo y el Suchiate está dejando de ser una fatalidad económica. Los zarpazos de la 4T a la desigualdad comienzan a sentirse.

    17

    Nuestro pasado remoto inmediato

    En el gran contexto de la historia de lo que hoy somos, lo que va del sexenio de AMLO resulta un suspiro.

    24

    Machincuepas

    — Me late que nos tocó lo peor con el mejor.

    31

    El Chavo, el Chapulín y el eclipse

    Abril

    7

    Atendernos para entendernos

    La Patria Grande requiere, además de acuerdos concretos de intercambio económico y comercial, medios de comunicación, agencias informativas, canales para conocernos mejor.

    14

    Anodina y aberrante

    La única esperanza más o menos racional que le puede quedar a la oposición no está en sí misma, sino en los errores que se puedan cometer Morena.

    21

    Irrelevante

    ¿De izquierda? La postura política de AMLO se define fácil: las fuerzas del status quo previo al 1 de diciembre de 2018 lo asumen como su adversario.

    28

    El aparecido y las falencias de los chombos adictos

    En México vivimos una curiosa paradoja: la oposición es adicta a AMLO.

    Mayo

    5

    Oligarca rosa

    Hasta a los prianistas les da pena pertenecer al PRIAN. De ahí que desde hace meses el combo X ande totalmente de rosita.

    12

    El sueño mexicano

    No sólo despertamos de la pesadilla, además recuperamos la capacidad de soñar…

    19

    Atisbos de la atroz intervención que sueñan los fachos

    Junio

    17

    ¿Quién debe relevar al insustituible?

    La transformación de este país debe ser radical y que no es tiempo de zigzaguear.

    23

    Avatar X

    30

    Las palabras y el Peje: política

    El legado del Peje es ya invaluable: simple y llanamente revitalizó nuestra viabilidad simbólica como organización socio-política.

    Julio

    7

    Tepocatas, chachalacas y el presidente EVP

    14

    Wanabinismo: tartufismo e ignorancia

    21

    Verdades mentirosas

    Ni siquiera es necesario urdir mentiras para ocultar la verdad y confundir.

    28

    Miserable

    Agosto

    4

    Descifrar cifras

    Los números no mienten…, pero tampoco dicen la verdad…

    11

    Golpe de autoridad

    Un cuento.

    18

    Política para principiantes

    La autorregulación de la sociedad; eso es la política, tan lejos de las bajezas y los dimes y diretes de la politiquería.

    25

    Guía mínima para elegir corcholata

    Septiembre

    1

    Añoranza precoz

    ¡Tan ruco y tan chairo! Pues sí…

    8

    ¿Qué le pasó a Marcelo?

    22

    Agraciados

    ¡Caray!, la conciencia histórica sirve hoy para saberse afortunado.

    29

    Margallate chilango

    Octubre

    6

    Albur chilango: ¿Clara o Hugo?

    13

    PANléxico

    Día a día a los atribulados votantes que le quedan a la oposición les va resultando más y más claro que la pejefobia, el clasismo, el racismo y el conservadurismo cada vez alcanzan menos para decidirse a sufragar por la señora Xóchitl Gálvez.

    20

    ¡Oh, postración chilanga!

    Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.

    Noviembre

    3

    De huracanes y payasos inocuos

    Si las berrietas y desplantes ridículos del conservadurismo son totalmente previsibles, la dinámica climática cada día lo es menos.

    10

    Prensa patológica y salud pública

    17

    Las mentiras de la señora

    Hoy nos toca a nosotros enfrentar su mendacidad. Quiero decir a la ciudadanía responsable.

    24

    Noticia mata historia

    Noticia mata historia. Y cualquier noticia.

    Diciembre

    1

    Censurables y borrables

    8

    Chacota nociva

    Me temo que muchos y muchas se van a ir por la fácil, y esa es la terrible nocividad de la señora Xóchitl Gálvez y sus secuaces: como venían haciendo desde hace mucho con su mal ejemplo y actuares, están envileciendo la política, ahora con humorismo involuntario, auto humillación y chacota.

    • @gcastroibarra