Etiqueta: José García Sánchez

  • Las armas las carga la ultraderecha

    Las armas las carga la ultraderecha

    Ahora que la agonía de PAN, PRI y MC es evidente, la ultraderecha empieza a mostrar diferentes rostros, buscar espacios y robar posiciones.

    Por un lado, la muerte inminente de los partidos tradicionales y, por el otro, el inicio de un sexenio inédito en la historia de México. Escenario propicio para surgir como fuerza social que nutra al mito de la inseguridad como principal problema del país.

    Momento en el que la Asociación Mexicana de Usuarios de Armas de Fuego AC, encabezada por Luis Antonio Merino, toma las calles en una marcha que no llega a 30 integrantes y se expresa frente al Senado donde entregaron una carta dirigida a Ifigenia Martínez para impulsar la práctica del artículo 10 de la Constitución que permita que la población esté armada, sin acreditación.

    Reclama la selección de la sedeña que crea filtros para definir a las personas que pueden usar las armas de fuego, a lo que llaman decisión arbitraria, ya que, según ellos, es un derecho de todos los mexicanos. Según Antonio Merino “Portar un arma de fuego para nuestra seguridad, con sus respectivos permisos o licencia, no te hace un asesino ni un delincuente, es para defender el bien jurídico tutelado más preciado, el cual es la vida y la de nuestra familia, un ciudadano legalmente armado es el complemento, no el sustituto de la seguridad pública”.

    Esta propuesta fe apoyada en 2016, en vísperas del sexenio de Morena, por el entonces senador del PAN; Jorge Luis Preciado, quien propuso la modificación del artículo 10 de la Constitución para extender el derecho a poseer armas a negocios y automóviles del usuario.

    Es decir, anula cualquier organismo de seguridad, pública o privada que pudiera reducir la inseguridad relativa a la delincuencia común. A la petición de esa minoría hicieron eco algunos medios convencionales a pesar de que saben que detrás de esa agrupación está un partido político de ultraderecha llamado Partido Libertario, encabezado por Víctor Hugo Becerra, Rubén A. Flores y Guy Verdi, con sede en el Barrio Antiguo de la Ciudad de Monterrey. Una sucursal a ritmo de acordeón y bajo sexto del partido argentino de Milei.

    En su declaración de principios, que recuerda cualquier discurso al azar de Javier Milei, señala: “Nuestra visión es clara: construir un país próspero y pacífico, donde los habitantes gocen de la libertad de generar riqueza, progreso y bienestar, respaldados por el respeto a los derechos fundamentales, la salvaguarda de la vida, la seguridad y paz social, la protección de la propiedad privada, y la promoción del estado de derecho, igualdad jurídica, libertad económica y social de cada individuo. Abogamos por limitar las funciones del Estado a seguridad, justicia, telecomunicaciones, salud, relaciones internacionales, buen gobierno y defensa de la soberanía nacional”.

    Añade: “Se debe promover una participación amplia de la iniciativa privada en salud, educación, energía, agua, telecomunicaciones, transporte, ciencia y tecnología, sin descuidar a los sectores más vulnerables. Promovemos el federalismo, otorgando mayor autonomía a los gobiernos municipales para su desarrollo con recursos propios, atrayendo inversión privada y mejorando las condiciones de vida de los mexicanos”.

    Además, exigen: “el libre mercado de mercancías y capitales para el desarrollo individual y empresarial de México. Defendemos la propiedad privada, la libre competencia y activamente evitaremos la creación de monopolios u oligopolios que perturben el ciclo económico”.

    Entre los “anhelos” de los milites está: “Un país donde puedas portar un arma para tu legítima defensa…”

    Mientras el gobierno reclama las ventas de armas que según la Corte Suprema del vecino país, deben investigarse, como empresas como Smith & Wesson Barret, Glock, entre otras, que venden armas a los narcotraficantes, la AUAF, insiste en que los mexicanos que puedan adquirir un arma de fuego, deben tenerla y usarla, contra quienes ellos consideren que son delincuentes.

    En la tienda que se ubica en el centro de esa ciudad norteña, pueden encontrarse playeras con la imagen de Pinochet. Milei, Porfirio Díaz, y otras con caricaturas ofensivas contra el Che Guevara, y otros personajes progresistas.

    No desperdician espacios para demostrar que existe una íntima relación entre la Asociación de Usuario de Armas de Fuego y ese partido que seguramente tiene muy pocos militares y carece de registro, pero seguramente buscará a personajes como Eduardo Verástegui y la ultraderecha española para fortalecerse en México y qué mejor que la sultana del Norte para arrancar el largo viaje al pasado.

    La ultraderecha sabe que por la vía de las urnas nunca podrá tener un espacio político en México, pero por la fuerza de un golpe de Estado podría encontrar en el intento aliados importantes que hasta pueda cederles el mando de un gobierno espurio.

  • A pagar impuestos

    A pagar impuestos

    Seis años no fueron suficientes para que los mexicanos tuviéramos conciencia de la cantidad de evasores fiscales que existe en el país. Era esencial, vital incluso para la buena salud de las finanzas públicas la llegada de la reforma al Poder Judicial para que saliera toda la podredumbre de los delincuentes.

    En estas operaciones están implicados no sólo los comerciantes, empresarios, consultores, renteros, que discretamente, pero de manera constante evitaron mermar sus ganancias evitando pagar impuestos o pagar menos, incluso forzando, con triquiñuelas que Hacienda les regrese dinero.

    En esas acciones están implicados los evasores, sus contadores, abogados, jueces, ministros y magistrados. Nadie puede negarlo. La evidencia es tal que pueden escribirse enciclopedias con acciones ilícitas de quienes no pagan impuestos y sus cómplices.

    Para un grupo de empresarios un buen contador no es aquel profesional preciso en las cuentas sino aquel que puede pagar menos impuestos, evadirlos o hacer que Hacienda regrese dinero al evasor. Lo mismo sucede con abogados y el resto de esa fauna que es evidente perpetra un delito, es decir son delincuentes.

    En México la impunidad ha sido una constante entre quienes tienen dinero. La justicia castigaba a los pobres y las leyes se aplicaban con severidad sólo a ellos. La discreción ala que obliga todo delito, creí una cadena de complicidad que formó no sólo grupos, bufetes, barras, consultorías, fundaciones, etc., sino que se infiltró en la política con la anuencia de partidos como PAN y PRI, cuyos líderes otorgaron espacios incluso en el Poder Legislativo y en el Ejecutivo.

    El hecho es que la evasión es un delito que afecta a todos los mexicanos, un delito grave que involucra afectaciones a salud, educación, bienestar, vivienda, cultura, etc. sin embargo, nunca hasta ahora se ha convocado, desde ningún espacio, público privado, denunciar esa transgresión.

    En México se pide denunciar hasta a quienes tiran basura en la calle, pero no se invita a denunciar a los evasores fiscales, delincuentes que actúan con premeditación, alevosía y ventaja contra una multitud de afectados. En nuestro país el evasor convive con sus víctimas y no lo sabemos.

    En los últimos años más de un consuetudinario evasor fiscal, reclamaba al gobierno carecer de medicamentos para los niños con cáncer, o vacunas y camas de hospitales durante la pandemia, cuando el origen de esas carencias era su deshonestidad en el pago de impuestos, que, en estos casos llega al homicidio de esos niños, cuya vida decían proteger.

    La discreción que los envuelve en un manto de honradez que compran también con dinero y es gracias a la red de complicidades que mantienen secretos que por generaciones se han beneficiado de estos ardides que terminan por crearle una grave crisis económica a México y a los mexicanos.

    Puede ser el que le renta la casa donde vive el ciudadano, el restaurante al que le dice que no a la factura al pagar al gasolinero, el carnicero, el mecánico, etc. No se trata de hacer una sociedad de chivatos, pero sí con compromiso social, que pueda denunciar los delitos puntualmente. Uno de los problemas por los que el narcotráfico es condenado por los gobiernos es que no paga impuestos, pero el delito en el fondo es el mismo. Algunos vender mercancías lícitas y otros ilícitas pero ninguno paga impuestos.

    Durante el nazismo y entre las acusaciones que se le adjudican a los cubanos de los años 60, se habla de una sociedad que, para salvarse de castigos o congraciarse con el gobierno, denunciaban a sus vecinos, amigos y hasta familiares de no estar de acuerdo con la ideología imperante. Ahora no es el caso, sino que habrá que ayudar a poner al corriente la justicia violentada por quienes deben investigar, sentenciar y sancionar a los delincuentes.

    Ahora sólo se trata de denunciar, incluso de manera anónima, un delito que por mucho tiempo simuló no ser ninguna infracción y que estuvo a punto de convertirse en una actividad normal, permitida y que cuando era descubierta, tenía todo el derecho de alcanzar la impunidad.

    Existen verdaderas fortunas creadas con la evasión fiscal, acumulación de dinero que no siempre tiene fines comunes, ni siquiera nobles. Son el insumo principal de discriminación y el clasismo. Nadie está en contra de la riqueza, pero limpia de evasiones y delitos, que no es muy común en México.

    Ahora no es el caso, sino que habrá que ayudar a poner al corriente los desequilibrios que produjo la justicia violentada por los que deben investigar, sentenciar y sancionar a los delincuentes.

    Es un delito clasista, elitista, que fortalece la discriminación e impulsa la desigualdad. Es decir, es un delito que lacera a todos los ciudadanos todo el tiempo.

  • Militarización, según la derecha

    Militarización, según la derecha

    Quienes combatan la inseguridad debe contar con un alto grado de legitimidad en la sociedad para ser efectivos, de tanto nivel que los delincuentes sepan que detrás de las armas y el uniforme hay un pueblo apoyando las batallas y dejen de infiltrarse en la sociedad para convertirla en su cómplice.

    Así, se garantiza la seguridad de las personas con la certeza de que las personas apoyan a quienes los protegen. Si en algún momento las fuerzas armadas fueron enemigos del pueblo, de los estudiantes, de los jóvenes, de los maestros, del pueblo, es hora de convencerlos que somos el escudo que consolida su fuerza en la guerra contra la delincuencia.

    Es verdad que los militares se ganaron su lugar en el desprecio de los mexicanos, principalmente en los años 60 y 70. De Díaz Ordaz a Peña Nieto los militares obedecieron órdenes equivocadas de comandantes supremos equivocados y espurios. El error no es de quien obedece sino de quien ordena.

    Las dictaduras militares de América Latina contribuyeron de manera importante, en el desprestigio de los uniformados, la represión, tortura, desaparición como medidas de orden en esta parte del continente alejaron a los militares de la población.

    Quienes fueron utilizados para combatir al pueblo en México tuvieron tiempo para rectificar su propia historia. Ahora, los herederos de esos represores quieren impedir el olvido y la reestructuración que realizan todas las fuerzas armadas en el mundo. Para los conservadores mexicanos las luchas del pasado son presentes y las actitudes de la historia deben ser inamovibles para poder entenderlas. No entienden la permanente evolución lógica de las sociedades de nuestro país y el mundo.

    Esos mismos conservadores que impulsaban y justificaban la represión ahora exigen que los militares reduzcan sus atribuciones frente a la violencia y sea la violencia la que impere para magnificar un problema que desde el inicio del sexenio se ha inflado mediáticamente como parte del nado sincronizado que mostraba un enemigo común desde trincheras diferentes.

    Definitivamente no es el mismo Ejército bajo el mando de Calderón que bajo el mando de Claudia Sheinbaum. La cantidad de votos, la legitimidad, la inteligencia, la ideología, la trayectoria, los estudios, la visión de país, etc. Los muestra en puntos antagónicos de la historia. Así también las estrategias de los militares.

    La necesidad de los conservadores por mantener todo estancado para así poder entender la realidad y situarse en el presente tiene una constante que en este sentido les da elementos válidos para el debate y que tiene que ver que México padece como vecino al consumidor de drogas más grande del mundo. Esta condición no ha cambiado en más de un siglo e impone violencia en México obligadamente.

    La inseguridad para los conservadores es un cheque en blanco, lo mismo la usan para desgastar a un gobierno, que para comprar y vender armas con el pretexto de las batallas por la tranquilidad social. La inseguridad ha sido parte reiterada y esencial del discurso de la oposición, la exageran o la reducen según sus necesidades políticas. Saben que, al incorporarse a la Guardia Nacional, su utilización política se reducirá considerablemente.

    Es decir, la intensidad de la inseguridad nada tiene que ver con los niveles de guerra que tratan de someterla. Los factores políticos de la inseguridad se reducirán considerablemente y podrá medirse con mayor precisión y atacarse con eficiencia.

    La derecha retoma la mala reputación del pasado de los militares y las expresiones de violencia a causa del narcotráfico. Por mucho que se eleve el consumo de drogas en México nunca será igual o similar al que existe en Estados Unidos. La violencia es a causa de la droga sus rutas, precios, clientes, socios, etc.

    El panorama que combina mala fama de los militares y marinos y la violencia, sin patrimonio de la derecha. Su complicidad que mantuvo por tres sexenios Genaro García Luna, y personajes anteriores, incluyendo generales y presidentes de la República, requieren libre juego para el crimen organizado como el que se desarrolla desde hace años en Guanajuato.

    La llegada de la Guardia Nacional a la Sedena complica la complicidad de la derecha con el narcotráfico, sobre todo en una fusión realizada por la izquierda en el gobierno. En remembranza de los golpes militares que reprimieron al pueblo escogen la palabra militarización que tiene que ver con el control del Ejército de la política y en su nombre rescatan en el discurso y el debate hechos que nada tienen que ver con el Ejército ni con la seguridad, como fue el caso de introducir, con calzador, la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre en el debate del Senado como una continuidad de la opresión.

    Militarización es un proceso de represión y control sobre la sociedad y la política. La presencia de militares en las calles y caminos es la consolidación de un nuevo pacto nacional, incluso fraternal, entre uniformados y mexicanos.

    En todo caso se policializa el Ejército pero no se militariza la policía. En los congresos locales ya se aprobó y nada hay que hacer más que vigilar que el objetivo de erradicar la inseguridad se cumpla. El manejo mediático de los términos que sólo surgió al discurso de la oposición para desgastar.

  • La ultraderecha se reinventa

    La ultraderecha se reinventa

    Las palabras de la senadora panista María de Jesús Díaz Marmolejo, La Chuya, fueron una profecía para la vida política de México. A partir de la amenaza de linchar a quienes votaran por la aprobación de la reforma al Poder Judicial, se desataron los demonios conservadores que una andanada de violencia organizada y extendida sin precedente en el país.

    Paralelamente las derrotas de la derecha intensifican la violencia en el país. Los desastres continuarán y la violencia podría crecer si no se le detiene.

    Nadie se sorprende al ver que los medios convencionales no sólo justifican las agresiones sino que las niegan en algunos casos y en otros las integran como parte de las libertades civiles de los mexicanos.

    El desmoronamiento de la oposición y la urgencia por rescatar privilegios muestran el desdén por la mayoría de la población y hace evidente el choque con la historia contemporánea de tal suerte que cada día es más difícil ganarle a Morena en las elecciones. Sería más factible que un nuevo partido de oposición surja de las propias bases morenistas que esperar a que algunos de los tres partidos de oposición actuales puedan ser competitivos en las elecciones de los próximos años.

    Pero la aristocracia mexicana no puede espera ni la escisión de Morena ni la reconstrucción de la oposición y su único camino es el golpe de Estado y para lograr. lo debe crear grupos de derecha que puedan atraer reflectores, al mismo tiempo que desgasta la imagen del gobierno por iniciar.

    El ensayo general del golpe llevado a cabo en la toma del Senado el día que se votaría para aprobar la reforma al Poder Judicial, donde además de los hijos de políticos del PRI y del PAN, de primer nivel, se mostró un grupo al que debe ponerse mucha atención, los jóvenes coordinados por José Mario de la Garza, quien se presenta como líder estudiantil, desenmascarado como hijo de José Mario de la Garza Marroquín, como aglutinador de estudiantes de universidades privadas, como el ITAM y el Tec de Monterrey, y entrenador de grupos de choque.

    La embestida de universidades privadas es cada vez más intensa, por ejemplo, veremos qué pasa con esa lamentable agresión, si el Tec de Monterrey no despide al agresor de Gerardo Fernández Noroña, de su cátedra es que está de acuerdo con esa política violenta y golpista, formando parte de estas acciones violentas con los representantes populares.

    José Mario de la Garza es un litigante permanente contra el gobierno, igual que el bufete Basham, donde trabaja el agresor de Gerardo Fernández Noroña. De la Garza forma parte del Consejo Nacional de Litigio Estratégico, bisagra del PRI, PAN y PRD en las pasadas elecciones, bajo el mando de Claudio X. González.

    José Mario de la Garza Marroquí no es un líder; es una pieza más en el proyecto de golpe de Estado. Convoca a través de las redes a estudiantes de universidades privadas para que se unan a su organización a través de los correos de fundaciones como las de Claudio X. González, entre otras del mismo dueño.

    La conformación de grupos de estudiantes de derecha recuerda a agrupaciones de triste historia e intensa violencia como fue el MURO, Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, entre cuyos objetivos estaba “combatir la intromisión comunista en la UNAM, coadyuvar a la dignificación del ambiente universitario y defender los valores trascendentales de nuestra máxima casa de estudios”. El FUA, Frente Universitario Anticomunista de Puebla, fundado en 1955, que llegaron al asesinato y agresiones que llevaron a muchos estudiantes al hospital.

    La agrupación de Garza Marroquín tiene similitudes a grupos fascistas por su corte conservador, que recuerdan las acciones de los Osos Grises, por su esquema de operación, creada en Turquía en 1968, que opera en varios países contra el comunismo y en defensa de la ultraderecha, impulsores de golpes de Estado, homicidios, sabotajes. A esta organización pertenecía Ali Agca, quien intentara asesinar al Papa Juan Pablo II, en 1981.

    A diferencia del MURO o el FUA, que combatía actividades, movimientos líderes o grupos progresistas, la de De la Garza Marroquín, crea los conflictos, los magnifica, mantiene buenas relaciones con los medios convencionales y convierte sus actividades en parte de la oposición

  • Montajes o rompecabezas golpistas

    Montajes o rompecabezas golpistas

    La estrategia de la derecha mexicana de armar montajes para luego colocarlos como pruebas de inestabilidad política ya es un juego muy manido. Crean ambientes ficticios que han formado parte de denuncias de todo tipo para desgastar al gobierno cuando en realidad sólo es un pequeño grupo de supuestos inconformes actuando según el pago que les darán por realizar ese circo.

    Sucede lo mismo con las fake news que surgen sin ningún recato en los medios convencionales y días después esa fantasía se convierte en tema de conferencias y hasta de libros escritos al vapor, como complemento de mentiras, situaciones que nunca sucedieron.

    Un ejemplo claro fue la carta que supuestamente había firmado Genaro García Luna, a la cual sólo dieron espacio los medios convencionales, dando por un hecho que se trataba de un documento auténtico, cuando en realidad ni siquiera el inculpado estaba enterado de su existencia. A partir de esa carta se le acusó a las más altas autoridades de México de tener nexos con el narco, como si fuera real una carta que por órdenes superiores difundió al esposa del criminal sentenciado a cadena perpetua.

    La agresión al Senado donde participaron los hijos de algunos militantes del PAN y del PRI como guías de boy scouts de parvulitos para hacer y deshacer en el recinto, ahora es pretexto para tratar de echar abajo la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Recurrir a una imaginaria ingenuidad de la población para allanar el camino de lo que la oposición considera es política debería ser sancionada severamente.

    Desde luego que de inmediato unos denunciarían represión y los medios gritarían a los cuatro vientos que su libertad de expresión estaba coartada, como si la mentira fuera la realidad y lo demás sólo anécdotas aislados.

    Las trampas informativas de la oposición no solo son repetitivas sino previsibles. De un acto aparentemente espontáneo surgirán otros como si se tratara de un evento nodriza que dará frutos al por mayor en beneficio de la falsedad.

    La política de la derecha carente de ideas y propuestas, debe basar su andar por el panorama mediático a partir de montajes, exigiendo perfección en toda acción del gobierno y cuestionado cualquier declaración, proyecto o programa que emane de las oficinas de gobierno en sus tres niveles.

    La oposición dejó de hacer política para dedicarse a ser la fe de erratas del gobierno. Como sucedía con los conquistadores españoles que destruían los ídolos de los ancestros para imponer una religión únicamente con la divulgación de dogmas de fe. Sin más arraigo ni evidencias que las palabras de los sacerdotes que llegaban al nuevo mundo.

    Los conservadores tienen esas raíces creen que la población carece de memoria, insisten en que quienes votaron por el actual gobierno son ignorantes y que son fáciles de manipular o comprar. No les queda otra, porque de no ser así ellos quedarían precisamente como avaros que quiere recuperar los viejos privilegios, así como los curas lloraban por perder sus lujos con las Leyes de Reforma.

    Los montajes son la herramienta favorita de una derecha que sólo tiene el teatro y el circo como única forma de hacer política. Habrá quienes les creen que, afortunadamente, cada día son menos.

    Mientras haya alguien que crea en las mentiras, voluntaria o involuntariamente, son una abstracción que se aproxima peligrosamente a la verdad.

  • Golpistas o terroristas

    Golpistas o terroristas

    Cuando algunos gobernadores de Estados Unidos, como Gregg Abbott, insisten en que debe calificarse a los narcotraficantes mexicanos como terroristas, para que la CIA absorba un mayor presupuesto y la DEA y el FBI rindan pleitesía a esta agencia que no depende directamente del gobierno de la Casa Blanca, los banqueros del otro lado de la frontera rezan para que no suceda porque se quedarían sin ingresos importantes por lavado de dinero.

    La propuesta hecha a Joe Biden tenía como objetivo final preparar una andanada militar contra México, con el pretexto de combatir el narcotráfico y así asustar a los migrantes que intentaran llegar por Texas a la pesadilla norteamericana.

    En México, los cambios no sólo hacen historia sino que sirven e inspiración a otras naciones para realizar transformaciones similares, por lo que en el contexto de América Latina la les sería más justa si se considerara a los golpistas terroristas, quienes en esta parte del continente tienen complicidades en varios países que van desde Estados Unidos hasta España, como sucede exactamente con los terroristas. Varios países han nutrido financieramente a asociaciones mexicanas evidentemente golpistas.

    La comunidad internacional suele imponer criterios políticos desde fuera sin conocer a fondo la problemática de algunos países, principalmente si no mantienen un ritmo ascendente en su desarrollo económico basado en la dependencia y la corrupción, por eso los estadounidenses no quieren el orden que implica la reforma al Poder Judicial. Pero lo fuerte de América Latina y su historia no es la economía sino la política, de al cual han aprendido hasta los países desarrollados. Un ejemplo es la transformación del Poder Judicial en Estados Unidos.

    El daño que han hecho a los derechos humanos de los hombres y mujeres latinoamericanos es superior a las agresiones violentas de los territorios en el mundo entero. No habría razón para que quienes intervengan en los golpes de Estado, enemigos confesos de las leyes y los gobiernos democráticos sean investigados, perseguidos y sancionados como terroristas, con penas ejemplares.

    En las leyes del mundo, no hay lugar para los castigos a los golpistas; el contrario, hay estímulos para que se multipliquen y México no está exento de este grave problema, ahora más que nunca, con Poder Judicial añejo, herido de muerte; medios aullando por un subsidio inmerecidos, analistas políticos exigiendo “apapacho”, una derecha agonizante y un empresariado resentido porque debe pagar impuestos.

    La impunidad campea en México desde los segmentos de la población ansiosos por recuperar sus privilegios y juegan tanto dentro de la ley como fuera de ella sin que haya justicia que los sancione, los jueces se dicen perseguidos políticos, los medios y sus escribanos se dicen víctimas de la libertad de expresión coartada, los empresarios lloran al decir que se atenta contra la libertad privada.

    Todos ellos juegan un doble papel para que, ante cualquier intento de sancionarlos, acudan a las instancias del extranjero para que den vuelo a la información de represión. En este caso las instancias fuera del país, que deben procurar la paz y fortalecer la democracia, impulsan las intervenciones militares y subsidian la caída de presidentes elegidos mayoritariamente en las urnas por la población.

    Quienes ahora denuncian represión en foros internacionales, desde Norma Pina hasta legisladores panistas, en su momento fueron parte de la represión contra el pueblo mexicano. Lo sabe la ONU, la OEA, USAID, NED, desde el vecino del norte, y en el país, la fundación de Alejandro martí, Valentín Díaz Morodo y Antonio del Valle.

    Más de un golpista en américa Latina ha ordenado asesinatos. Los inconformes con los resultados electorales han orquestado homicidios contra su propia gente para culpar a los que quiere destituir por la mala. Esto es terrorismo.

  • El guión fallido de la derecha

    El guión fallido de la derecha

    La derecha acomoda la realidad a su narrativa. La narrativa sobre la realidad antecede a la realidad misma. Se trata de un guión que elaboran y le van colocando piezas de realidad para que ajuste en su discurso.

    Por ejemplo, los cambios de ruta del Tren Maya no se debieron al hallazgo de piezas arqueológicas sino al hecho de que eran del nuevo camino eran propiedad del Presidente y los vendió a un sobre previo al gobierno; este es solo un ejemplo de la fantasía creada alrededor de hechos reales que tienen su epicentro en los medios.

    Así, los conservadores conscientes de que su información es segada y tiene elementos de fantasía sigue con público. Para los noticiarios es más fácil reproducir una realidad que se acomoda al discurso conservador, que darle a discurso elementos de la realidad.

    Este cambio cotidiano no sólo es evidente sino que permite hacer más comprensiva la realidad actual porque guarda en forma y fondo la continuidad simplona con la información del pasado, donde todo estaba bien, quienes tenían la razón eran los poderosos y el pueblo era simplemente un espectador de la historia.

    Al cobrar el pueblo conciencia de la responsabilidad la realidad de vuelve completa, tango que los medios tradicionales no saben cómo reflejarla. No les interesa darle espacios a los integrantes de la población, sobre todo porque implicaba restarles espacios en los medios a los poderosos cuya palabra era una especie de decreto monárquico que dictaba la conducta de los mexicanos y la agenda de la información.

    De esta manera hay medio que continúan con los contenidos viejos, con formatos añejos con contenidos tradicionales y muy fáciles de reproducir pero también de entender. Porque la realidad de los últimos seis años no es fácil entender, sobre todo porque hay poca información de leyes e historia que son los marcos que rigen toda percepción de la realidad concreta, y deben regir, la información en todo el mundo.

    Desde luego que estas adaptaciones de la realidad a la narrativa conservadora llegan al absurdo y es donde precisamente la gente empieza a marcar el punto exacto dónde termina el pasado y empieza el presente. El maniqueísmo inmortal, donde el mundo se divide sólo entre dos partes, bueno y malos y blanco y negro, domina el discurso de la derecha.

    Para el panorama conservador el hecho de que el hijo del Presidente compita por la secretaría general de Morena forma parte del proyecto de reelección de Andrés Manuel López Obrador. Hijos de ex presidentes tuvieron cargos en el gobierno, no sólo en el partido y nunca hubo un mínimo signo de alarma en los medios, ahora éstos consideran un acto de nepotismo y de falta de democracia, a pesar de que Andrés Manuel López Beltrán haya sido fundador de ese partido.

    Pero en las noticias de la derecha hay esperanzas con sus hijos, quienes en los últimos meses han mostrado y demostrado su personalidad, empezando por Juan Pablo, hijo de la candidata Xóchitl Gálvez, quien insulta, golpea, empuja amenaza a un trabajador de restaurante en Polanco.

    Pero no es el único Juan Pablo, junior y delincuente, hay otro Juan Pablo Beltrán, hijo de Carolina Viggiano secretaria general del PRI, quien formó parte de las pandillas que forzaron las puertas del Senado el día de la aprobación de la Reforma Judicial, vandalizando el recinto y robando objetos de valor.

    Hay otro Juan Pablo no menos violento y peligroso, Juan Pablo Calderón Zavala, hijo del ex presidente y la actual diputada panista, quien también formó parte de las hordas que violentaron la entrada al Senado ese día, causando en daños pérdidas por más de tres millones de pesos.

    Para no por más lejos Mariana Moguel Robles, hija de Rosario Robles, es grabada golpeando una puerta del Senado, luego negaría que es ella, sabiendo que ese recinto nunca volverá a ser de la familia ni de su partido.

    El último de la lista de juniors infractores, es Alejandro Moreno Arceo, hijo de Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, quien trató de dar portazo en el Congreso de Campeche para evitar que fuera aprobada la Reforma al Poder Judicial.

    Entre las depredadoras del senado estuvo presente una integrante de la campaña de Xóchitl Gálvez, Jimena Villicaña; no podemos dejar atrás a Carlos Mori, ahijado político de Santiago Creel y vocero de las Marchas en favor del INE.

    También podemos nombrar a quien condujo a algunos estudiantes de la Ibero, ITAM, Anáhuac, cuyo grupo de choque encabeza José Mario de la Garza Marroquín, quien trabajara, hasta hace algunos meses, en Mexicanos Contra la Corrupción, propiedad de Claudio X. González.

    No se sabe si asistieron por falta de seguidores de sus respectivos partidos, por entrenamiento golpista o por simple diversión para darle rienda suelta al resentimiento que les causa las continuas derrotas. El hecho es que esos “inocentes manifestantes pacíficos” se restregaban los vidrios de las puertas en la cara para señalar represión de los policías y decir que fueron reprimidos.

    Hay factores de la realidad que se salen del guión, que no están considerados en la narrativa conservadora y sus contenidos no llegan a los medios tradicionales, eso que todavía favorecen con su consumo, quienes quieren pensar poco al informarse y ver la realidad como un espectáculo al que no deben acercarse nunca.

  • Medios o partidos políticos

    Medios o partidos políticos

    La visión de los integrantes de Radio Fórmula ratifica la cohesión de pensamiento conservador impuesto por los propietarios de esta radiodifusora y los vínculos de sus comunicadores con la crema y nata de la nobleza mexicana.

    Es famosa la presión que ejerció dicho medio contra el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien fue presionado para darle publicidad y al negarse, echaron a andar la maquinaria de mentiras en su contra para desgastarlo como una venganza por no firmar contratos con ese nido de ratas en el que se ha convertido Radio Fórmula.

    Para quienes todavía no entienden la política, la visión de la realidad no sólo está conformada por buenos y malos sino por victorias y derrotas, propias de quienes sólo hacen cuentas alegres con números de fantasía y realidades elaboradas en laboratorios de la oposición.

    Esta es la visión de un encuestador que debe ser imparcial si quiere mantener la credibilidad en su empresa, pero el odio es superior a su ética profesional y a su profesionalismo como encuestador y se atrevió a decir que, si la reforma al poder Judicial no era aprobada, sería una gran derrota para el presidente.

    Ansiosos de que el Presidente tenga una derrota importante los medios se quedaron con las ganas de descarrilar el proyecto y sólo pudieron servir de comparsa a la violencia golpista haciendo invisibles las movilizaciones de apoyo a la reforma al Poder Judicial.

    El maniqueísmo, propio de los analfabetas políticos que quieren ver todo como en una película entre buenos y malos, impide ir más allá de cálculos mecánicos en su trabajo, incluso en las encuestas adquiridas en preventa.

    Cuando la consigna rebasa el profesionalismo de los medios y la ética de sus trabajadores es que la desesperación es tan grande que nada les queda por hacer. Muestra de que han perdido todo, y sólo les queda un resquicio de credibilidad para un grupo de necios que quieren seguir escuchando las mismas voces con las mismas mentiras para no sucumbir ante una realidad que los avasalla.

    La postura de un encuestador cuyas metodologías no eran ni buenas ni malas, con tambaleante certidumbre, ni precisa ni imprecisa, exhiben una parcialidad que deben colocarse en el grupo de Massive Caller y México Elige, bastaría comparar sus pronósticos con la realidad. Los términos medios en los resultados de los sondeos no requieren metodología sino manipulación que es la manera en la que trabaja la encuestadora Mitofsky, cuya credibilidad acaba de asesinar su propietario con calificaciones como la de considerar una gran derrota la desaprobación de la Reforma Judicial, donde hay juezas que provienen de table dance, como la que intentó, desde Morelos, sus pender la discusión sobre la reforma al Poder Judicial.

    Es decir, los conservadores apostaron su resto a una consigna que ni siquiera puede llamarse entelequia. Pareciera la última batalla de los corruptos antes de rendirse. La lucha por la Reforma al Poder Judicial, fue la última esperanza de una derecha que no le quedaba otra alternativa que unirse a los corruptos para evitar la pérdida de identidad opositora.

  • Los jueces de chayote

    Los jueces de chayote

    Los integrantes de la cúpula del Poder Judicial consideran sus privilegios un derecho, así como algunos periodistas creen que es una prestación laboral el chayote. No conciben la vida sin estar dentro de un círculo donde nunca debieron estar y ese círculo se llama corrupción.

    Se sataniza a jueces y columnistas, reporteros y ministros como si fueran el principio y el fin de la maldad, pero en ambos casos sólo son instrumentos, herramientas de un poder mayor. Incluso los medios son un poder medio, precisamente dentro del juego político que concentra en los agentes visibles la atención de la población, como si se tratara de pararrayos que reciben la descarga, al mismo tiempo que protegen el edificio en el que están instalados.

    Lo que está detrás de ministros y medios, columnistas y jueces es lo que afecta al país directamente, es la fuerza que los utiliza como carne de cañón para proteger sus intereses; sin embargo, se consideran parte de esa riqueza desproporcionada que defienden, así como algunos empleados de la iniciativa priva, incluso del gobierno que se consideran parte del empresariado siendo asalariados, explotados, manipulados y desconocen las razones de esa intuitiva manera de adoptar una posición social o política.

    En su aspiración de ser como ellos, confunden las distancias y desconocen las diferencias hasta que son despedidos cobran conciencia de su verdadero lugar en la sociedad. Lo que hay detrás de esa manera de considerar que la aspiración es una actitud más cercana a la fantasía que a la realidad mueve a buena parte de una clase media individualista donde el trabajo en equipo es una utopía, y sólo la competencia entre iguales puede lograr los sueños anhelados.

    Detrás de grupos, posturas, movilizaciones, hay grupos poderosos que esos aspiracionistas que se consideran parte de una clase a al que no pertenecen y consideran tener un poder que no poseen impiden su visualización. Esa es la verdadera tarea de estos sicarios de la justicia y la información, por sólo citar dos actividades que encajan perfectamente en los poderes fácticos más despreciables en México, Latinoamérica incluso en buena parte del planeta.

    La carne de cañón es la infantería que dice tener, en sí misma, razones para una guerra donde la victoria nunca les permanecerá aunque ganan todas las batallas. Su estridencia no hace más que ocultar los verdaderos rostros del combate.

    Antes de las elecciones de 2018 empezaron a salir de sus madrigueras algunos de ellos, empezando por Claudio X. González, quien al salir primero a dar la cara no quiere decir que sea el más valiente sino el menos importante, es decir, el más necesitado en todos los sentidos, pero principalmente urgido por rescatar los privilegios. Mientras más rápido salen de su madriguera denotan el grado de urgencia y el nivel que ocupan en esa secreta cofradía de los poderosos.

    Estar ocultos, forma parte del poder, no conocer el rostro es propio de quienes envuelven en un misterio, como una especie de deidad que debe ser ocultada y visible sólo para iniciados. En un rango muy similar al dela mafia, que posteriormente adoptarían los narcotraficantes, donde sólo los elegidos pueden tener contacto con quienes explotan y discriminan, marginan, engañan, manipulan a la población, pero como fueron considerados héroes en el pasado, mantienen ese rango de paladines aunque en realidad ocultan su modo de vida de bebés consentidos del sistema.

    Es precisamente en esa inmadurez social y política en la que se desarrollan algunos de los más poderosos empresarios que no permiten, más por capricho que por conveniencia, que se les mueva el tablero del juego, por eso impiden reformas o retan las leyes o manipulan las noticias. Cuando las cosas cambian y no se tiene la capacidad de adaptación se lucha por el pasado pero también se teme al futuro en las grandes esferas de quienes están acostumbrados a ganar.

  • Propuestas atraen votos

    Propuestas atraen votos

    Algunos medios están acostumbrados a que se vote en las urnas por las simpatías, como si todo fuera un espectáculo televisivo, casi un circo, pero la cara bonita o el alarde de comicidades obligan a desdeñar las propuestas. Las propuestas no son parte del triunfo electoral sino la esencia del mismo.

    Así, entre los medios poco honestos se ventila la idea de que los mexicanos votaron por Claudia Sheinbaum sólo por seguir los lineamientos de Andrés Manuel López Obrador y no por los programas que anunció hasta el cansancio durante su campaña, entre las que se destacaba la reforma al poder Judicial y l desaparición de organismos parasitarios que trabajan en nombre de la democracia y la transparencia, sin lograrlo.

    Las promesas de campaña fueron consignas que dejaron de respetarse por los presidentes en el pasado hasta perder trascendencia. Ahora las propuestas son un asunto adicional en campañas y más aún cuando se ganan las elecciones. Parte sustancial de los programas que movieron a los mexicanos para votar por Morena fue la reforma al Poder Judicial, que es una urgente necesidad para que los mexicanos sean en realidad libres, porque mientras haya corruptos entre quienes deben administrar la justicia nadie está fuera de peligro.

    Las propuestas de los candidatos deben recobrar el valor que originalmente tenían, antes de su devaluación y pérdida. Se vota por las propuestas sin importar si el candidato o la candidata viste ropa de marca, o es guapo o bonita. Incluso muchas veces no importaría el partido cuando hay propuestas en realidad sólidas y en beneficio de la población, sin propuestas no hay candidato que valga, pero se ponderó al candidato como producto y al partido como marca, en un intento por fusionar el marketing con la política y arrojó un híbrido que sólo condujo a la derrota en las urnas.

    Es dentro de ese marketing donde todavía están instalados de los conservadores, al fin y al cabo, nostálgicos del pasado, de ahí que afirmen, a veces convencidos, que nadie votó por la reforma al Poder Judicial, cuan do fue uno de los móviles de la votación a favor de Morena.

    La oposición acostumbrada a este tipo de novedosas formas de ver la vida pública como si se tratara de jabones o perfumes, se dedicó a cuestionar a más de un candidato de Morena por su forma de vestir, por su aspecto físico, por el automóvil que poseía y por el lugar de residencia. Esas fueron sus argumentaciones de campaña para desgastar al contrincante, en lugar de tener propuestas válidas para crear cuadros políticos sólidos, en busca de algo concreto y de beneficio común.

    La oposición en el Congreso se dedicó a hacer gala de su costumbre discriminadora, clasista y autoritaria en nombre de las apariencias de las personas. La gente no quiere apariencias en los políticos, ya sufrió las consecuencias de votar por el más guapo, que también era el más imbécil. Podemos recordar las intervenciones en tribuna en ambas cámaras, donde se ventilaba agresividad en lugar de razones e insultos en lugar de proyectos y denuestos en lugar de iniciativas.

    La adopción de una manera de hacer política dentro de la mercadotecnia fue sólo un experimento que no funcionó. Se acabó. De ahí que algunos de los que viven en el pasado, consideran que las propuestas se olvidan para no cuestionar al funcionario en turno.

    Una de las características de los conservadores es poder deshacerse con facilidad y rapidez las viejas costumbres que, aunque hayan mostrado y demostrado su inutilidad, siguen utilizándolas hasta que se vuelven vicios. Como ejemplo está la persistencia de seguir formando parte del público de los medios que han mentido, pruebas fehacientes y evidencias tangibles lo demuestra, pero siguen por una costumbre que todavía no pueden desechar.

    Los programas son la sustancia del candidato, a veces superiores a algunos de esos abanderados, lo que importa es cumplirlo y rebasar expectativas, para demostrar que el candidato puede ser superior a sus propuestas, para convertirse, así, en líder.

    La política ya no podrá concebirse sin propuestas realmente sociales que le dan solidez al discurso y contenido a los políticos, sean candidatos o funcionarios públicos. Sin propuestas la dirección del voto estría sin brújula. Pensar que se votó por Morena sin tomar en cuenta sus propuestas expuestas en campaña hace evidente la intención de los medios para confundir a la población y detener el proceso de toma de conciencia.