Etiqueta: José García Sánchez

  • La disidencia de WhatsApp

    La disidencia de WhatsApp

    La manera más cómoda de participar en política desde el sillón de la sala es a través del WhatsApp. Sin duda una de las formas más pasivas de la actividad social que ha dejado a parte de la clase media sin muchas ganas de salir a la calle, porque considera que con enviar un meme su posición está definida y su postura política precisada.

    La costumbre de tener todo con sólo oprimir un botón lleva a jugar a la participación política a adultos poco informados y peor capacitados académicamente. Todas las consignas de la disidencia por celular son anónimas, nadie firma, nadie muestra metodología, nadie se atreve a dar nombres de quienes lo elaboran de tal manera que en resumidas cuentas esos mensajes y anda es lo mismo, pero es la púnica manera de algunos de sentirse informados, es decir, mejor informados que la mayoría con anónimos que no tienen origen pero su destino está muy bien definido.

    El hecho de informarse cómodamente dentro de la comodidad que bien puede convertirse en prisión, habla de una postura no confortable sino temerosa. El mensaje e invasivo, porque llega directamente, sin escalas ni permiso a la vista de alguien. Ya en ese momento se trata de un acto intrusivo y, por lo tanto, agresivo, perturbador, intimidante. Un atentado a la privacidad que no siempre suele ser agradable ni forzosamente causa risa.

    En los mensajes de la disidencia de celular se toma por asalto la credibilidad de quien lo envía y abusa de la confianza de quien lo recibe. En un juego de poder que marca la superioridad de quien lo manda como ser superior ante la ventaja social y política de estar mejor informado, como parte esencial de la superioridad.

    La disidencia de WhatsApp no es un intercambio amable de información, con más imaginación que evidencias, se trata de una práctica llena de miedo. El sólo hecho de pensar que se está equivocado, producto de una inconsciente noción de ignorancia profunda, le impulsa a limitar su participación social a un par de botones. Es una lucha social aislada, que se anula a sí misma, pro llena de miedo, de inseguridad de definición y de valentía.

    Cuando se intercambia “información” por el celular se evade la participación, si hay mentira o desvío de la realidad no es su responsabilidad sino de quien lo creó, pero si gusta el mensaje agrada a la persona o la agrede según el caso. Es decir, es una agresión o el inicio de una coincidencia, al fin y al cabo, es la necesidad de ser tomado en cuenta.

    Mantener un constante intercambio de mensajes políticos anónimos resulta una enorme irresponsabilidad social, que denota inmadurez como ser humano, así como lo es la indefinición personal. Una falta de precisión de la personalidad, porque quien envía se convierte en ariete violento que termina siendo un autoengaño.

    El anonimato es la manera más cobarde de la acción política y social, se encuentra en cada mensaje que el teléfono envía como si se tratara de dar un puñetazo en el rostro de quien no piensa como nosotros. Ese tipo de mensaje denota la incapacidad de mantener un debate real, una discusión de altura, una exposición de motivos basados en el conocimiento y la información, simplemente porque no hay detrás ni información ni preparación.

  • Dependencia periodística

    Dependencia periodística

    En la mayoría de los medios en el mundo se aclara, en algún rincón de sus espacios, que la opinión de quienes firman sus artículos o columnas son responsabilidad de ellos mismos. Tan libres como su capacidad de análisis les dicte estos comentaristas tienen todo el derecho a ver la realidad a través del color que quieran.

    Sin embargo, en México, hay medios que siguen pensando que el mejor periodismo se realiza en el vecino país del norte. Lo cierto es que la variedad de información política no puede limitarse a dos partidos. La propaganda sobre la ética de los medios estadounidenses llena las carteleras cinematográficas desde hace muchos años.

    Aquella aventura de Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas que descubrieron el Watergate de Richard Nixon obligándolo a renunciar a la Presidencia de ese país, se convirtió en un ícono que sirvió para calificar un periodismo parcial mentiroso y sesgado, creando un mito.

    Así, en México algunos despistados todavía consideran que el vecino país hay periodismo. La admiración es tan intensa como injustificada y en ese plan malinchista de ver lo mejor en otros países confunden, desde hace muchos años, lo que dice una persona con la posición propia del periódico estadounidense donde escribe.

    Es el caso de personajes nefastos del periodismo convencional mexicano como Pascal Beltrán, Ricardo Alemán, Loret, entre otros, quienes aseguran que The Wall Street Journal señala que la reforma judicial quiere arrebatarle la independencia al Poder Judicial e incorporar a los jueces bajo el mando del Ejecutivo.

    Se trata de un artículo de opinión firmado por Mary Anastasia O’Grady, editora del periódico pero no diseña la línea política del periódico, identificada como una creadora de fake news, con trayectoria en la manipulación como cuando dijo desde su espacio que Fidel Castro había creado un virus para compartirlo con los aliados islámicos, o que Hugo Chávez y Daniel Ortega daban refugio a terroristas. Hace un par de años vinculó al presidente López Obrador con la política iraní, entre otros muchos rumores dónde muestra más odio que investigación.

    Su enemistad contra los gobiernos progresistas es tan obsesiva como injustificada. Incluso en su país ha sido severamente cuestionada por Jimmy Carter.

    Ante esta situación, que no es desconocida por nadie en México, ya que en algún momento habló de su trayectoria el presidente en una de sus conferencias matutinas, periodistas de la fachiza aseguran que no lo dijo Anastasia sino el diario estadounidense, tergiversando totalmente la trascendencia de lo comentado.

    Los manipuladores de los medios mexicanos intentan confundir a los lectores mexicanos haciendo creer que se trata de una postura del periódico y no una opinión personal con el objetivo de desgastar de esta manera al gobierno. La fuerza de una opinión o de un diario proveniente de Estados Unidos siempre deberá analizarse hasta encontrar las causas de esas mentiras que intentan ser agresión es; sin embargo, opinión personal y política del periódico tienen dimensiones diferentes.

    Todo lo que viene del extranjero es, para algunos, verdad absoluta, una orden divina, a los periodistas de otros países los consideran perfectos, inamovible, genios. Que ellos se reconozcan mediocres no quiere decir que puede generalizarse esa condición.

    La dependencia a lo extranjero por parte de una clase media poco ilustrada y peor informada se convierte en un peligro para la verdad dentro del periodismo en particular y para México en general.

    El periodismo mexicano tradicional parece estar en busca de su identidad, se ve rechazado por un gobierno que ya no le subsidia sus versiones personales de la realidad, una realidad que les es adversa a todo lo que escribió y comentó en sexenios anteriores.

    Confundir el árbol con el bosque ha sido una tradición entre algunos medios convencionales que al momento de necesitar elementos para fortalecer sus imaginarias noticias recurren a la manipulación tratando de extraviar al público que está más ubicado en la realidad que muchos columnistas del pasado.

  • Injerencia de Canadá y Estados Unidos

    Injerencia de Canadá y Estados Unidos

    Resulta sintomático el hecho de que sean precisamente los socios comerciales de México los que estén en contra de la Reforma Judicial. En Estados Unidos 43 de los 50 estados los miembros del poder judicial son electos por la población y el embajador viene a unir fuerza con Norma Piña contra dicha transformación.

    Los inversionistas del norte están acostumbrados a tener en el resto del continente su patio trasero, empezando por el más próximo que es México, mientras en el resto del mundo lo que quieren es certeza jurídica que aquí todavía no la hay si no se aprueba la reforma al Poder Judicial.

    Los capitalistas de Canadá y Estados Unidos se acostumbraron a tratar con presidentes sumisos a sus órdenes, los hubo hasta agentes de su agencia de espionaje. Es por ello que las leyes de comercio internacional les estorban. Una vez instalados con sus empresas, el desarrollo legal de su producción es tarea de los jueces corruptos para explotar más y pagar menos. Incluyendo evasión fiscal y acoso laboral.

    Los empresarios de los países socios, integrantes del TLC, no han dejado de invertir en México, primero por las facilidades fiscales, de mano de obra barata, de carencia de derechos laborales, de sumisión de los sindicatos y sumisión de los jueces, con la anuencia de los funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno.

    Ahora, no sólo incrementan el monto de sus inversiones sino que llegan más empresas de esos países. De hecho, puede hablarse en este momento de repatriación de capitales, que salieron desde la campaña de López Obrador y ahora regresan ante la certeza jurídica a nivel de comercio internacional. Esto nada tiene que ver con la Reforma Judicial que se discute, pero ya dentro del contexto de la producción, hay un sinnúmero de temas que tienen que ver con esos jueces que no se identifican por su honestidad sino por aquellos que más dinero pueden aportarles.

    Es decir, la reforma Judicial, en el caso de los inversionistas extranjeros de Canadá y Estados unidos también contribuye a fortalecer los derechos laborales de los mexicanos en su propio país.

    Aunque los embajadores de esos países, Ken Salazar, de Estados Unidos y Graeme Clark, de Canadá afirmen que la aprobación de la reforma tendría impactos en el acuerdo comercial, en realidad lo que se busca deteniendo esa reforma es la impunidad. Independientemente de la injerencia que estas opiniones implican.

    México nunca ha opinado sobre las leyes internas de sus socios comerciales, a pesar de que algunas de ellas afectan directamente a los mexicanos. Sorprenden las atribuciones que ambos diplomáticos se toman para servir de muñecos de ventrílocuos de sus gobiernos al advertir peligros que no existen.

    Canadá no sólo es el socio más lejano en cuanto a ubicación geográfica, también en cuanto a cordialidad y amistad. Las minas canadienses en México carecen de condiciones laborales favorables, un ejemplo de ello es la Mina San Rafael, en Cosalá, Sinaloa que estuvo en huelga más de un año por las condiciones infrahumanas de los mineros mexicanos.

    Esa mina propiedad de Américas Gold and Silver, que encabeza el canadiense Darren Blasutti, ocupaba hombres y mujeres en una mina insegura que debió mantenerse cerrada ante el peligro y la contaminación que representa.

    Además de esta mina, Canadá tiene empresas como Torex Gold, concesionada la mina El Limón en Guaje, Guerrero; Agnico Eagle Mines, tiene la mina Pinos Altos, en Chihuahua; la Equinox Gold, con la mina Los Filos, en Guerrero; Alamos Gold, con la mina Mulatos, en Sonora; Panamerican Silver, con La Colorada, en Zacatecas, entre otras.

    A los dueños de las minas no les conviene una reforma judicial en México porque teniendo certeza jurídica ellos no pueden abusar de los trabajadores mexicanos y se verán, además, obligado a reportar con precisión la cantidad de minerales que sacan del país, de los cuales no hay un control estricto.

    No se van del país, ni traspasan sus negocios, porque aún con la reforma judicial, tienen contratos por decenios que los gobiernos anteriores les otorgaron a cambio de dádivas a los respectivos presidentes que subastaron el país.

    Al opinar sobre las reformas legislativas de México, los empresarios de los países socios consideran que las concesiones son propiedades y que en cualquier momento pueden ser canceladas, como sucedió en Calica (Calizas Industriales del Carmen) con empresarios estadounidenses por la depredación que implicaba su operación.

  • El pueblo antigolpe

    El pueblo antigolpe

    Luego de seis años de ser oposición, como nunca antes lo había sido, el PRI y el PAN, todavía no muestran sus objetivos políticos, los cuales, de existir, se hubieran frustrado a lo largo de este lapso pero hubieran sucumbido igualmente ante los resultados electorales del pasado 2 de junio.

    Buena parte de los votos negados a la oposición se debieron a la falta de propuestas, las cuales nunca fueron más allá de la intención de derrocar a la Cuarta transformación a golpe de insultos y gritos en el Congreso.

    La oposición está tan débil en México que debió echar manos de entes auxiliares, no sólo en lo político sino en lo económico y ejemplo más claro es la agrupación mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad que encabeza el mismo Mecenas que unificó a la oposición, cuyos intentos eran similares a los partidos que comanda, es decir, sin más proyecto que derrocar a la 4T.

    La tarea aparentemente altruista de Mexicanos contra la Corrupción tenía significados políticos aunque aparentaba ser una especie de agencia noticiosa que realizaba periodismo de investigación, nunca desprovisto de consignas y blancos preciso, más similar a una célula terrorista o golpísta que una asociación civil.

    Por si fuera poco, sus ingresos no sólo provenían de socios y amigos de la generosidad a favor de los grupos vulnerables, sino de empresarios “afectados” por las disposiciones del gobierno de la 4T, como la obligatoriedad de pagar impuestos.

    Los grupos de apoyo a la oposición no se limitaban a fundaciones bajo el mando de Claudio X. González, a cuyos integrantes llamarían a la mitad del sexenio “la sociedad civil” por necesidades de quórum en las marchas, también pueden contarse en esta embestida los medios d comunicación convencionales como Televisa, TV Azteca y diarios de viejo cuño. A éstos se sumarían otros más radicales y con propuestas “informativas” muy definidas como Atýpical y Latinus.

    Esto sin contar una constante y millonaria ayuda de Estados Unidos, que creció considerablemente en los últimos años de mandato del presidente López Obrador.

    Luego de todos esos esfuerzos empresariales, riesgos financieros, pagos de salarios millonarios deberían peguntarse por lo que lograron y la respuesta es la misma que la de los partidos opositores: nada.

    El clero en general y en especial la CEM mantuvo un ritmo constante de trabajo político a pesar de que se los prohíbe la Constitución en su artículo 130, pero con los mismos resultados, y gozando de la misma impunidad que el resto de estos grupos que se cobijaron en la libertad de empresa, en la libertad de expresión, de culto religioso, etc.

    Seis años de esfuerzos infructuosos exigen un cambio de estrategia en la que ninguno de ellos ha pensado, sólo toman en cuenta la radicalización de posturas y la intensidad de las acciones, incluyendo la violencia. En México la oposición conservadora se divide entre quienes quieren transformación dentro de la derecha, incluyendo a toda esta pléyade de personajes y los que sólo piden radicalizar posturas.

    La derecha internacional, fusionada en estos casos con la ultraderecha, está atenta a prestar ayuda, de todo tipo para desestabilizar al gobierno de México que está por comenzar. El apoyo internacional tiene que ver desde una guerra sucia de declaraciones hasta una guerra real que irrumpa a sangre y fuego en la estabilidad actual.

    El gran enemigo de estos propósitos es, como debe suponerse, el pueblo. Si algo ha detenido o aplazado una escalada más violenta al estilo de María Corina en Venezuela, es la cantidad de mexicanos que apoya al actual gobierno. Barrera que contiene no sólo a la oposición sino a la influencia de la derecha.

    Si se permite una sola concesión a la oposición, por mínima que sea, se está dando permiso para que tienda puentes a la invasión, desestabilización, intromisión, de la derecha golpista que desdeña la democracia.

    Si es el pueblo el que mantiene la estabilidad política, debe ser el pueblo el que en realidad tenga el mando, de otra manera el número de votos a favor de la 4T, suficientes para evitar un golpe de Estado, podría disminuir en lugar de crecer, en orden y en las urnas.

  • El México de los medios

    El México de los medios

    En México no se vive la violencia, se padece una información exacerbada sobre la violencia. Esa información infunde miedo por una situación que nadie ve ni toca, se convierte en un dogma de fe como si se tratara de un misterio religioso que sólo debe existir dentro de la religiosidad de los medios convencionales. Si no se cree en los medios convencionales no hay contacto con la divinidad aunque se aleje de la realidad, situación paralela que sostiene a la derecha. Si no hay fe se le condena al ateísmo de la desinformación que, en resumidas cuentas, es el mejor camino para conocer la realidad.

    Mucho de lo que se cree que existe solo puede encontrarse en los medios. La realidad que percibe directamente el ciudadano sólo existe en su recuerdo que tiende a transformarse en imaginación ante las apabullantes noticias falsas de la televisión. Bien dicen que el momento es importante cuando se convierte en recuerdo, pero la suma de momentos importantes resulta un sueño vivido, que dejó de pertenecer a la realidad porque ahora sólo son datos lo que en su momento fueron emociones.

    Anteriormente se temía por la violencia, ahora se dice que, en tal región, en dicha zona, en tal colonia, o barrio el promedio de asaltos es de uno cada hora. Un dato duro producto de la imposición de un criterio que empezó como emoción y terminó siendo un número, que imponen como dato duro y real.

    Los medios han dejado de informar para ofrecer experiencias, sensaciones, emociones que pueden acercar a sus consumidores o alejarlos de la realidad según su estrategia y ubicación ideológica. El poder de la información, más allá de su aparente acceso a todos y cada uno de los habitantes del mundo crea una monarquía de información. El reino de mostrar lo que cada quien dice que sucede. Pueden desaparecerse cosas, hechos, personas, con el simple hecho de dejar hablar de ellos en los medios.

    Si la historia se escribiera recopilando la información de los medios convencionales encontraríamos un país inexistente, inconexo con la población, una realidad no sólo paralela sino distante, cada vez más distante.

    El reino de la información crea sus propios lacayos. Dime a quién le crees y te diré cómo piensas. Los habitantes del mundo se envían su ubicación en un segundo, aunque todos vivan en los suburbios del celular y su información. Es decir, son vecinos cercanos, las distancias no importan, sólo la comunicación que empieza aparentando emociones, recuerdos, sueños extraviados y degeneran en datos.

    El que posee más datos es el líder, el mejor, el más admirado. El que sorprende con más impactos noticiosos, sea su contenido verdad o mentira. En esta suma de cifras, fechas y nombres radica el conocimiento pero no el pensamiento que ahora se aleja de su práctica cotidiana hasta abandonarlo a su suerte. El reino de la información no requiere de la verdad, sólo la coloca como zanahoria al caballo de los medios para que camine a lo largo y ancho del planeta engañando. Mostrando la realidad a de quienes colocaron la zanahoria al frente del caballo quieren convertir en verdad.

    Ya lo dijo Byung-Chul Han, “El orden digital pone fin a la era de la verdad”. Si antes debíamos cuestionar a los medios que todavía no eran desenmascarados, ahora es necesario darse cuenta de la intención de la información, viendo a través de los anteojos de la conciencia, sin ellos nada es cierto, aunque lo demás digan lo contrario.

    La revolución de las conciencias no es un eslogan ni una consigna, es la huella que el actual régimen deja en la historia, es más profundo que un proyecto político y más complejo que la trayectoria misma de Morena.

  • Ultraderecha tiene fiesta en México

    Ultraderecha tiene fiesta en México

    Todavía no sabemos nada sobre las transferencias de recursos desde el extranjero por 390 mil dólares, que recibió la precandidatura de Eduardo Verástegui, cuando intentó ser Presidente de la República, quien no pudo siquiera reunir el mínimo de formas que apoyaban su postulación.

    A pesar de que estos casos de la ultraderecha de intentar subirse a la legalidad electoral y competir, como si fueran paladines de la libertad, han sido rechazados por la población. Existen huecos en la oposición en general y la derecha en particular, que pueden abrirle la puerta a esta tendencia política en México. Apoyos económicos no le faltan, carecen de apoyo social.

    Sin embargo, los descalabros de la derecha mexicana, le abre las puertas a la ultraderecha, integradas por quienes apoyaron una línea “conservadora”, que no les condujo a ninguna parte. Las derrotas electorales siempre radicalizan posturas, producto de la frustración. Claman venganza y no democracia, odio en lugar de legalidad.

    El pragmatismo de los conservadores les indica que la ultraderecha puede ser la opción para resguardar sus intereses, se presenta como una alternativa, que si bien está en decadencia, concentra a los medios y el dinero como vestigios de la vieja era.

    El apoyo social para la derecha y la ultraderecha no existe aún en México, por lo regular su poder surge de la desesperación social. Esta miseria ideológica se demostró en la concentración frente al INE del domingo 11 de agosto donde se reunieron apenas 500 personas, según los cálculos más optimistas.

    Los resultados de este plantón mostraron a la sociedad lo lejos que está del poder la derecha. Distancia que no han logrado medir los líderes ni los cada día más despistados asistentes a este tipo de terapias.

    Estos descalabros de la derecha moderada en México, crean vacíos políticos sin futuro, pero con muchos intereses de por medio, que pueden ser llenados por una ultraderecha que puede ser impulsada desde dentro y fuera de territorio nacional, para competir en las urnas, al mismo tiempo que plantee, medios poco ortodoxos para obtener el poder fuera de la democracia.

    La Conferencia de Acción Política Conservadora, nacida en Estados Unidos, se lleva a cabo por segunda vez consecutiva en México, organizada nada menos que por Eduardo Verástegui, quien tiene como invitados a personajes más circenses que innovadores de la política.

    Se organiza en territorio mexicano por dos razones fundamentales, apuntalar la candidatura de Trump y picar piedra entre la conciencia de los mexicanos para echar agua a su molino.

    La Conferencia de Acción Política Conservadora, es encabezada por Matthew Aaron Schalapp, asistente adjunto y director político del presidente George W. Bush durante el primer mandato de Bush. Está casado con Mercedes Schlapp, ex directora de Comunicaciones Estratégicas de Trump.

    En enero de 2023, un asistente alegó que Schlapp lo manoseó después de que Schlapp había estado bebiendo. La víctima presentó cargos por agresión y difamación . El demandante proporcionó registros de llamadas telefónicas y mensajes de texto contemporáneos sobre los reclamos.

    Entre los intelectuales que darán a conocer sus brillantes puntos de vista sobre la política actual está Javier Milei, el tumbaburros, el hijo de Bolsonaro, René Bolio, aquel que invadió la embajada cubana en 2021, agrediendo al guardia de seguridad diciéndole “maricón”, “negro”, acompañado de Mariana Gómez del Campo y ahora asesor jurídico del partido Vida, que tiene su registro en Nuevo León, entre otras mentes brillantes de la decadencia. Los temas serán valores tradicionales, educación, política exterior, patria, soberanía, unidad, entre otros.

    Seguramente habrá entre ellos algún venezolano partidario de la oposición, que denunciará mil cosas inexistentes en su país. Un evento para familias bien, pero no de bien, ya que el boleto más barato será de 4,500 pesos y 6 mil con derecho a cena.

    Llama la atención que esta vez entre los ponentes no hay más que un empresario, Mario Rivera de Honduras, lo cual quiere decir, que están detrás y no con muy buenas intenciones.

    La mayoría de los participantes son, en la práctica golpistas, y habrá que darle una lectura profunda a su próximo encuentro en un hotel de Polanco.

  • Verdad, botín de medios

    Verdad, botín de medios

    Los mexicanos no necesitan de un puente entre los tiempos que interprete las viejas noticias de los medios tradicionales que solo engañaban con los medios que surgen de la población, con espontaneidad y de manera transparente, en una lucha que parecía desigual por disputarse la verdad, como si ésta fiera el más valioso botín de guerra.

    La población exige una explicación de las causas de las mentiras que los mismos medios que hoy sobreviven, a pesar de sus intereses y falta de credibilidad, reconozcan que trataron de detener la historia, engañando con una realidad sobrepuesta que sólo existía en las páginas de los diarios y los noticieros de la televisión.

    La guerra no es por la audiencia sino eminentemente política en el campo de batalla de la información, lo que quiere decir que siempre estuvimos en guerra y no hubo nadie que informara al respecto. El gobierno concentraba tanto poder que dictaba la realidad que debían vivir los mexicanos.

    La imposición de una realidad a través de los medios, es el peor crimen que se haya cometido contra los mexicanos. Todavía hoy prevalecen en sus cargos y explotando la ingenuidad decenas de medios que engañaron a todos, porque en la mentira estaba contenido su enriquecimiento.

    De esto da cuenta la conciencia política en México que arroja cada día más lejos las propuestas informativas del pasado, con viejos clichés de sus reiteradas notas de admiración por la monarquía, el culto a la personalidad, supremacía del poderoso, admiración por el potentado, todo lo que divida a una sociedad y fortalezca la desigualdad. Los bellos deben estar separados de los feos, los ricos de los pobres, los malos de los buenos, los blancos de los negros, etc. Ese es el país que los medios electrónicos arrojaron a la historia, desde luego con un irrestricto respeto a la autoridad que, como deidad inmaculada, regía los destinos de todos.

    La televisión, ahora sin credibilidad allanó nuestras casas para imponernos una realidad que no existía, nos presentó personajes cuya honestidad era endeble y su liderazgo frágil. La fuerza de los líderes sin seguidores la creaba la televisión. A los delincuentes los volvía honrados, a los malos, buenos, a los buenos delincuentes, etc.

    Por si fuera poco, educaron s los niños y nos obligaron crear necesidades de lo superfluo. La fábrica de mentiras vendía necesidades que no eran reales, la gente compraba, y con esa misma normalidad consumía las mentiras sobre una realidad que fue construida para protegerlos privilegios de unos cuantos.

    Ahora, son descubiertos en sus mentiras y sonríen igual que antes ante las cámaras, saben que la mentira no se castiga. La intromisión de las noticias falsas obliga a los mexicanos a pensar que vivieron años inútiles, innecesarios, volcados en una realidad inexistente.

    Parte esencial de la libertad de expresión es la crítica a los poderes, a todos, pero la prensa en México fu muy amigable con los viejos regímenes y en lugar de criticar los errores de la actual administración, inventó para crear errores. No porque no los hubiera sino porque debían alterar la situación, tergiversarla, para hacerla espectacular y grave.

    Las críticas ayudan al poder, no sólo lo legitiman, se aprende más de ellas que de los halagos, pero la prensa tradicional en México se dedicó a mentir impunemente.

    Cuando llegaban a reflejar la realidad su interpretación es alterada en beneficio de la oposición, y contra el gobierno. Es decir, se pondera la consigna política al análisis objetivo, serio, profundo, basado en la verdad. Los extranjeros que basan la realidad de México en la versión de los medios tradicionales al llegar a nuestro país se sorprenden.

    Resulta una contradicción que se acuse al presidente de tirano y ver que la mayoría de la población apoya su gobierno. Creen que encontrarán hambre, represión y desempleo en las calles y no encuentran aunque busquen.

    El vacío de información que presentaron a México los medios convencionales merece no sólo una disculpa pública, reconocimiento de sus errores sino una sanción ejemplar. De otra manera se estará sumando un delito grave más al cúmulo de impunidades en el país.

  • Televisa y sus noticias

    Televisa y sus noticias

    Luego de dos meses de darse a conocer los resultados de la elección para el gobierno de Veracruz, sale a la luz la extorsión protagonizada esta vez por Televisa, y uno de sus más altos directivos para que para 200 millones de pesos, que seguramente tendría esa empresa que compartir con quien le envió la información que no es otro que Miguel Ángel Yunes Linares, quien utilizó a un patiño para hacer el papel de investigador sobre las supuestas propiedades de Rocío Nahle.

    Casos como peste ocurrían continuamente en los medios tradicionales, uno de ellos es el caso de Radio Fórmula, que pidió al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, 100 millones de pesos para hablar bien de él, y evitar críticas a su gobierno. El ex futbolista se negó y empezó una campaña de mentiras en su contra.

    Así trabajan los medios convencionales es por ello que en 8 años han perdido casi el 60 por ciento de su audiencia, motivado por sus propios excesos. Aquí lo importante es la complicidad entre una familia mafiosa de Veracruz, identificada con una serie de delitos que van desde la pederastia hasta el fraude al ISSSTE, por 15 mil millones de pesos.

    Esos son los insumos de la televisión privada para dar a conocer su información, es el reflejo de la realidad de México hacia el mundo y una manera de exponer la política mexicana y a sus políticos, situación que nunca atendieron cuando en realidad desde los presidentes hasta los empleados de barandilla, eran corruptos.
    La desorientación de la mayoría de los mexicanos a saberse engañados, los obliga a que se resistan a aceptar que vivieron en un país cuya realidad era un invento, ni existe ese país que intentaron reflejar los medios convencionales.

    Por su parte, Rocío Nahle tuvo que realizar una campaña en el campo de batalla de una guerra eficaz pero son causa. A pesar de ello, obtuvo dos millones 124 mil 130 votos, los cuales representaron el 53.89 por ciento de la votación total que se registró el pasado 2 de junio, es decir un 27 por ciento arriba de un gris candidato de la oposición.

    Es aquí donde se inicia el delito que debe ser castigado desde el que mueve los hilos y financió la “investigación” Miguel Ángel Yunes Linares, su títere Arturo Castagné, quien dijo haber viajado a Estados Unidos y nuevo león a comprobar la veracidad de la propiedad; el candidato Pepe Yunes, quien en más de un discurso de campaña dio por cierto lo que él sabía que se trataba de una ficción. Pero hay más y muchos si tomaos en cuenta a decenas de columnistas veracruzanos que afirmaban que el golpe de la mentira sobre sus supuestas propiedades había hecho bajar en las encuestas a Nahle y que esto producía un enojo en el Presidente López Obrador que la había dejado sola en la contienda.

    Sin la intervención de los analistas de Veracruz la guerra sucia no hubiera sido posible. Incluso propietarios de medios, diarios y portales daban cobijo a las mentiras porque pensaron que Yunes les regresaría las dádivas a las que están acostumbrados esos medios y esos extorsionadores que se dicen llamar periodistas que debieron ser merecedores del Premio Nacional de Extorsión que deberían escribirlo al final de todas sus columnas.

    Una vez creado este panorama en los medios veracruzanos, en los que tampoco nadie cree, –de otra manera no hubiera ganado la ex secretaria de Energía–, quisieron imponer su guerra con cobertura nacional, no sólo para detener el triunfo de Nahle en Veracruz sino para terminar con su carrera política en la que ven como un peligro a futuro.

    Habrá que preguntarse cuánto pagó Yunes y Castagné a Radio Fórmula por la entrevista que le hizo Dóriga a un don nadie, quienes saben perfectamente de dónde venía el rumor.

    Hay dos versiones: o Televisa le creía Arturo Castagné, sin dudar, a pesar del origen de la especia, o sabía todo el contexto y sólo quiso ser parte del negocio. O sea que cualquiera puede llegar a la televisora con dinero en la mano y sugerir reportajes o simplemente ser recomendado de la mafia. Esto ya no puede quedar en la impunidad.

  • Golpe mediático contra Venezuela

    Golpe mediático contra Venezuela

    Los golpes de Estado son como una boda en la que siempre habrá alguien que pueda organizarla en tu lugar con sólo acudir a la agencia. No se trata de un proceso que surja de la necesidad de derrocar a alguien específico, donde cada grupo disidente coloque una manera de gobernar o impulsar gobiernos a la medida.

    Como todo negocio los golpes de Estado tienen sus patrocinadores, como si se tratara de un programa de los medios convencionales. Los golpes de Estado tienen tantas fibras finas que se apoya su práctica hasta con el silencio.

    En Estados Unidos hay no sólo áreas de la CIA, sino convenios preestablecidos con tarifas y precios convenidos, desde algunas oficinas de gobierno, senadores y congresistas en general que impulsan la venta de armas y triangulan dicho armamento sin ningún problema. Colocan las armas en cualquier parte del mundo.

    Si se observa que un gobierno rebasa la democracia delimitada por las costumbres conservadoras, y pone atención a la justicia social en la práctica, la maquinaría de los golpes de estado empieza a aceitarse.

    Venezuela, como dice Juan Carlos Monedero, se convirtió en un asunto de política interna en el resto del mundo, sobre todo en América Latina. La derecha usó una mala racha en la economía de ese país para mostrarla como el infierno del que todos querían huir. Todos los países del mundo han tenido un desafortunado periodo de miseria, desde estados unidos hasta Rusia, pasando por China; sin embargo, al llegar un gobierno que no aceptaba las condiciones de Estados Unidos, se organizó una campaña de desprestigio, como con ningún país del mundo.

    Por ejemplo, a la llegada de Javier Milei a Argentina, ese país se vino abajo, pero nunca ningún medio convencional ha dicho si votas por la derecha vamos directo a la quiebra, como sucede en Argentina.

    Con Venezuela fue diferente, a pesar de que es el segundo país del mundo con mayores cantidades de reservas probadas de crudo. Ese es el interés de Estados Unidos al que todavía algunos mandatarios siguen e imitan como si el imperio todavía existiera.

    Para Venezuela la derecha encabezada por Estados Unidos en la persona de María Corina Machado, quien está imposibilitada para ser candidata por hechos comprobados de corrupción y abrirle las puertas al Ejército de Estados Unidos para que invadiera su país, hay ya un proyecto que sólo se actualiza cada mes.

    La derecha empezó a realizar actos de vandalismo, acciones que en cualquier otro país hubiera causado arrestos y hasta disparos; sin embargo, en Venezuela, un país donde las cadenas de televisión aseguraban que no había derechos civiles, están en la impunidad y son tomados como protestas de la disidencia, cuando en los medios convencionales de América Latina se decía que no había derecho a pensar diferente porque eran torturados, encarcelados, desaparecidos y finalmente asesinados.

    Dichas acciones desembocan en golpes duros o blandos giran en torno a tres factores: pueblos movilizados, oligarquías locales violentas al interior y sumisas a Washington, basta con que la derecha opositora declare estado fallido para que los focos rojos de los mercenarios se enciendan.

    Más de 34 golpes de Estado se han ejecutado en 12 países de América Latina desde la segunda mitad del siglo XX. La mayoría se han consumado y sólo unos pocos han fallado ante la resistencia popular o la habilidad de los gobernantes en el poder.

    Curiosamente, en América Latina los golpes de Estado sólo se ejecutan contra gobiernos de izquierda o progresistas.

    Para la derecha el apoyo internacional en problemas domésticos es un gran avance, aunque en realidad sólo son estrategias mediáticas. Recordemos aquella vez que el gobierno de Perú que acaba de darle un golpe de Estado al presidente legítimamente electo Pedro Castillo, rompió relaciones diplomáticas con México, los medios convencionales comenzaron a decir que la comunidad internacional empezaba a rechazar la política de López Obrador.

    Cuando en realidad quien quería romper con México era un grupo de delincuentes electorales, antidemocráticos y sumisos a los estados unidos que se enemistaba con el gobierno de nuestro país, para enviarle un mensaje que la Casa Blanca no estaba del todo acuerdo con sus políticas en favor de los pobres.

    La comunidad internacional está también dividida, debe señalarse que hay mucha sumisión a Estados Unidos, país que les ordena a otros que manden a sus jóvenes como carne de cañón a las guerras y los gobiernos, sin miramientos de ninguna especie, los envían a morir, a veces en nombre de la democracia, exactamente con el mismo pretexto con el que impulsan los golpes de Estado en beneficio de un grupo muy reducido de personas.

  • Marko y Capriles

    Marko y Capriles

    La derecha es igual en todos los países, tramposa, mentirosa y con una vocación inocultable por los delitos de todo tipo. En México hay una larga lista de panistas y priistas que no ser por el fuero que le ofrece su cargo de elección popular estuvieran purgando largas sentencias. También los hay que están presos y prófugos.

    La conducta de la derecha en Venezuela nos es tan familiar a los mexicanos que no podemos menso que desmentir, automáticamente, a los medios tanto de México como de ese país. Los grandes derrotados en poda América Latina, por su falta de credibilidad que no supieron defender ni sustentar.

    De las 30 elecciones de los últimos años en Venezuela la oposición de derecha, desde el inicio del conteo de votos han denunciado fraude, como sucedió el pasado domingo 28 de julio, sin presentar pruebas, ni testigos. Ningún testimonio más allá de sus palabras. La autoridad electoral de ese país revive de instancias nacionales y extranjeras auditoria constantes que no dejan duda respecto a su esquema de conteo. Cuando se dan a conocer los primeros resultados, aún sin la totalidad de las mesas contabilizadas, se considera una ventaja irreversible para los concursantes.

    La visita del líder nacional del PAN, Marko Cortés a Venezuela donde abrazó a Henrique Capriles, ex gobernador de estado de Miranda, con quien tiene el panista contacto constante y muchas coincidencias, además, de ser opositores y formar parte de una derecha decadente, es un activista que pasa a la acción radical contra los venezolanos.

    A Henrique Capriles se le adjudica el asesinato de un policía a quien atravesó una cadena por su camino y dada la velocidad de que llevaba, lo decapitó. La orden directa fue de Capriles de colocar la cadena, quien vio el espectáculo con frialdad sorprendente, lo que muestra como testimonio de clasismo, donde sólo son seres humanos quienes pertenecen a su exclusivo segmento de la población.

    En 2013, después que el Consejo Nacional Electoral anunciara los resultados electorales del 14 de abril, el candidato perdedor Henrique Capriles Radonski, del Partido Primero Justicia, convocó a sus seguidores a desconocer los resultados. En la revuelta murieron varias personas hombres, mujeres, un niño y una niña, que habían salido a celebrar el triunfo de Nicolás Maduro.

    Uno de ellos Heder José Bastardo, mecánico de moto, recibió un balazo de los simpatizantes de Capriles.

    Otra de las víctimas de la derecha parasitaria venezolana es la niña María Victoria Báez, de 11 años, quien laboraba haciendo la limpieza de la misma escuela donde asistía a tomar cases, fue arrollada hasta morir, por un camión intencionalmente, cuyo conductor lanzó su vehículo hacia la multitud que celebraba el triunfo de Maduro. A quien no le bastó atropellar una vez, sino que retrocedió para nuevamente aplastar a los manifestantes, dejando gravemente heridas a 11 personas.

    Otro menor, víctima de las agresiones de los conservadores venezolanos, azuzados por Capriles es el niño David Chacín, de 11 años y Johan Antonio Hernández Acosta, de la etnia Wayuú, de Maracaibo, Estado de Zulia, quienes se encontraban festejando el triunfo político y fueron atropellados por un camión intencionalmente. En el mismo hecho, resultó herida la niña María Victoria González Báez, quien posteriormente murió en el Hospital Universitario.

    Otra de las víctimas del exterminio de la derecha, centrando entre sus víctimas a niños y jóvenes para exterminar el futuro del chavismo, que ven desde ahora, invencible, es Luis Eduardo García Polanco, quien nació en 1988, con 24 años en el momento de ser asesinado, trabajaba como obrero en el Hospital Universitario. Fue asesinado en las instalaciones del CNE en Maracaibo, no se tiene conocimiento de sus agresores, ni exactitud de cómo ocurrieron los hechos, no hay testigos.

    La ola de violencia que desató Capriles en Venezuela no sólo por haber sido derrotado por las masas sino por venganza, son parte de la campaña que creó para que la clase media despidiera a sus trabajadoras domésticas a las que llamaba espías del chavismo y convencía a algunas familias que deberían dejarlas sin empleo, ni indemnización ni consideración laboral alguna.

    Los invitaban a salir de Venezuela, imponiendo el criterio de que cualquier país del mundo era mejor que vivir en el infierno bolivariano, y les facilitaban visas. En México, cuando era secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, hubo una partida presupuestal que recogían en las oficinas de esa dependencia en la calle de Dinamarca, para subsidiar el éxodo de venezolanos en México. Ahora, como en todo rumor de la derecha, hablan de detenidos por protestar, de lo cual no hay pruebas.

    Allanan el camino hacia un posible golpe de Estado, –con el apoyo de los medios mexicanos y de los del país sudamericano–, para el cual el ejército confirmó que no participaría.

    Hay muchas similitudes entre las derechas de toda América Latina, son corruptos, polarizantes de la sociedad, represores, incluso asesinos.