Etiqueta: José García Sánchez

  • Se desvanece el PRI

    Se desvanece el PRI

    El PRI sigue perdiendo terreno a lo largo y ancho del país. Luego de que se quedara sin representación en el Congreso de Veracruz, donde su candidato no prende ni con leña seca, ahora es Puebla el estado donde ya no tendrá representación parlamentaria el tricolor.

    En Puebla eran seis diputados locales del PRI, pero renunciaron cinco, lo cual invalida su representación popular y se queda sin presencia en el legislativo de la entidad.

    El tricolor se desmorona en esa parte del país irremediablemente. Tanto en Veracruz como en Puebla, sus respectivos candidatos a la gubernatura carecen de sustento legislativo, lo cual les resta no sólo presencia sin defensa de frente a la competencia electoral.

    Poco a poco el PRI se desvanece en la escena política del país, acumulando errores de su dirigente y una historia que es más pesada que su presente y un lastre para el futuro.

    La resurrección de personajes más cercanos al cadalso que al triunfo electoral, obliga a ver al PRI como algo que sucedió en el pasado lejano, la conducta corrupta de su dirigente nacional es de todos conocida y el impedimento a que nuevos cuadros puedan tener acceso a las candidaturas los muestra como personajes que lejos de buscar una representación popular desean un fuero que les mantenga en la impunidad acostumbrada.

    Desde Beltrones hasta el propio Alito, tienen un pie en la cárcel y obtener sus senadurías plurinominales les hace ganar tiempo para preparar su defensa y evitar la cárcel, por lo menos mientras pasan los seis años de su gestión que les significa no sólo evitar el castigo de la justicia sino seguir viviendo del erario. Es decir, los mexicanos seguimos manteniendo zánganos priistas.

    Así, puede verse que el principal contrincante del PRI son sus excesos, su adicción por la corrupción, la certeza de su impunidad ancestral, por eso se derrumba desde antes de que empiecen las campañas, de tal manera que, llegada la fecha de la jornada electoral, podría perder buena parte de su militancia que pasa a otros partidos.

    La derrota de los priistas es tan grande que crearon cuentas falsas de las redes sociales donde gastan un millón de dólares a la semana para tratar de desprestigiar a la actual y la próxima administración de Morena. Sólo con trampas pueden tener presencia, y están acostumbrados a vivir de la trampa y el fraude.

    La desaparición de Congresos locales continuará así como las desbandadas de priistas que emigran a otros partidos o simplemente renuncian a la política por falta de opciones. Otros, no pueden afiliarse a otras organizaciones por la mala fama que tienen, y a pesar de que ofrezcan beneficios o ganancias, los partidos les niegan su ingreso.

    Los priistas se avergüenzan del origen de sus familiares priistas que aunque con la misma tenencia conservadora y proclive a la corrupción, niegan en todo lo posible su sangre tricolor. Este es el caso de Vivianne Clariond, quien es regidora en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León y se postula como candidata, independiente a la presidencia municipal de ese lugar.

    Esconde hasta donde puede ser hija del ex gobernador priista, Benjamín Clariond quien fuera gobernador por el PRI, pero secretario de Estado con el PAN, en el periodo nada menos que de Vicente Fox. Toda una fichita.

    El PRI empieza a negar su herencia y con esto el futuro de su estirpe que no muestra ser diferente al pasado y a los viejos vicios.

  • La soledad de Pepe Yunes

    La soledad de Pepe Yunes

    La oposición levanta demandas penales contra sus oponentes ante la imposibilidad de tener un triunfo, aunque sea pequeño, en las urnas.

    La desesperación por figurar y colocar pretextos para su inevitable derrota. Ahora la oposición demanda por delitos electorales a los candidatos de Morena, los motivos son aquellos en los que ellos, en su momento, incurrieron. Se les olvida que los autores de las violaciones a la ley electoral y de los fraudes fueron ellos. Mala memoria peor mala intención.

    Este tipo de trámites debe hacerlo su representante legal en el Legislativo, o por lo menos, asesorar al candidato que anda dando palos de ciego, pero como el PRI no tiene representación en el Congreso local de Veracruz, el pobre hombre debe levantó personalmente su denuncia peal para poder atraer los reflectores de los medios.

    José Francisco Yunes Zorrilla confió en que las autoridades competentes valoren las pruebas del presunto desvío de recursos públicos para apuntalar la campaña de Nahle.

    El PRI se sostiene en Veracruz gracias a los medios que quieren ver todavía vivo, pero en realidad en algunos municipios sus oficinas se cerraron, el Congreso ya no tiene representación priista y la designación de Pepe Yunes sólo fue avalada por su partido y por el PRD. El PAN sigue coqueteando con la idea de cambiar de candidato porque simplemente éste no levanta.

    Ya el candidato opositor advirtió muy solemne, claro, no desprovisto de sus ya tradicionales faltas de ortografía y evidente muestra de tener un vocabulario de 300 palabras: “A quienes con tanto desparpajo y con tanta libertad sin cuidar las mínimas formas como funcionarios públicos se hacen presentes, presentan recursos públicos, utilizan muebles y muebles para el apoyo de una campaña, que no se les va a pasar tan fácilmente, porque eso está tipificado como delito, se paga con cárcel, que le piensen bien lo que va a pasar si esto prospera”.

    Ante la imposibilidad de estar siquiera cerca de los favoritos de la población los candidatos opositores en todos los niveles, prefieren judicializar la política en lugar de ejercerla. Desde la candidata a la presidencia hasta abanderados frágiles como Pepe Yunes, recurren a esta estrategia pensando que mostrarán los puntos débiles de su oponente, sin saber que sólo muestran su propia debilidad.

    Las elecciones se ganan en las urnas no en los tribunales, pero creen que con demandar al oponente lo desgastan, cuando la gente sabe que las denuncias por delitos electorales tienen poca validez a la hora de conocer los resultados, a menos que haya una votación reñida, y en casos como el de Veracruz eso no existe, aunque así lo quieran hacer ver para no desanimar a sus pocos simpatizantes.

    Hay trayectorias políticas que deberían dar vergüenza como la de Pepe Yunes, porque no basta ocupar cargos públicos debe aportarse algo, mostrar vocación, ser sensibles y este sujeto no hizo nada de eso. Al contrario, se dedicó a favorecer a amigos cuando llenó cargos plurinominales, porque nunca ha hecho campaña.

    Ahora con las reformas a la ley electoral, la historia de Yunes simplemente se desdibuja porque no hizo nada en favor del pueblo veracruzano, se sirvió del cargo. Si quiere alguien comprobarlo que busque su historial político, lleno de claroscuros y opacidades.

    Pero a pesar de ese pasado tenebroso, más cercano a la cárcel que al triunfo electoral, debe recordar lo que cobró por aprobar las reformas estructurales de Peña Nieto, y si no quieren buscar en sus antecedentes simplemente es obvio que no hacer nada y cobrar por eso, es parte de la corrupción.

    Pepe Yunes no engaña ya a nadie. Su partido es el más desprestigiado del país, su líder nacional con más de 10 denuncias penales por corrupción, sus colaboradores inexpertos y su destino tan oscuro que pareciera que se quedará en la penumbra.

  • X, traidora a la patria

    X, traidora a la patria

    Desde el momento en que la señora X pide observación de la OEA para las elecciones de México, pide un golpe de Estado. Así iniciaron los golpes de estado de Bolivia y Perú, con una queja disfrazada de visita que sirve de puente para que haya injerencia extranjera en los comicios.

    La receta es la misma y la intención también. Se utiliza por lo regular a líderes manipulables, sin voluntad propia, inteligencia corta, capaces de hacer el ridículo sin tener conciencia de ello.

    Como antecedente, dentro del territorio nacional, hubo una temporada de denuncia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde no sólo se trató de judicializar la política sino de poner en manos de ministros y jueces su desarrollo.

    Desde siempre en México los medios han servido como vanguardia de la guerra política en México, en este sexenio tuvieron la desvergüenza de mostrarse como un auténtico partido político, con todo y candidatos. Ya había impulsado a un candidato extraído prácticamente de catálogo, con una actriz como esposa, cuyo romance duró el tiempo del sexenio, fue el último engaño a los mexicanos pero ellos consideran que su producción mediática manipuladora sigue teniendo efecto.

    Los medios están en la mejor disposición de contribuir con todo su poder al golpe de Estado para cerrar la pinza que empezó precisamente en sus redacciones, la judicialización de la política y la exigencia de la derecha de observar comicios por el peligro de un fraude.

    Las diferencias abismales entre los candidatos en las encuestas es el único dique de contención que muestra la falta de lógica de que haya un fraude electoral. Por mucho que la derecha se esfuerce en decir que la competencia es reñida las diferencias se profundizan y alejan.

    Sin embargo, esta visita llena de chistes y payasadas que no ocultan su verdadera intención que es patética y poco patriota. Con tal de estar en el poder no les importa que sean colocados en la Presidencia pro un gobierno extranjero a través de métodos antidemocráticos. La derecha sabe que últimamente es la única manera de ser gobierno.

    El Código Penal y la Constitución señala claramente que lo realizado en Estados Unidos por la señora X, se llama traición a la Patria, lo cual debe castigarse severamente.

    En este momento la derecha en México no tiene potencial, ha quedado estacada entre críticas sistemáticas e insustanciales y una incapacidad evidente para hacer política. La diferencia en las encuestas no se debe solamente a la eficacia del gobierno sino a la ineficiencia de una oposición que no sabe qué hacer cuando no tiene el poder en sus manos, de ahí que deba convocar a la injerencia extranjera y anunciar fraudes de los que ellos se favorecieron en innumerables ocasiones.

    La candidata de la oposición visitó a Luis Almagro, impulsor de golpes de Estado en Bolivia, Perú y Brasil, para pedirle observadores en las elecciones que desde ahora las tiene perdidas. Es decir, que quiere hacer creer, a estas alturas, que puede ganar las elecciones y que hay alguien interesados en impedir ese triunfo fantasioso, que lo único que muestra es quiere apoderarse del gobierno por la vía antidemocrática. El recorrido de la candidata une los puntos de instituciones relacionadas con los golpes de estado en América Latina. Instituto Baker, The Washington Post, Wilson Center, la OEA, entidades impulsoras de golpes de Estados fueron los puntos de la gira de la señora X. Si se unen los puntos podemos tener bases sólidas que se organiza un golpe o, por lo menos está considerado como Plan B.

    La mujer X, comediante involuntaria en esta visita a Washington, entregó una carta en la cual expresa su preocupación por el debilitamiento institucional y el contexto de violencia que se vive en México, alertando que podrían darse los comicios más violentos en la historia del país.

    La violencia que fue intensificada por más de uno de sus actuales colaboradores en los sexenios anteriores. Ese extraño personaje surgido de las barracas conservadoras anunció además el camino por el que debe transitarse para consumar el golpe de Estado, al decir que en México existe la violencia política digital, así como la intervención ilegal de comunicaciones privadas, asegurando que, hasta el momento, se registran 85 agresiones contra diversos actores políticos, nunca entregó pruebas al respecto.

    Luis Almagro es el padrino de los golpes de Estado blandos. Y la mujer X es la aguja que hilvana el derrocamiento de la democracia en México. Se le debe detener y castigar, lo mismo que a sus titiriteros.

  • Mondragón y su ex carnal

    Mondragón y su ex carnal

    Organizó pláticas en favor de la candidatura de Marcelo Ebrard en su oficina personal de la colonia Del Valle en la CdMx, se refirió al ex mexicano como “su hermano”, y aseguraban que no quería ningún puesto en el gobierno. Todo se derrumbó.

    La adhesión de Manuel Mondragón y Kalb, ex secretario de Seguridad Pública en la capital de país, a la campaña de Santiago Taboada, muestra que siempre estuvo muy alejado de Morena, al igual que su ex jefe. El médico se dijo ebradorista hasta que éste lo dejó colgado de la brocha y se terminó la hermandad, la coincidencia y el apoyo.

    Parecía convencido en la entrega al apoyo de su hermano, no importaba ni enfermedad ni tanque de oxígeno al lado, para alentar su carrera hacia la presidencia de la República, Mondragón y Kalb, repetía varias veces en una misma plática que no quería ningún cargo público y ahora pareciera querer cargarle el portafolios a Taboada.

    A Mondragón y Kalb le precedió Genaro García Luna en la secretaría de Seguridad Pública, donde estuvo del 1 de diciembre de 2012 al 25 de febrero de 2013, menos de tres meses.

    Las pifias de Ebrard diluyeron su imagen política y mientras más pasaba el tiempo, y más solo se mostraba, no sin antes dejar un tizne de traición a los legisladores de Morena que los siguieron la primera parte de su lucha por la candidatura.

    Ebrard decidió caminar solo y no le avisó a nadie, así que en su evaporación política llegó a convertirse en un renegado de la mexicanidad, porque nadie con estudios elementales de diplomacia, acepta una condecoración de un gobierno extranjero sin solicitar permiso a las altas autoridades mexicanas. Nadie se lo iba a negar pero parecía estar decidido a pararse ante el precipicio de la política nacional de una vez por todas.

    El artículo 37, fracción III, del apartado C, de la Carta Magna de México asienta que la ciudadanía mexicana se pierde en caso de: “Aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del Ejecutivo Federal”.

    A Ebrard le fue otorgada la Gran Cruz Placa de Plata, que entrega el gobierno de Honduras, nadie fue el indiscreto o mal intencionado que daba a conocer en las redes el tema, el propio Ebrard lo difundió en su cuenta de X, ex twitter, como si renegara de la nacional que dijo serle propia y adoptar, en ese momento la de su esposa. El ex canciller ya no tiene contacto con los medios, ahora es simplemente un ex rock star.

    Tal vez para Ebrard el reconocimiento no tenga la validez que señala la Constitución, porque la máxima presea de la Orden de Francisco Morazán, que por orden de importancia tiene diferentes niveles: la Gran Cruz Placa de Oro, Gran Cruz Placa de Plata, que recibió el ex precandidato, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Basta y sobra con que tenga origen extranjero, que se otorgada en otro país y colocada por un gobierno que no es el de México para que, en ese momento, deje de ser mexicano.

    Nada tiene que hacer Ebrard en México, en Honduras tiene un futuro prometedor como empresario. Él fue el vínculo entre su cuñada y Ricardo Salinas Pliego, quien le prestó su estadio cuando cerró campaña para la selección de candidato en la arena Ciudad de México.

    Conocedor de la ola de emigrantes que viene de ese país a México, considera que valdría la pena que un ex mexicano pueda llegar a Honduras a fortalecer la fortuna de su esposa, quien pertenece a las familias más acaudaladas de ese país que vive hundido en la miseria.

    El ex ideólogo del piso parejo al enterarse de que su ex carnal Manuel Mondragón, se unió a la campaña del capo del cártel inmobiliarios, no sólo se deslindó sino que consideró la decisión de “error enorme”.

    La figura de Ebrard se diluye en el tiempo, se derrite al calor de las campañas y prefiere verlo todos desde lejos, y mientras más lejos, mejor. Así, Ebrard ahora es ex candidato, ex mexicano, ex rebelde sin causa, ex escritor efímero, incluso es un auténtico ex Marcelo Ebrard.

  • Acoso ficticio a la prensa

    Acoso ficticio a la prensa

    Se dice que si un periodista es mencionado continuamente para ser desmentido es un acoso, es más bien, un caso similar al de un delincuente que es agarrado in fraganti muchas veces; pero no lo castigan, simplemente lo exhiben como ratero. En ambos casos estamos hablando de impunidad.

    La libertad de expresión no tiene implícita a la mentira; sin embargo, los medios inestables y los comunicadores mercenarios, la consideran parte de los insumos de su trabajo. Lo cierto es que el gobierno no ha querido demandar penalmente a los mediocres comunicadores que mienten, o, por lo menos obligarlos a desmentirse.

    La tolerancia del actual gobierno ha sido benévola con los periodistas mentirosos, quienes afirman que hay acoso, que se limita la libertad de expresión, cuando los verdaderos agresores de la verdad son ellos. Los reporteros que siguen viviendo en el pasado defendiendo intereses y privilegios de una minoría, son delincuentes que gozan de impunidad hasta el momento.

    El gobierno, por su parte, evita que las quejas salgan del ámbito de los medios que fabrican su propia realidad, pero también se trata de persuadir de que vuelvan a ser profesionales, pero en lugar de acatar las reglas esenciales del periodismo, se quejan de acoso más allá de las fronteras, buscando no sólo que haya un desconocimiento internacional del actual gobierno sino provocar una invasión en nombre de la violación a la libertad de expresión, que dicen defender los enemigos de la verdad.

    La carta Mundial de Ética periodística dice en su primer artículo: “Respetar la verdad de los hechos y el derecho del público a conocerla constituye el deber primordial del periodista”.

    De ahí que deban echar mano a su permanente nostalgia por el pasado, y su malinchismo para seguir medrando con sus espacios de alquiler en los medios convencionales y lograr que todo vuelva a ser como antes, es decir que haya dinero destinado a la salud, a los hospitales, a la educación desviado hacia sus bolsillos.

    Con esto el gobierno mitigaba los sueldos de hambre de los diferentes medios, cuyos salarios eran guardados como una bolsa navideña y pasaban a cobrarla cada año a la caja de la empresa periodística, porque vivían holgadamente con lo que el gobierno les daba a cambio de escribir y publicar lo que convenía a una alta burocracia corrupta.

    Ante las diferentes negativas de seguir subsidiando a empresas, los medios y sus escribanos se radicalizan, aprovechando los tiempos de campaña, que permiten un discurso más fuerte y violento.

    Los analistas improvisados desconocen los tiempos electorales y la intensidad de las críticas se las atribuyen a que la gente está cansada del actual gobierno en general y, del presidente, en particular, cuando lo que sucede, como ocurre cada seis años, que las fuerzas quieren acomodarse y mientras más débiles son más violento es su discurso y sus consignas que disfrazan de mentiras en los medios.

    La insistencia del acoso desde las conferencias matutinas del presidente se ha convertido en consignas. Los periodistas están acostumbrados a escribir a la ligera. Tenían permiso de mentir de las más altas autoridades de México, incluyendo a los presidentes. Puede afirmarse que ese mundo de instituciones elitistas y estabilidades sociales falsas, se construyeron a bases de mentiras de los políticos que difundieron los periodistas que hoy lloran por más dinero.

    Los periodistas que hoy claman libertad y alto al acoso del gobierno, nunca protestaron por la represión a los medios independientes ni a los periodistas libres que criticaban la política de Peña, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas, De la Madrid. Callaron silencio cómplice.

    A José Gutiérrez Vivó, se fue a Estados Unidos, Aristegui tuvo que cambiar de bando, muchos abandonaron su práctica periodística para preservar su vida y la de su familia. Pero los que hoy denuncian acostó están difundiendo sus mentiras a nivel nacional y nunca se les ha amonestado siquiera.

    Los periodistas acostumbrados a difamar y mentir le llaman acoso a los desmentidos porque se hicieron millonarios en la impunidad que tenía como principales cómplices a los funcionarios públicos. Los mexicanos tienen derecho a la verdad y ellos mienten violentando un servicio que desde hace muchos años dejó de ser honesto en los medios convencionales que contrataron mercenarios como comunicadores, porque escriben según los intereses del mejor postor, aunque sean mentiras.

  • Los medios viven en guerra fría

    Los medios viven en guerra fría

    Los conservadores, nostálgicos del pasado, no se han dado cuenta que fuera de esa esfera en la que viven el mundo cambio, aunque ellos se hayan quedado en los tiempos de la guerra fría. El comunismo, a pesar de todo, es un tema que los estadounidenses, creadores del fantasma, ya superaron, pero el miedo a este sistema económico persiste en Europa y en segmentos de población cada vez más reducidos pero con espacios en la difusión popular.

    A pesar de que han pasado más de 60 años del auge del macartismo, más de medio siglo, y, en las campañas de México, surgen obsesivamente mensajes que ven a sus contrincantes como enemigos y portadores de un virus llamado comunismo.

    En esencia no saben lo que significa esta palabra, pero basta necesitar colocar en el lado de los adversarios la maldad porque ellos carecen de argumentos suficientemente sólidos como para sustituir el temor al comunismo con sus ideas, que por lo regular son antipopulares, de ahí su necesidad de echar mano a los fantasmas del pasado, que por lo regular son importados de Estados Unidos.

    Todavía hay quienes intentan infundir miedo con el comunismo, y todavía hay quienes le tienen miedo como si fuera algo real. Hablan de una realidad de países donde hay cercos informativos controlados también desde Estados Unidos y su único pecado radica en no coincidir con los lineamientos políticos y económicos del vecino del norte, pero, sobre todo, no obedecer las órdenes del imperio en cadencia de la Casa Blanca.

    Por lo demás quienes tienen miedo desconocen prácticamente todo acerca de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, cuya realidad es distorsionada para sus ojos y son incapaces de averiguar por su cuenta.

    El referente no esconde que se trata de una fantasía para engañarlos, y a pesar de esto confían por hábito en lo que emana de la televisión, porque son los personajes que han tomado por asalto, secuestrado la credibilidad de la opinión pública.

    Como sucedía con los cavernícolas cuando veían llover veían algo desconocido y le temen, se alejan de lo que ignoran, nunca tratan n de entenderlo y menos aún de verificar si lo que se dice de su cotidianidad es cierto.

    Así, es un panorama político desolador para el conocimiento de la historia y la política se desarrolla una propaganda que choca con la lógica, pero armoniza con la ignorancia. A pesar de que nadie ha perdido nada en la actual administración anuncian que de seguir Morena en el poder los mexicanos perderían todo, desde luego hablan de los bienes materiales que les permiten sentirse superiores al resto de los mexicanos, es decir, dicen ser mejores que la mayoría, porque la mayoría siempre estará equivocada para quienes se acercan con esta idea a la monarquía y desdeñan la democracia.

    La guerra fría tomó otros derroteros, los fantasmas de los estadounidenses ya cambiaron varias veces de personajes, ya ocuparon ese lugar los extraterrestres y los narcotraficantes; los chinos y los árabes. Pero una clase conservadora en México revive los viejos mitos del pasado y los convierte en hecho del presente, una realidad que ni siquiera existió en el pasado.

    Todavía hay personas que siguen el viejo ritual del noticiero nocturno, en el que confían como ventana a la realidad, y en los lectores de noticias que sorpresivamente se vuelven analistas políticos de la noche a la mañana, como si leer noticias todos los días representara un curso rápido de ciencia política, sociológica, psicología, comunicación, geopolítica, etc.

    Su capacitación en la teoría política es nula, su único sustento es la fama. Esto quiere decir, que teniendo fama no sólo son conocidos sino que por ese simple hecho, tienen la razón y son portadores de la verdad, aunque en realidad nunca hayan leído un libro completo.

    Esos son los que dan vida a las mentiras del pasado, los portadores del temor a los fantasmas, los oráculos del desastre, los instigadores de la desconfianza en el prójimo, porque desde el momento en que el miedo se apodera de los objetivos de noticias previamente seleccionadas, están trabajando contra la gente, a la que, al manipularla la engañan, le mienten le dan una versión de la realidad muy alejada de lo cierto.

    Siempre habrá medios que difundan verdades, pero su público disminuye todos los días, porque terminan por advertir lo que hay detrás de un sistema de información que no tiene la intención de dar a conocer el mundo sino de colocar los beneficios de un planeta en pocas manos que deja de existir paulatinamente.

  • Líderes de opinión o corruptos

    Líderes de opinión o corruptos

    Cuando el poder cooptó la libertad de expresión, eligió a unos cuantos periodistas, muchas veces sin estudios de comunicación, y algunos otros sin estudios de ninguna especie para convertirlos en líderes de opinión. Es decir, serían los que tendrían información de primera mano y además de sus salarios en sus respetivos medios, reviviría del gobierno un sueldo adicional que muchas veces rebasaba, con mucho, sus percepciones económicas salariales.
    Los líderes de opinión fue un grupo de escribanos que el gobierno, en complicidad con los medios, fue creciendo alrededor de loas a los gobiernos y servilismo a los gobernantes. Pocos estudios, corta inteligencia, fáciles de manipular, pero todos con una característica común: ambiciosos a ultranza.

    Así, crecieron como parásitos del gobierno, con cargo al erario público una serie de comentaristas de la política que cobraban por todos lados y, por si fuera poco, hilvanados entre sí por relaciones con funcionarios públicos de altos vuelos, quienes le filtraban información cierta y falsa, que ellos difundían como real, lo cual les otorgaba grandes ganancias, pagadas con cheques del IMSS, del ISSSTE, de Obras Públicas, etc. se les daban concesiones, comisiones por negocios inexistentes, negocios personales, lugares para sus hijos en universidades públicas, becas en las privadas, entre otros privilegios.

    La tendencia de los medios fue dando cada día más reflectores y la intensidad de las palabras de los “líderes de opinión” era mayor, a grado tal que llegaban a destapar candidatos y hacer que ganara o perdiera alguno de ellos. Desde luego que nunca atentaron contra el status quo, siempre disciplinados con los dueños del dinero y los amos del gobierno. Nada de críticas, mentiras sí, pero información que cuestionara la legitimidad de los gobernantes, nada.

    Los comunicadores que cuestionaban la honestidad de los gobernantes, funcionarios públicos, legisladores de los gobiernos, eran castigados, cesados, amenazados, asesinados, desaparecidos, encarcelados, vetados, etc.

    Así, fuero haciéndose no sólo ricos sino millonarios a costa de la pobreza de la gente. Cuando se descubre que cientos de niños con cáncer dejaron de ser atendidos en los hospitales de salud pública porque l presupuesto lo habían chupado ellos, la gente no sólo los dejó de tomar en cuenta como informadores sino como sus enemigos, incluso llegó a odiarlos, como mucha gente que se sintió defraudada, afectada y luego engañada.

    Se hizo conciencia social del daño que le había hecho al país y una vez que se dieron cuenta de todo, la población empieza a dejarlos solos, sus programas bajan de rating y los propietarios de los medios los cambian, los desechan o los cancelan. Ahí están los ejemplos de Carmen Aristegui, Javier Solórzano, José Gutiérrez Vivó, entre otros.

    Así ha sido la suerte de varios de ellos, quien sin el apoyo de su auditorio y las pérdidas de imagen en los medios para los que trabajan se les da de baja por inconsistentes en su trabajo. Pero ante la necesidad de reivindicar su orgullo dicen que fueron censurados, entonces se crea una lista que solitos descubren su origen por la forma de escribir y sus objetivos a defender.

    Entre los que se dicen víctimas de censura están: Ricardo Alemán, despedido de TV Azteca, ADN40; de Televisa, Foro TV; y de Canal 11; Carlos Marín, cambiado de puesto como dirección editorial de Milenio; Carlos Loret de Mola, despedido de Televisa, Hoy; y de Radio centro; Jorge Ramos Pérez, despedido de El Universal; Carlos Ramos Padilla, despedido de ABC Radio; Adela Micha, despedida de Televisa ; y de El Heraldo; Rubén Cortés, despedido de la dirección de La Razón; Jesús Martín Mendoza, despedido de Radio Centro: Víctor Trujillo, despedido de Televisa; y de Aire Libre; Pablo Hiriart, despedido de La Razón, y de la Dirección General de Información Política y Social de El Financiero; Fernanda de la Torre, despedida de Milenio; Roberto Blancarte, despedido de Milenio; Guillermo Valdés; despedido de Milenio; Federico Berrueto, despedido de Milenio; Sergio Sarmiento, despedido de TV Azteca; Carlos Alazraki, corrido de TV Azteca y de El Universal. Y la última carcajada de la cumbancha: Azucena Azucena Uresti, de Milenio.

    Ninguno de ellos está fuera del aire, o en la banca, jubilado, o en el silencio. Los victimarios de la libertad de expresión son ellos.

    Claro, en muchos casos son producto de recortes de personal producto de la suspensión o disminución del subsidio del gobierno, vía convenios. Otros dejaron de tener público ante el desenmascaramiento de sus verdaderas labores de encubridores, otros cambiaron de trabajo, otros pusieron su propio negocio de mentiras. Lo cierto es que dejaron de tener el público que antes tenían, y los medios en lugar de reconocer que son inconsistentes y que es su propia estructura la que expele a su público, responsabiliza a sus peones, culpándolos de lo que ellos adolecen desde su nacimiento.

    La mayoría de ellos se mantienen en otros foros, donde nunca han sido censurados ni despedidos, ni coartados. Simplemente gozan del subsidio que los conservadores otorgan a cambio de sus mentiras. Pero nunca censurados. Todos tienen dinero como para montar una empresa propia, dinero que le fue arrebatado al presupuesto, propiedad de los mexicanos.

    Al ver estos “líderes de opinión” que su público disminuía, radicalizaron su discurso, colocaron en él cada día más mentiras, y colocaron en un sitio cuya ubicación desconocían: la crítica y empezaron a cuestionar sin pruebas, a acusar sin evidencias y a criticas sin bases. La inconsistencia que los caracterizaba terminó por volverse basura. Una basura muy bien pagada, por eso prescindieron de ellos.

    Todos ellos se dicen víctimas, pero de sus propios excesos, se montaron en el tren de una represión inventada y de una supuesta censura que no existe ni en su imaginación, porque mentir es su vocación. En eso cimentaron su apodo de líderes de opinión, una especie, por fin, en extinción.

  • Programas sociales y el chantaje

    Programas sociales y el chantaje

    Los programas sociales no los inventó la 4T, tienen una larga vida desde los regímenes anteriores; sin embargo, se habla de ellos como parte de la carencia de consignas para una oposición que percibe su existencia desde su muy particular interpretación.

    El comentario más facilón y superficial radica en la afirmación de que los mexicanos votan por Morena por temor a que les quiten los programas sociales. Quienes reciben este tipo de derechos, que no de apoyos, saben, porque se les informó desde todas las tribunas oficiales y oficialistas que los programas nadie se los puede quitar. Se elevó a la categoría constitucional, de tal suerte que gobierne quien gobierne no pueden arrebatarle los beneficios del bienestar que el gobernó tiene por obligación otorgar.

    Durante los regímenes anteriores el chantaje a través de los programas sociales representaba una presión para votar a favor del PAN o del PRI. Ahora, la ciudadanía que recibe estos recursos ha sido informada por folletos, donde se les aclara que nadie, ni López Obrador ni morena, puede quitárselos.

    Los ciudadanos que reciben los beneficios de los programas sociales han dejado la ignorancia que les hundía en la zozobra. Saben que nadie les puede quitar el recurso, gane quien gane. Pero una parte de la sociedad, desinformada y con la intención de desinformar, asegura que la intención del voto favorece a Morena por los programas sociales, lo que es peor, por el miedo a que les quiten los programas sociales.

    La oposición, como es su costumbre, crea dudas mayores y afirma que el gobierno culpa a sus candidatos de tener entre sus objetivos quitar los beneficios sociales a los mexicanos. Los legisladores de la derecha negaron su voto a la aprobación de dichos programas, posteriormente los descalificaron, luego los cuestionaron, los vieron como un imposible, les negaron eficacia, los criticaron por crear vagos, y holgazanes.

    Den su delirio por el pasado no sólo consideran la posibilidad de que regrese el Seguro Popular que era una burla para los mexicanos sino que involucraron la promesa absurda de regresar el sueldo vitalicio a los expresidentes. Es decir, para ellos son más importantes los expresidentes que la mayoría de la gente, pronto se dieron cuenta que los expresidentes no votan sólo hablan, y cambiaron de opinión.

    Los programas sociales son un derecho consagrado en la Constitución, nada tiene que ver ni con los que gobiernan ni con las preferencias partidistas de los beneficiarios. Se dice en todos los rincones done el beneficio es otorgado. No es lógico que todavía una clase media poco informada y peor ilustrada insista en la fragilidad de los derechos de los mexicanos, que así haya si la costumbre del pasado no significa que se siga teniendo leyes vulnerables ni decisiones populares frágiles.

    Los lineamientos de igualdad entre la población no debilitan las leyes, instaurada en este sexenio, las fortalecen. Aunque haya quienes se nieguen a aceptar que todos somos iguales, sobre todo ante las leyes, la legislación se vuelve más sólida en cuanto se debate sobre sus reformas, incluso cuando se cuestionan sus cambios.

    Los programas sociales no sólo son parte de los derechos de los mexicanos sino el vehículo de conciencia que su percepción de la política obtiene; es información obligada sobre el rumbo de la política y el estado de la economía.

    Nadie de quienes reciben los beneficios de los programas sociales teme, en este momento que les vayan a arrebatar ese derecho. Sólo existe en la mente de quienes, desde la comodidad que implica no necesitarlos pero sí los reciben, una duda mal intencionada sobre lo que es derecho, sociedad y la fuerza de una población que despertó. Despertó en la oscuridad de la noche más oscura de la historia, pero despertó.

  • El fantasma de la inseguridad

    El fantasma de la inseguridad

    Para la derecha la inseguridad siempre será un tema vivo, y aunque no haya índices alarmantes, su vocación represiva tiene como pretexto el combate a la delincuencia como una manera de mantener el control social.

    Desde el inicio de la actual administración la obsesión de la oposición por colocar como el problema social más grave a la inseguridad, de tal manera que en nombre de la seguridad pueda mantenerse un estricto control social.

    Para la derecha el Estado debe proteger, no ser mandatario de la voz del pueblo como es natural en la democracia. En una evidente herencia de la monarquía, que trabaja incluso contra la voluntad del pueblo, en nombre de éste. Fingir protección y cuidado a cambio de sumisión es uno de los puntos más oscuros de la lucha contra una inseguridad que suele ser exacerbada.

    En nombre del combate a la inseguridad se militarizan países enteros, entendido esto como el control de calles y caminos por los militares, de tal suerte que las libertades quedan condicionadas a la voluntad de los funcionarios públicos, desde donde deciden lo que debe informarse y lo que es necesario callar, en nombre de la protección de la población. Incluyendo desde luego, las voces disidentes.

    Así, mientras mayor es la “protección” se extiende la represión que justifica detenciones arbitrarias, encarcelamiento bajo sospecha, castigo a la disidencia en nombre de la seguridad, desapariciones por accidente, etc.

    Es la derecha la que ha creado este esquema de anunciar inseguridad, incluso provocarla y magnificarla en los medios a su servicio, sobre todo en tiempos electorales. Se le crea a la población la idea de que mientras más control social hay, es mayor a garantía de seguridad, aunque sea el propio gobierno el que produce y reproduce la sensación de peligro.

    Porque es en el miedo en donde se basan las medidas represivas y antes de aceptarlas, la población debe aumentar su nivel de miedo, que justifiquen las medidas represivas de un gobierno autoritario que reprime en nombre de una inseguridad inexistente, por lo menos en los niveles que quieren impulsar su autoritarismo.

    Desde la educación hasta la información le miedo es la contante para preparar a generaciones futuras no sólo al temor por la inseguridad sino a la obediencia social que, al adoptarla sin condiciones, consideran que implica una seguridad total para la integridad de todos y cada uno de los miembros de una sociedad.

    La percepción de la inseguridad se da a conocer con casos particulares, aislados, prácticamente sin trascendencia, pero son los que llegan al sentimiento del auditorio que quieren asustar. Así, el accidente de un menor, el robo a una familia, el golpe a una anciana, el maltrato a un niño, son los mejores temas para que la gente considere que vive un ambiente inseguro.

    De esta manera, el periodismo deja de ser una actividad social para convertirse en un anecdotario de accidentes domésticos, donde la sensibilidad priva sobre la razón, y la percepción de miedo puede llegar con mayor rapidez e impacto al espectador de noticias que si se tratara de cifras sobre la criminalidad o el secuestro.

    Es decir, mientras haya un individuo que sufra de un acto de delincuencia, seguirá imponiéndose el criterio de inseguridad sobre una lucha integra, organizada. con estrategia contra la delincuencia.

    La individualidad deja huellas imborrables en quienes la padecieron, incluso quienes tuvieron un incidente hace 10 o 20 años. Esa acción les sirve para advertir a los demás que hay inseguridad desatada. No hay de por medio ni evolución del gobierno, mucho menos de la sociedad.

    El miedo impone criterios y necesidades, hace que cada ciudadano en lo particular pierda su sentido de solidaridad porque el vecino puede ser un delincuente encubierto. Puede tratarse, en realidad, de un narcotraficante y debemos cuidarnos hasta de nuestra sombra porque la inseguridad no perdona ni edad, ni raza ni clase social ni religión.

    Si la inseguridad se vuelve en el mejor antídoto de la organización social, a través de la imposición del terror ante todo y por todo. La calle, incluso la casa, se constituyen en campos de batalla donde luchas diariamente el bien contra el mal. Todo porque la inseguridad es, según los conservadores, el problema más grande del país.

  • PRI agoniza en Veracruz

    PRI agoniza en Veracruz

    Algo tiene Veracruz que expulsa a los priistas de su partido. Con un candidato que no llega al 20 por ciento de la intención del voto para la gubernatura, ni reúne 20 personas en sus eventos, prefiere rescatar grupos rechazados de partidos como Antorcha Campesina, grupo repudiado por sus corruptelas y su violencia contra la población.

    Ahora el ingenuo de Pepe Yunes los recibe con los brazos abiertos ante la falta de otros apoyos, incluyendo el del PAN nacional, cuya dirigencia no se ha asomado a Veracruz a levantarle la mano como lo ha hecho con otros candidatos.

    Sin representación legislativa en la entidad, con un rechazo total a todo lo que huela a PRI, con contrincante del partido más fuerte que nunca en la historia de la entidad el priísmo agoniza en ese estado, como un aviso de la desaparición total.

    Pero las desbandadas en el PRI de Veracruz a pesar del inexplicable optimismo de imberbe Yunes continúan, se cierran oficinas en algunos municipios que anteriormente se veían repletas de gente y ahora no asisten ni a trabajar, principalmente en la zona de la Huasteca.

    La mayoría de las deserciones son silenciosas, pero constantes. Las de algunos personajes son mediáticas y dañan sólo la imagen, mientras las masivas afectan la estructura que en Veracruz parecía sólida, ya no lo es.

    En estos días hubo una sensible baja en el PRI veracruzano, un mito en el priismo de la entidad, Eduardo Andrade, quien se afilió al PRI siendo adolescente ya no quiere saber anda del partido en el militó por muchos años. El político afirmó “Fue penoso ver a Pepe Yunes levantarle la mano a Xóchitl Gálvez”.

    Eduardo Andrade fue diputado del Congreso de la Unión, senador, y presidente del Congreso de Veracruz entre 2010 y 2013, quien comenta que nada tiene que hacer la alianza opositora en Veracruz, anuncia una derrota sin precedente en ese estado.

    Anteriormente el llamado Grupo Veracruz, se llevó consigo a todos los legisladores locales a Morena, encabezados por Anilú Ingram Vallines, esta desbanda suman más de mil priístas en camino a engrosar las filas de Morena.

    Andrade subraya que, aunque en el pasado ha tenido diferencias con el partido sobre procedimientos internos, las actuales discrepancias son de fondo y lo llevan a tomar la decisión de renunciar.

    El PRI sin candidato está pronosticado como un segundo lugar en las elecciones estatales, con una muy amplia diferencia en el número de votos respecto al primer lugar. Al llegar Pepe Yunes, esa diferencia crece. Con la misma línea de los candidatos de cuestionar todos y cada uno de los discursos del partido en el poder y descalificar sus obras, no esconde su falta de proyecto.

    Hasta para absorber el descontento son incapaces los priistas no sólo en Veracruz sino en el resto del país, La derrota de cualquier partido que compita con Rocío Nahle está pronosticada con precisión. Anteriormente Veracruz era un bastión priista, a grado tal que fue el lugar donde primero se mostraron los excesos de un autoritarismo represivo que laceró no sólo la vida de sus habitantes sino las simpatías hacia ese partido, que ahora se desmorona en las manos de sus dirigentes y candidatos.