Etiqueta: Migrantes

  • EE.UU. y México unen fuerzas para combatir el crimen organizado

    EE.UU. y México unen fuerzas para combatir el crimen organizado

    El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, afirmó que colaborará con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para desmantelar bandas del crimen organizado . Durante una ceremonia por el 249 aniversario de la independencia de EE.UU., Johnson destacó que estas organizaciones han aprovechado las debilidades fronterizas.

    En su discurso, el diplomático subrayó la importancia de la relación entre ambos países, describiéndola como única y especial . Johnson hizo hincapié en el compromiso del presidente Donald Trump de combatir las organizaciones criminales transnacionales que amenazan a las comunidades de ambos lados de la frontera.

    El embajador también mencionó que los cárteles fueron designados como “organizaciones terroristas extranjeras”. Afirmó que “la justicia debe y va a prevalecer” en la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de fentanilo.

    En su primer discurso público como embajador, desde su llegada el 15 de mayo, Johnson expresó su orgullo por trabajar con la administración de Sheinbaum. Resaltó la necesidad de detener el tráfico de fentanilo y contrarrestar el paso ilegal de armas desde EE. UU. Hacia México. “La frontera está cerrada por toda actividad ilegal”, enfatizó.

    Sobre la migración irregular, Johnson comentó que ambos países enfrentan este desafío juntos. “Eso salva vidas”, dijo, y añadió que la migración ilegal consume recursos y atención, dificultando el manejo adecuado de la migración legal.

    Finalmente, el embajador destacó que en EE.UU. viven 40 millones de personas de herencia mexicana, lo que considera muy especial. También habló sobre el trabajo conjunto en la frontera para impulsar el comercio legítimo y reducir costos, lo que beneficiará a las comunidades en ambos lados.

  • Cárceles para migrantes: guiños de nuevos campos de concentración

    Cárceles para migrantes: guiños de nuevos campos de concentración

    El gobierno de Estados Unidos ha decidido reabrir cárceles privadas con un historial atroz de abusos, maltratos y negligencia para encerrar migrantes como si fueran criminales de guerra. Como si la historia no hubiera dejado suficiente lección, ahora la política migratoria se parece más a una amenaza de operación de limpieza étnica disfrazada de legalidad.

    La empresa CoreCivic y el grupo GEO, dos corporaciones expertas en lucrar con el encierro humano, han recibido contratos millonarios, y sin licitación, para reactivar prisiones desacreditadas que parecían condenadas al olvido. Entre ellas, Delaney Hall, en Nueva Jersey, o el centro de Leavenworth, en Kansas, donde una jueza llegó a describir las condiciones como “un infierno absoluto”. Ahora ese “infierno” está listo para llenarse de personas cuyo único “delito” fue buscar una vida mejor.

    No es casualidad. Es racismo y xenofobia institucionalizada, elevada a política de Estado. Las cifras no mienten: el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) planea duplicar, si no triplicar, su capacidad de detención migrante. De las 41 mil camas actuales, quieren llegar a 100 mil, incluso 150 mil.

    Y mientras tanto, las grandes cárceles privadas celebran. “Nunca habíamos tenido tanta demanda”, dijo Damon Hininger, CEO de CoreCivic, ante sus accionistas. Claro, ¿qué mejor negocio que el sufrimiento humano cuando viene con fondos públicos?

    Lo que está pasando en Estados Unidos no es un tema administrativo, es una catástrofe moral. Estamos viendo centros de detención operando bajo condiciones insalubres, sin acceso suficiente a comida o atención médica, y con registros de agresiones, tortura psicológica y hasta asesinatos. En North Lake, Michigan, donde GEO reabrió una prisión con capacidad para 1,800 migrantes, los vecinos no lo dudan: “Esto es una abominación”.

    El Congreso aún discute el presupuesto de 45 mil millones de dólares para sostener esta maquinaria de detención masiva. Pero las redadas ya aumentaron y criminalizaron a nuestros migrantes. Y los centros, disfrazados de instalaciones de detención, no son otra cosa que jaulas, donde se encierra la dignidad de miles.

    Estados Unidos no está enfrentando una crisis migratoria, está ejecutando una estrategia de odio.

  • SER JOVEN Y NO SER REBELDE ES UNA CONTRADICCIÓN…

    SER JOVEN Y NO SER REBELDE ES UNA CONTRADICCIÓN…

    El tema relevante para los mexicanos en la actualidad se centra en la situación de los migrantes en Estados Unidos, hemos sido testigos de una situación triste pero a la vez indignante de cómo son tratadas las personas en el vecino país del norte; la palabra ICE ha tomado una connotación de represión y abuso de autoridad al grado que los mismos estadounidenses han salido a las calles a protestar en favor de la comunidad migrante y es que las historias de terror para aquellos paisanos que las sufren son cada vez más estremecedoras niños separados de sus padres, trabajadores de años del campo, de la construcción o de actividades tan simples como la jardinería las cuales dicho sea de paso los ciudadanos americanos no trabajan en ellas por los bajos sueldos y condiciones laborales  simplemente son tratados como delincuentes y llevados a la deportación automática bajo un trato por demás indigno y penoso.

    De acuerdo a la visión del gobierno de EU las redadas obedecen a que hay un gran número de personas que han quebrantado la ley sin embargo de todas las detenciones que actualmente se han realizado solo se han detectado menos del 8% de personas que tienen cuentas pendientes con la justicia, el problema que actualmente se vive en el vecino país del norte ha escalado al grado que hasta senadores han sido detenidos por la policía al querer cuestionar o manifestarse en contra de estas medidas, no podemos negar que ante situaciones como esta el oportunismo político se presenta de manera natural ya que es bien sabido que es un escaparate perfecto para poder lanzar golpes mediáticos hacia el gobierno en turno, pero tampoco podemos negar que la radicalización en las medidas que actualmente esta adoptando el gobierno de estados unidos contra la comunidad migrante se contrapone con los principios de libertad de la que tanto presumen en sus discursos y tal pareciera que dicha palabra carece de valor cuando se reprime a sus mismos ciudadanos solo por el hecho de no estar de acuerdo con una estrategia que a todas luces está en contra de los derechos humanos y ofende la dignidad de quienes la sufren en carne propia.

    Es evidente que la migración ilegal en EU es un problema y que deben implementar medidas efectivas para combatirla ya que es muy arriesgado para cualquier país que dentro de sus estados ingresen personas sin saber quiénes son o con que intenciones están ahí, la mayoría van por trabajo pero no podemos pasar por alto que hay muchos países que son enemigos de nuestros vecinos por diversos conflictos en los que ha intervenido de manera directa o indirecta EU por lo que la preocupación acerca del ingreso de personas que puedan hacer actos de terrorismo es una de las justificaciones que el presidente Trump ha mencionado en más de una ocasión por lo que con estas acciones busca crear un cerco más efectivo para el ingreso de ilegales al país, puede gustarnos o no pero es una realidad que se vive día a día en EU.

    ¿Lo pudieron haber hecho mucho mejor? Claramente sí, pero optaron por la fuerza bruta y esto sin duda está pasando factura en la visión de la gente que todos los días son testigos de estas redadas y detenciones que de acuerdo a las últimas declaraciones seguirán de manera indefinida.

    México ha hecho lo que debe hacer, mostrar su desacuerdo ante el trato que reciben nuestros paisanos y darles el apoyo consular que requieran, desafortunadamente no se puede ni se debe hacer más ya que solo se lograría tensar las relaciones con EU ya que el gobierno vecino está decidido a continuar con su estrategia, así que solo queda seguir apoyando desde donde sea posible a nuestros paisanos para que no se sientan solos en estos momentos de angustia.

    Hace algunos días cuando empezaban las detenciones hubo una polémica acerca de una mujer valiente que alzó la voz ante los abusos y que el secretario Landau contestó en un tono por demás desproporcionado, en una reacción que no debería ser propia de un Vicecanciller de un país tan poderoso se tome el tiempo para increpar a una ciudadana mexicana que mostró su indignación en su cuenta de X y que según su interpretación glorificaba la violencia a las LEGÍTIMAS AUTORIDADES, pero hoy en día qué dirá el secretario cuando sus propios ciudadanos realizan estos actos de protesta en redes sociales ¿? ¿Acaso les revocó su pasaporte como ciudadanos americanos o los enviará a juicio?, sostengo que la reacción fue desproporcionada ante un posteo que ciertamente utilizo lenguaje inapropiado y que la misma autora ha dicho en diversos espacios que al hacer uso de estas expresiones se pierde mucho el valor y el impacto que pueda generar mostrar su descontento.

    Sin embargo, aun cuando se podría catalogar como un comentario desafortunado, ¿qué sería de nuestro movimiento sin los jóvenes como ella? ¿Acaso no figuras dentro de MORENA se han calificado como irreverentes, rebeldes y defensores de la libertades y derechos del pueblo????

    Pues no vi a nadie de ellos apoyar a una compañera que estaba siendo atacada por un extranjero, no vi siquiera un mínimo apoyo y empatía del partido ante esa situación, simplemente callaron como momias tal y como lo decía Andrés Manuel López Obrador, fueron hipócritas disfrazados de prudentes, no se trataba de crear un conflicto o avivarlo; simplemente ser compañero de lucha, ya que los militantes no sólo están presentes cuando hay elecciones, y esto demuestra una vez más que nos estamos perdiendo en el amor al poder. El apoyo se muestra en muchas versiones, sin embargo, la dinámica de MORENA simplemente es dejar perder a los cuadros jóvenes para continuar con los añejos enquistados en los puestos relevantes.

    Recuerden que ser joven y no ser rebelde es una contradicción.

    Cuenta con mi apoyo Meli MORENA necesita la fuerza y la rebeldía de los jóvenes para resurgir.

    ¡Nosotros somos fuertes, Viva México!

  • La commedia è finita (La comedia ha terminado)

    La commedia è finita (La comedia ha terminado)

    Todo parecía marchar bien en el Imperio. Dominaban el planeta a su antojo, las noticias eran válidas sólo si ellos las aprobaban, las guerras eran necesarias para defender al “mundo libre” de los tiranos de oriente e invadían países para llevarles democracia y libertad. Su reino parecía no tener fin, justo como en sus películas de acción, pero su historia dista mucho de ser una epopeya contra el mal.

    Cuando culminó la 2a guerra mundial en 1945, tal vez no fueron capaces de visualizar, al menos no para los años inmediatos sino para las décadas posteriores, el impacto que tendría a nivel global, el dar la libertad de toma de decisiones a su antojo, como la que pusieron en bandeja, al Estado de Israel. A su vez, y debido a las consecuencias de destruir una gran parte de un país como Japón y aniquilar a cientos de miles como parte de dicha guerra, los Estados Unidos supusieron que su dominio del mundo no tendría un final. ¿Quién les iba decir que la caída de su reino vendría de la mano de su propia gente, de su presidente, el más popular, el más “caucásico”, el más parecido a ellos?

    Con las redadas contra migrantes en el vecino país del norte, se echa por tierra el ideal de libertad y puritanismo de la política exterior que durante años han aparentado políticos norteamericanos para mantener su imagen impoluta, gracias a las decisiones irrisorias y demenciales de su dirigente, tal vez el más racista y clasista o cuando menos, el que no tiene empacho en mostrarse como tal, frente a todo el mundo. Para él, presentarse en dichas condiciones es un símbolo de autoridad, de hombría, de ser “todopoderoso”; ante el resto de países, es volver a repetir la historia que desencadenó en la última guerra mundial.

    Hoy, en los albores de una nueva afrenta global, a raíz del conflicto bélico entre Israel e Irán, un Israel desbordado en soberbia y deseo de dominio y sometimiento de los más débiles, justo como su mentor, y con el deseo en este lado del planeta, de “aniquilar” a inmigrantes, a quienes tienen un tono de piel más oscuro y hablan distinto, a quienes los más intolerantes les dicen “speak english” y miran con desprecio, a quienes solo sirven para recolectar en el campo, trabajo que ningún estadounidense quiere hacer, hoy valdría la pena preguntarnos si fue un acierto global el ser tan complacientes.

    Ante estas condiciones de precariedad social y moral, resulta doblemente importante el ser testigos de las protestas que se han organizado en ciudades como Los Ángeles, Chicago o Nueva York, esta vez con hijos de esos migrantes mexicanos que salieron de su país en busca de mejores oportunidades de vida, esos hijos que a su vez ahora son ciudadanos norteamericanos bajo la legalidad de la Constitución de aquel país y que se sienten en completa razón de protestar por esa vida digna de un sueño americano, no sólo para ellos, sino para quienes les precedieron.

    Hoy, esos hijos de migrantes son los estudiantes de la high school, graduados de Yale o Columbia, NYU o Harvard, son sus actuales abogados, economistas, físicos o astronautas. Portan a su vez, orgullosos sus títulos, universitarios o de puestos laborales en las grandes empresas y conglomerados internacionales, lo mismo que defienden con orgullo su color de piel y sus raíces, heredadas de sus padres, quienes vieron pasar toda su vida en cocinas de restaurantes o campos de cultivo, o como trabajadores de empresas, todos ellos con la obra de la persecución de la migra, hoy conocida como ICE.

    Hoy, la afrenta pública, no es solo contra migrantes mexicanos, o salvadoreños, o guatemaltecos, u hondureños, sino con ciudadanos norteamericanos, quienes ponen en jaque y confrontan a un país dirigido por un hijo de migrantes, que ha olvidado su historia. Hoy el compromiso mundial es no repetir la historia, mi vida en el holocausto más grande en la historia del hombre ocurrido el siglo pasado, es evitar que el más grande, fanfarrón y poderoso destruya al más chico, abandonado a su suerte, por conveniencia políticas, como ocurrió hace más de medio siglo.

  • Regalo a Donald Trump: protestas contra sus políticas

    Regalo a Donald Trump: protestas contra sus políticas

    Este sábado 14 de junio, es un día que bien podría cargar un simbolismo importante, pero no por el cumpleaños de Donald Trump, por ejemplo, que hoy está cumpliendo considerables 79 años, ni tampoco, por otro lado, por el aniversario número 250 del Ejército estadounidense, sino por las protestas en contra del festejado, de sus políticas y de su régimen, a través de la sentencia: “No Kings”.

    Se está llevando a cabo un desfile y todo un festival en honor al ejército gringo en Washington D.C., donde habrá música, exhibiciones de la misma armada estadounidense y hasta show de la NFL, mientras los ciudadanos del país de las armas se preguntan por qué se utilizan los fondos públicos para la “party” del niño más caprichoso de la historia.

    Mientras esto sucede, las protestas “No Kings” se extienden por ciudades clave de los Estados Unidos; aumentando la presión contra políticas migratorias y postura sobre Gaza.

    En las movilizaciones organizadas por colectivos ciudadanos, muchos de los cuales ya habían protagonizado protestas masivas el pasado 5 de abril, se hacen notar las consignas que se centran en el rechazo a las redadas migratorias, la militarización del país y el apoyo del gobierno de Trump a Israel en el conflicto en Gaza.

    Los Ángeles es una de las zonas más afectadas por la creciente tensión. La alcaldesa Karen Bass decretó toque de queda por cuarta noche consecutiva, tras los disturbios que siguieron a operativos del ICE. En San Diego, las protestas también se dirigen contra las políticas migratorias y denuncian el bloqueo de ayuda humanitaria en Medio Oriente.

    En Atlanta, Carolina del Norte y Filadelfia, las manifestaciones han mantenido un carácter pacífico, mientras que en Florida, una de las marchas más simbólicas llegó hasta las puertas de Mar-a-Lago, residencia de Trump, como un mensaje directo al presidente en el día de su cumpleaños.

    El despliegue de seguridad también ha sido reforzado en Washington D. C., donde, paralelamente a los actos oficiales, manifestantes han cuestionado la exaltación del poder militar en el contexto político actual.

    De este lado también se realizan movilizaciones, la de mayor convocatoria de entre ellas, se dio en la Ciudad de México, que partió de la Plaza de Luis Cabrera hacia la embajada de Estados Unidos, mientras expresaban la consigna “America has no Kings” (América no tiene reyes).

    De vuelta al punto constante detrás de todo este contexto, la realidad es que el niño del cumpleaños debería tener un alto, porque de verdad que habla mucho el que se estén violando derechos sin consecuencias, que tengas a un país sumido en los efectos de tus malas decisiones, apoyadas por ciegos cabizbajos y temerosos chupamedias. El simbolismo está ahí, donde los ciudadanos que “gobiernas” no te celebran por un año más de cuestionable vida, sino que esperan (como muchos), que cargues en tus inmorales manos, la responsabilidad de tus actos inhumanos.

  • Siempre al servicio del capital

    Siempre al servicio del capital

    Las mejores conciencias conscientes entre los notorios notables de la derecha mexicana, los conservas ahogados y deshidratados en salmuera, y la siempre poco original clase aspiracionista que aspira a no ser lo que son con la aspiración de aspirarse o ser aspirados en el intento, se han mostrado decepcionados y avergonzados de las protestas realizadas en Los Ángeles por migrantes mexicanos en contra de las redadas del ICE y el despliegue de la Guardia Nacional, protestas en las que la bandera de México se ha convertido en un símbolo definitorio. Y es que, como si no fuera suficiente para la natosa crema y nata de la sociedad mexicana, acostumbrada a mirar hacia abajo al resto de la sociedad, en una mezcla de desprecio por el otro y vergüenza por sí mismos, lidiar con su propio sentimiento de inferioridad, las fotografías y videos de los manifestantes que han tomado las calles de Los Ángeles amenazan con generalizar entre la natosa crema y nata del imperio, una imagen de la que la derecha, los conservas y la clase aspiracionista nacional siempre se ha querido alejar, la del mexicano como un individuo rebelde, un sujeto no sumiso. 

    Y es que, como dice el clásico, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, y lo que los migrantes mexicanos están haciendo resulta inaceptable. Es decir, eso de protestar para que se respeten sus derechos, se respete a Los Ángeles como ciudad santuario para migrantes, y se les trate dignamente, no tiene perdón de dios. Mira que abusar de una nación noble y desinteresada como lo son los Estados Unidos de América, sacando provecho al obtener trabajos bien remunerados, con condiciones ideales, sin persecución alguna, y además de ello disfrutando de la libertad de todas las libertades que es la libertad de consumo para quienes pueden consumir mientras son consumidos; abusar de una ciudadanía que contempla sin protestar como su país es invadido por migrantes que buscan explotar el sueño americano mientras se tumban en sus tumbonas a tomar el sol; y no tener el mínimo de gratitud para agradecer agradecidamente a esa nación cuando su gobierno con toda amabilidad —realizando un enorme esfuerzo para pasar por encima de sus propias leyes— organiza, de forma gratuita y sin escatimar en gastos, redadas para deportar a esos migrantes, demuestra una enorme falta de humildad y una terrible soberbia por parte de los migrantes que en nada los ayuda a ellos en lo particulara y en nada contribuye al relacionamiento de México con su patrón y vecino del norte.

    Lo que propone la oposición y la sociedad civil no partidista que está completamente alineada con los intereses partidistas, es que si los migrantes mexicanos verdaderamente fueran gente trabajadora y humilde deberían aceptar su destino sin decir pio, aceptar que el mercado estadounidense consuma su fuerza de trabajo al mismo tiempo que los mantiene en un estatus de indocumentados, que los exprima y drene sus energías en fábricas, maquilas, tiendas, construcciones, etc, aceptar engrosar las filas obreras que los ciudadanos del vecino del norte se niegan a engrosar, sin disfrutar de derechos laborales ni prestaciones y, con esa misma humildad, propia de quien no levanta la cabeza porque sólo sabe mirar hacia abajo y disculparse por lo que sea y no sea necesario disculparse, aceptar cuando ese mercado —obedeciendo al momento político y a las necesidades del más pragmático de los pragmáticos pragmatismos— los rechaza y decide expulsarlos. Resulta indignante y vergonzoso que el gobierno de Donald Trump tenga que organizar redadas para expulsar a los migrantes indocumentados, los migrantes indocumentados deberían tener la mina sensibilidad de ahorrarle el gasto y esfuerzo a la administración del trumpista trumpetista y entregarse voluntariamente para ser deportados, ¡que digo entregarse voluntariamente!, ¡deportarse voluntariamente! A la espera de que el momento político cambie y la siempre honesta hipocresía estadounidense les permita regresar para volver a ser engullidos por la maquinaria del capital hasta que sea necesario volverlos a vomitar.

    Entrados en gastos

    En el colmado colmo de los colmos, nuestros rancios políticos opositores, la clase privilegiada y los achichincles que aspiran a vivir de sus migajas, han tenido que lidiar, sumado a la vergüenza de las protestas llenas de orgullo de los migrantes, con las invitaciones a la rebeldía, desobediencia y violencia que desde la Presidencia de la República ha realizado Claudia Sheinbaum, arengando de forma incendiaria a los paisanos y paisanas en Estados Unidos a que envíen mensajes por redes sociales, correos electrónicos, cartas, y a movilizarse en caso de que se aprobaran los impuestos a las remesas. Y, a pesar de que nada tiene que ver las remesas con las redadas, ni el envío de cartas y correos electrónicos con las protestas y coches incendiados, es evidente de toda evidencia evidencial que todo es culpa de Sheinbaum, y que si no es culpa de Sheinbaum, también es su culpa.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • El enemigo vive en casa: Alcaldes de California contra Trump

    El enemigo vive en casa: Alcaldes de California contra Trump

    Mientras miles de migrantes mexicanos han contribuido con su trabajo al desarrollo de Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump ha decidido responder con mano dura y militarización. Esta semana, alcaldes del área metropolitana de Los Ángeles alzaron la voz ante lo que describen como una escalada de persecución sistemática contra comunidades inmigrantes.

    Las redadas recientes, acompañadas por tropas armadas de la Guardia Nacional, han dejado un saldo de miedo, indignación y familias rotas. “No están protegiendo a nadie, están sembrando terror”, declaró Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, al denunciar el uso de vehículos blindados y arrestos masivos en lugares de trabajo y comercios.

    “Comenzamos escuchando que el gobierno quería ir tras delincuentes violentos, miembros de pandillas, traficantes de drogas. Pero cuando allanas tiendas de Home Depot y lugares de trabajo, cuando separas a padres e hijos, y cuando recorres nuestras calles con caravanas blindadas, no estás tratando de mantener a nadie seguro. Estás tratando de causar miedo y pánico”. Expresó la alcaldesa de Los Ángeles

    La situación ha alcanzado tal punto que el gobernador de California, Gavin Newsom, solicitó a un tribunal federal que se suspenda de inmediato la colaboración militar con agentes de inmigración. Según reportes, al menos 500 soldados ya han participado en operativos junto a ICE, pese a que la ley prohíbe al ejército actuar como fuerza de policía interna.

    En medio de protestas y confusión, la alcaldesa de El Monte, Jessica Ancona, afirmó haber sido alcanzada por balas de goma en su propia ciudad. Su súplica fue directa: “Dejen de aterrorizar a nuestros residentes”.

    Lo que en un inicio se justificó como una estrategia para combatir el crimen, rápidamente se transformó en una ofensiva contra migrantes sin antecedentes. Las redadas han afectado a personas que solo buscan una oportunidad, incluidos solicitantes de asilo, trabajadores con visas vencidas y padres que esperan audiencias migratorias.

    Trump, por su parte, justificó el despliegue militar alegando que “la ciudad estaría ardiendo” sin su intervención. Pero mientras la retórica se endurece, quienes viven del otro lado de la frontera, millones de origen mexicano, enfrentan no solo discriminación, sino también violencia institucionalizada.

    Porque, en esta cruzada contra el migrante, el enemigo no viene de fuera. El enemigo vive en casa.

  • FRENTE A LAS REDADAS, MÉXICO ABRAZA A SUS MIGRANTES

    FRENTE A LAS REDADAS, MÉXICO ABRAZA A SUS MIGRANTES

    En los primeros días de junio de 2025, Los Ángeles California se transformó en un escenario de tensión y miedo cuando miles de agentes federales y militares irrumpieron en sus barrios de inmigrantes. Con imágenes de granadas aturdidoras estallando bajo los pies de manifestantes pacíficos y columnas de gas lacrimógeno nublando las avenidas, quedaron al desnudo las fisuras de un sistema que privilegia las cifras por encima de la dignidad humana. Fue entonces cuando el Gobierno de México alzó la voz con firmeza y responsabilidad: activó consulados, desplegó brigadas de asistencia legal y puso en marcha el programa “México te Abraza” para acompañar a nuestros connacionales. Hoy, más que nunca, resulta imprescindible examinar no solo lo ocurrido en ese momento, sino también entender la respuesta que ofreció nuestro país y la visión de reforma migratoria integral capaz de convertir un conflicto en una plataforma de cooperación y respeto mutuo entre naciones.

    Las calles aledañas al Distrito de la Moda y al Edificio Federal fueron testigo de la operación más masiva de detenciones en Los Ángeles desde la llegada de la administración Trump. El 6 de junio marcado por el despliegue simultáneo de ICE, 4 000 guardias nacionales, 700 marines y agentes del FBI y la DEA, que dejaron entre 35 y 45 mexicanos detenidos, muchos de ellos sin historial judicial, en apenas dos días. Quienes vieron llegar a los uniformados relatan a diario el mismo guion de miedo: familias enteras interrumpidas, trabajadores cuyos rostros se tornaron pálidos al escuchar órdenes de arresto, vecinos que improvisaron barricadas con contenedores de basura para proteger a sus amigos de una detención arbitraria.

    Al caer la noche, las denuncias de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) describieron el operativo como una violación al estatus de “ciudad santuario” y apuntaron a una estrategia de “violencia estatal” que destrozó la esperanza de quienes buscan solo ganarse el pan diario. Entre gases y gritos, niños preguntaban a sus padres si volverían a casa y ancianos recordaban que cualquier vecino podía ser el siguiente. Esta realidad, teñida de dolor, puso de relieve la urgencia de un enfoque distinto, más humano y respetuoso del debido proceso.

    Aunque las redadas fueron la chispa de aquella indignación, sus raíces se hunden en una década de políticas de “tolerancia cero”, la separación forzada de familias y el controvertido programa “quedarse en México” para solicitantes de asilo. California, pionera en declarar sus ciudades santuario desde 1979 y reforzada por leyes como la SB54, se alzó en defensa de quienes carecen de estatus legal. Aun así, cerca del 10 % de la población angelina sobrevive cada día sin documentos, sosteniendo la economía local con su esfuerzo en la agricultura, la construcción y la manufactura. Ese entramado de contribuciones y vulnerabilidades explica por qué la comunidad reaccionó con tanta fuerza: defendían su vida, su trabajo y el derecho a la esperanza que construyen con cada jornada.

    Frente a esa crisis humanitaria, México respondió con una estrategia clara y compasiva. La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó con contundencia que “nuestras paisanas y paisanos en Estados Unidos son gente de bien, cuyo esfuerzo diario fortalece la sociedad y la economía del país de acogida”. Instruyó a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que cada consulado en Los Ángeles, San Francisco y otras plazas estratégicas activara brigadas de asistencia legal y consular, garantizando asesoría jurídica gratuita y acompañamiento en todo el proceso.

    Paralelamente, el programa “México te Abraza” se habilitó para ofrecer un retorno voluntario dignificado a quienes prefirieran regresar, con transporte, albergue y apoyo en reinserción laboral. El canciller Juan Ramón de la Fuente estableció contacto inmediato con la Embajada de EE. UU., demandando transparencia en los procedimientos y el pleno respeto al debido proceso. En las conferencias matutinas, la presidenta reforzó que esta solidaridad no busca confrontación: “No somos instigadores de violencia; apostamos al diálogo y a las soluciones integrales”. Con este equilibrio, firme en la defensa de los derechos humanos y respetuoso de la relación bilateral, México demostró que un enfoque humanizado puede combinarse con la defensa de la ley y la seguridad de las comunidades.

    Para transformar esta crisis en oportunidad, México propone una reforma migratoria integral basada en tres ejes. Primero, el reconocimiento de la trayectoria y la contribución de quienes llevan más de diez años trabajando en sectores como la agricultura, los servicios y la industria, otorgándoles un estatus legal que les otorgue estabilidad y certidumbre. Segundo, la garantía del debido proceso, mediante protocolos claros que eviten detenciones arbitrarias, aseguren acceso a representación legal y prohíban prácticas de intimidación como las vistas en Los Ángeles, mientras organismos independientes supervisan la transparencia de las cifras de arrestos. Tercero, la corresponsabilidad regional, desplegando inversiones conjuntas en comunidades de origen para mitigar las causas estructurales de la migración forzada, creando rutas seguras de tránsito y estableciendo brigadas binacionales de capacitación policial centradas en combatir a las redes criminales, no a las familias trabajadoras. Así, la renovación de la política migratoria dejaría de ser una concesión y se convertiría en un proyecto binacional de prosperidad compartida.

    Lejos de una confrontación estéril, México se presenta como un aliado propositivo que respeta la soberanía de su vecino del norte y defiende la dignidad de nuestros compatriotas. Mientras líderes como Gavin Newsom y Karen Bass alzaron su voz contra las redadas, el Gobierno de México añadió un matiz constructivo: propuso soluciones tangibles, inspiradas en la colaboración y la protección de derechos fundamentales. Organizaciones como la ACLU y CHIRLA, piezas claves del tejido civil estadounidense, respaldan la demanda de revisar el uso de la fuerza y preservar las ciudades santuario. Este consenso entre sociedad civil, gobiernos locales y diplomacia mexicana demuestra que el verdadero desafío no yace en la retórica agresiva, sino en sentar las bases de una política común que respete las normas de ambos países y la dignidad humana.

    Proteger a quienes día a día construyen comunidades sin más armas que su trabajo es el verdadero testimonio de la grandeza de un país. Con solidaridad y corresponsabilidad, México extiende su mano para liderar una agenda migratoria que ponga fin al terror de las redadas y abra las puertas a un futuro compartido. Solo así demostraremos que un verdadero vecino no genera miedo, sino esperanza y oportunidades para todos.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.

  • Mexicanos cachan a lord montajes en las protestas de LA

    Mexicanos cachan a lord montajes en las protestas de LA

    Recientemente, se han desatado críticas hacia el periodista Carlos Loret de Mola por sus montajes en su cobertura de las protestas en Los Ángeles . Usuarios de redes sociales han señalado que Loret filmó sus reportajes una vez que las manifestaciones habían concluido y justo antes de que comenzara el toque de queda.

    La controversia comenzó tras el comentario de un usuario que advirtió sobre los “montajes” de Loret, afirmando que el periodista busca manipular la narrativa de estos eventos . La crítica se centra en la percepción de que su cobertura no refleja la realidad de las protestas, generando desconfianza entre los ciudadanos.

    Loret de Mola, conocida por su estilo de fabricación de montajes, ha sido objeto de controversia en el pasado. Sus detractores sostienen que su trabajo a menudo carece de objetividad y que busca crear una imagen distorsionada de la realidad.

    Este tipo de acusación no son nuevas, ya que el periodismo de Loret ha sido criticado anteriormente por la forma en que presentan las noticias. La situación actual ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de los medios en la cobertura de eventos sociales y políticos.

    A medida que la atención se centra en las protestas de Los Ángeles, la comunidad sigue cuestionando la veracidad de las imágenes y narrativas presentadas por los medios alineados con la derecha. La preocupación por la desinformación y la manipulación de la realidad se mantiene latente en la opinión pública.

    Los comentarios en redes sociales reflejan un creciente escepticismo hacia las representaciones de Loret y su equipo, lo que plantea interrogantes sobre la ética periodística en la cobertura de manifestaciones sociales.