Etiqueta: opinión

  • El mejor sexenio de mi vida

    El mejor sexenio de mi vida

    El sábado 1 de Julio de 2023 se cumplieron cinco años de la #VictoriaDelPueblo con la llegada del compañero Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República Mexicana y he de confesar, que los magníficos resultados de su gestión, han superado por mucho, mis expectativas y ha puesto en jaque a la #OposicionMoralmenteDerrotada porque todos los malos augurios que lanzaron se transformaron en resultados positivos para el país.

    El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado cátedra en la administración pública y ha dejado claro que cuando se gobierna con principios humanistas y honestidad, el resultado se refleja en bienestar para todos.

    Desde los sectores más vulnerables hasta los de mayor privilegio han tenido un impacto positivo en la economía a pesar de que en el mundo aún se sufren los estragos de la PANDEMIA, en México el Peso se fortalece frente al Dollar y los salarios van en aumento, los Programas Sociales han generado un mayor poder adquisitivo y aunque parecía casi imposible, la distribución de la riqueza es un poco más equitativa. 

    Aunque erradicar la pobreza sigue siendo una labor titánica, al menos durante el Sexenio del Bienestar, se ha buscado dignificar a los sectores con mayor rezago y se han atendido sus necesidades para mejorar la calidad de vida. Se han creado muchos empleos y en los magnos proyectos sexenales se han mejorado las condiciones económicas y de vida de las comunidades aledañas.

    Durante la administración de López Obrador hay estabilidad de la Moneda, dos Aeropuertos el #AIFA y el de #Tulum, el Tren Maya que va a reactivar la economía del Sureste con la llegada de mayor turismo nacional e internacional, comunicará a las comunidades y posibilitará el traslado de personas y mercancías de manera más eficaz. Los caminos artesanales construidos por los habitantes en pueblos de Oaxaca son una realidad, la Refinería Dos Bocas, la adquisición de la Refinería de Deer Park, Sembrando Vida, Jóvenes construyendo el futuro y las becas “Benito Juárez” son una realidad, las Universidades en diversos pueblos, el fomento a la Lectura por medio de los “Fandangos”, el rescate del Patrimonio Histórico de México, los hallazgos arqueológicos y los museos son impresionantes, el volver constitucional el Derecho a la Salud Gratuita es otro logro.

    Estos cinco años han sido de promesas de campaña que se han cumplido y no quedaron como palabras que se las llevó el viento aunque las hubieran firmado ante notario o que quedaron como simples bardas para pintar. Aquí son hechos, no palabras y lo mejor: Sin contraer deuda externa.

    A pesar de los golpistas, de la propaganda, de las mentiras de una Oposición Mediocre, corrupta y mentirosa que no está de acuerdo con nada, que no tiene ningún proyecto y solamente cacarean injurias sin sentido, que defienden intereses de aquellos que eran los únicos beneficiados en sexenios anteriores y que han generado situaciones de violencia para desestabilizar al país y generar descontento (Soy muy mal pensada). México sigue en pie y va adelante.

    Lo más importante va a ser dar continuidad en el Proyecto de Nación y seguir con la política del Bienestar. Los ciudadanos tenemos que participar y defender a nuestros líderes, elegir a la persona que seguirá después de López Obrador, aunque debo reconocer que nuestro querido Presidente será insustituible.

    Celebro emocionada los cinco años de la Victoria del Pueblo y sigo apoyando este cambio positivo para nuestro país y gritó con el corazón #SigueSiendoUnHonorEstarConObrador. Literalmente este Gobierno me ha devuelto la Esperanza.

  • La disque nueva oposición

    La disque nueva oposición

    Como saben, la oposición ya empezó su proceso para elegir al candidato que, según ellos, vencerá a Morena y derrocará a esta dictadura en la que vivimos, a la 4T, repito, según ellos. 

    La oposición está tan pobre de ideas, que sólo les alcanzó para copiar el sistema para elegir al candidato de Morena, no sólo eso, sino que el candidato preferido, hasta ahora, lo están haciendo lucir como AMLO en la precampaña, un intento muy pobre de AMLO, que lo único que ha generado es ser la burla de muchos y desprecio de muchos más, si me refiero a la hoy, todavía , Senadora Xóchitl Gálvez, a la que se disfraza de botarga para entrar a la cámara, a la que demanda al gobierno por casi cualquier cosa, a la que hace sus tonterías, como ir a pedir un galón a la refinería de Dos Bocas y burlarse, según ella, de que no tengan gasolina, la senadora que intenta quitar el beneficio de las becas a los adultos mayores y demás personas beneficiadas con este tipo de programas, y aunque está el video, ella lo sigue negando.

    A la Senadora que la han tratado de parecer que tiene orígenes indígenas y fue pobre en su niñez, vivió el infortunio de tener un padre alcohólico, muchas carencias, haber sido víctima del machismo, pero como toda una guerrera, lo supero y ha llegado a ser una exitosa empresaria, senadora, y aspirante a la Presidencia de México; a la senadora que ha tenido el apoyo mediático de las grandes empresas de comunicación de México, de muchos “twitteros” y no se diga de las granjas de bots que han colmado a twitter de apoyo a está señora.  Nuevamente, a la oposición se le olvidó que los miles de RT, likes, etc, que compran no votarán en las elecciones, el apoyo de miles de bots, pues no sirve en la vida real, de que le sirve pasar por una más del pueblo, andar en su bici – supuestamente- en una bici que es eléctrica y cuesta más de 20 mil pesos, la senadora que se dice del pueblo, pero no lo es.

     La señora que se dice de izquierda y progresista, pero opera, trabaja y opera con el PAN, el partido de derecha de México, la misma que ha demostrado ser todo menos de izquierda y menos progresista de todos, cuando lo ha tenido que demostrar, en esos momentos le sale la derechista que es.

    Está decisión de la oligarquía opositora, no le cayó bien a los miembros de la oposición, tanto que figuras como Osorio Chong y demás secuaces, se han separado del PRI, tal vez en busca de un nuevo partido, suponiendo que les da tiempo o tal vez para apoyar a uno de los candidatos independientes que se ajuste más a su agenda. Santiago Creel está tratando de ser el elegido del PAN, con todo y su mega drama, el Jr de la Madrid hace lo propio por parte del PRI aún cuando Alito apoye abiertamente a la senadora panista, cuándo habrá costado ese apoyo…

    El problema para la oposición oficial mexicana es que ninguno de sus “corcholatas” les alcanza para ganarle a la peor corcholata morenista. El problema de Morena y de la 4T, está en que aún ganando la presidencia, y los panistas perdidos, las personas que no son pro 4T, pero votarán por la 4T, pudieran dar el voto a la oposición en la elección de diputados y de senadores, como premio de consolación, “no voto por el PRIAN para presidente , pero pobre, votaré a sus diputados y senadores”, y ahí será el problema del siguiente Presidente de México, podría tener en contra a las cámaras, que se necesitan para realizar los mega proyectos pendientes de la 4T. Es muy necesario hacer saber al pueblo que para la continuación de la 4T en el país se necesita un Presidente 4T y ejecutar y llevar a buen termino el Plan C del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. De lo contrario podríamos tener problemas para el 2025. 

    Pero el problema no termina ahí, como dice el Presidente, no hay enemigos pequeños, y se asoma y presume el actor Eduardo Verástegui, para muchos un simple payaso, pero para algunos podría ser su candidato a la presidencia, recordemos que se presume como férreo guadalupano, se costumbres y tradiciones muy católicos, también ha hecho publico su descontento con la preferencia panista por Xóchitl Gálvez, acuso al partido de traicionar su tradición derechista y por ende a su militancia más mojigata. Y el ser Guadalupano, aún pesa para muchos mexicanos, ya no digamos a que sectores son más devotos de la Virgen del Tepeyac. Eduardo Verástegui puede pedir el voto católico y lo peor es que se lo pueden dar.

    Ahora, la oposición no está tan sola en la lucha por el 2024, EUA está muy interesado en las elecciones del siguiente año, que tanto pueden influenciar en los votos en las ahora campañas de la exjefa de gobierno, al tener apoyo de algunos sectores de los grandes medios de comunicación, ordenado por la élites gringas, mismas que apoyan a la senadora que se disfraza de botarga y al supuesto actor, que disfrutó de los placeres de gobernantes pasados, también apoyado por Trump, otro que se presume derechista declarado.

    Pero, será que el presidente, monto a Xóchitl Gálvez como su candidata presidencial, en otro movimiento ajedrecista, tal cual lo hizo con Lilly Téllez, que al final se quemó y fue deshecha por sus compañeros partidistas, pero con su actuar hizo desaparecer a Ricardo Anaya, ya ni hace sus videos, creo… Será que de está manera todos hacen alharaca con la senadora de las botargas y deja sin ser vistos a los demás posibles candidatos, será que nuevamente AMLO les marcó la agenda política, como lo ha venido haciendo durante estos casi 5 años. 

    De cualquier forma, no podemos permitir que llegue ni Xóchitl Gálvez, ni el Jr de la Madrid, menos Creel, el actorcillo que quiere ser presidente, y mucho menos algún naranjista. 

    La oposición, por más que copie los procesos morenistas, quiera disfrazar a sus candidatos como un intento fallido de AMLO, no logrará que el pueblo los vote. Piden el voto, pero a la vez insultan al pueblo de México, se dicen del pueblo, pero caen los excesos y clasistas de siempre, se dicen honestos, los más corruptos, los corruptos conocidos y reconocidos por todos, No han entendido y no lo harán, sólo buscan recuperar el poder para seguir robando y si llegarán, sería peor, tendrían que recuperar lo que no se robaron en 6 años, sólo imagínense.

    Aunque cualquiera de las corcholatas pueda ganar a la oposición, debemos de ser sabios al elegir al candidato que contendrá por la Presidencia, alguien que verdaderamente tenga un plan, tenga la capacidad de gobernar y pueda enfrentar lo que viene para el futuro próximo (guerras nuevas, crisis energéticas en otros  países, la desdolarización mundial, la guerra contra Rusia, la guerra contra China, etc), alguien que no se cuelgue de los logros de AMLO, y que pueda dar continuidad real a la 4T.

    Gracias.

  • Tepocatas, chachalacas y el presidente EVP

    Tepocatas, chachalacas y el presidente EVP

    Hace 20 años, comenzó a circular en librerías La silla del águila. Nos encontrábamos a mitad del sexenio de Vicente Fox. Para entonces, a paso veloz y calzado en botas de charol, el optimismo democrático menguaba. El 1° de febrero de 2003, el mes en el que la editorial Alfaguara publicó la aludida novela de Carlos Fuentes, los obispos de la región occidental del país, cuna del movimiento cristero, habían declarado que tras las elecciones de 2000 “se han venido acumulando preocupantes desencantos que parecieran haber transformado el triunfo de la democracia en fracaso”.

    Un par de días atrás, el Barzón y el Congreso Agrario Permanente, durante una megamarcha en la que habían participado más de cien mil campesinos, habían lanzado un ultimátum: “El presidente Fox está ante la última oportunidad para demostrar que realmente tiene interés por resolver los problemas del campo mexicano…”. Para acabarla, la iniciativa privada tampoco aplaudía al exgerente de la Coca-Cola, al contrario: la Canacintra reclamaba que Fox había ya perdido tres años “sin haber diseñado políticas de Estado para impulsar el desarrollo nacional y abatir la miseria”. Ni lo hizo ni lo haría.

    Muy pronto el primer gobierno emanado del PAN, que había llegado al poder camuflajeado como opositor al PRI, mostraba escandalosas evidencias de que la alternancia de partidos no había significado alternancia democrática alguna. Y muy pronto también fue claro que el poder público seguía en manos de los mismos poderes fácticos. El día 3 de febrero, La Jornada colocaba en su portada un par de fotos de dos señoras besuqueándose muy contentas: Marta Sahagún, entonces presidenta de la Fundación Vamos México y esposa del presidente, y Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y “líder moral” del sindicato magisterial. La continuación la sufrimos todos: las chachalacas no resultaron menos perniciosas que las tepocatas y las víboras prietas.

    En La silla del águila, Fuentes imagina un porvenir atroz. Los hechos ocurren en el año 2020, un punto en el tiempo que para nosotros ya es pasado, pero que entonces distaba 17 años en el futuro. El escenario que pinta el novelista es horroroso: el PRI había regresado al poder. Hoy sabemos que Fuentes se equivocó un sexenio, porque el tricolor efectivamente volvió a Los Pinos, con apoyo del PAN, en 2012. Sin embargo, el desbarajuste en que dejó a al país el prianismo neoliberal no le pide nada a la caótica situación que el escritor proyecta. En la novela, el presidente de la República, Lorenzo Terán, nomás no da pie con bola. Las cosas están color de hormiga, y según el secretario de Gobernación, Bernal Herrera, los tres problemas más urgentes de “atender con celeridad y buen juicio” son tres huelgas:

    … la de los estudiantes que se niegan a pagar matrícula o a pasar exámenes de admisión en las universidades públicas y que en protesta están ocupando las instalaciones de la Ciudad Universitaria. Segundo, la de los trabajadores en la fábrica de inversión japonesa mayoritaria en San Luis Potosí. Y tercero, la marcha de los campesinos de La Laguna pidiendo restitución de las tierras que les dio la reforma agraria del presidente Cárdenas, y que, poco a poco, les han sido arrebatadas por caciques corruptos del norte de México.

    Al leer esto, a cualquier persona honesta y medianamente enterada le resultará evidente lo lejanos que, afortunadamente, nos encontramos hoy de aquello. Hace apenas unos días, mi buen amigo Manuel Campos, después comentar algunos extractos de La silla del águila decía: “¡Qué lejos se me hizo ese 2003!” Por supuesto, concuerdo con él: es impresionante, en apenas cinco años de la 4T hemos sido catapultados en el tiempo. Hacer historia es dejar el pasado realmente en el pasado.

    Por lo demás, Lorenzo Terán, el presidente de México en 2020 en la ficción de Carlos Fuentes, es en muchos sentidos la antípoda de Andrés Manuel. El señor que en la realidad ocupa la Presidencia de nuestro país desde 2018 no sólo no es priísta —y significativamente, uno de los más injustos y groseros improperios que los prianistas espetan a AMLO es ese, priísta—, además es justo el actor político opuesto al personaje de la novela. En una misiva, Xavier Zaragoza Séneca le cuenta al presidente Terán: “usted es percibido como un hombre un poco abúlico. No se le ve hacer. Se le ve dejando hacer”. Difícil hallar una descripción tan opuesta a AMLO, un hombre de la tercera edad, con una condición de salud con varios focos rojos encendidos, y sin embargo el presidente de más enjundioso, voluntarioso y pertinaz que el México moderno ha tendido.

    Y más vale:

    • Enjundioso: que tiene mucha enjundia, esto es, fuerza, vigor, arrestos.
    • Voluntarioso: deseoso, que hace con voluntad y gusto algo.
    • Pertinaz: obstinado, terco o muy tenaz en su dictamen o resolución.
    • @gcastroibarra
  • De disfraces y mentiras

    De disfraces y mentiras

    Pocas ocasiones recuerdo que tuve la oportunidad de portar un disfraz, siempre he sido muy seria. En los festivales escolares con frecuencia hacíamos un bailable regional, el vestuario era una representación de las mujeres y hombres de algún lugar del país que vestían esos trajes y bailaban esos ritmos, al puro estilo de la Guelaguetza. Me parecía que esos vestuarios, la música y la coreografía eran una representación de algo que sucede en la realidad cultural del país. 

    Disfrutaba vestirme de china poblana, creo que hasta recuerdo la coreografía; bailé algún son veracruzano, el Son de la negra, la Danza de los machetes, aunque mi sueño siempre fue bailar la danza de la pluma. Los vestidos coloridos, reflejan una alegría que contagia la fiesta, jamás los vi como un disfraz. Quizá los bailables de preescolar tenían más esa intensión, se representaban las canciones de Gabilondo Soler, nos tocaba vestirnos de perritos o tortugas para bailar Caminito de la escuela, de patitos o un cowboy con bigote y sombrero o cualquier personaje distintivo. Las calles de la ciudad se llenaban tempranito de niños y niñas con disfraces y uno adivinaba la canción que correspondía al disfraz. Esas canciones son representaciones de la realidad, al crecer comprendimos que no eran mentiras. 

    La única época en la que podemos ver disfraces es en noviembre, los desfiles en diversas plazas públicas se llenan de personajes de toda índole. He llegado a ver un bebé en traje de barrendero empujando su carrito de basura o una niña que representa un poste del C5 de la Ciudad de México. El ingenio y la creatividad toma un aire distinto al ver a chicos y grandes que gustan de sacarse fotos con la gente que pasa a su lado. En esa época se vive la combinación de elementos imaginarios y tenebrosos, a veces sin existencia en el plano real, pero tampoco se vive como una mentira, tiende más a una fantasía o fantasmagoría, quizá.

    Lo que encarna mejor la combinación de disfraz y mentira es una persona que cae en contradicciones entre discursos y acciones. Voy a hablar de dos personas con las que he convivido y que no tiene que ver con las preferencias políticas que tengan, sino con la forma en que ejemplifican el punto. La primera es una chica que se decía feminista y cada que nos veíamos trataba con especial esmero que yo me enfilara a su lucha. Mi respuesta siempre fue que no me parecían las contradicciones que veía en las feministas, en sus acciones y que prefería adherirme a la pugna por una equidad de oportunidades y condiciones de la población en general. Eso implicaba tener una posición de equidad ante cualquier minoría o grupo en desventaja, incluidas las mujeres. 

    Esa persona y yo dejamos de frecuentarnos por diferencias y al tiempo me enteré que estaba echando a andar una acusación en contra de su jefe, con quien ella había tenido encuentros sexuales.  Me había contado en varias ocasiones que además de gustarle mucho el hombre, éste no le era indiferente, incluso me contó de sus aventuras y sobre cómo no le interesaba que él tuviera una familia, tampoco le importaba que en la oficina todos supieran que ella acosaba al jefe, pero como en la institución de educación superior se toma muy enserio el acoso, tomó la iniciativa de adherirse a una serie de chicas que de forma anónima lo tacharon de acosador. Otra de ellas estaba enojada porque él no le había hecho caso para tener una aventura con ella. Éste sí me parece un gran disfraz que sustenta una serie de mentiras que van ligadas a usar una bandera política a su favor. 

    Por otro lado, un miembro de la comunidad LGBTTTIQ+, se abandera de izquierda y propugna valores como la solidaridad o la cooperación a través de su negocio. En sus acciones se puede oler el neoliberalismo que despide la ley del que chinga primero, chinga dos veces. Contrató a una asistente porque le da una imagen de que es importante el negocio, con la promesa de que le va a enseñar a desempeñarse en el oficio. Bajo esa premisa la asistente trabaja de 12 a 14 horas, incluso más, al día porque se puede ir si gusta, pero si se queda aprenderá más. Un abierto esquema de explotación con condiciones de desventaja ya que a sus trabajadores no les brinda seguridad social. De nuevo, un excelente disfraz con una mentira rapaz que sólo puede estar a la altura de los huipiles usados en la oposición. 

    Lo que ellos no saben es que los disfraces saltan a la vista y que las mentiras son insostenibles por completo. Con el tiempo y la experiencia que hemos tenido durante largos años de disfraces televisivos, de vivir personajes tan grotescos, ya saltan a la menor provocación. Es menester estar atentos para encontrar cada vez más rápido los personajes que pululan a nuestro alrededor y aprender a ser más comprometidos con nuestras convicciones, porque ya no es tiempo de disfraces y las mentiras tienen que ser destruidas para cuidarnos de las actitudes políticas nefastas que algunos han comprado de la politiquería barata. 

  • Hasta siempre Adolfo Gilly

    Hasta siempre Adolfo Gilly

    El martes 4 de julio partió Adolfo Gilly, un maestro en toda la extensión de la palabra, maestro para la utopía, la vida, la historia, la política y la militancia de las mejores causas. Habrá un antes y un después en el quehacer de la historia mexicana y universal por las contribuciones de Gilly. Su visión del mundo lo convocó a escribir y pensar la historia de y para los de abajo, pero también a vivir y soñar por y para el pueblo, tan es así que sus ideales por la liberación de América Latina lo llevaron a ser encarcelado en el “palacio negro” de Lecumberri, donde los cinco años que permaneció en las crujías de 1966 a 1971 no fueron útiles para someterlo; por el contrario, desde ahí redactó el manuscrito de una de sus obras fundamentales que sigue despertando conciencias: La revolución interrumpida.

    Adolfo Atilio Malvagni Gilly como prácticamente nadie lo nombraba, nació en la tierra del Che Guevara, quizá por eso fue uno de los mexicanos más internacionalistas, que mantuvo como un objetivo fundamental en la praxis de los movimientos sociales y emergentes, el reflexionar desde la lucha misma la importancia de terminar con la colonización del imperio yanqui sobre las mal llamadas periferias. Le faltaron cinco años para vivir un siglo, pero el siglo XX mexicano ha sido especialmente explicado por él.

    Además de La revolución interrumpida, dos obras han sido esenciales para la formación política a gran escala del pueblo de México, y sin las cuales no podríamos explicarnos los tiempos tan interesantes de la Transformación que estamos viviendo: El cardenismo: una utopía mexicana, y Felipe Ángeles, el estratega, donde Gilly reivindicó no como letras de bronce sino como un proceso complejo, social y estratégico las obras personales y colectivas de los generales revolucionarios Lázaro Cárdenas del Río y Felipe Ángeles.

    Tengo recuerdos personales de Adolfo Gilly que son estampas para el porvenir. Cuando fundó el MAS, Movimiento al Socialismo, que fue un desprendimiento trotskista del PRT que apoyó al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 y fue pieza clave para que el Frente Democrático Nacional que desafió al PRI- gobierno pudiera permear en el mundo universitario. Ahí Gilly dio grandes discursos para sacudir comunidades. También lo vi en reuniones organizativas de la izquierda social en la capital del país, dónde con humildad daba sus puntos de vista, ante mi incredulidad respecto a que un académico de su trayectoria compartiera su tiempo con generosidad en larguísimas asambleas, lo que en sí mismo habla de que su estatura intelectual contaba con una gran dimensión ética.

    En el celebre compendio Historia ¿pará qué? Adolfo Gilly escribió: “Las revoluciones son los momentos cuando la dirección de abajo hacia arriba (resistencia) en la relación vertical, estalla y se vuelve dominante sobre la relación de dominación establecida. Entonces su irrupción violenta desde abajo inunda y baña todo con su luz peculiar, que es la que ilumina la apariencia del desorden y de ruptura de la lógica social comúnmente aceptada que presentan todas las revoluciones, rebeliones y revueltas”.

    En los años noventa estudiantes del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM formamos el colectivo Historia en movimiento, alumbrados por la función social de la historia que abrevamos por leer a Adolfo Gilly. De aquellos días queda el recuerdo de una mesa redonda, hay una foto impresa como testimonio, de cuando no había celulares ni cámaras por todos lados. En esa mesa platicamos con Ricardo Pérez Monfort, Alberto Betancourt, Margarita Carbó (QEPD), y Adolfo Gilly sobre los encuentros y desencuentros entre el zapatismo y el cardenismo como corrientes de pensamiento ancladas en el México profundo. La foto es malísima, de los tiempos cuando las fotografías se revelaban en los estanquillos de Kodak (monopolio de la fotografía), en ella Gilly se lleva la mano al rostro, quizá contrariado por alguna posición divergente, pero al final de la mesa recuerdo sus palabras sencillas sobre el sentido de la utopía, que es la misma dijo “para los zapatistas y cardenistas, de ayer, hoy y siempre”.

    La vida es un suspiro, ha partido Gilly. Pero su obra es nuestra escuela de historiar más auténtica. Un hombre honesto, un disidente respetable, historiador infinito, narrador de episodios que siempre alentaron utopías, rebeliones, revueltas, alegrías e insatisfacciones. Se concita en su obra la función social de la historia que nunca reclamó nada para sí. Para todos todo, nada para nosotros. 

    Aquella tarde del siglo pasado que compartimos charla no supe cómo se pronunciaba su apellido, jilly, guily, güilis, yily… los zapatistas de Chiapas le decían el willy, jaja.

    Hoy, quizá 30 años después, sigo sin saber cómo se pronuncia Gilly con los amigos que comparto esta mala hora. Lo que sé es que Adolfo Gilly escribió la historia que soñamos y que no morirá jamás a través de los libros y los lectores. Felipe Ángeles lo espera. Adolfo Gilly se pronuncia con respeto y cariño.

    Infinita tristeza.

  • El futuro de la capital

    El futuro de la capital

    Leyendo “Ciudad pérdida”, el imperdible texto de Miguel Ángel Velázquez que aparece dos días a la semana en “La Jornada” pude encontrar una serie de coincidencias en cuanto a la crítica que realiza al proceso de sucesión para la jefatura de gobierno y la elección del próximo año.

    Para quienes vivimos en la CDMX, por más motivaciones políticas que tenga cada quien, no se puede tapar el sol con un dedo, en esta ciudad ha habido grandes avances en materia de derechos que son atribuibles a la izquierda, pero también existen muchos pendientes por resolver, en tanto de que habitamos una de las ciudades más importantes del mundo por sus dimensiones, su cultura y sobre todo la pluralidad por la que se compone. Esos pendientes, por supuesto que están encabezados por la inseguridad pero no se deben solamente a la actuación del gobierno capitalino, pues, salvo los aplaudidores del neoliberalismo, se reconoce que las causas de la violencia, radican principalmente en la pobreza y desigualdad.

    Sin embargo, la situación política actual de la capital le ha cerrado el paso por completo a la sensatez, mientras la oposición se niega a reconocer los avances, MORENA por su parte se niega a reconocer los errores. En el primer caso puede entenderse la lógica de no reconocer los aciertos, y menos cuando ven que el partido en el poder tiene como puntos débiles la actuación de algunos funcionarios. El segundo caso, el de MORENA es verdaderamente incomprensible pues el rechazo a la autocrítica permea en todas las áreas de gobierno, ya sea estatal o el de las Alcaldías. Es incomprensible porque la andanada de la derecha exige de la contraparte la mejor de las actuaciones, y, en honor a la verdad, muchos de los gobiernos locales dejan mucho que desear.

    Por más que se quieran auto engañar las élites del morenismo, lo cierto es que en la capital no se ve por donde emerja un liderazgo capaz de hacer frente a las exigencias de todos los sectores de la sociedad capitalina, lo que si se es claro es la manera en que muchos de los grupos tribales de ese partido, comienzan a barajar las alianzas entre sí para ver más a la ciudad como botín que como el principal motor del movimiento lópezobradorista. Ahora bien, la carencia de dicho liderazgo irá colocando a ese partido en la necesidad de circunscribir el proceso de sucesión en la capital al proceso federal, lo que significa que la inmensa mayoría de las dirigencias capitalinas, apuestan por la candidatura de la ex jefa de gobierno con la idea de que en la ciudad el o la sucesora será por decantación. 

    Ante tal circunstancia pareciera no haber más remedio, se terminará haciendo necesaria la intervención del único liderazgo moral que existe en MORENA para orientar el rumbo en la ciudad o, de lo contrario, la posibilidad de que se presente un panorama adverso se irá incrementando. El futuro de la ciudad no puede quedar a merced de las cúpulas, mucho menos de los intereses que han venido agrupándose en élites menospreciando a la militancia, el futuro de la ciudad debe enmarcarse en lo que teóricamente es el proyecto de transformación.

    Para tal escenario, como expresa el articulista de “la jornada”, existe un antídoto: “los peligros para la continuidad de la 4T en esta capital se podrían esquivar con una buena decisión. Una buena o un buen candidato que no obedezca al capricho sería la forma de evitar un problema mayor” y me atrevo a sentenciar, ya es hora de que se acabe de una vez por todas con esos caprichos pero para hacerlo se necesita más que un discurso, se requiere un nuevo liderazgo distante a los hoy existentes pero apegado a los principios que enarbola la Cuarta Transformación.

    Que no cante victoria la oposición, puede que haya liderazgos en el movimiento de la ciudad que estén despistados, pero, aún con eso, existe una militancia férrea que defenderá las causas de esta gran ciudad y que aportará (como siempre) lo más valioso que tiene el movimiento: la dignidad que hizo de esta ciudad una entidad de derechos y libertades.

  • EL SUPREMO PODER CONSERVADOR DE MÉXICO Y EL FIN DE LOS PARTIDOS DE OPOSICIÓN

    EL SUPREMO PODER CONSERVADOR DE MÉXICO Y EL FIN DE LOS PARTIDOS DE OPOSICIÓN

    En nuestro querido México los partidos políticos del lado conservador de la política que antaño dominaron y a últimas fechas cumplieron 36 años de neoliberalismo que solo salieron del gobierno con la llegada de la cuarta transformación de México, están a punto de desaparecer, luego del triunfo de nuestro presidente el licenciado Andrés Manuel López Obrador y el movimiento de regeneración nacional que ha sido un éxito rotundo en todo el país.

    La mafia del poder es el comité de la Oligarquía, mejor conocidos como:

    EL SUPREMO PODER CONSERVADOR

    En la actualidad nos encontramos con que, el supremo poder conservador, que es el verdadero dueño, amo y señor de todos los partidos de oposición y cuyo gerente es Claudio x González, ya está muy molesto con sus súbditos de los partidos del PAN del PRI y del PRD, así lo afirma el Presidente de la República.

    Lo anterior es evidente debido a todo el circo mediático que han estado haciendo los medios corporativos de manipulación, para aparentar, elegir a sus precandidatos a la elección presidencial del 2024; simularon la articulación de un comité electoral que definiría la reglas democráticas para la elección del gran candidato de del Frente amplio por México que, finalmente ya fue elegido por dedazo por Claudio x González y que en una suerte mercadotécnica del mejor simulador ha ganado la lotería, supuestamente, la menos esperada y esa es la señora Xóchitl Gálvez, quién cubre perfectamente el perfil para aparentar ser una persona humilde del pueblo y que en apariencia viene desde abajo, muy luchona ella, pero que, en realidad el pueblo de México sabe que es una simple trepadora aspiracionista que busca agradar en todo lo posible a sus patrones de la cúpula partidista y del gran poder supremo detrás de ellos.

    En ese tenor han desechado a aspirante mejor posicionada, que era Lili Téllez, el multi nombrado comité electoral no duro ni 24 horas, así mismo dejan detrás a sombríos y grises personajes como Santiago CREEL y Enrique de la Madrid, esto significa que el partido revolucionario institucional habría cedido ya la candidatura presidencial en favor de una supuesta candidata ciudadana proyectada desde el partido acción Nacional, pero impuesta por el gerente Claudio X Gonzalez, del supremo poder conservador. Pero la simulación continuará y ya existe otro comité electoral.

    Comisión Electoral opositora niega “dedazo”; pide respeto al método por parte del presidente.

    Durante la presentación de las bases para el proceso de selección del candidato por el Frente Amplio por México, la Comisión que supervisará la legalidad del mismo se pronunció sobre las declaraciones en su contra del presidenteAndrés Manuel López Obrador, y dijo que éste debería “respetar su método” y que “no hay dedazo”. Y es que, en este gatopardismo político, la oposición busca cada día más parecerse a Morena, aparentar ser demócratas, esconder la designación del candidato “dedazo” disfrazándola de un método igualitario y equitativo, donde el pueblo elige, pero la realidad es que, todo es una gran simulación y todo ya está decidido.

    Pero la alianza, el frente amplio, Va por México o como sea que ahora se llame la oposición, ya no aguanta más, de cae en pedazos, se fragmenta:

    La desbandada del PRI en Sinaloa, Hidalgo y el Senado de la República se debe a la descomposición política dentro de la oposición.

    El presidente de México dijo que era muy lamentable que el partido revolucionario institucional, que gobernó por casi 80 años el país, termine así, en pedacitos. En la conferencia matutina de este martes 4 de julio de 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, las renuncias de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz, Nubia Mayorga y Eruviel Ávila y más de 200 militantes de este partido del Partido en distintos estados de la república se debe a una la descomposición de la oposición.

    “Hay una descomposición en los opositores, no supieron cómo enfrentar la nueva realidad y pusieron en manos de Claudio X. González toda la estrategia política” señaló el presidente.

    Los ex priistas conformarán el movimiento congruencia por México.

    Con todo esto los afiliados al partido revolucionario institucional y muchos de sus líderes regionales están completamente decepcionados, frustrados y si se sienten traicionados por Alejandro Moreno quien está tratando de rescatar los pocos espacios que le quedarán en la elección del 2024, para repartir entre sus amigos.

    Así es como en el estado de Hidalgo han renunciado muchos funcionarios de elección popular del partido revolucionario institucional, decenas o cientos de afiliados del partido en ese estado.

    La desbandada en Hidalgo sucede cinco días después de que el exgobernador Omar Fayad renunciara a su militancia de más de 40 años. 

    El dirigente estatal del PRI en Hidalgo, Julio Manuel Valera Piedras, ocho diputados locales, 18 secretarios y coordinadores del Comité Directivo, así como los titulares de organizaciones, renunciaron este martes 4 de julio a su militancia tricolor, al denunciar la “falta de espacios” y por no estar de acuerdo con el rumbo que Alito Moreno le da al partido.

    “Por primera vez en la historia las decisiones y las acciones de la dirigencia nacional nos obligan a repensar nuestra pertenencia al partido y a tomar acciones contundentes para expresar nuestro rechazo al rumbo que ha tomado el PRI desde hace cuatro años”, indicó el ahora exlíder priista.

    Lo dicho, pronto no existirán los actuales partidos de la oposición, Xóchitl Gálvez le ayudará al PAN a desaparecer y Alejandro Moreno ya hace muy buen trabajo para ese fin, el PRD no necesita ayuda, lo hace muy bien solo y únicamente necesita una elección más para dejar de existir.

    Mi pésame a la oposición, pero la gente no se confíe, volverán transformados, hay que estar alerta.

    Y recuerden, no hacerle mal a nadie, hacerle bien al que puedan…
    (J.J.A. Fuster, el monje)

  • Populismo whitexican

    Populismo whitexican

    La sabiduría popular, que solo es sabia cuando sirve a los intereses de la clase alta, reza que, si no se puede con el enemigo, hay que unirse a él. En ese sentido, la siempre clarividente oposición opositora al populismo, que no se ha cansado –desde mucho antes de que Andrés Manuel López Obrador llegara a la presidencia– de advertirnos sobre lo peligroso que es anteponer el interés de la mayoría al interés de unos cuantos que saben mejor que la mayoría lo que a la mayoría le interesa, ha decidido abrazar el populismo para combatir el populismo, combatir fuego con fuego. No se confundan. No.

    Los patriarcas neoliberales, defensores de privatizar el derecho a privatizar, adalides de preservar el sacrosanto interés de quienes se interesan en explotar, para beneficio propio, lo ajeno, no están pensando en un populismo populista que busque transformar o cuando menos legislar a favor de los intereses de quienes viven pagando intereses. No. No. No. Nuestros próceres del dejar hacer, dejar pasar, tienen en mente un populismo al servicio de las clases privilegiadas como camino para la reconciliación nacional, es decir: como penitencia que se impondrá a la mayoría para pagar por el terror emocional en el que desde 2018 se ha hecho vivir a la minoría. Un populismo porfiriano donde se entrega el poder a alguien de origen humilde, indígena, a cambio de que se ponga talco en la cara para verse un poco blanco y obedezca ciegamente los mandatos del mercado y de quienes se benefician de su mano invisible. Un populismo whitexicanizado, validado por esa izquierda buena onda y certificado por la derecha de siempre. Un populismo que vista Pineda Covalin.

    Desde luego que dicho populismo whitexican –el mercado electoral tendrá que entenderlo– deberá ser populista en la forma, aspiracionista en sus aspiraciones, y clasista en el fondo. Por eso es Xóchitl Gálvez la abanderada, porque nadie como ella, por lo menos no entre los opositores que se distinguen por tener pura gente de bien en sus filas, guarda las formas populistas; procedencia humilde, ascendencia otomí, nombre indígena, lenguaje florido, y un anecdotario que evidencía su código postal, vendió gelatinas de niña para contribuir a la economía familiar, le hizo la parada al Metro de la Ciudad de México la primera vez que lo vio, etc. Incluso nominalmente es sencillo contrastar su origen humilde con el de Sheinbaum o Ebrard, cuyos apellidos los alejan del México mágico ¿Qué mejor para seducir a las masas acríticas que una mujer con rasgos indígenas de nombre Xóchitl? ¿Qué más necesita el elector en un candidato para votar a su favor? ¿A quién le importan las propuestas, programas, agendas, cuando la candidata vendió gelatinas?

    Pero las virtudes de Xóchitl no terminan ahí, Xóchitl no solo cumple con las formas populistas, también representa el echaleganismo más intenso, y su biografía es la muestra –así se trate de un garbanzo de a libra– de que querer es poder. Si Xóchitl tuviera un origen humilde y nada más, no sería suficiente, por eso es importante esa historia, que se acerca tanto al mito, de la mujer que habiendo nacido en una comunidad donde las mujeres no estudian, logró recibirse en la UNAM como ingeniera en computación, ser experta en robótica e inteligencia artificial y fundar su propia empresa. En pocas palabras, el imaginario populista hace un crossover con el echaleganismo y arroja a una mujer que siendo capaz de salir de la pobreza –con todo en contra– será capaz de sacar a los mexicanos de la pobreza –no dudo que esto les suene a algunos como mesianismo tropical, a esas personas les pido que respeten los derechos de autor de Enrique Krauze y compañía y no recurran a terminología patentada.

    Por si esto fuera poco, en el caso de Xóchitl dos más dos no suman cuatro. No. Suman mucho más. Carcasa populista, más echaleganismo aspiracionista puro no son las únicas herramientas de la abanderada del populismo whitexican. A ello hay que añadir el clasismo de fondo, ese clasismo propio de quienes enriqueciéndose gracias a las condiciones marginales que reinan entre la clase obrera, utilizan parte de la plusvalía para impulsar proyectos filantrópicos –si la filantropía es deducible de impuestos o no, importa poco– entre la población. Lo importante no es el que se repartan migajas entre la gente, sino que hacerlo permite mantener el orden social intacto, recordándole a los de abajo que su lugar es abajo, recibiendo migajas de los de arriba, migajas que no transformarán su realidad social. Ese mismo clasismo filantrópico, que es la piedra angular del populismo whitexican, es el que permitió a Xóchitl, noblemente, rociar a las policías con desinfectante durante la pandemia.

    Entrados en gastos

    Los Xochilovers, ese grupo de ciudadanos buena onda responsables de hacer que las puertas de Palacio Nacional dejen de estar cerradas, de tal forma que al abrirlas permitan la entrada de la ciudadanía al recinto y al mismo tiempo la salida de la ciudadanía del proceso de construcción de su propio destino, habrán de ser los reconstructores de la nación que, enarbolando un proyecto demagógicamente incluyente, abierto y donde todos quepan, garanticen el regreso de un orden que perdió el paso en 2018, cuando la gente –equivocada– salió a las calles a votar y generar una narrativa distinta en el quehacer político nacional, los Xochilovers son los responsables de asegurar que ni en sus peores pesadillas, la clase privilegiada deje de ser privilegiada, ni la aspiracionista de pagar a meses sin intereses los excesos que les permiten convencerse de que son clase media.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • La chatarra y sus sellos

    La chatarra y sus sellos

    A partir de esta semana comienza nuevamente la oposición y sus medios de desinformación a construir una candidatura a la presidencia de la República. Empezaremos a ver de forma más que grotesca como algunos de los más visibles integrantes de la comentocracia vuelven a publicitar un producto basura para hacerlo pasar como el “producto milagro” que habrá de salvarnos de la destrucción, que según ellos, su narrativa y sus mezquinos intereses representa el actual gobierno del pueblo.

    Como si se tratara de una lucha de mercancías, los integrantes de la derecha en especial el actual gerente del frente opositor, Claudio X. González lanza al “mercado” electoral un producto chatarra, que si fuera exigible que trajera sellos de advertencia por la cantidad inmensa de ingredientes nocivos que contiene, se dejaría al descubierto que se trata de un gato que intentan vender como liebre. 

    Es bien conocida su costumbre de encumbrar a través de billetazos y propaganda mediática en sus propios espacios mediáticos al personaje más desfavorecido por las pobres carreras o inteligencia que despliegan, pero que les resulta el más llamativo pues apelan a la ignorancia de las masas que habrán de caer en el embuste. 

    Esta vez no es la excepción y creen haber descifrado el modo para competirle al Presidente Andrés Manuel, sin embargo, en su cómoda posición piensan que imitando las formas de su odiado adversario lograrán la simpatía que no les otorga su pasado vil. Vemos a su futura candidata emulando el principio de aquel documental realizado por Don Epigmenio Ibarra, ese que comienza con López Obrador en la plaza de la Constitución señalando hacia Palacio Nacional diciendo: “A palacio o a la chingada…”; y es que ni en eso son originales. Les falta el talento y la autenticidad de un verdadero líder social y político como lo es el Presidente AMLO.

    Por otra parte, otro de sus candidatos y principales figuras que desea desde hace décadas ser Presidente de la República, pero que en todas las ocasiones ha quedado relegado por su nulo carisma y su pose de arrogante, el hoy diputado Creel Miranda usando la misma frase con que Andrés Manuel calificó al entonces si “traidor a la democracia” Vicente Fox Quezada. Y con ello nos damos cuenta que la oposición no tiene idea propia para competirle al movimiento transformador, que hoy por hoy como lo afirmó el propio presidente en el discurso con que celebró sus 5 años del triunfo histórico, que está más fuerte que nunca. Lo que es una realidad que habrá de durar muchos años más.

  • SCJN y la justicia social

    SCJN y la justicia social

    Mucho ya se ha hablado sobre los altos salarios de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Incluso se ha llegado a abordar su constitucionalidad, pero más allá de ese detalle, lo que habría que evaluar es la justicia social de este rubro.

    No muy lejana es esta la razón del por qué algunos ciudadanos han protestado en las instalaciones del máximo tribunal. Ciertamente, no ven reflejados los valores de justicia social que ellos defienden y creen en definitiva.

    Uno de esos valores aún perdura en la consciencia de los ciudadanos y que el actual presidente de México, en un acto de congruencia, exclamó y cuestionó el por qué hay un gobierno rico, cuando la gran mayoría de la gente es pobre.

    Casi de inmediato, desde diciembre de 2018, se reveló que algunos ministros tenían un salario por arriba de los $600 mil pesos mensuales. Increiblemente, era un dato que muchos desconocían, lo cual dio pauta a empezar a visualizar qué ocurré en el poder judicial y cómo funciona.

    Hoy, el poder judicial, pricipalmente la SCJN, es cuestionado en sus decisiones y se le exige justicia social. Liberar cuentas de algunos políticos (o familiares cercanos a ellos) no es algo que se entienda de ese modo, por ejemplo.

    Antes bien, da sensación que existe una severa corrupción en sus filas. No hace poco, en el estado de Veracruz, se vinculó a proceso a una juez por su especial forma de llevar un caso delicado.

    Ante estos embates ciudadanos, el poder judicial federal ha encabezado, muy sutilmente, una defensa con algunos eventos sobre ética judicial y temas afines. Han invidado incluso a juristas reconocidos a esas actividades, quienes responden a algunas dudas ciudadanas que están sobre la mesa.

    No obstante, todo esto se ve opacado cuando se cuestiona sobre la justicia social. Ciertamente, los jueces no se deben a lo que la gente demande, ya que su labor es ponderar lo que se ha expuesto durante el juicio; tienen un valor institucional. Sin embargo, esto no significa que sus sentencias deben ser totalmente ajenas a los valores e intereses de justicia social. Tal es el caso de sus altos salarios.

    Así las cosas, no serían los ciudadanos quienes demanden a los ministros de la SCJN que reduzcan sus altos salarios, sino que los mismos ministros sean los que rechacen su alta nómina, como acto congruente a una nación que no ve esto con buenos ojos.

    Entonces, lejos de esperar justificaciones de por qué los ministros deben tener la nómina que tienen, se debería explicar por qué sí debe valer lo que está en la constitución. Mas no valerse de un transitorio para seguir validando algo que, a los ojos de un ciudadano, no es justicia social.