Etiqueta: opinión

  • A ella no se lo dije

    A ella no se lo dije

    “… Como lo he dicho: Nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos
     … La autoridad moral y la honestidad que nos caracterizan no se compran en la esquina; se construyen con una sola mística, la de luchar por un México con justicia, democracia y libertad.
    Ha quedado claro a estas alturas de la historia que no es la corrupción, la triquiñuela, el odio, el clasismo, el racismo y el machismo —que son reminiscencias de la sociedad de castas de la Colonia y del neoliberalismo— lo que produce libertad y democracia; todo lo contrario, eso ensucia y pervierte todo.
    La paz y la prosperidad se construyen ampliando los derechos del pueblo y dando acceso a la justicia. Eso es la Cuarta Transformación y por ello, hoy tenemos un México vivo, soberano, independiente, libre, democrático, cada vez más justo, con un pueblo alegre, entusiasta y empoderado.
    Servir al pueblo y a la patria es el mayor privilegio que podamos tener.
    Tengan la certeza que estoy dedicada en cuerpo y alma al bien de nuestro pueblo y de la nación. En eso se nos va la vida misma”.

    Dra. Claudia Sheinbaum Pardo
    Informe 100 días de Gobierno
    Zócalo de la Ciudad de México
    12 de enero del 2025

    “…Y tres, y más importante: que confíen en México. Para invertir, mejor en México; para producir, mejor en México; para consumir, mejor en México; si quieren vacacionar, mejor en México; para estudiar, mejor en México; para trabajar, mejor en México.
    Con el Plan México la invitación es a que hoy elijan a México, es la única apuesta que en el largo plazo nunca los va a hacer perder”.

    Altagracia Gómez Sierra
    Coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico
    Presentación del Plan México 
    Museo Nacional de Antropología
    Ciudad de México
    13 de enero del 2025

    “¿Cómo se le dice a aquel o a aquella que pide la intervención de otro país? –Traidor a la patria-. Imagínense el nivel. Están como Miramón en el siglo XIX, yendo a buscar un emperador que venga a gobernar a México. Como no tienen ellos: ni la fuerza, ni la inteligencia, ni los argumentos, ni las pruebas, recurren a pedir que otros intervengan en México. Entonces, eso habla también de su desesperación y de su alejamiento del pueblo y de su alejamiento ya de cualquier sector.”

    Dra. Claudia Sheinbaum Pardo 
    Conferencia de Prensa “Mañanera del Pueblo”
    16 de enero del 2025

    “Me quiero ir para allá papá, aquí nomás no se puede. ¿Ya le dijiste a tú mamá? No papá, si le digo ahorita se va a poner muy mal, prefiero no decirle hasta que esté del otro lado. ¿Pero estás seguro que te quieres venir para acá? Acá no va a ser fácil, nada fácil hijo y le vas a tener que entrar a lo que haya, a lo que salga. Si papá, lo sé pero francamente acá esta todo mal. Bueno, está bien, te mando el dinero, checa allá para que te lleven a la frontera, yo acá veo a la persona que te va a traer y prepárate, va a ser un viaje difícil”. 

    ¡Ay hijo! ¿Qué vas a hacer? Me pagan poco mamá, no descanso y no encuentro trabajo en otro lugar, bueno, sí hay muchos pero mal, muy mal pagados, con malas condiciones y sin prestaciones mamá, no te dan nada, además, no aceptan a chavos sin experiencia, pareciera que por ser joven no sé hacer nada y no me contratan. ¡así cómo!

     “La decisión ya la tenía, ¿desde cuándo? No lo sé, sólo que no me lo dijo porque sabía que me pondría muy mal, entonces lo manejaron entre ellos. El paso que daría sería primordial para su futuro, bueno para el futuro de todos pero yo, como su madre, sabía que era algo que él no podía posponer pero tampoco decirme para que no sufriera, para que no me doliera, para no estar presente en ese momento doloroso de la despedida, de la partida; ya solamente me enteré cuando ya estaba allá. Fue doloroso pero él pensaba que era lo mejor y yo, pues yo, a quedarme con mi dolor y a aguantar desde no haber podido despedirme de él, hasta no saber hasta cuándo lo volveré a ver o a abrazar y ya sólo desearle que Dios lo protegiera y lo guiara por el buen camino”.

    – “Mamá, no te lo quise decir porque sabía que te pondrías muy mal, mejor agarré mi camino, mi papá me ayudó pero no quisimos decirte porque sería muy difícil para mí, difícil verte y dejarte, difícil alejarme de ti, difícil no verte llorar y despedirme mamá, por eso preferí tomar el rumbo y partir… aunque sintiera estallar el corazón del dolor; de saber que pasaría el tiempo, años de no poder abrazarte en tantas fechas mamá, de estar tan lejos de ti cuando te necesitara o tú me necesitaras o necesitara un abrazo tuyo, de ya no poder estar junto a ti”-.

    En México, como joven no podía avanzar, había buscado por todos lados y si había algo, era mal, muy mal pagado, con horas y horas de trabajo, muchas veces sin descanso y sin poder tener aunque sea uno de esos dos días de descanso en los fines de semana, para disfrutar la familia, la casa, sus gustos o lo que fuera que le gustara. De los estudios ni qué decir, no alcanzaba, las escuelas oficiales de gobierno para el bachillerato estaban atestadas y nada más rechazaban a cuanto joven les diera la gana, las de paga, pues simplemente esas no figuraban en su entorno.

    Empezó a desesperarse y pues, al final era eso o seguir batallando aquí, en su México querido pero que no podía ofrecerle algo más. 

    Se fue con su abuelita, ahí estuvo unos días, como para irse despidiendo también de ellos; su tío le dijo, -esas botas no te servirán hijo, necesitas unas más toscas, más rudas, más fuertes, esas no van a aguantar, van a ser muchos días de caminar por el desierto, otros días de correr, otros de arrastrarte, mejor llévate estas otras, van a aguantar más y no cargues muchas cosas ni mucha ropa, solo la necesaria hijo y que no sea ropa estorbosa, vas a necesitar andar ligero de equipaje, pero lleva para el calor y para el frío-. 

    Llegó el día, ¿cómo se preparó? Tampoco lo sé, sólo supe que su abuelita (la inocencia y el amor incondicional de las abuelas) le preparó unos tacos de frijolitos para el camino, le puso agua en una cantimplora, como si fuera una excursión, un viaje de un día… y pues era un viaje de un día, de varios días, de semanas, de meses, y pues de meses que se convirtieron en años, que hasta ahora, no ha regresado. 

    Atravesó el desierto, su papá tuvo que usar a un “pollero”, sí, esos que cobran por atravesarlos por el desierto con condiciones climáticas adversas. El familiar (el que paga), arriesgando todo, paga sólo con la seguridad de saber que ya dio el dinero pero con la angustia de no saber si su familiar (hijo, hermano, esposo/esposa) llegarán bien a su destino, a su lado. 

    La travesía fue dura, despiadada, cruel, más de un mes atravesando el desierto, van en grupo, en una camioneta por tramos, por otros a pie, a como Dios les de a entender, a como los guíe el pollero. ¡Escóndanse! ¡Abajo! ¡Agáchense! ¡Deténganse! ¡Córranle para aquel cerrito! Imagino que casi casi les pueden decir, ¡métanse, entiérrense en la tierra para que no los vean! El calor, bueno, el calor en el desierto es el infierno mismo y por las noches el frío, ese frío que te cala hasta la médula del hueso y sí, las botas que pensaba llevar no le hubieran servido, su tío tenía razón, se necesitan rudas, las botas, las ganas y la voluntad para emprender ese rudo camino.

    Todos van callados, como pidiendo poder pasar desapercibidos, pasar por ese desierto sin ser vistos, casi casi quisieran ser fantasmas para no llamar la atención y sí, muchas veces se convierten en fantasmas por la falta de comida, de agua, de descanso, de tranquilidad y de paz… van queriendo ser delgaditos, ligeritos, etéreos, para volar cual pluma de ave para flotar, levitar y llegar a su destino, así, ligeritos, sin penas, ni tristezas o pesadumbres.  

    Y llegó, su padre le advirtió al pollero, si no llega, no te pago, y pues, llegó y su padre contento y agradecido con Dios, con la vida y el destino, agradeció que llegara bien, aunque con los pies y también el alma destrozados por lo que dejó acá, en su patria. Allá, en su nuevo hogar, él, su padre lo cuidó y lo restauró de sus pies pero sobre todo agradeció que llegó bien, sucio, lleno de tierra pero lleno de esperanza. Ya su papá se encargaría de curarle los pies, esos pies que empezarían a correr por realizar ese sueño americano. Sus pies estaban listos para comerse al mundo en un país que no será su patria pero será su hogar, en lo que quepa. 

    Oye manita, ¿y qué hace allá tu hijo? Hace de todo, de lo que lo contraten y le paguen bien, y le pagan bien pero también así se mata, son trabajos que a los gringos no les gusta hacer, de todo: albañil, carpintero, plomero, a todo le entra, muchos trabajos que no cualquiera hace o está dispuesto a realizar. Así ha sido por muchos años y pues, ahora hasta me manda mis centavitos o regalos, y me ayuda un poco con lo que me manda. Le doy gracias a Dios que llegó bien. 

    Cuando murió ella, la abuelita, él mando dinero para afrontar muchos de los gastos, así, sin pensarlo y con ganas de estar acá para despedirse de ella también pero no podía, es un inmigrante que no puede salir de donde está por ser ilegal y porque ahora yo creo, no se atrevería a volver a pasar por lo que pasó cuando se fue, para regresar allá, y yo creo también, no se volvería a ir para dejar nuevamente su tierra, bueno, eso creo yo. El tiempo pasa, la vida sigue y pues, las ganas ya no son las mismas, y sí, yo creo no se volvería a ir.

    “Dios es misericordioso y llegó bien mi corazón, mi pedacito de mí, y ahora, dentro de lo que cabe, creo que está bien… o no me dice nada para no preocuparme”. 

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    Muchos relatos de connacionales fueron de terror cuando tomaron la decisión de partir a “un mundo mejor”, un “mejor destino” buscando el “sueño americano”, algo que sus lugares de origen no lograron darles. No es fácil tomar esa decisión de partir de su terruño sabiendo que irán a un lugar donde recibirán de todo, dólares, malos tratos, ingresos, buenos tratos, alegrías, dólares, humillaciones, sueños, dólares, en fin, irán haciendo su vida, su futuro pero lejos de casa, de su patria, de su familia, trabajando, “chingándole”, (como dirían muchos de ellos), tupiéndole pero dispuestos a salir adelante. 

    Viene el tema tan candente contra los inmigrantes, ahora que estamos a unos días del arribo del nuevo inquilino de la Casa Blanca, con sus amenazas contra aquellos que arriesgaron todo por buscar el famoso y ahora, ¿lejano, certero, posible, imposible? “sueño americano”, ese que ahora pareciera que será toda una pesadilla con ese nuevo inquilino de la Casa Blanca, sin tomar en cuenta la fortaleza de todos esos que llegaron de lugares lejanos y han trabajado ahí, haciendo (aunque no lo quieran creer o no les importe, o no lo reconozcan) de esa nación una potencia porque sí, esa nación es una potencia hecha de inmigrantes de tantos países.

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    A ti mi amor, tú sabes quién eres. Te armaste de valor y emprendiste tu camino y por lo mismo te admiro y te respeto porque te llenaste de valentía para lograr salir adelante. Y a todos aquellos que también emprendieron el camino a un país lejano que no es su hogar y con el que contribuyen con su trabajo para sacarlo adelante.

    Disgregando

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    La oposición nunca pensó que se volvería a dar una respuesta como la del domingo 12 de enero. Claro, como ya no está pensaron que, ahora que el expresidente López Obrador no fue el que convocó, no sería lo mismo y no habría la misma respuesta por parte del pueblo al llamado de la presidenta y pues, ¡qué equivocados estuvieron! Bueno, equivocados, rabiosos, frustrados y envilecidos ante la respuesta de más de 350 mil ciudadanos (aparte de los que estuvieron al tanto a través de las redes sociales y de los medios públicos) que respondieron a la convocatoria por los 100 primeros días de gobierno de la Presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum, y ante la embestida de odio, misoginia, racismo y frustración contra la mujer que ahora lleva las riendas del país, pues el pueblo respondió y ahí estuvo llenando y desbordando el zócalo. 

    Por cualquier calle que nos llevara al zócalo de la Ciudad de México ya era imposible caminar por lo atiborrado. El día estuvo frío, nublado por la mañana, con lluvia por la madrugada y también por la madrugada con un sobresalto que nos pone los pelos de punta y que los citadinos conocemos muy bien cuando suena la alerta sísmica, y sonó y se sintió el movimiento telúrico de 6.1 pero aún con todo eso, la gente no le falló al llamado y ahí estuvo el pueblo, mojado, desvelado, zarandeado y con frío pero llegó con gozo y con calor humano que fue lo que más se sintió. ¡Cómo nos hizo recordar cuando gustosos, el pueblo acudía al llamado de López Obrador, ahí estaba la gente, respondiendo y ahora, con la presidenta no podía ser la excepción y le respondió!

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    ¿Qué esperar? El mundo está atento a la llegada del nuevo inquilino de la casa Blanca y de las tantas amenazas con tantos frentes abiertos en varios países, que si los inmigrantes (que fue su bandera) que si Groenlandia, que si Canadá se anexa a EE. UU., que si el Canal de Panamá, que si el incremento a los aranceles, que si las amenazas a Europa, que si el Golfo de México o de América. 

    En lo personal, el arribo del presidente del vecino del norte se me imagina a un bebesote grandotote que en una manita tiene el botón de un artefacto o un proyectil y en la otra manita rechoncha tiene al mundo y que por lo mismo que es un bebé, el mundo está a expensas de uno de sus berrinches, sólo esperando a ver cuándo se le ocurre chocar sus manitas de bebé una contra otra, el proyectil contra el mundo.

  • Claudia Sheinbaum no se doblará frente a Washington

    Claudia Sheinbaum no se doblará frente a Washington

    Parece que, en este país en su contexto político, por fin el bloque opositor encontró al líder que necesitaba para hacer frente a la Dra. Claudia Sheinbaum. No, para nada hay que pensar en la desaparecida Xóchitl Gálvez, menos en Alito, Marko, Jorge Romero o Máynez. Desde el país vecino del norte aparece Donald Trump para encabezar (sin saberlo) las andanadas de ese sector de la clase política que busca a toda costa mantenerse en el escenario. Así que se respiran aires de internacionalización de los hoy pequeñísimos partidos PRI y Acción Nacional, mismos que, al desgastar la verborrea esa de que en este país se avanza hacia la dictadura, no les quedó de otra que tomar como bandera al bastante divertido presidente electo de la Unión Americana.

    La cosa es muy sencilla: a 100 días del gobierno actual la ruta está bien definida hacia la prosperidad, sin que eso signifique que no habrá algún traspiés. Los cimientos están firmes, el proyecto claro y la ejecución pareciera ir por el camino correcto, sobre todo con las grandes reformas constitucionales que seguramente allanarán el camino. Esto deja atrás los señalamientos de que Sheinbaum es centralista y autoritaria con una cerrazón al diálogo y ni modo, les toca echar porras al presidente Trump para que haga realidad las amenazas que profiere un día sí y al siguiente también.

    Aquí algo es bastante curioso, durante la sesión pasada de la Comisión Permanente del Senado, Guadalupe Murguía, coordinadora de la bancada del PAN, señaló que “ha quedado claro una absoluta continuidad con el gobierno anterior, y se ha consolidado un gobierno de la 4T”. Es curiosa la declaración de la senadora, pues pareciera seguir sin comprender que precisamente eso dispuso el electorado en las urnas, es decir, tanto la continuidad como la consolidación de la Cuarta Transformación. Pero no sólo eso, acusa de que la base de este gobierno (el de Sheinbaum) se centra en los programas sociales. Habría que aclararle a la senadora que la justicia social es un precepto que hoy se coloca al frente del ejercicio de gobierno para acabar con la barrera de desigualdad que se heredó durante décadas. Y ya para rematar: dice la senadora panista que, respecto al arribo de Trump, la postura del gobierno mexicano ha sido la de minimizar y banalizar las amenazas contra el pueblo. No pues con razón anda la oposición por la calle de la amargura, ¿Qué postura habría que asumir frente a una serie de declaraciones del presidente electo estadounidense? Ni modo de entrar en un debate estéril carente de sentido cuando ni siquiera se ha hecho el cambio de gobierno; se deben tomar providencias como se ha hecho hasta el momento, pero de ahí a encender las alarmas pareciera gastar pólvora en infiernitos.

    Sin embargo, no es precisamente tirar de a loco al señor Trump, sino colocar el discurso en la justa dimensión, evidentemente presionará nuestra política exterior, pero por fortuna, tanto la presidencia como quien hoy está al frente de las relaciones exteriores y, especialmente de la economía, poseen los elementos suficientes para contrarrestar cualquier embate del próximo presidente de Estados Unidos.

    En fin, la porra opositora se alista para celebrar toda acción de Trump contra México, pero nuestra presidenta ha dado muestras de que no se doblará frente a Washington en ningún momento, ni que estuviéramos hablando de Vicente Fox. Atrás quedó la supeditación de nuestro país al país vecino, atrás quedó el “comes y te vas” Hoy vivimos una postura de iguales y mientras se siga apostando por el fortalecimiento interno, poco hay que temer.

  • El grito

    El grito

    Edvard Munch en 1893 creó una obra que lleva el mismo título que este artículo, aunque no llego a comprender del todo la obra del artista, cuando la observo más que un hombre sumido en un grito parece una persona que expresa sorpresa. En teoría, lo que sabemos de la obra es que representa el grito de angustia y desesperación existencial del hombre moderno. Quizá esta autora no comprenda esa pintura porque es una representación europea, sustentada en una cultura fría, como en teoría suelen calificarse, en contraste con el candor que experimentan las culturas latinoamericanas. 

    El grito de Munch no encarna la experiencia que tengo con los gritos, para mí, los gritos de mi tierra son sinónimo de alerta, temor, pasión. Tengo muy presente una sesión de terapia donde estaba reflexionando sobre una etapa de mi infancia, esa memoria quedó opacada y se perdió, porque mi terapeuta estaba cerca del estadio azul y cuando estaba a punto de externar la reflexión algo en el estadio provocó un estruendo tan fuerte que me asustó. El grito de la gente fue impresionante, al unísono, me imagino que, si hubiera estado dentro del estadio, quizá sería ensordecedor. Lo cierto es que no me gustaría vivirlo en carne propia, con escucharlo a la redonda me conformo. 

    Pedro Salmerón Sanginés, en su libro La batalla por Tenochtilatlán, me hizo recordar ese episodio. El libro recoge los documentos históricos sobre la conquista y analiza cuáles de los hechos son más apegados a la realidad, es un ensayo que me hace pensar que nuestra cultura se resiste a morir preservando características que arrastramos por siglos. Una de ellas es el grito, ese grito que se escucha en los juegos deportivos, las porras, pero también del que habla nuestro himno nacional, González Bocanegra debió de conocer bien nuestra historia cuando nos llamó a la defensa del país.

    Sanginés retoma a fray Bernardino de Sahagún en el momento en que la Triple Alianza de México-Tenochtitlán declara la guerra a los españoles “entonces se alzaron los gritos, y el ulular de la gente que golpeaba los labios. Al momento fue el agruparse, todos los capitanes, cual si hubieran sido citados” (Sanginés, 2021, p. 88). Pero no fue el único pasaje donde se da detalles sobre el alarido, también en las fiestas aparecen los gritos y por supuesto cuando se está malherido. Los españoles se sorprendían de la capacidad de gritar, del estruendo que te hace temer lo que pudiera pasar. 

    Podemos hacer memoria sobre los gritos de fiesta, los que acompañan al mariachi cuando inicia la melodía de esa canción que motiva al sentimiento. Los gritos que entonan la porra para algún festejado. El grito del recién nacido que impulsa con el llanto la vida que ha de conservar. Los altos decibeles nos hacen pertenecer a nuestra cultura que emociona, que te hace partícipe, pero que, desde esta reflexión, considero que tiene que ser un recurso estratégico. Tenemos que evitar usarlo de forma excesiva, tal cual nos ha mostrado la experiencia. 

    Hablemos de la banda estilo Sinaloa que ha logrado incomodar a los extranjeros, tengo que confesar que me incomoda, porque la forma de soplar los instrumentos me parece innecesaria, la música que producen los metales suele ser fuerte en sí misma. Sin embargo, estoy de acuerdo que es una expresión cultural propia de México, comprendo que el músico se emociona con cada melodía porque también me sucedía cuando formaba parte de un grupo musical. Recuerdo bien cómo la emoción de la gente y la necesidad de bailar o cantar contigo es contagiosa, lo respeto; sin embargo, me parece que su forma de hacer gritar a sus instrumentos también llama a la guerra en contra de aquellos que amarían eliminar esa muestra cultural. 

    Al escuchar las conferencias de la presidenta Claudia Sheinbaum, me gusta la nueva representación que hace de nuestra cultura del grito. Primero, no alza la voz, pero su palabra suena fuerte y claro al responder a las declaraciones de algunos políticos extranjeros, después se reúne en la magna Plaza, que sigue representando el corazón de las culturas ancestrales que asustaban con sus alaridos a quienes pretendían conquistarnos, a los cien días de su mandato para elevar la voz y hacernos gritar junto con ella. Un grito de amenaza, un grito de defensa, pero sobre todo el grito de un pueblo que respalda a quien dirige nuestro país con representatividad. 

    Espero que nunca se nos acabe la fuerza de nuestra voz, que la usemos para festejar, pero también para exigir justicia y que siempre sea una característica de nuestra cultura, que no lo dejemos morir porque nuestro grito jamás se representará como lo hizo Munch en su pintura, para nosotros representa un llamado valiente a la unidad, no una sorpresa o angustia. El grito que nos ha acompañado siempre, que año con año nos hace refrendar nuestras raíces, que no nos deje nunca, ¡viva México!

  • Indiferencia política de derecha

    Indiferencia política de derecha

    Quienes son indiferentes a la política consideran que esa actitud les otorga inmunidad, incluso blindaje sobre las repercusiones de las decisiones del gobierno o la influencia, cada vez más débil, de la oposición.

    Al margen de victorias o derrotas ideológicas o partidistas, los que cierran su percepción a la práctica política son identificados plenamente, definidos y anda tienen que ver con el impulso a la evolución ni del país ni de la especie porque el ser humano es político por naturaleza.

    La participación ciudadana movió una parte muy pequeña de un segmento de la población que se le bautizó como marea rosa, sin identidad y con la única consigna de criticar al gobierno unida por la ideología del odio. La marea era un grupo de ciudadanos con ideologías amorfas, sin identidad, pero con una gran preocupación por el futuro, producto de la manipulación mediática, que impulsa su efímera participación.

    Su indiferencia tiene una larga trayectoria entre los usos y costumbres de la clase media, que recomendaba que a las universidades sólo se va a estudiar y no a andar de “revoltosos”, los que niegan cualquier participación política no por convicción sin bases sino por miedo.

    En el mundo hay quienes están descontentos con toda clase de política, la consideran un juego sucio, una manera extravagante de hacer caminar los gobiernos y un mal que podría erradicarse si el gobierno sólo administra las decisiones de otros, quienes, al no pertenecer a la política deberían tener una representación forzosa y eso ya ocupa el campo de la política pero algunos no lo entienden así y en esta práctica todo negro.

    Consideran que al no establecer contacto con el ejercicio político pueden estar al margen de sus consecuencias. Un estado de sitio no distingue religiones ni credos ni corrientes políticas, apolíticas o antipolíticas. Esta indiferencia favorece a algunos sectores de la política indiscutiblemente.

    El alejamiento de esta actividad inicia por el descontento que ocasionan sus ejecutantes en el ejercicio de su labor. No hay acto del ser humano que no sea político y el divorcio entre el individuo y la política le resta legitimidad al poder, al gobierno, al Estado y a la democracia.

    Así, los indiferentes a la democracia no creen que las cosas cambien, su individualismo exacerbado les obliga a pensar que al alejarse de la política se blindan de sus efectos, que a priori consideran negativos. Es decir, nada que sea producto de la política puede beneficiar al ser humano, lo cual parecería una consigna anarquista o de un origen más elaborado, pero los que se alejan de esta práctica voluntariamente lo hacen desde una situación de ignorancia.

    La indiferencia hacia la política les evita pensar como parte de la sociedad, su alejamiento de una actividad que involucra a todos fortalece un individualismo que termina por diluirse en la sociedad a final de cuentas.

    La posición de quienes critican la existencia de la política mantienen una vida convencional, previsible, rutinaria. Para ellos los caminos andados son más seguros ante la molestia de hacer camino al andar.

    La indiferencia, el aislamiento de las ideas sociales conducen a una manera fría de existir, alejados del calor de la muchedumbre, la política resulta para algunos algo que debe exterminarse. Algo antinatura.

    En la indiferencia política siempre existe un poder oculto, no porque sea anormal o común, le hecho es que es producto de una visión manipulada de la realidad, en la que incurren diariamente los medios convencionales en todo el mundo.

    La indiferencia es respuesta a un estímulo original que tiene que ver con la idea de sentirse desplazado, en este caso marginado de las sociales de los políticos, a quienes atribuyen los desprecian. Incluso por herencia, el desapego a la política se convierte en un arma de la disidencia que sólo aporta beneficios a la oposición, sin importar el color de sus banderas.

    La oposición asegura que los indiferentes les pertenecen, que están en esa posición ante el temor de ser reprimidos, como ocurría cuando la., ahora oposición, gobernaba. Los perdedores anuncian que pronto más de 60 millones de mexicanos, quienes no votaron por Morena, estarán en los partidos de oposición y vencerán de manera aplastante. La indiferencia no sólo es producto de la fantasía de los ciudadanos no que impulsa otras fantasías para los legos en la política.

  • Cambiemos los paradigmas, paradigmáticamente

    Cambiemos los paradigmas, paradigmáticamente

    Pésele a quien le pese, y le debería de pesar a todos los que puedan sentir el peso de lo pesado. Los clamores de las huestes progres buenondistas y de los más aspiracionistas de los aspiracionistas clasemedieros defensores de los conservas que son conservadores porque tienen privilegios que conservar, fueron escuchados por parte de la cúpula cuatrera cuatrotera morenista. Cuando menos por lo que los más desafortunados de los desafortunados, que no están perdidos porque no saben que están perdidos, podrían llamar el Komintern cuatrero del Estado de México, mejor conocido como el Grupo Texcoco, mismo que, en aras de “conciliar, conciliar nuestra historia pasada y conciliar la historia presente”, como bien dijo Horacio Duarte, secretario de Gobierno, del EdoMex, rindió homenaje al exgobernador Alfredo del Mazo González, hijo de Alfredo del Mazo Vélez y padre de Alfredo del Mazo Maza, todos gobernadores priistas de la entidad, por su sexto aniversario luctuoso. Homenaje a quien se opuso al neoliberalismo sin dejar de promover el neoliberalismo, beneficiarse del neoliberalismo y aplicar los principios del neoliberalismo. Homenaje que, según el mismo Duarte deja claro que “los paradigmas pueden cambiarse, sin ruptura, en una evolución que busque aprender de las lecciones de quienes nos precedieron”, y al que asistieron Delfina Gómez, y destacados miembros del nunca neoliberal, siempre inneoliberal, Grupo Atlacomulco: Arturo Montiel, Eruviel Ávila y César Camacho, demócratas de tal talante democrático que no lo parecieron. Homenaje que reconcilia lo peor de todo lo peor que puede tener la política nacional y que, bendición de bendiciones, pone fin a la polarización para inaugurar el transformador fin de la transformación.

    El homenaje al más neoliberal anti neoliberal de los neoliberales, se dio a nombre de los tres poderes del Estado, sin rupturas, sin amagos del molesto y atacado Poder Judicial, sin malas caras de la inexistente oposición que ahora parece más inexistente por ser una oposición aliada a Morena que por no tener representación significativa, ensalzó el legado y la obra física y política de del Mazo González, en un esfuerzo por “no negar nuestra historia sino hilvanarla con el presente y proyectarla en el futuro”, como con sabia sabiduría sostuvo Duarte Olivares, quien participara en la formación del Partido Mexicano Socialista y fuera fundador del Partido de la Revolución Democrática, un político que sabe cómo sobrevivir en un partido que pasa de la izquierda al centro derecha sin hacer gestos, un político que no tiene problema en sostener que la transformación es posible al mismo tiempo que se reconoce a “un hombre [Alfredo del Mazo González]que dedicó su vida al servicio público y al progreso del pueblo del estado de México”, y destacar “su legado, que permanece en la memoria de quienes compartieron su visión de un estado moderno”. Signifique lo que signifique moderno, pero siempre significando algo ambiguamente positivo. Es decir, diciendo nada al apuñalar todo.

    La clausura del esfuerzo transformador, cuando menos en el Estado de México, del cuatrerismo cuatrotero, no pudo encontrar mejor emblema que del Mazo González. Quien no fue candidato priista a la presidencia en 1988 porque —a de la Madrid— le pareció excesivo en sus acarreos y derrochador, en contraste con un Salinas que se conducía con austeridad neoliberal. Excesos neoliberales no neoliberales sino neoliberales de regeneración nacional que le permitieron a del Mazo Gonzáles contribuir como secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal a los esfuerzos privatizadores que afectaron al sector energético, y que contribuyeron a su labora como director de INFONAVIT durante el gobierno de Zedillo, el mismo Zedillo que está preocupado de estar preocupado por que México haya perdido “la categoría de ser un país democrático” ¿La recuperara haciendo homenajes a priistas distinguidos? ¿Ayudaría hacer un homenaje a Calderón por su humanismo antibelicista? El mismo Zedillo que no habla del Fobaproa, ni de los regalos a empresarios.

    Entrados en gastos

    Cuando un movimiento o parte importante de un movimiento, consigue ser infiltrado por sujetos, y un imaginario, ajenos al mismo, nada puede parar su proceso de transformación regresiva de conversión en aquello que nació para aniquilar, cuando el discurso y el quehacer rehúye a la radicalización y sede al pragmatismo electoral políticamente correcto que prioriza la supervivencia por la supervivencia y no la muerte como única alternativa, no hay necesidad de acabar con ese movimiento que acabará por acabarse a sí mismo. Lo único que quedará de él —de empeñarse no ser más que una marca—es una radicalidad desahuciada, donde la transformación se posterga hasta nuevo aviso, y no hay más que apóstatas dogmáticos, anacolutos sostiene que aquello en contra de lo que se luchaba, “no ha extinguido el eco de sus aportaciones. Permanece en el entramado de nuestra identidad [como] protagonista de la consolidación de un proyecto”. Permanece sin importar el color por el que vote la gente. Permanece porque lo único que importa es permanecer, como —con el descaro propio del descarado— sostuvo el socialista Duarte en el homenaje al neoliberal del Mazo.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • LA PRESIDENTA Y EL EMPERADOR: CIEN DÍAS PARA LA CONSOLIDACIÓN

    LA PRESIDENTA Y EL EMPERADOR: CIEN DÍAS PARA LA CONSOLIDACIÓN

    El caído emperador francés Napoleón Bonaparte encontraba insoportable su exilio en la isla de Elba tras la batalla de Leipzig (1814). Para organizar su vida, él realizaba recorridos a caballo en toda la isla; gozaba de la buena lectura; recibía las visitas de sus hermanos Paulina, Luís y José; y siguió relacionándose con quienes le apoyaban en Francia. Al mismo tiempo, Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra, las potencias que derrotaron a Bonaparte, llevaron a cabo el Congreso de Viena (1814) que tenía como propósito la restauración de las antiguas monarquías y las fronteras europeas. Estas pequeñas vacaciones del poder le habían devuelto sus fuerzas, por lo que se embarca a bordo del bergantín Inconstant, acompañado de 600 hombres de su guardia y cuatro cañonescon rumbo a París dejando atrás la isla de Elba. 

    Un camino estupendamente escogido lo reúne con veteranos de las guerras napoleónicas inconformes con el monarca en el poder Luís XVIII, dando inicio a los Cien Días. La única acción realizada durante su gobierno, fue redactar el Acta Adicional a las Constituciones de los imperios, también conocido como la Carta de 1815, firmada el 22 de abril de ese mismo año, que buscaba otorgar derechos al pueblo francés, por ejemplo la elección de alcalde. Sin embargo, esta ley no cuestionaba el casi poder absoluto de Napoleón, por lo cual decepcionó a muchos. Los aliados en Viena declararon a Bonaparte “forajido” y se comprometieron a combatirlo hasta que fue totalmente vencido en la batalla de Waterloo (1815) por las fuerzas británicas, prusianas, austriacas y rusas. Esta batalla y el exilio de Napoleón a la isla de Santa Helena marcaron el fin del dominio francés sobre el continente europeo. 

    La idea de los Cien Días de Napoleón nos sirve como referente para comprender los primeros cien días del gobierno de la actual presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo. El pasado 12 de enero, ante un clima frio y de fuertes vientos, la mandataria rindió su informe sobre los primeros 100 días de su administración en Zócalo de la Ciudad de México, en el que hizo un balance de los logros económicos, sociales, educativos, seguridad e infraestructura. Así por ejemplo, sobre la relación histórica entre México y los Estados Unidos, enumerando la buena relación de los presidentes mexicanos y estadounidenses: Abraham Lincoln-Benito Juárez, Franklin Delano Roosevelt-Lázaro Cárdenas y Donald Trump-Andrés Manuel López Obrador. 

    ¡Claro! Hay diferencias entre los cien días del emperador de los franceses y la presidenta de México. Él buscaba ser aceptado por las distintas potencias europeas, asegurando que no emprendería más guerras de conquista, aunque sus campañas militares provocaron una gran depresión económica, provocó bancarrotas y los que antes aplaudían su nombre por cualquier acto suyo, ahora maldecían su nombre, de modo que su imperio no se restableció. En cambió, Sheinbaum cuenta con el 79.1% de aprobación, de acuerdo con la encuestadora Demoscopia Digital, mientras un 11.7% desaprueba su desempeño, el 5.3% se mantiene indiferente, eligiendo la opción “ni aprueba ni desaprueba”, y un 3.9% no tiene una postura clara al respecto. A diferencia de los enemigos de Napoleón, que  estaban organizados y contaban con ejércitos superiores. Los adversarios de la mandataria, intolerantes a las políticas sociales y con una visión organicista del mundo, están muy desorganizados y derrotados tras las elecciones del 2018 y 2024, no cuentan con el respaldo popular, pero cuentan con recursos económicos y espacios en medios de comunicación masivos que polarizan, desinforman y acusan a Sheinabum de “autoritaria subordinada a López Obrador, que opera desde las sombras”.

    El humanismo mexicano, fundamento ideológico del movimiento de la Cuarta Transformación,  dio como resultado la creación de un nuevo modelo económico mexicano que permita que más personas tengan un mejor acceso a la riqueza. La presentación del Plan México, en el que aborda una política integral de desarrollo económico equitativo y sustentable, que incluya la inversión pública y privada. Para potencializar la economía, por medio de la recuperación de los trenes y la reconstrucción del sistema de carreteras, permitirá la industrialización que unifique todas las regiones del país y promueva el bienestar de los mexicanos. 

    Como historiador, es imposible ser neutral e indiferente ante los acontecimientos. Hay que estar comprometidos con estos cambios, para estudiarlos, analizarlos y trasmitir nuestros conocimientos desde una perspectiva de cambio. Sobre todo para trasmitirlos a la ciudadanía, con el fin de que reflexione y que ame la historia, para tenerla como un referente básico y construya un mejor futuro.

  • Plan México: Tecnología y Futuro con Sello Nacional

    Plan México: Tecnología y Futuro con Sello Nacional

    Luego de que la Presidenta Claudia Sheinbaum presentara el pasado lunes 13 de enero su llamado Plan México, las opiniones no se han hecho esperar. Por supuesto, quienes se oponen a cualquier propuesta del gobierno actual fueron los primeros en comentar a través de redes sociales.

    ¿Qué fue lo que generó tanto revuelo y dejó tan molesta a la oposición mexicana? Bueno, pues nunca en los últimos 40 años había existido un plan tan ambicioso y bien estructurado en nuestro país.

    El llamado Plan México es tan ambicioso que puede compararse con el lanzado por China en mayo de 2015, “Made in China 2025”, el cual cambió el panorama económico del país asiático y lo convirtió en la gran potencia que es actualmente. Hagamos un ejercicio: ¿recuerdas cómo, hace cerca de 10 años, cuando comprabas algo barato y desechable, inmediatamente decías “es que es chino”? En ese entonces, casi toda la piratería de mala calidad provenía de allí. Sin embargo, con el plan “Made in China 2025”, el gobierno chino impulsó una reestructuración de su industria y apostó por la tecnología, al grado que en cuatro años Huawei se convirtió en el talón de Aquiles de Apple, lo que obligó al gobierno estadounidense a intervenir y sancionar a la empresa china.

    A poco tiempo de cumplirse la meta de 10 años, el plan “Made in China 2025” ha dejado grandes resultados y revalorizó los productos asiáticos. La industria automotriz, tecnológica y de telecomunicaciones está principalmente dominada por ellos. Con el Plan México 2025-2030, se busca algo similar: revalorizar la marca “Hecho en México”, que se perdió con la llegada del neoliberalismo. Se volverá a priorizar las vacunas mexicanas, que antes de la administración de Carlos Salinas de Gortari hacían de nuestro país el principal exportador mundial.

    Lo más importante es que se apostará por la tecnología como punta de desarrollo. No por nada, la presentación de este plan coincidió con el anuncio de la armadora automotriz eléctrica Olinia, la cual permitirá a un alto porcentaje de compatriotas adquirir vehículos eléctricos. Sin embargo, para que esta armadora sea rentable, el Gobierno de México ha previsto en el Plan México impulsar el desarrollo educativo nacional.

    Con el anuncio de esta armadora, las críticas fueron intensas, ya que por décadas se nos ha inculcado que lo hecho en México no sirve, igual que en su momento se menospreciaban los productos chinos. Ahora, dudo mucho que alguien se atreva a decir que lo hecho en China está mal hecho, y de concretarse este Plan México, en pocos años veremos que lo Hecho en México también está bien hecho.

    Por primera vez en la historia de nuestro país, México competirá de manera real contra grandes potencias mundiales. La meta es convertirse en la décima segunda economía mundial y elevar la inversión productiva respecto al PIB por encima del 25%.

    En este contexto, es claro que tanto China como México demuestran que la participación del Estado en la producción y comercialización de los recursos es necesaria, al igual que la colaboración con el sector privado. Esto contrasta con lo que pregona el neoliberalismo, que insiste en que el gobierno debe mantenerse al margen de todo.

    Para que este plan tenga éxito, se necesita la participación de todos los sectores gubernamentales y sociales. Por ello, la propuesta de rehabilitar el corredor industrial Pantaco, anunciada por Clara Brugada, será pieza clave en el desarrollo de este ambicioso plan. Además, el Plan México contempla incentivos fiscales para empresas tecnológicas nacionales y extranjeras que decidan establecer sus operaciones en el país, con el fin de fomentar un ecosistema de innovación y competitividad.

    Otro aspecto relevante es la transición hacia energías limpias. El gobierno mexicano ha trazado un plan para aumentar la generación de energía solar y eólica, lo que no solo contribuirá al cumplimiento de compromisos internacionales en materia climática, sino que también abrirá nuevas oportunidades para las comunidades rurales donde se instalarán estos proyectos.

    El éxito del Plan México radicará en la capacidad de los mexicanos para unirse en torno a un proyecto de nación. Más allá de las diferencias ideológicas, es fundamental reconocer que este esfuerzo puede ser la llave para que México recupere su lugar como un líder global en tecnología, industria y educación. El reto es enorme, pero el potencial lo es aún más. Porque si algo nos enseñó la experiencia de China, es que la clave del progreso está en creer en nuestras capacidades y trabajar colectivamente hacia un futuro mejor.

  • Cien días de continuidad y los que faltan

    Cien días de continuidad y los que faltan

    En días recientes se cumplieron los 100 días del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum o como ella le llama, el segundo piso de la cuarta transformación, la continuidad del movimiento político y social qué cambió la realidad de millones de mexicanos en nuestro país.

    Hasta antes de 2018, último año en que gobernó la derecha encabezada por el PRIAN, parecía inimaginable que algunas de las mayores contribuciones realizadas por este gobierno, fueran posibles. La disminución de la desigualdad, el aumento al salario de los trabajadores, el fortalecimiento al campo mexicano, los programas sociales como “Jóvenes construyendo el futuro”, el apoyo a adultos mayores y en general un presupuesto destinado al beneficio de instituciones públicas al servicio de la población, antes era utilizado para enriquecer a una cúpula tanto política como empresarial, que era ajena a las necesidades más apremiantes del pueblo.

    Las críticas realizadas al nuevo gobierno y al del presidente López Obrador, las auténticas, basadas en argumentos y pruebas, son importantes y necesarias dentro de un régimen democrático a diferencia de lo que ocurría en los mandatos del PRI y luego del PAN en donde, siquiera pensar en estar en desacuerdo, implicaba poner en riesgo la vida. Por eso es que ahora resultan inverosímiles los sesudos análisis de opinólogos de la oposición, cargados de palabras domingueras, en donde con ademanes y discursos previamente ensayados, lanzan flechas repletas de veneno, dirigidas a la cabeza de los más distraídos, con las consignas que se volvieron típicas en su arsenal de mentiras: autoritarismo, represión, demagogia, corrupción y agregaron, por supuesto, las correspondientes a las que implica tener como dirigente a una mujer: sumisa y títere, en un afán de aludir la falta de carácter y la rendición de cuentas al ex presidente López Obrador, como sí ocurría bajo los gobiernos del PRI, que no tuvo rival político y que mantuvo el control de las dos cámaras y todos los gobiernos estatales por décadas. Son ellos, con esa tradición cuasi imperial, quienes ahora pretenden emitir esos juicios de valor. Los descendientes de la dictadura perfecta.

    Proyectos de inversión de la iniciativa pública y privada.

    Se anunció, con beneplácito, la inversión de parte de Amazon Web Services de $5,000 millones de dólares y un plan de desarrollo basado en tecnología que impacte a la economía del país hacia el año 2030. Se expuso ante empresarios de la iniciativa privada, los dueños del capital, el llamado “Plan México”, que tiene como meta, entre otras, colocar a nuestra nación en el top ten de las potencias a nivel mundial. Se reafirmó, ante un zócalo capitalino repleto de seguidores de la presidenta, la convicción nacionalista y de cero entreguismo ni sobajamiento, frente a los embates y amenazas económicas de Donald Trump, quien se encuentra a menos de una semana de asumir su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos y quien ya ha anunciado la creación de un organismo para cobrar intereses a quien comercie con EUA desde el extranjero.

    Mientras el gobierno de México realiza convenios que beneficien a todos los mexicanos y se encuentra en un pico jamás pensado de aceptación popular, la derecha mezquina trabaja en el proceso de crear nuevos partidos políticos que le resten, aunque sea de manera imaginaria, poder a la izquierda y que les devuelva un poco del dinero y el poder que perdieron desde 2018 y que se reafirmó el año pasado. Para como van las cosas, mientras exista un gobierno que vaya de la mano del pueblo, que siempre recuerde las crudas lecciones del pasado sobre un buen manejo del presupuesto y las buenas maneras de conducirse, con todo lo que ello representa, tendremos dirigencia con enfoque de izquierda para mucho rato, a pesar de los enemigos extranjeros, pero también al interior de nuestras fronteras.

  • Hamas y las resistencias europeas del S. XX: Hipocresía Occidental

    Hamas y las resistencias europeas del S. XX: Hipocresía Occidental

    En una noche que parecía rutinaria en Sarajevo ocupada, el Gran Café, refugio de risas y conversaciones de los oficiales nazis y ustachas, se convirtió en el escenario de un estruendo que marcó la ciudad. Los partisanos yugoslavos, decididos a golpear el corazón de los ocupantes, colocaron una bomba en el lugar. La explosión fue devastadora: decenas de oficiales murieron instantáneamente, y el caos llenó las calles adyacentes. Sin embargo, no solo los opresores pagaron el precio; civiles inocentes, presentes por azar del destino, también cayeron víctimas de las llamas y los escombros. El aire se llenó de polvo, gritos y el eco de una resistencia que no buscaba pasar desapercibida.

    Al amanecer, las consecuencias del ataque se hicieron sentir con brutalidad. En un acto de represalia, las fuerzas nazis y sus aliados desataron una ola de terror, ejecutando a cientos de personas, muchas de ellas ajenas a la resistencia. El mensaje fue claro: cualquier desafío al régimen sería respondido con sangre.

    En la actualidad, los partisanos y las resistencias europeas que actuaron en el marco de la SGM son vistos como héroes. Estas organizaciones, estudiadas en las universidades de Occidente, son consideradas ejemplos de lucha contra un régimen genocida y de extrema derecha. Sin embargo, muchas de las tácticas que emplearon (como atentados, sabotajes y ataques en lugares públicos) serían hoy catalogadas como actos terroristas y, por ende, como acciones de “los malos”.

    En el caso de las resistencias de aquella época, sería un despropósito histórico separar sus intereses con los de sus connacionales de antes de la dictadura fascista/nazi. Nadie se atrevería a decir que los partisanos no representaban la conciencia colectiva de los italianos o que la resistencia francesa iba en contra de las mayorías del pueblo de Francia. 

    Ahora vamos al presente. 

    En una mañana que comenzó como cualquier otra en el sur de la Palestina ocupada, las comunidades cercanas a la Franja de Gaza despertaron al estruendo de cohetes y la irrupción de combatientes armados. Hamas, decidido a golpear el corazón del régimen sionista de ocupación, lanzó un ataque coordinado que desató el caos en kibutzim y ciudades fronterizas. Los disparos, incendios y secuestros marcaron el inicio de una jornada que dejó cientos de muertos y decenas de rehenes llevados a Gaza. Sin embargo, no solo los objetivos militares o políticos sufrieron las consecuencias; civiles, sorprendidos por la magnitud de la ofensiva, cayeron víctimas.

    Al caer la noche, las represalias no se hicieron esperar. Israel respondió con una serie de bombardeos masivos sobre Gaza, destruyendo edificios residenciales, hospitales y escuelas en supuesta busqueda de los responsables del ataque (búsqueda que ya lleva más de un año, ha asesinado a más de cuarenta mil personas, dejó sin hospitales a Gaza, ha cometido acciones que no se llevaron a cabo ni en el Gueto de Varsovia y dejó inservibles a más del 80% de los edificios en la franja)

    En el caso de Hamas, Occidente reaccionó de forma completamente distinta. Mientras que en nuestras universidades se admiran las acciones de las resistencias que lucharon contra el régimen nazi, las acciones de Hamas son rotundamente condenadas. Además, se cuestiona la legitimidad de Hamas como representante de la resistencia palestina dentro de la Franja de Gaza, ya que sus métodos y su ideología son vistos como extremistas y peligrosos. Este contraste refleja una doble moral en la forma en que se interpretan los movimientos de resistencia, dependiendo de la situación geopolítica y las víctimas involucradas.

    Si se condena a Hamas por sus acciones contra los israelíes el 7 de octubre de 2023, también se está realizando una condena histórica contra los valientes que se levantaron en Varsovia el primero de agosto de 1944, así como contra los grupos de resistencia que se enfrentaron al autoritarismo fascista en el siglo pasado. Al considerar los métodos de Hamas como terroristas, se tiene que aplicar el mismo juicio a aquellos que lucharon contra regímenes que perpetraron atrocidades masivas como los nazis o ahora los sionistas. 

    “El terrorismo de Hamás es el reverso dialéctico del terrorismo del Estado israelí. El terrorismo nunca es bonito ni emocionante, pero el de los oprimidos es generado por el de sus opresores 

    Enzo Traverso

    “La única diferencia normativa que separa a los combatientes de un grupo o una organización terrorista de los soldados de un ejército es de tipo jurídico: Los primeros no poseen el estatuto legal que confiere la pertenencia a un estado”.

    Enzo Traverso 

  • El colonialismo lingüístico de Trump

    El colonialismo lingüístico de Trump

    El hombre naranja que dirige ya “formalmente” a los Estados Unidos de América dentro de su constante discurso racista sobre los otros y en particular sobre las y los mexicanos migrantes habló de que habría que renombrar al Golfo de México como Golfo de América. Esta aseveración nos motiva a reflexionar un poco de lo qué significa y puede significar.

    Monroe

    Desde el siglo XIX cuando Estados Unidos inicia su vida independiente se propusieron conquistar de una u otra forma todo el continente americano. De así surgió la doctrina Monroe que con la frase “América para los americanos” hablaba del dominio estadounidense en toda la masa continental.

    Y en la práctica lo lograron mediante fuego y sangre. Robando recursos, invadiendo territorios, colonizando económicamente, sometiendo militar y políticamente con marionetas políticas esos territorios de Latinoamérica. Esa expansión después en el siglo XX pasaría a gran parte del mundo.

    Dentro de ese imperialismo, nos encontramos a la lengua estadounidense que busca en varios aspectos colonizar a los otros. En un primer momento podemos hablar de que se ha buscado imponer como la lengua mundial que todas las personas deben de hablar como primera o segunda lengua para poderse comunicar con otras personas de otros países y sí, para asuntos económicos. Aunque afortunadamente ha ido perdiendo peso como la lengua hegemónica en ese rubro últimamente.

    Otro aspecto que queremos señalar se relaciona con el motivante de este texto, el hecho de querer llamar algo en su idioma y contexto cultural para que así sea entendido después con el tiempo. Sí, hablamos de que ellas y ellos se hacen llamar americanas y americanos, ningún otro país se debe hacer llamar así.

    Esta apropiación lingüística significa que narrativamente América solo es Estados Unidos y lo demás es otra cosa, seguramente para ellos algo más feo. Pero no solo eso, en esa exclusión vemos unas intenciones de colonialismo en la práctica muy desarrolladas.

    Gringos

    Así vemos que su colonialismo lingüístico está muy presente en sus narrativas y en sus prácticas imperialistas. Si ellos son americanos y América es para los americanos, los latinoamericanos vivirán en el territorio americano que es de los gringos y los latinos solo serán como esclavos de los estadounidenses, una suerte de empleados mal pagados.

    Sin embargo, van a topar con pared. Nuestro pueblo digno se ha levantado y está muy politizado. Tenemos un gobierno de izquierda que nos representa y que defiende nuestra soberanía nacional, que venga Trump y que quiera cambiar lo que quiera de la lengua estadounidense, las lenguas mexicanas tienen mayor riqueza cultural y el Golfo seguirá siendo de México.

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