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  • Narco realismo mágico

    Narco realismo mágico

    Es tanta la ignorancia de quienes ignoran que vivir dentro de un sistema infodémico demanda colaborar activamente y aplaudir irreflexivamente lo que sea que se nos presente como noticia de último minuto, que, tras la fentanilica nota del New York Times sobre los laboratorios de fentanilo del Cártel de Sinaloa, algunos se burlan y hacen memes diciendo que preparar fentanilo es más sencillo que preparar unas enchiladas. No dudo que haya quienes, escuchando este tipo de comentarios, celebren el ingenio mexicano. Lamentablemente, lo que se pierde con la burla del incuestionablemente burdo trabajo de Natalie Kitroeff, Paulina Villegas y Meridith Kohut —dos periodistas de The New York Times y una fotógrafa— es la posibilidad de apreciarlo como una obra de ficción, una secuela impecablemente sosa de la abundante abundancia de obras que nos dejaron García Márquez, Isabel Allende y compañía, de realismo mágico chafa —piensen en El amor en los tiempos del colera— que logró sintetizar la cosmovisión latinoamericana en una serie de lugares comunes de fácil digestión que tanto cautivó al lector no latinoamericano y a cierto sector de los lectores latinoamericanos. Una secuela que bien podría darle un giro a la narco narrativa y reavivar sus ventas desde la perspectiva del narco realismo mágico.

    La influencia de lo peor de lo peor del realismo mágico, la narco literatura y su adaptación a series y películas de Netflix se hace patente desde las primeras líneas del falso reportaje, que no por ser falso deja de ser verdadero, perder valor y reflejar la terrible realidad que quiere que imaginemos el status quo y sus esbirros comentócratas: el cocinero del laboratorio vierte “un polvo blanco en una olla llena de líquido.

    Empezó a mezclarlo con una batidora de inmersión y de la olla surgieron vapores que inundaron la diminuta cocina.” El lector acaba de empezar a leer el texto, del mismo modo que las periodistas acaban de acabar “de ingresar al laboratorio de fentanilo” y ya estamos inmersos en una atmosfera mágico-nebulosa que lo envuelve todo con su misterioso misterio. A partir de ese momento, la realidad no dejara de confundirse con la fantasía y lo pintoresco kitsch del día a día latinoamericano que tanto gusta al consumidor gringo y al aspiracionismo mexicano, sobre todo, si lo puede ver de lejos. El cocinero “solo llevaba un cubrebocas quirúrgico”, porque el narcotraficante y todo su ecosistema es una suerte de supra humano que ha desarrollado “tolerancia a la droga letal”, los vapores más tóxicos le hacen lo que el viento a Juárez, incluso si sólo hay “una pequeña ventana y un pequeño extractor de plástico para ventilar”. La prisa para restablecer la producción luego de que el ejercito desmantelara el laboratorio anterior, no da tiempo para niñerías como la de usar mascaras de gas para protegerse de la exposición tóxica a los químicos.

    Las periodistas narradoras no pierden oportunidad para establecer la atmosfera y satisfacer el morbo de quienes leemos para llenarnos de miedo y confirmar que el diablo sigue existiendo, pero se esconde en las cocinas del centro de Culiacán: “Todo el interior estaba oscuro, excepto por una habitación al fondo, que se encendió con llamas al rojo vivo apenas llegamos.” Los detalles son importantes para que no queden cabos sueltos y el lector se sienta dentro del laboratorio y —al mismo tiempo— como en casa, en la “encimera hay una variedad de botellas de cerveza Corona a medio tomar y contenedores de metal con químicos”. Y, por último, en medio del caos que implica una cocina improvisada para preparar fentanilo, ¿quién no ha vivido ese caos?, en la “pared cercana colgaba una impresión de La última cena, de Leonardo da Vinci”, podrán pensar lo que quieran, pero el significado de tener una reproducción de una obra maestra como La última cena, no tiene precio, al menos narrativamente. Nuestro Señor Jesucristo también estaba en esa cocina, protegiéndolos a todos, cocineros, periodistas, halcones y militares; pero —sobre todo— esperando que los cocineros terminaran de hacer su trabajo.

    Mención aparte merece ese guiño que la historia hace con el spaghetti western, cuando después de la explosión inicial, el fuego y el humo blanco que lo cubrió todo, el ayudante del cocinero principal tiene que salir corriendo de la cocina porque los humos que impregnaron el aire “le pegaron”. Para, minutos después, vuelve con un cigarrillo en mano, pasarle la acetona al cocinero, y seguir trabajando. El crimen no descansa, y lo hace al estilo de Clint Eastwood o Danny Trejo.

    Pero no todo es magia y detalles pintorescos, Natalie Kitroeff, Paulina Villegas y Meridith Kohut tienen claro su oficio, hay que aterrizar la magia en la realidad y salpicarla con un poco de violencia, así sea violencia potencial. Estar en una cocina / laboratorio de fentanilo en el centro de Culiacán no es sencillo, los cocineros aclaran que “al hablar con periodistas se arriesgaban a represalias mortales”, pero de cualquier forma hablaron y se dejaron fotografiar y grabar con el rostro cubierto, aunque dejando ver lo suficiente como para que los puedan reconocer. También estaba el riesgo de que llegara el ejercito y reventara el laboratorio, en ese caso, las instrucciones eran claras: “ustedes se pueden quedar, nomás se tiran al piso […] Nosotros nos tenemos que pelar corriendo”. Lamentablemente, nuestras narradoras nunca nos llevan al clímax del arco narrativo y el ejercito no se hace presente, solo nos enteramos, al final del texto, que alguien aparece en la puerta y le hace señas al cocinero, “con un ademán de cortar el cuello, para que clausurara la cocina.” Una patrulla del ejército estaba cerca de la cocina. El cocinero principal apaga la estufa y salen corriendo, las periodistas, con un poco más de calma y menos experiencia, se quitan el traje protector, toman sus teléfonos, y también salen corriendo. La última escena del relato sacrifica un poco del realismo mágico en aras de un final abierto al mejor y más barato estilo de Hollywood.

    Entrados en gastos

    A pesar de lo expuesto, no faltará quien se niegue a abrazar el relato del falso reportaje e insista en insistir en que hacer fentanilo no son enchiladas. Ahí, y sin duda alguna, considerando a estos escépticos del noble oficio infodémico, es donde las periodistas demuestran su profesionalidad, siendo sumamente cuidadosas y aclarando cada que les es posible que son los cocineros quienes dicen que el montón de polvo blanco era fentanilo terminado, que fue el cocinero principal quien les dijo que las láminas de cristal que formaban una pequeña montaña en una bandeja, eran hidróxido de sodio, ingrediente del fentanilo, y que cocinando fentanilo se han podido comprar coches deportivos, casas y ranchos; además de un helicóptero y un avión pequeño para el equipo de trabajo. Nada de esto es desmentido, pero tampoco confirmado, por las periodistas investigadoras del falso reportaje, no hace falta. El daño está hecho, el virus infodémico se ha propagado en tono de narco realismo mágico.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo. @_bortoni

  • Las organizaciones campesinas, última llamada

    Las organizaciones campesinas, última llamada

    A 100 días de estar al frente de la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum consolida un gobierno que destina sus esfuerzos al cumplimiento de todos los planteamientos hechos en campaña, especialmente los relacionados con las reformas constitucionales que crisparon el ambiente político, dada la resistencia de la cada vez más desdibujada oposición de este país. 100 días han bastado para dejar en claro que el proceso de transformación tiene liderazgo firme de la mano de la presidenta, al mismo tiempo de que cuenta con el respaldo popular como se demuestra en los recientes ejercicios demoscópicos. 

    Por supuesto que, en el ejercicio de gobierno, todas las acciones deben medirse periódicamente para constatar los alcances de las políticas públicas implementadas, y si bien es cierto que 100 días podrían considerarse para algunos como una golondrina que no hace verano, también hay que recordar que este gobierno es la continuidad del anterior y que aspira a establecer el famoso segundo piso de la Cuarta Transformación. Así que 100 días de logros tangibles son un buen comienzo que exige de la Dra. Sheinbaum mantener el paso hasta su consolidación definitiva.

    Ahora bien, lo más destacable es que el nivel de aprobación se encuentre en ese margen (algunos lo sitúan entre el 78 y el 80%) porque refiere la identidad de una buena parte de la sociedad con su presidenta alejando la narrativa falsa de la polarización, pues esto refleja que las campañas de desinformación y calumnias orquestadas desde las esferas de las redes sociales no rebasan en lo absoluto ese ámbito. Quizá sea hora de que la clase política amorfa pero aglutinada en el bloque opositor, se ponga a trabajar realmente en propuestas que beneficien a las mayorías si no quieren desaparecer.

    Pero no todo es miel sobre hojuelas, la herencia desastrosa que nos dejó el periodo neoliberal requiere de mucho más que un sexenio y 100 días para revertirse. Dos rubros requieren especial atención: la inseguridad y el campo. En el primer caso, propios y extraños deben reconocer que en el sexenio anterior se priorizaron las causas y eso no puede estar mal, todo lo contario; a partir de este periodo de 100 días se transita a una nueva fase en la que se siguen atendiendo las causas, pero también se implementan acciones frontales y contundentes encabezadas por la presidencia y su gabinete de seguridad, pero ejecutadas por García Harfuch que, en el balance, parece tener un saldo positivo. Ojo aquí: acabar con los vínculos corrupción-narcotráfico-violencia en el orden que quieran someterse, va más allá de 100 días, pero insisto, para muchos pareciera que se va por el camino correcto.

    El segundo caso es de suma relevancia: la crisis en el campo no es tema menor cuando ésta se ahonda cada vez más y pareciera que, en el caso mexicano, puede empeorar con el arribo de un Trump recargado a la presidencia del país vecino en el norte. Apenas hace dos días, Luis Hernández Navarro publica un artículo imperdible en el periódico “La jornada” (https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/01/07/opinion/campo-mexicano-nadar-con-los-tiburones-2445) que deja dos sentencias de miedo para una obligada reflexión. Uno: que nuestra autosuficiencia alimentaria se ve cada vez más lejos y dos: El riesgo que corremos de quedarnos con un campo sin campesinos.

    Ambas posibilidades no pueden achacarse a otra cosa que no sea el modelo neoliberal porque las evidencias de sus efectos están latentes en las parcelas de cada pequeño y mediano productor. Digamos entonces que la crisis no puede someterse a la responsabilidad de este gobierno y el anterior que buscaron atender las causas primeramente, pero lo que si se puede someter a escrutinio es el qué hacer de aquí en adelante para revertir el abandono. 

    Con responsabilidad y con la sensibilidad que caracteriza a Claudia Sheinbaum en temas como este, pareciera haber llegado la hora para que el gobierno dé un giro entorno a la interacción con las organizaciones campesinas sin que eso signifique regresar al viejo esquema clientelar que caracterizó a muchas de ellas y que dejó plena evidencia de un manejo nada transparente de los programas destinados para el campo. Parece que ha llegado la hora de que se dé paso a nuevos colectivos con una visión más progresista y con verdadera vocación campesina y ambiental que dejen atrás el viejo estilo corporativista que vio nacer cientos de cacicazgos, algunos grandes y otros pequeños, pero caciques al final de cuentas.

    Este gobierno ha planteado una serie de políticas públicas para el campo desde la Firma del Acuerdo por la Soberanía Alimentaria en Chinameca y quienes confiamos y respaldamos dicho acuerdo suscribiéndolo en su totalidad, tenemos claro que para poder materializarlo, debemos entenderlo como el último llamado a las verdaderas organizaciones campesinas con tradición de lucha y otras nuevas que habrán de emerger para participar en un diálogo abierto, respetuoso y fraterno para ser partícipes de la política pública. Sólo así estaremos en condiciones de hacer frente al apocalíptico futuro que se le puede presentar al campo. Mientras tanto, todos al zócalo el próximo domingo.

  • PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2025-2030. UNA CARTA DE NAVEGACIÓN HACIA UN CAMINO REALIZABLE PARA MÉXICO

    PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2025-2030. UNA CARTA DE NAVEGACIÓN HACIA UN CAMINO REALIZABLE PARA MÉXICO

    Elaborar un plan de Gobierno es elaborar una carta de navegación que indique camino factible hacia un Estado de gobierno, donde cada individuo desarrolle en libertad y racionalmente sus potencialidades. Así mismo que abarque los temas más importantes que conciernen no solo a los líderes político, también a la ciudadanía. No obstante, el actual sistema económico capitalista impide el desarrollo del individuo en todo su potencial.

    Con respecto al plan de Gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo inició este 2025 al presentar el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030, el cuál será la guía del Gobierno para marcar las prioridades en materia económica, social, política en el sexenio y que contará con la participación del pueblo de México, a través de foros que se llevaran a cabo en todo el país del 6 al 19 de enero de este año. 

    “Nosotros creemos que con el Plan de México y el Plan de Desarrollo que tenemos vamos a impulsar el crecimiento económico. Ahora, no es suficiente el crecimiento económico. Un país debe medirse no solamente por cuando aumenta el Producto Interno Bruto (PIB), sino cómo se distribuyen los recursos, cuánto ganan los ciudadanos, cuál es el salario que perciben, a qué derechos tienen acceso y no solamente los grandes indicadores del desarrollo o de la economía”, destacó la mandataria durante la Mañanera del Pueblo del 3 de enero. Además, agregó que el PND y el Plan México representan una visión que concibe a la educación, a la vivienda como derechos del pueblo; y sobre todo la búsqueda del bienestar de las y los mexicanos.

    Por otro lado, Edgar Amador Zamora, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, aclaró que el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 tiene cuatro ejes generales en los que se abordan las 14 Repúblicas presentadas por la titular del Poder Ejecutivo en sus 100 compromisos: Gobernanza con justicia y participación ciudadana; Desarrollo con bienestar y humanismo; Economía moral y trabajo; así como Desarrollo Sustentable. Al mismo tiempo, estas contienen tres ejes transversales: Igualdad sustantiva y derechos de las mujeres; Innovación pública para el papel del desarrollo tecnológico nacional; y Derechos de comunidades indígenas y afromexicanas.  

    “Vamos a pedir, a incentivar, a animar, la participación de la sociedad y de todos los grupos activos para que enriquezcan el documento y configurar el Plan Nacional de Desarrollo, que acabará aterrizado en ejes y partidas presupuestales”, agregó Amador Zamora. 

    ¿Cómo se realizó el Plan Nacional de Desarrollo? Este documento fue resultado de diversos foros de consulta, organizados por el Instituto Nacional de Formación Política (INFP), para que múltiples sectores de la sociedad identificara los grandes problemas sociales nacionales y construyera colectivamente propuestas de solución para implementar en el sexenio de la Dra. Sheinbaum Pardo. Además, contó con más de 21 figuras del ámbito intelectual, científico, académico, cultural, empresarial y ciudadano que llevaron a cabo un ordenamiento, sistematización y redacción del documento final para la continuación del proyecto iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. 

    A diferencia del Gobierno de la Cuarta Transformación, hay que recordar que durante el periodo neoliberal (1982-2018), los altos mandos de gobiernos pasados se reunían para trazar el rumbo del país, impulsados por la legitimación de las políticas económicas dictadas por Washington. Mediante la privatización de los bienes públicos, se impuso un régimen de exclusión, en el que no sólo disminuyó el crecimiento económico, se agudizó la pobreza, la desigualdad y los derechos laborales se perdieron, para beneficio de una minoría. Todavía cabe señalar, que José Ángel Gurría Treviño, ex secretario de Hacienda en el sexenio de Ernesto Zedillo, principal orquestador del FOBAPROA (que endeudo al pueblo por más de 552 mil 300 millones de pesos, cuyos efectos aun seguimos padeciendo), le fue confiado el diseño del Plan de Gobierno, para definir el plan de gobierno de la caída alianza opositora PRI-PAN-PRD, que tenían como verdadero objetivo continuar con los lineamientos trazados por el neoliberalismo. 

    Ante la ausencia de un proyecto de nación y el enojo de la derecha al no tener el control del pensamiento del pueblo mexicano, esta apuesta por generar ventajas de la manipulación de la información por parte de medios internacionales. Así. por ejemplo, la nota publicada a finales diciembre del 2029 del New York Times sobre un presunto laboratorio de fentanilo del Cartel de Sinaloa, que no tiene un propósito periodístico o social, sino un golpeteo mediático y un modo de legitimar las acciones de Estados Unidos, que atenten contra la soberanía nacional, sólo porque el plan del actual Gobierno de México no favorece sus intereses.  

    De acuerdo con el artículo 26 de nuestra Constitución, la planeación del Gobierno debe ser democrática con la participación de todos los sectores. Es decir, la Constitución ordena al Estado proteger la estabilidad de las finanzas públicas; planificar, conducir, coordinar, orientar e impulsar la economía y soberanía. No es un camino sencillo contrarrestar los efectos de un voraz modelo económico, ya que se han impulsado cambios sustanciales que constituyen la base del nuevo Estado mexicano, que sea capaz de poner en el centro la rectoría del Estado, al sujeto y a la dignidad. 

    La ciudadanía está llamada a informarse sobre el quehacer político de todos los que votamos por una continuación del proyecto de transformación. Por lo que es fundamental su participación en estos foros, organizados por todas las dependencias del Gobierno de México, para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, para discutir lo qué hemos logrado, qué queda pendiente y qué agendas quedan por fortalecerse. 

  • EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2025-2030: UNA APUESTA POR LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

    EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2025-2030: UNA APUESTA POR LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

    La construcción del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030 representa una oportunidad histórica para que las y los mexicanos sean protagonistas en la definición del rumbo del país. Este ejercicio, que guiará las políticas públicas del próximo sexenio, marca un parteaguas al priorizar la participación ciudadana y la inclusión de las voces que tradicionalmente han quedado al margen. Con este modelo, el Gobierno Federal reafirma su compromiso con la democracia participativa y la construcción de un México más justo y equitativo.

    El PND está estructurado en cuatro ejes estratégicos que reflejan las prioridades del país: 1. Gobernanza con Justicia: Un compromiso por construir un sistema político honesto, transparente y cercano a la ciudadanía, donde la justicia social sea el objetivo primordial; 2. Desarrollo con Bienestar: Un modelo que prioriza el acceso equitativo a servicios básicos, el fortalecimiento de los derechos sociales y el desarrollo integral de las comunidades; 3. Economía Moral y Trabajo: Un enfoque que busca equilibrar la eficiencia económica con la justicia social, promoviendo empleos dignos y bienestar para todos; 4. Desarrollo Sustentable: Una visión integral que reconcilia el progreso económico con la protección del medio ambiente, garantizando el futuro de las próximas generaciones.

    Estos ejes se complementan con temas transversales que buscan garantizar la igualdad sustantiva, los derechos de los pueblos originarios y el impulso al desarrollo tecnológico. Sin embargo, lo más innovador de este plan no solo radica en su contenido, sino en su proceso de construcción. Tiene como marco los principios del Humanismo Mexicano que sirven de base a la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Entre estos destacan:

    La prosperidad compartida como un eje rector. Que no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre. Que los y las gobernantes deben ser honrados y honestos. Que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Que está prohibido prohibir.
    El desarrollo y bienestar con cuidado del medio ambiente. La igualdad sustantiva de género, cultural y social. Que México es un país soberano, independiente y democrático. Que la política se hace con amor, no con odio. Y que se condena el clasismo, el machismo y cualquier forma de discriminación.

    Para garantizar que el PND sea verdaderamente representativo, se ha habilitado una plataforma digital, Planeando Juntos, que estará disponible en el sitio oficial www.planeandojuntos.gob.mx. Esta herramienta permite a cualquier persona enviar propuestas, ideas y proyectos que consideren esenciales para el desarrollo del país. Además, se llevarán a cabo una serie de foros presenciales en todo el país, cada uno con temas específicos que abordarán las prioridades de la nación.

    El calendario de foros incluye:

    6 de enero: Tijuana, Baja California. Tema: “Gobernanza con Justicia y Participación Ciudadana”, a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. 7 de enero: San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Tema: “Desarrollo con Bienestar y Humanismo”, a cargo de la Secretaría del Bienestar. 8 de enero: Guadalajara, Jalisco. Tema: “Economía Moral y Trabajo”, a cargo de la Secretaría de Economía. 9 de enero: Mérida, Yucatán. Tema: “Desarrollo Sustentable”, a cargo de la Semarnat. 10 de enero: Ciudad de México y Monterrey. Temas: “Gobernanza con Justicia y Participación Ciudadana” y “Transformación Digital”, a cargo de la SRE y la Agencia de Transformación Digital, respectivamente.
    11 de enero: Diversas ciudades como Hermosillo, Guanajuato, Pachuca y Colima tratarán temas como “Desarrollo con Bienestar” y “Transición Agroecológica”. 12 de enero: Veracruz. Tema: “Economía Moral y Trabajo”, a cargo de la Secretaría de Economía. Además, un encuentro en la Ciudad de México reunirá a ejidos y comunidades agrarias. 13 de enero: Culiacán, Zacatecas, Tampico y más ciudades abordarán “Desarrollo Sustentable” y “Gobernanza con Justicia”. 14 de enero: Foro de Mujeres en la Ciudad de México y foros sobre juventud en varias localidades. 15 al 19 de enero: Se explorarán temas clave como “Desarrollo con Bienestar”, “Economía Moral y Trabajo”, y “Gobernanza con Justicia” en Puebla, Zacatecas, Oaxaca, Chilpancingo y Morelia, entre otros.

    Estos espacios permitirán recoger aportaciones de sectores clave como mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, trabajadores y empresarios, promoviendo un debate plural y enriquecedor.

    El contraste con modelos anteriores de planeación es evidente. En el pasado, los planes nacionales solían estar dominados por recomendaciones de organismos internacionales o diseñados a puerta cerrada por expertos. Hoy, el gobierno apuesta por un proceso horizontal que prioriza la escucha activa y la corresponsabilidad. Este enfoque fortalece la legitimidad del PND, aumenta la posibilidad de implementar políticas públicas eficaces y alineadas con las necesidades reales de la población.

    Por supuesto, este modelo enfrenta retos. Uno de los principales es garantizar que las aportaciones ciudadanas no se queden en el papel y se traduzcan en acciones concretas. Asimismo, será fundamental que el gobierno mantenga un diálogo constante con los diversos sectores para asegurar que las propuestas seleccionadas reflejen una visión incluyente y sostenible.

    El Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 además de ser una hoja de ruta; es un espejo de las aspiraciones colectivas de un país que busca consolidar su transformación. Para que este esfuerzo rinda frutos, es imprescindible que las y los mexicanos participen activamente. La plataforma digital y los foros presenciales son una invitación abierta para que cada ciudadano alce la voz y contribuya a construir un futuro compartido.

    Este plan no es sólo del gobierno; es de todas y todos los mexicanos. Hoy más que nunca, tenemos la oportunidad de ser parte de la historia y de las decisiones que darán forma al México que queremos. La participación es clave, y el momento de actuar es ahora.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • No se metan con México

    No se metan con México

    Acostumbrada estaba la banda internacional, principalmente los más ricos del mundo, a humillar y pisotear a Latinoamérica, que México no solía ser la excepción y menos aún durante los gobiernos neoliberales que fuimos verdadero tapete de los poderosos de Estados Unidos. Pero ya tiene unos años que no ocurre así y que incluso meterse con México les sale muy caro.

    New York Times

    Este medio de comunicación que ha defendido históricamente los intereses estadounidenses -no olvidemos su apoyo con mentiras a la invasión a Irak- ha atacado a los gobiernos de la 4T en años recientes.

    Primero con sus reportajes donde aseveraban que el gobierno de AMLO estaba vinculado al narcotráfico, sin mostrar prueba alguna. Llegaron incluso a poner ultimátum al gobierno de México para pasar información o responder preguntas tendenciosas, pero eso sí, se enojaron cuando expusieron esos datos en alguna mañanera aludiendo a la violación de la privación de datos personales.

    Pues este medio de comunicación gringo ahora sacó otro reportaje sobre la producción de fentanilo en México, particularmente en Sinaloa. Nuevamente vemos una producción poco seria que llega a conclusiones que casualmente se enlazan con la narrativa del próximo presidente Trump.

    Este último material fue destruido durante una mañanera por la presidenta Sheinbaum con datos científicos. Tremendo golpe a la credibilidad del New York Times sufre que haciendo maromas busca defender a sus reporteras de lo indefendible. 

    Trudeau

    Y en otro caso vemos a otro sujeto que busca minimizar y atacar a nuestro país. Hablamos del ex primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que buscó por todos los canales disponibles sacar a México del Tratado Comercial de América del Norte.

    En actitudes racistas su gobierno llegó a declarar que era una ofensa compararles con nuestro país. Todo eso se dio en pláticas que tuvo con Donald Trump donde se le puso de verdadero tapete. Lo curioso aquí es que su posición servil y patética no sirvió de mucho pues el hombre naranja se burló de él muchas veces y hoy en día ya renunció a su cargo el canadiense traidor.

    Trump

    Y sigue en la lista justamente ese hombre naranja que lanzó nuevamente muchos insultos al pueblo de México, pero que poco a poco ha ido calmando su beligerancia ante las respuestas serias de nuestra presidenta, ya hasta dice respetarla.

    Ya veremos cómo evoluciona este último tema, pero si podemos asegurar que nuestro pueblo hoy es representado por un gobierno con la dignidad muy clara y con una idea de soberanía popular muy grande que enarbola en su proyecto de nación y que no va a permitir injerencia extranjera.

    Redes sociales

  • Trump el hablador

    Trump el hablador

    Cuando eres candidato presidencial, candidato electo y, sobre todo, presidente de la nación más poderosa tanto militar como económicamente, tienes la posibilidad de negociar con otros países adoptando una lógica similar a la de un “bully” en la secundaria. Esto implica la capacidad de intimidar y amenazar, incluso con los asuntos más absurdos, sin importar si esas amenazas se concretarán o no.

    Un ejemplo claro de esta lógica es el expresidente y actual candidato electo de los Estados Unidos, Donald Trump. Durante su primera campaña presidencial, lanzó amenazas contra diversos países, como México, y, ya en la presidencia, extendió esta actitud hacia organizaciones aliadas, como la Unión Europea, e incluso hacia entidades en las que Estados Unidos desempeña un papel esencial.

    En el caso de México, sus amenazas se centraron en el control de la migración que cruza su frontera sur desde nuestro país. Como candidato, Donald Trump prometió la construcción de un muro a lo largo de los más de tres mil kilómetros de frontera común, presentándolo como una medida para frenar el flujo migratorio y reforzar la seguridad nacional. Sin embargo, al concluir su mandato, el presidente republicano apenas había construido una fracción insignificante de dicho muro y, paradójicamente, deportó a menos migrantes que su predecesor, Barack Obama.

    El expresidente Donald Trump afirma haber cumplido su promesa respecto al control migratorio, aunque no mediante la construcción del muro físico que había planteado inicialmente. En cambio, sostiene que logró su objetivo al presionar al gobierno mexicano para desplegar a más de 20,000 elementos de la Guardia Nacional para vigilar la frontera sur. Con esta acción, Trump reinterpretó su discurso inicial, trasladando la responsabilidad y los costos del control migratorio a México, mientras proclamaba haber cumplido su compromiso con los votantes estadounidenses.

    En cuanto a sus amenazas a la Unión Europea, Donald Trump adoptó una postura similar a la que utilizó con México, usando la intimidación y los aranceles como herramientas para presionar a los países europeos a ceder en términos comerciales. En 2018, lanzó amenazas de imponer tarifas sobre el acero y el aluminio europeos, justificando sus acciones bajo el pretexto de la “seguridad nacional”. También advirtió sobre aranceles del 25 % a los automóviles importados desde Europa, señalando que esto sería una medida para proteger la industria automotriz estadounidense

    Sin embargo, como ocurrió con México, estas amenazas fueron más parte de una estrategia retórica que una acción concreta. Las tarifas impuestas no fueron tan devastadoras como se había anticipado, y Trump finalmente alcanzó acuerdos sin llegar a imponer las medidas más radicales.

    Al igual que con la cuestión migratoria en México, Trump utilizó sus amenazas hacia la UE como una forma de aparentar que cumplía sus promesas, cuando en realidad gran parte de su discurso se quedó en simples palabras sin grandes resultados. Aunque intentó cambiar el rumbo de las relaciones comerciales con Europa, su enfoque se centró más en la presión verbal que en la ejecución de medidas drásticas. Las concesiones que obtuvo de la UE, como el acuerdo sobre la reducción de barreras comerciales, fueron más producto de las negociaciones que de un cambio radical impulsado por la amenaza constante de represalias.

    En relación con la OTAN, Donald Trump adoptó una postura desafiante, cuestionando la validez de la alianza y exigiendo que los países miembros aumentaran sus contribuciones financieras. Durante su presidencia, criticó repetidamente a los aliados europeos por no cumplir con el compromiso de destinar al menos el 2 % de su PIB a la defensa, un objetivo acordado dentro de la organización. 

    Trump llegó a amenazar con retirar a Estados Unidos de la OTAN si los países europeos no cumplían con sus obligaciones presupuestarias, utilizando la amenaza como una forma de presionar a los miembros para que incrementaran sus aportaciones. Incluso sugirió que los Estados Unidos deberían cobrar por la protección que brindan a Europa, argumentando que los gobiernos del continente no ofrecían nada a cambio de la seguridad proporcionada por Estados Unidos.

    Por más duras que fuese la amenaza, dicha simultaneidad no se tradujo en una retirada de la OTAN o una alteración sustancial de la estructura previamente establecida de la alianza. En su lugar, las tensiones fueron suficientemente fuertes para generar subversión interna y determinaron porcentajes en los presupuestos de defensa para evitar más ataques de Trump.

    Ahora bien, igual que en otros aspectos de la política exterior, la retórica brutal del presidente Trump tuvo un impacto limitado sobre acción “real” estratégicamente significativa por parte de la OTAN. A pesar de agregar más presión sobre los aliados, las amenazas nunca se tradujeron en un retirada real estadounidense de la organización, y dicha institución no dejo de ser parte de la hegemonía imperial de Estados Unidos. 

    El caso de Donald Trump, como el del típico “bully” de secundaria, está marcado por un estilo grandilocuente que prioriza las amenazas y las declaraciones impactantes sobre los resultados concretos. Es, ante todo, un maestro de la retórica, un hablador incansable que parece disfrutar más del espectáculo que de la sustancia. Su presidencia, y ahora su candidatura renovada, se construyen sobre esta base: promesas altisonantes, amenazas exageradas y una narrativa que coloca su figura como el único salvador capaz de restaurar la “grandeza” de su país.

    Trump habla como si cada palabra tuviera el peso de un decreto, pero en la práctica, muchas de sus declaraciones se quedan en el aire. Su insistencia en crear crisis, reales o fabricadas, y luego proclamarse el único capaz de resolverlas, es una constante en su estilo. Desde la construcción del muro hasta sus enfrentamientos comerciales con Europa y sus desafíos a la OTAN, Trump demostró que su fuerza reside más en el ruido que hace que en las acciones que logra concretar.

  • La fortaleza ante el imperialismo de Trump: un contraste entre Canadá y México

    La fortaleza ante el imperialismo de Trump: un contraste entre Canadá y México

    La reciente renuncia del primer ministro de Canadá ocurre en un contexto internacional marcado por el regreso de Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos. Desde su victoria, Trump ha retomado su estilo provocador, lanzando ataques no solo contra sus rivales internos, sino también contra sus vecinos. Su reciente declaración sobre transformar el Golfo de México en el “Golfo de América” es un ejemplo del tono imperialista que caracteriza su discurso.

    En Canadá, las tensiones con Trump parecen haber influido en la decisión del primer ministro, evidenciando cómo la presión externa puede minar la estabilidad política de un país. Sin embargo, en México, el panorama es diferente. Desde su llegada a la presidencia, Claudia Sheinbaum ha enfrentado embates similares, pero su liderazgo ha demostrado fortaleza ante la intimidación externa. En lugar de ceder, Sheinbaum ha reafirmado la soberanía nacional y ha mantenido un discurso firme contra cualquier intento de intervención o subordinación.

    Lo verdaderamente alarmante no son las palabras de Trump, sino la respuesta de sectores de la derecha mexicana, que lejos de condenar estas declaraciones, las celebran como una suerte de alineamiento estratégico. Políticos y figuras públicas han mostrado una preocupante complacencia hacia ideas que claramente vulneran la soberanía de México, priorizando sus intereses políticos y económico sobre el bienestar y la dignidad del país.

    Mientras Canadá enfrenta las consecuencias de las presiones externas con la renuncia de su primer ministro, México se encuentra en una encrucijada: o se defiende la soberanía con una postura unificada, o se cede ante un discurso imperialista que amenaza con desestabilizar la región. Claudia Sheinbaum ha marcado un camino claro: la dignidad y el fortalecimiento interno son esenciales para enfrentar a un Trump que regresa con una agenda aún más agresiva.

    La oposición en México debe preguntarse si su futuro político pasa por someterse a los designios de Trump o por construir un proyecto que realmente defienda los intereses del país. Lo que está en juego no es solo el orgullo nacional, sino el derecho de México a decidir su propio destino en un mundo cada vez más polarizado.

    Afortunadamente, ese sector de entreguistas son una minoría con realidad alterada, lo que permite que el gobierno de Sheinbaum continúe estable; no obstante, es importante atender esa problemática y hacer valer la ley en contra de estos, porque como la mala plaga, puede propagarse.

  • La inseguridad ficticia

    La inseguridad ficticia

    La inseguridad elevada al primer problema social de país infunde miedo y una sociedad con miedo es mucho más manipulable, por eso los regímenes anteriores insistieron en la gran magnitud de la inseguridad como el enemigo número uno de la sociedad mexicana.

    El régimen anterior imponía la obsesión por la inseguridad incluso antes de que el narcotráfico apareciera como el protagonista de la violencia en las calles: era necesario asustar a la población para que no cuestionara la acumulación de dinero que se otorgaba al supuesto combate a la inseguridad, se abrían posibilidades de recurrir a alternativas presupuestales directas ante la inminente lucha por salvaguardar la integridad de los mexicanos.

    Quienes colocaron a la población en el campo de batalla entre las autoridades y el narcotráfico fueron las autoridades. Con la ayuda de los medios los gobiernos colocaron a la población como carne de cañón en su lucha por una delincuencia que el otorgaba un gran poder de manipulación y un enorme presupuesto.

    Cuando el mido dejó de ser la guerrilla en México el origen del terror se trasladó al narcotráfico. La propia Dirección Federal de Seguridad fue clausurada definitivamente con el pretexto de su actuación represiva, aunque en realidad se intensificó posteriormente desde las diferentes corporaciones policiacas del PRI y del PAN. Derivó en el CISEN que era una oficina de persecución de disidentes, que designaban como enemigos del país, cuando, en muchos casos, luchaban por la libertad.

    La impunidad garantizada de los elementos de la DFS y luego del CISEN, es una asignatura pendiente de la justicia en México. Los integrantes dela Brigada Blanca que torturaban para ver si acaso eran sospechosos los detenidos, en su gran mayoría jóvenes, hombres y mujeres que sufrieron las peores vejaciones en nombre de la defensa de la integridad de una sociedad que en el fondo despreciaban y robaban.

    Los funcionarios de la DFS, de la Brigada Blanca, del Cisen, salían millonarios de sus funciones inexplicablemente. Un solo comandante, que eran intocables y considerados casi héroes de la patria, no quedó pobre luego de trabajar como represor de jóvenes mexicanos, actividad que disfrutaban ejecutar y ver.

    La inseguridad, la violencia, la lucha por el sueño de caminar por las noches sin miedo hizo de la población el objetivo de miedo, pero no de la inseguridad, problema que los funcionarios públicos desde Ávila Camacho hasta Peña Nieto, que implantaron una fuente de ingresos sin auditorías y una manera más sencilla de que el pueblo obedeciera.

    Los mexicanos conservan el miedo al comunismo, sobre todo una clase media desinformada y poco ilustrada, temor al que se suma el narcotráfico. Es una vieja costumbre el temor, que pasa de generación en generación sin más averiguación que la machacona insistencia de los medios sobre el grave problema número uno de México.

    Así como The New York Times participa en la campaña de montajes contra el gobierno, así también favoreció, junto con otros medios del vecino país, el miedo. Estados Unidos le convenía, como le conviene ahora, que la gente le diera prioridad una mentira porque de esa manera podría introducir soldados, agentes de la CIA, de la DEA y del FBI a territorios ajenos.

    Una manera de exorcizar el miedo es dando a conocer la verdadera historia de la guerra sucia, y así como hay homenajes post mortem, debe haber condenas a los muertos para que los mexicanos, de todas las edades, identifique, de una vez por todas, a los causantes originales del miedo, el cual no era gratuito porque en toda la existencia de la DFS sus agentes se dedicaron a castigar un pensamiento distinto al impuesto desde el gobierno a través de un partido político hegemónico, autoritario y represivo.

    Sólo con la condena a los numerosos integrantes de la represión que alcanzaron la impunidad con la muerte, se podrá conocer el origen del miedo inexplicable de los mexicanos hacia una inseguridad que se ha magnificado y colocado como la peor miseria humana en su historia del país.

  • LA PROPUESTA CONTROVERSIAL DE CLARA BRUGADA SOBRE LA GESTIÓN DEL AGUA

    LA PROPUESTA CONTROVERSIAL DE CLARA BRUGADA SOBRE LA GESTIÓN DEL AGUA

    La propuesta controvertida de la jefa de gobierno Clara Brugada sobre la reducción del 50% del uso del agua del Sistema Cutzamala ha causado escozor entre sus opositores. Sin embargo, esta medida tiene como objetivo mejorar la sostenibilidad hídrica de la Ciudad de México, tomando en cuenta ejemplos exitosos en otros países, por ejemplo:

    En Australia, durante una severa sequía, se implementaron estrictas restricciones en el uso del agua. En California, EE.UU., también se adoptaron políticas para reducir el consumo de agua y promover la reutilización de aguas residuales. Israel es otro caso notable, conocido por su avanzada tecnología en la gestión del agua, incluyendo la reutilización de aguas residuales para riego agrícola.

    El agua es un recurso vital y un derecho humano, para la vida y la sostenibilidad de las ciudades, el agua es reconocida como un derecho humano en el 2010, a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas quien adoptó una resolución que reconoce explícitamente el derecho humano al agua potable y al saneamiento. Este derecho se fundamenta en la importancia del agua para la vida y la dignidad humana. 

    En la Ciudad de México, varios sistemas de distribución de agua desempeñan un papel crucial en el abastecimiento de la población. Los principales sistemas de distribución incluyen el Sistema Cutzamala, el Sistema Lerma y los pozos del Valle de México.

    Sistema Cutzamala: Abastece alrededor del 30% del agua potable de la ciudad. Transporta agua desde fuentes ubicadas a más de 150 km de distancia.

    Sistema Lerma: Completa el abastecimiento con aproximadamente el 10% del agua potable de la ciudad. Extrae agua de manantiales y pozos profundos.

    Pozos del Valle de México: Constituyen la fuente de agua más importante, proveyendo aproximadamente el 60% del suministro. La sobreexplotación de estos acuíferos ha generado hundimientos y otros problemas geológicos.

    El proceso de llegada del agua a la ciudad implica su captación en fuentes lejanas, tratamiento en plantas potabilizadoras y distribución a través de una compleja red de tuberías y bombas.

    Clara Brugada complementa sus propuestas con acciones que ya está implementado en la Ciudad de México. Entre estas en octubre de 2024, el Congreso de la Ciudad de México aprobó reformar la Constitución local para transformar el Sistema de Aguas de la Ciudad de México en cuanto a su naturaleza jurídica, y crear la Secretaría de Gestión Integral del Agua. Este nuevo organismo tendrá la responsabilidad exclusiva de la gestión y distribución del agua en la ciudad. Además, el 9 de octubre del año pasado, se instaló el Gabinete del Agua, un equipo dedicado a supervisar y coordinar la gestión hídrica de manera continua, coordinando por diferentes dependencias para asegurar una respuesta eficiente.

    Otra iniciativa destacada es la creación del C5 del Agua, un centro de monitoreo que supervisa en tiempo real el agua potable y el drenaje de la Ciudad de México, que permite la atención inmediata de fugas y problemas de distribución mediante tecnología avanzada. Cuenta con 1,499 cámaras de videovigilancia en puntos clave, como cárcamos de bombeo, plantas potabilizadoras, tanques y válvulas y una línea telefónica de atención inmediata para reporte de fugas *426 H2O.

    El programa, “Agua Bienestar” busca garantizar el acceso al agua potable a bajo costo (5 pesos garrafón) para todos los habitantes, especialmente en zonas con recursos limitados.

    En cuanto a la extracción del vital líquido de los pozos y los mantos acuíferos la Jefa de Gobierno señaló, que “una gran parte de los recursos se va a destinar a garantizar que los pozos existentes funcionen correctamente y otorguen la cantidad de agua necesaria.” La sobreexplotación de estos acuíferos ha generado hundimientos y otros problemas geológicos que requieren atención urgente y eficaz.

    En cuanto a los temas referentes a la infraestructura propone: Captación de Agua de lluvia, mediante la Instalación de sistemas en hogares y edificios públicos para reducir la dependencia de fuentes subterráneas, así como reglamentar nuevas construcciones para exigir cosechadores de agua de lluvia en nuevas construcciones. Mejora de infraestructura, renovación de tuberías y construcción de nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales.

    Aumentar la Infiltración de agua de lluvia al subsuelo el mejoramiento y mantenimiento de los pozos. Clara Brugada, también contempla una política que Involucra a los tres niveles de gobierno y el gobierno metropolitano para asegurar inversión continua entre estas Incrementar 20 metros cúbicos de agua para el valle de México, para aumentar el suministro metropolitano y la rehabilitación de 11 fuentes de abastecimiento

    En cuanto al agua tratada, se propone sustituir agua potable en actividades agrícolas, industriales y de riego urbano, la construcción de líneas moradas: Llevar agua tratada a servicios que lo permitan.

    Lo que más enfada a la derecha opositora al gobierno de transformación de Clara Brugada tiene que ver conque se corregirá la gestión del agua en la Ciudad de México y ninguna medida contempla la privatización en ninguna de sus formas del agua. El fin responde a recuperar la ciudad lacustre e iniciar un programa de regeneración de cuerpos de agua, a través de la inyección de millones de litros y restablecer el acuífero mediante plantas de tratamiento y regeneración. Construir plantas potabilizadoras, proteger áreas de conservación, erradicar la tala, protección y rehabilitación de ríos y manantiales, evitar la contaminación por descargas industriales y proteger zonas de recarga, la operación de la contraloría social del agua y crear un acuerdo con universidades, especialistas, empresas y comunidades.

    La implementación de estas propuestas podrá resultar en una gestión más sostenible del agua en Ciudad de México, ayudando a mitigar los efectos de la escasez y la sobreexplotación de acuíferos, y promoviendo un uso más responsable del recurso hídrico.

    Clara Brugada no solamente propuso la reducción de la extracción del agua en el Cutzamala para su mayor rendimiento, sino toda una política pública enfocada en la mejor gestión del recurso liquido vital para que en nuestra ciudad se vaya resolviendo de manera gradual los temas de escasez de agua. 

    Y aunque existe una campaña de desprestigio contra nuestra Jefa de Gobierno, el tiempo le dará la razón, los esfuerzos y la colaboración inter institucional dará resultados para impulsar la propuesta hídrica. 

    La implementación de estas propuestas no es solo una lista de acciones; es un llamado a la esperanza. Es creer que, juntos, podemos construir una Ciudad de México más sostenible, más justa y con un futuro hídrico asegurado. Clara Brugada está dando pasos firmes hacia esa dirección, y depende de todos nosotros apoyar y ser parte del cambio.

  • De políticos y sus socios

    De políticos y sus socios

    Seguro que muchas veces hemos pensado que en la calidad de los servicios y obras públicas puede haber toda clase de componendas. Las vimos en el pasado neoliberal y se ven vivas en muchos gobiernos municipales y estatales en el país; seguramente son menos visibles en el gobierno federal. Una cosa es segura, las hay y son muy nocivas y resultan caras, tanto económicamente como políticamente.

    Lo costosas que resultan en lo económico es fácil de entender, tengamos como ejemplo uno muy simple; en Centro, Tabasco se ha pavimentado con asfalto de mala calidad sobre concreto hidráulico, lo que ha provocado la necesidad de constante bacheo y quien recibe los contratos aparece oculto, aprovechando que no se puede consultar debido a la transición de la Plataforma Nacional de Transparencia hacia una Secretaría. Sin embargo, se sabe que quienes realizan estos trabajos se benefician de su relación con el Ayuntamiento.

    Había un proyecto de construcción de una planta potabilizadora que entregaría agua de buena calidad a las Rancherías del margen izquierdo del río Carrizal, tenía proyecto y presupuesto, pero ahora el Servicio de Agua, dice que el proyecto no existe, es decir que estas rancherías seguirán condenadas a inundarse y no tener agua potable en suministro constante y suficiente. En cambio, sí se ha autorizado la construcción de nuevos fraccionamientos y establecimiento de empresas que consumirán la muy poca agua que llega a los hogares de la gente trabajadora de estos suburbios de Villahermosa.

    Los fraccionamientos donde viven ex funcionarios, funcionarios actuales del gobierno estatal y municipal y sus socios y amigos, tienen agua suficiente, avenidas con pavimento de concreto hidráulico de excelente calidad, en tanto, los habitantes de las zonas más pobres, donde habitan personas trabajadoras, tienen que pasar por calles cuyos carriles han sido reducidos por los baches, sufren por la falta de agua en sus casas, tienen un deficiente transporte público y poca seguridad. ¿Quién dijo Primero los Pobres? Yolanda Osuna Huerta no cumple con esa máxima.

    Pienso en los ejemplos en otros gobiernos municipales, como el caso de los municipios de Michoacán, vecinos del Estado de Jalisco, donde el CJNG y el llamado Movimiento Ciudadano crecen de manera paralela, lo que hace notoria la asociación de ese partido con grupos criminales que han tratado de extender sus tentáculos armados a más estados, buscando doblegar a los poderes municipales y estatales como parecen haber hecho en la mayor parte del Estado de Jalisco.

    Las asociaciones entre políticos y empresarios no han terminado, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Chihuahua, Aguascalientes y Durango, son ejemplos muy evidentes, aunque parece que en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Nuevo León las cosas no pintan mejor. 

    El cambio de rumbo de la Cuarta Transformación ha sido insuficiente y lento en muchísimos rubros. Me parece que el de la asociación entre políticos y empresarios es un asunto toral para terminar con la corrupción y la violencia.

    La transición a una democracia plena y a la participación ciudadana verdadera y real se va a ver de manifiesto en los Foros para darle mejor forma al Plan México, es indispensable que todos tomemos la mano que nos dan y hagamos las propuestas desde las entrañas de cada comunidad. Solo la participación colectiva puede conseguir que la transformación llegue a todos lados sin límites. 

    La fiscalización ciudadana de los actos de los gobiernos municipales y estatales debe ser una parte fundamental del programa y proponer su organización y generar los apoyos políticos necesarios al margen de partidos políticos, congresos estatales y de cualquier autoridad formal, reconociendo liderazgos locales y permitiendo su desarrollo y facilitando la comunicación constante con la gente para crear propuestas nacidas de la necesidad de cada grupo social.