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  • Morena en sus Cuarteles de Invierno

    Morena en sus Cuarteles de Invierno

    “(el partido) no puede aspirar a ser un partido de la sociedad si no logra representar, en concreto y específico, sus intereses”.

    Comunicado de los diputados Heberto Castillo, Arnaldo Córdova y otros, del 8 de diciembre de 1991.

    Los recientes acontecimientos políticos protagonizados por morenistas (Layda Sansores, Adán Augusto López, Ricardo Monreal) han conseguido que los atónitos espectadores transitemos del pasmo a la sospecha, de la confianza al recelo y de la esperanza a la indignación. Da la impresión de que Morena pasa de instrumento para la lucha democrática de la sociedad a madriguera de intereses personales con olor a futurismo.

    Una aspiración de los partidos políticos de izquierda fue siempre la de acompañar al pueblo en sus demandas. Por lo menos, esa fue la intención de los partidos de izquierda auténtica como el Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) o el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), más otras organizaciones de izquierda que no llegaron a las Cámaras pero siempre fueron consecuentes con sus planteamientos. 

    Este recuento de la izquierda ignora deliberadamente al PRD, que nació como una amalgama de corrientes de izquierda, transitó como una fábrica de candidaturas, y acabó como un esperpento cuando Claudio X. le cortó los hilos que lo sostenían y decidió que ya había perdido su utilidad.

    Los partidos de izquierda, más allá de sus disputas y enconos ideológicos, acompañaron las luchas populares, a veces encabezándolas, a veces participando de manera tangencial. Huelgas obreras, demandas campesinas, movimientos urbanos y populares encontraron en la izquierda una postura solidaria y respetuosa de sus liderazgos naturales, poniendo a su servicio los alcances políticos de sus partidos, los que hayan sido.

    Así, la izquierda se solidarizó con huelguistas y les acercó los apoyos económicos modestos que más parecían faltarles a ellos que a los obreros en paro. Estuvo en los desfiles del 1º. de Mayo volanteando y boteando, estuvo en 1982 en el Frente Nacional en Defensa del Salario, contra la Austeridad y la Carestía (FNDSCAC) y junto con sindicatos y organizaciones campesinas y del movimiento urbano llenó el Zócalo de la CDMX por primera vez desde 1968, apoyó a los trabajadores de la refresquera Pascual, hoy constituida como Sociedad Cooperativa de Trabajadores de Pascual. 

    Pero eso, parece, ya pasó de moda o por lo menos no lo contempla Morena en su proyecto, que tiene la suficiente capacidad operativa para obtener treinta millones de votos pero ninguna fuerza para proponer un punto de vista público. Palabras más palabras menos, dijo la dirigencia del partido: no nos metemos con las decisiones de Layda para que Layda no se meta con las de nosotros. Ah, bueno.

    Para ejemplificar, bordemos un poco en la especulación y supongamos que en una ciudad del país los transportistas, respaldados sin reservas por el gobierno municipal panista, aumentan el costo del pasaje del transporte urbano de 13 pesos a 14.50 pesos.

    Supongamos que esa ciudad es la segunda del país con más personas pobres en números relativos, según el Coneval, con unas 800 mil personas en situación de pobreza, lo que constituye el 45.8% del total de pobladores de esa ciudad. Supongamos, por último y para más señas, que esa ciudad es León, Guanajuato, cuna del sinarquismo, granero de votos para el PAN, residencia de El Yunque y una de las ya escasas plazas fuertes panistas en la república.

    En este caso ejemplar, ¿podría Morena movilizar siquiera unas doscientas personas que protestaran contra el aumento? No, no puede. A lo mejor porque ningún morenista en León utiliza camión para transportarse y no le afecta el costo, o bien el partido está totalmente desarticulado, o prefiere pasar de incógnito cuando no es época electoral y no hay candidaturas a la vista.

    Lo que sí hubo fueron cien ciudadanos protestando contra el alza (Protestan por el incremento en el precio del pasaje en transporte público de León, nota de Jorge Hernández en el portal Zona Franca del 14 de diciembre). Así, que “estudiantes y ciudadanos” se las arreglen como puedan y protesten lo que quieran: los morenistas no moverán un dedo sino hasta el próximo proceso electoral, cuando se reanude la rebatiña por los puestos y los recursos porque por el momento ya está repartido lo que había para repartir. Y mientras llega la próxima temporada de elecciones, Morena hace mutis y se recluye en sus cuarteles de invierno.

    Quizá sea esa ausencia del partido en la vida cotidiana de las personas la que ocasiona que las conferencias de la presidenta Claudia Sheinbaum se conviertan en un rosario de ínfimas querellas relatadas por los reporteros asistentes, una ventanilla de reclamos, una barandilla municipal desde donde la doctora se entera que a un matrimonio de adultos mayores de San José de los Tejocotes no les está llegando su pensión, que en San Pedro de las Columbas hay una casa donde tienen un perro amarrado en la azotea, que en Cerro de los Melquiades no tienen agua en los sanitarios del kínder, o no está pasando el carretón de la basura, o los despachadores del gas exigen propina a efecto de surtir el combustible, o para cuándo tiene agendada la doctora su visita a Puerta de San Germán, donde los pobladores le compartirán sus pendientes.

    Es un relato de minucias irrelevantes para el resto del país, aunque acongojantes para quienes dependen de que les llegue su pensión y desde luego son importantes. En el ideal, si el partido existiera en la vida diaria de los pobladores podría ayudar a tramitar la solución de esos problemas. A la población en general le interesaría más un cuadro de Morena gestionando soluciones que ese mismo cuadro presumiendo, orgulloso, haber cursado satisfactoriamente el curso “Masculinidades Anti-Hegemónicas” –casi un esoterismo para el pueblo curtido al sol- impartido por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena. 

    Por décadas, la izquierda vivió el conflicto entre participar o no en elecciones porque estas validaban al régimen autoritario priista y favorecían la consolidación de dicho régimen al asumirlo como democrático. Partidos “electoreros”, se les llamó desde la izquierda radical a quienes aceptaron la convocatoria a las urnas como método de organización de las demandas populares. Hoy la izquierda está en el poder y convendría recordar que no son las figuras públicas las que le dan fuerza al pueblo sino el pueblo el que le da fuerza a las figuras públicas. Layda, Adán y Monreal son daños pasajeros, porque lo único que permanece es el pueblo.   

  • Ellos y nosotros

    Ellos y nosotros

    Recuerdo el año 2017, cuando se suscitaba un acontecimiento que resultaría clave para lo que a día de hoy es conocido como la Cuarta Transformación. Delfina Gómez se disputaba la gubernatura del Estado de México con Alfredo del Mazo Maza, fiel representante de la estirpe caciquil priista. Si bien el triunfo no favoreció a Morena en esa ocasión, se sentaron las bases para el despertar político e ideológico de la sociedad mexicana, potenciado por las redes sociales. Yo entré a la dinámica de los youtubers antes que a ejercer el periodismo de manera tradicional, pues me animó la posibilidad de producir contenido por mí mismo y poco a poco ir haciéndome de contactos en el naciente mundillo.

    Cuando terminé la carrera de lingüística en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 2010, me dediqué desde entonces a colocarme como maestro de inglés en distintas escuelas y a distintos niveles. Debo decir que se volvió más fácil conforme fui agarrando más práctica y adquiriendo certificaciones. Así seguí, hasta que, a finales de 2013, supe que había en la UNAM la modalidad de estudiar en línea. Esto fue a través de un joven periodista muy talentoso llamado Huitzi Vargas, coterráneo de Neza. Él me habló sobre el SUAyED (Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia), cuyo programa estaba presente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde se podía estudiar ciencias de la comunicación, con la única opción de periodismo para la modalidad en línea.

    Iniciando 2014, cuando mi hijo tenía un año, inicié el proceso para ingresar a la UNAM como cualquier alumno que proviene del nivel medio, pues fue con mi papel del IPN que me acredité para registrarme (aplicar, dice la chaviza) y así hacer el examen en abril, ser notificado en agosto e iniciar clases en septiembre. Mi mamá me dio los $475 del examen como un gesto que decía «siempre voy a creer en ti». Ya no me era nueva la rutina de estudiar y trabajar, así que me salió con naturalidad. Desde el primer semestre comencé a guardar con entusiasmo todos los archivos de la carrera en la nube, y descubrí que podía reducir tiempo, gasto de datos y costos en general convirtiendo los textos a archivos de audio mediante el programa TextAloud. Así pude sortear la carrera completa.

    Esta segunda carrera la disfruté muchísimo. Ya más maduro, habiendo aprendido de mis errores, con una conciencia social más desarrollada, pero, sobre todo, con reducir el ego a su mínima expresión como propósito perenne. Mi manutención estaba asegurada. Nunca fui bueno para meterme en el mundillo de las becas, en gran parte porque tuve una plaza en el IMSS desde los 18 años, de manera que consideré siempre más congruente dejar que estudiantes en genuina necesidad se sirvieran de esos apoyos. Solo para el proceso de titulación solicité una beca y sí me fue otorgada. Para reforzar mi perfil académico y disfrutar aún más las distintas vertientes de la carrera, ya sea dentro o fuera del mapa curricular de la misma, tomé cursos de locución, fotografía, redacción, creación literaria, escritura de crónica, producción audiovisual y corrección de estilo. En el primer semestre de la carrera conocí y me hice amigo de Jorge Castañón, veterano productor audiovisual, ya con recorrido en medios y en la lucha social. Cuando le enseñé la maravilla del programa TextAloud, que podía convertir los textos en voz y almacenarlos como archivos mp3, comenzó a mandarme a diario las columnas de La Jornada en un solo archivo de audio que reproducía en mi travesía por la ciudad, dirigiéndome a las empresas en que daba inglés.

    Mi creencia era que, al no tener experiencia y tampoco la edad de un becario, podría compensar con más cursos y mucha lectura. Cuando abrí mi canal de YouTube, aunque nunca me he distinguido por arrastrar masas ingentes, descubrí que una comunicación sincera, sin imposturas, con un lenguaje empleado según los cánones, pero, sobre todo, sin mentira alguna; era lo que realmente me iba a distinguir para bien. Cuando conocí a Ramiro Padilla, me metí a una espiral de la que ya no puedo salir y lo celebro. Con el compromiso de reseñar un libro al menos cada dos semanas, adquirí un ritmo muy satisfactorio de leer al menos 30 al año. Y como los consigo de manera digital y gratuita, realmente no me corre prisa por novedades editoriales, pues obviamente los libros más nuevos no han sido convertidos a PDF, de manera que la enorme variedad de títulos que se encuentran en la red hace mis delicias. Muchos ensayos, monografías, novelas y poesía. Como profesional de la comunicación y sin la necesidad de seguir una línea dictada por alguien más, me mantengo en una preparación constante que no me es ningún sacrificio. Como trabajador sindicalizado, pertenezco orgullosamente a la clase obrera, pero tengo voz en los medios alternativos, credibilidad y ya un cierto nombre. Estoy por publicar mi segundo libro a través de la editorial Urbanario, independiente como yo mismo.

    Los monigotes de los medios hegemónicos, por otra parte, llevan una vida cara y encumbrada, aunque en los últimos años, y gracias no solo al despertar político de la sociedad, sino a que ellos mismos, al igual que el resto de quienes andamos en el ajo, contrastan sus opiniones en las redes sociales; han descubierto con horror que ya no son unánimemente vitoreados. La mayoría de ellos sabe que carece de credibilidad, pero también saben que el dejar de hacer de voceros de la oligarquía les haría despedirse de su actual estilo de vida. Les gusta viajar a Madrid, Nueva York o París; pues nada como recordarnos a nosotros los chairos que ellos tienen clase y mundo.

    La mayoría de ellos estaba instalada en una comodidad tal, que nunca tuvieron la necesidad de realmente prepararse más allá de adquirir pericia en cuanto a sus dotes de conducción, dicción, manejo de la escena y lectura del teleprómpter. Realmente pocos se han mostrado aptos para comentar lecturas o sostener un verdadero debate de fondo. Su argumento principal es una supuesta superioridad moral e intelectual, pero basada en no sabemos si en un sustento real o en la pura tradición de los medios mismos de presentarlos como auténticos portentos de la comunicación de masas. Un caso paradigmático es el de Joaquín López Dóriga, pues, a diferencia de su seguro servidor, no es teacher y no es periodista.

    Muchas veces, estando en las redes sociales, abandonan su registro pulcro y sobrio para mostrar su verdadera postura, la del enojo, el odio e incluso la frustración. Es ahí cuando recurren al insulto clasista, racista y visceral; al menosprecio e incluso a desearles lo peor a los actores políticos de izquierda. Sin importar que su educación haya sido probablemente 10 veces más cara que la nuestra, aun así, nos dicen cosas como «comunistas hijos de su puta madre» o incluso últimamente «zurdos de mierda», insulto popularizado por Javier Milei, quien, a falta de líderes verdaderos dentro de México, comienza a ganarse la simpatía de quienes aspiran a una improbable vuelta al poder de la derecha en nuestro país.

    Pero como las cabezas parlantes de medios hegemónicos siguen con su discurso gomoso de que no hay izquierda ni derecha, de que “la oposición es la resistencia y está a favor de México” (lo que sea que eso signifique), la ventaja del momento histórico la tenemos quienes, a pesar de venir de abajo, nos preparamos, nos pusimos a leer, hacemos el esfuerzo de contribuir a la revolución de las conciencias y no tenemos reparo en llamar a las cosas por su nombre. Probablemente nunca vacacionemos en Suiza ni tengamos una habitación de la casa solo dedicada a ser biblioteca, ni tampoco logremos salir en la televisión (antiguo sueño de los niños noventeros), pero la credibilidad, el reconocimiento y cariño del público, así como la satisfacción de haber contribuido al cambio; constituyen nuestro verdadero orgullo. Me emociona saber que aún tenemos mucho por delante. Nosotros nos estamos acomodando y ellos van de salida.

  • Clara Brugada y su oportunidad de acabar con la impunidad en la CDMX

    Clara Brugada y su oportunidad de acabar con la impunidad en la CDMX

    Ya han pasado algunos días desde que los jueces de este país iniciaron un movimiento en contra de la democratización de la justicia; sin embargo, la impunidad continúa. No es un secreto que, debido a la mala impartición de justicia, el Ejecutivo Federal tomó cartas en el asunto, buscando que esta Cuarta Transformación no solo sea recordada por su apoyo económico y social a quienes más lo necesitan, sino también por un verdadero cambio en el paradigma de la impartición de justicia.

    A pesar de ello, en la Ciudad de México, desde hace algunos años, se ha mantenido, para bien o para mal, una estrecha colaboración entre el gobierno capitalino, la fiscalía local y el poder judicial de la metrópoli. Basta ver los halagos que el magistrado presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), Raúl Guerra Álvarez, hace al o la Jefa de Gobierno en turno.

    No obstante, las decisiones de los jueces locales dejan mucho que desear. Hace unos días, un joven identificado como Diego ‘N’ fue detenido con miles de fotografías de compañeras estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, las cuales habían sido alteradas con inteligencia artificial para convertirlas en material íntimo y poder comercializarlas. A pesar de las miles de evidencias, un juez decidió absolver al agresor, argumentando que no había elementos suficientes. 

    Este caso pone en evidencia una falla en el sistema judicial que, aunque cuenta con la Ley Olimpia y con la perspectiva de género que los impartidores de justicia deberían tener, enfrenta vacíos legales. Si bien el Código Penal no contempla específicamente este tipo de delitos cibernéticos, los jueces tienen la responsabilidad de sentar precedentes que protejan a las víctimas y eviten que este tipo de abusos continúen.

    Ante esta situación, tuve la oportunidad de cuestionar a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien detalló que el gobierno capitalino debe revisar y actualizar las leyes conforme avanza la tecnología y lamentó la decisión judicial. Sin embargo, para ser honesto, esperaba una reacción más contundente contra el PJCDMX, que absolvió al agresor. confió en que, respetando la independencia de dicho órgano, la Jefa de Gobierno dialogara con el magistrado Guerra para tener una aclaración más seria.

    El tema, no obstante, no termina ahí. El pasado 4 de diciembre, una mujer atropelló a un repartidor de plataformas al circular en supuesto estado de ebriedad, a alta velocidad y dar una vuelta inapropiada. El resultado de este accidente fue la muerte del repartidor. Al ser detenida, un juez local le concedió la libertad, a pesar de ser acusada de homicidio culposo.

    Todo esto podría parecer un caso más de impunidad del PJCDMX, sin embargo, el problema se agrava cuando se conoce el contexto. La involucrada es hija de un alto ejecutivo de Televisa, una de las televisoras más influyentes de habla hispana. Este dato desató un escándalo en las redes sociales, que no dejaron pasar el hecho. La presión generada por la indignación popular obligó a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) a emitir un comunicado anunciando que se había girado una orden de aprehensión contra la acusada.

    Este tipo de casos no solo reflejan la fragilidad de nuestro sistema judicial local y la necesidad de un verdadero liderazgo gubernamental, sino también la distancia entre la justicia y quienes tienen poder en este país. La falta de responsabilidad y consecuencias para aquellos que abusan de su posición y de las leyes es una de las principales razones de la crisis de impunidad que enfrentamos. Las y los ciudadanos, ante la apatía de las instituciones, debemos alzar la voz y exigir que quienes impartan justicia realmente actúen conforme a la ley y a la ética.

    En la Ciudad de México, hoy más que nunca, se debe unir para demandar que se respeten los derechos de las víctimas y se castigue a quienes violan la ley. La justicia no puede seguir siendo un privilegio de unos pocos, sino un derecho universal. Es tiempo de que el sistema judicial se ponga al servicio del pueblo, no solo en el órgano federal, si no, en la capital del país, sin favoritismos ni distinciones. De lo contrario, la impunidad seguirá siendo la norma y no la excepción. Ya lo hizo Andrés Manuel López Obrador y lo continuó Claudia Sheinbaum a nivel federal, ahora Clara Brugada, al frente del gobierno capitalino debe hacer lo propio con el órgano local.

  • Crimen en México y en Medio Oriente: semejanzas y diferencias

    Crimen en México y en Medio Oriente: semejanzas y diferencias

    El cártel de Sinaloa extiende sus tentáculos en el mundo, llegando hasta España. Fue noticia que el pasado 17 de noviembre se detuvo a 14 miembros de esta organización, acusados del secuestro y asesinato de una víctima en Cataluña.

    A esta organización se le conoce en todo el mundo y se ha hecho apología de sus integrantes, especialmente de Joaquín Guzmán Loera. Gracias a series tipo Netflix y canciones de artistas famosos, su popularidad aumenta, así como, aparentemente, sus negocios y beneficios.

    Parece ser que no ha habido una organización criminal tan fuerte e internacional como esta, excepto el Estado Islámico, en medio Oriente.

    ¿Cómo es posible que una organización de estas características, lejos de debilitarse, parece crecer día con día a pesar de que, en teoría, la persiguen autoridades de México, Estados Unidos y otras partes del mundo?

    Igual que el Estado Islámico, el cartel de Sinaloa parece siempre salirse con la suya. Aparentemente, desafían a los gobiernos y aterrorizan a la población. Tienen una estructura jerárquica tipo empresarial y mucho poder de fuego. Para el ejército mexicano, el cártel de Sinaloa no es rival en términos de presupuesto, tamaño y armamento; no son comparables y definitivamente no vale la pena intentar hacer el mismo ejercicio con el ejército más poderoso del mundo. La diferencia es tan grande como un elefante aplastando a una hormiga, pero, aun así, el cártel de Sinaloa es imbatible a través de los años en ambos lados de la frontera.

    Supuestamente se les persigue no solo en México, sino también en Estados Unidos, el país que tiene los mejores satélites y radares del mundo, aquel que ha descubierto otras galaxias, que ha puesto un pie en la luna, que sabe lo que hace cada humano cada minuto del día y con drones capaces de destruir milimétricamente blancos tan fuertes como un tanque o tan grandes como una empresa, ese país que presume de control y vigilancia internacional de cada punto del planeta, no ha logrado desarticular ni debilitar a esta organización criminal.

    En la sospecha puede encontrarse la respuesta más absurda o más obvia: el cártel de Sinaloa puede ser colaborador y aliado del gobierno estadounidense, al igual que el Estado Islámico. Ambos, supuestos enemigos de Occidente, del progreso, de la democracia, de la paz y del bien común; realmente se comportan (y de hecho son) como brazos armados para cumplir los objetivos de Washington.

    El Estado Islámico ha cometido actos terroristas en todos los países europeos y del medio oriente que intentaron rebelarse o no siguieron los mandatos de Washington en algún momento, pero nunca ha intentado nada con Israel o con los mismos Estados Unidos; el cártel de Sinaloa es capaz de desestabilizar a México con una masacre para poner en cintura al gobierno y pedirle que endurezca sus políticas migratorias, pero sus productos se venden perfectamente en Estados Unidos, desde Wall Street hasta el barrio más pobre de Filadelfia; el Estado Islámico es el pretexto perfecto para hacer todas las invasiones militares que se le den la gana a Estados Unidos: Irak, Libia, Afganistán, por mencionar las más recientes; y el Cártel de Sinaloa puede ser el pretexto perfecto para que Trump cumpla su promesa de campaña: declarar organizaciones terroristas a los cárteles para intervenir México en detrimento de nuestra soberanía.

    Fox les tenía miedo y no intentó absolutamente nada, Calderón fue el tonto que intentó aliarse con ellos para disminuir el resto de cárteles en México, y López Obrador intuía sobre la alianza Cártel de Sinaloa-Estados Unidos, o al menos no le parecía una locura improbable, por ello su apuesta fue a no enfrentarlos y atender las causas para tener gobernabilidad.

  • Bajo la sombra del pasado

    Bajo la sombra del pasado

    “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”

    Augusto Monterroso

    En su libro Gracias, el expresidente López Obrador recalca la importancia de trabajar con cuadros externos al de un propio partido, que conservan una misma ideología. Esto lo exponía al hacer énfasis en la necesidad que existe de trabajar con políticos formados en trincheras externas, en donde es más importante la manera de desempeñarse de estos y lo que los hace útiles para un fin común, más allá de catalogarlos como buenos o malos. Sin embargo, es indispensable tener presente que, cuando se refiere a estos personajes lo hace a través de la experiencia de luchar contra un régimen político enquistado, conservador, que no daba concesiones a sus oponentes y que representaba un lastre para la vida democrática del país.

    Desde entonces y a través de su sexenio, quedó claro que se puede disponer de ciertos recursos, cuando sean de utilidad y bajo el control de un líder. Pero en el caso de la presidencia de la doctora Sheinbaum, hablamos de la continuidad de un proyecto de nación, contrario a picar piedra y reunir esfuerzos desde un movimiento opositor. Se trata entonces de consolidar un gobierno de izquierda, refrendado y respaldado desde las urnas.

    Por eso resulta tan contradictoria la conducta de distintos personajes que se supone apoyan al gobierno federal, al encontrarse en puestos importantes de este, porque por un lado, se supone que defienden las ideologías de la izquierda, pero por el otro, copian los comportamientos y costumbres de la derecha.

    Después de 6 años del triunfo de Morena en las urnas de 2018, uno de los primeros actos del presidente López Obrador fue mandar un oficio a todos los funcionarios de las dependencias del gobierno en las que les exhortaba a no permitir actos de corrupción, influyentismo, nepotismo, amiguismo, lacras políticas del antiguo régimen y que no se veían en la obligación de recibir a sus familiares, incluyendo hijos, y que él solo respondía a sus actos y a los de su hijo menor de edad.

    A pesar de que en su momento pudieron entenderse, ante la opinión pública, como actos fuera de estas bases y que nada tenían que ver con la austeridad institucional que manejaba el gobierno, lo cierto es que estas conductas estuvieron lejos de ser una constante de los servidores públicos. Así que resulta curioso que este, al ser un gobierno de continuidad con los valores que manejaba López Obrador, sea redundante que la presidenta Sheinbaum tenga que mandar una carta similar para pedir que los actos y conductas de los funcionarios en el gobierno federal, afines a la izquierda, se manejan con el respeto a la austeridad y los valores que rigen desde hace seis años.

    Tal parece que algunos de estos personajes creen que, al finalizar el gobierno pasado, quedaron en libertad de manejar dependencias, dinero y bienes públicos a su antojo. Como si les hubieran soltado las riendas de la humildad.

    Hace unos días nos burlábamos por el actuar incongruente del exdiputado Quadri, al hacer valer su derecho de cobrar la pensión que da el Estado a los adultos mayores. Nos parecía risible, toda vez que en reiteradas ocasiones expresó su negativa e inconformidad ante este beneficio que otorga el gobierno. No obstante, las incongruencias que no deberían darnos risa, son las de la izquierda, que es gobierno en distintas partes del país y mayoría en las dos cámaras.

    Los viajes en helicópteros privados como el que realizó el diputado Monreal; farolear en autos de lujo, como lo hizo la diputada de Guerrero Citlali Castillo Téllez, quien además hizo alarde en famoso video de su condición política, al soltar de manera socarrona un “¿les decimos que nos resguarden?”; o bien, utilizar instalaciones federales para llevar a cabo una boda como lo hizo Martín Alonso Borrego en el Munal, son actos que si bien no merecen una condena mayor que la del escarnio público, y en este último las sanciones correspondientes, al que son objeto dichos actores políticos, lo cierto es que la gente les entregó su confianza para llevar a cabo un buen gobierno, uno de izquierda, está HARTA de semejante representaciones públicas del desprecio a la autoridad que estos servidores representan. También es importante que ellos entiendan que a la gente ya no la pueden manipular como lo hacían las grandes televisoras en contubernio con los políticos de la derecha rancia y que cada vez les exigirá más, haciendo valer su derecho a ser bien gobernados, algo que antes era castigado exigir. Son tiempos de cambio.

  • La palabra del año

    La palabra del año

    Quedan unos cuantos días para que se acabe el veinte…, el veinte 24. Termina el año civil. Tiempo de recuentos, de cortes de caja, de evaluaciones… Con el 2024 se terminó también el primer gobierno de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Este 2024 vimos caer el telón de despedida de Andrés Manuel y el sucesivo inicio del sexenio de la primera presidenta de México, quien desde el 1 de octubre encabeza el segundo piso de la 4T. No dudaría un momento en que, para nuestro país, este cambio de estafeta marcará la historiografía del año que concluye: el timonel ya no es AMLO, ahora es Claudia, pero la nave continúa con el mismo rumbo, y ciertamente con más empuje y a mayor velocidad. El obradorismo cumplió cabalmente y de ese movimiento surgió el humanismo mexicano. ¿Cuál sería la palabra que mejor exprese lo que sucedió en 2024 en México?

    A nivel mundial ya hay varias propuestas. No sabremos qué tan atinadas resultarán siendo porque para ello es necesario que transcurra el tiempo, que lo gestado durante 2024 germine. Ha pasado que determinados acontecimientos son lo suficientemente elocuentes como para que incluso antes de diciembre no quedara duda. Por ejemplo, según el Merriam-Webster la palabra del año 2020 fue pandemia. Indiscutible, ¿cierto? Sin embargo, hay también ocasiones en que la elección resulta más bien oscura, por no decir francamente desatinada: por caso, en 2016 el mismo diccionario determinó que la palabra del año era surrealista, y hoy difícilmente sabríamos sin investigarlo por qué diablos lo hizo —con la elección de surreal se pretendió capturar el espíritu del momento, cuando para mucha gente la realidad parecía tan inesperada y extraña debido a acontecimientos tan estrambóticos como la primera victoria del mega-anómalo Trump y el resultado del referéndum del Brexit en el Reino Unido—. Para 2024, el Merriam-Webster ya seleccionó la que para ellos es la palabra que define mejor el año: polarización —“división en dos opuestos marcadamente distintos; especialmente, un estado en el que las opiniones, creencias o intereses de un grupo o sociedad dejan de situarse en un continuo y se concentran en extremos opuestos”—. Y, por supuesto, no optaron por esa palabreja que, por cierto, tanto le gusta a la derecha y la opinocracia mexicanas, teniendo en mente a nuestro país, sino, but of course, a Estados Unidos, concretamente atendiendo el proceso electoral que dio por resultado el regreso de Trump a la Casa Blanca. 

    Por su parte, la revista británica The Economist eligió como la palabra del año 2024 kakistocracy, kakistocracia en español. El vocablo proviene del griego antiguo y se forma combinando dos elementos. κάκιστος (kákistos): superlativo de kakós, que significa “malo” o “el peor”. Kákistos se traduce entonces como “el peor de los peores”. El otro componente es más conocido: κρατία (-kratía): sufijo que significa “gobierno” o “poder”, derivado de kratos, que significa “fuerza” o “dominio”. Por lo tanto, kakistocracia literalmente significa “gobierno de los peores”. Ojo, para la RAE la grafía correcta es caquistocracia; en un tuit explicó: “Esta voz designa el gobierno ejercido por los peores o menos capaces. Se encuentra en estudio para su posible inclusión en el diccionario.” Y uno difícilmente no recuerda a Ucrania y Argentina, pero, de nuevo, The Economist optó por esta palabra pensando en un país, Estados Unidos, en un señor, Donald Trump, y en sus compinches: un antivacunas para el encargado de la salud pública, una señora que era gerente de la asociación de lucha libre para el departamento de Educación, un ex agente de la CIA y boina verde para embajador en México…

    La palabra del año 2024 para el Oxford English Dictionary es brain rot, la cual podríamos traducir a nuestro idioma como putrefacción o deterioro cerebral. Sin embargo, para los filólogos del Oxford, el vocablo tiene un sentido mucho más preciso: “deterioro del estado mental o intelectual de una persona como resultado del consumo excesivo de contenido trivial, especialmente el que se halla en Internet”. O sea: si usted se pasa minutos y minutos que se convierten en horas y horas viendo memes y videos bobos en redes sociales muy probablemente sufra de brain rot. Brain rot hace referencia a uno de los peligros más evidentes de la vida virtual y a cómo estamos utilizando nuestro tiempo libre”, explicó Casper Grathwohl, presidente de Oxford Languages, en un comunicado de prensa. Ahora, el fenómeno no es del todo nuevo: ha estado con nosotros desde hace mucho. “Antes de Internet, la televisión era la gran causa de la descomposición cerebral de su tiempo. Y Oxford ha rastreado la expresión hasta su primer uso registrado en Walden, el libro de 1854 del protohippie Henry David Thoreau”, explica Ben Guarino en un artículo para Scientific American.

    Como su palabra del año 2024, el Macquarie Dictionary también eligió un vocablo proveniente de la dimensión digital: enshittification. El término no tiene una traducción exacta en español, ya que es una palabra coloquial y relativamente reciente en inglés. Se utiliza de manera humorística y crítica para describir el proceso por el cual un servicio, producto o plataforma especialmente en línea comienza bien, pero con el tiempo cambia para volverse peor o de mala calidad, afectando negativamente la experiencia del usuario. Una traducción aproximada podría ser “proceso de estropeo” o “deterioro deliberado”. Aquí, en México, con enshittification uno que tenga ojos y oídos necesariamente voltea para la derecha.

    En fin, regresando a la pregunta ¿cuál sería la palabra que mejor exprese lo que sucedió en 2024 en México?, pienso que la elección es obligada y no hay de otra: la palabra del año 2024 es presidenta, con a.

    • @gcastroibarra
  • Otro Negroponte en la embajada

    Otro Negroponte en la embajada

    Más de un panista estará feliz con la designación de Ron Johnson como embajador de Estados Unidos en México, ya no tendrán que viajar a Washington para quejarse con los funcionarios públicos del vecino país, más conservadores, tendrán uno en casa.

    Ron es capaz de armar un golpe de estado suave o no tanto, y es probable que esa sea su misión en estas tierras.

    El nuevo embajador, se anunció en tono de advertencia desde la oficina de Trump, que trabajará estrechamente con el Secretario de Estado, Marco Rubio, hijo de cubanos de Miami, radical ultraderechista con anhelos obsesivos por la Presidencia de su país adoptivo, quien hace unos meses, responsabilizó al ex presidente Andrés Manuel López Obrador de “entregar México a los cárteles de la droga”.

    La figura del embajador estadounidense, a quien todavía n o torga el beneplácito la Secretaría de relaciones Exteriores, invita a recordar a uno de los más oscuros e injerencistas embajadores de este país en el nuestro, el londinense John Dimitri Negroponte, también agente de la CIA y embajador en Honduras, mientras que Johnson lo fue de El Salvador, desde donde apoyó a Nayib Bukele.

    Cuando Estados Unidos envía un espía como embajador en lugar de un diplomático expresa una política más cercana al enfrentamiento que a la armonía. Nunca se imaginó Trump tener vínculos con na presidenta mujer al sur de su frontera. En su gabinete habrá menos del 10 por ciento de mujeres, La película “Ella dijo”, relata a un Trump no sólo machista y misógino sino acosador y agresor sexual, así como represor de la libertad de expresión. Basada en reportajes del New York Times.

    Negroponte ingresa a la CIA y lo mandan a Vietnam, a cargo del Programa Phoenix, finalmente forma parte de las negociaciones de los acuerdos de París en 1973 junto con Henry Kissinger.

    Negroponte fue objeto de controversia mundial al descubrirse en los años 1970 y 1980, sus actividades ilícitas en Latinoamérica, en general y en particular en Nicaragua, dirigió operaciones de la “contra”, iniciada por Reagan y continuada por Bush, padre, desde su puesto de embajador en Honduras, armando, equipando y entrenando a la Contra con ayuda de Otto Reich, un funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Con este apoyo, lo “contras”, trataron de vencer al gobierno de Nicaragua, provocando la muerte de más de 50,000 personas, empleando métodos como la tortura, la desaparición y las masacres en masa contra la población civil.

    Al final de los años ochenta se convierte en embajador en México, desde donde realizaba labores de espionaje de Latinoamérica, en México no tuvo problemas durante su gestión porque sabía que más de un funcionario público del régimen de Carlos Salinas se ofrecería para agradar al vecino del norte. Llega a la embajada de avenida Reforma el 7 de marzo y se va, con la cola entre las patas, el 5 de septiembre de 1993, prácticamente todo el sexenio salinista fue embajador.

    Luego del atentado contra las Torres Gemelas fue nombrado por George Bush embajador ante la ONU, y más tarde en Irak en abril de 2004 después de la caída de Saddam Hussein. Guerras que el vecino país perdió desde Nicaragua hasta Irak.

    El 17 de febrero de 2005 fue nombrado jefe del nuevo Consejo de Inteligencia Nacional de Estados Unidos por Bush, para evitar errores de inteligencia como los del 11 de septiembre.

    Fue nombrado por unanimidad en el Congreso, “persona non-grata”, por su intervención en la invasión a Panamá y “armar guerras”, crear guerrillas internas y golpes de estado.

    Uno de los hechos más sangrientos promovidos por la CIA en América Latina es la guerra contra la Revolución Sandinista, desde entonces se lleva a cabo la campaña de fake news contra el país centroamericano. Esta guerra ha impulsado varias películas donde la injerencia de Estados Unidos es evidente, hacen sutil referencia, sobre la cual se han filmado varias películas, donde aparece tanto Reagan como Bush nutriendo de armas y asesoría a los contras con dinero producto del narcotráfico, mientras la esposa de Reagan, Nancy, cuyo eslogan es Just say no, (Sólo di no) refriéndose a una aparente guerra contra las adicciones.

    Ahora, con la llegada de Johnson se espera una piedra en el zapato en la administración de Claudia Sheinbaum con la presencia de este oscuro personaje. Su simple nombramiento es un claro mensaje a la presidenta mexicana de poca armonía y muchos problemas, un aviso que muestra un cambio radical en la relación entre ambos países, ante lo cual debemos tener presente las palabras del senador tabasqueño Oscar Cantón Zetina, quien dijo: “China podría sustituir a Estados Unidos como primer socio comercial”.

    Ya que su perorata no tuvo efecto en la política mexicana, ese nombramiento es un mensaje, un presagio, incluso una amenaza de Trump, todo un viajero en el tiempo que intenta crear su propia guerra fría y al intentar seguir viendo a América Latina el patio trasero de un imperio que se derrumba.

    No son los aranceles lo que le preocupan a Trump ni el repunte de la economía estadounidense, es que no soporta tener de vecino un país progresista. Le parece una falta de respeto, una irreverencia a la supremacía de quienes nunca fueron poderosos, pero él pensó que lo serían de por vida.

  • Batalla Cultural

    Batalla Cultural

    “… Estamos frente a una oportunidad histórica para empezar a cambiar el mundo, pero no alcanza como pasó en los 90s, con gestionar bien. No alcanza con organizarse políticamente. Es necesario también dar la batalla cultural y en eso CPAC tiene un rol fundamental. ¿Y qué es lo que nos va a ayudar a que nos podamos coordinar internacionalmente para que los zurdos no nos entren por ningún lado?… Si no damos la batalla cultural, no importa que tan buenos seamos gestionando…”.

    Javier Milei. Presidente de la República Argentina.
    Discurso en la Conferencia de Acción Conservadora.
    Diciembre 4 de 2024.

    Teniendo como marco la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC) realizada en la capital argentina y frente a representantes de la ultraderecha internacional como la candidata a senadora por Florida Lara Trump, nuera  de Donald Trump; el español Santiago Abascal, del partido VOX; el argentino, teórico de la conspiración, Agustín Laje; el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro; y los mexicanos Eduardo Verástegui, presidente de CPAC-México, quien anunció que formará un partido político en el 2025  y el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego; Javier Milei presentó un decálogo “No sólo para los argentinos, sino también para quienes comparten nuestras ideas en el resto del mundo”.

    En este decálogo, por el que fue ovacionado en múltiples ocasiones durante su presentación, Milei plantea repetidamente términos relacionados con la dicotomía de la derecha y la izquierda a través de prejuicios, medias verdades o de plano falacias y muy elementales planteamientos basados en frases hechas como: “las mentiras confortables de la izquierda”, “las verdades incómodas de la derecha”, “no a la negociación de las ideas para rascar un voto”, “el bien” representado por la derecha y “el mal” por la izquierda”, “el adversario”, “la confrontación”, “el combate”, “la batalla”, “la defensa”, “el poder”.

    Milei, considerado como un “libertario” en el ámbito ultraderechista mundial, insiste en que hoy en el “mundo se respiran nuevos vientos de libertad, de la mano de Donald Trump”. Subraya que es una “oportunidad histórica”, aunque se requiere lanzar una batalla cultural contra la izquierda para lo cual considera como instrumento necesario a la CPAC. “Necesitamos proteger la cabeza, sus ideas, porque si se fortalecen el cuerpo, pero no las ideas, las fieras los van a comer igual. Justamente eso hace CPAC, cuida la cabeza, son los guardianes de las ideas”.

    El escenario internacional muestra precisamente la confrontación entre movimientos y gobiernos ultraconservadores instalados en diversos países y los divergentes proyectos de nación desarrollados por fuerzas progresistas o de izquierda, principalmente en países latinoamericanos. Sin embargo, un importante frente en el que la ultraderecha combate a las fuerzas transformadoras es el ideológico, el ámbito cultural precisamente. 

    Para ello, las fuerzas reaccionarias en el mundo cuentan no solamente con gobiernos afines, sino principalmente con todo un aparato ideológico integrado por influyentes medios de desinformación y manipulación, redes sociales con destacada presencia entre los ciudadanos, principalmente jóvenes, con estructuras políticas integradas por organizaciones partidistas y judiciales, así como con espacios de difusión de sus planteamientos como estos foros promovidos por la CPAC. En este año ya tuvieron tres reuniones, en febrero en Estados Unidos, en agosto en nuestro país y la más reciente en Argentina. 

    En México, en el marco de la 4T, es el ámbito de las conciencias en el que el movimiento encabezado por nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador puso mayor énfasis. Aun y cuando haya mucho por hacer, es importante el grado de politización alcanzado por los mexicanos. De otra manera sería difícil entender como el pueblo supo muy bien el papel que debía desempeñar el pasado 2 de junio para hacer realidad la estrategia electoral, conocida como el Plan C. Y vaya que la derecha del país y sus redes internacionales movilizaron recursos económicos y tecnológicos, propagandísticos y mediáticos, en redes sociales y medios de información, para impedir los resultados que se obtuvieron.

    La batalla cultural de la 4T confrontó al sentido común neoliberal basado en el individualismo, el éxito, el dinero, la competencia, el sobresalir por encima de los otros, a través de la recuperación de la solidaridad, el espíritu comunitario, el empoderamiento del pueblo. Al predominio de formas culturales elitistas con el re-conocimiento y revalorización de nuestras culturas ancestrales. 

    La conceptualización del Humanismo Mexicano en aquella magna concentración del Zócalo, el 27 de noviembre de 2022, incorpora a la 4T un contenido fundamental para hacer frente a las fuerzas reaccionarias. En esta batalla cultural sus orígenes resultan en enormes fortalezas. Como lo describe el propio López Obrador en su libro ¡Gracias! la primera raíz se ubica en las concepciones del mundo y la vida sostenidas por los pueblos originarios. 

    Comienzo por recordar que la grandeza, en todos los órdenes en nuestro país, tiene raíces culturales profundas y es lo que nutre el Humanismo Mexicano, lo que nos da la identidad que poseemos como sociedad honesta, trabajadora y fraterna. Esa idiosincrasia, esa manera de pensar y de ser, viene de lejos y se ha conservado contra viento y marea, es lo que siempre nos pone a salvo ante cualquier calamidad o desdicha. Por eso emprendimos el rescate y la exaltación del conocimiento ancestral y de los valores culturales heredados de las antiguas civilizaciones que florecieron en nuestro territorio.

    La segunda raíz del Humanismo Mexicano la ubica en la fecunda historia política nacional con sus admirables próceres y excepcionales patriotas.

    José Martí decía: «Injertarse en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas». Es cierto que Miguel Hidalgo era criollo y se había formado con las ideas de la Ilustración surgidas en Europa, pero su origen mexicano y, sobre todo, la convivencia con el pueblo raso, lo llevó a defender causas profundamente justas y arriesgadas que le costaron la vida. Este cura rebelde y bueno, es el Padre de nuestra Patria. Por esas singularidades de nuestra historia, la fecha que más celebra el pueblo de México es la del inicio, la del Grito de Independencia. 

    A través de la realización del humanismo es que a partir del triunfo popular del 2018 se ha defendido nuestra soberanía, se ha implantado una economía moral, se ha recuperado al Estado para utilizarlo como instrumento del principio por el bien de todos, primero los pobres. El fundamento ideológico del Humanismo Mexicano constituye el núcleo de la batalla cultural con el que hemos enfrentado el proyecto de nación conservador, elitista, racista y clasista. 

    Cuando Milei habla de la necesaria batalla cultural que deben emprender para confrontar a la izquierda y a los movimientos populares, tiene razón pues en la lucha entre proyectos económico-políticos opuestos, es en la esfera de lo ideológico en la que el conservadurismo radical considera hacerse con la victoria y someter nuevamente a los pueblos movilizados, con ello la derecha en realidad está negando que estén conscientes de las formas que ahora pretenden adoptar sus enemigos históricos. 

    Para revisar el tema del Humanismo Mexicano con mayor detenimiento, me permito recomendarles el número 8 de la Revista Conciencias publicada por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena, dedicado íntegramente al tema. Aquí el enlace para su acceso gratuito. https://revistaconciencias.mx/wp-content/uploads/2024/08/Revista-Conciencias-Numero-8.pdf

  • EN MORENA DIOS LOS HACE Y ELLOS SE JUNTAN

    EN MORENA DIOS LOS HACE Y ELLOS SE JUNTAN

    Miles de militantes en MORENA cuestionaron una y otra vez que se abriera el partido a todo lo que supusiera rentabilidad electoral, algunas ficticias y otras de verdadero peso sí, pero con su gran dosis de desprestigio. Así pasó en varias entidades para no decir que en todas aunque no se exageraría. En la CDMX por ejemplo, se permitió la entrada a una diputada panista “de cuyo nombre prefiero no acordarme”; en el senado a Corral; en Yucatán a Ramírez Marín; ahhh, y qué decir de Eruviel. O sea, por todos lados (y quien sabe bajo qué tipo de “acuerdo”) se ensanchó la puerta partidista para personajes de malísima reputación mientras que a verdaderos liderazgos apenas y se les dejó una ventanita entreabierta. Y bueno, las consecuencias de esa pésima decisión tardaron muy poco en aparecer. Por cierto, la realidad es que entre los mencionados, las siglas que permitieron el acceso corresponden al Verde, pero, por supuesto que pasaron por la “aprobación” de Mario Delgado.

    Pero bueno, de lo que pasa ahora con las andanadas de los morenistas, digamos que no es algo que no se sepa o no se prevea, así que la indignación para los de abajo del movimiento, lejos estará de encontrar su punto más álgido pues, a como van las cosas, la rebelión morenista comienza hoy a tomar forma en distintos lados y seguramente arrojará un enorme bloque cargado de resentimiento que no tendrá espacio para el diálogo por más que la crítica sea constructiva y, en cambio, se enfrentará al menosprecio acostumbrado por los cacicazgos del partido que secuestran cada vez más al movimiento.

    Dicho lo anterior y precisamente hablando de cacicazgos ¿Para quién puede resultar una sorpresa que la gobernadora de Campeche ande nombrando a impresentables en su gabinete? Ni modo que se crea que no sabe sus andares en esos temas de la corrupción, o que le haya faltado tacto, ya no digamos prudencia. ¡No! Sansores callará ante la crítica o probablemente se aviente una larga justificación, pero lo cierto es que su actuar no hace más que contribuir a la indignación de los verdaderos promotores de la transformación a quienes no les queda mayor remedio que aguantar esta y otras groserías de la gobernadora.

    Es que siendo serios, es todo un despropósito que se realicen estas ofensas por todos lados, pero la cuestión aquí y de mayor valor sería saber qué piensa Claudia Sheinbaum, que en una de esas y apelando a toda congruencia, también opte en algún momento por endurecer la crítica a MORENA como lo hizo López Obrador en su momento. Hacerlo en estos tiempos donde lo importante es consolidar el proceso de transformación, bien le vendría al movimiento en general más que al propio partido.

    Las cosas así en MORENA no fueron producto de la casualidad, los responsables están más que identificados, entonces de nada serviría cambiar la dirigencia si la purga no alcanza a quienes van generando un lastre del que todos hablan pero del que nadie se quiere hacer cargo. Y digo que nadie se quiere hacer cargo porque en la mesa de los acuerdos todo fue complacencia para unos cuantos durante el proceso electoral anterior, mientras que por debajo de la misma mesa, las tibias patadas no rebasaban una simple descalificación pero nadie, ni Citlalli Hernández, fue capaz de evidenciar estas anomalías, aun cuando las sabía.

    Por eso la insistencia en que hay más movimiento que partido con todo y que se llenen plazas a reventar como el domingo, y, aunque este sea la única vía por el momento en la que se encuentre cause (aunque casi nulo), lo real es que su descomposición irá despertando la idea de muchos de alejarse para dejar un hueco que pronto es llenado por algún opositor sin que nadie haga algo al respecto, cuando menos por parte de los que pudieran hacerlo desde ya.

    Muchos movimientos se han ido al carajo por culpa de liderazgos, pero este movimiento no puede seguir siendo rehén de nadie, pero por lo pronto, pareciera que solo desde Palacio Nacional se puede tener autoridad para poner orden. Qué pena.

  • EL SALARIO MÍNIMO SUBE, Y CON ÉL LA ESPERANZA DE MILLONES

    EL SALARIO MÍNIMO SUBE, Y CON ÉL LA ESPERANZA DE MILLONES

    El reciente anuncio del aumento del salario mínimo a partir del 1 de enero de 2025 es más que un ajuste económico; es un paso decisivo hacia la justicia social que México ha buscado por décadas. Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, esta medida refuerza un compromiso claro con los sectores más vulnerables y da continuidad al proyecto transformador iniciado en el sexenio anterior.  

    El salario mínimo, que pasará de 248.93 a 278.80 pesos diarios en la mayor parte del país y de 374.89 a 419.88 pesos en la zona libre de la frontera norte, representa un incremento del 12%. En términos mensuales, esto significa que un trabajador promedio verá un aumento de aproximadamente 900 pesos, lo que impactará directamente en la calidad de vida de 8.5 millones de mexicanos. Este ajuste supera en más de tres veces la inflación proyectada para 2025, también refuerza la meta de alcanzar un ingreso equivalente a 2.5 canastas básicas para el año 2030.  

    Durante años, el salario mínimo en México fue sinónimo de pobreza laboral, una situación que comenzó a revertirse en 2018 con la llegada de un nuevo enfoque en las políticas salariales. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el salario mínimo experimentó un aumento acumulado del 135% en términos reales, marcando un punto de inflexión en la historia económica del país. Este esfuerzo por recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores dignificó su labor e impulsó el consumo interno, fortaleciendo el mercado nacional.  

    Ahora, la presidenta Sheinbaum retoma este legado con una visión renovada y ambiciosa. En su conferencia matutina, destacó que “el humanismo mexicano funciona, da resultados, disminuye pobreza, desigualdades, mejora la calidad de vida y el bienestar de las y los mexicanos”. Este enfoque, basado en la prosperidad compartida, busca consolidar un México más equitativo donde el trabajo sea sinónimo de desarrollo personal y colectivo, y no de supervivencia.  

    El impacto de este aumento no se limita a los salarios mínimos. También contribuye al incremento de los salarios promedios registrados en el IMSS, que han crecido un 23.3% en términos reales desde 2018, y ha sido un factor clave en la reducción de la brecha de género en el ámbito laboral, que ha disminuido en un 29%. Esto demuestra que las políticas económicas con enfoque social son viables y efectivas para construir un país más justo.  

    El beneficio de estos aumentos trasciende las estadísticas y se traduce en un cambio real en las dinámicas familiares. Con un salario más alto, las familias mexicanas pueden acceder a una mejor alimentación, educación para sus hijos y un mayor margen para invertir en su desarrollo. Esta mejora en el ingreso también contribuye a reducir las brechas sociales, cerrando el círculo de desigualdad que históricamente ha limitado a las generaciones más jóvenes.  

    Este incremento tiene un efecto multiplicador en la economía local. Al aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores, se fomenta el consumo de bienes y servicios, dinamizando las economías regionales. Esto resulta especialmente relevante para los pequeños y medianos negocios, que encuentran en el fortalecimiento del mercado interno una oportunidad para expandirse y generar más empleos, consolidando así un modelo de desarrollo más incluyente.  

    Además, el consenso logrado entre los sectores privado, gubernamental y obrero refuerza la legitimidad de esta medida. Empresarios como Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, han reconocido que estos acuerdos representan un cambio de paradigma en el que el bienestar social se coloca al centro de la agenda económica. “Esta medida demuestra que el sector privado también vive nuevos tiempos de visión con dimensión social”, afirmó.  

    Los desafíos, sin embargo, no terminan aquí. Alcanzar la meta de 2.5 canastas básicas requerirá un esfuerzo continuo por parte de todos los sectores. Es fundamental complementar estas medidas con políticas que fomenten la formalización del empleo, mejoren la capacitación laboral y promuevan el acceso a oportunidades económicas para todos.  

    El aumento del salario mínimo no es un fin en sí mismo, sino un medio para construir una sociedad más equitativa. México avanza hacia un modelo en el que el trabajo digno es reconocido y valorado, un modelo que prioriza a quienes por años estuvieron relegados al margen del desarrollo. La presidenta Sheinbaum, al retomar y ampliar este camino, envía un mensaje claro: Ell bienestar de las mayorías es el eje central de la transformación nacional.  

    En este contexto, el nuevo salario mínimo simboliza más que cifras; es un reflejo del México que estamos construyendo. Por el bien de todos, primero los pobres, como ha sido la bandera de esta transformación. A través de decisiones valientes y un enfoque humano, nuestro país avanza hacia un futuro donde el bienestar sea una realidad para todos.  

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.