Etiqueta: opinión

  • Ahora o nunca, ¡crucifiquemos a la derecha conservadora!

    Ahora o nunca, ¡crucifiquemos a la derecha conservadora!

    ¿Se imaginan ser la generación que destruya definitivamente al conservadurismo homofóbico y transfóbico en México? Pues les quiero informar que tenemos una gran oportunidad de hacer historia.

    Con el nombramiento del “jefe del cártel inmobiliario”, Jorge Romero, como nuevo presidente del Partido Acción Nacional (PAN), se abre la puerta para que de una vez por todas eliminemos a la derecha conservadora que tanto daño le ha hecho a las juventudes, las comunidades LGBTIQ, las mujeres, los indígenas, y todos los grupos históricamente vulnerados por el conservadurismo implantado desde la época colonial en lo que hoy conocemos como México.

    Es una oportunidad porque Jorge Romero representa lo más podrido, retrógrada y corrupto de Acción Nacional; ni siquiera entre su militancia ganó por mayoría, apenas el 40% de panistas participó en el desangelado proceso interno del que resultó “vencedor”.

    Esto nos indica que el PAN está debilitado y que con ello su influencia a nivel federal caerá estrepitosamente en los próximos meses. Si nos organizamos no habrá poder divino que mantenga en pie al partido político que por principios fundacionales siempre se ha opuesto al ejercicio de las libertades por parte del Pueblo de México.

    Ni los cristeros, ni el Yunque, ni siquiera sus aliados ibéricos de Vox, podrán evitar que la diversidad sexual y la izquierda consigan la victoria tan anhelada desde los tiempos de la primera Transformación de México.

    Y es que nadie en su sano juicio se atrevería a defender al “cártel inmobiliario”, una organización criminal que ha afectado directamente y sin pudor alguno a miles de familias, cuyas corruptelas piensan replicar o ya están replicando en toda la República Mexicana; además de las alcaldías que tienen bajo su poder en la Ciudad de México, o los estados de Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes, estos últimos los más violentos y sangrientos en los que las comunidades LGBTIQ son orilladas a sobrevivir, porque eso no es vida.

    Ni siquiera creo que entre los LGBTIQ más aspiracionales, exista alguien que se atreva a lavarle la imagen a Jorge Romero, Santiago Taboada y sus secuaces. En el pasado lo hicieron para sacar algunos pesos, escandalosa actitud de parte de gays que se rentaron para intentar aplicar una anestesia local a las Comunidades LGBTIQ de la capital mexicana, intento fallido pues Taboada perdió las elecciones frente a una mujer de izquierda que siempre ha defendido e impulsado a la diversidad: Clara Brugada.

    Ahora es cuando, es el momento de crucificar de cabeza a Romero, a las y los panistas, quienes desde sus antepasados al grito de “¡Viva Cristo Rey!” linchaban homosexuales y personas trans, o más antes, sus tataratatarabuelos quemaban viva a Cotita de la Encarnación.

    Es ahora o nunca, compañeras, compañeros y compañeres ¡Es momento de purgar a México del PAN!

  • En el PAN estaban mejor cuando estaban peor

    En el PAN estaban mejor cuando estaban peor

    El comentario en la “rayuela” del pasado lunes publicada en el periódico “La jornada” no pudo ser más atinado: “El PAN es una muestra de que las cosas siempre pueden empeorar” ¡Y vaya que sí! Pues a partir de que formalmente rinda protesta su nueva dirigencia, irán empeorando las cosas tanto en la vida institucional de ese partido como su pérdida de legitimidad frente al electorado. Probablemente las razones para aseverar que la decadencia panista se irá consolidando salgan sobrando. ya muchos análisis se han hecho al respecto acerca de cómo fue perdiendo incidencia ese partido en el acontecer político, así que sería redundar sobre las causas, pero lo cierto es que la camarilla que hoy estará al frente ni cambiará la tendencia al desencanto, ni mucho menos posee la solvencia moral para establecer una nueva ruta que, cuando menos, recomponga la relación quebrantada con su propia militancia.

    Es cierto que su proceso interno no fue más un trámite para que el multi desprestigiado Jorge Romero alcanzara la principal posición partidista pues los grupos de poder están más que definidos y jamás aceptarían un proceso de renovación, pero también es cierto que, al igual como le sucedió al PRD, puede un grupo hacerse dueño de las siglas (y de las prerrogativas) pero de eso a reposicionarse como fuerza política capaz de hacer frente a MORENA está más que en chino. A esto vayámosle sumando el primer problema que enfrenta Jorge Romero y que no es otra cosa más que la aplastante presencia de Claudia Sheinbaum quien tiene perfectamente identificados los nexos de este señor con el cártel inmobiliario. Tan es así que la propia presidenta de la república señala sin miramientos. que es él, Jorge Romero, el jefe principal de dicho cártel y para nada se equivoca, pues las investigaciones han arrojado la manera en que este panista de oscuro pasado y presente, ha tejido su amplia red de complicidades para beneficiarse política y económicamente, siempre llevando una de la mano de la otra.

    La cuestión es que, los genuinos militantes que le sobreviven al PAN, hoy pueden asegurar que estaban mejor, cuando estaban peor porque un presidente elegido en esas condiciones y en el contexto político actual, ¿qué posibilidad tendría de re orientar el rumbo de su partido cuando carga con la mancha de la corrupción y cuando carece de ideas para construir una oposición con suficiente solvencia ideológica? Claro está que ninguna, y, si a eso le agregan la soberbia con la que expresa que solo una vez tenderá la mano al gobierno para generar el diálogo pues mucho menos. Perdón la ironía pero… ¡Qué gentil resultó el señor Romero! Como era de esperarse, la mano quedó en el aire; ni modo que la Dra. Claudia Sheinbaum se siente con delincuentes.

    Así las cosas en el PAN y en el PRI ni se digan, cortados por la misma tijera y compartiendo el mismo dolor parece que se abre la posibilidad para que emerja una nueva fuerza política que comprenda la realidad que se vive y se ajuste más a los intereses de las mayorías. Digamos que el tiempo de las viejas estructuras burocratizadas de los partidos llegó a su fin. Quizá en esta reflexión también debiera haber un llamado de atención para MORENA, parece un buen comienzo de los nuevos dirigentes el realizar giras en los estados, aunque tengan que aguantar las rechiflas bien ganadas contra las representaciones estatales, pero después de un proceso tan complicado en el que se aceptó todo tipo de candidatas y candidatos (incluídos los de “dudosa procedencia”) pues ni modo de esperar a que todo fuera miel sobre hojuelas.

    Hay muchas cosas que recomponer en MORENA para no caer en el espejismo ese de que todo está a toda madre porque se ganó la presidencia y se tiene la mayoría en las cámaras porque ahí radica el pecado de las dirigencias estatales, creer que todo está bien y va por el camino correcto no es otra cosa que tapar el sol con un dedo. No debería haber espacio para la confusión y menos al conformismo, la autocrítica debiera hacerse presente para identificar en qué estados es hora de poner orden y abandonar esa tendencia inexplicable de circunscribir las tareas del partido al ejercicio de gobierno.

    Ese es el caso de la Ciudad de México donde el presidente se le fue más la gestión en la complacencia tribal y en la promoción de los logros de gobierno que en la emancipación del movimiento. Por cierto, movimiento que el recién nombrado subsecretario de turismo, pareciera no comprender del todo pues no hay alcaldía en la que no se reclame la soberbia con la que se conduce hacia los compañeros. Sebastián Ramírez es avivado, talentos le sobran como servidor público, solo que a un movimiento partidista que alcanzó el cenit tras décadas de lucha democrática lo primero que requiere es de humildad. 

  • La comodidad de la inmundicia: la continuidad en el PAN

    La comodidad de la inmundicia: la continuidad en el PAN

    Como si de un presagio bíblico se tratara, las maldiciones caídas sobre los hombros de la oposición, no parecen terminar. Una sobre otra, se han convertido en derrotas electorales y han propiciado el cambio de rumbo que tanto anheló todo un país. Dicho destino, comenzó con la llegada de la 4ª transformación en 2018 y después con la tan esperada continuidad de esta, el segundo piso o el Plan C, a mediados del año en curso, con todo y sus triunfos intermedios en la mayoría de los estados, que no así en la cámara de diputados o la Ciudad de México en las elecciones intermedias.

    Así como ocurrió, estos resultados no fueron producto sólo del trabajo del partido oficialista en México ni del azar, tuvo mucho que ver el tipo de representantes que la oposición escogió para sí misma. Cuando en el 2018 fue elegido dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, el partido del que tomaba las riendas, poseía un control casi total al lado del PRI y fue durante el curso de seis años que lo llevó a una crisis que tal vez podría equipararse con la de los años posteriores a la fundación del blanquiazul.

    Y como no hay mala dirigencia que dure 100 años ni partido que lo soporte (y como muestra está el PRD), el relevo del michoacano llega de la mano de Jorge Romero, quien obtuvo la mayoría de los votos en lo que él mismo se jacta: “fue una elección abierta a toda la militancia”. Pero, ¿qué clase de personas se orgullecen de tener como su dirigente de partido a un político que ha sido vinculado a un esquema de corrupción inmobiliaria que le redituó grandes dividendos a unos pocos de sus allegados, de los que muchos se encuentran en la cárcel, mientras se aprovechaban de sus cargos públicos y se desentendían de los verdaderos problemas de los ciudadanos a quienes debían servir en la alcaldía Benito Juárez?

    Con la elección de Jorge romero como dirigente de acción nacional, dicho partido y sus asociados no podrían estar mejor representados. No obstante que, ahora coinciden en ser una minoría no sólo en las 2 cámaras sino, además, en las gubernaturas estatales, el flamante presidente nacional del partido azul, copia las estrategias pendencieras que han tenido otros líderes panistas, con infructuosas embestidas que complementaban con escándalos y que tuvieron como consecuencia que los ciudadanos, hartos de conductas gansteriles, evitasen votar por un partido conservador inmiscuido en racismo, clasismo y corrupción. Basta recordar el reparto que daba a conocer el propio Cortés en su cuenta de Twitter, ahora X que, en común acuerdo con Alejandro Moreno del PRI, correspondía al PAN, como se daría a la postre, elegir el candidato para la presidencia del país y la Ciudad de México.

    Pero a su falta de experiencia política, añaden descalificaciones a sus rivales y pretenden suplir su falta de inteligencia y sagacidad con unas terribles ganas de ser gobernados, sumisos y sobajados, por los poderosos gobiernos extranjeros que les devuelvan el control del dinero y poder; para ellos todo es poder, cueste lo que cueste al pueblo.

    Con alrededor de 300 mil militantes que tiene el partido acción nacional, la soberbia de su recién elegido dirigente, solo está rebasada por la crisis de identidad que atraviesa dicha institución. No parece ser de sabios criticar a un 54% de votantes que optaron por MORENA en las elecciones federales pasadas, que significaron 36 millones de votos, para después centrarse en hablar de haber ganado las elecciones internas de un partido con apenas 110 mil votos (según Romero) y jactarse de un imaginario poderío de su militancia, un poderío con el cual planea recuperar escaños en el congreso y gubernaturas, según ha dicho en entrevistas, basado en la misma soberbia con la que comenzaron sus antecesores.

    No hay que olvidar que desde Germán Martínez hasta Marko Cortés, a todos les sobró arrogancia e inteligencia en el discurso, que en los hechos resultó por demás escasa. Precisamente su diatriba a modo, bien ensayada, hecha para las cámaras y micrófonos, es la misma que en su momento utilizó Calderón para decir que tenía las manos limpias y después, al terminar su terrible sexenio, se fue con la cola entre las patas, mientras dejó lleno de sangre al país o bien, la de Santiago Creel, que habló a los militantes blanquiazules, haciendo alarde de un histrionismo digno del séptimo arte, por lo menos del cine de ficheras, en donde expresó entre lágrimas y gritos ahogados, su amor y pasión por México, aunque le faltó aclarar que se refería solo al que le proporcionaba generosos ingresos y no al de los mexicanos que él contribuyó a dejar sumidos en la pobreza.

    Dice Romero tomar protesta de su nuevo cargo este próximo viernes lo cual no representa ningún cambio sino, más bien, la continuidad de la ideología panista que ha imperado no solo desde la fundación del partido (donde tuvieron claras preferencias con el nazismo como documentaría Rafael Barajas), con especial enfoque donde Vicente Fox llegó a la presidencia de la república, cuando se dedicaron a crear acuerdos corruptos que les permitió disponer del erario mientras llevaban al país en picada.

    Si por algo deben ser reconocidos los integrantes de dicho partido, es por su actuar hipócrita, la preferencia por agachar la cabeza y besar zapatos extranjeros y su inclinación al clientelismo cuando llegan al poder. La vergüenza y el ridículo, si resultan descubiertos a posteriori, bien vale la pena tragárselos si antes firmaron un contrato que deviene en millones de pesos para sus cuentas. De lo que puede estar seguro Jorge Romero es que, con un actuar como el que han tenido en los últimos tiempos, la cloaca que han convertido en hogar los políticos de la oposición, la habitarán por muchos más años. Pueden ponerse cómodos.

    *Columna dedicada, de manera especial, al cumpleaños del Licenciado Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México.

  • La oposición en etapa terminal

    La oposición en etapa terminal

    La derecha vive un conflicto existencial que pareciera impedirle ver hacia adelante. Su nostalgia por el pasado y su desprecio por la historia le crean un choque en la personalidad en lo individual y en lo ideológico en lo general, que desde principios del presente siglo los tiene carentes de visión, reacción y conciencia sobre el presente, lo cual incremente su sempiterna incertidumbre sobre el futuro.

    Enemigos de la igualdad y de los cambios, la derecha se muestra ahora en México reacia a la transformación de manera automática, sin reflexión alguna, lo cual los muestra cada día más extraviados. Sus contenidos en los debates parlamentarios expresan una disociación con la realidad que pareciera tratarse de recién llegados de otro planeta. Incluso, su raciocinio está en duda, y hasta su salud mental.

    Esta disyuntiva que en el pasado no quisieron fortalecer, ahora los exhibe como atrapados en un tiempo que perciben pero no entienden, que les lastima pero desconocen la razón, que los desplaza pero no tienen conciencia de que su pensamiento se quedó en el pasado. No quieren aceptar que estorban en el presente y prefieren suspirar por el pasado.

    Es por eso que la izquierda se nutre de los rechazos, no de las ideas propias, está contra el arbitrio, la inmigración, la equidad de género, la soberanía, el nacionalismo, la igualdad entre los seres humanos, etc. Está a favor dela monarquía de cualquier país, de la supremacía blanca, de la sumisión a otros países, de la libertad de empresa, etc.

    Es decir, hace de una opinión individual una consigna partidista en un constante esfuerzo por convertir sus creencias cotidianas en ideología. De ahí sus contradicciones que chocan en la percepción de la población mexicana. Pr ejemplo, están contra lo que llaman la militarización del país, pero quieren que los militares de Estados Unidos entren a nuestro territorio en busca de narcotraficantes; dicen estar a favor de la vid y en sus gobiernos reprimieron, asesinaron y desaparecieron personas; aseguran estar a favor de la libertad de expresión y tienen columnistas mentirosos a sueldo.

    La identidad de la derecha en México está borrosa, como la imagen de una fotografía mal tomada. Esta indefinición los identifica y es expuesta en cada declaración de sus integrantes, de tal manera que se convierten en sus peores enemigos. Las apariciones de sus plañideras en las cámaras atentan contra las simpatías de su partido y no llegan a hacer el mínimo daño al contrincante; al contrario, se muestran ansiosos por ser escuchados a través de gritos e insultos. Quieren hacer de la espectacularidad una forma para denunciar y sólo logran colocarse en la línea de fuego de las críticas ciudadanas.

    Su condición de católicos no les permitía crear un partido basado en la religión, por el riesgo de parecerse a los criterios y debieron conformarse con hacer activismo contra el comunismo porque aseguran y siguen asegurando, que quema curas y templos.

    La identidad de la derecha en México no encontró asidero válido porque sus valores desde la primera mitad del siglo pasado, ya pertenecían al pasado. Eran pieza de museo. El desarrollo de los conservadores se fue frivolizando hasta considerar que su ideología se basaba en el aspiracionismo, si quieren vestir con ropa de marca y tener automóvil del año y una residencia voten por la derecha. Los demás son pobres y los ricos son mejores y superiores.

    Esa es la identidad que transpiran y en la que basan sus discursos, debates, peroratas y hasta en la sobremesa. Su identidad está tan extraviada que intentan adoptar a la sociedad civil como parte de sus simpatizantes, aludiendo a sus filas a los financiadores de sus militantes y mecenas, como es el caso de las agrupaciones de Claudio X. González. Pero lo cierto es que la sociedad civil demostró no votar por ese partido, que estuvo siempre lejos de la población.

    Así, la falta de identidad de los panistas surgidos de una contra propuestas, con objetivos de contrapeso en lugar de ideología muestra su pobreza política en medio de un proceso creciente de politización social.

  • El indigno diálogo que no dialoga

    El indigno diálogo que no dialoga

    Dejando claro que el diálogo es un valor fundamental de la democracia, Jorge Romero, flamante e inflamable nuevo presidente electo del PAN, extendió la mano a lo que llama “el gobierno” —aunque sólo se refiere al Poder Ejecutivo— y ofreció dialogar con él, pero fue claro y enfático: “Una sola vez vamos a ofrecerle diálogo a este gobierno”. Porque una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, y no es lo mismo estar dispuesto a dialogar que estar siempre dispuesto a dialogar. De tal suerte que el presidente del PAN más insignificante de los últimos veinte años, al mismo tiempo que dice una cosa, dice otra. Para su suerte, la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien Romero llama “el gobierno” lo mandó a la siguiente ventanilla, a Gobernación, para que ahí lo atendieran, desaprovechando la muy desaprovechable oportunidad histórica de dialogar con la principal y pauperizada, disminuida, ninguneada, vapuleada, ignorada y despreciada, fuerza opositora de toda oposición a aquello que amenace con amenazar los intereses de la clase privilegiada para la cual trabajan.

    Habrá que reconocer que se necesita tesón para aferrarse a un error del modo en el que el PANismo, su dirigencia, sus representantes y su militancia se aferran. No es poca cosa declarar que no buscarán, a toda costa, el diálogo con la presidenta más votada de los últimos años, a la que eligieron en las urnas más de treinta y cinco millones de mexicanos, superando (prácticamente) por veinte millones de votos a la candidata, de cuyo nombre no puedo acordarme, que representaba al PRIANato y lo que todavía quedaba del muy escaso PRD. Que el PANismo le ponga un ultimátum a lo que su nuevo presidente llama “el gobierno” (ignorando que el gobierno no sólo está formado por el Poder Ejecutivo), y se niegue a buscar dialogar con él en aras de garantizar que los intereses, preocupaciones y necesidades de sus feligreses tengan voz y representación, es de una dignidad propia de maniqueo protagonista femenino de las peores telenovelas del peor Televisa.

    A estas alturas es más que claro que el principal problema que los cuatreros cuatroteros enfrentan para sacar adelante sus iniciativas, y proyecto de gobierno, son ellos mismos. Hay más necesidad de discutir y dialogar al interior de Morena que entre Morena y cualquier otra fuerza política, la más fuerte de la débil oposición que tiene el partido en el poder, resulta mucho más débil que la fuerza que tienen los distintos grupos al interior del poder. Los ochenta y tres senadores morenistas, de ciento veintiocho senadores, y los trescientos sesenta cuatro diputados morenistas de quinientos diputados, más quienes han cambiado de filias y fobias, son suficientes para sacar adelante lo que sea que se pongan de acuerdo para sacar adelante. El impacto de los veintidós senadores del PAN y sus setenta y dos diputados es tan insignificante que no hay forma de reparar en ello.

    La estrategia del PANismo romerista es clara, de 2018 a la fecha el PAN ha pasado de ser una fuerza opositora a una fuerza insignificante —no solo en las cámaras, también en las gobernaturas de las distintas entidades federativas, donde de gobernar once, casi triplicando a Morena, ha pasado a gobernar cuatro estados, mientras Morena gobierna veintitrés de ellos— que busca ratificar su insignificancia a como de lugar. Pareciera que les molesta que el PRD se extinguiera antes que ellos. Perder siete gubernaturas parece poca cosa cuando se pueden perder todas las gubernaturas. Dialogar con la principal fuerza política del país y, en consecuencia, con los millones de mexicanos a los que dicha fuerza política representa es indigno y debe despreciarse con todo el desprecio, clasismo y despotismo que se tenga a la mano.

    Entrados en gastos

    Resulta preferible morir por inanición que sobrevivir alimentado por una chusma que solo sirve para servir a los intereses de la clase dominante. Si la masa se ha rebelado a los benefactores que les dieron patria y miseria, si la masa no sabe agradecer la bota que le pisa el cuello y lamerla al mismo tiempo, si la masa piensa que la masa misma es suficiente para ser masa, que no necesita la mirada despectiva de una clase dominante que los sobaje y humille para recordarles que son lo que son porque no pueden ser lo que no son, entonces no merecen ni una sola oportunidad de dialogar con esos representantes de lo peor que tiene la humanidad, con esos prohombres y mujeres que saben que los demás están equivocados porque no se alinean a sus intereses. La masa no sabe lo que pierde al perder la oportunidad de dialogar con un PANismo con el que no le interesa dialogar.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • UN PASO HACIA LA JUSTICIA SOCIAL: EL NUEVO INFONAVIT Y LA VIVIENDA COMO DERECHO

    UN PASO HACIA LA JUSTICIA SOCIAL: EL NUEVO INFONAVIT Y LA VIVIENDA COMO DERECHO

    En su primer mes de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum ha marcado un rumbo de justicia social que promete cambiar el día a día de millones de mexicanos. Desde los créditos impagables de vivienda hasta el sueño de tener una casa propia, las medidas impulsadas desde el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) reflejan un compromiso con quienes durante años han enfrentado deudas que parecían interminables. La apuesta de esta administración va más allá de los números; se trata de reivindicar la dignidad de quienes merecen, al menos, la tranquilidad de saber que su hogar no será un peso imposible de llevar.

    Para muchos trabajadores, el crédito hipotecario otorgado por el Infonavit fue alguna vez una oportunidad para acceder a la tan anhelada casa propia. Sin embargo, el sistema de pago basado en Veces Salarios Mínimos (VSM) creado antes de 2013 resultó ser una trampa financiera para millones. A pesar de cumplir puntualmente con sus pagos, los derechohabientes veían cómo el saldo de sus deudas aumentaba cada año. Lo que empezó siendo una mensualidad accesible de mil quinientos pesos, en muchos casos, hoy supera los tres mil pesos, y de no haberse implementado estos cambios, seguiría subiendo. Ahora, las nuevas políticas ordenadas por Sheinbaum buscan detener esa escalada que volvía estas deudas prácticamente impagables.

    El nuevo esquema consiste en congelar tanto el saldo como las mensualidades de los créditos otorgados bajo el esquema VSM antes de 2013. Esta medida, que beneficia automáticamente a dos millones de derechohabientes, representa un alivio económico significativo, especialmente para aquellos cuyos salarios no han crecido al mismo ritmo que sus deudas. Además, medio millón de estos trabajadores recibirán una disminución en la tasa de interés, en el monto de su mensualidad y, en algunos casos, descuentos en el saldo total. Para el millón y medio de acreditados restantes, la invitación es acercarse a los centros de servicio del Infonavit para obtener beneficios adicionales. 

    La administración Sheinbaum parece entender que la vivienda no solo es un techo, sino un derecho que dignifica a las familias mexicanas. Este congelamiento de créditos marca un antes y un después, reconociendo que millones de mexicanos merecen una solución justa y accesible para el pago de su hogar. Es, en esencia, una acción que busca corregir una injusticia estructural y transformar un esquema que, en lugar de empoderar, atrapaba a los trabajadores en deudas insostenibles.

    Pero los cambios no se quedan ahí. Infonavit y otras instancias como el Conavi han anunciado un ambicioso plan para construir un millón de viviendas accesibles a crédito, dirigidas tanto a derechohabientes como a afiliados de otros institutos de vivienda. Además, el financiamiento se extenderá para otorgar 2.1 millones de créditos adicionales a quienes busquen adquirir una casa o terreno. También, se prevé otorgar 1.2 millones de créditos destinados al mantenimiento, remodelación y ampliación de viviendas, lo que permitirá a las familias además de poseer un hogar, adecuarlo según sus necesidades. 

    Estas iniciativas amplían las posibilidades de acceso a una vivienda digna y también estimulan la economía local y el empleo. Al ofrecer facilidades de crédito para la construcción y mejora de viviendas, se generan empleos en sectores clave como la construcción, el comercio y los servicios. Al mismo tiempo, se fortalece el tejido social, ya que una vivienda adecuada impacta positivamente en la calidad de vida y el desarrollo de cada familia.

    El enfoque de la nueva administración hacia la vivienda y los créditos hipotecarios refleja un compromiso con el bienestar social y la equidad. Sin duda, este es uno de los primeros grandes pasos de un gobierno que aspira a corregir errores estructurales del pasado y a promover una política pública centrada en las personas, no en las cifras. La vivienda digna no debe ser un privilegio ni un negocio de deudas interminables; debe ser, ante todo, un derecho asequible para quienes trabajan día a día por un mejor futuro.

    Mientras las medidas se implementan y los cambios se sienten en la economía de los hogares mexicanos, queda claro que este es apenas el comienzo. La transformación prometida requiere una estrategia que, además de solucionar problemas inmediatos, siente las bases para que las generaciones futuras no enfrenten los mismos desafíos. Esta administración parece dispuesta a asumir ese reto.

    Para quienes, después de años de lucha, finalmente vislumbran una luz de esperanza en sus créditos congelados, esta decisión trasciende la economía: Es una reivindicación de derechos y una declaración de voluntad política para corregir injusticias históricas. Esta política pública no es solo un alivio financiero; es un mensaje claro sobre el valor que el gobierno otorga a la dignidad de cada trabajador y su familia. Es un avance que sostiene que la vivienda no debe ser una carga insostenible, sino un bien accesible y seguro para todos.

    Sin embargo, esta medida también nos recuerda los retos aún por superar. La verdadera justicia social no se limita a congelar deudas: Exige construir un país donde todos tengan igualdad de oportunidades para acceder a una vivienda digna y a un entorno estable en el que crecer y prosperar. Las acciones encabezadas por la administración de Claudia Sheinbaum no pueden considerarse el final, sino el inicio de una transformación hacia un México comprometido con la creación de oportunidades, políticas sustentables y el fortalecimiento de instituciones que velen por el bienestar común. Con cada crédito transformado y cada hogar asegurado, nuestro país se aproxima un paso más a la justicia que por tanto tiempo se ha negado a quienes hoy, por primera vez, encuentran en el Infonavit una esperanza tangible.

    • Mariuma Munira Vadillo Bravo es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • ¿Narcoterrorismo en México?

    ¿Narcoterrorismo en México?

    Volvieron los fantasmas fascistas del PAN a solicitar como bien lo pinta su historia de conservadores la intervención extranjera para garantizar sus intereses de minoría. Ahora lo hacen bajo el eufemismo de narcoterrorismo, hablaremos al respecto a continuación.

    Terrorismo gringo

    La palabra terrorismo comenzó a usarse en demasía públicamente para hablar de los grupos de izquierda que pertenecían a los movimientos armados revolucionarios durante el siglo XX. Pero cuando eran grupos de choque de derecha y los mismos gobiernos capitalistas quienes ejercía terror de Estado ahí se decían otros conceptos más tranquilos para justificar sus represiones.

    Sin embargo, el concepto de terrorismo escala a partir de 2001 con el autoatentado del ejército estadounidense (torres gemelas) que le sirvió para realizar guerras en medio oriente y así tener un nuevo enemigo (ya no era el comunismo) al cual destruir con legitimidad aparente y seguir con sus guerras.

    Las guerras en el capitalismo son un gran negocio. No solo implica destruir a tu supuesto enemigo, también tiene que ver con la venta y producción de armas para hacerlo, además de conquistar nuevos mercados y la reconstrucción de lugares que moverá a las economías de los grandes ricos considerablemente.

    Narcoterrorismo chafa

    Estos intereses de la minoría llevaron a poner matices en los supuestos tipos de terrorismos que existen. Ahí aparece el narcoterrorismo que primero es tipificado en Colombia cuando los cárteles de las drogas tienen una simbiosis con algunos movimientos armados revolucionarios.

    Pero al igual que terrorismo, el narcoterrorismo es usado para que las agencias y elementos militares puedan entrar a países sin autorización de sus gobiernos a hacer lo que quieran. Siempre velando por los intereses de los grandes ricos de Estados Unidos.

    Lo cual en la práctica se traduce en más violencia para los pueblos que sufren esas supuestas guerras y de manera muy chistosa o rara es que las supuestas problemáticas nunca terminan. ¿Por qué será?

    Soberanía

    Al gobierno y a las empresas estadounidenses poco les importa acabar con los fenómenos de violencia que vive el mundo, ya que se enriquecen y benefician de ellos. Incluso, existen pruebas de que los mismos gringos son quienes generan esos contextos violentos y esos grupos terroristas.

    Así debemos de entender el caso mexicano. Estados Unidos es quien arma a los cárteles de la droga, es también quien les permite el ingreso de la droga a su país y ¡oh sorpresa! Son quienes permiten su distribución en su país que es el gran consumidor de estas sustancias.

    Tipificar como narcoterrorismo lo que ocurre en nuestro país no solo es un error conceptual, sino también político y social. Sería permitir nuevamente que las agencias entren a nuestro país y que los militares gringos hagan nuevamente lo que quieran aquí.

    Eso traería mayor violencia y violación de derechos humanos, además de nuestra soberanía destruida. ¿Y qué creen? Que no terminaría la violencia pues los gringos mismos se seguirían enriqueciendo con su guerra contra el narcotráfico como el borrachín la inició hace unos años.

    Redes sociales

  • LA ÚLTIMA JUGADA DE LA CORTE

    LA ÚLTIMA JUGADA DE LA CORTE

    Después de una intensa sesión en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la Reforma al Poder Judicial se mantiene vigente y por lo tanto legal, después que no prosperara el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá que tenía como objetivo invalidar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación, que fue discutida en el Pleno de la Corte el pasado martes 5 de noviembre. Como discurso introductorio Norma Lucía Piña Hernández, Ministra Presidenta de la Suprema Corte, indicó que “el día de hoy la Suprema Corte de Justicia realizará el estudio de un asunto de altísima complejidad y extraordinaria importancia para nuestra nación. No es exagerado afirmar que cualquiera sea la decisión a la que arribemos será retomada por los libros de historia de nuestro país”. 

    Cabe señalar, que cualquier posibilidad de la corte declarar invalida la reforma constitucional desaparecieron con la postura asumida por el ministro Alberto Pérez Dayán, quien fuera el ministro que tumbó la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en marzo del 2021, señaló que “el máximo tribunal del país no tiene la facultad para decir qué es lo que debió llevar o no la Constitución”, rompiendo el bloque de ocho ministros necesarios para declararla inconstitucional.

    Las palabras de Pérez Dayán fueron dardos envenenados que impactaron a la Ministra Presidenta, “Por más que me trate de convencer  a mí mismo de lo contrario, resolver en el sentido que propone la propuesta seria, lo digo con todo respeto exclusivamente en el fuero de mi propia persona, responder a una insensatez llevada irresponsablemente al texto supremo con otra insensatez equivalente a forzar el ejercicio de una facultad que no me fue conferida en el conocimiento de una acción de inconstitucionalidad” dijo el ministro Pérez Dayan.

    Fue enfático en su intervención, en la cual coincidiría con la posición de las ministras Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama, en la que no debía considerar la acción de constitucionalidad como un instrumento para validar o no una reforma constitucional, lo que equivaldría a una violación a la primera fracción del artículo 61 de la Ley de Amparo, en la que el juicio de amparo es improcedente en contra adiciones o reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 

    Ante la mirada de más de 30 mil espectadores que estaban sintonizando la sesión en el canal de YouTube del máximo tribunal, Norma Piña llevó a cabo un acto de astucia tramposa, impulsar la idea de que con seis votos echaría abajo las modificaciones a la Constitución en materia del Poder Judicial de la Federación. Tras varias horas de discusión, Piña Hernández propuso un receso para que el resto de las ministras y ministros pensaran si procedía una supuesta mayoría calificada de solo seis votos. Una vez reanudada la sesión, la presidenta de la máxima corte reiteró que para ella seis votos eran suficientes. Sin embargo, su propuesta tampoco pasó y el Pleno tuvo que desestimar los conceptos de inconstitucionalidad. 

    Molesta porque sus planes para extralimitarse y pasar por encima de la Carta Magna se vieron frustrados, la ministra presidenta dio por terminada la sesión, no sin antes advertir que el resultado de la votación no implicaba que la Suprema Corte se hubiera pronunciado sobre la validez de la reforma. Más aún, el ministro Luis María Aguilar Morales, quien se quejó de la ministra Batres Guadarrama por “gritar como si fuera un mitin político”, salió al mitin organizado por los trabajadores del Poder Judicial en las afueras de las instalaciones de la Corte, agradeciendo su apoyo al proyecto de González Alcántara y lamentó no haber hecho más, “son ustedes verdaderamente el alma del Poder Judicial, y por lo tanto del México democrático e independiente” expresó el ministro. 

    Por otra parte, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que la SCJN no se atrevió a enfrentarse al pueblo mexicano y reiteró el llamado a los jóvenes, hombres, mujeres y abogados a participar en el proceso de elección de jueces, magistrados y ministros. ¿Qué sigue después de esta marrullería? El Poder Judicial tiene que actuar con normalidad hasta las próximas elecciones de los nuevos integrantes de la Corte. El 31 de octubre, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el acuerdo mediante el cual se designó a las personas que formarían parte del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo Federal. Y el 4 de noviembre se publicó la convocatoria que emitió dicho Comité para participar en el proceso de elección extraordinario para personas juzgadoras 2024-2025.

    Lo ocurrido en el máximo tribunal representó el último acto de votar en contra de un proyecto ejecutivo y legislativo, impulsado por Andrés Manuel López Obrador para democratizar el poder judicial y un jaque mate de la voluntad popular, de los 36 millones de personas que avalaron la continuidad de la transformación. No obstante, faltan varios meses para concretar los cambios y habrá una prolongada resistencia para impedir que se concrete el impactante triunfo del Plan C y la vigencia de la reforma constitucional en materia judicial, cuya importancia será retomada por los futuros historiadores y juristas de nuestro país. 

  • Reforma Judicial entre el Monismo internacionalista y el Constitucionalismo Nacionalista

    Reforma Judicial entre el Monismo internacionalista y el Constitucionalismo Nacionalista

    A una semana de que la reforma judicial se discutiera en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, muchas personas siguen preguntándose: ¿por qué los jueces buscan anularla?

    Más allá de querer conservar sus privilegios, los jueces también tienen una convicción ideológica, en sintonía con una visión neoliberal. Esta postura se opone al proyecto de la 4T, que busca recuperar el control de los recursos y derechos para las y los mexicanos.

    En el ámbito del derecho, existen dos corrientes ideológicas, similares a las que rigen en los sistemas políticos y económicos: el internacionalismo y el nacionalismo constitucional.

    La doctrina del Monismo Internacional sostiene que los tratados internacionales están al mismo nivel o incluso por encima de cualquier constitución. En cambio, el nacionalismo constitucional afirma que nada está por encima de la Carta Magna, ya que cada país es soberano, y su población se ha puesto de acuerdo para crear las leyes que los rigen. Ante una controversia, los tribunales deben resolver sin violar la constitución.

    Ahora, adivinen cuál de estas doctrinas se prioriza en las escuelas de derecho actualmente. Así es, esta preferencia da pistas sobre por qué algunos jueces actúan con una visión clasista.

    No hay que olvidar que las y los maestros que enseñan estas doctrinas también llevan una carga política y cultural. Por eso, en nuestro país aún se mantiene la antigua doctrina que, durante el periodo neoliberal, favoreció intereses extranjeros al apegarse a leyes internacionales.

    Por ello, jueces, magistrados y ministros interpretan la ley según la doctrina que profesan, con la carga ideológica y social que trae consigo cada postura.

    Así, el argumento de que la Corte es imparcial resulta falaz, pues el comportamiento y las decisiones de jueces, magistrados y ministros claramente los alinean con una ideología política. Esto explica las diferencias entre figuras como Norma Piña y Lenia Batres, y su cercanía con los dos grandes bloques políticos que dominan el país: la Cuarta Transformación y la vieja política neoliberal.

    En este contexto, para que la Cuarta Transformación continúe con su proyecto de cambio en la vida pública, económica y política de nuestro país, era necesario que la Corte transite del Monismo Internacionalista hacia un Constitucionalismo Nacionalista.

  • Medios y partidos o la pelea por los subsidios

    Medios y partidos o la pelea por los subsidios

    Ante las transformaciones de la sociedad mexicana, se solicita desde una parte muy sensible de la sociedad que los partidos políticos sean autosuficientes, que sean sus militantes quienes sostienen al partido, como sucede en otros países. Por lo regular esta visión proviene de los medios, que suspiran por que se les regrese el subsidio del que gozaron por muchos años.

    La austeridad del gobierno debía ser pareja, es decir, sin subsidio para los partidos y tampoco para los medios. El origen de dichos recursos es el mismo pero los fines diferentes, y para qué quieren los mexicanos que los medios sean subsidiados con su dinero, vía publicidad oficial, para que sigan mintiendo como lo hacen desde hace más de un siglo.

    Los partidos políticos son entes de interés social, los medios son empresas particulares. No pueden subsidiarse a individuos o grupos con dineros públicos; sin embargo, la tradición de la sociedad perversa entre medios y gobierno, pareciera no darse cuenta de este negocio que resulta ilícito. Que es parte de la corrupción.

    Porque lo que debía ser es que los militantes sostuvieran a sus partidos y sus anunciantes a los medios. Así habría independencia en éstos y disciplina y honestidad en los partidos. Pero el peso de los usos y costumbres es demasiado para ser entendido de repente por los interesados en el tema.

    La democracia tiene un precio que arroja resultados satisfactorios para toda la sociedad sin distinción; sin embargo; los medios sólo han beneficiado tanto en los contenidos como en su proyección financiera a un grupo reducido de mexicanos que utilizaron la publicidad para evadir impuestos y enriquecerse. Incluso hay medio que crean sus empresas para que se anuncien en los medios todo con propietarios del mismo consorcio empresarial. Incluye desde luego, empresas fantasma.

    Seguramente habrá una profunda revisión de todo tipo de subsidios y en la Ciudad de México ya se decidió reducir a la mitad las prerrogativas destinados a los partidos políticos. Deberían hacer lo mismo con los medios.

    La propuesta aprobada, que presentó Morena, señala que es impostergable e ineludible la reducción del gasto público en áreas no prioritarias, para destinar dichos recursos a la atención de las necesidades de los habitantes de esta ciudad, tales como agua, salud, educación y transporte, entre otros.

    A pesar de que los medios han sido subsidiados indirectamente por los partidos, sobre todo en tiempos de campaña, mantienen una añeja competencia por el dinero que emana del gobierno.

    Consideran los medios que los partidos son enemigos de sus intereses porque no todos fortalecen sus arcas. Los medios fueron dejando en el camino del tiempo la credibilidad; los partidos tienen, contrariamente, de manera inmediata, su sanción ante el distanciamiento con la población, a través del voto, pero los medios, que todavía no aprenden a medir sus alcances, a quienes creen burlar las métricas y alteran, con bots su auditorio para inflarlo y decirse escuchados, vistos y atendidos, creen engañar a un auditorio que los conoce mejor que ellos mismos.

    El subsidio a los partidos puede fortalecer la democracia con una ideología que les caracterice, donde las propuestas superen a los hombres y no los hombres a las propuestas, pero los medios necesitan del protagonismo de los mercenarios que los fabricaron como “líderes de opinión” para manipular a la población con el dinero del pueblo.