Etiqueta: opinión

  • EL ESCENARIO ESTÁ PUESTO PARA LOS MINISTROS

    EL ESCENARIO ESTÁ PUESTO PARA LOS MINISTROS

    Una Corte que no responde a los cambios sociales se niega a reconocer la transformación política y social de un país, esa Corte se enfrenta a protestas y demandas; sin embargo, cuando aquel Poder en un ensayo de 366 páginas pretende justificar bajo “una nueva reflexión” que sus atribuciones están por encima de la Constitución y del soberano, el peso de la Traición a la Patria se hace visible. 

    El mismo día que se publica este artículo, la Corte votará el proyecto de sentencia del ministro en renuncia Alcántara Carrancá, con el que se invalida parte del texto constitucional de la entonces reforma judicial, para el cual se requieren 8 votos. La presidenta Claudia Sheinbaum se ha encargado de visibilizar desde “Las mañaneras del pueblo”, esta situación aclarando que ya se tiene un plan; es decir, como diría el expresidente López Obrador, se tiene un plan B. Lo que la derecha llama “crisis constitucional” y reclama que desde Palacio se ha generado y alimentado, se trata de una narrativa que encubre la extralimitación de facultades de los integrantes del Poder Judicial. 

    La posible crisis constitucional sería en todo caso, provocada en consecuencia de la votación de la corte o específicamente, por la decisión de 8 ministras y ministros en caso de un fallo a favor del proyecto de sentencia. Incluso si profundizamos más, no solo es por el simple voto, también por haber admitido las acciones de inconstitucionalidad promovidas por partidos políticos del PRI, PAN y MC. 

    El escenario está puesto y la función será el día de mañana. Al ser oficial la reforma de supremacía constitucional se agregó una protección extra al texto constitucional. Por lo que, vale la pena recordar el carácter de juicio político. A pesar de las anteriores declaraciones de la presidenta al descartar este recurso, ¿de qué forma se actúa ante una guerra judicial o golpe blando?

    Así pues, queda claro que el actuar de los jueces será en dos vías: condicionado por intereses y conservadurismo en aferrarse a un status quo que ya no se mantiene, o será apegado a los tiempos que vive el país en acuerdo a la innovación en el cambio de la correlación de fuerzas al interior del Poder judicial. Sea cual fuere el caso, ya se tiene un plan, como anunció la presidenta.

  • MÉXICO EN LA COP16: LA VISIÓN DE CLAUDIA SHEINBAUM HACIA LA CONSERVACIÓN

    MÉXICO EN LA COP16: LA VISIÓN DE CLAUDIA SHEINBAUM HACIA LA CONSERVACIÓN

    En la reciente COP16 sobre biodiversidad celebrada en Colombia, México presentó un ambicioso proyecto bajo la dirección de Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). La iniciativa MEx30x30 busca conservar el 30% del territorio nacional para el año 2030, alineándose con el Marco Mundial de Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica. Este compromiso marca una nueva era en la política ambiental de la presidenta Claudia Sheinbaum, destacando la sostenibilidad como eje central de su gobierno.

    El objetivo de la COP16 fue consolidar acuerdos que permitan a los países proteger al menos el 30% de sus superficies terrestres y marinas para finales de la década. En este contexto, la participación de México resaltó por la presentación de MEx30x30, una estrategia que no sólo apunta a la conservación de áreas protegidas, sino que busca involucrar a comunidades locales y pueblos indígenas, cuyo conocimiento y prácticas son fundamentales para el cuidado de los ecosistemas.

    La iniciativa MEx30x30 incluye zonas emblemáticas como la Selva Lacandona y el Desierto de Sonora, lugares que son hogar de especies únicas y que han sido testigos del paso del tiempo y la resiliencia. Estas áreas albergan una biodiversidad invaluable y comunidades que han aprendido a convivir con la naturaleza en una relación de mutuo respeto. Claudia Sheinbaum, desde su toma de posesión, ha subrayado que la conservación debe incluir a las personas, especialmente a aquellas que durante mucho tiempo han sido invisibilizadas en los debates ambientales.

    El enfoque de Sheinbaum y Bárcena es revolucionario: incluir a las comunidades como protagonistas del cambio. En la presentación, la secretaria compartió historias de pueblos indígenas que, por generaciones, han cuidado los bosques y los ríos, entendiendo que son parte de un todo. No es casualidad que esta iniciativa se base en la justicia social, porque proteger la biodiversidad sin incluir a los guardianes originales es un error que México no está dispuesto a repetir.

    La comunidad internacional, conmovida por esta perspectiva humana, mostró su apoyo. El embajador de Estados Unidos en México, quien participó en la cumbre, resaltó la importancia de la cooperación bilateral para enfrentar estos desafíos globales. “Es un camino que debemos recorrer juntos”, dijo, recordando que la conservación no entiende de fronteras ni de nacionalidades, sino de un esfuerzo compartido por el bien común.

    A pesar de la inspiración, los desafíos son evidentes. La implementación de MEx30x30 necesita además de compromiso, recursos y una estructura sólida. Bárcena no esquivó este hecho. Con sinceridad, mencionó la importancia de fortalecer a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), un organismo que durante años ha trabajado con dedicación, pero que ahora enfrenta la oportunidad de ampliar su capacidad de acción. Sin duda, se necesita una inversión significativa, y aquí es donde Sheinbaum tiene la tarea de seguir conquistando alianzas tanto dentro como fuera del país.

    Los desafíos financieros y estructurales no restan mérito a la visión ambiciosa de MEx30x30. En un mundo donde los efectos del cambio climático ya no son una predicción sino una realidad, México ha decidido no esperar. Proteger un 30% del territorio es también proteger a sus habitantes, sus fuentes de agua, sus bosques que capturan carbono, y sus paisajes que inspiran tanto a visitantes, como a los propios mexicanos que crecen rodeados de esta riqueza natural.

    El enfoque de Sheinbaum busca unir dos mundos que muchas veces han sido tratados como separados: el ambiental y el social. Ella ha repetido en más de una ocasión que proteger la tierra sin pensar en las personas es un proyecto incompleto. Por eso, MEx30x30 incluye programas que van desde la capacitación en empleos verdes hasta la promoción de proyectos de ecoturismo sostenible. La idea es simple, pero poderosa: que la conservación beneficie directamente a las comunidades que la hacen posible.

    Y no se trata solo de idealismo. En Colombia, los delegados escucharon sobre historias de campesinos que encontraron en la conservación una vía para mejorar su calidad de vida, de jóvenes que se están formando como guardabosques, y de mujeres que, gracias a programas de inclusión, ahora participan activamente en la toma de decisiones sobre sus territorios. Son ejemplos de que el compromiso de México con la conservación es, ante todo, un compromiso con su gente.

    La participación de México en la COP16 y la iniciativa MEx30x30 muestran una clara voluntad de liderazgo en la protección ambiental bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum. Con la dirección de Alicia Bárcena y el apoyo de la comunidad internacional, México se posiciona como un referente en la región, enfrentando desafíos con una visión integral que combina conservación, equidad y desarrollo. Los pasos hacia un futuro más verde han comenzado, y el compromiso es avanzar juntos en la preservación de nuestro patrimonio natural.

    • La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
  • Parálisis legislativa, objetivo de medios

    Parálisis legislativa, objetivo de medios

    Los medios convencionales hablan de la oposición como si tuviera fuerza. La voz de los opositores tiene reservados espacios destacados en los medios, como si en realidad pudieran cambiar algo de la realidad del país.

    Al quedarse la oposición sin votos y sin fuerza en el legislativo, gobernando sólo 9 estados de 32, equivalente al 28 por ciento del país, sin representación real en las cámaras y perdiendo su registro en algunos estados, uno a uno. La oposición carece de futuro en forma de partidos; sin embargo, los medios para informar no parten de esa base para informar, así la palabra de un diputado de la oposición pareciera tener el mismo valor que el de la Presidenta y los fallos de una jueza, tienen el peso suficiente para destituir a la Jefa del Ejecutivo.

    Ese es el panorama que presentan algunos medios que parten de una realidad inexistente y de una fuerza política que se extinguió. Esto afecta principalmente a la oposición, que acostumbra leer esos medios y vive en un mundo ficticio.

    Los medios reviven cadáveres políticos en detrimento de su propio público que sabe que hay muchos políticos del pasado sin presente y sin futuro, pero ocupan espacios que deberían llenar los integrantes del gobierno o del partido en el poder, para los cuales sólo hay pequeños espacios y páginas interiores.

    Para los medios activistas de derecha hasta los mensajes de X son noticia, los difunden como declaraciones formales, sin verificar su origen; todo lo que dicen los miembros de la oposición parecieran convertirse en iniciativas de ley para los viejos medios y cada denuncia que realizan tan sólo para sumar denuncian sobre los casos que intentan tumbar, son juicios ganados por la oposición. Los medios dan por hecho propuestas, hacen de la especulación hechos consumados y de las declaraciones juicios legales.

    Para el sentido común, la lógica y la verdad resulta difícil tomar en serio a estos medios; sin embargo, y a pesar de todo, siguen teniendo público. Un público que quiere escuchar lo que desea pero no lo que existe.

    Para mostrar su acercamiento a la oposición que de donde viene el dinero por borbotones, los medios se alejan de la verdad.

    Si los medios fueran producto de la voluntad popular hubieran desparecido algunos; sin embargo, se trata de empresas que buscan ganancias, teniendo como base la frase: El fin justifica los medios. Es decir, El dinero sacrifica a los medios, hasta desvanecerlos en su propia práctica.

    Los medios son incapaces de reconocer la verdadera fuerza de la oposición, la presentan ante su público como si gozaran de buena salud y, al mismo tiempo, contaran con un número importante de legisladores y seguidores. Es decir, como si fueran capaces de cambiar la realidad del país, cuando en realidad sus declaraciones forman parte de una presión mínima. Magnificar la fuerza de una oposición frágil sólo distorsiona la realidad política de un país que decidió quién debería contar con la fuerza necesaria para transformar México.

    La idea que tratan de infundir los medios de información es que debe haber un Congreso equitativo, con un número muy similar de legisladores la democracia camina porque hay igualdad de circunstancias, cuando en realidad nada se mueve con partidos con igual número de curules en las cámaras.

    Al contrario, un Congreso con numero iguales entre las partes impide la legislación. El cabildeo, la negociación, los acuerdos y los pactos o alianzas no son práctica común en el Poder Legislativo, de tal manera que para los conservadores los equilibrios en las cámaras es la condición ideal para que nada cambie.

    De ahí su intención de otorgarle a la oposición una fuerza que no tiene y a sus líderes una influencia sin eco.

    Para que el país se mueva debe haber actividad real en las cámaras, no debates sin conclusión ni mayoriteos, sin debate de altura como sucedía antes. Mientras los medios no otorguen a cada fuerza política la dimensión exacta de su fuerza no habrá democracia.

  • Los dos programas sociales de la Jefa de Gobierno Clara Brugada que ya iniciaron sus registros, para este año

    Los dos programas sociales de la Jefa de Gobierno Clara Brugada que ya iniciaron sus registros, para este año

    La semana pasada dio inicio el registro a uno de los principales programas de gobierno de la Ciudad de México. Este programa que lleva por nombre “”Beca a Universitarias y Universitarios para Transporte y Más” es una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de México, liderado por la Jefa de Gobierno Clara Brugada, para apoyar a estudiantes universitarios en su transporte y educación. 

    El programa ofrece un apoyo económico bimestral de 1500 pesos para estudiantes universitarios de cualquier edad, con la condición de que estén estudiando en el actual ciclo escolar, en universidades públicas con sede en la Ciudad de México y que sean residentes de la ciudad de México. 

    Este programa tiene la intención de que el apoyo económico además de que sea utilizado para transporte público por los estudiantes pueda también tener otros fines para las necesidades de los mismos, contempla un sector de la población que en su mayoría son jóvenes y que busca generar las condiciones suficientes económicas para que no deserten de la universidad, busca tener un impacto importante en condiciones de seguridad, accesibilidad, comodidad, eficiencia, calidad e igualdad. El objetivo de este programa es contribuir al derecho a la movilidad asequible y reducir la pobreza por ingreso de los estudiantes de instituciones superiores públicas en la Ciudad de México.

    El registro para la Beca a Universitarias y Universitarios para Transporte y Más se llevó a cabo de manera presencial y en línea. Los estudiantes interesados podían acudir a los módulos (de participación ciudadana) ubicados en las alcaldías de la Ciudad de México o realizar el registro a través del portal oficial de la SECTEI, desde el jueves 31 de octubre al sábado 2 de noviembre se llevaron a cabo los registros de un promedio de 20 mil universitarios que corresponde a 30 millones 900 mil pesos en las becas bimestrales para finalizar el 2024. Posterior a ello el programa continuará el siguiente año con sus reglas de operación y asignación de presupuesto para el 2025, podemos decir que de noviembre a diciembre surge el primer bloque de beneficiarios del nuevo programa social. 

    Semana con semana la Jefa de Gobierno Clara Brugada, ha anunciado el arranque de los nuevos programas, a partir de hoy lunes 4 de noviembre arranca el programa “Desde la cuna” para beneficiar a las niñas y niños recién nacidos de 0 a 3 años con un apoyo que les permita acercarse a garantizar la alimentación y vestimenta de los bebes de la Ciudad de México, quienes están encargados de los registros y la recepción de documentación de los programas sociales son el personal de Participación Ciudadana en la Ciudad de México y también estarán habilitados los registros en línea, teniendo en cuenta que todos los programas sociales siempre requerirán de la documentación en físico para aprobar y respaldar el registro de los beneficiarios. 

    El programa “Desde la Cuna” de Clara Brugada está diseñado para apoyar a las familias con niños pequeños, brindando un soporte financiero y contribuyendo a su bienestar desde el nacimiento hasta los 3 años y 10 meses residentes de la Ciudad de México, el monto del apoyo es de 1,000 pesos bimestrales y los requisitos son:  residir en la Ciudad de México, tener un hijo nacido a partir del 1 de enero de 2024 y presentar la documentación requerida. Los registros serán a partir del 6 de noviembre de 2024, a través del portal de la Secretaría de Bienestar o en los módulos instalados de participación ciudadana en cada demarcación. 

    El programa inicia con una inversión de 21 millones de pesos para los dos meses faltantes del 2024 y que beneficiará a 20 mil bebés de la ciudad de México, arrancará como un programa focalizado en zonas de mayor marginación y en el 2025 obtendrá su carácter de universalidad.

    Requisitos:

    • Ser madre, padre, tutora o tutor de una niña o niño y tengan interés en recibir el apoyo que otorga el “Programa Desde la cuna”.
    • Llenar solicitud de incorporación al programa. Que la niña o niño tenga al momento de la inscripción al programa no más de 3 años, 10 meses. Residir en la Ciudad de México.
    • Copia del acta de nacimiento del menor.
    • Cartilla de vacunación del menor.

    Documentación en original requerida de la madre, padre, tutora o tutor de la persona solicitante:

    • Identificación oficial vigente y con fotografía.
    • Clave Única de Registro de Población (CURP), sólo en caso de que no se encuentre visible en la identificación oficial.
    • Comprobante de domicilio de la Ciudad de México (boleta predial, agua, teléfono, luz, telefonía fija, gas natural (no comprobante de pago), o constancia de residencia expedida por la alcaldía, cuya fecha de expedición no sea mayor a tres meses.
    • Solicitud de ingreso al programa debidamente requisitada, realizada a través de la plataforma habilitada por la Coordinación General de Inclusión Social, o mediante los formatos de registro para ellos habilitados por el personal de Participación Ciudadana encargados del registro. 
  • El germen

    El germen

    Soldado aprende a tirar

    Soldado, aprende a tirar:
    Tú no me vayas a herir,
    que hay mucho que caminar.
    ¡Desde abajo has de tirar,
    si no me quieres herir!

    Abajo estoy yo contigo,
    soldado amigo.
    Abajo, codo con codo,
    sobre el lodo.

    Para abajo, no,
    que allí estoy yo.
    Soldado, aprende a tirar:
    Tú no me vayas a herir,
    que hay mucho que caminar.

    Nicolás Guillén (Camagüey 1902-La Habana 1989)

    Leo por aquí y por allá que los partidos con posturas abiertamente derechistas y antipopulares, organizan grupos de choque que se asemejan a las falanges franquistas, que esos partidos usan a sicarios y mercenarios del crimen organizado para tratar de crear un ambiente de violencia.

    En su narrativa, Marko Cortés, Ricardo Anaya, Clemente Castañeda y sus secuaces de algunos medios de la televisión y la prensa alquilada, quieren presentar una realidad muy diferente de la que vemos los pequeños mortales a quienes ellos detestan. Ellos pretenden que el país se vea incendiado y absolutamente lleno de violencia, quieren volver a ver la guerra del “Carnicero de Michoacán”, Felipe Calderón Hinojosa, pero eso no existe más que en su narrativa.

    La visión de la seguridad para la derecha implica una verdadera militarización del país, pero no con tropas nacionales, sino con la intervención directa de soldados estadounidenses para que, bajo la excusa de “terrorismo” y calificando al Estado Mexicano de incapaz, ellos sean impuestos en el poder para continuar saqueando al país sometiéndolo a la voluntad del imperialismo y del capital financiero que no deja de asechar a México. 

    La violencia es mucho menor de lo que dicen y la actuación de las fuerzas del orden es cada vez más eficaz. La excepción son las policías locales, porque en ellas sigue privando la corrupción, la impunidad y posiblemente la asociación con los agentes de la derecha en el crimen organizado. Falta mucho por hacer.

    Sin embargo, hay un germen implantado y solo falta que madure un poquito para que aparezca rodeado de la suciedad que lo va a alimentar y a colmar. Se trata de la gestación de la estructura articulada entre las huestes de abogados emanados de las cloacas infectas del Poder Judicial y los restos fétidos y putrefactos de los partidos políticos agonizantes, pero que se han opuesto a todo aquello que pueda oler al perfume digno del que protege el sudor de sus hermanos proletarios. La batalla no termina, la lucha sigue y sigue y no van a derrotarnos, seremos tan dignos o más que los hermanos Cubanos.

    El germen de la derecha radical está sembrado y puede crecer alimentado por esos leguleyos que se quedarán en la calle con mucho dinero y muchos padrinos que van a cooptarlos para desarrollar el proyecto de la más terrible y antipopular organización de derecha fascista en México. Hasta la iglesia católica tendrá que temerles. 

    Habrá chapulines que infiltren las filas de la izquierda oficial y mermen su arraigo popular que está debilitándose a pesar de los esfuerzos de quienes la encabezan, todo alimentado por la inflación y el desempleo que empieza a galopar tratando de recuperar su fuerza.

    La inflación parece controlada. Sin embargo, cada vez que hay que ir a hacer la compra de la semana; la cebolla está más cara, el kilo llega a costar hasta ochenta pesos: las manzanas son imposibles de comprar porque cuestan más de setenta pesos el kilo; un frasquito de mermelada pasa de los cincuenta pesos, en caso de que sea de aquella que contiene un poquito de la fruta de la que se supone está hecha; un kilo de carne de res puede pasar de los doscientos diez pesos, si se quiere comprar de buena calidad, tendría que agregar una lista interminable, pero quién me lea, conoce esta verdad.

    No quiero imaginar el escenario de una victoria electoral del germen derechista desalmado utilizando a sus grupos de choque, a la Guardia Nacional, a la Armada y al Ejército contra el Pueblo; la guerra de Calderón será un puro juego de párvulos en comparación.

    Para evitarlo se precisa de la organización del proletariado y la concientización de cada individuo dentro de las fuerzas armadas acerca de cuál es su papel frente a un conflicto así; ellos también son parte del proletariado y no deben convertirse en lumpenproletariado. No se puede detener el proceso de concientización y sí tendría que realizarse un plan serio de control y contención contra esos grupos, En tanto, habrá que recitarles a todos los militares de este país el poema de Guillén, “Soldado aprende a tirar” y hacer que lo practiquen hasta el extremo para que México siga su camino al desarrollo y la justicia verdadera.

  • GUERRA JURÍDICA

    GUERRA JURÍDICA

    La estrategia hegemónica conocida como Lawfare proveniente de Estados Unidos dirigida a los países con gobiernos progresistas en América Latina, como sabemos tiene como siguiente objetivo destruir lo logrado hasta este momento por el proyecto de la Cuarta Transformación impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, representado en la actual administración por la doctora y presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

    Es indudable el interés del gobierno estadounidense, por el control de la economía en nuestro país que durante décadas logro manipular mediante el modelo neoliberal, manejado por los anteriores gobierno del Prian quienes lograron acuerdos no escritos, pero evidentes a partir del fraude electoral en 1988.

    Los intereses de la todavía economía más fuerte en el mundo se reflejan y comparten dentro de nuestro propio ámbito político de nuestro país, representando por organismos empresariales, junto con con el apoyo por grupos de intereses creados desde la oposición y medios corporativos de comunicación, que por supuesto se encuentran alineados con los intereses del país vecino, que también con sus políticas intervencionistas busca evadir su responsabilidad de la problemática que provoca miles de muertes de jóvenes por el consumo de las drogas.

    El interés por debilitar la fortaleza acumulada durante el primer gobierno progresista de López Obrador precipitó la debacle en la que habían caído los partidos opositores, que a través del control de los medios corporativos siguen intentando influir en la población con la misma estrategia de mentiras que los llevo al fracaso electoral donde solo en el estado de Aguascalientes lograron ganar, solo uno de los 32 que componen nuestro país. Lo que representa que actualmente se reconozca la mayoría calificada en las dos cámaras para los partidos que componen el proyecto de la Cuarta Transformación, Morena, PT, Verde.

    Es evidente que el movimiento opositor al gobierno seguirá buscando por todos los medios frenar los procesos legislativos aún cuando no cuentan con la representatividad necesaria.

    La disputa por el reconocimiento de la reforma al poder judicial ya no tiene sentido, pero al parecer la comentocracia controlada por la derecha en los medios corporativos busca provocar entre la audiencia la duda suficiente para seguir con la farsa de una ilegalidad que solo existe en la mente enferma del fanatismo opositor.

    Cómo ya lo señalan también algunos Constitucionalistas opositores, la Reforma al Poder Judicial ya está vigente y no hay duda ni tiene sentido una Guerra Jurídica que no existe.

  • La nueva cara del fascismo en México

    La nueva cara del fascismo en México

    En las últimas semanas, luego de que el segundo piso de la 4T lograra consolidarse con distintas reformas que privilegian la democracia y el bienestar de las y los ciudadanos, ha salido a relucir un adjetivo que se usa para describir a quienes buscan mantener sus privilegios, aunque no logren hilar ideas claras: “facho”. Así se les ha llamado, pero, ¿qué significa realmente este término?

    “Facho” es un adjetivo derivado del fascismo, una ideología política autoritaria que surgió en Europa en la primera mitad del siglo XX, principalmente en Italia con Benito Mussolini y en Alemania con el nazismo de Adolf Hitler. El fascismo se caracteriza por su rechazo al liberalismo, al socialismo y, en general, a cualquier forma de pluralismo político. Para el fascismo, lo que piensan las mayorías no importa, porque se cree que solo las élites tienen la razón; como la historia nos ha mostrado, quienes se adhieren a esta ideología son capaces de agredir y hasta matar con tal de mantener sus privilegios.

    En México, este fenómeno ha encontrado eco en ciertos sectores de la política y el poder. Algunos jueces del Poder Judicial, por ejemplo, se resisten a perder sus beneficios, incluso cuando esta postura afecta a miles de personas. El reciente paro en el Poder Judicial, promovida por un grupo que defiende privilegios, es una clara muestra de este conflicto de intereses. Esta postura, que en el fondo desprecia el bien común, parece tener como único objetivo proteger los intereses de una minoría.

    Pero quizá la mejor expresión del fascismo en nuestra política se encuentra en personajes como Lilly Téllez y Alejandro Moreno. Ambos políticos han mostrado un desprecio evidente hacia quienes no comparten su visión y no dudan en agredir o descalificar a sus opositores. Esta semana, en el contexto de la reforma de supremacía constitucional, Moreno subió a la tribuna del Senado para intimidar al presidente de la Cámara, Gerardo Fernández Noroña, en un acto que muchos vieron como un intento de imponer su voluntad a través de la confrontación.

    Este tipo de actitudes no se limita a episodios individuales, sino que refleja una ideología que rechaza el diálogo y busca imponerse por la fuerza. Lo más preocupante es que, tras este incidente, algunos voceros del conservadurismo y ahora también del fascismo mediático, difundieron las imágenes una y otra vez, elevando a Moreno a la categoría de “salvador de la patria”. Incluso le crearon una campaña de imagen, proyectándolo como una figura heroica cuando, en realidad, representa los mismos intereses que han mantenido al país en la desigualdad y la injusticia.

    No podemos dejar de lado que el resurgimiento de estas actitudes fascistas es también un intento por frenar el avance de los cambios impulsados por la 4T. Los sectores que se sienten amenazados por las reformas buscan convencer a la ciudadanía de que sus intereses particulares son los intereses de todos, cuando en realidad solo responden a una minoría que se ha beneficiado históricamente del poder y los recursos públicos.

    La estrategia es clara: mantener sus privilegios a toda costa, recurriendo a discursos de odio, miedo y polarización para desviar la atención del verdadero propósito de las reformas. Estos líderes han aprendido a manipular la opinión pública y a presentarse como víctimas de una supuesta tiranía, cuando, en realidad, buscan perpetuar un sistema injusto.

    En tiempos de cambio, es fundamental que la ciudadanía se mantenga alerta y no caiga en la trampa de quienes defienden sus propios intereses disfrazándolos de “libertad” o “patriotismo”. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, donde los privilegios de unos pocos no se impongan sobre los derechos de las mayorías.

  • La disputa por la Constitución

    La disputa por la Constitución

    Establecer un orden constitucional ha sido un largo anhelo incluso antes de que México naciera como un Estado soberano. Los primeros diputados mexicanos fueron aquellos representantes de las provincias de Nueva España en las Cortes de Cádiz, quienes recuperaron esa experiencia en la redacción de la Constitución mexicana de 1824. Y desde el primer momento de nuestra vida independiente ha existido la disputa política entre quienes sintiéndose emperadores y “hombres fuertes” devinieron en tiranos y representantes de las oligarquías; y quienes propugnaban por un poder delegado en representantes electos por la soberanía popular. 

    Cuatro son los textos constitucionales que han defendido el orden republicano, popular y federal que mantenemos. La Constitución de Apatzingán que en plena guerra de liberación estableció que la soberanía para elaborar leyes y decidir la forma del gobierno reside en el pueblo. La Constitución de 1824 donde al mismo tiempo de proclamar la independencia definitiva de la nación mexicana, se estableció la división en tres poderes. La Constitución de 1857 que recupera el orden republicano y federal bajo los principios del liberalismo mexicano, subordinando las leyes a los derechos individuales del hombre y estableciendo el procedimiento para introducir reformas permanentemente.

    Nuestra actual Constitución promulgada en 1917 es el resultado de una lucha revolucionaria en donde se volvieron a enfrentar las posturas unipersonales para ejercer el poder en contra de los proyectos populares que luchaban por el reconocimiento de derechos sociales y colectivos. Su forma actual es la síntesis de todas esas luchas por desterrar el manejo despótico del poder político, y representa la fuente de legitimidad incluso de los gobiernos antipopulares que defendieron intereses oligárquicos en pleno siglo XXI.

    Sin embargo, cuando un gobierno democrático como el actual, ejerce ese poder político en beneficio de las mayorías empobrecidas y menospreciadas por las viejas y nuevas elites; se apela a ese mismo orden constitucional para tratar de preservar un espacio de poder ajeno a cualquier control, amen de justificar los privilegios que todavía algunos gozan, como nuevo estamento judicial que en la letra constitucional erradicamos desde la independencia.      

    El senador Gerardo Fernández Noroña ha sintetizado el pensamiento autoritario y retrógrada de los 8 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la frase “La Constitución soy yo”.  Estos funcionarios públicos apelan a una situación de excepcionalidad que ellos mismos se atribuyen, para tratar de emular aquel Supremo Poder Conservador establecido en 1836 como un órgano de “notables” que se encargarían de controlar al resto de los poderes para “conservar” el orden a favor de sus intereses.

    Por eso ahora vuelven a rechazar la participación democrática, impugnando la reforma judicial porque no quieren que el pueblo elija a los jueces y magistrados, y se termine una época oscura de privilegios e impunidades. En cambio, sí aceptan la reforma cuando se trata de mantener sus millonarias pensiones. Tan burda, contradictoria e incongruente es la postura de ese grupo de ministros de la Corte encabezados por Norma Piña, como el sensacionalismo de los medios convencionales al no dar cobertura objetiva, ni dar contexto, al hecho que renuncian a la posibilidad de participar a un proceso democrático, para mantener sus “haberes” de los cuales quieren sacar raja personal hasta el último momento.

    El sensacionalismo mediático con que los levantacejas, intelectuales orgánicos del viejo régimen, e “influencers” de baja estofa han impreso a sus opiniones sobre la reforma judicial, está muy lejos del supuesto rigor con que esos ministros dicen manejarse. No podemos obviar que lo que les molesta no es el procedimiento sino el contenido de una reforma avalada en las urnas, que toca la estructura de su poder supralegal. Porque al contrario de lo que vociferan este cambio constitucional es legal y está legitimado por la mayoría del pueblo de México.

    Pero como la verdadera doctrina del conservadurismo siempre ha sido la hipocresía, es sintomático de la ignorancia de las posiciones de los mismos partidos de la mafia neoliberal, que omiten recordar que ellos mismos usaron este diseño constitucional cuando tuvieron de 1988 a 2018 la mayoría legislativa para dar la espalda al pueblo de México, pasado oscuro y ominoso en que desmantelaron las instituciones y entregaron nuestras riquezas naturales como Nación a intereses privados y extranjeros. La disputa actual constata como en la historia se mantiene vigente la lucha por establecer un orden más justo y humano en contra de quienes han basado su prosperidad en la desdicha de las grandes mayorías. 

  • Resiliencia: el agente y la gente

    Resiliencia: el agente y la gente

    Dedicado con aprecio y cariño
    A mis compañeros
    Laura García, Susana Reyes y Pedro Rivera.

    Hace apenas unas semanas, aquí en la Ciudad de México, se reunió un grupo importante de expertos en materia de producción y uso de información geográfica —importante digo tanto en cantidad como en las sapiencias y las cualidades de sus integrantes—. Llegaron procedentes de todo el orbe, convocados por cierta asociación de países; para decirlo pronto, me refiero a la organización más importante de naciones que hay en el planeta —para mayor referencia, aludo a la organización multinacional a la que tristemente…, tristemente porque lo hizo con toda razón, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a comparar con un florero—. En el encuentro estuvieron presentes funcionarios, técnicos y tomadores de decisiones procedentes de las oficinas e instituciones públicas de muchos gobiernos, justo las encargadas de recabar, difundir y promover el uso inteligente de datos relativos a la dimensión espacial de sus respectivos estados nacionales. No me queda la menor duda de que son todas ellas y todos ellos, gente con las mejores intenciones y buena voluntad. La reunión internacional abordó el problemón que afecta ya a toda la biósfera de la Tierra, incluidos, los más de 8.1 mil millones de seres humanos que hoy somos: el cambio climático. Los dos desafíos globales que se pusieron en el centro de las diversas intervenciones fueron la sustentabilidad y la resiliencia…, la dichosa resiliencia. Quizá yo esté equivocado, pero detesto esa palabreja, y la detesto porque estoy seguro de que los hombres y mujeres tenemos en el lenguaje, en las palabras, el instrumento más importante para hacer mundo y, no sólo, uno de los instrumentos más poderosos para cambiar la realidad. Por eso, estoy convencido de que, así como hay palabras que concitan acuerdos, concordia y en general el bienestar —respeto, amistad, solidaridad, prudencia, en fin—, hay otras que son perversas. 

    Resiliencia es una palabra consentida de la ideología neoliberal y globalista. Un buen ciudadano del mundo tiene que ser resiliente y echarle ganas. Pero qué significa exactamente… Aunque ya había aparecido en algunas publicaciones desde principios del siglo XX y tuvo un pequeño repunte a mediados de la década de los treinta, el vocablo se incorporó formalmente al español hace poco —apareció por primera vez en un diccionario de la RAE apenas hace diez años—, y si uno analiza su gráfica correspondiente en Google Ngram podrá constatar que está de moda y en franco ascenso desde principios del presente milenio. Resiliencia proviene del inglés resilience, el cual a su vez procede del latín resiliens, “saltar hacia atrás, rebotar”, “replegarse”. Tal cual: echarse pa’tras. En inglés, el diccionario de Cambridge la define así —traduzco—: “capacidad de ser nuevamente feliz, exitoso, etcétera después de que algo difícil o malo ha ocurrido.” Ojo con ese adverbio: nuevamente. En nuestro idioma, el diccionario de la RAE otorga dos acepciones a resiliencia

    1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
    2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

    Ambos significados deben tomarse en consideración para comprender la ideología que subyace a la dichosa resiliencia, pero evidentemente de la que estamos hablando es de la primera acepción. En efecto, somos, nosotros, hombres y mujeres, usted y yo y nuestra prole y nuestros padres y abuelos, seres vivos. ¿Seres vivos que estamos frente a un agente perturbador? Aquí está parte esencial del problema con el concepto de resiliencia: el agente perturbador, que según se frasea en la definición anterior es una entidad distinta al referido ser vivo, diríase que es, en el contexto al que aludí en el comienzo de este texto, el cambio climático. Entonces, si uno lee que hay que ser resiliente frente al cambio climático, debemos entender dos cosas: uno, que hay que adaptarnos a él, y dos, que el tal cambio climático es un “agente perturbador”…, o sea, que no somos nosotros los que tenemos que dejar de estar desestabilizando el planeta, que es un “agente perturbador”, el malvado cambio climático, que no somos nosotros los responsables sino las víctimas. ¿Y qué hacer frente a los embates del agente perturbador? Pues según dicta la definición, adaptarnos. ¿Y qué significa adaptarse? Dicho de un ser vivo, significa acomodarse a las condiciones de su entorno. Y más precisamente, dicho de una persona, significa acomodarse, avenirse a diversas circunstancias, condiciones. Tejones porque no hay liebres, pues.

    ¿Ven? Resiliencia no es una palabra que comunique ni la necesidad de hacerse responsables de lo que pasa ni la necesidad de cambiar conductas —las conductas que nos tenían tan felices, exitosos, etcétera, supongo—, sino que expresa como respuesta a la perturbación el adaptarse, el replegarse… Y replegarse, claro, significa, echarse para atrás, darse por vencidos. Pues ya ni modo, hay que adaptarse porque el señor Elon Musk va a seguir jugando a conquistar el sistema solar con sus cohetitos megacontaminantes; hay que adaptarse porque el capitalismo es una condición inamovible y eterna e intocable y no hay de otra; hay que adaptarse porque tenemos que seguir quemando combustibles fósiles hasta que nos los acabemos todos o nos acabemos todos… Seamos resilientes y no resistentes, mucho menos agentes de cambio.

    Una nota final: por supuesto, las personas que hace unos días sufrieron en Valencia y otras ciudades y poblaciones aledañas de España la devastación por las graves inundaciones causadas por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) —un fenómeno vinculado al cambio climático, particularmente al sobrecalentamiento acelerado del Mediterráneo—, requieren medidas de resiliencia inmediata, para lo cual se requieren un montón de recursos. Cierto, necesitamos ser resilientes frente a los efectos del cambio climático, pero no ante el cambio climático mismo. El agente perturbador tiene nombre, se llama homo sapiens y urge hacerlo entrar en razón.

    • @gcastroibarra

  • El problema de la violencia en México es, en gran parte, culpa de Estados Unidos

    El problema de la violencia en México es, en gran parte, culpa de Estados Unidos

    Mientras Estados Unidos no deje de ser el principal mercado de droga y armas en el mundo, México está condenado a sufrir tasas de violencia y homicidios comparable a países en guerra. No es deslindarse de la responsabilidad, es aceptar que vivimos en un mundo globalizado donde el imperio gringo dicta todo de manera directa o indirecta, desafortunadamente.

    La única solución real para México es que el mercado de la droga y armas ilegales lo absorba Canadá o el mismo Estados Unidos, que se maten entre ellos y sufran la violencia que han sufrido países latinoamericanos, principalmente Colombia y México; pero la anglósfera no permitiría ese nivel de violencia entre blancos, ricos y protestantes porque es mejor que los muertos los ponga el tercer mundo entre su pobreza e irrelevancia.

    Además, parte de la economía de México y Estados Unidos ya dependen del dinero de la droga. Es un cáncer metastático que se esparce poco a poco en todo el cuerpo, y que, si se quiere extirpar el tejido dañado, eso mataría al paciente porque ya hizo simbiosis con las otras células, condenándolo a la muerte. Claro, solo han decidido que se deben atacar y amputar el brazo y pierna que están al sur del Río Bravo, aunque lo otro eventualmente también morirá.

    Las hipótesis que dicen que algunos cárteles incluso colaboran con Estados Unidos cobran sentido porque, ¿de qué otra manera se explican los niveles de violencia y la gran estigmatización que sufre México, pero la impoluta y hasta heroica imagen de los hipócritas estadounidenses ante el problema de la droga “mexicana”? No sería la primera vez que Estados Unidos se alía con su supuesto enemigo internacional. Ahora mismo se sospecha que Isis es el brazo armado y terrorista que Tel Aviv y Washington tienen para controlar e intimidar países. Muestra de ello es que nunca han cometido atentados en estos países y que, recientemente, Isis pidió a Hamás la liberación de los rehenes del 7 de octubre de 2023. Y la última “gran obra” de Isis fue en Rusia, quien sostiene una guerra proxy con Estados Unidos en territorio ucraniano. De hecho, una alianza con los cárteles que aparentemente intentan atacar es la manera perfecta de desestabilizar países latinoamericanos como históricamente lo han hecho de una manera discreta y disimulada: matar políticos incómodos, generar gran violencia en momentos precisos y mantener la industria bélica a flote.

    Y es que Estados Unidos es el vecino cínico y matón que hace lo que quiere porque no ha habido (todavía) quien lo ponga en su lugar. Nadie le exige cuentas y todos se subordinan por los temores de siempre. Su cultura de la muerte y violencia nos salpica porque, por más que se trate de desarmar a un grupo delictivo en México, siempre tendrá fácil acceso a más y mejores armas, ello sin mencionar los miles de millones de dólares que se llevan a ese país en droga: cien mil personas mueren al año por consumo de fentanilo además de otros segmentos de la población que son altamente adictos y va desde grandes banqueros en Wall Street hasta el trabajador de a pie. La decadencia a nivel de valores y sentido de vida que vive la población estadounidense es el caldo de cultivo perfecto para crear un mercado insaciable.

    ¿México es responsable de sí mismo? Sí y hay que hacer las cosas bien en todos los ámbitos posibles y deseables, pero mientras exista Estados Unidos tal y como lo conocemos, la violencia no cesará en nuestro país.